sábado, septiembre 30, 2006

Escenarios ante un posible recorte de producción de la OPEP

Este jueves, los precios del petróleo cayeron debajo de 63 dólares el barril después aumentar a 64 dólares; por este motivo, se teme los integrantes de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realicen un corte en la producción.

Por Rubén Weinsteiner

Los precios del petróleo bajaron aproximadamente 20% desde el récord superior a 78 dólares el barril en julio, muchos temen que la OPEP quiera reducir el suministro para evitar una caída mayor. De todos modos, todavía nadie sabe si se tomará esta decisión.
Hasta el momento sólo Venezuela y Nigeria admitieron que recortarán su producción de petróleo ante la caída de la cotización. Pero también aseguraron que la medida es unilateral y no sigue al resto de la Organización. Se espera que Caracas reduzca su producción en 50.000 barriles diarios y Abuya entre 120.000 y 150.000 barriles diarios.

El resto de la organización, incluyendo a Arabia Saudita y a otros países clave, como Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, no se sumarán al recorte, dijo una fuente bajo condición de anonimato. “Era un rumor que se escuchó todo el día”, dijo el analista John Kilduff de Fimat USA. Kilduff notó que el presidente de la OPEP, Edmund Daukoru, rechazó informes que aseguraban que el grupo de 11 países realizaría cortes, pero informes más recientes sugirieron una leve disminución en la producción y exportaciones de Nigeria.

Ese rumor se volvió realidad y Nigeria redujo su producción. Nigeria, el exportador de petróleo más grande del África, mantuvo bloqueada la mayor parte de su producción este año debido a ataques militantes sobre instalaciones y secuestros de trabajadores petroleros. Hasta el momento, vez de un corte de producción oficial la OPEP decidió que algunos países miembros de la unión pueden hacer reducciones no oficiales, dijo Kilduff.
“Hay un verdadero sentimiento de que el mercado podría derrumbarse, del mismo modo en el que el gas natural se derrumbó, por ejemplo.
Pero una defensa rotunda del barril de petróleo por encima de los 60 dólares es políticamente imposible”, agregó. “La especulación que la OPEP corte la producción empujó los precios más arriba, pero todavía tenemos que confirmar si hay una reducción real física”, dijo Jason Schenker, un economista del Corp. Wachovia en Charlotte, Carolina del Norte. Daukoru dijo a Reuters el martes que se debe tomar alguna medida para estabilizar el precio. Sin embargo, el ministro de Petróleo kuwaití Ali al-Jarrah al-Sabah dijo el miércoles que con el crudo estadounidense encima de 61 dólares, la mayor parte de ministros de OPEP están contentos con el precio y no realizarían cortes por el momento.
La semana pasada, Ali al-Naimi, el ministro de petróleo de Arabia Saudita, también comentó que el precio del petróleo estadounidense a 62 dólares es un precio razonable.
“Hemos visto una caída tan continua en los precios, que en alguna etapa era obvio que veríamos algún rebote”, dijo Federico Lasserre, jefe de investigación en materias primas de Societe Generale. “Es puramente técnico.”

Rubén Weinsteiner

viernes, septiembre 08, 2006

El amigo árabe para controlar a Irán


Según un informe publicado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, Estados Unidos debería buscar la ayuda Árabe para neutralizar a Irán, antes de ir por la opción militar.


Por Rubén Weinsteiner


El martes, el responsable del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres dijo que Estados Unidos debería buscar el apoyo de los estados del Golfo Árabe, en un esfuerzo por contener a Irán si no logra que este país suspenda su programa nuclear.


John Chipman, Director general del comité consultor con sede en Londres, dijo que Estados Unidos debería asegurarse de que los miembros del Consejo del Golfo para la Cooperación se interesen en una relación más estrecha con Estados Unidos en materia de seguridad y, si fuera necesario, en una política más abierta destinada a contener a Irán.


En el lanzamiento del Informe Estratégico anual del grupo, el Sr. Chipman expresó que lazos más estrechos entre Estados Unidos y los gobiernos del Golfo árabe podrían llevar a Irán a pensar que su negativa a suspender el enriquecimiento de uranio tenía éxito en alentar una mayor presencia militar de Estados Unidos en la región.


Chipman agregó que EE.UU. no había descartado las opciones militares para enfrentar el problema de Irán, una decisión que, en teoría, podría influir en los cálculos iraníes. “Tal vez, de una manera más persuasiva, esgrimir la opción de contención podría cambiar el análisis costo-beneficio en Teherán.

Y si la diplomacia fallara, Estados Unidos al menos habrá preparado el terreno regional para disuadir a Irán de iniciar acciones de otra índole.”

- Estados Unidos necesitaría más que el apoyo tácito de los países del golfo para una política de contención. “Necesita aliados que públicamente apoyen esa política”, siguió diciendo el Sr. Chipman. Los funcionarios de Estados Unidos dicen que ya comenzaron conversaciones con los gobiernos de la región sobre una posible iniciativa de seguridad en el Golfo, con el objeto de mejorar la cooperación en defensa con Estados Unidos.

Un funcionario estadounidense declaró, este verano, que resultaba claro que los gobiernos de la región compartían la preocupación de los Estados Unidos con respecto a “un Irán nuclear, expansionista, que prestaba apoyo al terrorismo” o que creaba problemas en Iraq. “No se trata tanto de nuestra evaluación de la amenaza, es la evaluación de nuestros amigos de la región”, señaló.

Agregó que las conversaciones buscarían cubrir la cooperación para la defensa, la seguridad de la energía, el contra terrorismo y la seguridad interna. Esto podría combinarse con los esfuerzos diplomáticos internacionales para terminar con los intentos de Irán de producir material nuclear y los esfuerzos para “promover la sociedad civil en Irán”, para lo cual se ha destinado un presupuesto de USD 75 millones (€59m, &40m) Chipman dijo que era probable que Estados Unidos buscara sanciones económicas internacionales de modo gradual; comenzando con medidas limitadas para detener la venta de equipo nuclear, poniendo trabas a los viajes de funcionarios iraníes y embargando sus bienes en el extranjero.


Rubén Weinsteiner

jueves, septiembre 07, 2006

China interviene en la elección de Zambia

China, ávida de materias primas, juega cada vez más fuerte en África. El Embajador de China en Lusaka, dijo que Beijing podría interrumpir relaciones diplomáticas con Zambia, si los votantes elegían a Michael Sata, candidato a Presidente por la oposición.

Por Rubén Weinsteiner

El Gobierno chino está interviniendo claramente en el proceso electoral presidencial de Zambia, en un gesto contundente de la creciente influencia económica y política que este país, ávido de productos básicos, tiene en África. Li Baodong, Embajador de China en Lusaka, dijo que Beijing podría interrumpir relaciones diplomáticas con Zambia si los votantes elegían a Michael Sata, candidato a Presidente por la oposición.
Sus comentarios realizados en ámbito políticos y que llegaron a la prensa Zambiana, son la primera señal en décadas de interferencia política manifiesta de China en los asuntos africanos, lo cual refleja cómo Beijing ha extendido rápidamente su papel de inversor en el continente y de comprador de materias primas.
China es un importante inversor en cobre en Zambia, el producto de exportación de mayor valor del país. China ha invertido miles de millones de dólares en África en los últimos años, compitiendo con Estados Unidos, y el comercio chino con el continente se ha cuadruplicado desde el comienzo de la década, principalmente a través de las compras de petróleo. Se cree que sólo en Zambia, las empresas chinas han invertido más de 300 millones de dólares en cobre y otras industrias. Michael Sata compite con Levy Mwanawasa, el Presidente en ejercicio, en la elección del 28 de septiembre. Se han citado expresiones de Sata en las que se refiere a Taiwán como un “estado soberano”, lo que enfureció a China, y también se ha manifestado en contra de las prácticas laborales de China en Zambia.
El reconocimiento de Taiwán significaría darle la espalda a los lazos del país con Beijing. La mayoría de los países africanos se han unido a China, y sólo queda un puñado de gobiernos que mantienen relaciones oficiales con Taiwán. Los medios de Zambia también informaron que Sata, a quienes las encuestas de opinión le dan el segundo lugar después de Mwanawasa, se había reunido con empresarios taiwaneses.
El Times de Zambia citó, el martes, a Li, quien expresó que los inversores chinos tenían temor de venir a Zambia debido a los “desafortunados” comentarios del Sr. Sata. Siempre según el citado períodico, si Sata ganara y estableciera relaciones con Taiwán, Beijing podría pensar en interrumpir las suyas. “Los inversores chinos en minería, construcción y turismo han dejado en suspenso algunas inversiones hasta que se aclare la incertidumbre que rodea nuestras relaciones bilaterales con Zambia”, expresó el Zambia Daily Mail, propiedad del Gobierno de Zambia, citando al Sr. Li.
En Zambia, en julio, varios mineros fueron atacados a tiros y sufrieron lesiones, luego de una violenta protesta en Chambishi Mining, empresa de propiedad china. No está claro si los gerentes chinos o la policía de Zambia dispararon contra los trabajadores, ya que las noticias en este aspecto son contradictorias.

miércoles, septiembre 06, 2006

El Retorno de los Talibanes

Según un informe reservado preparado por el MI6 (Servicio de Inteligencia Exterior de Gran Bretaña), los esfuerzos británicos y estadounidenses para terminar con la industria del opio en Afganistán genera considerables resistencias entre la población, creciendo el apoyo, sobretodo en sectores bajos esencialmente menos politizados, hacia los talibanes.

Por Rubén Weinsteiner

El informe, un estudio muy crítico de los cinco años desde la invasión liderada por los Estados Unidos, revela va creciendo el hambre entre los afganos, a pesar del compromiso de los donantes internacionales y que la presencia militar extranjera está “alimentando el resentimiento y el temor”. El informe afirma que, la comunidad internacional, con los Estados Unidos a la cabeza, había “•fracasado en su intento de lograr estabilidad y seguridad” en el país, destruido por la guerra, y que los ataques se producían diariamente.
Según el informe, “Los Estados Unidos y el Reino Unido dan prioridad a la seguridad basada en criterios militares y se concentran en iniciativas de contra terrorismo y respuestas militaristas a la crisis del opio de Afganistán, lo cual ha debilitado la capacidad de la comunidad local e internacional de responder a los múltiples problemas relacionados con la pobreza que aqueja a este país”. “Al desviar los fondos de ayuda de su finalidad de asistir en el desarrollo y aliviar la pobreza, las fracasadas políticas anti-narcóticos se han apropiado de los esfuerzos de la comunidad internacional de construir la nación y han debilitado el gobierno democráticamente elegido de Afganistán.

El cultivo de amapolas es una estrategia de subsistencia para millones de afganos que de esta forma pueden al menos alimentarse, y las políticas de erradicación de cultivos de los Estados Unidos y del Reino Unido están exacerbando la violencia y la inseguridad”. La conclusión del informe es que la pobreza estaba empujando a la gente a apoyar a los talibanes, que ahora tenían un “control psicológico y militar de facto” sobre la mitad de Afganistán. En él también se afirma que las coaliciones militares internacionales en Afganistán –la Operación Libertad Duradera, al mando de los Estados, y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) al mando de la OTÁN– estaban alimentando el resentimiento y el temor. Las distinciones entre ellas son extremadamente borrosas, y la ISAF, bajo el mando de la OTÁN está constantemente envuelta en operaciones de guerra.
Los afganos tienen la impresión de que las coaliciones militares internacionales toman partido en una situación de guerra civil, y mientras las tropas de OTÁN-ISAF se retiran a sus barracas en el sur de Afganistán, los habitantes locales perciben que los insurgentes, guiados por talibanes, están derrotando una vez más a las potencias militares internacionales. El informe, titulado Afganistán Cinco Años Después: el Regreso de los Talibanes, se publica luego de que las fuerzas británicas experimentaron sus días más sangrientos en el país, con 15 militares muertos en un accidente aéreo cerca de Kandahar y un ataque suicida en Kabul.
El nuevo Jefe de Estado Mayor, General Sir Richard Dannatt, también dijo que el ejército apenas puede hacer frente a las demandas que el gobierno le impone. El informe también expresó los temores acerca del “escepticismo cada vez mayor” con que los afganos ven su gobierno, y perciben que su deber es responder a los donantes internacionales y no a los votantes locales.

El Consejo afirmó que el gasto militar dejó atrás el gasto de desarrollo y reconstrucción por una diferencia de 900% y que, debido a que no se ha dado prioridad a la lucha contra la pobreza, “los esfuerzos de la comunidad internacional para construir la democracia están colapsando mientras los afganos se mueren de hambre”. Tres factores contribuyeron a la situación actual, según el informe.
La presencia militar internacional, que se percibe como una fuerza invasora más que como una fuerza de estabilización, la “fracasada” política anti-opio, y la falta de una “agenda de reconstrucción artificial” para abordar las necesidades reales de los habitantes del lugar. En el informe, que consta de 248 páginas, se hacen tres recomendaciones, especialmente que se dé alta prioridad al alivio de emergencia de la pobreza, que se proceda a una “completa revisión” de las estrategias antinarcóticos y que las operaciones militares se pongan en segundo plano y brinden apoyo a intervenciones en el desarrollo.

Por Rubén Weinsteiner