Sus primeros libros, publicados en las décadas de 1970 y 1980, fueron una conmoción en un mundo estereotipado en derechas e izquierdas. El politólogo israelí Zeev Sternhell, nacido en Polonia y doctorado en La Sorbonne francesa, aportó una visión revulsiva en Maurice Barrès y el Nacionalismo Francés (1972), La Derecha Revolucionaria 1885-1914. Los orígenes franceses del Fascismo (1978) y Ni Derecha, Ni Izquierda. La Ideología Fascista en Francia (1983), que arrojaron luz sobre fenómenos mucho más vastos que los que reflejan sus títulos, de interés para América Latina pese a que sólo el último de ellos está traducido al español. Sternhell visitó la Argentina hace unos días para participar en el seminario sobre Las revoluciones árabes y la nueva geopolítica mundial, organizado en Buenos Aires por la revista Le Monde Diplomatique. Alerta a cualquier noticia de su país, donde el movimiento de los indignados es uno de los más fuertes del mundo, y preocupado por cómo se vinculará con el crucial conflicto palestino-israelí, Sternhell se prestó al diálogo sobre estas cuestiones y acerca de las de su último libro La tradición anti-iluminista, del siglo XVIII a la Guerra fría, publicado en 2006 en francés y traducido el año pasado al inglés. El término Anti-Iluminista fue acuñado por Nietzsche y no se refiere a una contrarrevolución sino a una revolución diferente, no a una contramodernidad sino a una modernidad diferente, dice. Basada en todo lo que diferencia y divide a los hombres (historia, cultura, idioma y etnicidad), esta segunda modernidad “le negó a la razón la capacidad o el derecho de moldear las vidas de las personas y vio los valores humanos como valores sociales y, como tales, relativos”. Sternhell desarrolla la coexistencia conflictiva de estas dos modernidades como una de las grandes variables de dos siglos y medio: “Si la modernidad ilustrada fue la del liberalismo que condujo a la democracia, la otra modernidad asumió la forma de un movimiento político e intelectual que era revolucionario, nacionalista y comunitario”, dice, que “ha contribuido a las distintas variedades del totalitarismo o, en otras palabras, a las catástrofes europeas del siglo XX”.
¿Nacionalismo liberal?
La obra estudia a autores como Burke y Herder hasta el liberalismo de la Guerra Fría de Isaiah Berlin, desde Carlyle hasta Taine, Renan, Spengler y Meinecke, con Vico, De Maistre, Maurras, Sorel y Croce de fondo, por su influencia en la vida intelectual de su tiempo y en la posteridad. “Su presencia se siente hasta nuestros días y el debate sobre sus obras sigue vivo”. El libro de Sternhell es el primero que investiga la base intelectual común que unió a los pensadores del Anti-iluminismo y su reconstrucción por encima de todas las contradicciones.
–¿Cómo se manifiestan esas tendencias en la Europa de hoy?
–Por un lado, en los diversos movimientos nacionalistas radicales difundidos por toda Europa y por otro en las tendencias post-modernas y antirracionalistas. La tapa de la primera edición francesa fue ilustrada con “Los Caprichos” de Goya y la leyenda “el sueño de la razón produce monstruos”. En la Enciclopedia francesa, editada por Diderot y D’Alembert, una nación se define como “un pueblo que vive en cierto territorio delimitado por ciertas fronteras y que obedece al mismo gobierno”, sin mención alguna a su historia, cultura, idioma o etnicidad. “Así nació el ciudadano. Obviamente, esta concepción política y judicial de la nación no era un análisis de la realidad histórica y sociológica, sino que representa el intento de los pensadores del Iluminismo de superar las resistencias de la historia y afirmar una vez más la validez del sapere aude de Kant”. Ese “atrévete a pensar” es el llamado más famoso a la autonomía del individuo. “Sobre esta base, la revolución francesa liberaría a los esclavos negros y a los judíos y crearía el concepto de ciudadanos libres con igualdad de derechos”. Pero esta visión de la colectividad no sobrevivió los primeros años de la Revolución Francesa, arrollada por la revuelta contra el Iluminismo y reforzada por la Guerra Europea. En la era napoleónica y post-napoleónica, en la era de las revoluciones de 1848 y más tarde la confrontación francoprusiana, “esa definición ultra-racionalista y ultra-individualista de la nación dejó de corresponder a las necesidades emocionales e intelectuales de los europeos. Más aún, en la primera mitad del siglo XIX, el período del comienzo del despertar nacionalista, de Tocqueville fue la última gran figura del Iluminismo Francés y el único gran pensador del nacionalismo liberal. Como realidad histórica, no obstante, el nacionalismo liberal nunca se materializó”. Sternhell disiente con la idea de que la revolución francesa destruyó la unidad de Europa y dio surgimiento a las nacionalidades. “Como ideología, el nacionalismo no emergió de la revolución francesa sino todo lo contrario, de la reacción contra el siglo XVIII franco-kantiano. La Revolución en sí fue posible sólo porque la nación ya era una realidad sociológica y cultural y la transferencia de soberanía podía tener lugar en forma natural”. Diderot y D’Alembert querían dar a esta realidad un carácter político y judicial, no étnico, ni histórico ni cultural. “Querían que la nación se concibiera como un colectivo de individuos libres, que gozan de derechos naturales, lo cual necesariamente significa derechos universales e iguales. No querían que la historia y la cultura hicieran al hombre prisionero de ningún tipo de determinismo”. Ya Voltaire había afirmado que la lengua no era más que un instrumento y que una nación no podía definirse por su lengua, mientras que para Herder, a quien Sternhell considera el padre intelectual del nacionalismo cultural y en definitiva político, “la lengua era la expresión del genio nacional”.
Antisemitismo e islamofobia
–Desde el siglo XVIII esa tradición se expresó sobre todo en el anticomunismo y el antisemitismo. ¿Qué diferencias ve con la islamofobia actual, expresada en forma extrema por el caso del francotirador noruego?
–El antisemitismo y el anticomunismo han sido tan sólo aspectos de un problema mucho más amplio: la idea de la primacía de la colectividad. El marxismo y el liberalismo tienen en común el concepto de la primacía de lo individual, la sociedad como instrumento en manos del individuo. En vez de ese eje utilitario común, el nacionalismo constituye una alternativa total. En este sentido, la fobia al Islam constituye una forma de defensa tradicional o, si se lo prefiere, un odio hacia las personas que no pertenecen a la comunidad histórica, cultural y étnica. El francotirador noruego no es más que la punta del iceberg: millones de personas en Europa están convencidas de que los musulmanes constituyen un peligro genuino para sus sociedades y culturas.
–En varios libros anteriores, usted estudió el nacimiento de la ideología fascista y sus raíces en el antiliberalismo católico. ¿No hay fenómenos equivalentes de origen islámico o judío?
–Ninguna sociedad, ninguna cultura y ninguna religión son inmunes a alguna variedad de fascismo. Cada religión es fundamentalmente antiliberal porque es por definición una negación de la soberanía de la razón. El liberalismo, como el marxismo (en el sentido intelectual y moral, no económico), es un sistema racional de pensamiento. Pero el Islam, como el judaísmo o el catolicismo, no lo son. Cada sistema metafísico debe ser cuidadosamente vigilado y, si fuera necesario, neutralizado. Históricamente, la Iglesia Católica en Europa apoyó diversos regímenes antidemocráticos. Lo mismo va para la tradición judía: la democracia, los valores universales, son básicamente seculares.
–¿Cuál es la magnitud y el impacto en la sociedad del movimiento de los indignados israelíes?
–Su impacto moral ha sido muy fuerte. Ideas sobre la ine-quidad social que vienen siendo promovidas desde hace decenios por unos pocos intelectuales de pronto han pasado a formar parte del saber común. Por primera vez, hemos oído en las calles el lema “la gente quiere justicia social”. La idea de que lo que realmente se necesita es un cambio básico en el sistema económico porque la economía de mercado destruye la trama social fue planteada por cientos de miles de personas que no se consideran a sí mismas socialistas ni quieren oír hablar del tema.
–¿Cómo intersecta el movimiento de los indignados con la problemática del conflicto israelo-palestino?
–Aquí surge otro interrogante: ¿puede un movimiento social mantenerse apolítico? Eso es lo que los organizadores desean, pero ¿por cuánto tiempo? En mi opinión, un movimiento de masas que no tiene objetivos políticos no puede sobrevivir y en Israel la política significa una solución al problema palestino y el final de la ocupación. Pero estas son las preguntas más políticamente divisivas de Israel: en el largo plazo, evitar la política para preservar la unidad del movimiento social no va a ser posible. Los líderes del movimiento consideran que esto es una trampa, todavía tienen que dar pruebas de su capacidad para evitarla.
La ocupación como enfermedad
Sean cuales fueren las dolencias internas de la sociedad israelí, y son tantas que no es posible contarlas, la mayoría puede tratarse e incluso curarse, pero la ocupación y el colonialismo son enfermedades terminales. Por lo tanto, quien se niegue a comprender que el socialismo de los amos y en nombre de los amos no es menos cruel y despreciable que el neoliberalismo de los ricos en nombre de los ricos, no merece la búsqueda del liderazgo de un partido que tiene pretensiones de trazar el futuro, dice. Sternhell considera posible lograr resultados rápidos en la esfera social, adoptando medidas que son relativamente sencillas: eliminar los beneficios fiscales para las empresas, aumentar las alícuotas impositivas a los que ganan más, transferir dinero de los asentamientos a los presupuestos de bienestar social. Si se permite imponer pesados aranceles a autos pequeños, también es posible cobrar un impuesto al lujo en un penthouse en las costas de Tel Aviv, o un gran yate en altamar. También considera posible renovar la construcción de las viviendas públicas en forma de departamentos pequeños y económicos. Pero la ocupación “es una amenaza existencial: si la sociedad israelí no encuentra una forma de abordar los asentamientos, sobrevendrá el fin del estado judío”. El escritor vive en Jerusalén con su esposa Ziva, crítica de arte. Se han instalado a pocos pasos de la casa de su hija y, sobre todo, de sus tres nietos. Es ostensible que en ellos piensa Sternhell con preocupación cuando dice que el sionismo “en el sentido más simple e inicial del término ha dejado su lugar vacante para el nacionalismo radical y despiadado que es parcialmente racista, y ha absorbido tendencias antidemocráticas profesas de una naturaleza que ya condujo a enormes desastres en Europa en el siglo pasado”. Aquel sionismo que hoy añora procuraba “salvar a una nación entera de la destrucción y expresó el derecho natural de esa nación al autogobierno”, objetivos que se lograron con la creación de Israel. Se suponía que esa hora especial de benevolencia en la que el sionismo absorbería los principios liberales de los derechos humanos y la igualdad cívica, pondría fin al período de conquista de la tierra. Esa posibilidad fue destruida por lo que Sternhell llama “el desastre terrible de 1967”, o dicho en términos convencionales la Guerra de los Seis Días, porque convirtió a los israelíes en “señores sobre otra nación cuyos derechos se negaron”. Aún así, a sus 76 años, cree que “nuestra incapacidad para lidiar con la injusticia no justifica nuestra anuencia hacia ella”. Como la vida política y social no son unidimensionales, no hay sociedad sin política, economía sin decisiones políticas ni vida que valga la pena sin moral, “la demanda correcta de una revolución en la forma de pensar que conduzca a una política social diferente no está aislada de la cuestión más amplia de la libertad y la democracia, los derechos humanos y el futuro de los territorios; no es posible separar la libertad de la justicia y la igualdad”. En todo el mundo, y ahora también en Israel, la izquierda considera que la igualdad es un valor universal, una expresión del derecho de un ser humano no sólo a la libertad de dormir bajo un puente sino también a la libertad de vivir una vida decente. A diferencia de todo tipo de conservadores “no considera la igualdad como un elemento que restringe la libertad sino como un aspecto diferente del derecho de un ser humano de controlar su vida. Esto nos lleva de vuelta a la ocupación. La justicia no es meramente el derecho a una vivienda decente para los judíos, también es el derecho a la libertad de una nación ocupada. Se perdería una gran oportunidad de cambiar la faz de la cultura política de Israel y trazar la faz del futuro si los abanderados de la protesta decidieran desconocer esta verdad”.
miércoles, noviembre 02, 2011
martes, octubre 25, 2011
Lenguaje y simulación en la construcción de la oferta electoral
Por Rubén Weinsteiner
Para Newsweek
La Web 2.0 construye el nuevo campo de la mirada en la construcción del poder político. La lucha por ordenar las percepciones sobre lo que pasa, de estructurar el relato y organizar el debate, se da cada vez con más fuerza en la Web 2.0.
La masividad y velocidad de circulación de la información, plantea al ciudadano 2.0 la necesidad de ordenar, priorizar y discriminar fuentes e información y a la vez defenderse de la simulación.
El posicionamiento en la Web 2.0 del político en forma personal, de un espacio o de sus seguidores y militantes, se convierte en un elemento significante cada vez más importante. Si el continente no incluye, si el espacio no seduce, no se posiciona en buscadores, no penetra en las redes sociales, y los contenidos, la información y las intenciones pierden poder en todo sentido.
El formato simétrico, híper masivo y viral de la Web 2.0, impone reglas de juego disruptivas, nuevas y muy determinadas, a partir de las cuales la propuesta vincular del político o del espacio puede mutar, innovar y alimentarse de la demanda del mercado con mucha más flexibilidad y velocidad que con los medios pre Web 2.0.
En este sentido, hay dos aspectos fundamentales y básicos en la construcción y gestión de la imagen 2.0 del político o de un espacio político. Por un lado está el aprendizaje del lenguaje, el adoptar las reglas de cómo se comunica en la Web 2.0, como se habla, como se interactúa y como se interviene, en definitiva, la pragmática. Este aprendizaje se da como cualquier otro, como aprender un idioma, las señales de tránsito o la forma de actuar de un legislador nuevo en el congreso.
Por otra parte está el posicionamiento y la construcción deliberada de la imagen.
Cuando hablo de posicionamiento me refiero a :
a) Determinar quién soy y la imagen que quiero dar e instalar
b) Construir el mensaje
c) Emitirlo
Entre ambos aspectos, el aprendizaje del lenguaje y el posicionamiento, hay una zona gris donde es difícil determinar dónde empieza el “respeto” por ciertas reglas del lenguaje y donde empieza la producción de artificios para ganar adhesiones.
El lenguaje representa al objeto como un mapa al territorio, pero el mapa no es el territorio ni la imagen construida por el lenguaje es el objeto. El lenguaje tiene su lógica interna en la producción del sentido, y es una realidad distinta del objeto del cual se presenta como análogo. Todo lenguaje es una simulación, simular es imitar representar, reproducir pero también es fingir, engañar, mentir.
Esta diferencia entre la propuesta ideológica y la impostación puede no ser percibida en el corto plazo. La campaña de De Narváez en 2009 y su fuerte apuesta a la Web 2.0 -no desde la militancia, sino de un equipo contratado- y su resultado, constituyen un caso de laboratorio para este análisis.
El discurso de esta campaña, se apoyó en lugares comunes y propuestas no propuestas, abiertas e inclusivas, por su indefinición. Estableciendo como principal propuesta en términos de discurso de poder, ser el eje polarizador en contra de Néstor Kirchner. Concretamente el quiebre amor-odio en torno a la figura de Kirchner, planteaba un escenario 70/30, en el cual si el 70 se dispersaba el 30 ganaba. Por eso la propuesta no tuvo que ver ni con lo ideológico, ni con los que, ni con los cómo, nadie sabía ni supo cual era la propuesta en términos de medidas concretas a proponer en el parlamento por parte de Francisco De Narváez, ya que no se presentaba para un cargo al que esperaba llegar por primera vez, el ya era diputado y jamás había presentado un propuesta en el recinto y nunca había tomado la palabra. Luego de ser reelecto y haber asumido, nada cambió.
Todo el planteo del mentor de FDN, Durán Barba, fue; “si votamos todos al mismo, Kirchner pierde”. Y funcionó, De Narváez obtuvo 2 puntos más que Kirchner.
En ese colectivo había de todo, gente que lo odiaba a Kirchner, los votantes de Patti que al bajarse este se quedaron sin candidato, los peronistas no K, los radicales que consideraban mas importante que Kirchner pierda que votar a su partido, etc. Difícilmente encontremos personas que se enamoraron de la propuesta de De Narváez, porque resulta difícil enamorarse de una propuesta de acción táctica, “voten a b para que no gane a”, la gente se enamora de las personas, de las ideas o de las propuestas de acción estratégicas. Y la simulación de corto plazo tanto en la Web 2.0 como en el mundo real sirve para proponer acciones tácticas, no ideas ni planes estratégicos.
Votar a la Alianza para que el peronismo no gane, fue una idea-acción táctica, de cortísimo plazo, porque solo sirvió para ganar pero no para gestionar, por eso cuando alguien gana con ese tipo de propuestas y llega al gobierno no sabe qué hacer, se pone nervioso y choca el país como De la Rúa.
¿Qué piensa la gente acerca de De Narváez hoy, como propuesta de acción, más allá de haber sido un instrumento eficaz para enfrentar a los Kirchner?
La respuesta a esta pregunta toma sentido, con una direccionalidad y claridad que se profundiza de manera directamente proporcional al paso del tiempo.
La política sin militantes, sin cuadros, sin ideología, de propuestas ligadas estrictamente a “que las cosas funcionen” y a “la concordia y el diálogo”, en realidad rechazan la política como instrumento, como lo hacía el fascismo, por eso en el poder se encuentran sin instrumentos para gestionar, creando mas problemas de los que solucionan.
La simulación virtual o real sirve para ganar una elección, pero UNA sola.
Rubén Weinsteiner
Para Newsweek
La Web 2.0 construye el nuevo campo de la mirada en la construcción del poder político. La lucha por ordenar las percepciones sobre lo que pasa, de estructurar el relato y organizar el debate, se da cada vez con más fuerza en la Web 2.0.
La masividad y velocidad de circulación de la información, plantea al ciudadano 2.0 la necesidad de ordenar, priorizar y discriminar fuentes e información y a la vez defenderse de la simulación.
El posicionamiento en la Web 2.0 del político en forma personal, de un espacio o de sus seguidores y militantes, se convierte en un elemento significante cada vez más importante. Si el continente no incluye, si el espacio no seduce, no se posiciona en buscadores, no penetra en las redes sociales, y los contenidos, la información y las intenciones pierden poder en todo sentido.
El formato simétrico, híper masivo y viral de la Web 2.0, impone reglas de juego disruptivas, nuevas y muy determinadas, a partir de las cuales la propuesta vincular del político o del espacio puede mutar, innovar y alimentarse de la demanda del mercado con mucha más flexibilidad y velocidad que con los medios pre Web 2.0.
En este sentido, hay dos aspectos fundamentales y básicos en la construcción y gestión de la imagen 2.0 del político o de un espacio político. Por un lado está el aprendizaje del lenguaje, el adoptar las reglas de cómo se comunica en la Web 2.0, como se habla, como se interactúa y como se interviene, en definitiva, la pragmática. Este aprendizaje se da como cualquier otro, como aprender un idioma, las señales de tránsito o la forma de actuar de un legislador nuevo en el congreso.
Por otra parte está el posicionamiento y la construcción deliberada de la imagen.
Cuando hablo de posicionamiento me refiero a :
a) Determinar quién soy y la imagen que quiero dar e instalar
b) Construir el mensaje
c) Emitirlo
Entre ambos aspectos, el aprendizaje del lenguaje y el posicionamiento, hay una zona gris donde es difícil determinar dónde empieza el “respeto” por ciertas reglas del lenguaje y donde empieza la producción de artificios para ganar adhesiones.
El lenguaje representa al objeto como un mapa al territorio, pero el mapa no es el territorio ni la imagen construida por el lenguaje es el objeto. El lenguaje tiene su lógica interna en la producción del sentido, y es una realidad distinta del objeto del cual se presenta como análogo. Todo lenguaje es una simulación, simular es imitar representar, reproducir pero también es fingir, engañar, mentir.
Esta diferencia entre la propuesta ideológica y la impostación puede no ser percibida en el corto plazo. La campaña de De Narváez en 2009 y su fuerte apuesta a la Web 2.0 -no desde la militancia, sino de un equipo contratado- y su resultado, constituyen un caso de laboratorio para este análisis.
El discurso de esta campaña, se apoyó en lugares comunes y propuestas no propuestas, abiertas e inclusivas, por su indefinición. Estableciendo como principal propuesta en términos de discurso de poder, ser el eje polarizador en contra de Néstor Kirchner. Concretamente el quiebre amor-odio en torno a la figura de Kirchner, planteaba un escenario 70/30, en el cual si el 70 se dispersaba el 30 ganaba. Por eso la propuesta no tuvo que ver ni con lo ideológico, ni con los que, ni con los cómo, nadie sabía ni supo cual era la propuesta en términos de medidas concretas a proponer en el parlamento por parte de Francisco De Narváez, ya que no se presentaba para un cargo al que esperaba llegar por primera vez, el ya era diputado y jamás había presentado un propuesta en el recinto y nunca había tomado la palabra. Luego de ser reelecto y haber asumido, nada cambió.
Todo el planteo del mentor de FDN, Durán Barba, fue; “si votamos todos al mismo, Kirchner pierde”. Y funcionó, De Narváez obtuvo 2 puntos más que Kirchner.
En ese colectivo había de todo, gente que lo odiaba a Kirchner, los votantes de Patti que al bajarse este se quedaron sin candidato, los peronistas no K, los radicales que consideraban mas importante que Kirchner pierda que votar a su partido, etc. Difícilmente encontremos personas que se enamoraron de la propuesta de De Narváez, porque resulta difícil enamorarse de una propuesta de acción táctica, “voten a b para que no gane a”, la gente se enamora de las personas, de las ideas o de las propuestas de acción estratégicas. Y la simulación de corto plazo tanto en la Web 2.0 como en el mundo real sirve para proponer acciones tácticas, no ideas ni planes estratégicos.
Votar a la Alianza para que el peronismo no gane, fue una idea-acción táctica, de cortísimo plazo, porque solo sirvió para ganar pero no para gestionar, por eso cuando alguien gana con ese tipo de propuestas y llega al gobierno no sabe qué hacer, se pone nervioso y choca el país como De la Rúa.
¿Qué piensa la gente acerca de De Narváez hoy, como propuesta de acción, más allá de haber sido un instrumento eficaz para enfrentar a los Kirchner?
La respuesta a esta pregunta toma sentido, con una direccionalidad y claridad que se profundiza de manera directamente proporcional al paso del tiempo.
La política sin militantes, sin cuadros, sin ideología, de propuestas ligadas estrictamente a “que las cosas funcionen” y a “la concordia y el diálogo”, en realidad rechazan la política como instrumento, como lo hacía el fascismo, por eso en el poder se encuentran sin instrumentos para gestionar, creando mas problemas de los que solucionan.
La simulación virtual o real sirve para ganar una elección, pero UNA sola.
Rubén Weinsteiner
lunes, octubre 24, 2011
Comunicar y hacer
Por Rubén Weinsteiner para Bloomberg
¿Cuál es el lugar de la comunicación en referencia al hacer, en un gobierno, en un espacio político en la oposición, en un organismo o en una empresa privada?
Una gestión tanto en el estado como en el sector privado, tiene que hacer dos cosas: actuar y comunicar, en realidad como intentaré explicar, comunicar y actuar. En el caso específico del sector público, un gobierno siempre debe trabajar como un motor de dos tiempos, como un médico que administra un tratamiento, y a la vez le construye al paciente el relato que mejor se adapte a las necesidades operativas, con el fin de maximizar el efecto de ese tratamiento. Hacer y a la vez tener contenta a la gente para que nos deje hacer.
No hay realidades, hay percepciones, la percepción de la gente siempre es real, aunque haya diferencias objetivas y duras entre realidad real y realidad comunicada, porque la comunicación construye la realidad al mismo tiempo que la difunde.
La imagen positiva, la intención de voto no se retienen por las cualidades intrínsecas de un candidato o por las medidas de un gobierno, sino por la imagen que estas cualidades y medidas devuelven a la gente. La conceptualización de las percepciones es un proceso comunicacional complejo, por eso aparecen los ruidos, que provocan que la imagen que queremos emitir, difiera de la que recibe el receptor.
Una gestión tanto en el sector público como en el privado, tiene que tener necesariamente un proyecto, una imagen y un relato.
Lo que se plantea como plan de acción, como se refleja, y como lo cuenta.
Muchas veces se dice que hay gobiernos que tienen un buen proyecto, pero no tienen una buena imagen o no tienen un buen relato. Otros que tienen buena imagen, pero no tienen proyecto. Mi opinión es que no se pueden disociar proyecto, imagen y relato.
Actuar sin comunicar o comunicando en forma ineficaz, es tan disfuncional como comunicar y no actuar.
El primer problema estructural es que los gobiernos y las organizaciones, ven a la comunicación como algo accesorio y secundario a la acción, algo que hace una secretaría o una gerencia y en realidad la comunicación es tan importante o mas que la acción. Por eso la comunicación siempre debe tener involucrado en forma directa al gestionador.
Porque la comunicación es estrategia, no táctica como muchos creen, viendo a la comunicación en su función instrumental sólo en tanto herramienta. La comunicación tiene que construirse a partir de la visión global del campo de batalla y no de un sector o una acción específica.
La comunicación puede simular realidades, puede virtualizar escenarios y puede construir valores simbólicos, por eso la comunicación crea la realidad, la define, la explica, la hace sostenible, y si conseguimos apoyo, y de la forma que lo necesitamos, podremos profundizar las acciones dentro de esa realidad optimizando recursos.
Las acciones y las medidas, no pueden autorelatarse ni autodifundirse masivamente; y no pueden construir valor en el imaginario de la gente a través de capital simbólico.
La información define estratégicamente a la acción, porque la direcciona proyectando intencionalidad. La define tácticamente porque le da significación y valores y sus efectos disparan significados. Y la define vectorialmente, porque la direcciona en términos de difusión y destino, llevándola a donde queremos que llegue.
Este direccionamiento de la comunicación es cualitativo porque determina el que, y cuantitativo porque dice a quienes y a cuantos llegar. En la Web 2.0 el quienes y el a cuantos, alcanza mediante mecanismos virales, y de satelización, saltos que antes resultaban imposibles en términos de volumen y horizontalidad.
En la medida que asociemos comunicación al plano estratégico mas que al escalafón táctico, vamos a poder comunicar antes de hacer, pasando del hacer- comunicar al comunicar-hacer, saliendo de la rutina del bombero de correr para apagar incendios, aplicando esa energía a construir escenarios receptivos para nuestras acciones, direccionar comunicación y acción en forma congruente, y establecer mediante espacios cada vez mas horizontales como la Web 2.0, una comunicación, un diálogo cada vez mas permanente.
Rubén Weinsteiner
¿Cuál es el lugar de la comunicación en referencia al hacer, en un gobierno, en un espacio político en la oposición, en un organismo o en una empresa privada?
Una gestión tanto en el estado como en el sector privado, tiene que hacer dos cosas: actuar y comunicar, en realidad como intentaré explicar, comunicar y actuar. En el caso específico del sector público, un gobierno siempre debe trabajar como un motor de dos tiempos, como un médico que administra un tratamiento, y a la vez le construye al paciente el relato que mejor se adapte a las necesidades operativas, con el fin de maximizar el efecto de ese tratamiento. Hacer y a la vez tener contenta a la gente para que nos deje hacer.
No hay realidades, hay percepciones, la percepción de la gente siempre es real, aunque haya diferencias objetivas y duras entre realidad real y realidad comunicada, porque la comunicación construye la realidad al mismo tiempo que la difunde.
La imagen positiva, la intención de voto no se retienen por las cualidades intrínsecas de un candidato o por las medidas de un gobierno, sino por la imagen que estas cualidades y medidas devuelven a la gente. La conceptualización de las percepciones es un proceso comunicacional complejo, por eso aparecen los ruidos, que provocan que la imagen que queremos emitir, difiera de la que recibe el receptor.
Una gestión tanto en el sector público como en el privado, tiene que tener necesariamente un proyecto, una imagen y un relato.
Lo que se plantea como plan de acción, como se refleja, y como lo cuenta.
Muchas veces se dice que hay gobiernos que tienen un buen proyecto, pero no tienen una buena imagen o no tienen un buen relato. Otros que tienen buena imagen, pero no tienen proyecto. Mi opinión es que no se pueden disociar proyecto, imagen y relato.
Actuar sin comunicar o comunicando en forma ineficaz, es tan disfuncional como comunicar y no actuar.
El primer problema estructural es que los gobiernos y las organizaciones, ven a la comunicación como algo accesorio y secundario a la acción, algo que hace una secretaría o una gerencia y en realidad la comunicación es tan importante o mas que la acción. Por eso la comunicación siempre debe tener involucrado en forma directa al gestionador.
Porque la comunicación es estrategia, no táctica como muchos creen, viendo a la comunicación en su función instrumental sólo en tanto herramienta. La comunicación tiene que construirse a partir de la visión global del campo de batalla y no de un sector o una acción específica.
La comunicación puede simular realidades, puede virtualizar escenarios y puede construir valores simbólicos, por eso la comunicación crea la realidad, la define, la explica, la hace sostenible, y si conseguimos apoyo, y de la forma que lo necesitamos, podremos profundizar las acciones dentro de esa realidad optimizando recursos.
Las acciones y las medidas, no pueden autorelatarse ni autodifundirse masivamente; y no pueden construir valor en el imaginario de la gente a través de capital simbólico.
La información define estratégicamente a la acción, porque la direcciona proyectando intencionalidad. La define tácticamente porque le da significación y valores y sus efectos disparan significados. Y la define vectorialmente, porque la direcciona en términos de difusión y destino, llevándola a donde queremos que llegue.
Este direccionamiento de la comunicación es cualitativo porque determina el que, y cuantitativo porque dice a quienes y a cuantos llegar. En la Web 2.0 el quienes y el a cuantos, alcanza mediante mecanismos virales, y de satelización, saltos que antes resultaban imposibles en términos de volumen y horizontalidad.
En la medida que asociemos comunicación al plano estratégico mas que al escalafón táctico, vamos a poder comunicar antes de hacer, pasando del hacer- comunicar al comunicar-hacer, saliendo de la rutina del bombero de correr para apagar incendios, aplicando esa energía a construir escenarios receptivos para nuestras acciones, direccionar comunicación y acción en forma congruente, y establecer mediante espacios cada vez mas horizontales como la Web 2.0, una comunicación, un diálogo cada vez mas permanente.
Rubén Weinsteiner
domingo, octubre 16, 2011
Relato Twitter
Por Rubén Weinsteiner para Newsweek
En la Web social cada jugada tiene no solo peso táctico sino también dimensión estratégica. Cada avance, cada propuesta de valor, a la vez que produce resultados, moldea nuestro posicionamiento, nuestra identidad, personalidad, discurso, simbología y ritualidad, personalidad, es decir las variables constitutivas en de nuestra marca 2.0.
Twitter es una herramienta maravillosa pero hay que tener cuidado con su uso. Nos expone a un nivel emocional intenso de transacción, donde podemos quedar muy expuestos. En Twitter, reaccionamos, discutimos, nos peleamos, revelamos grandezas y miserias a la vista de millones. Es como si a cualquier CEO o presidente lo siguiera una cámara las 24 horas y lo filmara cuando gesticula o insulta a otro conductor porque no avanza el tránsito, o cuando se pelea con el televisor ante un debate o un partido de fútbol.
Y Twitter por su viralidad, reproductibilidad y hallabilidad tiene más exposición indirecta que directa. Los Tweets aparecen en Google, pueden ser retwitteados, reenviados y son levantados por la prensa.
Los twitts construyen una narrativa que trasciende. Algunos políticos parecieran estar demasiado enfocados en comunicar lo que hacen día a día, y muchas veces de manera tan artificial que resulta obvio para todos que no escriben ellos, lo cual defrauda al receptor. Pierden de vista que en Twitter como en toda la Web social 2.0, lo que hay que comunicar es una idea y no solo informar. Los buenos comunicadores en la Web social construyen una narrativa que describe al receptor la esencia de su proyecto, así como su visión personal, su relato, sus metas y dificultades, permitiendo al emisor experimentar empatía con el .
Esa empatía, apoyada en la emocionalidad permite diseñar y edificar una ingeniería de consensos a favor de los objetivos estratégicos.
Un buen tweet no es lo mismo que un buen twiteador, y lo importante más que un buen tweet es una estrategia de comunicación. La gran revolución 2.0 está representada por el formato dialogal. En la web social los líderes no dan discursos, presentan relatos constituidos en propuestas de valor que dan origen a conversaciones.
Dentro del proceso productivo de la información: fuente, gatekeeper, editor, medio, público, Twitter es sin duda un gatekeeper transparente, ya que espeja las emisiones de los protagonistas sin contaminarlas.
Algunos casos:
Piñera el presidente de Chile es un twittero espasmódico, hay días en los que twittéa gran cantidad de mensajes, y otros, muchos, nada. En octubre de 2010, durante el rescate de los 33 mineros atrapados en Copiapó, publicó poco, y era un período donde la gente necesitaba sus twitts.
Piñera twittéa principalmente dos tipos de mensajes; algunos compromisos de su agenda y objetivos grandes y difusos (“Juntos vamos a derrotar la pobreza extrema y sentaremos las bases para ser un país desarrollado y sin pobreza antes que termine esta década”). Cotidianeidad poco se: “Después de mucho tiempo, comiendo en familia, con los hijos y con los nietos. Se echan mucho de menos estos momentos!”.
Dilma es directa y dura como twittera: “¿De dónde sacaron que huir de la lucha es exiliarse? El exilio significó la diferencia entre la vida y la muerte para los exiliados brasileños”. Y: “Grandes amigos míos, corajudos y valientes, sólo tuvieron una salida en la dictadura, exiliarse. Decir que los critiqué es tener mala fe”.
Correa twittéa desde el balcón y para la tribuna : “Mientras los perros ladran es porque voy avanzando hacia la Revolución Ciudadana ¡¡¡¡¡¡Viva Ecuador!!!!!!! (28 de junio de 2011)
“Hay que seguir luchando para transformar a nuestro pueblos de tanta basura que le mete el imperio en las mentes”. (27 de junio de 2011)
Calderón el presidente mexicano es el más artificial, “ Estamos muy felices de haber inaugurado el segundo tramo de la escuela N 154 ” “Que alegría haber entregado inaugurado la autopista ”.
En la Web social más importante que lo que decimos nosotros es lo que dicen las audiencias de audiencias de nosotros.
Las conversaciones tienen lugar con o sin nosotros, depende de nosotros estar y en que formato. Si no estamos, estaremos igual pero sin la capacidad de influenciar.
Las conversaciones tienen lugar con o sin nosotros, depende de nosotros estar y en que formato. Si no estamos, estaremos igual pero sin la capacidad de influenciar.
Saber escuchar bien es clave. No hay que abusar de la cotidianeidad da artificial, hay que apuntarle a líderes de opinión en Twitter, y el derrame va a llegar más limpio al llano, al twittero de a pie.
lunes, septiembre 26, 2011
Segmentar, segmentar, segmentar
Por Rubén Weinsteiner para ADN
Las elecciones siempre se definen con un 5%, ya sea en la segunda vuelta o para entrar en la misma, como cuando Alan García entro por 1,5% sacando a Lourdes y ganando luego en segunda contra Ollanta Humala. Si la diferencia es mucho mayor, la elección ya está definida antes de realizarse, en ese caso podremos achicar el margen pero el resultado difícilmente cambiará.
La tendencia de los jefes de campaña de ir por todo el espectro electoral es un denominador común, ir “a la carga barracas” por todo el padrón, no solo no funciona sino que en términos de economía de fuerzas representa un desgaste superlativo.
La primera acción siempre deberá ser, definir los objetivos y la estrategia para alcanzarlos. Un objetivo puede no ser siempre ganar una elección, Marco Enriquez Ominami en Chile se había planteado instalarse como actor relevante y alcanzar un 15% primero, que luego el en forma personal y en disidencia con su equipo cambió por un 20%.
La segmentación del mercado electoral, la eficacia en la elección de los segmentos a atacar, y la constancia y consistencia en la acción, resultan fundamentales a la hora de definir e implementar la estrategia.
En una charla con Marcelo Cosín, arquitecto de la victoria de Raúl Alfonsín en 1983, me contaba que el candidato radical le repetía sabia e insistentemente, que la elección se definiría por un 5%, las encuestas lo daban debajo de Luder 52 a 48, y el se planteaba el objetivo de dar vuelta el escenario. Marcelo le propuso segmentar y atacar un grupo muy específico, mujeres que votaban por primera vez, ya que no habían votado en 1973, es decir sub 29, hijas o esposas de peronistas y que habitaran el conurbano. La movida apuntaba a torcer el voto natural por herencia, folklore o inercia de un segmento al que se atacó con dos comerciales: uno que planteaba que se terminaría el servicio militar, y que lo único obligatorio sería el secundario y el otro tocando la cuerda de la igualdad de oportunidades para todos los chicos.
La jugada consistía en rebelar a un segmento acotado y relativamente pequeño. Cuando se trata de este tipo de abordajes quirúrgicos, hay que apuntar a objetivos muy puntuales y definidos para tener precisión y poder concentrar sobre un punto todo el poder de fuego.
La historia es conocida Alfonsín obtuvo la presidencia, Armendáriz ganó en la provincia, y el análisis de la elección señala que las mujeres de ese segmento votaron masivamente a la UCR.
Es importante concentrase en los segmentos elegidos, atacar en forma puntual, concentrada y masiva con gran intensidad de fuego y no distraerse con objetivos de oportunidad.
Las elecciones siempre se definen con un 5%, ya sea en la segunda vuelta o para entrar en la misma, como cuando Alan García entro por 1,5% sacando a Lourdes y ganando luego en segunda contra Ollanta Humala. Si la diferencia es mucho mayor, la elección ya está definida antes de realizarse, en ese caso podremos achicar el margen pero el resultado difícilmente cambiará.
La tendencia de los jefes de campaña de ir por todo el espectro electoral es un denominador común, ir “a la carga barracas” por todo el padrón, no solo no funciona sino que en términos de economía de fuerzas representa un desgaste superlativo.
La primera acción siempre deberá ser, definir los objetivos y la estrategia para alcanzarlos. Un objetivo puede no ser siempre ganar una elección, Marco Enriquez Ominami en Chile se había planteado instalarse como actor relevante y alcanzar un 15% primero, que luego el en forma personal y en disidencia con su equipo cambió por un 20%.
La segmentación del mercado electoral, la eficacia en la elección de los segmentos a atacar, y la constancia y consistencia en la acción, resultan fundamentales a la hora de definir e implementar la estrategia.
En una charla con Marcelo Cosín, arquitecto de la victoria de Raúl Alfonsín en 1983, me contaba que el candidato radical le repetía sabia e insistentemente, que la elección se definiría por un 5%, las encuestas lo daban debajo de Luder 52 a 48, y el se planteaba el objetivo de dar vuelta el escenario. Marcelo le propuso segmentar y atacar un grupo muy específico, mujeres que votaban por primera vez, ya que no habían votado en 1973, es decir sub 29, hijas o esposas de peronistas y que habitaran el conurbano. La movida apuntaba a torcer el voto natural por herencia, folklore o inercia de un segmento al que se atacó con dos comerciales: uno que planteaba que se terminaría el servicio militar, y que lo único obligatorio sería el secundario y el otro tocando la cuerda de la igualdad de oportunidades para todos los chicos.
La jugada consistía en rebelar a un segmento acotado y relativamente pequeño. Cuando se trata de este tipo de abordajes quirúrgicos, hay que apuntar a objetivos muy puntuales y definidos para tener precisión y poder concentrar sobre un punto todo el poder de fuego.
La historia es conocida Alfonsín obtuvo la presidencia, Armendáriz ganó en la provincia, y el análisis de la elección señala que las mujeres de ese segmento votaron masivamente a la UCR.
Es importante concentrase en los segmentos elegidos, atacar en forma puntual, concentrada y masiva con gran intensidad de fuego y no distraerse con objetivos de oportunidad.
viernes, septiembre 23, 2011
Gestión de las diferencias y contradicciones en la Web 2.0
Acordar con uno mismo por lo general resulta una tarea sencilla, el problema siempre es acordar con el otro, con el no yo, aquel que Sartre consideraba el infierno.
Los espacios que se plantean construir poder con vocación de mayoría, no solo deben asumir la heterogeneidad y las diferencias sino que deben nutrirse de las mismas. Conformar un espacio chico en el que estén todos de acuerdo en el 80% de los temas es fácil, influir desde ese espacio se puede, llegar al poder, no.
El enfoque no apunta a poner sobre la mesa de debate, algo a esta altura obvio, la indudable riqueza de las diferencias, EE.UU. el país más poderoso del mundo es el más heterogéneo, el que más grupos étnicos, nacionales y religiosos incluye, sino a plantear la inclusión de lo diferente, como presupuesto indispensable en la construcción de poder.
Las mayorías se construyen con diferentes que expresan ideas que pueden molestar, irritar y generar violencia en los otros sub grupos. Pero la capacidad de gestión de las diferencias y contradicciones del liderazgo del espacio, será la que determinará la viabilidad de incluir dentro del mismo, y a favor de concepciones superadoras de los equipajes iniciales, acuerdos tácitos o explícitos de construcción intelectual y operativa que sean la plataforma de maniobra de una propuesta con vocación de mayoría y poder.
Cuanto más amplia, y horizontal la base, mas fuerte puede ser la construcción. La heterogeneidad de esa base no determina la fortaleza, la gestión eficaz de esa heterogeneidad es la clave para alcanzarla.
En la Web 2.0 las personas tienden a agruparse en torno a coincidencias, en los gustos, en el deseo o en el rechazo. El nivel iniciático de compromiso demandado para ser parte, es bajo, no hace falta participar de marchas, trasladarse a zonas alejadas, enfrentarse con la policía, dar tiempo o dinero, basta con cliquear “me gusta”, postear algunas cosas, reenviar, opinar etc.
Luego ese compromiso puede crecer hasta traducirse en acciones muy concretas, como lo demostró la campaña de Obama en 2008. De hecho cuando las diferencias, en el debate 2.0, comienzan a aparecer, es cuando el compromiso y la temperatura aumentan, y así como es fácil en la Web 2.0 iniciar compromisos, es fácil retrucar, golpear, atacar y defenderse. El conflicto, la pelea, la discusión, la comunión, escalan con una lógica mucho más dinámica que en el mundo real.
Las segmentaciones y divisiones en grupos de pertenencia e interés, y las formas de adhesión y participación, aumentan, porque aumenta la visibilidad y oferta de las mismas.
En la vida social 2.0, en nuestra vida en Facebook, en Twitter, o en nuestro blog, la exposición y la confrontación se potencian. Cuanta más información, más diferencias y más atomización. Por lo cual, para construir espacios de inclusión hace falta gestionar muchas más diferencias y contradicciones que en el mundo 1.0.
En la Web 2.0 la toma de posición, las diferencias, el debate y el conflicto adquieren una escala de híper masividad, novedosa y disruptiva. Las diferencias se daban antes de la Web, solo que la emergencia, visibilidad y exposición le dan un volumen que cambia las reglas de juego.
El espacio de conflicto y la gestión de diferencias y contradicciones, se redefinen en la Web 2.0, el diálogo y los flujos comunicacionales crecen en volumen, en emisores y receptores, en caudal de emisión y velocidad de transmisión y propagación.
En este escenario es posible horizontalizar en la escala 2.0, pero hace falta resolver los conflictos y diferencias también en la escala 2.0. En el ágora o en el comité hablaban uno o dos y podían responder cincuenta. En la TV hablaban uno o dos y podían responder uno o dos. En la Web 2.0 pueden hablar todos y pueden responder todos.
La gestión de diferencias y contradicciones en esta escala de masividad, requiere de un fuerte posicionamiento en la agenda y la construcción constante y en tiempo real, de acuerdos, compromisos y visiones, a través de la conducción y el enfoque del diálogo permanente y masivo entre los prosumidores, productores y consumidores de información.
Los espacios que se plantean construir poder con vocación de mayoría, no solo deben asumir la heterogeneidad y las diferencias sino que deben nutrirse de las mismas. Conformar un espacio chico en el que estén todos de acuerdo en el 80% de los temas es fácil, influir desde ese espacio se puede, llegar al poder, no.
El enfoque no apunta a poner sobre la mesa de debate, algo a esta altura obvio, la indudable riqueza de las diferencias, EE.UU. el país más poderoso del mundo es el más heterogéneo, el que más grupos étnicos, nacionales y religiosos incluye, sino a plantear la inclusión de lo diferente, como presupuesto indispensable en la construcción de poder.
Las mayorías se construyen con diferentes que expresan ideas que pueden molestar, irritar y generar violencia en los otros sub grupos. Pero la capacidad de gestión de las diferencias y contradicciones del liderazgo del espacio, será la que determinará la viabilidad de incluir dentro del mismo, y a favor de concepciones superadoras de los equipajes iniciales, acuerdos tácitos o explícitos de construcción intelectual y operativa que sean la plataforma de maniobra de una propuesta con vocación de mayoría y poder.
Cuanto más amplia, y horizontal la base, mas fuerte puede ser la construcción. La heterogeneidad de esa base no determina la fortaleza, la gestión eficaz de esa heterogeneidad es la clave para alcanzarla.
En la Web 2.0 las personas tienden a agruparse en torno a coincidencias, en los gustos, en el deseo o en el rechazo. El nivel iniciático de compromiso demandado para ser parte, es bajo, no hace falta participar de marchas, trasladarse a zonas alejadas, enfrentarse con la policía, dar tiempo o dinero, basta con cliquear “me gusta”, postear algunas cosas, reenviar, opinar etc.
Luego ese compromiso puede crecer hasta traducirse en acciones muy concretas, como lo demostró la campaña de Obama en 2008. De hecho cuando las diferencias, en el debate 2.0, comienzan a aparecer, es cuando el compromiso y la temperatura aumentan, y así como es fácil en la Web 2.0 iniciar compromisos, es fácil retrucar, golpear, atacar y defenderse. El conflicto, la pelea, la discusión, la comunión, escalan con una lógica mucho más dinámica que en el mundo real.
Las segmentaciones y divisiones en grupos de pertenencia e interés, y las formas de adhesión y participación, aumentan, porque aumenta la visibilidad y oferta de las mismas.
En la vida social 2.0, en nuestra vida en Facebook, en Twitter, o en nuestro blog, la exposición y la confrontación se potencian. Cuanta más información, más diferencias y más atomización. Por lo cual, para construir espacios de inclusión hace falta gestionar muchas más diferencias y contradicciones que en el mundo 1.0.
En la Web 2.0 la toma de posición, las diferencias, el debate y el conflicto adquieren una escala de híper masividad, novedosa y disruptiva. Las diferencias se daban antes de la Web, solo que la emergencia, visibilidad y exposición le dan un volumen que cambia las reglas de juego.
El espacio de conflicto y la gestión de diferencias y contradicciones, se redefinen en la Web 2.0, el diálogo y los flujos comunicacionales crecen en volumen, en emisores y receptores, en caudal de emisión y velocidad de transmisión y propagación.
En este escenario es posible horizontalizar en la escala 2.0, pero hace falta resolver los conflictos y diferencias también en la escala 2.0. En el ágora o en el comité hablaban uno o dos y podían responder cincuenta. En la TV hablaban uno o dos y podían responder uno o dos. En la Web 2.0 pueden hablar todos y pueden responder todos.
La gestión de diferencias y contradicciones en esta escala de masividad, requiere de un fuerte posicionamiento en la agenda y la construcción constante y en tiempo real, de acuerdos, compromisos y visiones, a través de la conducción y el enfoque del diálogo permanente y masivo entre los prosumidores, productores y consumidores de información.
domingo, septiembre 18, 2011
Los medios que median en los humores sociales pierden poder de fuego
Por Rubén Weinsteiner
Para ADN
Hacia finales del siglo XX y principios de este, se dieron en Latinoamérica, importantes procesos de diferenciación social. Por un lado por la abundancia y segmentación de la oferta cultural que bajaba de la explosión de la TV por cable, de la Web 1.0 y luego de la Web 2.0, y por el otro por la fragmentación del tejido social que generó la explosión de las políticas neoliberales en los diferentes países.
Estos procesos de diferenciación, corrieron la representación de los partidos políticos tradicionales, del centro de gravedad de la articulación entre los ciudadanos y los núcleos tomadores de decisiones del estado. Por un lado los partidos grandes ya no representaban a segmentos chicos y diferentes entre si, y por el otro, el estado fue dejando de ser de bienestar, y grandes cantidades de personas encontraron en organizaciones intermedias un reemplazo parcial de ese estado abandónico y hasta ausente.
Estas organizaciones fueron las que recogieron la desestructuración de los sujetos de acción colectiva como los partidos, los sindicatos y los movimientos sociales, e intentaron juntar los pedazos. Pero solo consiguieron recuperar lo popular, sin poder construir un sujeto popular.
Los medios asimétricos como la radio y la TV, pretendieron llenar la brecha entre los ciudadanos y los partidos, entre la gente y la política, pero no pudieron
La Televisión fue funcional a la separación entre los políticos y la gente, ahí los políticos se veían mas cerca que en la plaza, en primeros planos, pero en realidad estaban lejos. En los 90 los políticos dejaron de caminar, de llenar plazas porque, ser era aparecer en la TV, y para la gente ser no era aparecer o estar en la TV, sino ser era parecerse a la TV.
La TV es asimétrica, es top down, no admite la interrupción del público, si alguien habla cuando un político dice algo en un reportaje, se pierde lo que dice a continuación, para que a uno le hablen en Televisión hay que quedarse callado, uno no opina, es opinado y por cualquiera que este del otro lado de la cámara.
La Web 2.0 irrumpió en forma disruptiva, asumiendo funciones antes privativas de los partidos políticos y de los movimientos sociales, y por primera vez le dio la posibilidad al objeto, el público, de transformarse en sujeto, y pasar de ser consumidor a ser prosumidor; productor y consumidor de información.
Este proceso mostró un interesante éxito sistémico en la autogestión que muestran estos espacios en la Web 2.0, y en el desplazamiento de la representación, que en realidad viene a redescubrir a los espacios y los partidos, a repensarlos y a redefinirlos, cubriendo la brecha entre estos y el tejido social, haciéndose cargo de la separación entre la gente y la política, que hacía de esta un evento espectacular cada cuatro o seis años.
Hoy vemos la resignificación de la ideología que para algunos había muerto en los 90. Todavía hoy hay quienes sostienen que lo importante no es la ideología sino “que las cosas funcionen”. Este mensaje es posible instalarlo desde los medios asimétricos, pero como vemos es imposible sostenerlo en los medios simétricos como la Web 2.0.
Dentro de ese redescubrimiento de la ideología, de la militancia, de la revalorización del espacio del debate, vemos a la blogósfera y a las redes sociales como ágoras inmensos, donde la gente escribe, propone, se enoja, se pelea, insulta, se ilusiona, sueña, se enamora, se agrupa, se proyecta, y redefine su propia identidad.
Todavía la agenda la fija gráfica, y la potencia la TV, pero cada vez esta mas condicionada por la Web 2.0, por inmediatez, por repentización y por viralidad y escala.
A partir de los sesentas, el poder ya sea político o económico, se dio cuenta que sin los medios no podía garantizar su posición, que necesitaba de estos para mediar entre el poder decisorio y la gente. Es por eso que los empresarios y los políticos compraron o se asociaron a medios, allí aparece lo de “el medio es el mensaje”, la noticia no es, sino como la quiere construir el medio, por eso la ideología del medio y la corporización de sus intereses y estrategias para promoverlos, es lo que construye el mensaje y en definitiva se convierte en el mensaje.
En la Web 2.0 no todo es tan caótico ni democrático como parece, las posiciones dominantes persisten, pero es incontrolable, cualquiera puede publicar un blog y alcanzar visibilidad, y eso preocupa a quienes hasta aquí tenían todo controlado.
Los medios que median en los humores sociales, ya no están solos y se achica su poder de fuego.
Para ADN
Hacia finales del siglo XX y principios de este, se dieron en Latinoamérica, importantes procesos de diferenciación social. Por un lado por la abundancia y segmentación de la oferta cultural que bajaba de la explosión de la TV por cable, de la Web 1.0 y luego de la Web 2.0, y por el otro por la fragmentación del tejido social que generó la explosión de las políticas neoliberales en los diferentes países.
Estos procesos de diferenciación, corrieron la representación de los partidos políticos tradicionales, del centro de gravedad de la articulación entre los ciudadanos y los núcleos tomadores de decisiones del estado. Por un lado los partidos grandes ya no representaban a segmentos chicos y diferentes entre si, y por el otro, el estado fue dejando de ser de bienestar, y grandes cantidades de personas encontraron en organizaciones intermedias un reemplazo parcial de ese estado abandónico y hasta ausente.
Estas organizaciones fueron las que recogieron la desestructuración de los sujetos de acción colectiva como los partidos, los sindicatos y los movimientos sociales, e intentaron juntar los pedazos. Pero solo consiguieron recuperar lo popular, sin poder construir un sujeto popular.
Los medios asimétricos como la radio y la TV, pretendieron llenar la brecha entre los ciudadanos y los partidos, entre la gente y la política, pero no pudieron
La Televisión fue funcional a la separación entre los políticos y la gente, ahí los políticos se veían mas cerca que en la plaza, en primeros planos, pero en realidad estaban lejos. En los 90 los políticos dejaron de caminar, de llenar plazas porque, ser era aparecer en la TV, y para la gente ser no era aparecer o estar en la TV, sino ser era parecerse a la TV.
La TV es asimétrica, es top down, no admite la interrupción del público, si alguien habla cuando un político dice algo en un reportaje, se pierde lo que dice a continuación, para que a uno le hablen en Televisión hay que quedarse callado, uno no opina, es opinado y por cualquiera que este del otro lado de la cámara.
La Web 2.0 irrumpió en forma disruptiva, asumiendo funciones antes privativas de los partidos políticos y de los movimientos sociales, y por primera vez le dio la posibilidad al objeto, el público, de transformarse en sujeto, y pasar de ser consumidor a ser prosumidor; productor y consumidor de información.
Este proceso mostró un interesante éxito sistémico en la autogestión que muestran estos espacios en la Web 2.0, y en el desplazamiento de la representación, que en realidad viene a redescubrir a los espacios y los partidos, a repensarlos y a redefinirlos, cubriendo la brecha entre estos y el tejido social, haciéndose cargo de la separación entre la gente y la política, que hacía de esta un evento espectacular cada cuatro o seis años.
Hoy vemos la resignificación de la ideología que para algunos había muerto en los 90. Todavía hoy hay quienes sostienen que lo importante no es la ideología sino “que las cosas funcionen”. Este mensaje es posible instalarlo desde los medios asimétricos, pero como vemos es imposible sostenerlo en los medios simétricos como la Web 2.0.
Dentro de ese redescubrimiento de la ideología, de la militancia, de la revalorización del espacio del debate, vemos a la blogósfera y a las redes sociales como ágoras inmensos, donde la gente escribe, propone, se enoja, se pelea, insulta, se ilusiona, sueña, se enamora, se agrupa, se proyecta, y redefine su propia identidad.
Todavía la agenda la fija gráfica, y la potencia la TV, pero cada vez esta mas condicionada por la Web 2.0, por inmediatez, por repentización y por viralidad y escala.
A partir de los sesentas, el poder ya sea político o económico, se dio cuenta que sin los medios no podía garantizar su posición, que necesitaba de estos para mediar entre el poder decisorio y la gente. Es por eso que los empresarios y los políticos compraron o se asociaron a medios, allí aparece lo de “el medio es el mensaje”, la noticia no es, sino como la quiere construir el medio, por eso la ideología del medio y la corporización de sus intereses y estrategias para promoverlos, es lo que construye el mensaje y en definitiva se convierte en el mensaje.
En la Web 2.0 no todo es tan caótico ni democrático como parece, las posiciones dominantes persisten, pero es incontrolable, cualquiera puede publicar un blog y alcanzar visibilidad, y eso preocupa a quienes hasta aquí tenían todo controlado.
Los medios que median en los humores sociales, ya no están solos y se achica su poder de fuego.
domingo, septiembre 11, 2011
De Arnold a Lost, el salto cognitivo de la generación google
Rubén Weinsteiner para Adnmundo
Replicar o adaptar de forma mas o menos directa modelos de comunicación a la Web 2.0, suele chocar contra la pared del salto cualitativo en términos de cognitividad que dieron la generación Y (1980-1990) y la generación Google (1990 en adelante).
Traducido en el terreno, todos vemos como nuestros hijos aprenden, aprehenden y manejan modelos con una multiplicidad de variables, que los de la generación X, a esa edad no manejábamos.
Mientras nosotros mirábamos de chicos Astroboy o Hijitus, construcciones lineales, con un bueno y un malo, donde el bueno siempre es absolutamente bueno y el malo siempre completamente malo, donde apenas uno veía al malo, se daba cuenta que lo era, sin margen de error, y donde finalmente el conflicto se definía con la derrota del malo los Google, miran los padrinos mágicos, Olivia, los imaginadores o Bo en acción, donde el malo, no es absolutamente malo, sino alguien que genera un problema a partir de su propia problemática, y donde el conflicto se resuelve cuando el bueno soluciona el problema del "malo" y este deja de ser malo con su problema solucionado.
Mientras los X mirábamos El Santo, Ladrón sin destino, Alf o Blanco y negro, los Google miran Lost, Lie to me o los Soprano.
En Lost, y las demás series de los 2000, para los mas grandes y hasta los mas chicos la complejidad en términos de demanda cognitiva es muchísimo mayor, los buenos ya no son siempre buenos, y los malos tienen momentos y rasgos de bondad , por lo que resulta difícil la clasificación y encasillamiento de los personajes, y donde la multidimensionalidad de las situaciones, plantea desafíos cognitivos que generan consumidores mucho mas difíciles de abordar, de convencer y de vencer emocionalmente.
Es por eso que la Web 2.0 ha perfeccionado los niveles de demanda cognitiva para no aburrir, para llegar y para impactar en las generaciones Y y Google, que conciben la comunicación emitiendo y recibiendo en su formato multitasking, esto es que mientras chatean, miran lo interesante de la TV de ayer en You tube, chequean su Facebook, abren otra ventanas para Twitter y para Flickr, visitan 2 o 3 páginas, y revisan los e-mails. Para ellos sentarse frente al televisor de brazos cruzados como nuestras abuelas resulta imposible.
Es cierto que la curva ha ido pronunciando su verticalidad, mientras las bisabuelas y abuelas se sentaban a mirar la radio mientras la escuchaban en la mesa de la cocina, los baby boomers hacían los deberes frente al televisor, y así hasta los google multitasking, la curva ha tomado una secuencia geométrica frente a la aritmeticidad de la curva hasta la generación X.
El fenómeno esta explicado por la velocidad de los cambios y el salto cognitivo de la generación Google. Este nuevo escenario de consumidores mas inteligentes, abre como decíamos en un post anterior la larga cola del rating, ya nadie tiene 60 puntos, la demanda cognitiva afina la sintonía, construyendo espacios intermedios en el dial de la comunicación en cualquiera de sus canales.
Traducido en el terreno, todos vemos como nuestros hijos aprenden, aprehenden y manejan modelos con una multiplicidad de variables, que los de la generación X, a esa edad no manejábamos.
Mientras nosotros mirábamos de chicos Astroboy o Hijitus, construcciones lineales, con un bueno y un malo, donde el bueno siempre es absolutamente bueno y el malo siempre completamente malo, donde apenas uno veía al malo, se daba cuenta que lo era, sin margen de error, y donde finalmente el conflicto se definía con la derrota del malo los Google, miran los padrinos mágicos, Olivia, los imaginadores o Bo en acción, donde el malo, no es absolutamente malo, sino alguien que genera un problema a partir de su propia problemática, y donde el conflicto se resuelve cuando el bueno soluciona el problema del "malo" y este deja de ser malo con su problema solucionado.
Mientras los X mirábamos El Santo, Ladrón sin destino, Alf o Blanco y negro, los Google miran Lost, Lie to me o los Soprano.
En Lost, y las demás series de los 2000, para los mas grandes y hasta los mas chicos la complejidad en términos de demanda cognitiva es muchísimo mayor, los buenos ya no son siempre buenos, y los malos tienen momentos y rasgos de bondad , por lo que resulta difícil la clasificación y encasillamiento de los personajes, y donde la multidimensionalidad de las situaciones, plantea desafíos cognitivos que generan consumidores mucho mas difíciles de abordar, de convencer y de vencer emocionalmente.
Es por eso que la Web 2.0 ha perfeccionado los niveles de demanda cognitiva para no aburrir, para llegar y para impactar en las generaciones Y y Google, que conciben la comunicación emitiendo y recibiendo en su formato multitasking, esto es que mientras chatean, miran lo interesante de la TV de ayer en You tube, chequean su Facebook, abren otra ventanas para Twitter y para Flickr, visitan 2 o 3 páginas, y revisan los e-mails. Para ellos sentarse frente al televisor de brazos cruzados como nuestras abuelas resulta imposible.
Es cierto que la curva ha ido pronunciando su verticalidad, mientras las bisabuelas y abuelas se sentaban a mirar la radio mientras la escuchaban en la mesa de la cocina, los baby boomers hacían los deberes frente al televisor, y así hasta los google multitasking, la curva ha tomado una secuencia geométrica frente a la aritmeticidad de la curva hasta la generación X.
El fenómeno esta explicado por la velocidad de los cambios y el salto cognitivo de la generación Google. Este nuevo escenario de consumidores mas inteligentes, abre como decíamos en un post anterior la larga cola del rating, ya nadie tiene 60 puntos, la demanda cognitiva afina la sintonía, construyendo espacios intermedios en el dial de la comunicación en cualquiera de sus canales.
lunes, septiembre 05, 2011
Por Twitter, “Nito” Artaza consiguió audiencia con el Canciller Timerman, que le estaban negando
26/08/2011 - 01:35hs | El senador correntino logro contactarse con canciller Héctor Timerman y de esta manera concertar un entrevista para plantear los problemas de traslado de los habitantes de la Isla Apipe. La tecnología derribo las barreras burocráticas. Desde hace una semana venia intentado comunicarse con el funcionario nacional sin lograr el objetivo. (p)
El avance de las comunicaciones derriban los muros burocráticos. Este quedo demostrado ayer por la tarde cuando senador nacional por Corrientes Eugenio “Nito” Artaza, consiguió vía twitter, un entrevista que venia solicitando desde hace una semana con el canciller Héctor Timerman, para plantear la situación de los pobladores de la isla Apipe, frente a la represa de Yacyreta
Yodo comenzó ayer a las 20, el canciller Timerman accionó su cuenta retwitteando los dichos de la presidente de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, sobre la reunión en Casa Rosada con los padres de la niña Candela, desaparecida hace dos días. El legislador nacional por Corrientes “ni lerdo, ni perezoso” inmediatamente envió un “twet al funcionario nacional que decía “@hectortimerman canciller estoy solicitando una Reunión con Uds. Por una situación grave d 2000 ciudadanos Arg. En la isla Apipe”.
Segundos después, el senador explico un poco más la situación, twitteando nuevamente a Timerman le dijo que “@hectortimerman no consigo respuesta es un problema de máxima gravedad q transforma a Apipe en Berlín de la guerra fría, solicito me reciba”.
Una hora después y, según se puede intuir, con llamados telefónicos de secretarios de por medio entre el Senado y la Cancillería, aunque sin resultados para el correntino, Artaza vuelve a insistir vía Twitter y dice “@hectortimerman lo estoy llamando ya hace 1 semana me están derivando a otro funcionario, le agradezco”. En estos 140 caracteres queda manifestada una “bronca diplomática” del senador nacional.
Esto parece ser percibido por el Canciller que de manera inmediata y través de su cuenta de twitter le contesta a Artaza: “@NitoArtaza Si llama a mi o oficina lo voy a atender como siempre he atendido a todos los legisladores que han pedido audiencia”.
Allí la situación se destrabo pues minutos después Nito artaza twitteo, su agradecimiento a Timerman: “@hectortimerman muchas gracias hable Recién c su secretaria hablaremos Mañana espero poder reunirme. 1800 hab apipe se lo agradecen”.
Esta conversación era observada en tiempo real por los casi 66563 seguidores del canciller Timerman y los 10110 de senador correntino, es decir por mas de 70 mil personas. No se trataba de una charla privada entre secretarias de ambos funcionarios.
De esta manera, casi insólita el Senador correntino logrará un entrevista con el Canciller con el fin de ponerlo en autos de los diversos inconvenientes que atraviesan los pobladores de la Isla Apipé, a la hora de trasladarse desde allí hacia Ituzaingó y viceversa, a través de la por la zona de obra de la EBY. Esta situación afecta no sólo los isleños sino además a los maestros de la escuela isleña, a los médicos, entre otros.
Fuente Sobretablas.com
domingo, septiembre 04, 2011
Velocidad, viralidad y reproductibilidad en la Web 2.0
Por Rubén Weinsteiner para ADN
Para ser eficaz y profundo en una campaña de 360 grados, no alcanza con los medios tradicionales, gráfica, vía pública, radio y TV. En la era pre Web 2.0 para tener al sujeto objetivo rodeado, había que hablarle desde el diario, le tenían las paredes de las calles y los carteles cuando la persona caminaba, manejaba o viajaba en transporte público, le tenía que hablar la radio y mirarlo a los ojos la televisión.
Hoy las personas pasan entre un promedio de 3 horas y media por día online, que de las 16/18 horas que están despiertos representa una ventana crucial para dejar libre.
Las redes sociales, las páginas, el e-mail, los blogs, se convirtieron en un escenario de influencia clave por:
a) la velocidad de distribución,
b) la viralidad en la redistribución
c) la potencia de reproductibilidad de los contenidos.
Esta velocidad permite surfear la ola del spin mediático. La noticia tiene una curva de vida, la lanzamos al mediodía y tiene una vida que depende de la contestación de otros actores, de la aparición de otra noticia, o del impacto que pudimos conseguir con nuestra emisión. La viralidad le da horizontalidad y nuevos emisores amplificadores y la reproductibilidad le da permanencia y supervivencia
La Web 2.0 es una oportunidad de construir diálogos de gran densidad y valor con los diferentes segmentos. En la Web 2.0 es posible segmentar de manera muy eficaz y por variables blandas, es decir, por lo que la gente hace y no por lo que la gente es.
Esa posibilidad de impactar directamente en el núcleo de cada segmento taylorizando el mensaje a medida del objetivo, permite pensar estrategias diferenciadas y profundas para cada grupo.
Las personas están sobre informadas, hay decenas de miles de portales, blogs, espacios en las redes, e-mails que llegan nuestras casillas que compiten con nuestro mensaje, por eso hay que sobre simplificar, menos es más, se dice tanto y hay tanto para decir, que hay que decirlo con la menor cantidad de palabras. Yo diría que en cada mensaje, cada palabra tiene que luchar muy duro por su supervivencia.
La comunicación como siempre decimos es estratégica, no táctica, por eso la tiene que conducir en términos generales y seguir muy de cerca la cabeza, porque en la Web 2.0 la velocidad, la viralidad y la reproductibilidad hacen que cada mensaje emitido, aun fuera de la Web, llegue rápida masiva y por diferentes vías en forma recurrente, a millones de personas.
Para ser eficaz y profundo en una campaña de 360 grados, no alcanza con los medios tradicionales, gráfica, vía pública, radio y TV. En la era pre Web 2.0 para tener al sujeto objetivo rodeado, había que hablarle desde el diario, le tenían las paredes de las calles y los carteles cuando la persona caminaba, manejaba o viajaba en transporte público, le tenía que hablar la radio y mirarlo a los ojos la televisión.
Hoy las personas pasan entre un promedio de 3 horas y media por día online, que de las 16/18 horas que están despiertos representa una ventana crucial para dejar libre.
Las redes sociales, las páginas, el e-mail, los blogs, se convirtieron en un escenario de influencia clave por:
a) la velocidad de distribución,
b) la viralidad en la redistribución
c) la potencia de reproductibilidad de los contenidos.
Esta velocidad permite surfear la ola del spin mediático. La noticia tiene una curva de vida, la lanzamos al mediodía y tiene una vida que depende de la contestación de otros actores, de la aparición de otra noticia, o del impacto que pudimos conseguir con nuestra emisión. La viralidad le da horizontalidad y nuevos emisores amplificadores y la reproductibilidad le da permanencia y supervivencia
La Web 2.0 es una oportunidad de construir diálogos de gran densidad y valor con los diferentes segmentos. En la Web 2.0 es posible segmentar de manera muy eficaz y por variables blandas, es decir, por lo que la gente hace y no por lo que la gente es.
Esa posibilidad de impactar directamente en el núcleo de cada segmento taylorizando el mensaje a medida del objetivo, permite pensar estrategias diferenciadas y profundas para cada grupo.
Las personas están sobre informadas, hay decenas de miles de portales, blogs, espacios en las redes, e-mails que llegan nuestras casillas que compiten con nuestro mensaje, por eso hay que sobre simplificar, menos es más, se dice tanto y hay tanto para decir, que hay que decirlo con la menor cantidad de palabras. Yo diría que en cada mensaje, cada palabra tiene que luchar muy duro por su supervivencia.
La comunicación como siempre decimos es estratégica, no táctica, por eso la tiene que conducir en términos generales y seguir muy de cerca la cabeza, porque en la Web 2.0 la velocidad, la viralidad y la reproductibilidad hacen que cada mensaje emitido, aun fuera de la Web, llegue rápida masiva y por diferentes vías en forma recurrente, a millones de personas.
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