Por Rubén Weinsteiner para Globes 2.0
El consumidor en la Web 2.0 consume y produce información acerca de los bienes y servicios que hay en el mercado. Busca, consulta, investiga y una vez que compra o no, explica y testimonia, modelando las marcas, apropiándose de ellas, dándoles forma, diseño, ideología, contenido y hasta se encarga de expandir el mensaje, tarea que antiguamente la desarrollaban las empresas.
El relato de la marca pasa a ser el relato del consumidor en la Web 2.0, este le hace lugar en su agenda,y en sus flujos relacionales, en las redes sociales, en las comunicaciones vía e-mail, microbloggings, posteos y su identidad digital plasmada en su presencia en los buscadores, queda linkeada con las marcas que el consumidor siente propias, valora positivamente o las que valora en forma negativa, y quiere decir algo de ellas.
Nunca las marcas tuvieron tan poco control sobre lo que se dice de ellas, y el lugar desde donde pueden hablar, rebatir a los que hablan sobre ella, guarda una disruptiva simetría con el lugar desde donde dicen los consumidores.
Hay que pasar de relatar beneficios de un producto o servicio, a resolver problemas de las marcas mediante una estrategia que involucre al consumidor, dialogando con él, porque a nadie le interesa la opinión de las empresas con respecto a ellas mismas, lo que busca el consumidor que esta pensando que auto comprarse, es enterarse de las experiencias y las opiniones de otros consumidores.
La construcción de la identidad digital en el mundo 2.0 no se da por lo que pretendemos decir de nosotros mismos, ni siquiera por aquello que los demás dicen de nosotros. Se construye a través de ese diálogo continuo.
¿Cuál es el efecto de una campaña publicitaria tradicional, en un mundo donde cada consumidor tiene acceso inmediato, vía Google a todos los datos duros sobre cualquier producto? Donde la data sobre cada beneficio y cada defecto de cada producto o compañía está disponible instantáneamente?
Rubén Weinsteiner
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