Cientos de millones de personas acuden a la red para socializar y su presencia en línea se está guiando cada vez más a través de sitios como Facebook y Twitter.
Las redes sociales son sólo un vehículo para darle voz a la gente, pero que no se puede asegurar que estarán ahí para siempre. La tecnología va a cambiar. Nadie sabe si Facebook estará aquí en 20 años.
La tecnología no es la protagonista de la red. La evolución de internet para usuarios y empresas pasa por concentrarse en las personas y no en la tecnología.
La manera en la que la gente se comporta se reproduce en línea. Estamos cambiando nuestros hábitos, pero no quiénes somos.
Entre más se utilizan este tipo de servicios, las empresas también buscan sumergirse en ellos para llegar a más personas y a más clientes.
Pero muchas compañías están aprendiendo la lección a costa de errores.
La mayoría de los directores ejecutivos de las grandes corporaciones no tienen idea de cómo usar las redes sociales. Aun así, muchas de las empresas están experimentando con internet.
Hace algunos meses, la firma de ropa Gap, por ejemplo, enfrento una ola de fuertes críticas de sus clientes después de que organizara una campaña para cambiar el logo de la marca. El diseño no fue del agrado de sus usuarios, que se quejaron tanto en las redes sociales que obligaron a la compañía a echarse atrás.
El problema es que muchas empresas quieren hacer cosas grandes en la red y esa es la estrategia equivocada. Es mejor hacer cosas pequeñas y hacerlas poco a poco.
Las compañías deben aprender de las experiencias negativas y entender que éstas son una buena oportunidad para hacer mejor las cosas.
No se trata de transmitir información, sino de hacer que la gente se involucre con tu contenido y tu información.
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