Leopoldo Moreau define como “antikirchnerismo bobo” a esa inercia que hasta ahora hizo plegarse acríticamente a la oposición a líneas editoriales cada vez más inverosímiles, útiles para construir malestar permanente, pero absolutamente inútiles para la construcción política.
Los medios no necesitan ganar elecciones y los peoriodistas e incluso los teóricos mas formados y de variado calibre tampoco. Los que deben reconvertir su actual cortocircuito con el electorado y presentarse como una alternativa real de representación política son los partidos.
sábado, febrero 25, 2012
Peronismo : nacionalismo o populismo?
Recibimos este excelente análisis de Julio Burdman que apunta a desentrañar al núcleo simbólico de planteos conceptuales que dan vuelta, en cuya base conceptual siempre se identifica Peronismo con Nacionalismo ... europeo.
Catástrofe del pensamiento -- que fuera enfrentada conceptualmente como nadie por el Bebe Cooke el siglo pasado que fundó sin nombrar la categoría no funcionalista de "populismo" para el análisis del peronismo -- , esa asimilación de Peronismo y Nacionalismo europeo reiteramos dió y da lugar a muchos de los malos entendidos proplados ahora mismo con sagrada furia nada más ni nada menos que por la opo, que responde a la corpo, intentando , claro, que no se gane la batacu. Mejor leemos a Burdman:
Dentro y fuera de la Argentina, el resurgimiento de la cuestión Malvinas dio lugar a diferentes acusaciones a la posición del Gobierno Argentino, afirmando que está nutrida en el “nacionalismo peronista” . Pero no hay motivo de alarma. Más allá del juicio que tengamos acerca de la política kirchnerista sobre Malvinas –tema para otro artículo–, lo cierto es que el peronismo no fue ni es un movimiento nacionalista. Al menos, no en el sentido europeo. Este supuesto es una imagen muy fuertemente instalada en la Historia Argentina, pero no responde ni al ideario populista ni al desempeño gubernamental de los diferentes peronismos. Por el contrario, el peronismo desde sus inicios representó -y lo sigue haciendo- una crítica del nacionalismo argentino, construido en tiempos de la Organización Nacional y con una influencia que se extendió por la tradición antiperonista y la visión geopolítica de los gobiernos militares del Siglo XX.
Se ha dicho reiteradamente que el peronismo es nacionalista por razones que no describen el meollo del nacionalismo. Por un lado, porque hubo –y hay– nacionalistas católicos, rosistas y de otras denominaciones que reivindican a Perón. Grupos minoritarios de esta filiación se sumaron a la amplia coalición de 1945 y después también, pero nunca fueron predominantes en ninguno de los gobiernos peronistas. Por otra parte, Perón era un caudillo militar, y todos los militares del mundo son, en alguna medida, nacionalistas. Juran, después de todo, dar su vida en defensa de la Patria. Pero esas aparentes ideas, en todo caso, no permearon en las políticas peronistas.
Se dice también que el peronismo era nacionalista en lo económico, y si bien esto es cierto, también lo es que el proteccionismo económico y el keynesianismo son teorías económicas que no necesariamente van de la mano del nacionalismo político y social, y que eran predominantes a nivel mundial en tiempos del primer peronismo. Pero el elemento más fuerte en la caracterización del peronismo como nacionalista proviene de su antiimperialismo y antinorteamericanismo, muy marcados en su primera etapa.
En esta relación conflictiva podemos identificar los aspectos más nacionalistas del peronismo. Y aun así, hay que distinguir entre antiimperialismo y nacionalismo, que no son exactamente lo mismo –existe, de hecho, una tradición liberal antiimperialista–, y también hay que situar la retórica antinorteamericana de Perón dentro de un comportamiento reactivo, ya que ésta surge y se profundiza como consecuencia de los conocidos esfuerzos de Washington para evitar que la primera candidatura presidencial de Perón triunfase en 1946.
Pese a lo anterior, no podemos decir que el peronismo sea nacionalista porque todas sus políticas fueron opuestas a las agendas centrales del nacionalismo de ayer y de hoy. El nacionalismo, una idea europea, define a una comunidad nacional en términos culturales, idiomáticos y étnicos, y luego defiende el derecho de esta Nación a tener un Estado propio y diferenciado de otras naciones. Los programas nacionalistas sobre población, territorio, nacionalidad e inmigración parten de esta premisa. En la Argentina, el nacionalismo que organizó el país se propuso definir una argentinidad a partir de nuestras raíces europeas, negando y combatiendo a las poblaciones pre-existentes, defendió un territorio “geográficamente imaginado” de sus vecinos en disputa, promovió la inmigración europea asociada a una formidable empresa cultural de“argentinización”, y acabó enfrentado con esta idea una vez que encontró que las masas inmigrantes empobrecidas del sur de Europa no respondían al plan imaginado.
Diferentes autores sostienen que, más allá de sus logros iniciales, las construcciones de este nacionalismo argentino tuvieron influencia sobre muchos acontecimientos políticos poco felices que se vivieron con posteridad. Desde las guerras territoriales –pocas, afortunadamente– en las que se embarcó la Argentina con sus vecinos en el Siglo XIX hasta el pensamiento geopolítico clásico de los militares argentinos, caracterizado por una marcada desconfianza hacia los países vecinos, pasando por el mito de la “Argentina blanca” y la Guerra de Malvinas, están unidos por este origen común.
El peronismo representó, a través de sus políticas, una crítica profunda de estos conceptos fundacionales argentinos. En primer lugar, porque cambió el concepto de población. Puso fin al mito de la Argentina blanca y a partir de allí, fue el motor político de sucesivos cambios. El peronismo es esencialmente diferente del nacionalismo porque es populista latinoamericano. Y el populismo, por definición, no es nacionalista; puede, eventualmente, parecerse al nacionalismo, pero una vez que se convierte en nacionalismo deja de ser populismo. La diferencia es sociológica: el nacionalismo defiende a un determinado grupo social, “la nación”, se basa en él, y excluye a todos los demás, mientras que el populismo, construye un grupo social indeterminado,“el pueblo”, e incluye a todos los que se quieran subir a él, hasta formar una mayoría electoral.
El “pueblo” de los populistas no es esencialista, sino que responde a un objetivo político. Este fue uno de los errores fundamentales de quienes quisieron comparar a los populismos latinoamericanos con los fascismos europeos. Haciendo una mala analogía contrafáctica, podríamos decir que bien lejos de las manifestaciones nacionalistas uniformes de los nazifascismos de los ‘30 y ‘40, el peronismo y otros populismos latinoamericanos de los ‘40 fueron una gran unión de los excluidos por aquellas manifestaciones.
Y desde entonces, siempre fue incorporacionista. En todas sus variantes, el peronismo fue favorable a una inmigración abierta. Aún hoy, en un mundo en el que los países tienden a cerrar sus fronteras a la inmigración. Es, también, un partido que se identifica con los avances civiles y sociales logrados por otras comunidades excluidas, como las mujeres, los inmigrantes de países limítrofes, los homosexuales y, lentamente, los pueblos originarios.
Finalmentre, otra política histórica del peronismo que se contrapone por definición al nacionalismo, es su integracionismo. Durante el primer peronismo, aún cuando no se lograron avances concretos en la materia en comparación con el Mercosur –firmado en 1991 por un presidente peronista, en este caso globalista, como fue Carlos Menem–, se desarrolló una doctrina de orientación a la integración regional que perdurará hasta nuestros días.
En suma: el peronismo en nada se parece a un nacionalismo europeo. Estos últimos movimientos se caracterizan por una visión restringida de la población, su oposición a la inmigración y la integración regional, y una desconfianza hacia los países vecinos. Contrariamente, el peronismo siempre fue partidario de la inmigración y la integración regional, y su visión acerca de la población es dinámica y populista- incorporacionista. El nacionalismo territorial ofensivo argentino siempre actuó bajo el gobierno de grupos políticos herederos de la tradición nacionalista argentina, y ello incluye a la Guerra de Malvinas, engendrada por la última dictadura militar y antiperonista. El peronismo es populista, con todo lo que ello implica.
Tal vez Kant debería renacer para escribir “La Paz Populista”.
martes, febrero 21, 2012
Migrantes 2012
Leemos en Crisis una muy interesante reflexión sobre el impacto de la nueva inmigración :
La intensidad de los movimientos migratorios sacude y redefine el territorio en el que estamos parados. A diferencia de otros tiempos, los desplazamientos de personas mutan velozmente, atraviesan y a la vez refuerzan las fronteras, que se tornan más sofisticadas. Las réplicas poblacionales son un flujo decisivo en la reinvención de las ciudades y sus quimeras de imponer el control.
La migración es también una fuerza productiva que fogonea el crecimiento de la economía, y funciona como variable de precarización para un modelo incapaz de incluir a la totalidad de la masa laboral en la actividad en blanco. Es así como se difunden nuevas formas de explotación y subordinación vinculadas al aspecto étnico del trabajo migrante, que el capital exhibe como situaciones ejemplificadoras de obediencia. Sin embargo, cada vez gana mayor preeminencia la faz de invención resistente y democrática que implica este trajín de ida y vuelta.
El peso de los migrantes no se restringe al trabajo. Sus culturas y saberes operan en forma permanente y van tejiendo lazos en el mundo más amplio de lo subalterno, como un torrente que fecunda nuevos universos populares hasta invalidar esa matriz privilegiada de la identidad plebeya que es el axioma nac & pop. En una Argentina que ya no puede considerarse unidad homogénea (a pesar de las retóricas de la nostalgia), haríamos bien en reconocer que lo popular cada vez más viene de afuera. Migra & pop es el nuevo eslogan. El pueblo son ellos, y muchos de los nuestros, que conocen cómo es vivir al ras del suelo y ponen la rueda en movimiento. Son los dueños del futuro...
Completa acá.
La intensidad de los movimientos migratorios sacude y redefine el territorio en el que estamos parados. A diferencia de otros tiempos, los desplazamientos de personas mutan velozmente, atraviesan y a la vez refuerzan las fronteras, que se tornan más sofisticadas. Las réplicas poblacionales son un flujo decisivo en la reinvención de las ciudades y sus quimeras de imponer el control.
La migración es también una fuerza productiva que fogonea el crecimiento de la economía, y funciona como variable de precarización para un modelo incapaz de incluir a la totalidad de la masa laboral en la actividad en blanco. Es así como se difunden nuevas formas de explotación y subordinación vinculadas al aspecto étnico del trabajo migrante, que el capital exhibe como situaciones ejemplificadoras de obediencia. Sin embargo, cada vez gana mayor preeminencia la faz de invención resistente y democrática que implica este trajín de ida y vuelta.
El peso de los migrantes no se restringe al trabajo. Sus culturas y saberes operan en forma permanente y van tejiendo lazos en el mundo más amplio de lo subalterno, como un torrente que fecunda nuevos universos populares hasta invalidar esa matriz privilegiada de la identidad plebeya que es el axioma nac & pop. En una Argentina que ya no puede considerarse unidad homogénea (a pesar de las retóricas de la nostalgia), haríamos bien en reconocer que lo popular cada vez más viene de afuera. Migra & pop es el nuevo eslogan. El pueblo son ellos, y muchos de los nuestros, que conocen cómo es vivir al ras del suelo y ponen la rueda en movimiento. Son los dueños del futuro...
Completa acá.
domingo, febrero 05, 2012
“Esperamos cambiar la forma en que el pueblo se relaciona con sus gobiernos”
“Esperamos cambiar la forma en que el pueblo se relaciona con sus gobiernos”... “Muévete rápido y rompe cosas”... “el mayor riesgo es no tomar riesgos”... “no damos servicios para ganar dinero, sino que ganamos dinero para dar servicios”. No son frases sacadas del campamento del 15-M en la Puerta del Sol, son extractos de la carta de Mark Zurckerberg, fundador de Facebook, enviada a las autoridades bursátiles como paso previa a la mayor operación capitalista de la historia.
La carta de Zuckerberg recuerda a la enviada por los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin cuando salieron a bolsa en 2004; pero la de Facebook va mucho más allá, y no sólo por su extensión (2.175 palabras frente a 591). Si en aquel tiempo, Google se comprometía a no hacer el mal (“no creemos que para ganar dinero haya que hacer el mal”), ahora Zuckerberg quiere dar el poder al pueblo, reivindica la figura del hacker y advierte, cuando se va a valorar su empresa en 100.000 millones de dólares, que no se levanta pensando en crear servicios para ganar dinero, sino en “ganar dinero para dar mejores servicios”.
Ambas cartas, aunque especialmente la de ayer de Zuckerberg quieren distanciarse del capitalismo salvaje (aunque sus acciones puedan saltar en unos días de 10 a 100 dólares) para crear el capitalismo con rostro humano, responsable, solidario o sostenible.
La carta de Zuckerberg recuerda a la enviada por los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin cuando salieron a bolsa en 2004; pero la de Facebook va mucho más allá, y no sólo por su extensión (2.175 palabras frente a 591). Si en aquel tiempo, Google se comprometía a no hacer el mal (“no creemos que para ganar dinero haya que hacer el mal”), ahora Zuckerberg quiere dar el poder al pueblo, reivindica la figura del hacker y advierte, cuando se va a valorar su empresa en 100.000 millones de dólares, que no se levanta pensando en crear servicios para ganar dinero, sino en “ganar dinero para dar mejores servicios”.
Ambas cartas, aunque especialmente la de ayer de Zuckerberg quieren distanciarse del capitalismo salvaje (aunque sus acciones puedan saltar en unos días de 10 a 100 dólares) para crear el capitalismo con rostro humano, responsable, solidario o sostenible.
Decir 2.0
Hasta hace muy poco, para publicar una idea por escrito, primero había que escribirla y después buscar un espacio donde publicarla. Hoy este orden ha sido subvertido, lo primero que se consigue es un espacio para publicar, y después se escribe lo que se puede, si es que se puede, para rellenar ese espacio. Cualquiera posee el instrumental para hacer público un texto, una idea, un ensayo, un cuento o una novela, el paradigmático know how está al alcance de todos, aunque este con frecuencia se vea anulado por el nothing to say.
Recorte mediático, estados de ánimo y salud mental
El trabajo se inicia a partir de la observación de pacientes que concurren a la consulta con cuadros diversos referidos a alteraciones cognitivas en los que fue posible establecer una relación directa de su patología con la inducción ejercida por los medios masivos de difusión.
Los grupos reclutados para iniciar una aproximación al tema fueron elegidos dentro de un amplio rango de niveles de exposición y los mismos pudieron ser comparados excepto por la prevalencia de falta de exposición y eventos (esto ha reducido la posibilidad de sesgos ) de acuerdo con Ruth Henquin .( 2006 )
Fueron tomados 20 pacientes con distintas patologías cognitivas sin base orgánica y sin desestructuración de la de la personalidad los cuales se repartieron en tres grupos: 1) medicados exclusivamente 2) tratados psicológicamente en forma exclusiva 3) tratados medicamente y psicológicamente.
Los pacientes fueron estudiados de acuerdo a normas de semiología clásica ( DeMeyer Willian 1982), a material literario de clínica médica ( Farreras –Rozman 1988 ) y clínica neurológica (Michelli 2002) y Encyclopedie Medico-Chirurgicale (Paris) 1982 para descartar la base orgánica y de acuerdo aprotocolos de psicología.
A pesar de que cada grupo cumplió con los esquemas prefijados en lo que respecta a tratamientos no todos evolucionaron favorablemente y algunos aumentaron su sintomatología.
Varios desarrollaron patologías agregadas: trastornos de pánico, trastornos de ansiedad, depresión, etc.
Asimismo algunos (sin entrar en el rigor estadístico ) expresaron la relación directa entre el bombardeo informativo catastrófico y el efecto inverso generado con el trabajo terapéutico iniciado.
Varios se mostraron monotemáticos indicando como su mente viajaba de la mano de las distintas noticias inyectadas por los medios.
Ejemplo:
Paciente de 70 años, sin actividad laboral, lector de periódicos y revistas. Con preferencia vespertina y nocturna a la objetivación de noticieros en los canales masivos de televisión.
Por la mañana informativos en radio de am.
Concurre a consulta por presentar trastorno de ansiedad generalizada ( ansiedad y preocupación excesivas sobre una amplia gamma de acontecimientos de actualidad con mas de 6 meses de evolución sin poder controlar este estado )
Presento asimismo inquietud, dificultad para concentrarse e irritabilidad. Alteración del sueño. ( que concuerda con la clasificación de ansiedad generalizada según DSM lV ).
El cuadro presentaba una comorbilidad donde el trastorno de pánico era el agregado mas significativo.
Durante la anamnesis el paciente refiere en forma temática que no desea salir de su casa por miedo a que "se la desvalijen " pues venía escuchando en las noticias sobre ese tipo de robo con el agregado de ancianos lastimados y asesinados ( todos los días la misma noticia )
Este es un ejemplo donde se cumplen parámetros repetitivos de bombardeo catastrófico.
En otros pacientes existía una negativa a salir de sus casas por miedos inyectados (robos, violaciones, etc).
Otros no podían dormir pués su mente solo pensaba en que podían perder sus ahorros por la crisis económica mundial y local ( noticias económicas en los medios.) ...
Conclusiones
El bloqueo de la capacidad adaptativa del olvido y la fijación del pensamiento catastrófico implica tener presente el fenómeno descripto para no basar nuestro proyecto terapéutico en un protocolo que maneje el esquema médico, el esquema psicológico o la terapia medico-psicológica de manera excluyente.
Si bien la terapia cognitiva asume que el núcleo de la actividad y los significados psicológicos se hallan en la esfera de la conciencia y propone la intervención en ese campo debemos tener en cuenta que el bombardeo con noticias catastróficas puede incluso incluirse dentro de áreas del inconsciente para mantenerse de manera permanente y activa alterando la estabilidad emocional del individuo.
La imposibilidad en la mayoría de los casos de aislar a los pacientes de su medio común de vida, reduce la efectividad de todos los tratamientos que se emprenden.
Allí se mezclan las noticias catastróficas emanadas de los medios de difusión o las propias noticias catastróficas que llegan a su mente a través de familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc que ya fueron impregnados por dichas noticias en forma continua.
Los distintos tratamientos se tornan incompletos o se retrasa la evolución favorable de los mismos.
Queda asimismo por analizar el porque no todos los individuos son afectados por este bombardeo catastrófico y observar como existen mecanismos del SNC que trabajan en generar una lógica con respecto a la información que llega a nuestra mente a pesar de que la misma ha superado el mecanismo adaptativo del olvido ( en el caso de aquellos que no han sido afectados luego de haber soportado el bombardeo catastrófico estudiado ).
Es de vital importancia tomar conciencia que por el método descripto es posible enfermar a una población en forma masiva y por lo tanto debemos generar pautas preventivas para alertar a la sociedad en su conjunto con respecto a los riesgos que implica el bombardeo con ideas catastróficas en forma continua.
jueves, febrero 02, 2012
Audiencias de audiencias disparan significados sobre nuestras marcas
Rubén Weinsteiner para Brand 2.0
No se trata de lo que vos decís, se trata de lo que ellos dicen. Esta regla es la base de construcción en la Web 2.0, en la Web social.
No se trata de lo que vos decís, se trata de lo que ellos dicen. Esta regla es la base de construcción en la Web 2.0, en la Web social.
Nosotros podemos construir nuestro relato, que debe ser una propuesta de valor. Pero ese relato pasa a formar parte de una nueva construcción horizontal y colectiva. Lo que la gente dice de nosotros, de nuestra marca, corporativa, personal o política
Dada la simetría entre las marcas y los públicos, que también producen contenidos, la construcción del relato de la marca, su posicionamiento, el diseño de su identidad, su personalidad, su simbología, en definitiva la carga de significados de la marca para ser disparados por esta, se da por la conversación entre audiencias de audiencias. Esa conversación es constante y en tiempo real, se da todo el tiempo, y queda vía Google abierta y disponible para todo aquel que busque información sobre la marca.
Ya no se da el formato one to many-one on one: uno hacia muchos, y luego cada uno de esos unos a otros. En la Web social se da el formato de one one-one to many. Conversaciones de uno a uno que son escuchadas por millones y son amplificadas por cada uno de los componentes de esas audiencias multitudinarias.
Un problema que se presenta en este nuevo formato constructivo es la labilidad y el caos en la conformación de liderazgos en esas audiencias, donde la visibilidad parcial de los emisores genera una ponderación relativa. Es decir como no sabemos mucho sobre los que emiten las opiniones, más que la identidad digital que podamos googlear, podemos atribuirle una ponderación positiva a alguien no muy inteligente.
Las multitudes no siempre son inteligentes. El hecho de tener acceso a las herramientas, no significa que siempre tengamos algo interesante para decir. Estudiando los trendig topics de Twitter del último año, y el desarrollo de los mismos, llegamos a la conclusión que: nunca hay que subestimar el poder de los tontos en los grandes grupos.
Mi punto de distribución del relato, no tiene preeminencia en términos de poder de fuego por sobre los prosumidores, (consumidores y productores de información) que son las audiencias. Es por eso que tengo que generar un relato lo suficientemente eficaz y conseguir la atención y la confianza de las audiencias, para que sea redistribuido y viralizado. Y una vez lanzado el mensaje, saber que será disparador de una conversación en la cual la pérdida de control es una constante. Solo mi capacidad para estar atento, auditar, contener y liderar construyendo legitimidad y poder en tiempo real, me va a permitir sostener, direccionar y blindar mi marca personal, corporativa o política, en esa conversación entre millones donde todo lo dicho queda en Google para siempre.
miércoles, febrero 01, 2012
Democracias post primavera árabe
En el norte de Africa, la llamada Primavera Arabe, luego de las elecciones, ha desembocado en el ascenso al poder de fuerzas islamistas.
A inicios de 2011, recordará lector, cómo las insurrecciones populares derribaron regímenes dictatoriales en Túnez y Egipto. Luego, en Libia, las potencias occidentales intervinieron en la guerra civil que concluyó con la caída de Muamar Kadafi.
Después de las recientes elecciones, los partidos islamistas son, por ahora, los principales beneficiados electorales, imponiéndose en países donde cayeron los dictadores (Túnez y Egipto), y en otro que realizó reformas dentro del régimen (Marruecos).
La caída de regímenes autoritarios laicos y el ascenso de fuerzas islamistas a través de elecciones representan un cambio profundo en esa región, en el interior del mismo islam político y en las cuestiones de seguridad de Medio Oriente.
¿Qué tipo de islam político emergerá? ¿Intentarán imponer nuevas teocracias o serán regímenes democráticos y plurales? El tipo de islam político que encarnarán tendrá importantes consecuencias en dos conflictos clave: la cuestión palestina y la relación entre Israel y los países árabes. Si Israel pasa a estar rodeado por país gobernadas por fuerzas islamistas democráticas, se abrirán posiblemente nuevos escenarios.
Diversos intereses extranjeros pretenden modelar las transiciones en estos países. Por un lado, Irán ha apoyado las revueltas populares. Su líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei las calificó de “despertar democrático” con “objetivos y orientación islámicos”.
Por otro lado, las potencias occidentales, tras un momento de parálisis inicial, también tomaron una posición favorable a la insurrección, cuya máxima expresión se observó en Libia. Recuerde que los autócratas que gobernaban estos países eran aliados de las potencias occidentales que los veían como una barrera de contención contra la expansión del islam.
La estrategia occidental parece favorecer el surgimiento de un islam político moderado. El modelo es el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en Turquía. Su líder, Recep Erdogan, fue abandonando sus posiciones radicales iniciales hasta aceptar, a finales de los noventa, la separación de la religión y el Estado.
En el gobierno desde 2002, Erdogan realizó reformas democráticas con la expectativa de lograr el ingreso de su país a la Unión Europea. Por esto, el AKP turco suele compararse con la democracia cristiana europea: un partido de inspiración confesional que acepta el pluralismo.
De todos modos, la tarea no será fácil, tras el largo apoyo de las potencias occidentales a las autocracias. En estos países, el islamismo fue durante décadas la única forma viable de oposición. Los líderes que hoy ascienden sufrieron en carne propia la represión del pasado.
En los tres países, las campañas electorales de los partidos islamistas estuvieron, con un discurso moderado, centrados en una prédica nacionalista y en la denuncia de la corrupción política, no ingresando a la promoción de un programa islamista.
En Egipto, se inició un largo proceso de elección legislativa con tres vueltas, con dos rondas cada una, que recién culminará en enero. El Parlamento electo deberá seleccionar a la comisión que redactará la nueva Constitución.
En la primera vuelta, se impuso con 37% el Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes. Duramente reprimidos por décadas por las Fuerzas Armadas, pudieron desarrollar una organización con una importante tarea de asistencia social que los preparó para la competencia electoral.
En Marruecos, el Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) obtuvo 29% de los votos. El PJD fue creado por la monarquía para contener políticamente a la autodisuelta Juventud Islámica, que había practicado el terrorismo durante los ochenta.
El nuevo gobierno será el más poderoso que ha tenido Marruecos ya que la reciente reforma constitucional ha recortado las atribuciones del rey. El nuevo primer ministro Abdelilá Benkiran cita al AKP turco como su inspiración.
En Túnez, el partido Ennahda obtuvo el 41% en las elecciones del 23 de octubre a la Asamblea Constituyente que será responsable de redactar la nueva Constitución. Su líder, Rachid Ghanuchi, declaró que su modelo no era ni Arabia Saudita ni Irán, sino la Turquía de Erdogan.
Es probable que en los tres países se estructuren gobiernos de coalición con sectores islamistas. Allí tendríamos un indicio de la orientación de las nuevas democracias árabes ya que en Egipto y Marruecos también emergieron fuerzas islamistas con posiciones más radicalizadas.
En Egipto sorprendió el segundo lugar, con 24%, obtenido por Al Nur, el partido de los salafistas, una versión integrista del islam. Los Hermanos Musulmanes enfrentan así la presión de los salafistas mientras que, por el otro, las Fuerzas Armadas, que gobernaron el país por décadas, pretenden todavía establecer las reglas de juego.
En Marruecos, el PJD representa la rama islamista autorizada por la monarquía. La otra corriente, el movimiento Justicia y Espiritualidad, no ha sido legalizado porque, a diferencia del PJD, no reconoce ni al rey ni a la Constitución. Justicia y Espiritualidad encabeza las protestas del Movimiento del 20 de Febrero en las principales ciudades del país contra el orden político vigente.
En Túnez, si bien el presidente del Ennahada, Rachid Ghanuchi, defiende posiciones democráticas, el número dos del partido y candidato a primer ministro, Hamadi Jebali, afirmó hace un mes en un discurso: “Estamos en un momento histórico, divino, entramos en el ciclo de una nueva civilización bajo la égida del sexto califato”.
A inicios de 2011, recordará lector, cómo las insurrecciones populares derribaron regímenes dictatoriales en Túnez y Egipto. Luego, en Libia, las potencias occidentales intervinieron en la guerra civil que concluyó con la caída de Muamar Kadafi.
Después de las recientes elecciones, los partidos islamistas son, por ahora, los principales beneficiados electorales, imponiéndose en países donde cayeron los dictadores (Túnez y Egipto), y en otro que realizó reformas dentro del régimen (Marruecos).
La caída de regímenes autoritarios laicos y el ascenso de fuerzas islamistas a través de elecciones representan un cambio profundo en esa región, en el interior del mismo islam político y en las cuestiones de seguridad de Medio Oriente.
¿Qué tipo de islam político emergerá? ¿Intentarán imponer nuevas teocracias o serán regímenes democráticos y plurales? El tipo de islam político que encarnarán tendrá importantes consecuencias en dos conflictos clave: la cuestión palestina y la relación entre Israel y los países árabes. Si Israel pasa a estar rodeado por país gobernadas por fuerzas islamistas democráticas, se abrirán posiblemente nuevos escenarios.
Diversos intereses extranjeros pretenden modelar las transiciones en estos países. Por un lado, Irán ha apoyado las revueltas populares. Su líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei las calificó de “despertar democrático” con “objetivos y orientación islámicos”.
Por otro lado, las potencias occidentales, tras un momento de parálisis inicial, también tomaron una posición favorable a la insurrección, cuya máxima expresión se observó en Libia. Recuerde que los autócratas que gobernaban estos países eran aliados de las potencias occidentales que los veían como una barrera de contención contra la expansión del islam.
La estrategia occidental parece favorecer el surgimiento de un islam político moderado. El modelo es el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en Turquía. Su líder, Recep Erdogan, fue abandonando sus posiciones radicales iniciales hasta aceptar, a finales de los noventa, la separación de la religión y el Estado.
En el gobierno desde 2002, Erdogan realizó reformas democráticas con la expectativa de lograr el ingreso de su país a la Unión Europea. Por esto, el AKP turco suele compararse con la democracia cristiana europea: un partido de inspiración confesional que acepta el pluralismo.
De todos modos, la tarea no será fácil, tras el largo apoyo de las potencias occidentales a las autocracias. En estos países, el islamismo fue durante décadas la única forma viable de oposición. Los líderes que hoy ascienden sufrieron en carne propia la represión del pasado.
En los tres países, las campañas electorales de los partidos islamistas estuvieron, con un discurso moderado, centrados en una prédica nacionalista y en la denuncia de la corrupción política, no ingresando a la promoción de un programa islamista.
En Egipto, se inició un largo proceso de elección legislativa con tres vueltas, con dos rondas cada una, que recién culminará en enero. El Parlamento electo deberá seleccionar a la comisión que redactará la nueva Constitución.
En la primera vuelta, se impuso con 37% el Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes. Duramente reprimidos por décadas por las Fuerzas Armadas, pudieron desarrollar una organización con una importante tarea de asistencia social que los preparó para la competencia electoral.
En Marruecos, el Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) obtuvo 29% de los votos. El PJD fue creado por la monarquía para contener políticamente a la autodisuelta Juventud Islámica, que había practicado el terrorismo durante los ochenta.
El nuevo gobierno será el más poderoso que ha tenido Marruecos ya que la reciente reforma constitucional ha recortado las atribuciones del rey. El nuevo primer ministro Abdelilá Benkiran cita al AKP turco como su inspiración.
En Túnez, el partido Ennahda obtuvo el 41% en las elecciones del 23 de octubre a la Asamblea Constituyente que será responsable de redactar la nueva Constitución. Su líder, Rachid Ghanuchi, declaró que su modelo no era ni Arabia Saudita ni Irán, sino la Turquía de Erdogan.
Es probable que en los tres países se estructuren gobiernos de coalición con sectores islamistas. Allí tendríamos un indicio de la orientación de las nuevas democracias árabes ya que en Egipto y Marruecos también emergieron fuerzas islamistas con posiciones más radicalizadas.
En Egipto sorprendió el segundo lugar, con 24%, obtenido por Al Nur, el partido de los salafistas, una versión integrista del islam. Los Hermanos Musulmanes enfrentan así la presión de los salafistas mientras que, por el otro, las Fuerzas Armadas, que gobernaron el país por décadas, pretenden todavía establecer las reglas de juego.
En Marruecos, el PJD representa la rama islamista autorizada por la monarquía. La otra corriente, el movimiento Justicia y Espiritualidad, no ha sido legalizado porque, a diferencia del PJD, no reconoce ni al rey ni a la Constitución. Justicia y Espiritualidad encabeza las protestas del Movimiento del 20 de Febrero en las principales ciudades del país contra el orden político vigente.
En Túnez, si bien el presidente del Ennahada, Rachid Ghanuchi, defiende posiciones democráticas, el número dos del partido y candidato a primer ministro, Hamadi Jebali, afirmó hace un mes en un discurso: “Estamos en un momento histórico, divino, entramos en el ciclo de una nueva civilización bajo la égida del sexto califato”.
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