Toda empresa necesita comunicarse constantemente con sus clientes o posibles clientes, para presentarle sus nuevos productos y servicios, o simplemente para decirles que existe, pero no es tarea fácil, ya que el bombardeo de comunicación comercial que reciben estos, cada día es más grande. La gran pregunta que se hace muchas empresas es: ¿Cómo comunicar y llegar al potencial cliente en este ambiente saturado, caótico y altamente competitivo? Una de las soluciones es invertir en tu propia marca, en su posicionamiento y realizar estrategias de branding, en tu nicho de mercado en internet.
Las pyme en general aun tienen la creencia de que las marcas son privativas de las grandes empresas al no considerar la marca como un activo que toma valor día a día y capitaliza las inversiones, esto es un gran error. Las marcas ya no son ajenas a las pymes, internet facilita muchísimo el poder consolidarla y hacerla fuerte a unos costes asequibles y rentables.
Las principales ventajas de disponer de una marca solida, posicionada y reconocida, son:
- Una marca es la principal herramienta para competir y diferenciarte de los demás.
- Incrementa las ventas y ayuda a ganar cuota de mercado.
- Permite tener los precios más altos que la competencia, ya que el consumidor percibe confianza y calidad.
- Ayuda a atraer y retener el talento. El personal que trabaja para la empresa se siente identificado con la marca creando una cultura interna fuerte.
- Permite a la empresa crecer con más facilidad, acumulando notoriedad en sí misma.
- Incrementa el valor de la empresa, ayudando a soportar mejor los tiempos de crisis.
- Potenciar la imagen corporativa o de marca
- Establecer nuevas relaciones e interactuar con los clientes o posibles clientes
- Generar ingresos en internet
- Reducir costes mediante intranets, para el personal, clientes o proveedores
- Otros objetivos...
Consolidar una marca requiere tiempo y mucha dedicación en conseguirlo, el objetivo es conseguir que tus clientes y potenciales clientes se conviertan en fans de tu marca y prescriptores de la misma. Esto se consigue realizando branding emocional, según define Steve Goldner en sus 6 fases:
- Conseguir que el cliente se interese por tu marca
- Lograr que el cliente considere la posibilidad de comprar alguna cosa.
- Convencer al cliente de que su decisión de compra fue la mejor.
- Convertir al consumidor en un cliente fiel que continúe comprando los productos o servicios de tu marca y que sea lo más receptivo posible a la misma.
- Crear un ritual para que la marca pase a formar parte de la vida del consumidor
- Lograr que el cliente se convierta también en prescriptor y portavoz de tu marca
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