Un ejercicio revelador es ubicarse dos años antes de cada elección presidencial, para ver si era previsible quién las ganaría o incluso quiénes serían candidatos.
Raúl Alfonsín, 1983. En octubre de 1981 gobernaba el general Roberto Viola y ni siquiera se contemplaba la designación del presidente por otro medio que la deliberación dentro de la Junta Militar. En noviembre, Viola fue depuesto por su colega Leopoldo Galtieri, quien declaró que las urnas estaban bien guardadas. Su mandato se interrumpió en forma abrupta luego de la guerra de las Malvinas. Lo sucedió el también general Benito Bignone, quien firmó la convocatoria electoral. Desde que se abrió la campaña, la única incógnita que importaba era quién sería el candidato del Partido Justicialista, que desde 1946 se había impuesto en todas las elecciones en las que se le permitió participar. Quienes concitaban las mayores expectativas eran Antonio Cafiero, quien contaba con la simpatía del jefe sindical metalúrgico Lorenzo Miguel; el escribano Deolindo Felipe Bittel, que había conducido el partido bajo la dictadura, y el ex presidente interino Italo Argentino Luder, quien fue el designado. Ni los más entusiastas partidarios de Raúl Alfonsín imaginaron hasta muy pocos días antes del 10 de octubre de 1983 que el candidato de la UCR pudiera alzarse con la presidencia. Su elección constituyó por ello un auténtico terremoto político.
1987-Cafiero asestó su primera derrota al alfonsinismo
en la estratégica provincia de Buenos Aires.
Su ascenso a la presidencia parecía inexorable.
1993-Sin posibilidad
constitucional de reelección, Menem ingresaba
en los dos últimos años de su mandato de seis y
Eduardo Duhalde parecía firme candidato
a la presidencia.
en la estratégica provincia de Buenos Aires.
Su ascenso a la presidencia parecía inexorable.
1993-Sin posibilidad
constitucional de reelección, Menem ingresaba
en los dos últimos años de su mandato de seis y
Eduardo Duhalde parecía firme candidato
a la presidencia.
Carlos Menem, 1995. El mandato de seis años de Menem concluía en 1995 y la Constitución no admitía la reelección antes de que pasara un período. Pero en 1993, Alfonsín consintió la reforma constitucional que habilitaría un segundo mandato presidencial, a cambio de la elección de un tercer senador por la minoría en cada provincia, innovación concebida para insuflar vida a su alicaída estructura partidaria. Esto postergó las aspiraciones del ex vicepresidente y gobernador bonaerense desde 1991, Eduardo Duhalde, a quien Menem le había prometido que sería su candidato a la sucesión.
1997-La profesora Graciela Fernández Meijide batió al aparato duhaldista en su bastión bonaerense y se convirtió en la mimada precandidata presidencial para 1999.
2001-Cuando el gobierno de la Alianza mostró sus primeras fisuras, que condujeron a la renuncia del vicepresidente Alvarez, la figura emergente era Carlos Rückauf, quien en 1999 había sido electo gobernador de Buenos Aires sobre Graciela Fernández Meijide. Luego de la crisis de fin de siglo, Duhalde instaló la candidatura de Reutemann.
2005-Luego de la victoria de CFK sobre Hilda González en la provincia de Buenos Aires, nada se oponía a la reelección de Kirchner. Pero el presidente desistió de presentarse y promovió la candidatura de su esposa.
2001-Cuando el gobierno de la Alianza mostró sus primeras fisuras, que condujeron a la renuncia del vicepresidente Alvarez, la figura emergente era Carlos Rückauf, quien en 1999 había sido electo gobernador de Buenos Aires sobre Graciela Fernández Meijide. Luego de la crisis de fin de siglo, Duhalde instaló la candidatura de Reutemann.
2005-Luego de la victoria de CFK sobre Hilda González en la provincia de Buenos Aires, nada se oponía a la reelección de Kirchner. Pero el presidente desistió de presentarse y promovió la candidatura de su esposa.
Néstor Kirchner, 2003. De la Rúa y Alvarez contaron con la benevolencia de Menem. El presidente no hizo nada para apuntalar la candidatura de Duhalde, quien perdió ante la Alianza en 1999. Pero su candidato Carlos Rückauf recuperó la provincia de Buenos Aires, a cuya gobernación llegó con una victoria sobre Fernández Meijide. Cuando la Alianza mostró sus primeras fisuras, Rückauf emergió como el favorito para disputar la presidencia en 2003. Pero sobrevino la gran crisis de fin de siglo y Duhalde pudo entrar por la ventana al despacho que las urnas le habían negado. Lo ocupó como encargado interino del Poder Ejecutivo durante unos meses entre 2002 y 2003. La Asamblea Legislativa había concedido a Duhalde permanecer allí hasta la finalización del mandato iniciado en 1999, pero su incapacidad para conducir una situación turbulenta lo obligó a renunciar también él antes de tiempo, como los dos presidentes radicales. Las elecciones de octubre de 2003 se adelantaron para abril y la entrega del mando de diciembre a mayo. Duhalde escogió entonces como su candidato al gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, quien gozaba de excelente imagen. Pero rehusó presentarse, por razones que ni hoy se conocen con certeza. Néstor Kirchner era un desconocido fuera de Santa Cruz. Incluso en la semana previa a la primera vuelta sólo cuatro de las diez encuestas publicadas vaticinaron que el desempate sería entre Menem y Kirchner mientras otras tantas colocaron en el ballotage contra Menem al radical Ricardo López Murphy, a quien una dio como vencedor. Aún al año siguiente, durante un panel sobre publicidad política y elecciones, Julio Aurelio y Eduardo Fidanza insistieron en que en la Semana Santa previa a los comicios, López Murphy se encaminaba hacia la presidencia, fenómeno que no sucedió según Aurelio por una campaña de estigmatización y de acuerdo con Fidanza por errores del candidato.
CFK, 2007. En octubre de 2005, Kirchner tenía índices abrumadores de aprobación popular y decidió liberarse de la tutela de Duhalde. Postuló la candidatura de su esposa, que pudo batir a la de Duhalde en las elecciones bonaerense para el Senado. A partir de entonces nadie dudó de la reelección de Kirchner en 2007. Se pensaba que CFK podría suceder a Felipe Solá en la gobernación de Buenos Aires. Pero Kirchner declinó su reelección, para impulsar la candidatura de Cristina, quien en 2007 duplicó los votos de la segunda fórmula.
2009-El conflicto con las patronales agropecuarias
de 2008 y las elecciones legislativas de 2009,
con la victoria en la provincia de Buenos Aires
de Francisco de Narváez fueron evaluados como
el fin del kirchnerismo: la presidencia en 2011
estaría entre Julio Cobos y Maurizio Macrì.
de 2008 y las elecciones legislativas de 2009,
con la victoria en la provincia de Buenos Aires
de Francisco de Narváez fueron evaluados como
el fin del kirchnerismo: la presidencia en 2011
estaría entre Julio Cobos y Maurizio Macrì.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario