Maite Gutiérrez
La relación universidad-empresa mejora, pero son las grandes compañías las que más se han acercado a la educación superior. La pequeña y mediana empresa, con fuerte presencia en Catalunya, todavía no ha llegado a los campus.
El segundo informe La universidad y la empresa española,de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), analiza la percepción que las compañías tienen de la educación superior y la evolución de sus relaciones a través de una encuesta a 200 firmas. Según admiten, los contactos aumentan. El 54% de las compañías encuestadas ha tenido algún tipo de relación con la universidad en el 2009, siete puntos más que en la encuesta del 2004. Pero el porcentaje cambia si se mira el tamaño de la empresa: en las firmas de más de 200 trabajadores sube al 82%, mientras que en las de entre 50 y 200 empleados la cifra se reduce a un 51%. El peor resultado lo tienen las compañías de menos de 50 asalariados, sólo el 37% ha mantenido contacto con la educación superior. Aunque la situación mejora, en CYD preocupa que un 46% de las compañías aún no se hayan aliado de alguna manera con las universidades.
La búsqueda de becarios supone el principal vínculo. "Permiten a las compañías obtener ventajas económicas en términos de contratación laboral", explican. Los otros tipos de relación más importantes son la prestación de servicios de investigación, formación o asesoramiento y la destino de recursos (mecenazgo, patrocinio...), aunque este último en menor medida.
Las críticas a la "escasa" relación universidad-empresa son históricas. En los últimos años, sin embargo, la educación superior ha fomentado estos contactos. Por una parte, les ayudaría a aumentar los ingresos y por otra, a cumplir con su misión social a través de la transferencia del conocimiento que generan sus investigadores. A las empresas a menudo también se le reprocha su "escaso interés" en la universidad, aunque las grandes compañías hace tiempo que cambiaron el chip. El escollo siguen siendo las pymes. En estas empresas los esfuerzos en innovación suelen ser menores - con la excepción del sector biotecnológico-y además el mundo universitario es un extraño para ellas. El informe recalca que el principal motivo por el que las empresas no acuden a la universidad en busca de proyectos de I+ D, consultoría o soporte técnico es, sencillamente, el desconocimiento. No saben que existen esos servicios. "En el fondo es un problema de marketing, de no saber vender sus servicios a las empresas", explica Jordi Arcarons, uno de los responsables del estudio de CYD. De hecho, las compañías se quejan de las "dificultades" a las que se enfrentan las pymes para colaborar con la educación superior.
Si los contactos mejoran, no lo hace la percepción que tienen los empresarios sobre el papel que desempeña la universidad para contribuir a la salida de la crisis. El 38% de los encuestados considera que la universidad no actúa como motor de desarrollo económico, un porcentaje algo superior al de hace cinco años. El 22%, en cambio, sí cree que ejerce este papel y el resto se muestra indiferente. En este sentido, dos tercios de los encuestados no se considera comprometido "con el actual modelo de universidad", que consideran rígido. Los políticos no paran de insistir en que la universidad es una de las claves para salir de la crisis. Los rectores, por su parte, reclaman más apoyo para hacerlo posible.
En las universidades discrepan de la visión que muestra la encuesta de CYD. El vicerrector de Investigación e Innovación de la UPC, Xavier Gil, que además es el representante de las universidades catalanas en esta área dentro de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), destaca que las universidades en España "han dado un salto inmenso, siempre mejorable" en sus relaciones con la empresa. Según un estudio realizado por él mismo para la CRUE, el 75% de la transferencia de conocimiento que se realiza en el país lo llevan a cabo las universidades. Además, dice, "los campus se afanan para que sus investigadores creen empresas de base que fomenten el desarrollo económico". El caso de la UPC es paradigmático - al ser una universidad politécnica cuenta con ventaja-.Se trata de la primera universidad española en número de patentes (74) y creación de empresas de base tecnológica (25). La UPC ha ingresado 74,3 millones de euros en convenios con empresas.
Compromiso con el territorio
Las universidades territoriales - Girona, Lleida, Tarragona-desempeñan un papel primordial en el desarrollo de su área de influencia. La rectora de la Universitat de Girona (UdG), Anna Maria Geli, reconoce que la transferencia de conocimiento y la relación con la empresa "debe mejorar". Sin embargo, reivindica el "esfuerzo" hecho por la educación superior por acercarse al mundo empresarial. Esta universidad está a punto de dar luz verde a una comisión universidad-empresa en la que estarán representados profesores de la UdG y empresarios de Girona. A partir de enero, se reunirán cada tres meses para conocer las necesidades y oportunidades comunes entre los dos sectores.
En cuanto a transferencia de conocimiento, la UdG concentra el 12% de toda la universidad catalana, mientras que representa el 6% de estudiantes. El principal fallo que ve Geli en la colaboración universidad-empresa es la comunicación. "A veces no sabemos explicar los servicios que tenemos".
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