sábado, enero 10, 1998

Tras su manto de neblinas no las hemos de olvidar

Cuando los Serbios hablan del sur de la ex Yugoslavia, la región de Kosovo hoy nuevamente ocupada mayoritariamente por los albano kosovares, evocan la formación de su nacionalidad, la batalla contra los turcos en el 1374, las primeras iglesias que aún quedan en pie.

La emoción de un serbio nacionalista, se genera en la razón de su ser como Serbio, las raíces de su identidad, las fuentes de las cuales bebe su tradición, su porqué, su lugar en el pasado, su razón de ser en el presente y su fe en el futuro.

Cuando los judíos evocan a Jerusalen en cada rincón de la tierra donde habite uno, en cada uno de sus tres plegarias diaria, o aun los laicos cuando estudian la historia de los dos grandes templos, -el primero de ellos destruido por Nabucodonosor en -576 y el segundo por Tito en el año 70 de la era común-, las citas bíblicas, el sionismo que tomó su nombre de Sion Jerusalen, y las canciones mas importantes del cancionero Israelí giran alrededor de la Ciudad Santa.

Cuando estos dos pueblos como tantos otros luchan, se emocionan, discuten en los foros internacionales , hablan de sus raices, es como si estuvieran hablando de la mamá y el papá, de los primeros años de vida, sienten que renunciar a esos territorios es como perder una parte si mismos, y es por ello que no están dispuestos de ninguna manera a hacerlo.

Cuando los alemanes reenuncian a los límites que establecen los rios Oder y Neise, lo hacen separando los sentimientos del pragmatismo, pero nos los une al Oder Neise algo tan profundo como a los Israelíes Jerusalen, la comparación mas acertada sería con Hebrón o Jericó, ciudades fundamentales en la historia judía, a las cuales el Estado de Israel renunció dentro de una negociación difícil, en favor de la autoridad Nacional Palestina liderada por Yasser Arafat.

Este sería un segundo nivel de compromiso, de ligazón, es importante pero no es esencial, es el terreno donde se puede ceder, si las circunstancias y el pragmatismo lo imponen como de carácter vital.

Pero cuando los Argentinos hablan de Malvinas a que se refieren ?

Cuantos argentinos estuvieron en Malvinas , que acontecimiento histórico fundacional tuvo lugar en Malvinas ? Que gesta religiosa ? Que grado de conocimiento ligazón conforma ese sentimiento que experimentan los argentinos por la Islas ? Cual es la importancia geográfica, estratégica, cultural, nacional que tienen esas islas para un trabajador de Catamarca que se levanta todos los días a las 5 AM y que percibe a fin de mes $220 ?

Me preguntaba Mathew Townsend periodista del Channel Four de Londres, donde se generaba
ese sentimiento por Malvinas, que representaba Malvinas para el ciudadano medio en la Argentina.
Esa pregunta me hizo pensar en cual hubiera sido la situación si - solamente por un ejercicio de imaginación - las autoridades educativas Argentina hubieran decidido por un período de 45 años, dos generaciones no incluir la temática de malvinas con toda la liturgia del himno, y el día, el acto etc ?
No fueron las maestras en cada aula de este país las que cimentaron ese sentimiento ? que le aportó al ser nacional, a la identidad de cada una de las personas que habitan este territorio, esa zona cenestésica ?
Cuando una persona o un pueblo aprende algo en los albores de su vida, lo incorpora en la profundidad de su ser, y luego pone el piloto automático, nunca se pregunta porque, de donde sale, donde se origina tal o cual fetiche?
Hay cosas que las escuchamos de personas grandes cuando somos chicos y las tomamos como verdades, solamente porque esos gigantes de nuestra infancia lo dijeron, lo fijamos y nunca nos preguntamos si esos gigantes de nuestra niñez eran quizás unos imbéciles, frustrados, resentidos o ignorantes.
Hay cosas que aprendemos en nuestra niñez y que nos pueden servir toda la vida, cuando cruzás hay que mirar hacia los dos lados, es una enseñanza que resulta vital a los 9 o a los 84, siempre hay que mirar hacia ambos lados, pero hay otras enseñanzas como no hables con extraños, que son básicas y fundamentales a los 11 años para un chico, pero si seguimos pensando los mismo a los 31 años, estaremos condenados a una vida solitaria.
Ese poner la educación, los valores, la formación de la identidad en piloto automático, hace que también se vaya a una guerra en piloto automático.
Escuchando a un excombatiente un par de años mayor que yo., que vivió la experiencia de la guerra, la terrible experiencia de la guerra que a mi me tocó vivir en un ejercito organizado y que no deja muchas variables libradas al azar como el Israelí, pensaba en los 45 días que habitó una casamata sin comida ni agua con otros 4 compañeros, donde el enemigo ya no era ni el frío, ni los ingleses, ni el hambre o la sed que lo carcomían, sino sus cuatro compañeros con quienes se miraba de reojo, ante quienes escondía la cantimplora, o algún pedazo de pan, ante el temor que se lo hurtaran, pensaba, a quien le sirve la malvinización ?
Quien la generó, donde se generó ?
Y pensaba en la derecha Argentina antinorteamericana, antibritánica, antisemita y Xenófoba, pensaba en la izquierda, antinorteaméricana, antibritánica, antisemita, pensaba en si las Malvinas hubieran estado ocupadas por la República Oriental del Uruguay, como la argentina ocupa la Isla Martín García, si ese sentimiento sería tan profundo, por dos islas habitadas por 2000 habitantes que tienen uno de los standards de vida mas altos del mundo y que por nada del mundo quienren dejar de ser Ingleses-
Quien de nosotros habiendo nacido allí quisiera dejar de serlo ?
Es un resentimiento de la izquierda o de la derecha motivo suficiente para mandar a la guerra a un país, pueden las dificultades y los prejuicios de un grupo de personas generar sentimientos formadores de la identidad ?
Son lo sectores moderados los que deben poner el norte en la identidad y en los objetivos, como la soberanía, que el ciudadano sea soberano, pueda comer educarse vivir dignamente y elegir soberanamente su futuroEn la los paises que generalmente tomamos como modelos, los extremos y sus resentimientos son solo datos a tener en cuenta por los servicios de informaciones, por algunos pensadores, no como factor formador de la identidad nacional.