Los argentinos todavía tenemos dos generaciones de tipas y tipos acostumbrados a volver caminando a las 3 am. o lavar el auto en la vereda. El impacto de no poder hacerlo (y nunca mas se podrá, que quede claro, a menos que el capitalismo se autodestruya y las cosas pasen a valer nada) es varias veces superior a los hechos concretos de inseguridad. El miedo, se sabe, no solo no es zonzo, sino que es un molesto aguijón clavado todo el tiempo.
Un ex funcionario nos decía: -Un día mandamos a la Federal a hacer un cerco y le pegaron un tiro en los huevos a Piumato.
Con resignación confesaba la imposibilidad de controlar a la policía.
Aunque justo es decirlo, la idea básica (no le pongas un arma de fuego a estos tipos en la mano) era de Nestor Kirchner que tenia claro como la gastan estos civiles armados.
Los últimos 45 días probaron de manera dramática que los poderes reales encontraron otros ejecutores para matar. Ya no se necesita de policías bravas, alcanza con barras bravas.
La utilización del lumpenaje, (tentación de casi todo político) no es nueva, pero su misma naturaleza hace difícil la desarticulación.
Si a alguien no le gusta el conflicto haría bien en tomarse un buque a Somalia. Allá la cosa esta tranqui.
La militarizacion de las fuerzas de seguridad sucedió durante la dictadura militar. El policía no es una clase especial de soldado. Es un civil como cualquiera, que puede estar armado. La policía es una fuerza civil armada.
Lic. Baleno
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