PorDick Morris
Los últimos años han sido testigos de una campaña internacional de relaciones públicas orquestada para promover a Dubai como una nueva y tolerante Meca de la moderación en Oriente Medio y un formidable foco de crecimiento económico.
Y está funcionando. El gigante corporativo Halliburton va a desplazar su sede allí. El célebre Louvre va a abrir una sede en el emirato. Los turistas se agolpan en los hoteles de lujo de Dubai.
Dubai, uno de los siete principados de los Emiratos Árabes Unidos (UAE), prohíbe a todo ciudadano israelí poner siquiera un pie en el país. Las personas de otras naciones cuyo pasaporte tenga sellos de haber visitado Israel alguna vez están obligadas a dar explicaciones del sello a las autoridades de inmigración de Dubai antes de entrar.
Dubai está también implicado activamente en el boicot árabe a Israel: prohíbe todos los productos fabricados en Israel, e incluso algunos con piezas fabricadas en Israel.
Pero el emir de Dubai, el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, entiende el valor de utilizar a americanos prominentes para legitimar su país y pulir su imagen en los medios americanos.
Es el motivo por el que los expresidentes George W. Bush y Bill Clinton han sido objeto de las tentaciones de Dubai. Sus amigos de Dubai han donado millones a las bibliotecas presidenciales de cada uno. Y Bill Clinton ha hecho caja por valor de más de un millón de dólares en concepto de discursos que ha leído en Dubai y los UAE.
La maquinaria de relaciones públicas de Dubai se puso a funcionar a toda marcha tras el 11 de Septiembre -- con el fin en parte de distraer la atención del extenso uso que hacen del emirato los terroristas. Más de la mitad de los secuestradores habían llegado a Estados Unidos a través de Dubai. La Comisión del 11 de Septiembre observaba que 234.500 dólares de los 300.000 dólares enviados a los secuestradores y planificadores en América llegaron a través de bancos de Dubai.
Varios meses después del 11 de Septiembre, el nuevo mejor amigo de Dubai inició su asociación pública con el país. En enero del 2002, Bill Clinton dio su primer discurso en Dubai (a cambio de 300.000 dólares). Desde entonces está intentando legitimar al país.
Clinton fue el cerebro que presentó al emir a su amigo y patrono Ron Berkle, el propietario de industrias Yucaipa y un importante recaudador de fondos para Bill y Hillary.
El año pasado, Yucaipa y el emir crearon una nueva compañía para sus inversiones conjuntas, DIGL. De modo que Bill Clinton es ahora asesor y miembro de la junta directiva en sociedad con el gobierno antiisraelí de Dubai.
Los Clinton no revelarán lo mucho que se ha embolsado el expresidente por montar este acuerdo, excepto para informar en la instancia de declaración del Senado de Hillary: "más de 1000 dólares".
Bill no está solo legitimando a Dubai. Otros colegas de Clinton -- incluyendo al ex asesor de Seguridad Nacional caído en desgracia Sandy Berger, la ex Secretario de Estado Madeline Albright y Al y Tipper Gore - han asistido a actos muy publicitados allí.Igual que algunos Republicanos -- incluyendo al jefe de personal de Bush padre John Sununu, el hermano presidencial Neal Bush y Rudy Guiliani.
El ex Senador Republicano Bob Dole y el ex Representante Demócrata Tom Downey sirven de lobby a Dubai; también The Glover Park Group, hogar del portavoz de Hillary Clinton Howard Wolfson y el secretario de prensa del expresidente Clinton, Joe Lockhart. Importantes líderes empresariales americanos pueblan las muchas conferencias patrocinadas por Dubai y sus industrias.Todo esto ayuda a legitimar Dubai. Y nadie menciona el problema con Israel.Bill Clinton creó hasta el Dubai Scholars Program en la Universidad Americana de Dubai bajo el patrocinio de la William Jefferson Clinton Foundation. Laura Tyson, presidente del Council of Economic Advisers para Clinton, creó un programa de estudios similar en la Universidad de Londres.
Pero nadie se da por aludido.El mes pasado, la Universidad de Connecticut desistió acertadamente de sus planes de abrir un campus en Dubai después de denuncias serias de discriminación impuesta por el estado de Dubai a los estudiantes, basándose en su origen étnico y religión, y en las violaciones documentadas de los derechos humanos. (Por ejemplo, Human Rights Watch dice que Dubai explota como esclavos a decenas de miles de trabajadores inmigrantes procedentes de La India y Pakistán).
La Clinton Foundation ciertamente no patrocinaría un programa en América que vetase a los estudiantes israelíes. Tampoco debería patrocinar uno en Dubai.
Dick Morris fue consejero del Presidente Clinton.
viernes, marzo 31, 2006
jueves, marzo 09, 2006
El amor que yo quiero
El amor que yo quiero...
Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer. Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí.
Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzeimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
- No, - me dijo. - ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado.
- Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo:
- Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.
Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé:
- Esa es la clase de amor que quiero para mi vida.
El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico.
El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es...
Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer. Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí.
Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzeimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
- No, - me dijo. - ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado.
- Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo:
- Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.
Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé:
- Esa es la clase de amor que quiero para mi vida.
El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico.
El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es...
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