domingo, marzo 09, 2008

Polonia

Hace 13 años, Daniel Singer, corresponsal en Europa ya fallecido, fue a Polonia a cubrir una elección presidencial muy reñida. Singer informó que la puja electoral había descendido a un desagradable debate sobre si uno de los candidatos, Aleksander Kwasniewski, era un judío que no se animaba a divulgar su origen. “Lo que me afectó –dijo Singer– fue que los abogados de Kwasniewski amenazaron con demandar al rival por calumnia, en lugar de exigir un proceso contra quienes alentaban una propaganda racista”.

Polonia

Hace 13 años, Daniel Singer, corresponsal en Europa ya fallecido, fue a Polonia a cubrir una elección presidencial muy reñida. Singer informó que la puja electoral había descendido a un desagradable debate sobre si uno de los candidatos, Aleksander Kwasniewski, era un judío que no se animaba a divulgar su origen. “Lo que me afectó –dijo Singer– fue que los abogados de Kwasniewski amenazaron con demandar al rival por calumnia, en lugar de exigir un proceso contra quienes alentaban una propaganda racista”.

El Consejo de Seguridad de la ONU, no condenó el atentado en Jerusalén

El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de acordar una condena del sangriento atentado contra una escuela talmúdica de Jerusalén, ante la insistencia de algunos países de que se incluyera a los civiles palestinos muertos por las acciones militares israelíes en Gaza.
El presidente de turno del máximo órgano, el embajador ruso Vitaly Churkin, expresó a la salida de la reunión convocada con carácter de urgencia su pesar por las disensiones en el seno del Consejo.
"Solamente me queda lamentar que el Consejo de Seguridad no haya podido acordar una declaración sobre lo sucedido en Jerusalén, unos por un lado querían concentrarse en lo que ha sucedido hoy y otros querían que se reflejara un panorama más amplio", agregó.
El texto sobre la mesa del Consejo condenaba el atentado perpetrado por los disparos de un terrorista contra una escuela talmúdica de Jerusalén occidental en el que al menos murieron ocho personas y nueve resultaron heridas.
El embajador adjunto de Libia, Ibrahim Dabbashi, país que desde el pasado enero forma parte del Consejo, explicó a la salida de la reunión que entre cuatro y cinco países insistieron en que se agregara a los palestinos muertos en la declaración de condena.
"Para nosotros, la pérdida de vidas humanas es la misma", apuntó el diplomático, que calificó a Israel de "régimen terrorista".
La ausencia de una declaración de condena "hace que uno se pregunte qué hace nuestro país aquí en este edificio", consideró el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman.
Fuentes diplomáticas indicaron que Churkin propuso una fórmula de compromiso por la que el texto haría referencia a todas las muertes ocurridas en la región, pero el representante libio la rechazó.
El embajador de EEUU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, se negó a equiparar las víctimas del atentado de Jerusalén con la decenas de civiles muertos en los ataques israelíes contra el movimiento islámico Hamás en Gaza.
"Ir a una escuela y matar estudiantes, en nuestra opinión, no es lo mismo que la muerte de civiles en operaciones militares, en las que el objetivo no es la población civil", apuntó.
La ausencia de una declaración de condena "hace que uno se pregunte qué hace nuestro país aquí en este edificio", consideró el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman.
La incapacidad de nuevo del Consejo de Seguridad en acordar una posición sobre la violencia en Oriente Medio hizo que los embajadores de Costa Rica, Jorge Urbina, y Panamá, Ricardo Alberto Arias, expresaran por su lado la condena de sus países a lo sucedido en Israel.
La reunión de urgencia de este jueves es la segunda que convoca el Consejo de Seguridad en menos de una semana, lo que demuestra la grave situación por la que atraviesa Oriente Medio y el delicado estado del proceso de paz impulsado el año pasado por Washington.
Sí condena el aumento de la violencia
El Consejo tampoco se puso de acuerdo el pasado sábado respecto a una resolución presentada por Libia en la que se condenaba la muerte de civiles a manos de los israelíes.
Aunque en esa ocasión, Churkin leyó una declaración de condena al aumento de la violencia entre palestinos e israelíes a causa de la ofensiva hebrea para terminar con los bombardeos de su territorio desde Gaza.
El atentado contra la escuela talmúdica había sido condenado horas antes por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien manifestó su temor a que se profundice la espiral de violencia en la región.
La portavoz de la organización, Marie Okabe, aseguró que "el secretario general está profundamente preocupado por la posibilidad de que los continuados actos de violencia y terrorismo socaven el proceso político" para llegar a un acuerdo de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina.
El atentado más grave sufrido por Jerusalén desde 2004 aún no ha sido reivindicado por ningún grupo de forma fiable, aunque Hamas ha manifestado su alegría por esta "reacción a los crímenes de la ocupación israelí" y la muertes de palestinos en Gaza.

El Consejo de Seguridad de la ONU, no condenó el atentado en Jerusalén

El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de acordar una condena del sangriento atentado contra una escuela talmúdica de Jerusalén, ante la insistencia de algunos países de que se incluyera a los civiles palestinos muertos por las acciones militares israelíes en Gaza.
El presidente de turno del máximo órgano, el embajador ruso Vitaly Churkin, expresó a la salida de la reunión convocada con carácter de urgencia su pesar por las disensiones en el seno del Consejo.
"Solamente me queda lamentar que el Consejo de Seguridad no haya podido acordar una declaración sobre lo sucedido en Jerusalén, unos por un lado querían concentrarse en lo que ha sucedido hoy y otros querían que se reflejara un panorama más amplio", agregó.
El texto sobre la mesa del Consejo condenaba el atentado perpetrado por los disparos de un terrorista contra una escuela talmúdica de Jerusalén occidental en el que al menos murieron ocho personas y nueve resultaron heridas.
El embajador adjunto de Libia, Ibrahim Dabbashi, país que desde el pasado enero forma parte del Consejo, explicó a la salida de la reunión que entre cuatro y cinco países insistieron en que se agregara a los palestinos muertos en la declaración de condena.
"Para nosotros, la pérdida de vidas humanas es la misma", apuntó el diplomático, que calificó a Israel de "régimen terrorista".
La ausencia de una declaración de condena "hace que uno se pregunte qué hace nuestro país aquí en este edificio", consideró el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman.
Fuentes diplomáticas indicaron que Churkin propuso una fórmula de compromiso por la que el texto haría referencia a todas las muertes ocurridas en la región, pero el representante libio la rechazó.
El embajador de EEUU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, se negó a equiparar las víctimas del atentado de Jerusalén con la decenas de civiles muertos en los ataques israelíes contra el movimiento islámico Hamás en Gaza.
"Ir a una escuela y matar estudiantes, en nuestra opinión, no es lo mismo que la muerte de civiles en operaciones militares, en las que el objetivo no es la población civil", apuntó.
La ausencia de una declaración de condena "hace que uno se pregunte qué hace nuestro país aquí en este edificio", consideró el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman.
La incapacidad de nuevo del Consejo de Seguridad en acordar una posición sobre la violencia en Oriente Medio hizo que los embajadores de Costa Rica, Jorge Urbina, y Panamá, Ricardo Alberto Arias, expresaran por su lado la condena de sus países a lo sucedido en Israel.
La reunión de urgencia de este jueves es la segunda que convoca el Consejo de Seguridad en menos de una semana, lo que demuestra la grave situación por la que atraviesa Oriente Medio y el delicado estado del proceso de paz impulsado el año pasado por Washington.
Sí condena el aumento de la violencia
El Consejo tampoco se puso de acuerdo el pasado sábado respecto a una resolución presentada por Libia en la que se condenaba la muerte de civiles a manos de los israelíes.
Aunque en esa ocasión, Churkin leyó una declaración de condena al aumento de la violencia entre palestinos e israelíes a causa de la ofensiva hebrea para terminar con los bombardeos de su territorio desde Gaza.
El atentado contra la escuela talmúdica había sido condenado horas antes por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien manifestó su temor a que se profundice la espiral de violencia en la región.
La portavoz de la organización, Marie Okabe, aseguró que "el secretario general está profundamente preocupado por la posibilidad de que los continuados actos de violencia y terrorismo socaven el proceso político" para llegar a un acuerdo de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina.
El atentado más grave sufrido por Jerusalén desde 2004 aún no ha sido reivindicado por ningún grupo de forma fiable, aunque Hamas ha manifestado su alegría por esta "reacción a los crímenes de la ocupación israelí" y la muertes de palestinos en Gaza.

viernes, marzo 07, 2008

John Howard ex Premier de Australia


'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos'. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.

'Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad', agregó Howard.

'Aquí hablamos inglés fundamentalmente', dijo el primer ministro en un momento de su discurso. 'No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!'


'Toleraremos vuestras creencias, pero tienen que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros', advirtió Howard. 'Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfruten de lo nuestro, pero cuando dejen de quejarse, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Les recomiendo encarecidamente que aprovechen la gran oportunidad de libertad que tienen en Australia. ¡Aquí tienen el derecho de irse a donde más les convenga!'

'A quienes no les guste cómo vivimos los australianos', prosiguió Howard. 'Tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora de que acepten al país que los aceptó'.

John Howard ex Premier de Australia


'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos'. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.

'Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad', agregó Howard.

'Aquí hablamos inglés fundamentalmente', dijo el primer ministro en un momento de su discurso. 'No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!'


'Toleraremos vuestras creencias, pero tienen que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros', advirtió Howard. 'Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfruten de lo nuestro, pero cuando dejen de quejarse, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Les recomiendo encarecidamente que aprovechen la gran oportunidad de libertad que tienen en Australia. ¡Aquí tienen el derecho de irse a donde más les convenga!'

'A quienes no les guste cómo vivimos los australianos', prosiguió Howard. 'Tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora de que acepten al país que los aceptó'.

Google Health comienza a trabajar




Google lanzó un proyecto piloto llamado Google Health. Su objetivo es facilitar el acceso a la información de salud y permitir al usuario gestionar sus datos relacionados con su salud.

El proyecto del buscador contará con la colaboración de una clínica en Cleveland que se ha ofrecido para desarrollarlo.

Según informa la prensa estadounidense, Google ya ha comenzado a probar el funcionamiento de la nueva iniciativa y en breve comenzará a almacenar los datos sanitarios de miles de voluntarios. El servicio apunta a crear una herramienta que permita a cada usuario tener acceso directo a su historial médico, gestionar toda la información sobre su salud e intercambiar opiniones con expertos u otros usuarios.

En principio, se registrarán los datos de una muestra de voluntarios (entre 1.500 y 10.000) de la Clínica Cleveland (EEUU), que han accedido a colgar su historial médico en el nuevo servicio de Google, según informa AP.

Aunque la información podrá ser consultada por cada usuario, el público en general no tendrá acceso a ella ya que cada perfil estará protegido por un código de acceso similar al que ya se emplea, por ejemplo, con el correo electrónico.

Según ha explicado la compañía estadounidense, su expansión hacia este nuevo servicio sanitario es lógica dado que millones de personas hoy en día ya usan el buscador genérico para hallar información útil sobre una determinada enfermedad o un tratamiento.


Sin embargo, fuentes de la compañía no han querido revelar cuándo estará listo el nuevo servicio. Sólo se ha filtrado el inicio del proyecto piloto con pacientes de la Clínica Cleveland.

Según las declaraciones de un responsable del centro médico recogidas por 'The Washington Post', la clínica decidió colaborar con Google con el objetivo de "crear un sistema de atención sanitaria más eficiente y efectivo".

Google Health comienza a trabajar




Google lanzó un proyecto piloto llamado Google Health. Su objetivo es facilitar el acceso a la información de salud y permitir al usuario gestionar sus datos relacionados con su salud.

El proyecto del buscador contará con la colaboración de una clínica en Cleveland que se ha ofrecido para desarrollarlo.

Según informa la prensa estadounidense, Google ya ha comenzado a probar el funcionamiento de la nueva iniciativa y en breve comenzará a almacenar los datos sanitarios de miles de voluntarios. El servicio apunta a crear una herramienta que permita a cada usuario tener acceso directo a su historial médico, gestionar toda la información sobre su salud e intercambiar opiniones con expertos u otros usuarios.

En principio, se registrarán los datos de una muestra de voluntarios (entre 1.500 y 10.000) de la Clínica Cleveland (EEUU), que han accedido a colgar su historial médico en el nuevo servicio de Google, según informa AP.

Aunque la información podrá ser consultada por cada usuario, el público en general no tendrá acceso a ella ya que cada perfil estará protegido por un código de acceso similar al que ya se emplea, por ejemplo, con el correo electrónico.

Según ha explicado la compañía estadounidense, su expansión hacia este nuevo servicio sanitario es lógica dado que millones de personas hoy en día ya usan el buscador genérico para hallar información útil sobre una determinada enfermedad o un tratamiento.


Sin embargo, fuentes de la compañía no han querido revelar cuándo estará listo el nuevo servicio. Sólo se ha filtrado el inicio del proyecto piloto con pacientes de la Clínica Cleveland.

Según las declaraciones de un responsable del centro médico recogidas por 'The Washington Post', la clínica decidió colaborar con Google con el objetivo de "crear un sistema de atención sanitaria más eficiente y efectivo".

jueves, marzo 06, 2008

Las manos en la masa


Por Hinde Pomeraniec


amasar, rallar, picar, agregar

El hombre acaba de pisar la Luna y me tocó la figurita de McCartney, pero dicen que está muerto y que si pasás la púa sobre el disco al revés escuchás está muerto está muerto está muerto. Mucho más cerca de la vida misma nosotras la miramos a ella con deleite y admiración, ese cóctel intenso y sentimental que solo tienen los muy chicos. Pelo recogido y tirante del spray semanal, delantal almidonado sobre la falda gris de franela y polera de lanita arremangada, fanny feigue mamá -siempre tan pero tan alta- apaga el fuego, toma la cacerola hirviente y la inclina amorosamente sobre la mesada dejando caer líquidos gotones de caramelo que, redondos y lustrosos, se convierten en piedra preciosa sobre el mármol. Minutos después de la operación, toma un cuchillo romo y despega la golosina, despacito para que no se parta. Entonces nos llega la hora del dulce quebradero de muelas, el más sabroso, el inolvidable.

extender, cortar, añadir, disolver

Hay una memoria definida a base de olores familiares que cada tanto regresan como epifanía, la mayoría de las veces una explosión sensorial de segundos. Uno de esos sueños perfumados es la sopa de pollo de la bobe Juana, que se olfateaba desde la calle e iba tomando forma de cuchara a medida que subías la escalera de aquel primer piso en Pasteur y Tucumán. La enorme olla de aluminio echa humo sin tregua. La tapa permanece apenas apoyada sobre el recipiente y permite la salida de esa humareda. Sobre un costado de la tapa, acomodados, exhibidos, los higaditos del pollo, mínimas reliquias viscerales, se cocinan así sin humedad excesiva y preservando la piel, para no terminar en dura costra por asarse de más. Juana hundía regularmente una espumadera en la olla para pescar los desechos aviares y luego enjuagaba su herramienta en un plato hondo con agua hervida que siempre tenía al lado. Me encantaba ese recurso, me parecía -me parece- una apelación a la inteligencia culinaria, un regalo del sentido común, igual que el método de cocción de los higaditos. Uso ambos.

incorporar, exprimir, asar, mezclar

fanny feigue mamá no salía de la cama, la depresión la hundía hasta fundirla con ese colchón al que apenas abandonaba para ir al baño, pastilla tras pastilla tras pastilla. En los pocos momentos en que estaba de pie se elevaba como un fantasma helado, los ojos inyectados en odio. Eran segundos, inmediatamente arrancaba a llorar desconsolada, como una niñita perdida, y volvía a la cama. Tanta bronca le tenía a él que había prohibido a todas las mujeres de la casa que le cocináramos. ...l, por su parte, vivía en el entusiasmo de arrancar una vida nueva pero no sacaba los pies de casa, aunque se trasladó de dormitorio. Por las noches, cuando volvía de trabajar se sentaba en el comedor diario pensativo, algo melancólico y sobre todo hambriento. La sagrada prohibición no pudo con el amor filial y comencé a cocinar para mi padre, como me daba maña. Recuerdo la primera salsa, a base de kétchup y cebolla picada, algo de sal, un ajo pelado y aplastado, pimienta y chorritos de agua hervida para quitarle espesor a esa pesadilla de tomate ácido. Después de noches con ruido en el estómago, esa vez el viejo cenó fideos con tuco, un eufemismo generoso con el que decidimos bautizar el pobre y triste comienzo de mi vida como cocinera.

estirar, leudar, hervir, batir

La primera vez que los probé fue en una Navidad prestada, de esas a las que acudía feliz de poder celebrar una fecha común a la mayoría y generalmente esquiva para la familia idishe . En casa por esos días solo quedaban las sombras de la familia que una vez fue y por eso la aparición de una amiga con organización familiar irregular (huérfana de padre; madre con marido nuevo pero en casa aparte, hermanos que vivían casi todo el tiempo solos) era el deseo cumplido de no ser la distinta, la diferente, la pobrecita a la que se le divorciaron los viejos. Esa noche el romance con esos cuadrados oscuros de corazón húmedo y cascarita dulce fue perderse en un sabor único que prometía más y más. No era bizcochuelo, no era torta, eran brownies . Treinta años después, aquella receta de Susy, la hechicera del cacao, eterno cigarrillo encendido, mamá de Daniela, es la que aún practico, fiel a ese amor de chocolate a primera vista.

endulzar, estirar, leudar, hervir

Me gusta dar de comer. Me gusta ver la cara de satisfacción del otro, descifrar el código del gusto de los demás. Tantear paladares, escuchar la demanda de alguna especialidad y observar el relamerse ajeno a futuro por lo que puedo ofrecer. Una buena comida es la que está hecha con amor, le dicen los cocineros italianos a Bill Buford en esa búsqueda del Aleph culinario que es su libro Calor . Y en esa obviedad radica el centro de la cuestión: difícilmente cocinamos solo para nosotros. Sí podemos armarnos una cena delicada, pero al menos yo no conozco a nadie que se amase para sí mismo o se prepare un budín para degustar a solas y en silencio. La comida es por principio gregaria, debe ser compartida u ofrecida. Y en la larguísima tradición familiar que me antecede, por qué no, hasta inoculada En ese sentido, cuando cocinar se evidencia como prueba de amor y comer es la devolución de esa ofrenda, nada como el reclamo de mis hijos; nada como esas caras cubiertas de puré aplastado y esas manos que maceran restos de alimento, con sus ojos enamorados y plenos después de algún almuerzo plagado de cucharas con forma de avioncitos.

enharinar, aceitar, picar, asar

La preparación de la comida es un espacio de pensamiento único. Es probablemente el escenario ideal para conseguir el grado cero de la concentración y de ese modo, la convicción de que el futuro y la verdad residen en aquello que estoy preparando y que en algunas horas será degustado. Amor y sadismo, ejercicio y disciplina, rigor y creatividad. Cocinar, preparar los alimentos, diseñar una combinación de texturas y sabores es el espacio del placer personal, pensando en el placer del otro. Amasar hasta sacar músculos, controlar de pie una salsa eterna, revolver una mermelada hasta dejarla consistente y untuosa; tramar un repulgue perfecto, pelar un pollo y dejarlo en carne viva, despellejando cada centímetro de exceso. Tomar una pieza de carne, desgrasarla moderadamente y cortar rodajas idénticas, que se recuestan sobre la tabla de madera a la espera de su destino final. El virtuosismo y la extenuación culinaria, ese nirvana.

humedecer, filetear, espesar

La retórica de la cocina, un alfabeto que crece y se modifica según modas y tendencias. Pocas tareas humanas tienen diccionarios tan vastos y tan maleables. Palabras que caen en desuso, gurúes de delantal que envejecen y términos que se incorporan (emplatar, humectar, emulsionar), frivolidades. Cocinar es una celebración continua de palabras, gestos y acciones. Es leer recetas y deleitarse por anticipado; probar platos de otros y descifrar condimentos y esencias. Es ver cocinar a otros y seguir con la mirada cierto movimiento, determinada competencia; admirar una manera de batir o de maniobrar con el cuchillo hasta la envidia más obscena. Cocinar es saborear en estéreo y por TV, como cuando Anthony Bourdain cae extasiado -y todavía no demasiado borracho- por una excentricidad china o coreana o Narda Lepes sucumbe ante las especias de un mercado marroquí o te planta a cámara un perfecto pescado griego para un día perfecto. Cocinar es también excitarse en un bazar viendo las piezas del arte gastronómico que jamás vas a usar o ceder al vértigo de los stands de mostazas y aceites de oliva en un supermercado extranjero, mirando todo y comprando nada, solo deseando, imaginando, paladeando.

rehogar, marinar, salar, cocer

fanny feigue mamá ya estaba tan enferma. Tenía prohibidos montones de alimentos y vivía en la cama. Miraba la tele. Mirábamos la tele en el sanatorio blanco, único brillo entre tanta pena. Dolly hablaba a cámara mientras fileteaba una carne, con su voz de maestra primaria y todo parecía tan fácil, decía ella desde la almohada. Discutíamos técnicas, adivinábamos procesos. Había que estar ahí, postrada y viendo cocinar, y había que estar ahí acompañando a alguien que sabe que va a morir. Manteníamos diálogos culinarios en habitaciones asépticas, entre inyecciones y extracciones de sangre. Yo compraba revistas de cocina y le leía recetas, aquellas que sabía que podían tener algún eco en ella, cocinera clásica de pollos y carnes al horno, amante de los dulces, y a esa altura agobiada de cables, catéteres y diálisis. Fue una última temporada de conversaciones cálidas, sobre una debilidad compartida y que nos ponía en pie de igualdad. Seguir sus recetas es una condición que se acelera a medida que pasan los años. Hay recetas suyas que reproduzco íntegras, al pie de la letra, pero hay otras que nunca me dio porque no se las pedí. Durante años fue una elección deliberada, como si de esa demora dependiera el secreto de su inmortalidad. Hoy esas recetas son puro misterio y una nostálgica memoria de ojos verdes.

Las manos en la masa


Por Hinde Pomeraniec


amasar, rallar, picar, agregar

El hombre acaba de pisar la Luna y me tocó la figurita de McCartney, pero dicen que está muerto y que si pasás la púa sobre el disco al revés escuchás está muerto está muerto está muerto. Mucho más cerca de la vida misma nosotras la miramos a ella con deleite y admiración, ese cóctel intenso y sentimental que solo tienen los muy chicos. Pelo recogido y tirante del spray semanal, delantal almidonado sobre la falda gris de franela y polera de lanita arremangada, fanny feigue mamá -siempre tan pero tan alta- apaga el fuego, toma la cacerola hirviente y la inclina amorosamente sobre la mesada dejando caer líquidos gotones de caramelo que, redondos y lustrosos, se convierten en piedra preciosa sobre el mármol. Minutos después de la operación, toma un cuchillo romo y despega la golosina, despacito para que no se parta. Entonces nos llega la hora del dulce quebradero de muelas, el más sabroso, el inolvidable.

extender, cortar, añadir, disolver

Hay una memoria definida a base de olores familiares que cada tanto regresan como epifanía, la mayoría de las veces una explosión sensorial de segundos. Uno de esos sueños perfumados es la sopa de pollo de la bobe Juana, que se olfateaba desde la calle e iba tomando forma de cuchara a medida que subías la escalera de aquel primer piso en Pasteur y Tucumán. La enorme olla de aluminio echa humo sin tregua. La tapa permanece apenas apoyada sobre el recipiente y permite la salida de esa humareda. Sobre un costado de la tapa, acomodados, exhibidos, los higaditos del pollo, mínimas reliquias viscerales, se cocinan así sin humedad excesiva y preservando la piel, para no terminar en dura costra por asarse de más. Juana hundía regularmente una espumadera en la olla para pescar los desechos aviares y luego enjuagaba su herramienta en un plato hondo con agua hervida que siempre tenía al lado. Me encantaba ese recurso, me parecía -me parece- una apelación a la inteligencia culinaria, un regalo del sentido común, igual que el método de cocción de los higaditos. Uso ambos.

incorporar, exprimir, asar, mezclar

fanny feigue mamá no salía de la cama, la depresión la hundía hasta fundirla con ese colchón al que apenas abandonaba para ir al baño, pastilla tras pastilla tras pastilla. En los pocos momentos en que estaba de pie se elevaba como un fantasma helado, los ojos inyectados en odio. Eran segundos, inmediatamente arrancaba a llorar desconsolada, como una niñita perdida, y volvía a la cama. Tanta bronca le tenía a él que había prohibido a todas las mujeres de la casa que le cocináramos. ...l, por su parte, vivía en el entusiasmo de arrancar una vida nueva pero no sacaba los pies de casa, aunque se trasladó de dormitorio. Por las noches, cuando volvía de trabajar se sentaba en el comedor diario pensativo, algo melancólico y sobre todo hambriento. La sagrada prohibición no pudo con el amor filial y comencé a cocinar para mi padre, como me daba maña. Recuerdo la primera salsa, a base de kétchup y cebolla picada, algo de sal, un ajo pelado y aplastado, pimienta y chorritos de agua hervida para quitarle espesor a esa pesadilla de tomate ácido. Después de noches con ruido en el estómago, esa vez el viejo cenó fideos con tuco, un eufemismo generoso con el que decidimos bautizar el pobre y triste comienzo de mi vida como cocinera.

estirar, leudar, hervir, batir

La primera vez que los probé fue en una Navidad prestada, de esas a las que acudía feliz de poder celebrar una fecha común a la mayoría y generalmente esquiva para la familia idishe . En casa por esos días solo quedaban las sombras de la familia que una vez fue y por eso la aparición de una amiga con organización familiar irregular (huérfana de padre; madre con marido nuevo pero en casa aparte, hermanos que vivían casi todo el tiempo solos) era el deseo cumplido de no ser la distinta, la diferente, la pobrecita a la que se le divorciaron los viejos. Esa noche el romance con esos cuadrados oscuros de corazón húmedo y cascarita dulce fue perderse en un sabor único que prometía más y más. No era bizcochuelo, no era torta, eran brownies . Treinta años después, aquella receta de Susy, la hechicera del cacao, eterno cigarrillo encendido, mamá de Daniela, es la que aún practico, fiel a ese amor de chocolate a primera vista.

endulzar, estirar, leudar, hervir

Me gusta dar de comer. Me gusta ver la cara de satisfacción del otro, descifrar el código del gusto de los demás. Tantear paladares, escuchar la demanda de alguna especialidad y observar el relamerse ajeno a futuro por lo que puedo ofrecer. Una buena comida es la que está hecha con amor, le dicen los cocineros italianos a Bill Buford en esa búsqueda del Aleph culinario que es su libro Calor . Y en esa obviedad radica el centro de la cuestión: difícilmente cocinamos solo para nosotros. Sí podemos armarnos una cena delicada, pero al menos yo no conozco a nadie que se amase para sí mismo o se prepare un budín para degustar a solas y en silencio. La comida es por principio gregaria, debe ser compartida u ofrecida. Y en la larguísima tradición familiar que me antecede, por qué no, hasta inoculada En ese sentido, cuando cocinar se evidencia como prueba de amor y comer es la devolución de esa ofrenda, nada como el reclamo de mis hijos; nada como esas caras cubiertas de puré aplastado y esas manos que maceran restos de alimento, con sus ojos enamorados y plenos después de algún almuerzo plagado de cucharas con forma de avioncitos.

enharinar, aceitar, picar, asar

La preparación de la comida es un espacio de pensamiento único. Es probablemente el escenario ideal para conseguir el grado cero de la concentración y de ese modo, la convicción de que el futuro y la verdad residen en aquello que estoy preparando y que en algunas horas será degustado. Amor y sadismo, ejercicio y disciplina, rigor y creatividad. Cocinar, preparar los alimentos, diseñar una combinación de texturas y sabores es el espacio del placer personal, pensando en el placer del otro. Amasar hasta sacar músculos, controlar de pie una salsa eterna, revolver una mermelada hasta dejarla consistente y untuosa; tramar un repulgue perfecto, pelar un pollo y dejarlo en carne viva, despellejando cada centímetro de exceso. Tomar una pieza de carne, desgrasarla moderadamente y cortar rodajas idénticas, que se recuestan sobre la tabla de madera a la espera de su destino final. El virtuosismo y la extenuación culinaria, ese nirvana.

humedecer, filetear, espesar

La retórica de la cocina, un alfabeto que crece y se modifica según modas y tendencias. Pocas tareas humanas tienen diccionarios tan vastos y tan maleables. Palabras que caen en desuso, gurúes de delantal que envejecen y términos que se incorporan (emplatar, humectar, emulsionar), frivolidades. Cocinar es una celebración continua de palabras, gestos y acciones. Es leer recetas y deleitarse por anticipado; probar platos de otros y descifrar condimentos y esencias. Es ver cocinar a otros y seguir con la mirada cierto movimiento, determinada competencia; admirar una manera de batir o de maniobrar con el cuchillo hasta la envidia más obscena. Cocinar es saborear en estéreo y por TV, como cuando Anthony Bourdain cae extasiado -y todavía no demasiado borracho- por una excentricidad china o coreana o Narda Lepes sucumbe ante las especias de un mercado marroquí o te planta a cámara un perfecto pescado griego para un día perfecto. Cocinar es también excitarse en un bazar viendo las piezas del arte gastronómico que jamás vas a usar o ceder al vértigo de los stands de mostazas y aceites de oliva en un supermercado extranjero, mirando todo y comprando nada, solo deseando, imaginando, paladeando.

rehogar, marinar, salar, cocer

fanny feigue mamá ya estaba tan enferma. Tenía prohibidos montones de alimentos y vivía en la cama. Miraba la tele. Mirábamos la tele en el sanatorio blanco, único brillo entre tanta pena. Dolly hablaba a cámara mientras fileteaba una carne, con su voz de maestra primaria y todo parecía tan fácil, decía ella desde la almohada. Discutíamos técnicas, adivinábamos procesos. Había que estar ahí, postrada y viendo cocinar, y había que estar ahí acompañando a alguien que sabe que va a morir. Manteníamos diálogos culinarios en habitaciones asépticas, entre inyecciones y extracciones de sangre. Yo compraba revistas de cocina y le leía recetas, aquellas que sabía que podían tener algún eco en ella, cocinera clásica de pollos y carnes al horno, amante de los dulces, y a esa altura agobiada de cables, catéteres y diálisis. Fue una última temporada de conversaciones cálidas, sobre una debilidad compartida y que nos ponía en pie de igualdad. Seguir sus recetas es una condición que se acelera a medida que pasan los años. Hay recetas suyas que reproduzco íntegras, al pie de la letra, pero hay otras que nunca me dio porque no se las pedí. Durante años fue una elección deliberada, como si de esa demora dependiera el secreto de su inmortalidad. Hoy esas recetas son puro misterio y una nostálgica memoria de ojos verdes.

martes, marzo 04, 2008

Apple es la tech más admirada de USA por los hombres de negocio



Steve Jobs está de parabienes. Es que la empresa de su propiedad, Apple, y que desde hace un año ocupaba el 7º puesto, acaba de encabezar el listado de las compañías más admiradas. Se trata de todo un tributo para el CEO de Apple luego de que hace una década la empresa atravesaba por severos problemas.
Sus exitosos lanzamientos de computadoras así como el iPod y el iPhone contribuyeron a sacar del bache a Apple y colocarla como una empresa con más de US$24.000 en ventas anuales.
Por este motivo más un branding amalgamado de la marca, SteveJobs ahora logó que su compañía encabece lo más alto de la lista de empresas más admiradas en USA
Según una encuesta difundida hoy por la revista económica Fortune, Apple es la empresa más admirada por los hombres de negocios, ejecutivos y analistas estadounidenses. "El éxito del iPod es muy simple: los productos de Apple funcionan y si compras más de uno funcionan mejor", asegura la revista en su página web.
Además iTunes, la tienda on line de Apple, es ya el 2º minorista de música de USA sólo superado por la cadena Wal-Mart, según datos de la consultora NPD Group.
El 2º lugar en la lista lo ocupa Berkshire Hathaway, la compañía del multimillonario inversor Warren Buffett. Su grupo tiene más de 50 compañías, incluida la aseguradora de automóviles Geico y la reaseguradora General Re y creó recientemente la aseguradora de bonos Berkshire Hathaway Assurance.
El 3º puesto de firmas más admiradas lo ocupa el gigante industrial y financiero General Electric (GE), seguido del buscador de Internet Google y de la compañía automovilística japonesa Toyota. La cadena de cafeterías Starbucks, la empresa de mensajería y paquetería FedEx, la compañía Procter & Gamble, la multinacional Johnson & Johnson y el banco de inversión Goldman Sachs completan la lista de las 10 más admiradas por los hombres de negocios.

Apple es la tech más admirada de USA por los hombres de negocio



Steve Jobs está de parabienes. Es que la empresa de su propiedad, Apple, y que desde hace un año ocupaba el 7º puesto, acaba de encabezar el listado de las compañías más admiradas. Se trata de todo un tributo para el CEO de Apple luego de que hace una década la empresa atravesaba por severos problemas.
Sus exitosos lanzamientos de computadoras así como el iPod y el iPhone contribuyeron a sacar del bache a Apple y colocarla como una empresa con más de US$24.000 en ventas anuales.
Por este motivo más un branding amalgamado de la marca, SteveJobs ahora logó que su compañía encabece lo más alto de la lista de empresas más admiradas en USA
Según una encuesta difundida hoy por la revista económica Fortune, Apple es la empresa más admirada por los hombres de negocios, ejecutivos y analistas estadounidenses. "El éxito del iPod es muy simple: los productos de Apple funcionan y si compras más de uno funcionan mejor", asegura la revista en su página web.
Además iTunes, la tienda on line de Apple, es ya el 2º minorista de música de USA sólo superado por la cadena Wal-Mart, según datos de la consultora NPD Group.
El 2º lugar en la lista lo ocupa Berkshire Hathaway, la compañía del multimillonario inversor Warren Buffett. Su grupo tiene más de 50 compañías, incluida la aseguradora de automóviles Geico y la reaseguradora General Re y creó recientemente la aseguradora de bonos Berkshire Hathaway Assurance.
El 3º puesto de firmas más admiradas lo ocupa el gigante industrial y financiero General Electric (GE), seguido del buscador de Internet Google y de la compañía automovilística japonesa Toyota. La cadena de cafeterías Starbucks, la empresa de mensajería y paquetería FedEx, la compañía Procter & Gamble, la multinacional Johnson & Johnson y el banco de inversión Goldman Sachs completan la lista de las 10 más admiradas por los hombres de negocios.

Historia de la fealdad

¿Angelina Jolie y Brad Pitt pueden ser monstruos? Quizás en otra galaxia. Después de Historia de la belleza, el escritor italiano analiza en Historia de la fealdad (Lumen), libro del que ofrecemos la introducción y un capítulo sobre lo feo hoy, cómo cambia el gusto según las épocas, las culturas y ciertos elementos de juicio políticos y sociales. Distingue entre tipos de fealdad y su representación artística y se pregunta si la tendencia a diluir la oposición bello-feo no es un modo de exorcizar el horror del mal


Por Umberto Eco

A lo largo de los siglos, filósofos y artistas han ido proporcionando definiciones de lo bello, y gracias a sus testimonios se ha podido reconstruir una historia de las ideas estéticas a través de los tiempos. No ha ocurrido lo mismo con lo feo, que casi siempre se ha definido por oposición a lo bello y a lo que casi nunca se han dedicado estudios extensos, sino más bien alusiones parentéticas y marginales. Por consiguiente, si la historia de la belleza puede valerse de una extensa serie de testimonios teóricos (de los que puede deducirse el gusto de una época determinada), la historia de la fealdad por lo general deberá ir a buscar los documentos en las representaciones visuales o verbales de cosas o personas consideradas en cierto modo "feas".

No obstante, la historia de la fealdad tiene algunos rasgos en común con la historia de la belleza. Ante todo, tan solo podemos suponer que los gustos de las personas corrientes se correspondieran de algún modo con los gustos de los artistas de su época. Si un visitante llegado del espacio acudiera a una galería de arte contemporáneo, viera rostros femeninos pintados por Picasso y oyera que los visitantes los consideran "bellos", podría creer erróneamente que en la realidad cotidiana los hombres de nuestro tiempo consideran bellas y deseables a las criaturas femeninas con un rostro similar al representado por el pintor. No obstante, el visitante del espacio podría corregir su opinión acudiendo a un desfile de moda o a un concurso de Miss Universo, donde vería celebrados otros modelos de belleza. A nosotros, en cambio, no nos es posible; al visitar épocas ya remotas, no podemos hacer ninguna comprobación, ni en relación con lo bello ni en relación con lo feo, ya que solo conservamos testimonios artísticos de aquellas épocas. Otra característica común a la historia de la fealdad y a la belleza es que hay que limitarse a registrar las vicisitudes de estos dos valores en la civilización occidental. En el caso de las civilizaciones arcaicas y de los pueblos llamados primitivos, disponemos de restos artísticos pero no de textos teóricos que nos indiquen si estaban destinados a provocar placer estético, terror sagrado o hilaridad.

A un occidental, una máscara ritual africana le parecería horripilante, mientras que para el nativo podría representar una divinidad benévola. Por el contrario, al seguidor de una religión no occidental le podría parecer desagradable la imagen de un Cristo flagelado, ensangrentado y humillado, cuya aparente fealdad corporal inspiraría simpatía y emoción a un cristiano. En el caso de otras culturas, ricas en textos poéticos y filosóficos (como, por ejemplo, la india, la japonesa o la china), vemos imágenes y formas pero, al traducir textos literarios o filosóficos, casi siempre resulta difícil establecer hasta qué punto ciertos conceptos pueden ser identificables con los nuestros, aunque la tradición nos ha inducido a traducirlos a términos occidentales como "bello" o "feo". Y aunque se tomaran en consideración las traducciones, no bastaría saber que en una cultura determinada se considera bella una cosa dotada, por ejemplo, de proporción y armonía. ¿Qué significan, en realidad, estos dos términos? Su sentido también ha cambiado a lo largo de la historia occidental. Solo comparando afirmaciones teóricas con un cuadro o una construcción arquitectónica de la época nos damos cuenta de que lo que se consideraba proporcionado en un siglo ya no lo era en el otro; cuando un filósofo medieval hablaba de proporción, por ejemplo, estaba pensando en las dimensiones y en la forma de una catedral gótica, mientras que un teórico renacentista pensaba en un templo del siglo XVI, cuyas partes estaban reguladas por la sección áurea, y a los renacentistas les parecían bárbaras y, justamente, "góticas", las proporciones de las catedrales.

Los conceptos de bello y de feo están en relación con los distintos períodos históricos o las distintas culturas y, citando a Jenófanes de Colofón (según Clemente de Alejandría, Stromata , V, 110), "si los bueyes, los caballos y los leones tuviesen manos, o pudiesen dibujar con las manos, y hacer obras como las que hacen los hombres, semejantes a los caballos el caballo representaría a los dioses, y semejantes a los bueyes, el buey, y les darían cuerpos como los que tiene cada uno de ellos".

En la Edad Media, Giacomo da Vitri ( Libro duo, quorum prior Orientalis, sive Hierosolymitanae, alter Occidentalis historiae ), al ensalzar la belleza de toda la obra divina, admitía que "probablemente los cíclopes, que tienen un solo ojo, se sorprenden de los que tienen dos, como nosotros nos maravillamos de aquellas criaturas con tres ojos Consideramos feos a los etíopes negros, pero para ellos el más negro es el más bello". Siglos más tarde, se hará eco Voltaire (en el Diccionario filosófico ): "Preguntad a un sapo qué es la belleza, el ideal de lo bello, lo to kalòn . Os responderá que la belleza la encarna la hembra de su especie, con sus hermosos ojos redondos que resaltan de su pequeña cabeza, boca ancha y aplastada, vientre amarillo y dorso oscuro. Preguntad a un negro de Guinea: para él la belleza consiste en la piel negra y aceitosa, los ojos hundidos, la nariz chata. Preguntádselo al diablo: os dirá que la belleza consiste en un par de cuernos, cuatro garras y una cola".

Hegel, en su Estética , observa que "ocurre que, si no todo marido a su mujer, al menos todo novio encuentra bella, y bella de una manera exclusiva, a su novia; y si el gusto subjetivo por esta belleza no tiene ninguna regla fija, se puede considerar una suerte para ambas partes Se oye decir con mucha frecuencia que una belleza europea desagradaría a un chino o hasta a un hotentote, porque el chino tiene un concepto de la belleza completamente diferente al del negro Y ciertamente, si consideramos las obras de arte de esos pueblos no europeos, por ejemplo las imágenes de sus dioses, que han surgido de su fantasía dignas de veneración y sublimes, a nosotros nos pueden parecer los ídolos más monstruosos, del mismo modo que su música puede resultar sumamente detestable a nuestros oídos. A su vez, esos pueblos considerarán insignificantes o feas nuestras esculturas, pinturas y músicas".

A menudo la atribución de belleza o de fealdad se ha hecho atendiendo no a criterios estéticos, sino a criterios políticos y sociales. En un pasaje de Marx ( Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 ) se recuerda que la posesión de dinero puede suplir la fealdad: "El dinero, en la medida en que posee la propiedad de comprarlo todo, de apropiarse de todos los objetos, es el objeto por excelencia Mi fuerza es tan grande como lo sea la fuerza del dinero Lo que soy y lo que puedo no está determinado en modo alguno por mi individualidad. Soy feo, pero puedo comprarme la mujer más bella. Por tanto, no soy feo, porque el efecto de la fealdad, su fuerza ahuyentadora, queda anulado por el dinero. Según mi individualidad, soy tullido, pero el dinero me procura veinticuatro piernas: luego, no soy tullido ¿Acaso no transforma mi dinero todas mis carencias en su contrario?". Basta, pues, aplicar esta reflexión sobre el dinero al poder en general y se entenderán algunos retratos de monarcas de siglos pasados, cuyas facciones fueron devotamente inmortalizadas por pintores cortesanos, que desde luego no pretendían destacar demasiado sus defectos, y hasta hicieron todo lo posible por refinar sus rasgos. No cabe duda de que estos personajes nos parecen bastante feos (y probablemente también lo eran en su tiempo), pero era tal su carisma y la fascinación que les otorgaba su omnipotencia que sus súbditos los contemplaban con ojos de adoración.

Por último, basta leer uno de los relatos más hermosos de la ciencia ficción contemporánea, "El centinela" de Fredric Brown, para ver que la relación entre lo normal y lo monstruoso, lo aceptable y lo horripilante, puede invertirse según la mirada vaya de nosotros al monstruo del espacio o del monstruo del espacio a nosotros: "Estaba completamente empapado y cubierto de barro; tenía hambre y frío y se hallaba a ciento cincuenta mil años luz de su casa. Un sol extranjero le iluminaba con una gélida luz azul y la gravedad, dos veces mayor de lo habitual, convertía cada movimiento en una agonía de cansancio Los de la aviación lo tenían fácil, con sus aeronaves relucientes y sus superarmas; pero cuando se llega al momento crucial, le corresponde al soldado de a pie, a la infantería, tomar la posición y conservarla, con sangre, palmo a palmo. Como este jodido planeta de una estrella de la que jamás había oído hablar hasta que lo habían enviado. Y ahora era suelo sagrado porque también había llegado el enemigo. El enemigo, la única otra raza inteligente de la galaxia crueles, asquerosos, repugnantes monstruos Estaba completamente empapado y cubierto de barro; tenía hambre y frío, y el día era gris y barrido por un viento violento que le molestaba en los ojos. Pero los enemigos intentaban infiltrarse y era vital mantener las posiciones avanzadas. Estaba alerta, con el fusil preparado Entonces vio a uno de ellos arrastrándose hacia él. Apuntó y disparó. El enemigo emitió aquel grito extraño, terrorífico, que todos emitían, y ya no se movió. El grito, la visión del cadáver lo hicieron estremecer. Muchos se habían acostumbrado con el paso del tiempo y ya no le prestaban atención; pero él, no. Eran criaturas demasiado asquerosas, con solo dos brazos y dos piernas, y aquella piel de un blanco nauseabundo y sin escamas ".

Decir que belleza y fealdad son conceptos relacionados con las épocas y con las culturas (o incluso con los planetas) no significa que no se haya intentado siempre definirlos en relación con un modelo estable. Se podría incluso sugerir, como hizo Nietzsche en el Crepúsculo de los ídolos , que "en lo bello el hombre se pone a sí mismo como medida de la perfección" y "se adora en ello El hombre en el fondo se mira en el espejo de las cosas, considera bello todo aquello que le devuelve su imagen Lo feo se entiende como señal y síntoma de degeneración Todo indicio de agotamiento, de pesadez, de senilidad, de fatiga, toda especie de falta de libertad, en forma de convulsión o parálisis, sobre todo el olor, el color, la forma de la disolución, de la descomposición todo esto provoca una reacción idéntica, el juicio de valor ´feo ¿A quién odia aquí el hombre? No hay duda: odia la decadencia de su tipo ".

El argumento de Nietzsche es narcisísticamente antropomorfo, pero nos dice precisamente que belleza y fealdad están definidas en relación con un modelo "específico" -y la noción de especie se puede extender de los hombres a todos los entes, como hacía Platón en la República , al aceptar que se considerara bella una olla fabricada según las reglas artesanales correctas, o Tomás de Aquino ( Suma teológica , I, 39, 8), para quien los componentes de la belleza eran, además de una proporción correcta, la luminosidad o claridad y la integridad-, es decir, que una cosa (ya sea un cuerpo humano, un árbol, una vasija) había de presentar todas las características que su forma debía haber impuesto a la materia. En este sentido, no solo se consideraba fea una cosa desproporcionada, como un ser humano con una cabeza enorme y unas piernas muy cortas, sino que también se consideraban feos los seres que Tomás definía como turpi en el sentido de "disminuidos" o -como dirá Guillermo de Auvernia ( Tratado del bien y del mal )- aquellos a los que les falta un miembro, que tienen un solo ojo (o tres, porque se puede adolecer de falta de integridad también por exceso). Por consiguiente, se consideraban feos sin piedad alguna los adefesios, que los artistas han representado a menudo de forma despiadada, y en el mundo animal los híbridos, que fundían de forma violenta los aspectos formales de dos especies distintas.

¿Podrá, pues, definirse simplemente lo feo como lo contrario de lo bello, un contrario que también se transforma cuando cambia la idea de su opuesto? ¿La historia de la fealdad puede ser el contrapunto simétrico de la historia de la belleza?

La primera y más completa Estética de lo feo , la que elaboró en 1853 Karl Rosenkranz, establece una analogía entre lo feo y el mal moral. Del mismo modo que el mal y el pecado se oponen al bien, y son su infierno, así también lo feo es "el infierno de lo bello". Rosenkranz retoma la idea tradicional de que lo feo es lo contrario de lo bello, una especie de posible error que lo bello contiene en sí, de modo que cualquier estética, como ciencia de la belleza, está obligada a abordar también el concepto de fealdad. Pero justamente cuando pasa de las definiciones abstractas a una fenomenología de las distintas encarnaciones de lo feo es cuando nos deja entrever una especie de "autonomía de lo feo", que lo convierte en algo mucho más rico y complejo que una simple serie de negaciones de las distintas formas de belleza.

Rosenkranz analiza minuciosamente la fealdad natural, la fealdad espiritual, la fealdad en el arte (y las distintas formas de imperfección artística), la ausencia de forma, la asimetría, la falta de armonía, la desfiguración y la deformación (lo mezquino, lo débil, lo vil, lo banal, lo casual y lo arbitrario, lo tosco), y las distintas formas de lo repugnante (lo grosero, lo muerto y lo vacío, lo horrendo, lo insulso, lo nauseabundo, lo criminal , lo espectral, lo demoníaco, lo hechicero y lo satánico). Demasiadas cosas para seguir diciendo que lo feo es simplemente lo opuesto de lo bello entendido como armonía, proporción o integridad.

Si se examinan los sinónimos de "bello" y "feo", se ve que se considera bello lo que es bonito, gracioso, placentero, atractivo, agradable, agraciado, delicioso, fascinante, armónico, maravilloso, delicado, gentil, encantador, magnífico, estupendo, excelso, excepcional, fabuloso, prodigioso, fantástico, mágico, admirable, valioso, espectacular, espléndido, sublime, soberbio, mientras que feo es lo repelente, horrendo, asqueroso, desagradable, grotesco, abominable, odioso, indecente, inmundo, sucio, obsceno, repugnante, espantoso, abyecto, monstruoso, horrible, hórrido, horripilante, sucio, terrible, terrorífico, tremendo, angustioso, repulsivo, execrable, penoso, nauseabundo, fétido, innoble, aterrador, desgraciado, lamentable, enojoso, indecente, deforme, disforme, desfigurado (por no hablar de cómo el horror puede aparecer también en terrenos como el de lo fabuloso, lo fantástico, lo mágico y lo sublime, asignados tradicionalmente a lo bello).

La sensibilidad del hablante común percibe que, si bien en todos los sinónimos de bello se podría observar una reacción de apreciación desinteresada, en casi todos los de feo aparece implicada una reacción de disgusto, cuando no de violenta repulsión, horror o terror.

En su obra sobre La expresión de las emociones en los animales y en el hombre , Darwin observaba que lo que provoca disgusto en una determinada cultura no lo provoca en otra, y viceversa, pero concluía que sin embargo "parece que los distintos movimientos descritos como expresión de desprecio y de disgusto son idénticos en una gran parte del mundo".

Conocemos sin duda algunas descaradas manifestaciones de aprobación ante algo que nos parece bello porque es físicamente deseable; basta pensar en la broma de mal gusto al paso de una mujer guapa o en las inconvenientes manifestaciones de alegría del glotón ante su comida preferida. En estos casos, sin embargo, no se trata tanto de una expresión de goce estético como de algo parecido a los gruñidos de satisfacción o incluso a los eructos que se emiten en algunas civilizaciones para expresar el agrado de un alimento (aunque en esas ocasiones se trata de una forma de etiqueta). En general, parece que la experiencia de lo bello provoca lo que Kant ( Crítica del juicio ) definía como "placer sin interés": si bien nosotros quisiéramos poseer todo aquello que nos parece agradable o participar en todo lo que nos parece bueno, la expresión de agrado ante la visión de una flor proporciona un placer del que está excluido cualquier tipo de deseo de posesión o de consumo.

En este sentido, algunos filósofos se han preguntado si se puede pronunciar un juicio estético de fealdad, puesto que la fealdad provoca reacciones pasionales como el disgusto descrito por Darwin.

A lo largo de nuestra historia deberemos distinguir realmente entre la fealdad en sí misma (un excremento, una carroña en descomposición, un ser cubierto de llagas que despide un olor nauseabundo) y la fealdad formal, como desequilibrio en la relación orgánica entre las partes de un todo. Imaginemos que vemos por la calle a una persona con la boca desdentada: lo que nos molesta no es la forma de los labios o de los pocos dientes que quedan, sino el hecho de que los dientes supervivientes no estén acompañados de los otros que deberían estar allí, en aquella boca. No conocemos a esa persona, esa fealdad no nos implica pasionalmente y sin embargo -ante la incoherencia o la no completud de aquel conjunto- nos sentimos autorizados a manifestar desapasionadamente que aquel rostro es feo.

Por esto, una cosa es reaccionar pasionalmente al disgusto que nos provoca un insecto viscoso o un fruto podrido y otra es decir que una persona es desproporcionada o que un retrato es feo en el sentido de que está mal hecho (la fealdad artística es una fealdad formal). Y respecto a la fealdad artística, recordemos que en casi todas las teorías estéticas, al menos desde Grecia hasta nuestros días, se ha reconocido que cualquier forma de fealdad puede ser redimida por una representación artística fiel y eficaz. Aristóteles ( Poética , 1448b) habla de la posibilidad de realizar lo bello imitando con maestría lo que es repelente, y Plutarco ( De audiendis poetis ) nos dice que en la representación artística lo feo imitado sigue siendo feo, pero recibe como una reverberación de belleza procedente de la maestría del artista.

Hemos identificado, pues, tres fenómenos distintos: la fealdad en sí misma , la fealdad formal y la representación artística de ambas . Lo que hay que tener presente es que por lo general solo a partir del tercer tipo de fealdad se podrá inferir lo que eran en una cultura determinada los dos primeros tipos.

Al hacerlo, nos exponemos a muchos equívocos. En la Edad Media, Buenaventura de Bagnoregio nos decía que la imagen del diablo se vuelve bella si representa bien su fealdad; pero ¿realmente era esto lo que pensaban los fieles que contemplaban escenas de inauditos tormentos infernales en los portales o en los frescos de las iglesias? ¿No reaccionaban tal vez con terror y angustia, como si hubiesen visto una fealdad del primer tipo, horripilante y repugnante como sería para nosotros la visión de un reptil que nos amenaza?

Los teóricos muchas veces no tienen en cuenta numerosas variables individuales, idiosincrasias y comportamientos desviados. Si bien es cierto que la experiencia de la belleza implica una contemplación desinteresada, un adolescente alterado puede experimentar una reacción pasional incluso ante la Venus de Milo. Lo mismo cabe decir respecto a lo feo: de noche, un niño puede soñar aterrorizado con la bruja que ha visto en un libro de cuentos, que para otros niños de su edad no sería más que una imagen divertida. Probablemente muchos contemporáneos de Rembrandt, además de apreciar la maestría con que el artista representaba un cadáver diseccionado sobre la mesa de anatomía, podían experimentar reacciones de horror como si el cadáver fuese real, del mismo modo que el que ha padecido un bombardeo tal vez no puede mirar el Guernica de Picasso de una forma estéticamente desinteresada, y revive el terror de su antigua experiencia.

De ahí la prudencia con que debemos disponernos a seguir esta historia de la fealdad, en sus variedades, en sus múltiples articulaciones, en la diversidad de reacciones que sus distintas formas suscitan, en los matices conductuales con que se reacciona. Considerando en cada ocasión si, y hasta qué punto, tenían razón las brujas que en el primer acto de Macbeth gritan: "Lo bello es feo y lo feo es bello ".

Historia de la fealdad

¿Angelina Jolie y Brad Pitt pueden ser monstruos? Quizás en otra galaxia. Después de Historia de la belleza, el escritor italiano analiza en Historia de la fealdad (Lumen), libro del que ofrecemos la introducción y un capítulo sobre lo feo hoy, cómo cambia el gusto según las épocas, las culturas y ciertos elementos de juicio políticos y sociales. Distingue entre tipos de fealdad y su representación artística y se pregunta si la tendencia a diluir la oposición bello-feo no es un modo de exorcizar el horror del mal


Por Umberto Eco

A lo largo de los siglos, filósofos y artistas han ido proporcionando definiciones de lo bello, y gracias a sus testimonios se ha podido reconstruir una historia de las ideas estéticas a través de los tiempos. No ha ocurrido lo mismo con lo feo, que casi siempre se ha definido por oposición a lo bello y a lo que casi nunca se han dedicado estudios extensos, sino más bien alusiones parentéticas y marginales. Por consiguiente, si la historia de la belleza puede valerse de una extensa serie de testimonios teóricos (de los que puede deducirse el gusto de una época determinada), la historia de la fealdad por lo general deberá ir a buscar los documentos en las representaciones visuales o verbales de cosas o personas consideradas en cierto modo "feas".

No obstante, la historia de la fealdad tiene algunos rasgos en común con la historia de la belleza. Ante todo, tan solo podemos suponer que los gustos de las personas corrientes se correspondieran de algún modo con los gustos de los artistas de su época. Si un visitante llegado del espacio acudiera a una galería de arte contemporáneo, viera rostros femeninos pintados por Picasso y oyera que los visitantes los consideran "bellos", podría creer erróneamente que en la realidad cotidiana los hombres de nuestro tiempo consideran bellas y deseables a las criaturas femeninas con un rostro similar al representado por el pintor. No obstante, el visitante del espacio podría corregir su opinión acudiendo a un desfile de moda o a un concurso de Miss Universo, donde vería celebrados otros modelos de belleza. A nosotros, en cambio, no nos es posible; al visitar épocas ya remotas, no podemos hacer ninguna comprobación, ni en relación con lo bello ni en relación con lo feo, ya que solo conservamos testimonios artísticos de aquellas épocas. Otra característica común a la historia de la fealdad y a la belleza es que hay que limitarse a registrar las vicisitudes de estos dos valores en la civilización occidental. En el caso de las civilizaciones arcaicas y de los pueblos llamados primitivos, disponemos de restos artísticos pero no de textos teóricos que nos indiquen si estaban destinados a provocar placer estético, terror sagrado o hilaridad.

A un occidental, una máscara ritual africana le parecería horripilante, mientras que para el nativo podría representar una divinidad benévola. Por el contrario, al seguidor de una religión no occidental le podría parecer desagradable la imagen de un Cristo flagelado, ensangrentado y humillado, cuya aparente fealdad corporal inspiraría simpatía y emoción a un cristiano. En el caso de otras culturas, ricas en textos poéticos y filosóficos (como, por ejemplo, la india, la japonesa o la china), vemos imágenes y formas pero, al traducir textos literarios o filosóficos, casi siempre resulta difícil establecer hasta qué punto ciertos conceptos pueden ser identificables con los nuestros, aunque la tradición nos ha inducido a traducirlos a términos occidentales como "bello" o "feo". Y aunque se tomaran en consideración las traducciones, no bastaría saber que en una cultura determinada se considera bella una cosa dotada, por ejemplo, de proporción y armonía. ¿Qué significan, en realidad, estos dos términos? Su sentido también ha cambiado a lo largo de la historia occidental. Solo comparando afirmaciones teóricas con un cuadro o una construcción arquitectónica de la época nos damos cuenta de que lo que se consideraba proporcionado en un siglo ya no lo era en el otro; cuando un filósofo medieval hablaba de proporción, por ejemplo, estaba pensando en las dimensiones y en la forma de una catedral gótica, mientras que un teórico renacentista pensaba en un templo del siglo XVI, cuyas partes estaban reguladas por la sección áurea, y a los renacentistas les parecían bárbaras y, justamente, "góticas", las proporciones de las catedrales.

Los conceptos de bello y de feo están en relación con los distintos períodos históricos o las distintas culturas y, citando a Jenófanes de Colofón (según Clemente de Alejandría, Stromata , V, 110), "si los bueyes, los caballos y los leones tuviesen manos, o pudiesen dibujar con las manos, y hacer obras como las que hacen los hombres, semejantes a los caballos el caballo representaría a los dioses, y semejantes a los bueyes, el buey, y les darían cuerpos como los que tiene cada uno de ellos".

En la Edad Media, Giacomo da Vitri ( Libro duo, quorum prior Orientalis, sive Hierosolymitanae, alter Occidentalis historiae ), al ensalzar la belleza de toda la obra divina, admitía que "probablemente los cíclopes, que tienen un solo ojo, se sorprenden de los que tienen dos, como nosotros nos maravillamos de aquellas criaturas con tres ojos Consideramos feos a los etíopes negros, pero para ellos el más negro es el más bello". Siglos más tarde, se hará eco Voltaire (en el Diccionario filosófico ): "Preguntad a un sapo qué es la belleza, el ideal de lo bello, lo to kalòn . Os responderá que la belleza la encarna la hembra de su especie, con sus hermosos ojos redondos que resaltan de su pequeña cabeza, boca ancha y aplastada, vientre amarillo y dorso oscuro. Preguntad a un negro de Guinea: para él la belleza consiste en la piel negra y aceitosa, los ojos hundidos, la nariz chata. Preguntádselo al diablo: os dirá que la belleza consiste en un par de cuernos, cuatro garras y una cola".

Hegel, en su Estética , observa que "ocurre que, si no todo marido a su mujer, al menos todo novio encuentra bella, y bella de una manera exclusiva, a su novia; y si el gusto subjetivo por esta belleza no tiene ninguna regla fija, se puede considerar una suerte para ambas partes Se oye decir con mucha frecuencia que una belleza europea desagradaría a un chino o hasta a un hotentote, porque el chino tiene un concepto de la belleza completamente diferente al del negro Y ciertamente, si consideramos las obras de arte de esos pueblos no europeos, por ejemplo las imágenes de sus dioses, que han surgido de su fantasía dignas de veneración y sublimes, a nosotros nos pueden parecer los ídolos más monstruosos, del mismo modo que su música puede resultar sumamente detestable a nuestros oídos. A su vez, esos pueblos considerarán insignificantes o feas nuestras esculturas, pinturas y músicas".

A menudo la atribución de belleza o de fealdad se ha hecho atendiendo no a criterios estéticos, sino a criterios políticos y sociales. En un pasaje de Marx ( Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 ) se recuerda que la posesión de dinero puede suplir la fealdad: "El dinero, en la medida en que posee la propiedad de comprarlo todo, de apropiarse de todos los objetos, es el objeto por excelencia Mi fuerza es tan grande como lo sea la fuerza del dinero Lo que soy y lo que puedo no está determinado en modo alguno por mi individualidad. Soy feo, pero puedo comprarme la mujer más bella. Por tanto, no soy feo, porque el efecto de la fealdad, su fuerza ahuyentadora, queda anulado por el dinero. Según mi individualidad, soy tullido, pero el dinero me procura veinticuatro piernas: luego, no soy tullido ¿Acaso no transforma mi dinero todas mis carencias en su contrario?". Basta, pues, aplicar esta reflexión sobre el dinero al poder en general y se entenderán algunos retratos de monarcas de siglos pasados, cuyas facciones fueron devotamente inmortalizadas por pintores cortesanos, que desde luego no pretendían destacar demasiado sus defectos, y hasta hicieron todo lo posible por refinar sus rasgos. No cabe duda de que estos personajes nos parecen bastante feos (y probablemente también lo eran en su tiempo), pero era tal su carisma y la fascinación que les otorgaba su omnipotencia que sus súbditos los contemplaban con ojos de adoración.

Por último, basta leer uno de los relatos más hermosos de la ciencia ficción contemporánea, "El centinela" de Fredric Brown, para ver que la relación entre lo normal y lo monstruoso, lo aceptable y lo horripilante, puede invertirse según la mirada vaya de nosotros al monstruo del espacio o del monstruo del espacio a nosotros: "Estaba completamente empapado y cubierto de barro; tenía hambre y frío y se hallaba a ciento cincuenta mil años luz de su casa. Un sol extranjero le iluminaba con una gélida luz azul y la gravedad, dos veces mayor de lo habitual, convertía cada movimiento en una agonía de cansancio Los de la aviación lo tenían fácil, con sus aeronaves relucientes y sus superarmas; pero cuando se llega al momento crucial, le corresponde al soldado de a pie, a la infantería, tomar la posición y conservarla, con sangre, palmo a palmo. Como este jodido planeta de una estrella de la que jamás había oído hablar hasta que lo habían enviado. Y ahora era suelo sagrado porque también había llegado el enemigo. El enemigo, la única otra raza inteligente de la galaxia crueles, asquerosos, repugnantes monstruos Estaba completamente empapado y cubierto de barro; tenía hambre y frío, y el día era gris y barrido por un viento violento que le molestaba en los ojos. Pero los enemigos intentaban infiltrarse y era vital mantener las posiciones avanzadas. Estaba alerta, con el fusil preparado Entonces vio a uno de ellos arrastrándose hacia él. Apuntó y disparó. El enemigo emitió aquel grito extraño, terrorífico, que todos emitían, y ya no se movió. El grito, la visión del cadáver lo hicieron estremecer. Muchos se habían acostumbrado con el paso del tiempo y ya no le prestaban atención; pero él, no. Eran criaturas demasiado asquerosas, con solo dos brazos y dos piernas, y aquella piel de un blanco nauseabundo y sin escamas ".

Decir que belleza y fealdad son conceptos relacionados con las épocas y con las culturas (o incluso con los planetas) no significa que no se haya intentado siempre definirlos en relación con un modelo estable. Se podría incluso sugerir, como hizo Nietzsche en el Crepúsculo de los ídolos , que "en lo bello el hombre se pone a sí mismo como medida de la perfección" y "se adora en ello El hombre en el fondo se mira en el espejo de las cosas, considera bello todo aquello que le devuelve su imagen Lo feo se entiende como señal y síntoma de degeneración Todo indicio de agotamiento, de pesadez, de senilidad, de fatiga, toda especie de falta de libertad, en forma de convulsión o parálisis, sobre todo el olor, el color, la forma de la disolución, de la descomposición todo esto provoca una reacción idéntica, el juicio de valor ´feo ¿A quién odia aquí el hombre? No hay duda: odia la decadencia de su tipo ".

El argumento de Nietzsche es narcisísticamente antropomorfo, pero nos dice precisamente que belleza y fealdad están definidas en relación con un modelo "específico" -y la noción de especie se puede extender de los hombres a todos los entes, como hacía Platón en la República , al aceptar que se considerara bella una olla fabricada según las reglas artesanales correctas, o Tomás de Aquino ( Suma teológica , I, 39, 8), para quien los componentes de la belleza eran, además de una proporción correcta, la luminosidad o claridad y la integridad-, es decir, que una cosa (ya sea un cuerpo humano, un árbol, una vasija) había de presentar todas las características que su forma debía haber impuesto a la materia. En este sentido, no solo se consideraba fea una cosa desproporcionada, como un ser humano con una cabeza enorme y unas piernas muy cortas, sino que también se consideraban feos los seres que Tomás definía como turpi en el sentido de "disminuidos" o -como dirá Guillermo de Auvernia ( Tratado del bien y del mal )- aquellos a los que les falta un miembro, que tienen un solo ojo (o tres, porque se puede adolecer de falta de integridad también por exceso). Por consiguiente, se consideraban feos sin piedad alguna los adefesios, que los artistas han representado a menudo de forma despiadada, y en el mundo animal los híbridos, que fundían de forma violenta los aspectos formales de dos especies distintas.

¿Podrá, pues, definirse simplemente lo feo como lo contrario de lo bello, un contrario que también se transforma cuando cambia la idea de su opuesto? ¿La historia de la fealdad puede ser el contrapunto simétrico de la historia de la belleza?

La primera y más completa Estética de lo feo , la que elaboró en 1853 Karl Rosenkranz, establece una analogía entre lo feo y el mal moral. Del mismo modo que el mal y el pecado se oponen al bien, y son su infierno, así también lo feo es "el infierno de lo bello". Rosenkranz retoma la idea tradicional de que lo feo es lo contrario de lo bello, una especie de posible error que lo bello contiene en sí, de modo que cualquier estética, como ciencia de la belleza, está obligada a abordar también el concepto de fealdad. Pero justamente cuando pasa de las definiciones abstractas a una fenomenología de las distintas encarnaciones de lo feo es cuando nos deja entrever una especie de "autonomía de lo feo", que lo convierte en algo mucho más rico y complejo que una simple serie de negaciones de las distintas formas de belleza.

Rosenkranz analiza minuciosamente la fealdad natural, la fealdad espiritual, la fealdad en el arte (y las distintas formas de imperfección artística), la ausencia de forma, la asimetría, la falta de armonía, la desfiguración y la deformación (lo mezquino, lo débil, lo vil, lo banal, lo casual y lo arbitrario, lo tosco), y las distintas formas de lo repugnante (lo grosero, lo muerto y lo vacío, lo horrendo, lo insulso, lo nauseabundo, lo criminal , lo espectral, lo demoníaco, lo hechicero y lo satánico). Demasiadas cosas para seguir diciendo que lo feo es simplemente lo opuesto de lo bello entendido como armonía, proporción o integridad.

Si se examinan los sinónimos de "bello" y "feo", se ve que se considera bello lo que es bonito, gracioso, placentero, atractivo, agradable, agraciado, delicioso, fascinante, armónico, maravilloso, delicado, gentil, encantador, magnífico, estupendo, excelso, excepcional, fabuloso, prodigioso, fantástico, mágico, admirable, valioso, espectacular, espléndido, sublime, soberbio, mientras que feo es lo repelente, horrendo, asqueroso, desagradable, grotesco, abominable, odioso, indecente, inmundo, sucio, obsceno, repugnante, espantoso, abyecto, monstruoso, horrible, hórrido, horripilante, sucio, terrible, terrorífico, tremendo, angustioso, repulsivo, execrable, penoso, nauseabundo, fétido, innoble, aterrador, desgraciado, lamentable, enojoso, indecente, deforme, disforme, desfigurado (por no hablar de cómo el horror puede aparecer también en terrenos como el de lo fabuloso, lo fantástico, lo mágico y lo sublime, asignados tradicionalmente a lo bello).

La sensibilidad del hablante común percibe que, si bien en todos los sinónimos de bello se podría observar una reacción de apreciación desinteresada, en casi todos los de feo aparece implicada una reacción de disgusto, cuando no de violenta repulsión, horror o terror.

En su obra sobre La expresión de las emociones en los animales y en el hombre , Darwin observaba que lo que provoca disgusto en una determinada cultura no lo provoca en otra, y viceversa, pero concluía que sin embargo "parece que los distintos movimientos descritos como expresión de desprecio y de disgusto son idénticos en una gran parte del mundo".

Conocemos sin duda algunas descaradas manifestaciones de aprobación ante algo que nos parece bello porque es físicamente deseable; basta pensar en la broma de mal gusto al paso de una mujer guapa o en las inconvenientes manifestaciones de alegría del glotón ante su comida preferida. En estos casos, sin embargo, no se trata tanto de una expresión de goce estético como de algo parecido a los gruñidos de satisfacción o incluso a los eructos que se emiten en algunas civilizaciones para expresar el agrado de un alimento (aunque en esas ocasiones se trata de una forma de etiqueta). En general, parece que la experiencia de lo bello provoca lo que Kant ( Crítica del juicio ) definía como "placer sin interés": si bien nosotros quisiéramos poseer todo aquello que nos parece agradable o participar en todo lo que nos parece bueno, la expresión de agrado ante la visión de una flor proporciona un placer del que está excluido cualquier tipo de deseo de posesión o de consumo.

En este sentido, algunos filósofos se han preguntado si se puede pronunciar un juicio estético de fealdad, puesto que la fealdad provoca reacciones pasionales como el disgusto descrito por Darwin.

A lo largo de nuestra historia deberemos distinguir realmente entre la fealdad en sí misma (un excremento, una carroña en descomposición, un ser cubierto de llagas que despide un olor nauseabundo) y la fealdad formal, como desequilibrio en la relación orgánica entre las partes de un todo. Imaginemos que vemos por la calle a una persona con la boca desdentada: lo que nos molesta no es la forma de los labios o de los pocos dientes que quedan, sino el hecho de que los dientes supervivientes no estén acompañados de los otros que deberían estar allí, en aquella boca. No conocemos a esa persona, esa fealdad no nos implica pasionalmente y sin embargo -ante la incoherencia o la no completud de aquel conjunto- nos sentimos autorizados a manifestar desapasionadamente que aquel rostro es feo.

Por esto, una cosa es reaccionar pasionalmente al disgusto que nos provoca un insecto viscoso o un fruto podrido y otra es decir que una persona es desproporcionada o que un retrato es feo en el sentido de que está mal hecho (la fealdad artística es una fealdad formal). Y respecto a la fealdad artística, recordemos que en casi todas las teorías estéticas, al menos desde Grecia hasta nuestros días, se ha reconocido que cualquier forma de fealdad puede ser redimida por una representación artística fiel y eficaz. Aristóteles ( Poética , 1448b) habla de la posibilidad de realizar lo bello imitando con maestría lo que es repelente, y Plutarco ( De audiendis poetis ) nos dice que en la representación artística lo feo imitado sigue siendo feo, pero recibe como una reverberación de belleza procedente de la maestría del artista.

Hemos identificado, pues, tres fenómenos distintos: la fealdad en sí misma , la fealdad formal y la representación artística de ambas . Lo que hay que tener presente es que por lo general solo a partir del tercer tipo de fealdad se podrá inferir lo que eran en una cultura determinada los dos primeros tipos.

Al hacerlo, nos exponemos a muchos equívocos. En la Edad Media, Buenaventura de Bagnoregio nos decía que la imagen del diablo se vuelve bella si representa bien su fealdad; pero ¿realmente era esto lo que pensaban los fieles que contemplaban escenas de inauditos tormentos infernales en los portales o en los frescos de las iglesias? ¿No reaccionaban tal vez con terror y angustia, como si hubiesen visto una fealdad del primer tipo, horripilante y repugnante como sería para nosotros la visión de un reptil que nos amenaza?

Los teóricos muchas veces no tienen en cuenta numerosas variables individuales, idiosincrasias y comportamientos desviados. Si bien es cierto que la experiencia de la belleza implica una contemplación desinteresada, un adolescente alterado puede experimentar una reacción pasional incluso ante la Venus de Milo. Lo mismo cabe decir respecto a lo feo: de noche, un niño puede soñar aterrorizado con la bruja que ha visto en un libro de cuentos, que para otros niños de su edad no sería más que una imagen divertida. Probablemente muchos contemporáneos de Rembrandt, además de apreciar la maestría con que el artista representaba un cadáver diseccionado sobre la mesa de anatomía, podían experimentar reacciones de horror como si el cadáver fuese real, del mismo modo que el que ha padecido un bombardeo tal vez no puede mirar el Guernica de Picasso de una forma estéticamente desinteresada, y revive el terror de su antigua experiencia.

De ahí la prudencia con que debemos disponernos a seguir esta historia de la fealdad, en sus variedades, en sus múltiples articulaciones, en la diversidad de reacciones que sus distintas formas suscitan, en los matices conductuales con que se reacciona. Considerando en cada ocasión si, y hasta qué punto, tenían razón las brujas que en el primer acto de Macbeth gritan: "Lo bello es feo y lo feo es bello ".

domingo, marzo 02, 2008

Singapur: la favorable condición de ciudad-estado

Singapur constituye claramente uno de los principales centros económico-financieros internacionales. Los indicadores económicos confirman esta situación y lo convierten en uno de los países más dinámicos y vanguardistas del mundo. Son muchos los factores que han favorecido esta coyuntura, una coyuntura que reafirma las expectativas a corto y medio plazo que se proyectan sobre el futuro de la ciudad-estado.
Además, el contexto creado por la ASEAN y que caracteriza a la región de Asia meridional y oriental en su conjunto, favorece el crecimiento de este pequeño país en un doble sentido: diplomática y económicamente.

Singapur: la favorable condición de ciudad-estado

Singapur constituye claramente uno de los principales centros económico-financieros internacionales. Los indicadores económicos confirman esta situación y lo convierten en uno de los países más dinámicos y vanguardistas del mundo. Son muchos los factores que han favorecido esta coyuntura, una coyuntura que reafirma las expectativas a corto y medio plazo que se proyectan sobre el futuro de la ciudad-estado.
Además, el contexto creado por la ASEAN y que caracteriza a la región de Asia meridional y oriental en su conjunto, favorece el crecimiento de este pequeño país en un doble sentido: diplomática y económicamente.

sábado, marzo 01, 2008

Irán y los acuerdos comerciales como arma defensiva

El día 3 del pasado diciembre La NIE, la coordinación de las 16 agencias de Inteligencia de EE.UU., entregó al Congreso americano su informe sobre el dossier relativo a la amenaza nuclear iraní. En la síntesis hecha pública, la coordinación de las agencias afirmó “estar muy segura” de que Teherán había suspendido el desarrollo de mecanismos atómicos ya a finales de 2003 y “moderadamente segura” de que no lo había retomado hasta al menos mediados de 2007.
A pesar del éxito positivo de estas conclusiones, el régimen de los ayatolás sabe bien que todavía se encuentra dentro de los principales planes de EE.UU. para un cambio de régimen. Hoy en Teherán, más que la amenaza nuclear o la disuasión militar, los acuerdos comerciales se han identificado como el arma decisiva para protegerse de la amenaza que Washington representa.

Irán y los acuerdos comerciales como arma defensiva

El día 3 del pasado diciembre La NIE, la coordinación de las 16 agencias de Inteligencia de EE.UU., entregó al Congreso americano su informe sobre el dossier relativo a la amenaza nuclear iraní. En la síntesis hecha pública, la coordinación de las agencias afirmó “estar muy segura” de que Teherán había suspendido el desarrollo de mecanismos atómicos ya a finales de 2003 y “moderadamente segura” de que no lo había retomado hasta al menos mediados de 2007.
A pesar del éxito positivo de estas conclusiones, el régimen de los ayatolás sabe bien que todavía se encuentra dentro de los principales planes de EE.UU. para un cambio de régimen. Hoy en Teherán, más que la amenaza nuclear o la disuasión militar, los acuerdos comerciales se han identificado como el arma decisiva para protegerse de la amenaza que Washington representa.

sábado, febrero 16, 2008

Business Intelligence

Business Intelligence es una técnica que apunta a generar soluciones de información para la toma de decisiones. En los años 90 el problema era sistematizar los procedimientos internos hasta llegar a un registro contable confiable, con información de los pedidos del cliente, si se facturaba en tiempo, si se cobraba en tiempo, y si el registro era fidedigno... es decir, cubrir las necesidades de las operaciones básicas de la empresa: comprar, vender, pagar, cobrar….(obviamente, también producir, distribuir y registrar). Así las cosas, comenzaron masivos procesos de implantación de ERP´s (Sistemas de Planificación de Recursos Empresariales), con la intención de dominar el mundo de las transacciones en un ambiente único y consistente.

Dominar el mundo de las transacciones, permite llevar adelante la gestión de información que integra y automatiza muchas de las prácticas de negocio asociadas con los aspectos operativos o productivos de unaempresa. Responde preguntas del tipo de: ¿qué puedo vender? ¿hay stock? ¿cuánto se necesita producir? ¿el cliente tiene límite de crédito? ¿cobramos?, etc.

Todas estas preguntas y respuestas tienen que ver con el desarrollo del trabajo cotidiano, del día a día. Es información con un nivel de detalle máximo, es decir totalmente desagregada, con “alta granularidad”.
Otra de sus características es que su validez es temporal. En el entorno del ERP el dato es perecedero: si controlo las cobranzas de clientes, en cuanto éste realizó el pago el dato pierde vigencia; pasamos a otro tema; cubrió la necesidad operativa de dicho departamento.

Esta información es de suma utilidad en el nivel operacional, digamos, vital para el desarrollo habitual de las acciones de la empresa. Pero cuando pasamos al nivel decisorio de la organización, el grado de detalle ya no es tan importante. Pasa a tener importancia el dato histórico (que no es perecedero). La información se encuentra y se necesita sumarizada. En este contexto deja de ser relevante si el cliente “A” pagó en término o si compró el producto Z en lugar del Y. En cambio, pasa a tomar importancia el nivel de ventas de un periodo, de una línea de productos, su comparación con igual periodo de año anterior y/o respecto del plan de negocio del ejercicio. Con los múltiples datos que se obtienen del mundo transaccional, se genera información con historia, consistente, oportuna y comparable. A partir de allí, se habilita la posibilidad de estudiar tendencias y generar proyecciones.

El primer ambiente es transaccional (ERP), de detalle, instantáneo, “on line”; el segundo es aquel donde se almacena información para análisis y toma de decisiones, pasa a ser relevante el dato histórico, se diluye el concepto de instantaneidad. Este almacenamiento de datos es lo que se denomina “DataWarehouse”(DW).


Qué es el DataWarehouse, y para que sirve:


Un buen DW debería contener toda la información que genera el mundo transaccional de la empresa, pero no en forma exclusiva. Este conocimiento se puede enriquecer con información proveniente del mundo exterior de la empresa, como por ejemplo, datos de mercado (ej.: Nielsen, CCR, etc) e informacióncapturada por Internet (ej.:
Cotización de commodities). También se pueden agregar datos provenientes de sistemas paralelos internos (legacy systems) o externos de la compañía. Esta información enriquecida permite realizar la comparación de situaciones que tienen origen en el mundo de la empresa, pero vinculadas con el contexto en el que la empresa se desenvuelve. De esta manera brindan a quien debe tomar las decisiones una poderosa herramienta que le facilite la toma de las mismas, o bien reduce el riesgo en función de la minimización del marco de incertidumbre.

Como principio, el DataWarehouse debe de ser único. Un único repositorio de datos obliga a que toda la empresa abreve en la misma fuente, fundamentalmente porque lo que ingresó en él, respeta las convenciones a las que la dirección definió como “política”. Para citar un ejemplo, supongamos que la mercadería fue solicitada, facturada y cargada sobre camión, pero éste aún no ha abandonado la playa de la planta. Se pueden encontrar intereses contrapuestos del área Comercial (la venta esta hecha) y la del Controller (hasta que no se acepta la entrega por el cliente la venta está abierta).
Idéntica situación se podría generar entre en un pedido confirmado y una operación efectivamente cobrada.
Teniendo un único repositorio de datos, cuando se referencia a la Venta de un periodo, el concepto”venta” es unívoco y es comprendido por el universo de la empresa y con el mismo alcance. Por eso, el DataWarehouse es un almacén de información más que de datos. Es un diccionario que contiene las “definiciones” de la compañía.

A medida que se sube en la pirámide organizacional, cada vez es menor la cantidad de usuarios y se incrementa el nivel de sumarización de la información. Comienza a perder relevancia el detalle. Todo decisor, al momento de elaborar una acción, tiene presentes - consciente o inconscientemente- indicadores que le ayudan a optar.
Estos indicadores pueden tener origen en múltiples y diversos
universos: desde un simple listado de la venta diaria hasta una noticia del periódico web de los Estados Unidos. Pero cuando se intenta trabajar con metodología, también los indicadores deben pasar por dicho proceso. La Inteligencia de Negocios (BI) se orienta metodológicamente a hallar, dentro del negocio y conjuntamente con el empresario, cuales son los indicadores del mismo. Y fundamentalmente analiza cuales son los indicadores considerados claves, los “drivers”
del negocio.

Definidos los indicadores clave (Key Performance Indicators, KPI’s), se los resuelve aplicando las “definiciones” que se encuentran el DW.
De esta manera se vuelven comparables, permiten detectar desvíos y aunque parezca una obviedad, si están disponibles en forma oportuna, pueden disparar acciones correctivas. Y ahí comienza nuevamente el ciclo donde la captura de los ambientes transaccionales y su control posterior en el DW, permitirá medir cuan efectiva fue la medida adoptada y si se debe corregir nuevamente o no. Este ciclo se repite en forma permanente durante la vida de la empresa.

¿Qué es el DataMining?

Avanzando un poco más en el conocimiento de la información de que disponemos en la compañía, alrededor de los años 90 y ya teniendo disponible el DataWarehouse aparece otra rama del BI: la “minería de datos” o DataMining (DM).
El DataMining va a entregar respuestas a preguntas que no se hicieron. En otras palabras, con los datos correctamente almacenados, depurados, consistentes y con historia, aplicando metodologías basadas principalmente en la estadística, se pueden encontrar patrones de comportamiento “escarbando” en esos datos.


El área de marketing, la banca y los servicios públicos aplican y fueron pioneros en el DM.
El DW registra transacciones con el cliente: que compró, qué reclamó, qué pidió, cuando lo recibió, esta es una visión histórica, que registra lo que pasó. Pero el DM se focaliza hacia el futuro.
Conocidos los patrones de comportamiento, con niveles de error que se definan aceptables, se puede pronosticar la demanda de un producto, el segmento de consumo de otro, la clientela de riesgo, etc...
Situaciones que se producirán en un contexto dado y con cierto grado de certeza.
Las tarjetas de fidelización, las tarjetas de debito y crédito y hasta los teléfonos móviles, ofrecen información rica que les permite a las empresas pasar a tener un rol proactivo en el desenvolvimiento de su rol: ir en busca del cliente.

Pero este conocimiento de la información no tiene solamente aplicación comercial.
Para citar un ejemplo bien distante de lo económico, la reciente detención en el aeropuerto de Buenos Aires de un ciudadano holandés que transportaba una gran cantidad de droga, es el resultado del análisis inteligente de información: los investigadores interpretan información estadística por la cual determinan que cuando un turista proviene de un determinado país, reúne características determinadas de edad, sexo, estado civil, etc., y estas coinciden con el “patrón”
de riesgo, se deben activar todos los semáforos del área de control disparando una acción preventiva, por lo cual se toma la decisión de revisar el equipaje.


El DM es un también, un proceso metodológico que se aleja absolutamente de la mera intuición. La simulación dinámica:


Por ultimo, también dentro de lo que se considera BI, encontramos la Simulación Dinámica: en función de datos históricos (DW) y conocimiento de patrones de conducta (DM), finalmente se pueden definir escenarios, basados en supuestos que permiten hacer una proyección considerando fundamentalmente el transcurso del tiempo.
A través de métodos de Simulación Dinámica, se puede proyectar algo que sucederá en plazos de - por ejemplo - 10 años, incluso en escenarios de alta complejidad. Estos escenarios permiten distintas“corridas” atendiendo a la evolución o comportamiento de los factores que condicionan el contexto y por ende los resultados obtenidos por la empresa.


No podemos pensar que la suma de psicología y estadística nos va a garantizar los resultados; esto sería más pensamiento mágico que científico.
Lo que nos permite el BI con todas sus ramas es básicamente ofrecer un entorno para la toma de decisiones, donde el decisor se encuentre en óptimas condiciones para hacerlo.
En este caso el término óptimo, se utiliza como un sinónimo de la reducción al máximo posible del margen de incertidumbre: es decir, minimizar el riesgo.