Por Rubén Weinsteiner para Adnargentina
Mucho se habla en marketing político de convencer a los convencidos, la sola enunciación de esta frase pareciera remitir a una pérdida de tiempo, y en casi todos los casos es presentado con una ponderación absolutamente negativa. Vemos en la arena que no todos los espacios invierten recursos , en hablarle y mucho a la propia tropa.
La idea predominante, en los círculos periféricos a los que nos dedicamos en forma profesional al marketing político, es que “hay que hablarle a los de afuera”, “los de adentro ya están”.
No solo es un gran error, además como idea planteada en términos absolutos, resulta un mal negocio. Uno puede intentar esmerilar los márgenes del adversario un 4% por derecha, un 4% por izquierda, pero abordar en una campaña electoral, el voto duro y puro del adversario, es muy costoso en términos de economía de fuerzas y genera beneficios extremadamente bajos. No así fuera de la campaña, donde un trabajo de mediano plazo, puede lograr resultados interesantes limando el núcleo duro del espacio opositor.
Las operaciones que apuntan a lo que se llama "convencer a los convencidos", resultan fundamentales tanto en campaña como fuera de ella. La consolidación del espacio propio, no solamente fortalece a la agrupación, sino que se mide con la entropía natural de la misma, el espacio es una marca, y como toda marca se gasta. El trabajo de convencer a los convencidos funciona como la homeostasis indispensable para atravesar las diferentes crisis, y la dureza del votante es directamente proporcional a la calidad de amplificador del mensaje del votante.
Esta consolidación del espacio, lo que hace es endurecer el voto. Todo candidato tiene un voto duro y puro, estudiar los niveles de dureza del voto nos va a permitir trabajar en materia de prognosis ante los diferentes escenarios.
Mucho se habla de la similitud entre la situación de Menem en 2003 y la de Kirchner hoy, cuando Menem ganó la primera vuelta y no podía ganar la segunda porque tenía un piso alto de 23% pero un techo muy bajo, es decir una imagen negativa del orden del 65%. Sin embargo las situaciones no son tan similares, y la diferencia radica en que el voto a Kirchner hoy con un piso de 22/25 % es un voto muy duro y muy consolidado. El voto a Menem, era un voto absolutamente blando, no era un voto comprometido, no era militante, era un voto que resultaba difícil alimentar y endurecer porque no estaba atado a valores y convicciones, sino a sensaciones muy lábiles y desprovistas de cenestesis, debate, ideología, mitología necesaria, liturgia, etc.
Esta diferencia en la dureza del apoyo-voto, desprovista del contexto histórico-político, la podemos tomar como objeto de laboratorio de lo ocurrido durante la década del sesenta en la Argentina, entre el peronismo y el no peronismo, donde la dureza de un peronismo proscripto, atrajo a los hijos de los no peronistas de clase media y los hizo peronistas. La dureza del voto no solo garantiza el voto de los convencidos, sino que trackea en la batalla del día a día, del boca a boca, resiste embates comunicacionales, los enfrenta, se moviliza en forma directamente proporcional a la dureza, y como vimos en el ejemplo de estos jóvenes en los sesenta, la capacidad de atracción y multiplicación del voto, es directamente proporcional a su dureza.
El trabajo sobre el espacio propio es un trabajo mas estratégico que táctico, y nadie gana una guerra solo con la táctica. Las acciones tendientes al endurecimiento del voto construyen estructuras sólidas que transforman adhesiones en un capital político sustentable, atado a creencias firmes, valores, pasión, voluntad y a intenciones que desde el espacio propio son valoradas como buenas, mas allá de un análisis objetivo. Esto es mucho mas sólido, fuerte y sustentable en el tiempo, que construir simplemente para que otro no gane.
Rubén Weinsteiner
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lunes, marzo 29, 2010
La importancia de la dureza del voto o la reivindicación de convencer a los convencidos
Por Rubén Weinsteiner para Adnargentina
Mucho se habla en marketing político de convencer a los convencidos, la sola enunciación de esta frase pareciera remitir a una pérdida de tiempo, y en casi todos los casos es presentado con una ponderación absolutamente negativa. Vemos en la arena que no todos los espacios invierten recursos , en hablarle y mucho a la propia tropa.
La idea predominante, en los círculos periféricos a los que nos dedicamos en forma profesional al marketing político, es que “hay que hablarle a los de afuera”, “los de adentro ya están”.
No solo es un gran error, además como idea planteada en términos absolutos, resulta un mal negocio. Uno puede intentar esmerilar los márgenes del adversario un 4% por derecha, un 4% por izquierda, pero abordar en una campaña electoral, el voto duro y puro del adversario, es muy costoso en términos de economía de fuerzas y genera beneficios extremadamente bajos. No así fuera de la campaña, donde un trabajo de mediano plazo, puede lograr resultados interesantes limando el núcleo duro del espacio opositor.
Las operaciones que apuntan a lo que se llama "convencer a los convencidos", resultan fundamentales tanto en campaña como fuera de ella. La consolidación del espacio propio, no solamente fortalece a la agrupación, sino que se mide con la entropía natural de la misma, el espacio es una marca, y como toda marca se gasta. El trabajo de convencer a los convencidos funciona como la homeostasis indispensable para atravesar las diferentes crisis, y la dureza del votante es directamente proporcional a la calidad de amplificador del mensaje del votante.
Esta consolidación del espacio, lo que hace es endurecer el voto. Todo candidato tiene un voto duro y puro, estudiar los niveles de dureza del voto nos va a permitir trabajar en materia de prognosis ante los diferentes escenarios.
Mucho se habla de la similitud entre la situación de Menem en 2003 y la de Kirchner hoy, cuando Menem ganó la primera vuelta y no podía ganar la segunda porque tenía un piso alto de 23% pero un techo muy bajo, es decir una imagen negativa del orden del 65%. Sin embargo las situaciones no son tan similares, y la diferencia radica en que el voto a Kirchner hoy con un piso de 22/25 % es un voto muy duro y muy consolidado. El voto a Menem, era un voto absolutamente blando, no era un voto comprometido, no era militante, era un voto que resultaba difícil alimentar y endurecer porque no estaba atado a valores y convicciones, sino a sensaciones muy lábiles y desprovistas de cenestesis, debate, ideología, mitología necesaria, liturgia, etc.
Esta diferencia en la dureza del apoyo-voto, desprovista del contexto histórico-político, la podemos tomar como objeto de laboratorio de lo ocurrido durante la década del sesenta en la Argentina, entre el peronismo y el no peronismo, donde la dureza de un peronismo proscripto, atrajo a los hijos de los no peronistas de clase media y los hizo peronistas. La dureza del voto no solo garantiza el voto de los convencidos, sino que trackea en la batalla del día a día, del boca a boca, resiste embates comunicacionales, los enfrenta, se moviliza en forma directamente proporcional a la dureza, y como vimos en el ejemplo de estos jóvenes en los sesenta, la capacidad de atracción y multiplicación del voto, es directamente proporcional a su dureza.
El trabajo sobre el espacio propio es un trabajo mas estratégico que táctico, y nadie gana una guerra solo con la táctica. Las acciones tendientes al endurecimiento del voto construyen estructuras sólidas que transforman adhesiones en un capital político sustentable, atado a creencias firmes, valores, pasión, voluntad y a intenciones que desde el espacio propio son valoradas como buenas, mas allá de un análisis objetivo. Esto es mucho mas sólido, fuerte y sustentable en el tiempo, que construir simplemente para que otro no gane.
Rubén Weinsteiner
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Mucho se habla en marketing político de convencer a los convencidos, la sola enunciación de esta frase pareciera remitir a una pérdida de tiempo, y en casi todos los casos es presentado con una ponderación absolutamente negativa. Vemos en la arena que no todos los espacios invierten recursos , en hablarle y mucho a la propia tropa.
La idea predominante, en los círculos periféricos a los que nos dedicamos en forma profesional al marketing político, es que “hay que hablarle a los de afuera”, “los de adentro ya están”.
No solo es un gran error, además como idea planteada en términos absolutos, resulta un mal negocio. Uno puede intentar esmerilar los márgenes del adversario un 4% por derecha, un 4% por izquierda, pero abordar en una campaña electoral, el voto duro y puro del adversario, es muy costoso en términos de economía de fuerzas y genera beneficios extremadamente bajos. No así fuera de la campaña, donde un trabajo de mediano plazo, puede lograr resultados interesantes limando el núcleo duro del espacio opositor.
Las operaciones que apuntan a lo que se llama "convencer a los convencidos", resultan fundamentales tanto en campaña como fuera de ella. La consolidación del espacio propio, no solamente fortalece a la agrupación, sino que se mide con la entropía natural de la misma, el espacio es una marca, y como toda marca se gasta. El trabajo de convencer a los convencidos funciona como la homeostasis indispensable para atravesar las diferentes crisis, y la dureza del votante es directamente proporcional a la calidad de amplificador del mensaje del votante.
Esta consolidación del espacio, lo que hace es endurecer el voto. Todo candidato tiene un voto duro y puro, estudiar los niveles de dureza del voto nos va a permitir trabajar en materia de prognosis ante los diferentes escenarios.
Mucho se habla de la similitud entre la situación de Menem en 2003 y la de Kirchner hoy, cuando Menem ganó la primera vuelta y no podía ganar la segunda porque tenía un piso alto de 23% pero un techo muy bajo, es decir una imagen negativa del orden del 65%. Sin embargo las situaciones no son tan similares, y la diferencia radica en que el voto a Kirchner hoy con un piso de 22/25 % es un voto muy duro y muy consolidado. El voto a Menem, era un voto absolutamente blando, no era un voto comprometido, no era militante, era un voto que resultaba difícil alimentar y endurecer porque no estaba atado a valores y convicciones, sino a sensaciones muy lábiles y desprovistas de cenestesis, debate, ideología, mitología necesaria, liturgia, etc.
Esta diferencia en la dureza del apoyo-voto, desprovista del contexto histórico-político, la podemos tomar como objeto de laboratorio de lo ocurrido durante la década del sesenta en la Argentina, entre el peronismo y el no peronismo, donde la dureza de un peronismo proscripto, atrajo a los hijos de los no peronistas de clase media y los hizo peronistas. La dureza del voto no solo garantiza el voto de los convencidos, sino que trackea en la batalla del día a día, del boca a boca, resiste embates comunicacionales, los enfrenta, se moviliza en forma directamente proporcional a la dureza, y como vimos en el ejemplo de estos jóvenes en los sesenta, la capacidad de atracción y multiplicación del voto, es directamente proporcional a su dureza.
El trabajo sobre el espacio propio es un trabajo mas estratégico que táctico, y nadie gana una guerra solo con la táctica. Las acciones tendientes al endurecimiento del voto construyen estructuras sólidas que transforman adhesiones en un capital político sustentable, atado a creencias firmes, valores, pasión, voluntad y a intenciones que desde el espacio propio son valoradas como buenas, mas allá de un análisis objetivo. Esto es mucho mas sólido, fuerte y sustentable en el tiempo, que construir simplemente para que otro no gane.
Rubén Weinsteiner
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sábado, marzo 27, 2010
Del crecimiento económico al desarrollo con la Web 2.0
Rubén Weinsteiner para Adnmundo
Según el informe “Extending Reach and Increasing Impact “ del Banco Mundial, un 10% de aumento en las conexiones de Internet de banda ancha, genera un incremento en el crecimiento económico de un 1,3%, y cada nuevo empleo en la industria de alta tecnología, crea entre dos y cuatro nuevos puestos de trabajo en otros sectores
En el marco de la crisis financiera que aún perdura, muchos paquetes de reactivación gubernamentales y de parte de organismos multilaterales, incluyen la banda ancha para alcanzar un margen mundial de productividad y competitividad a largo plazo. Sin embargo, el uso de los servicios de tecnología de la información no llega todavía al 15% del mercado potencial mundial.
El uso eficaz de la Web 2.0 puede ayudar a los gobiernos a ser más eficientes y a recaudar mas ingresos. Por ejemplo Ghana aumentó un 49% sus ingresos aduaneros en los primeros 18 meses de operación y redujo las demoras de despacho de tres semanas a dos días, por medio de la implementación de bases de datos online y sistemas de intercambio de información en la Web 2.0.
La Web 2.0 puede también transformar a los gobiernos, volviéndolos más responsables y transparentes, ayudándolos a dar un salto en términos de calidad institucional. La idea es que la voluntad de dar información, tenga como contrapartida la demanda espontanea de particulares y de organizaciones, que satisfacen esa demanda a través de la simetría de la Web 2.0. Esa retroalimentación hace que el estado informe y del otro lado controlen, cuando una de las dos partes se duerme la otra lo despierta. .
En la India, una red apoyada en una plataforma Web 2.0 recolectó más de 50.000 inventos y prácticas de conocimiento tradicional a través de la Web, se trata de invenciones que antes se perdían con la muerte de los viejos de la aldea. Esta base de datos contiene innovaciones en herramientas y maquinaria agrícola, usos renovables de la energía, medios de transporte y medicinas naturales, entre muchas otras ideas. Todas provienen de individuos y comunidades con exiguos recursos económicos, limitado acceso al sistema educativo formal y ningún apoyo tecnológico por parte del gobierno, de las ONGs o del sector privado.
Algo así hacía hace muchos años Atahualpa Yupanqui, que recorría el norte argentino buscando melodías indígenas que estaban condenadas a perderse, y Don Ata las grababa, las escribía y las salvaba para siempre.
Pero el caso de los inventos y la comercialización del conocimiento de base, así como el intercambio de innovaciones entre comunidades (sin la mediación del mercado), enfrenta una serie de obstáculos complejos. El sistema internacional que regula los derechos de propiedad intelectual impone barreras muy altas para el registro de ideas cuando se tienen pocos recursos. La incubación de innovaciones de base es costosa y requiere el apoyo de redes extensas. Las asimetrías que impone todavía la Web 1.0 en la información, perjudican a los sectores de menos recursos, sobre todo porque la comunicación horizontal que propone la Web 2.0 todavía es precaria y segmentada.
Estos problemas representan en realidad oportunidades fabulosas en la Web 2.0, sobre todo si a través de las redes sociales, foros, You tube, Twitter, blogs, ingeniería en buscadores, se trabaja en la construcción de una red global para el desarrollo de innovaciones de base. El estado puede asumir un rol fundamental en materia de políticas activas para promover una agenda 2.0 a favor del desarrollo de estos sectores, en la canalización y potenciación de sus ideas, ganas, energía, conocimientos ancestrales etc.
Por ejemplo el desarrollo de plataformas virtuales, posibilitaría la ayuda financiera de persona a persona, creando un modelo viable que puede adaptarse al terreno de las innovaciones. La idea es conectar a un inventor en el Chaco argentino con un inversor en New York y un empresario en Berlín.
A través de estos programas apoyados en entornos Web 2.0 también en la India, millones de pequeños agricultores aumentan su productividad y ganancias. Utilizan computadoras para acceder a la información de último momento sobre el pronóstico del tiempo, los precios de los cultivos en los mercados cercanos, las técnicas de siembra, consejos sobre experiencias y herramientas caseras innovadoras. La empresa de exportaciones agrícolas más grande de la India, alcanzó 40.000 aldeas desde su puesta en marcha en 2000. El programa ofrece equipos y conectividad de banda ancha y capacita a los miembros alfabetizados de la comunidad, quienes a su vez ayudan a los agricultores a acceder a la información vital para ellos.
Con estos programas apoyados en plataformas Web 2.0 vemos claramente que muchos pobres en recursos económicos son ricos en conocimientos.
Los estados alianzando con organismos multilaterales, puede movilizar a las Universidades, a Fundaciones y a ONGs, para a través de la implementación de entornos 2.0 recolectar, proteger e incubar innovaciones. La inversión pública y multilateral, podría apuntar a desarrolar plataformas 2.0 que articulen estrategias de apoyo, mediante fondos direccionados para la adquisición de insumos y créditos para start ups, y a la vez integren a estos actores innovadores, para potenciar el fáctor multiplicador de la inteligencia colectiva en la Web 2.0.
Según el informe “Extending Reach and Increasing Impact “ del Banco Mundial, un 10% de aumento en las conexiones de Internet de banda ancha, genera un incremento en el crecimiento económico de un 1,3%, y cada nuevo empleo en la industria de alta tecnología, crea entre dos y cuatro nuevos puestos de trabajo en otros sectores
En el marco de la crisis financiera que aún perdura, muchos paquetes de reactivación gubernamentales y de parte de organismos multilaterales, incluyen la banda ancha para alcanzar un margen mundial de productividad y competitividad a largo plazo. Sin embargo, el uso de los servicios de tecnología de la información no llega todavía al 15% del mercado potencial mundial.
El uso eficaz de la Web 2.0 puede ayudar a los gobiernos a ser más eficientes y a recaudar mas ingresos. Por ejemplo Ghana aumentó un 49% sus ingresos aduaneros en los primeros 18 meses de operación y redujo las demoras de despacho de tres semanas a dos días, por medio de la implementación de bases de datos online y sistemas de intercambio de información en la Web 2.0.
La Web 2.0 puede también transformar a los gobiernos, volviéndolos más responsables y transparentes, ayudándolos a dar un salto en términos de calidad institucional. La idea es que la voluntad de dar información, tenga como contrapartida la demanda espontanea de particulares y de organizaciones, que satisfacen esa demanda a través de la simetría de la Web 2.0. Esa retroalimentación hace que el estado informe y del otro lado controlen, cuando una de las dos partes se duerme la otra lo despierta. .
En la India, una red apoyada en una plataforma Web 2.0 recolectó más de 50.000 inventos y prácticas de conocimiento tradicional a través de la Web, se trata de invenciones que antes se perdían con la muerte de los viejos de la aldea. Esta base de datos contiene innovaciones en herramientas y maquinaria agrícola, usos renovables de la energía, medios de transporte y medicinas naturales, entre muchas otras ideas. Todas provienen de individuos y comunidades con exiguos recursos económicos, limitado acceso al sistema educativo formal y ningún apoyo tecnológico por parte del gobierno, de las ONGs o del sector privado.
Algo así hacía hace muchos años Atahualpa Yupanqui, que recorría el norte argentino buscando melodías indígenas que estaban condenadas a perderse, y Don Ata las grababa, las escribía y las salvaba para siempre.
Pero el caso de los inventos y la comercialización del conocimiento de base, así como el intercambio de innovaciones entre comunidades (sin la mediación del mercado), enfrenta una serie de obstáculos complejos. El sistema internacional que regula los derechos de propiedad intelectual impone barreras muy altas para el registro de ideas cuando se tienen pocos recursos. La incubación de innovaciones de base es costosa y requiere el apoyo de redes extensas. Las asimetrías que impone todavía la Web 1.0 en la información, perjudican a los sectores de menos recursos, sobre todo porque la comunicación horizontal que propone la Web 2.0 todavía es precaria y segmentada.
Estos problemas representan en realidad oportunidades fabulosas en la Web 2.0, sobre todo si a través de las redes sociales, foros, You tube, Twitter, blogs, ingeniería en buscadores, se trabaja en la construcción de una red global para el desarrollo de innovaciones de base. El estado puede asumir un rol fundamental en materia de políticas activas para promover una agenda 2.0 a favor del desarrollo de estos sectores, en la canalización y potenciación de sus ideas, ganas, energía, conocimientos ancestrales etc.
Por ejemplo el desarrollo de plataformas virtuales, posibilitaría la ayuda financiera de persona a persona, creando un modelo viable que puede adaptarse al terreno de las innovaciones. La idea es conectar a un inventor en el Chaco argentino con un inversor en New York y un empresario en Berlín.
A través de estos programas apoyados en entornos Web 2.0 también en la India, millones de pequeños agricultores aumentan su productividad y ganancias. Utilizan computadoras para acceder a la información de último momento sobre el pronóstico del tiempo, los precios de los cultivos en los mercados cercanos, las técnicas de siembra, consejos sobre experiencias y herramientas caseras innovadoras. La empresa de exportaciones agrícolas más grande de la India, alcanzó 40.000 aldeas desde su puesta en marcha en 2000. El programa ofrece equipos y conectividad de banda ancha y capacita a los miembros alfabetizados de la comunidad, quienes a su vez ayudan a los agricultores a acceder a la información vital para ellos.
Con estos programas apoyados en plataformas Web 2.0 vemos claramente que muchos pobres en recursos económicos son ricos en conocimientos.
Los estados alianzando con organismos multilaterales, puede movilizar a las Universidades, a Fundaciones y a ONGs, para a través de la implementación de entornos 2.0 recolectar, proteger e incubar innovaciones. La inversión pública y multilateral, podría apuntar a desarrolar plataformas 2.0 que articulen estrategias de apoyo, mediante fondos direccionados para la adquisición de insumos y créditos para start ups, y a la vez integren a estos actores innovadores, para potenciar el fáctor multiplicador de la inteligencia colectiva en la Web 2.0.
Del crecimiento económico al desarrollo con la Web 2.0
Rubén Weinsteiner para Adnmundo
Según el informe “Extending Reach and Increasing Impact “ del Banco Mundial, un 10% de aumento en las conexiones de Internet de banda ancha, genera un incremento en el crecimiento económico de un 1,3%, y cada nuevo empleo en la industria de alta tecnología, crea entre dos y cuatro nuevos puestos de trabajo en otros sectores
En el marco de la crisis financiera que aún perdura, muchos paquetes de reactivación gubernamentales y de parte de organismos multilaterales, incluyen la banda ancha para alcanzar un margen mundial de productividad y competitividad a largo plazo. Sin embargo, el uso de los servicios de tecnología de la información no llega todavía al 15% del mercado potencial mundial.
El uso eficaz de la Web 2.0 puede ayudar a los gobiernos a ser más eficientes y a recaudar mas ingresos. Por ejemplo Ghana aumentó un 49% sus ingresos aduaneros en los primeros 18 meses de operación y redujo las demoras de despacho de tres semanas a dos días, por medio de la implementación de bases de datos online y sistemas de intercambio de información en la Web 2.0.
La Web 2.0 puede también transformar a los gobiernos, volviéndolos más responsables y transparentes, ayudándolos a dar un salto en términos de calidad institucional. La idea es que la voluntad de dar información, tenga como contrapartida la demanda espontanea de particulares y de organizaciones, que satisfacen esa demanda a través de la simetría de la Web 2.0. Esa retroalimentación hace que el estado informe y del otro lado controlen, cuando una de las dos partes se duerme la otra lo despierta. .
En la India, una red apoyada en una plataforma Web 2.0 recolectó más de 50.000 inventos y prácticas de conocimiento tradicional a través de la Web, se trata de invenciones que antes se perdían con la muerte de los viejos de la aldea. Esta base de datos contiene innovaciones en herramientas y maquinaria agrícola, usos renovables de la energía, medios de transporte y medicinas naturales, entre muchas otras ideas. Todas provienen de individuos y comunidades con exiguos recursos económicos, limitado acceso al sistema educativo formal y ningún apoyo tecnológico por parte del gobierno, de las ONGs o del sector privado.
Algo así hacía hace muchos años Atahualpa Yupanqui, que recorría el norte argentino buscando melodías indígenas que estaban condenadas a perderse, y Don Ata las grababa, las escribía y las salvaba para siempre.
Pero el caso de los inventos y la comercialización del conocimiento de base, así como el intercambio de innovaciones entre comunidades (sin la mediación del mercado), enfrenta una serie de obstáculos complejos. El sistema internacional que regula los derechos de propiedad intelectual impone barreras muy altas para el registro de ideas cuando se tienen pocos recursos. La incubación de innovaciones de base es costosa y requiere el apoyo de redes extensas. Las asimetrías que impone todavía la Web 1.0 en la información, perjudican a los sectores de menos recursos, sobre todo porque la comunicación horizontal que propone la Web 2.0 todavía es precaria y segmentada.
Estos problemas representan en realidad oportunidades fabulosas en la Web 2.0, sobre todo si a través de las redes sociales, foros, You tube, Twitter, blogs, ingeniería en buscadores, se trabaja en la construcción de una red global para el desarrollo de innovaciones de base. El estado puede asumir un rol fundamental en materia de políticas activas para promover una agenda 2.0 a favor del desarrollo de estos sectores, en la canalización y potenciación de sus ideas, ganas, energía, conocimientos ancestrales etc.
Por ejemplo el desarrollo de plataformas virtuales, posibilitaría la ayuda financiera de persona a persona, creando un modelo viable que puede adaptarse al terreno de las innovaciones. La idea es conectar a un inventor en el Chaco argentino con un inversor en New York y un empresario en Berlín.
A través de estos programas apoyados en entornos Web 2.0 también en la India, millones de pequeños agricultores aumentan su productividad y ganancias. Utilizan computadoras para acceder a la información de último momento sobre el pronóstico del tiempo, los precios de los cultivos en los mercados cercanos, las técnicas de siembra, consejos sobre experiencias y herramientas caseras innovadoras. La empresa de exportaciones agrícolas más grande de la India, alcanzó 40.000 aldeas desde su puesta en marcha en 2000. El programa ofrece equipos y conectividad de banda ancha y capacita a los miembros alfabetizados de la comunidad, quienes a su vez ayudan a los agricultores a acceder a la información vital para ellos.
Con estos programas apoyados en plataformas Web 2.0 vemos claramente que muchos pobres en recursos económicos son ricos en conocimientos.
Los estados alianzando con organismos multilaterales, puede movilizar a las Universidades, a Fundaciones y a ONGs, para a través de la implementación de entornos 2.0 recolectar, proteger e incubar innovaciones. La inversión pública y multilateral, podría apuntar a desarrolar plataformas 2.0 que articulen estrategias de apoyo, mediante fondos direccionados para la adquisición de insumos y créditos para start ups, y a la vez integren a estos actores innovadores, para potenciar el fáctor multiplicador de la inteligencia colectiva en la Web 2.0.
Según el informe “Extending Reach and Increasing Impact “ del Banco Mundial, un 10% de aumento en las conexiones de Internet de banda ancha, genera un incremento en el crecimiento económico de un 1,3%, y cada nuevo empleo en la industria de alta tecnología, crea entre dos y cuatro nuevos puestos de trabajo en otros sectores
En el marco de la crisis financiera que aún perdura, muchos paquetes de reactivación gubernamentales y de parte de organismos multilaterales, incluyen la banda ancha para alcanzar un margen mundial de productividad y competitividad a largo plazo. Sin embargo, el uso de los servicios de tecnología de la información no llega todavía al 15% del mercado potencial mundial.
El uso eficaz de la Web 2.0 puede ayudar a los gobiernos a ser más eficientes y a recaudar mas ingresos. Por ejemplo Ghana aumentó un 49% sus ingresos aduaneros en los primeros 18 meses de operación y redujo las demoras de despacho de tres semanas a dos días, por medio de la implementación de bases de datos online y sistemas de intercambio de información en la Web 2.0.
La Web 2.0 puede también transformar a los gobiernos, volviéndolos más responsables y transparentes, ayudándolos a dar un salto en términos de calidad institucional. La idea es que la voluntad de dar información, tenga como contrapartida la demanda espontanea de particulares y de organizaciones, que satisfacen esa demanda a través de la simetría de la Web 2.0. Esa retroalimentación hace que el estado informe y del otro lado controlen, cuando una de las dos partes se duerme la otra lo despierta. .
En la India, una red apoyada en una plataforma Web 2.0 recolectó más de 50.000 inventos y prácticas de conocimiento tradicional a través de la Web, se trata de invenciones que antes se perdían con la muerte de los viejos de la aldea. Esta base de datos contiene innovaciones en herramientas y maquinaria agrícola, usos renovables de la energía, medios de transporte y medicinas naturales, entre muchas otras ideas. Todas provienen de individuos y comunidades con exiguos recursos económicos, limitado acceso al sistema educativo formal y ningún apoyo tecnológico por parte del gobierno, de las ONGs o del sector privado.
Algo así hacía hace muchos años Atahualpa Yupanqui, que recorría el norte argentino buscando melodías indígenas que estaban condenadas a perderse, y Don Ata las grababa, las escribía y las salvaba para siempre.
Pero el caso de los inventos y la comercialización del conocimiento de base, así como el intercambio de innovaciones entre comunidades (sin la mediación del mercado), enfrenta una serie de obstáculos complejos. El sistema internacional que regula los derechos de propiedad intelectual impone barreras muy altas para el registro de ideas cuando se tienen pocos recursos. La incubación de innovaciones de base es costosa y requiere el apoyo de redes extensas. Las asimetrías que impone todavía la Web 1.0 en la información, perjudican a los sectores de menos recursos, sobre todo porque la comunicación horizontal que propone la Web 2.0 todavía es precaria y segmentada.
Estos problemas representan en realidad oportunidades fabulosas en la Web 2.0, sobre todo si a través de las redes sociales, foros, You tube, Twitter, blogs, ingeniería en buscadores, se trabaja en la construcción de una red global para el desarrollo de innovaciones de base. El estado puede asumir un rol fundamental en materia de políticas activas para promover una agenda 2.0 a favor del desarrollo de estos sectores, en la canalización y potenciación de sus ideas, ganas, energía, conocimientos ancestrales etc.
Por ejemplo el desarrollo de plataformas virtuales, posibilitaría la ayuda financiera de persona a persona, creando un modelo viable que puede adaptarse al terreno de las innovaciones. La idea es conectar a un inventor en el Chaco argentino con un inversor en New York y un empresario en Berlín.
A través de estos programas apoyados en entornos Web 2.0 también en la India, millones de pequeños agricultores aumentan su productividad y ganancias. Utilizan computadoras para acceder a la información de último momento sobre el pronóstico del tiempo, los precios de los cultivos en los mercados cercanos, las técnicas de siembra, consejos sobre experiencias y herramientas caseras innovadoras. La empresa de exportaciones agrícolas más grande de la India, alcanzó 40.000 aldeas desde su puesta en marcha en 2000. El programa ofrece equipos y conectividad de banda ancha y capacita a los miembros alfabetizados de la comunidad, quienes a su vez ayudan a los agricultores a acceder a la información vital para ellos.
Con estos programas apoyados en plataformas Web 2.0 vemos claramente que muchos pobres en recursos económicos son ricos en conocimientos.
Los estados alianzando con organismos multilaterales, puede movilizar a las Universidades, a Fundaciones y a ONGs, para a través de la implementación de entornos 2.0 recolectar, proteger e incubar innovaciones. La inversión pública y multilateral, podría apuntar a desarrolar plataformas 2.0 que articulen estrategias de apoyo, mediante fondos direccionados para la adquisición de insumos y créditos para start ups, y a la vez integren a estos actores innovadores, para potenciar el fáctor multiplicador de la inteligencia colectiva en la Web 2.0.
viernes, marzo 26, 2010
En la Web 2.0 las marcas tienen que conversar y convencer
Rubén Weinsteiner para Adnmundo
Nunca las marcas tuvieron tan poco control sobre lo que se dice de ellas, sobre lo que los consumidores, los actores del mercado, opinan de ella. Pero lo que aprendieron los consumidores es que la transparencia llegó para quedarse.
Un amigo anticuario siempre me dice que Internet mató su negocio, ya que todos los clientes manejan todos los precios, y los márgenes cayeron.
Con las conversaciones hechas mercado estos se vuelven más inteligentes, más informados, más organizados. La participación en un mercado interconectado hace que las personas cambien de una manera fundamental. Las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos.
Los consumidores se dieron cuenta que si quieren comprarse un Toyota, es mejor ir a los foros o buscar en google que dicen los usuarios, sobre tal o cual modelo.
Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre si mismos que de los vendedores. Y no toleran el discurso corporativo acerca de agregar valor a productos comunes, simplemente segmenetando y diferenciando.
Y en estas conversaciones, ya no pueden las empresas bajar línea, estas tienen que bajar al llano y ser un jugador, un conversador mas. Aceptando algunas cosas, reencuadrando la estrategia para fortalecerse en la debilidad. y sobre todo tienen que meterse en el barro 2.0 y convencer, esa es a clave, conversar y CONVENCER.
Nunca las marcas tuvieron tan poco control sobre lo que se dice de ellas, sobre lo que los consumidores, los actores del mercado, opinan de ella. Pero lo que aprendieron los consumidores es que la transparencia llegó para quedarse.
Un amigo anticuario siempre me dice que Internet mató su negocio, ya que todos los clientes manejan todos los precios, y los márgenes cayeron.
Con las conversaciones hechas mercado estos se vuelven más inteligentes, más informados, más organizados. La participación en un mercado interconectado hace que las personas cambien de una manera fundamental. Las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos.
Los consumidores se dieron cuenta que si quieren comprarse un Toyota, es mejor ir a los foros o buscar en google que dicen los usuarios, sobre tal o cual modelo.
Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre si mismos que de los vendedores. Y no toleran el discurso corporativo acerca de agregar valor a productos comunes, simplemente segmenetando y diferenciando.
Y en estas conversaciones, ya no pueden las empresas bajar línea, estas tienen que bajar al llano y ser un jugador, un conversador mas. Aceptando algunas cosas, reencuadrando la estrategia para fortalecerse en la debilidad. y sobre todo tienen que meterse en el barro 2.0 y convencer, esa es a clave, conversar y CONVENCER.
En la Web 2.0 las marcas tienen que conversar y convencer
Rubén Weinsteiner para Adnmundo
Nunca las marcas tuvieron tan poco control sobre lo que se dice de ellas, sobre lo que los consumidores, los actores del mercado, opinan de ella. Pero lo que aprendieron los consumidores es que la transparencia llegó para quedarse.
Un amigo anticuario siempre me dice que Internet mató su negocio, ya que todos los clientes manejan todos los precios, y los márgenes cayeron.
Con las conversaciones hechas mercado estos se vuelven más inteligentes, más informados, más organizados. La participación en un mercado interconectado hace que las personas cambien de una manera fundamental. Las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos.
Los consumidores se dieron cuenta que si quieren comprarse un Toyota, es mejor ir a los foros o buscar en google que dicen los usuarios, sobre tal o cual modelo.
Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre si mismos que de los vendedores. Y no toleran el discurso corporativo acerca de agregar valor a productos comunes, simplemente segmenetando y diferenciando.
Y en estas conversaciones, ya no pueden las empresas bajar línea, estas tienen que bajar al llano y ser un jugador, un conversador mas. Aceptando algunas cosas, reencuadrando la estrategia para fortalecerse en la debilidad. y sobre todo tienen que meterse en el barro 2.0 y convencer, esa es a clave, conversar y CONVENCER.
Nunca las marcas tuvieron tan poco control sobre lo que se dice de ellas, sobre lo que los consumidores, los actores del mercado, opinan de ella. Pero lo que aprendieron los consumidores es que la transparencia llegó para quedarse.
Un amigo anticuario siempre me dice que Internet mató su negocio, ya que todos los clientes manejan todos los precios, y los márgenes cayeron.
Con las conversaciones hechas mercado estos se vuelven más inteligentes, más informados, más organizados. La participación en un mercado interconectado hace que las personas cambien de una manera fundamental. Las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos.
Los consumidores se dieron cuenta que si quieren comprarse un Toyota, es mejor ir a los foros o buscar en google que dicen los usuarios, sobre tal o cual modelo.
Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre si mismos que de los vendedores. Y no toleran el discurso corporativo acerca de agregar valor a productos comunes, simplemente segmenetando y diferenciando.
Y en estas conversaciones, ya no pueden las empresas bajar línea, estas tienen que bajar al llano y ser un jugador, un conversador mas. Aceptando algunas cosas, reencuadrando la estrategia para fortalecerse en la debilidad. y sobre todo tienen que meterse en el barro 2.0 y convencer, esa es a clave, conversar y CONVENCER.
jueves, marzo 25, 2010
Efecto Barbra Streissand, mapa y territorio en el márketing político
Por Rubén Weinsteiner para Adnmundo
En una campaña política, de marcas o de una ONG, es muy importante establecer una estrategia de economía de fuerzas y de focos.
Hay que dar por perdidos a determinados sectores, aunque suene extraño, pero tomando el escenario de las últimas elecciones en Argentina, el Kirchnerismo asumió que con determinados segmentos de la clase media ningún abordaje resultaría eficaz, y en la campaña de De Narváez tomaron como un dato, que no tenían forma de entrarle a sectores que se consideran así mismos progresistas.
Esta principio de economía de fuerzas, que permite focalizarse en el espacio propio, en los márgenes del adversario, o competencia y no en su núcleo duro, tiene uno de sus costados mas complejos en el efecto Barbra Streissand.
Este principio-efecto consiste en asumir lo que no se puede cambiar, focalizarse en lo que si, y reencuadrar aquello que no se puede cambiar para que sea percibido, elaborado e internalizado de otra manera incluso de la manera opuesta, si la estrategia fijada así lo indicara.
Bárbara Streissand asume su nariz, no se la operó jamás, ella piensa que lo feo puede ser hermoso, lo bonito jamás. El contrato de marketing con el espacio propio, con los clientes cautivos y con los independientes puede asumir una nariz imperfecta y convertirla en parte de una cara hermosa, o por lo menos atractiva.
El mapa no es el territorio, la percepción plasmada en el recuerdo y la imaginación no es el hecho en sí, por eso la clave siempre reside en el reencuadre, en la modificación del marco de referencia perceptivo, para construir y ubicar un marco posible, razonable y funcional a la estrategia a través de anclajes sólidos, con el objetivo de cambiar el significado en el imaginario colectivo y poder influir en el abordaje emocional e intelectual, traducido en las respuestas y las conductas de las personas.
En una campaña política, de marcas o de una ONG, es muy importante establecer una estrategia de economía de fuerzas y de focos.
Hay que dar por perdidos a determinados sectores, aunque suene extraño, pero tomando el escenario de las últimas elecciones en Argentina, el Kirchnerismo asumió que con determinados segmentos de la clase media ningún abordaje resultaría eficaz, y en la campaña de De Narváez tomaron como un dato, que no tenían forma de entrarle a sectores que se consideran así mismos progresistas.
Esta principio de economía de fuerzas, que permite focalizarse en el espacio propio, en los márgenes del adversario, o competencia y no en su núcleo duro, tiene uno de sus costados mas complejos en el efecto Barbra Streissand.
Este principio-efecto consiste en asumir lo que no se puede cambiar, focalizarse en lo que si, y reencuadrar aquello que no se puede cambiar para que sea percibido, elaborado e internalizado de otra manera incluso de la manera opuesta, si la estrategia fijada así lo indicara.
Bárbara Streissand asume su nariz, no se la operó jamás, ella piensa que lo feo puede ser hermoso, lo bonito jamás. El contrato de marketing con el espacio propio, con los clientes cautivos y con los independientes puede asumir una nariz imperfecta y convertirla en parte de una cara hermosa, o por lo menos atractiva.
El mapa no es el territorio, la percepción plasmada en el recuerdo y la imaginación no es el hecho en sí, por eso la clave siempre reside en el reencuadre, en la modificación del marco de referencia perceptivo, para construir y ubicar un marco posible, razonable y funcional a la estrategia a través de anclajes sólidos, con el objetivo de cambiar el significado en el imaginario colectivo y poder influir en el abordaje emocional e intelectual, traducido en las respuestas y las conductas de las personas.
Efecto Barbra Streissand, mapa y territorio en el márketing político
Por Rubén Weinsteiner para Adnmundo
En una campaña política, de marcas o de una ONG, es muy importante establecer una estrategia de economía de fuerzas y de focos.
Hay que dar por perdidos a determinados sectores, aunque suene extraño, pero tomando el escenario de las últimas elecciones en Argentina, el Kirchnerismo asumió que con determinados segmentos de la clase media ningún abordaje resultaría eficaz, y en la campaña de De Narváez tomaron como un dato, que no tenían forma de entrarle a sectores que se consideran así mismos progresistas.
Esta principio de economía de fuerzas, que permite focalizarse en el espacio propio, en los márgenes del adversario, o competencia y no en su núcleo duro, tiene uno de sus costados mas complejos en el efecto Barbra Streissand.
Este principio-efecto consiste en asumir lo que no se puede cambiar, focalizarse en lo que si, y reencuadrar aquello que no se puede cambiar para que sea percibido, elaborado e internalizado de otra manera incluso de la manera opuesta, si la estrategia fijada así lo indicara.
Bárbara Streissand asume su nariz, no se la operó jamás, ella piensa que lo feo puede ser hermoso, lo bonito jamás. El contrato de marketing con el espacio propio, con los clientes cautivos y con los independientes puede asumir una nariz imperfecta y convertirla en parte de una cara hermosa, o por lo menos atractiva.
El mapa no es el territorio, la percepción plasmada en el recuerdo y la imaginación no es el hecho en sí, por eso la clave siempre reside en el reencuadre, en la modificación del marco de referencia perceptivo, para construir y ubicar un marco posible, razonable y funcional a la estrategia a través de anclajes sólidos, con el objetivo de cambiar el significado en el imaginario colectivo y poder influir en el abordaje emocional e intelectual, traducido en las respuestas y las conductas de las personas.
En una campaña política, de marcas o de una ONG, es muy importante establecer una estrategia de economía de fuerzas y de focos.
Hay que dar por perdidos a determinados sectores, aunque suene extraño, pero tomando el escenario de las últimas elecciones en Argentina, el Kirchnerismo asumió que con determinados segmentos de la clase media ningún abordaje resultaría eficaz, y en la campaña de De Narváez tomaron como un dato, que no tenían forma de entrarle a sectores que se consideran así mismos progresistas.
Esta principio de economía de fuerzas, que permite focalizarse en el espacio propio, en los márgenes del adversario, o competencia y no en su núcleo duro, tiene uno de sus costados mas complejos en el efecto Barbra Streissand.
Este principio-efecto consiste en asumir lo que no se puede cambiar, focalizarse en lo que si, y reencuadrar aquello que no se puede cambiar para que sea percibido, elaborado e internalizado de otra manera incluso de la manera opuesta, si la estrategia fijada así lo indicara.
Bárbara Streissand asume su nariz, no se la operó jamás, ella piensa que lo feo puede ser hermoso, lo bonito jamás. El contrato de marketing con el espacio propio, con los clientes cautivos y con los independientes puede asumir una nariz imperfecta y convertirla en parte de una cara hermosa, o por lo menos atractiva.
El mapa no es el territorio, la percepción plasmada en el recuerdo y la imaginación no es el hecho en sí, por eso la clave siempre reside en el reencuadre, en la modificación del marco de referencia perceptivo, para construir y ubicar un marco posible, razonable y funcional a la estrategia a través de anclajes sólidos, con el objetivo de cambiar el significado en el imaginario colectivo y poder influir en el abordaje emocional e intelectual, traducido en las respuestas y las conductas de las personas.
Spam
Fuente : Panda security
1- Brasil: 13,76%
2- India: 10,98%
3- República de Corea: 6,32%
4- Vietnam: 5,71%
5- Estados Unidos: 5,46%
6- Rusia: 2,85%
7- Rumania: 2,53%
8- Colombia: 2,37%
9- Reino Unido: 2,34%
10- Polonia: 2,31%
11- China: 2,26%
12- Alemania: 2,17%
13- Argentina: 1,86%
Según un estudio de la OCDE , los correos electrónicos no deseados (spam) cuestan globalmente 20,000 millones de dólares por año a las empresas en todo el mundo, lo que incluye pérdidas de productividad, programas de filtros y otros gastos en equipamiento informático .
Por trabajador, el costo global asciende a entre 600 y 1,000 dólares por año, añade el estudio, lo que significa que una empresa que emplee a 15,000 personas puede enfrentar un costo anual promedio de 12 millones de dólares. Esto se da porque un trabajador gasta quince minutos por día en borrar spam, además mientras borra el spam, se equivoca y borra correos que no lo son y tiene que ir a eliminados, buscarlo y recuperarlo. Junto con esto los spam contienen virus que requieren restaurar, buscar virus, etc, y todo esto insume tiempo.
Estan tratando de encontrarle una solución, algunos plantean cobrar una tasa, una especie de estampilla de 1 centavo de dólar, para que no sea gratis.
Pero ¿porque se manda spam? porque funciona.
Les cuento un ejemplo : en la víspera de la invasión a Irak, el ejército de los EE.UU repartió entre los soldados naipes con las caras de los líderes iraquíes para que se familiarizen con sus caras y resulte mas fácil su captura.
Una persona entró al sitio del pentagono, descubrió las cartas, y se le ocurrrió imprimir las cartas y ofrecer cada mazo a 5 dólares. Envío en una noche con la ayuda de 5 compañías emisoras de spam 26 millones de e-mails la oferta fue un éxito, en una noche vendió 4 millones de mazos a 5 dolares cada mazo, si , en una noche levantó 20 millones de dólares.
Spam
Fuente : Panda security
1- Brasil: 13,76%
2- India: 10,98%
3- República de Corea: 6,32%
4- Vietnam: 5,71%
5- Estados Unidos: 5,46%
6- Rusia: 2,85%
7- Rumania: 2,53%
8- Colombia: 2,37%
9- Reino Unido: 2,34%
10- Polonia: 2,31%
11- China: 2,26%
12- Alemania: 2,17%
13- Argentina: 1,86%
Según un estudio de la OCDE , los correos electrónicos no deseados (spam) cuestan globalmente 20,000 millones de dólares por año a las empresas en todo el mundo, lo que incluye pérdidas de productividad, programas de filtros y otros gastos en equipamiento informático .
Por trabajador, el costo global asciende a entre 600 y 1,000 dólares por año, añade el estudio, lo que significa que una empresa que emplee a 15,000 personas puede enfrentar un costo anual promedio de 12 millones de dólares. Esto se da porque un trabajador gasta quince minutos por día en borrar spam, además mientras borra el spam, se equivoca y borra correos que no lo son y tiene que ir a eliminados, buscarlo y recuperarlo. Junto con esto los spam contienen virus que requieren restaurar, buscar virus, etc, y todo esto insume tiempo.
Estan tratando de encontrarle una solución, algunos plantean cobrar una tasa, una especie de estampilla de 1 centavo de dólar, para que no sea gratis.
Pero ¿porque se manda spam? porque funciona.
Les cuento un ejemplo : en la víspera de la invasión a Irak, el ejército de los EE.UU repartió entre los soldados naipes con las caras de los líderes iraquíes para que se familiarizen con sus caras y resulte mas fácil su captura.
Una persona entró al sitio del pentagono, descubrió las cartas, y se le ocurrrió imprimir las cartas y ofrecer cada mazo a 5 dólares. Envío en una noche con la ayuda de 5 compañías emisoras de spam 26 millones de e-mails la oferta fue un éxito, en una noche vendió 4 millones de mazos a 5 dolares cada mazo, si , en una noche levantó 20 millones de dólares.
miércoles, marzo 24, 2010
Según la CEPAL 1948, 1973 y 2008 fueron los mejores de la economía argentina
Según la CEPAL, los años 1948, 1973 y 2008 fueron los mejores de la economía argentina. Fueron los períodos de la historia con los precios más altos de las exportaciones. El economista Aldo Ferrer señala que el gran desafío para la Argentina del Bicentenario es la "inclusión social".
En el último siglo, la economía argentina registró tres grandes años en términos de crecimiento y distribución, en los que coinciden tanto el favorable contexto internacional como el fortalecimiento de los valores macroeconómicos en el plano local.
Se trata de 1948, 1973 y 2008; períodos que se ganaron una página central en la historia económica del país, alentados en gran parte por los precios externos de intercambio que llegaron a picos históricos. A sólo un paso de atravesar las puertas del Bicentenario, renacen los debates en torno de las políticas económicas implementadas y el modelo de desarrollo a profundizar.
El informe que presentó la CEPAL, a partir de los datos del Ministerio de Economía, no contenía más que gráficos duros, desprovistos de valoraciones. "En 1948, 1973 y 2008 la evolución de los términos de intercambio mostró sus valores más altos en favor de la Argentina". Es decir que los precios de las exportaciones del país llegaron a su pico más elevado en relación con los precios de los productos que importábamos.
Casualmente, estos tres años de bonanza internacional coinciden con gobiernos peronistas al poder, lo cual bastó para despertar antiguos debates, que de cara al Bicentenario toman una resonancia todavía más sustantiva.
"Dios no es sólo argentino, sino también peronista." Con esta frase, el ex secretario de Hacienda de Raúl Alfonsín y director de la consultora Econométrica, Mario Brodersohn, abre su diálogo con Buenos Aires Económico. El economista mantiene la teoría de que el peronismo no supo aprovechar el contexto favorable internacional y asegura que "los radicales tuvieron mala suerte" con las situaciones externas que les tocó afrontar.
Mario Rapoport, economista e historiador, descree de esta visión y sostiene que "el peronismo, más allá de los términos de intercambio, tuvo que afrontar situaciones muy desfavorables en su historia". Además, subraya que en los primeros dos gobiernos radicales los panoramas económicos internacionales fueron "muy positivos".
En ese sentido, también Aldo Ferrer, economista y director editorial de Buenos Aires Económico, señaló que "las mejoras en los términos de intercambio para el país no implican un traslado automático a un desarrollo interno".
"El contexto internacional, favorable o no, no implica necesariamente el acierto en las políticas y rumbos económicos que el país adopte", agregó el ex ministro de Economía.
Más allá de las discusiones, estos tres años, con Juan Domingo Perón al gobierno en el primero y segundo caso (este último con la participación inicial de Héctor Cámpora), y a Cristina Fernández de Kirchner al mandato en 2008, se mantienen en el pedestal de valores macroeconómicos, tanto por la planilla de términos de intercambio como por los índices de crecimiento del PBI y por las políticas de redistribución de la riqueza.
El mítico '48. En el imaginario colectivo, pero también en los gráficos y estudios, 1948 se posiciona como uno de los años de mayor bonanza para la economía argentina. El análisis que presentó Brodersohn, a partir de los datos de la CEPAL, posiciona este año donde los precios de las exportaciones argentinas alcanzaron, relativamente, su nivel más alto respecto de los valores de las importaciones. "En la etapa alfonsinista los términos de intercambio fueron de la mitad de los de 1948", enfatiza el economista para abonar su teoría.
Más allá del contexto internacional, este período del primer gobierno de Perón se mantiene en el pedestal de la economía, porque fue por aquel entonces cuando los salarios reales crecieron un 62 por ciento en los primeros tres años de su mandato y se direccionó buena parte del crédito bancario barato al fortalecimiento de la industria nacional.
El crecimiento de la economía rondaba tasas cercanas al 10 por ciento, de la mano del cambio en el modelo económico, para ingresar definitivamente en la etapa de sustitución de importaciones. "Incluso en los años económicos adversos de 1952 a 1955 Perón supo sostener la participación en torno del 50 por ciento de los asalariados en el ingreso nacional", reconoce Brodersohn.
La década del 50 encontró a la Argentina con más de siete millones de obreros, de los cuales cerca del 70 por ciento estaba sindicalizado. Ya para 1952, nuestro país mostraba el índice de nivel de vida más alto de toda la región latinoamericana. En 1954, los obreros argentinos alcanzaron el 50,8 por ciento de la distribución del ingreso nacional, logrando así la mayor participación de este sector de toda la historia.
Tanto en 1948 como en 1973 y 2008 se registra un denominador común que atraviesa estas etapas tan distantes de la economía: Una crisis posterior al fuerte crecimiento, impulsada por factores externos a las políticas económicas locales.
En 1949 Estados Unidos suspende su comercio con la Argentina, principalmente de combustibles y maquinarias para la industria, se genera una caída en las exportaciones agrícolas, agravada por la sequía que llegaría promediando el año, y que se repetiría en 1952. El panorama empuja, a su vez, al crecimiento de los precios de algunos productos básicos del mercado interno.
En 1973, también un año en que los valores de intercambio se mostraban positivos y las políticas comenzaban una tendencia de redistribución económica, estalla en octubre la crisis del petróleo, que alienta el ya debilitado dólar. Entre el ‘73 y el ‘74 el PBI creció un promedio de casi el 6 por ciento. El proceso terminó de caerse con el "rodrigazo" de 1975, dando paso a una de las etapas más tristes y dolorosas para la sociedad argentina, tanto en términos humanos como sociales y económicos, como lo fue la última dictadura militar.
Finalmente, después del 2008, se sucedió la crisis financiera internacional de 2009, que todavía sigue causando serios dolores de cabeza, principalmente para la Eurozona y sus países más dependientes. Aunque la Argentina sufrió en parte el embiste que hizo temblar las economías del mundo, los valores macroeconómicos del país para 2010 se muestran mucho más alentadores de lo que se auguró meses atrás.
Hasta el 2008, la Argentina mantuvo un crecimiento de la economía ascendente, que comenzó en 2003 y que, dado el sostenimiento en el tiempo y su duración, marcó un nuevo récord histórico para la economía del país.
Deudas pendientes. Los cumpleaños, incluso los de la Patria, son siempre un disparador para evaluar lo que se hizo, pero también lo que faltó hacer. El Bicentenario, en línea con lo que plantea desde hace meses la presidenta Cristina Fernández, parece estar sentando algunos conceptos como indiscutibles, o al menos ésa es la intención de buena parte de la clase política dirigente. Entre ellos, la necesidad de fortalecer continuamente el mercado interno y no volver a caer en la primarización de la economía.
Aldo Ferrer señala que el "gran desafío" para la Argentina del Bicentenario es la "inclusión social". Un aspecto con el que coincide el historiador Rapoport y, de alguna manera, también Brodersohn.
"La causa estructural más importante de inequidad y exclusión social es la informalidad laboral", sostiene el economista director de Econométrica. Actualmente, de acuerdo con los datos que difunde el INDEC, el llamado trabajo en negro alcanza a un 35 por ciento de los asalariados, un universo bastante amplio, que se incrementó durante 2009, pero que mantiene una tendencia a la baja desde que el país comenzó la recuperación en 2003.
En ese sentido, aunque todavía un tanto apresurado para llegar a conclusiones, la Asignación Universal por Hijo está arrojando resultados que pueden situar al 2010 dentro de la pelea por el pedestal de los mejores años en términos de distribución de la riqueza y crecimiento de la economía.
De acuerdo con el INDEC, la indigencia a partir de la implementación de esta asignación se redujo un 68 por ciento, mientras que si se analizan los números de las provincias este indicador bajó un 54 por ciento.
En el caso de la pobreza, la estadística del INDEC marca una disminución del 32,6 por ciento, que, para los números de las provincias, es del 13,1.
En términos de recaudación, el año también viene marcando un buen paso: en abril el salto interanual fue del 30,7 por ciento, estableciendo un nuevo récord histórico, al alcanzar los 30.129,6 millones de pesos. En los primeros tres meses del año la recaudación ya mostraba esta línea, con crecimientos que superaban los veinte puntos porcentuales.
De esta forma, no son pocos los analistas que auguran para 2010 un año histórico, que también podría coronarse con la salida definitiva del default declarado en 2002, lo cual implicará una apertura a los mercados internacionales de crédito, que hoy muestran tasas todavía demasiado altas respecto de otras naciones vecinas.
En el último siglo, la economía argentina registró tres grandes años en términos de crecimiento y distribución, en los que coinciden tanto el favorable contexto internacional como el fortalecimiento de los valores macroeconómicos en el plano local.
Se trata de 1948, 1973 y 2008; períodos que se ganaron una página central en la historia económica del país, alentados en gran parte por los precios externos de intercambio que llegaron a picos históricos. A sólo un paso de atravesar las puertas del Bicentenario, renacen los debates en torno de las políticas económicas implementadas y el modelo de desarrollo a profundizar.
El informe que presentó la CEPAL, a partir de los datos del Ministerio de Economía, no contenía más que gráficos duros, desprovistos de valoraciones. "En 1948, 1973 y 2008 la evolución de los términos de intercambio mostró sus valores más altos en favor de la Argentina". Es decir que los precios de las exportaciones del país llegaron a su pico más elevado en relación con los precios de los productos que importábamos.
Casualmente, estos tres años de bonanza internacional coinciden con gobiernos peronistas al poder, lo cual bastó para despertar antiguos debates, que de cara al Bicentenario toman una resonancia todavía más sustantiva.
"Dios no es sólo argentino, sino también peronista." Con esta frase, el ex secretario de Hacienda de Raúl Alfonsín y director de la consultora Econométrica, Mario Brodersohn, abre su diálogo con Buenos Aires Económico. El economista mantiene la teoría de que el peronismo no supo aprovechar el contexto favorable internacional y asegura que "los radicales tuvieron mala suerte" con las situaciones externas que les tocó afrontar.
Mario Rapoport, economista e historiador, descree de esta visión y sostiene que "el peronismo, más allá de los términos de intercambio, tuvo que afrontar situaciones muy desfavorables en su historia". Además, subraya que en los primeros dos gobiernos radicales los panoramas económicos internacionales fueron "muy positivos".
En ese sentido, también Aldo Ferrer, economista y director editorial de Buenos Aires Económico, señaló que "las mejoras en los términos de intercambio para el país no implican un traslado automático a un desarrollo interno".
"El contexto internacional, favorable o no, no implica necesariamente el acierto en las políticas y rumbos económicos que el país adopte", agregó el ex ministro de Economía.
Más allá de las discusiones, estos tres años, con Juan Domingo Perón al gobierno en el primero y segundo caso (este último con la participación inicial de Héctor Cámpora), y a Cristina Fernández de Kirchner al mandato en 2008, se mantienen en el pedestal de valores macroeconómicos, tanto por la planilla de términos de intercambio como por los índices de crecimiento del PBI y por las políticas de redistribución de la riqueza.
El mítico '48. En el imaginario colectivo, pero también en los gráficos y estudios, 1948 se posiciona como uno de los años de mayor bonanza para la economía argentina. El análisis que presentó Brodersohn, a partir de los datos de la CEPAL, posiciona este año donde los precios de las exportaciones argentinas alcanzaron, relativamente, su nivel más alto respecto de los valores de las importaciones. "En la etapa alfonsinista los términos de intercambio fueron de la mitad de los de 1948", enfatiza el economista para abonar su teoría.
Más allá del contexto internacional, este período del primer gobierno de Perón se mantiene en el pedestal de la economía, porque fue por aquel entonces cuando los salarios reales crecieron un 62 por ciento en los primeros tres años de su mandato y se direccionó buena parte del crédito bancario barato al fortalecimiento de la industria nacional.
El crecimiento de la economía rondaba tasas cercanas al 10 por ciento, de la mano del cambio en el modelo económico, para ingresar definitivamente en la etapa de sustitución de importaciones. "Incluso en los años económicos adversos de 1952 a 1955 Perón supo sostener la participación en torno del 50 por ciento de los asalariados en el ingreso nacional", reconoce Brodersohn.
La década del 50 encontró a la Argentina con más de siete millones de obreros, de los cuales cerca del 70 por ciento estaba sindicalizado. Ya para 1952, nuestro país mostraba el índice de nivel de vida más alto de toda la región latinoamericana. En 1954, los obreros argentinos alcanzaron el 50,8 por ciento de la distribución del ingreso nacional, logrando así la mayor participación de este sector de toda la historia.
Tanto en 1948 como en 1973 y 2008 se registra un denominador común que atraviesa estas etapas tan distantes de la economía: Una crisis posterior al fuerte crecimiento, impulsada por factores externos a las políticas económicas locales.
En 1949 Estados Unidos suspende su comercio con la Argentina, principalmente de combustibles y maquinarias para la industria, se genera una caída en las exportaciones agrícolas, agravada por la sequía que llegaría promediando el año, y que se repetiría en 1952. El panorama empuja, a su vez, al crecimiento de los precios de algunos productos básicos del mercado interno.
En 1973, también un año en que los valores de intercambio se mostraban positivos y las políticas comenzaban una tendencia de redistribución económica, estalla en octubre la crisis del petróleo, que alienta el ya debilitado dólar. Entre el ‘73 y el ‘74 el PBI creció un promedio de casi el 6 por ciento. El proceso terminó de caerse con el "rodrigazo" de 1975, dando paso a una de las etapas más tristes y dolorosas para la sociedad argentina, tanto en términos humanos como sociales y económicos, como lo fue la última dictadura militar.
Finalmente, después del 2008, se sucedió la crisis financiera internacional de 2009, que todavía sigue causando serios dolores de cabeza, principalmente para la Eurozona y sus países más dependientes. Aunque la Argentina sufrió en parte el embiste que hizo temblar las economías del mundo, los valores macroeconómicos del país para 2010 se muestran mucho más alentadores de lo que se auguró meses atrás.
Hasta el 2008, la Argentina mantuvo un crecimiento de la economía ascendente, que comenzó en 2003 y que, dado el sostenimiento en el tiempo y su duración, marcó un nuevo récord histórico para la economía del país.
Deudas pendientes. Los cumpleaños, incluso los de la Patria, son siempre un disparador para evaluar lo que se hizo, pero también lo que faltó hacer. El Bicentenario, en línea con lo que plantea desde hace meses la presidenta Cristina Fernández, parece estar sentando algunos conceptos como indiscutibles, o al menos ésa es la intención de buena parte de la clase política dirigente. Entre ellos, la necesidad de fortalecer continuamente el mercado interno y no volver a caer en la primarización de la economía.
Aldo Ferrer señala que el "gran desafío" para la Argentina del Bicentenario es la "inclusión social". Un aspecto con el que coincide el historiador Rapoport y, de alguna manera, también Brodersohn.
"La causa estructural más importante de inequidad y exclusión social es la informalidad laboral", sostiene el economista director de Econométrica. Actualmente, de acuerdo con los datos que difunde el INDEC, el llamado trabajo en negro alcanza a un 35 por ciento de los asalariados, un universo bastante amplio, que se incrementó durante 2009, pero que mantiene una tendencia a la baja desde que el país comenzó la recuperación en 2003.
En ese sentido, aunque todavía un tanto apresurado para llegar a conclusiones, la Asignación Universal por Hijo está arrojando resultados que pueden situar al 2010 dentro de la pelea por el pedestal de los mejores años en términos de distribución de la riqueza y crecimiento de la economía.
De acuerdo con el INDEC, la indigencia a partir de la implementación de esta asignación se redujo un 68 por ciento, mientras que si se analizan los números de las provincias este indicador bajó un 54 por ciento.
En el caso de la pobreza, la estadística del INDEC marca una disminución del 32,6 por ciento, que, para los números de las provincias, es del 13,1.
En términos de recaudación, el año también viene marcando un buen paso: en abril el salto interanual fue del 30,7 por ciento, estableciendo un nuevo récord histórico, al alcanzar los 30.129,6 millones de pesos. En los primeros tres meses del año la recaudación ya mostraba esta línea, con crecimientos que superaban los veinte puntos porcentuales.
De esta forma, no son pocos los analistas que auguran para 2010 un año histórico, que también podría coronarse con la salida definitiva del default declarado en 2002, lo cual implicará una apertura a los mercados internacionales de crédito, que hoy muestran tasas todavía demasiado altas respecto de otras naciones vecinas.
martes, marzo 23, 2010
De Ceausescu al Facebook
Por Rubén Weinsteiner para Adnmundo
En los últimos 30 años tuvieron lugar dos cambios dramáticos de paradigmas en el territorio de la comunicación, que imponen modificaciones en el mapa, sin los cuales los que intenten mapa en mano recorrer el territorio modificado, se golpearán duramente contra las nuevas construcciones.
En el año 89 tuvo lugar en Rumania, la primera revolución televisada en directo de la historia. Tanto los opositores a Ceaucescu, como sus partidarios y los miembros de la Securitate, tomaban estaciones de radio y canales de televisión, desde donde articulaban el relato del momento. Desde los revolucionarios haciéndole un agujero en el medio a la bandera, sacándole el emblema comunista, el juicio de campo al presidente y su esposa, y hasta el golpe de knock out que puso fin a la resistencia, que fue mostrar los cuerpos sin vida de Nicolae y Elena Ceausescu tirados en un camino de tierra, todo se vio por Televisión.
En agosto del 90, Irak invade Kuwait y en enero del 91, Los EE.UU atacan y con la experiencia de Vietnam, donde las imágenes televisadas de las muertes y los muertos definieron el conflicto y forzaron la retirada, producen esta vez una guerra televisada, pero con el guión en la mano, no dejando ver ni muertos ni heridos, tan solo recreaciones con la gráfica de los video juegos, que presentan el relato del Ejército de los EE.UU, una guerra sin víctimas, errores ni daños colaterales, donde la realidad se constituyó en aquello que se televisó, rendiciones de soldados iraquíes, animaciones sobre misiles y movimientos de tropas, soldados jugando con chicos Kuwaitíes y los personajes claro está: Bush, Saddam, Shwartzkopf, el locutor de la TV Iraquí, para finalmente llegar al The end, con la rendición de Saddam, el discurso de Bush y el desfile de la victoria por las calles de New York.
Estos acontecimientos estaban enmarcados en la explosión mundial del cable, la mundialización de la TV incluso tras la ex cortina de hierro, y en lo que se dio en llamar, a partir del salto cualitativo en las comunicaciones, y de la uniformidad de contenidos en todo el mundo, la aldea global.
A partir allí en el mundo y en la Argentina, plazas como las del 83 ya no se vieron, lo que pasaba, era lo que se veía en la pantalla, los candidatos comenzaron a cerrar sus campañas por TV, en espacios de propaganda política, en programas periodísticos o en shows de alto rating como Tinelli.
Los 90 se sumergieron en el paradigma de la pantalla unidireccional, donde el sujeto siempre estaba del otro lado de la misma, y le resultaba muy difícil al que estaba de este lado, del lado del televidente, escapar del rol de objeto para pasar a ser sujeto aunque sea un instante.
Todo pasó a ser televisado, para los políticos ser , se convirtió en aparecer, y para el público ser , se transformó en parecerse. Todos querían tener un programa de cable o 15 minutos de fama aun al costo de hacer el ridículo. Para la construcción del discurso había cambiado la herramienta, pero no la polaridad, en lugar hablarle a las plazas o de caminar incesantemente por los pueblos, los candidatos, le hablaban a las cámaras y caminaban entre los canales. Pero se le seguía hablando a un mudo y la imagen se constituía en el todo, el proyecto político y el relato eran accesorios y el receptor seguía siendo un consumidor.
La preeminencia del factor proyecto- idea, por sobre la imagen sin proyecto, era un dato en los sesenta y setenta, e hizo fracasar a aquellos candidatos que invertían fortunas en la televisión, como Chamizo y Ezequiel Martínez. En los noventas el nuevo paradigma cambió las reglas, seguramente con este paradigma a Chamizo le hubiese ido mejor, como le fue a De Narváez en 2009.
Estamos en este momento en una etapa de transición, ya que el paradigma volvió a cambiar en 2001, allí se produce la explosión de la sociedad civil, no solo en Argentina sino a nivel global, la gente busca protagonismo, quiere que se la escuche y se hace escuchar. El “que se vayan todos” en Argentina, reflejaba la bronca, no solo contra el corralito y la pobre calidad de la corporación política, sino que era un grito pidiendo lugar, para dejar de ser objeto y poder transformarse en sujeto.
Mientras tanto explota la burbuja de Internet, llena de negocios que no lo fueron, como la venta del portal Patagon.com, por casi 1000 millones de dólares en Argentina, que luego desapareció sin dar ni un centavo de ganancia. La Web 1.0, la Web unidireccional, donde la pantalla les hablaba a los navegantes fracasó, ya que no era negocio y con ella explotó el Nasdaq en 2001. La gente se hizo cargo del negocio de la Web y esta se hizo 2.0., una web interactiva, donde cualquiera puede tener un blog o comunicar a través de las redes sociales ideas, para discutirlas, instalar con ellas agenda, y hasta tocar vacas sagradas y ser políticamente incorrecto.
En la Web 2.0 el “boca a boca” del café incluye a miles y puede llegar a millones,si cada uno tiene por lo menos cien contactos y cada uno de esos cien tiene otros cien, cualquier información, idea o hasta un link de you tube vía e-mail llega a 10.000 personas en dos minutos. Lo que se dice en esos “boca a boca” queda para siempre en Google, al alcance de todos.
Así como la imprenta representó un cambio dramático y revolucionario, ya que antes de Gutenberg se escribía poco y era muy caro hacerlo, siendo pocos los que sabían leer, con la Web 2.0 son muchos los que escriben además de leer y nunca publicar un medio fue tan barato, alcanza con tener una computadora y una conexión de Internet.
En este cambio de paradigma la imagen sin proyecto, sin ideas y sin relato no puede sostenerse, ya que no se puede esgrimir indefinidamente una foto vacía de ideas y proyecto, por mas sonriente y fotoshopeada que este, ante el reclamo desatado de respuestas, propuestas, ideas, contenidos y diálogo continuo como se da en la Web 2.0.
El 30 % del electorado en la Argentina tiene en 2010 menos de 30 años, son nativos digitales en su mayoría, para ellos “en Google esta todo”, los que nacieron en los noventa nunca vivieron sin internet, pasan 4 horas del día en la Web, frente al monitor, la notebook o navegan desde el celular. A la TV la miran en You Tube mientras abren una ventana para leer los diarios, otra para el Facebook, otra para el Flickr, twitter, el chat y chequear los e-mails. Para este grupo la TV es aburrida, no los deja interactuar y no permite plasmar su dinámica multi-tasking. Estos jóvenes desarrollaron un grado de cognitividad superior a los de la generaciones que crecieron en los 50, 60 o 70, que les impone la decodificación de series como Lost, Los Soprano o Lie to me, cuando aquellas generaciones se medían con la linealidad de Chips, El Santo o Ladrón sin destino.
El brodcasting, donde el emisor es el sujeto y programa y el público inmóvil solo objeto, dejó lugar al pullcasting, donde el receptor-emisor “tira” y produce su propia programación.
La web 2.0 le marca la agenda a los grandes medios, las radios ya no leen los diarios, leen la Web, es que el diario de la mañana queda viejo a las 11, y al otro día sirve para envolver huevos, lo escrito en la Web queda para siempre y esta a Google de cualquiera.
En la Web 2.0 se puede hablar con todos y llegar a cada uno en particular. Una de las fortalezas del nuevo paradigma 2.0, es la segmentación. Mientras que en los ochentas Michael Jackson o Madonna vendían millones de discos, hoy en la era 2.0, nadie vende millones, porque a través de este nuevo paradigma, la uniformidad deja paso a la diversidad, hoy son decenas o centenas de miles los artistas que pueden dar a conocer su arte, y son cientos de millones los que pueden tener acceso a conocerlos, esta larga cola de la economía llego a su fin, hoy son muchos los que venden mucho, por eso hay que “taylorizar” las propuestas para poder llegar a segmentos diferentes y “conversar” con ellos, proponerles y escucharlos.
En la Web 2.0 la gente se organiza, discute, cambia de ideas y pasa de consumidor a prosumidor, es decir un productor y consumidor de información, no solo publicando noticias sino como en el sitio del partido laborista británico, donde la gente propone ideas, proyectos de ley, objeta medidas y allí David Miliband, el Canciller británico, importante dirigente del laborismo, modera la pagina y se compromete a llevar al parlamento las ideas más votadas en el sitio 2.0 del Labour.
Todos nos estamos sumando a esta inteligencia colectiva, cuando conocemos a alguien lo googleamos, cuando buscamos cambiar el auto entramos a los foros, cuando nos entró un virus, buscamos a ver que dicen otros a quienes les pasó algo parecido, cuando tenemos alguna mala experiencia con algún producto o servicio podemos testimoniarlo en la Web, cuando queremos opinar sobre una noticia posteamos un comentario, y los más comprometidos, abren un blog, están en Facebook y habitan literalmente la Web 2.0
Esta inteligencia colectiva produce un salto cualitativo enorme en materia de propuestas políticas, debate y demanda de transparencia e institucionalidad, tanto en la campaña 2.0 como en la gestión 2.0. El concepto clásico de campaña de construcción y gestión de imagen, está dejando paso a la idea de comunicación permanente.
Rubén Weinsteiner
En los últimos 30 años tuvieron lugar dos cambios dramáticos de paradigmas en el territorio de la comunicación, que imponen modificaciones en el mapa, sin los cuales los que intenten mapa en mano recorrer el territorio modificado, se golpearán duramente contra las nuevas construcciones.
En el año 89 tuvo lugar en Rumania, la primera revolución televisada en directo de la historia. Tanto los opositores a Ceaucescu, como sus partidarios y los miembros de la Securitate, tomaban estaciones de radio y canales de televisión, desde donde articulaban el relato del momento. Desde los revolucionarios haciéndole un agujero en el medio a la bandera, sacándole el emblema comunista, el juicio de campo al presidente y su esposa, y hasta el golpe de knock out que puso fin a la resistencia, que fue mostrar los cuerpos sin vida de Nicolae y Elena Ceausescu tirados en un camino de tierra, todo se vio por Televisión.
En agosto del 90, Irak invade Kuwait y en enero del 91, Los EE.UU atacan y con la experiencia de Vietnam, donde las imágenes televisadas de las muertes y los muertos definieron el conflicto y forzaron la retirada, producen esta vez una guerra televisada, pero con el guión en la mano, no dejando ver ni muertos ni heridos, tan solo recreaciones con la gráfica de los video juegos, que presentan el relato del Ejército de los EE.UU, una guerra sin víctimas, errores ni daños colaterales, donde la realidad se constituyó en aquello que se televisó, rendiciones de soldados iraquíes, animaciones sobre misiles y movimientos de tropas, soldados jugando con chicos Kuwaitíes y los personajes claro está: Bush, Saddam, Shwartzkopf, el locutor de la TV Iraquí, para finalmente llegar al The end, con la rendición de Saddam, el discurso de Bush y el desfile de la victoria por las calles de New York.
Estos acontecimientos estaban enmarcados en la explosión mundial del cable, la mundialización de la TV incluso tras la ex cortina de hierro, y en lo que se dio en llamar, a partir del salto cualitativo en las comunicaciones, y de la uniformidad de contenidos en todo el mundo, la aldea global.
A partir allí en el mundo y en la Argentina, plazas como las del 83 ya no se vieron, lo que pasaba, era lo que se veía en la pantalla, los candidatos comenzaron a cerrar sus campañas por TV, en espacios de propaganda política, en programas periodísticos o en shows de alto rating como Tinelli.
Los 90 se sumergieron en el paradigma de la pantalla unidireccional, donde el sujeto siempre estaba del otro lado de la misma, y le resultaba muy difícil al que estaba de este lado, del lado del televidente, escapar del rol de objeto para pasar a ser sujeto aunque sea un instante.
Todo pasó a ser televisado, para los políticos ser , se convirtió en aparecer, y para el público ser , se transformó en parecerse. Todos querían tener un programa de cable o 15 minutos de fama aun al costo de hacer el ridículo. Para la construcción del discurso había cambiado la herramienta, pero no la polaridad, en lugar hablarle a las plazas o de caminar incesantemente por los pueblos, los candidatos, le hablaban a las cámaras y caminaban entre los canales. Pero se le seguía hablando a un mudo y la imagen se constituía en el todo, el proyecto político y el relato eran accesorios y el receptor seguía siendo un consumidor.
La preeminencia del factor proyecto- idea, por sobre la imagen sin proyecto, era un dato en los sesenta y setenta, e hizo fracasar a aquellos candidatos que invertían fortunas en la televisión, como Chamizo y Ezequiel Martínez. En los noventas el nuevo paradigma cambió las reglas, seguramente con este paradigma a Chamizo le hubiese ido mejor, como le fue a De Narváez en 2009.
Estamos en este momento en una etapa de transición, ya que el paradigma volvió a cambiar en 2001, allí se produce la explosión de la sociedad civil, no solo en Argentina sino a nivel global, la gente busca protagonismo, quiere que se la escuche y se hace escuchar. El “que se vayan todos” en Argentina, reflejaba la bronca, no solo contra el corralito y la pobre calidad de la corporación política, sino que era un grito pidiendo lugar, para dejar de ser objeto y poder transformarse en sujeto.
Mientras tanto explota la burbuja de Internet, llena de negocios que no lo fueron, como la venta del portal Patagon.com, por casi 1000 millones de dólares en Argentina, que luego desapareció sin dar ni un centavo de ganancia. La Web 1.0, la Web unidireccional, donde la pantalla les hablaba a los navegantes fracasó, ya que no era negocio y con ella explotó el Nasdaq en 2001. La gente se hizo cargo del negocio de la Web y esta se hizo 2.0., una web interactiva, donde cualquiera puede tener un blog o comunicar a través de las redes sociales ideas, para discutirlas, instalar con ellas agenda, y hasta tocar vacas sagradas y ser políticamente incorrecto.
En la Web 2.0 el “boca a boca” del café incluye a miles y puede llegar a millones,si cada uno tiene por lo menos cien contactos y cada uno de esos cien tiene otros cien, cualquier información, idea o hasta un link de you tube vía e-mail llega a 10.000 personas en dos minutos. Lo que se dice en esos “boca a boca” queda para siempre en Google, al alcance de todos.
Así como la imprenta representó un cambio dramático y revolucionario, ya que antes de Gutenberg se escribía poco y era muy caro hacerlo, siendo pocos los que sabían leer, con la Web 2.0 son muchos los que escriben además de leer y nunca publicar un medio fue tan barato, alcanza con tener una computadora y una conexión de Internet.
En este cambio de paradigma la imagen sin proyecto, sin ideas y sin relato no puede sostenerse, ya que no se puede esgrimir indefinidamente una foto vacía de ideas y proyecto, por mas sonriente y fotoshopeada que este, ante el reclamo desatado de respuestas, propuestas, ideas, contenidos y diálogo continuo como se da en la Web 2.0.
El 30 % del electorado en la Argentina tiene en 2010 menos de 30 años, son nativos digitales en su mayoría, para ellos “en Google esta todo”, los que nacieron en los noventa nunca vivieron sin internet, pasan 4 horas del día en la Web, frente al monitor, la notebook o navegan desde el celular. A la TV la miran en You Tube mientras abren una ventana para leer los diarios, otra para el Facebook, otra para el Flickr, twitter, el chat y chequear los e-mails. Para este grupo la TV es aburrida, no los deja interactuar y no permite plasmar su dinámica multi-tasking. Estos jóvenes desarrollaron un grado de cognitividad superior a los de la generaciones que crecieron en los 50, 60 o 70, que les impone la decodificación de series como Lost, Los Soprano o Lie to me, cuando aquellas generaciones se medían con la linealidad de Chips, El Santo o Ladrón sin destino.
El brodcasting, donde el emisor es el sujeto y programa y el público inmóvil solo objeto, dejó lugar al pullcasting, donde el receptor-emisor “tira” y produce su propia programación.
La web 2.0 le marca la agenda a los grandes medios, las radios ya no leen los diarios, leen la Web, es que el diario de la mañana queda viejo a las 11, y al otro día sirve para envolver huevos, lo escrito en la Web queda para siempre y esta a Google de cualquiera.
En la Web 2.0 se puede hablar con todos y llegar a cada uno en particular. Una de las fortalezas del nuevo paradigma 2.0, es la segmentación. Mientras que en los ochentas Michael Jackson o Madonna vendían millones de discos, hoy en la era 2.0, nadie vende millones, porque a través de este nuevo paradigma, la uniformidad deja paso a la diversidad, hoy son decenas o centenas de miles los artistas que pueden dar a conocer su arte, y son cientos de millones los que pueden tener acceso a conocerlos, esta larga cola de la economía llego a su fin, hoy son muchos los que venden mucho, por eso hay que “taylorizar” las propuestas para poder llegar a segmentos diferentes y “conversar” con ellos, proponerles y escucharlos.
En la Web 2.0 la gente se organiza, discute, cambia de ideas y pasa de consumidor a prosumidor, es decir un productor y consumidor de información, no solo publicando noticias sino como en el sitio del partido laborista británico, donde la gente propone ideas, proyectos de ley, objeta medidas y allí David Miliband, el Canciller británico, importante dirigente del laborismo, modera la pagina y se compromete a llevar al parlamento las ideas más votadas en el sitio 2.0 del Labour.
Todos nos estamos sumando a esta inteligencia colectiva, cuando conocemos a alguien lo googleamos, cuando buscamos cambiar el auto entramos a los foros, cuando nos entró un virus, buscamos a ver que dicen otros a quienes les pasó algo parecido, cuando tenemos alguna mala experiencia con algún producto o servicio podemos testimoniarlo en la Web, cuando queremos opinar sobre una noticia posteamos un comentario, y los más comprometidos, abren un blog, están en Facebook y habitan literalmente la Web 2.0
Esta inteligencia colectiva produce un salto cualitativo enorme en materia de propuestas políticas, debate y demanda de transparencia e institucionalidad, tanto en la campaña 2.0 como en la gestión 2.0. El concepto clásico de campaña de construcción y gestión de imagen, está dejando paso a la idea de comunicación permanente.
Rubén Weinsteiner
De Ceausescu al Facebook
Por Rubén Weinsteiner para Adnmundo
En los últimos 30 años tuvieron lugar dos cambios dramáticos de paradigmas en el territorio de la comunicación, que imponen modificaciones en el mapa, sin los cuales los que intenten mapa en mano recorrer el territorio modificado, se golpearán duramente contra las nuevas construcciones.
En el año 89 tuvo lugar en Rumania, la primera revolución televisada en directo de la historia. Tanto los opositores a Ceaucescu, como sus partidarios y los miembros de la Securitate, tomaban estaciones de radio y canales de televisión, desde donde articulaban el relato del momento. Desde los revolucionarios haciéndole un agujero en el medio a la bandera, sacándole el emblema comunista, el juicio de campo al presidente y su esposa, y hasta el golpe de knock out que puso fin a la resistencia, que fue mostrar los cuerpos sin vida de Nicolae y Elena Ceausescu tirados en un camino de tierra, todo se vio por Televisión.
En agosto del 90, Irak invade Kuwait y en enero del 91, Los EE.UU atacan y con la experiencia de Vietnam, donde las imágenes televisadas de las muertes y los muertos definieron el conflicto y forzaron la retirada, producen esta vez una guerra televisada, pero con el guión en la mano, no dejando ver ni muertos ni heridos, tan solo recreaciones con la gráfica de los video juegos, que presentan el relato del Ejército de los EE.UU, una guerra sin víctimas, errores ni daños colaterales, donde la realidad se constituyó en aquello que se televisó, rendiciones de soldados iraquíes, animaciones sobre misiles y movimientos de tropas, soldados jugando con chicos Kuwaitíes y los personajes claro está: Bush, Saddam, Shwartzkopf, el locutor de la TV Iraquí, para finalmente llegar al The end, con la rendición de Saddam, el discurso de Bush y el desfile de la victoria por las calles de New York.
Estos acontecimientos estaban enmarcados en la explosión mundial del cable, la mundialización de la TV incluso tras la ex cortina de hierro, y en lo que se dio en llamar, a partir del salto cualitativo en las comunicaciones, y de la uniformidad de contenidos en todo el mundo, la aldea global.
A partir allí en el mundo y en la Argentina, plazas como las del 83 ya no se vieron, lo que pasaba, era lo que se veía en la pantalla, los candidatos comenzaron a cerrar sus campañas por TV, en espacios de propaganda política, en programas periodísticos o en shows de alto rating como Tinelli.
Los 90 se sumergieron en el paradigma de la pantalla unidireccional, donde el sujeto siempre estaba del otro lado de la misma, y le resultaba muy difícil al que estaba de este lado, del lado del televidente, escapar del rol de objeto para pasar a ser sujeto aunque sea un instante.
Todo pasó a ser televisado, para los políticos ser , se convirtió en aparecer, y para el público ser , se transformó en parecerse. Todos querían tener un programa de cable o 15 minutos de fama aun al costo de hacer el ridículo. Para la construcción del discurso había cambiado la herramienta, pero no la polaridad, en lugar hablarle a las plazas o de caminar incesantemente por los pueblos, los candidatos, le hablaban a las cámaras y caminaban entre los canales. Pero se le seguía hablando a un mudo y la imagen se constituía en el todo, el proyecto político y el relato eran accesorios y el receptor seguía siendo un consumidor.
La preeminencia del factor proyecto- idea, por sobre la imagen sin proyecto, era un dato en los sesenta y setenta, e hizo fracasar a aquellos candidatos que invertían fortunas en la televisión, como Chamizo y Ezequiel Martínez. En los noventas el nuevo paradigma cambió las reglas, seguramente con este paradigma a Chamizo le hubiese ido mejor, como le fue a De Narváez en 2009.
Estamos en este momento en una etapa de transición, ya que el paradigma volvió a cambiar en 2001, allí se produce la explosión de la sociedad civil, no solo en Argentina sino a nivel global, la gente busca protagonismo, quiere que se la escuche y se hace escuchar. El “que se vayan todos” en Argentina, reflejaba la bronca, no solo contra el corralito y la pobre calidad de la corporación política, sino que era un grito pidiendo lugar, para dejar de ser objeto y poder transformarse en sujeto.
Mientras tanto explota la burbuja de Internet, llena de negocios que no lo fueron, como la venta del portal Patagon.com, por casi 1000 millones de dólares en Argentina, que luego desapareció sin dar ni un centavo de ganancia. La Web 1.0, la Web unidireccional, donde la pantalla les hablaba a los navegantes fracasó, ya que no era negocio y con ella explotó el Nasdaq en 2001. La gente se hizo cargo del negocio de la Web y esta se hizo 2.0., una web interactiva, donde cualquiera puede tener un blog o comunicar a través de las redes sociales ideas, para discutirlas, instalar con ellas agenda, y hasta tocar vacas sagradas y ser políticamente incorrecto.
En la Web 2.0 el “boca a boca” del café incluye a miles y puede llegar a millones,si cada uno tiene por lo menos cien contactos y cada uno de esos cien tiene otros cien, cualquier información, idea o hasta un link de you tube vía e-mail llega a 10.000 personas en dos minutos. Lo que se dice en esos “boca a boca” queda para siempre en Google, al alcance de todos.
Así como la imprenta representó un cambio dramático y revolucionario, ya que antes de Gutenberg se escribía poco y era muy caro hacerlo, siendo pocos los que sabían leer, con la Web 2.0 son muchos los que escriben además de leer y nunca publicar un medio fue tan barato, alcanza con tener una computadora y una conexión de Internet.
En este cambio de paradigma la imagen sin proyecto, sin ideas y sin relato no puede sostenerse, ya que no se puede esgrimir indefinidamente una foto vacía de ideas y proyecto, por mas sonriente y fotoshopeada que este, ante el reclamo desatado de respuestas, propuestas, ideas, contenidos y diálogo continuo como se da en la Web 2.0.
El 30 % del electorado en la Argentina tiene en 2010 menos de 30 años, son nativos digitales en su mayoría, para ellos “en Google esta todo”, los que nacieron en los noventa nunca vivieron sin internet, pasan 4 horas del día en la Web, frente al monitor, la notebook o navegan desde el celular. A la TV la miran en You Tube mientras abren una ventana para leer los diarios, otra para el Facebook, otra para el Flickr, twitter, el chat y chequear los e-mails. Para este grupo la TV es aburrida, no los deja interactuar y no permite plasmar su dinámica multi-tasking. Estos jóvenes desarrollaron un grado de cognitividad superior a los de la generaciones que crecieron en los 50, 60 o 70, que les impone la decodificación de series como Lost, Los Soprano o Lie to me, cuando aquellas generaciones se medían con la linealidad de Chips, El Santo o Ladrón sin destino.
El brodcasting, donde el emisor es el sujeto y programa y el público inmóvil solo objeto, dejó lugar al pullcasting, donde el receptor-emisor “tira” y produce su propia programación.
La web 2.0 le marca la agenda a los grandes medios, las radios ya no leen los diarios, leen la Web, es que el diario de la mañana queda viejo a las 11, y al otro día sirve para envolver huevos, lo escrito en la Web queda para siempre y esta a Google de cualquiera.
En la Web 2.0 se puede hablar con todos y llegar a cada uno en particular. Una de las fortalezas del nuevo paradigma 2.0, es la segmentación. Mientras que en los ochentas Michael Jackson o Madonna vendían millones de discos, hoy en la era 2.0, nadie vende millones, porque a través de este nuevo paradigma, la uniformidad deja paso a la diversidad, hoy son decenas o centenas de miles los artistas que pueden dar a conocer su arte, y son cientos de millones los que pueden tener acceso a conocerlos, esta larga cola de la economía llego a su fin, hoy son muchos los que venden mucho, por eso hay que “taylorizar” las propuestas para poder llegar a segmentos diferentes y “conversar” con ellos, proponerles y escucharlos.
En la Web 2.0 la gente se organiza, discute, cambia de ideas y pasa de consumidor a prosumidor, es decir un productor y consumidor de información, no solo publicando noticias sino como en el sitio del partido laborista británico, donde la gente propone ideas, proyectos de ley, objeta medidas y allí David Miliband, el Canciller británico, importante dirigente del laborismo, modera la pagina y se compromete a llevar al parlamento las ideas más votadas en el sitio 2.0 del Labour.
Todos nos estamos sumando a esta inteligencia colectiva, cuando conocemos a alguien lo googleamos, cuando buscamos cambiar el auto entramos a los foros, cuando nos entró un virus, buscamos a ver que dicen otros a quienes les pasó algo parecido, cuando tenemos alguna mala experiencia con algún producto o servicio podemos testimoniarlo en la Web, cuando queremos opinar sobre una noticia posteamos un comentario, y los más comprometidos, abren un blog, están en Facebook y habitan literalmente la Web 2.0
Esta inteligencia colectiva produce un salto cualitativo enorme en materia de propuestas políticas, debate y demanda de transparencia e institucionalidad, tanto en la campaña 2.0 como en la gestión 2.0. El concepto clásico de campaña de construcción y gestión de imagen, está dejando paso a la idea de comunicación permanente.
Rubén Weinsteiner
En los últimos 30 años tuvieron lugar dos cambios dramáticos de paradigmas en el territorio de la comunicación, que imponen modificaciones en el mapa, sin los cuales los que intenten mapa en mano recorrer el territorio modificado, se golpearán duramente contra las nuevas construcciones.
En el año 89 tuvo lugar en Rumania, la primera revolución televisada en directo de la historia. Tanto los opositores a Ceaucescu, como sus partidarios y los miembros de la Securitate, tomaban estaciones de radio y canales de televisión, desde donde articulaban el relato del momento. Desde los revolucionarios haciéndole un agujero en el medio a la bandera, sacándole el emblema comunista, el juicio de campo al presidente y su esposa, y hasta el golpe de knock out que puso fin a la resistencia, que fue mostrar los cuerpos sin vida de Nicolae y Elena Ceausescu tirados en un camino de tierra, todo se vio por Televisión.
En agosto del 90, Irak invade Kuwait y en enero del 91, Los EE.UU atacan y con la experiencia de Vietnam, donde las imágenes televisadas de las muertes y los muertos definieron el conflicto y forzaron la retirada, producen esta vez una guerra televisada, pero con el guión en la mano, no dejando ver ni muertos ni heridos, tan solo recreaciones con la gráfica de los video juegos, que presentan el relato del Ejército de los EE.UU, una guerra sin víctimas, errores ni daños colaterales, donde la realidad se constituyó en aquello que se televisó, rendiciones de soldados iraquíes, animaciones sobre misiles y movimientos de tropas, soldados jugando con chicos Kuwaitíes y los personajes claro está: Bush, Saddam, Shwartzkopf, el locutor de la TV Iraquí, para finalmente llegar al The end, con la rendición de Saddam, el discurso de Bush y el desfile de la victoria por las calles de New York.
Estos acontecimientos estaban enmarcados en la explosión mundial del cable, la mundialización de la TV incluso tras la ex cortina de hierro, y en lo que se dio en llamar, a partir del salto cualitativo en las comunicaciones, y de la uniformidad de contenidos en todo el mundo, la aldea global.
A partir allí en el mundo y en la Argentina, plazas como las del 83 ya no se vieron, lo que pasaba, era lo que se veía en la pantalla, los candidatos comenzaron a cerrar sus campañas por TV, en espacios de propaganda política, en programas periodísticos o en shows de alto rating como Tinelli.
Los 90 se sumergieron en el paradigma de la pantalla unidireccional, donde el sujeto siempre estaba del otro lado de la misma, y le resultaba muy difícil al que estaba de este lado, del lado del televidente, escapar del rol de objeto para pasar a ser sujeto aunque sea un instante.
Todo pasó a ser televisado, para los políticos ser , se convirtió en aparecer, y para el público ser , se transformó en parecerse. Todos querían tener un programa de cable o 15 minutos de fama aun al costo de hacer el ridículo. Para la construcción del discurso había cambiado la herramienta, pero no la polaridad, en lugar hablarle a las plazas o de caminar incesantemente por los pueblos, los candidatos, le hablaban a las cámaras y caminaban entre los canales. Pero se le seguía hablando a un mudo y la imagen se constituía en el todo, el proyecto político y el relato eran accesorios y el receptor seguía siendo un consumidor.
La preeminencia del factor proyecto- idea, por sobre la imagen sin proyecto, era un dato en los sesenta y setenta, e hizo fracasar a aquellos candidatos que invertían fortunas en la televisión, como Chamizo y Ezequiel Martínez. En los noventas el nuevo paradigma cambió las reglas, seguramente con este paradigma a Chamizo le hubiese ido mejor, como le fue a De Narváez en 2009.
Estamos en este momento en una etapa de transición, ya que el paradigma volvió a cambiar en 2001, allí se produce la explosión de la sociedad civil, no solo en Argentina sino a nivel global, la gente busca protagonismo, quiere que se la escuche y se hace escuchar. El “que se vayan todos” en Argentina, reflejaba la bronca, no solo contra el corralito y la pobre calidad de la corporación política, sino que era un grito pidiendo lugar, para dejar de ser objeto y poder transformarse en sujeto.
Mientras tanto explota la burbuja de Internet, llena de negocios que no lo fueron, como la venta del portal Patagon.com, por casi 1000 millones de dólares en Argentina, que luego desapareció sin dar ni un centavo de ganancia. La Web 1.0, la Web unidireccional, donde la pantalla les hablaba a los navegantes fracasó, ya que no era negocio y con ella explotó el Nasdaq en 2001. La gente se hizo cargo del negocio de la Web y esta se hizo 2.0., una web interactiva, donde cualquiera puede tener un blog o comunicar a través de las redes sociales ideas, para discutirlas, instalar con ellas agenda, y hasta tocar vacas sagradas y ser políticamente incorrecto.
En la Web 2.0 el “boca a boca” del café incluye a miles y puede llegar a millones,si cada uno tiene por lo menos cien contactos y cada uno de esos cien tiene otros cien, cualquier información, idea o hasta un link de you tube vía e-mail llega a 10.000 personas en dos minutos. Lo que se dice en esos “boca a boca” queda para siempre en Google, al alcance de todos.
Así como la imprenta representó un cambio dramático y revolucionario, ya que antes de Gutenberg se escribía poco y era muy caro hacerlo, siendo pocos los que sabían leer, con la Web 2.0 son muchos los que escriben además de leer y nunca publicar un medio fue tan barato, alcanza con tener una computadora y una conexión de Internet.
En este cambio de paradigma la imagen sin proyecto, sin ideas y sin relato no puede sostenerse, ya que no se puede esgrimir indefinidamente una foto vacía de ideas y proyecto, por mas sonriente y fotoshopeada que este, ante el reclamo desatado de respuestas, propuestas, ideas, contenidos y diálogo continuo como se da en la Web 2.0.
El 30 % del electorado en la Argentina tiene en 2010 menos de 30 años, son nativos digitales en su mayoría, para ellos “en Google esta todo”, los que nacieron en los noventa nunca vivieron sin internet, pasan 4 horas del día en la Web, frente al monitor, la notebook o navegan desde el celular. A la TV la miran en You Tube mientras abren una ventana para leer los diarios, otra para el Facebook, otra para el Flickr, twitter, el chat y chequear los e-mails. Para este grupo la TV es aburrida, no los deja interactuar y no permite plasmar su dinámica multi-tasking. Estos jóvenes desarrollaron un grado de cognitividad superior a los de la generaciones que crecieron en los 50, 60 o 70, que les impone la decodificación de series como Lost, Los Soprano o Lie to me, cuando aquellas generaciones se medían con la linealidad de Chips, El Santo o Ladrón sin destino.
El brodcasting, donde el emisor es el sujeto y programa y el público inmóvil solo objeto, dejó lugar al pullcasting, donde el receptor-emisor “tira” y produce su propia programación.
La web 2.0 le marca la agenda a los grandes medios, las radios ya no leen los diarios, leen la Web, es que el diario de la mañana queda viejo a las 11, y al otro día sirve para envolver huevos, lo escrito en la Web queda para siempre y esta a Google de cualquiera.
En la Web 2.0 se puede hablar con todos y llegar a cada uno en particular. Una de las fortalezas del nuevo paradigma 2.0, es la segmentación. Mientras que en los ochentas Michael Jackson o Madonna vendían millones de discos, hoy en la era 2.0, nadie vende millones, porque a través de este nuevo paradigma, la uniformidad deja paso a la diversidad, hoy son decenas o centenas de miles los artistas que pueden dar a conocer su arte, y son cientos de millones los que pueden tener acceso a conocerlos, esta larga cola de la economía llego a su fin, hoy son muchos los que venden mucho, por eso hay que “taylorizar” las propuestas para poder llegar a segmentos diferentes y “conversar” con ellos, proponerles y escucharlos.
En la Web 2.0 la gente se organiza, discute, cambia de ideas y pasa de consumidor a prosumidor, es decir un productor y consumidor de información, no solo publicando noticias sino como en el sitio del partido laborista británico, donde la gente propone ideas, proyectos de ley, objeta medidas y allí David Miliband, el Canciller británico, importante dirigente del laborismo, modera la pagina y se compromete a llevar al parlamento las ideas más votadas en el sitio 2.0 del Labour.
Todos nos estamos sumando a esta inteligencia colectiva, cuando conocemos a alguien lo googleamos, cuando buscamos cambiar el auto entramos a los foros, cuando nos entró un virus, buscamos a ver que dicen otros a quienes les pasó algo parecido, cuando tenemos alguna mala experiencia con algún producto o servicio podemos testimoniarlo en la Web, cuando queremos opinar sobre una noticia posteamos un comentario, y los más comprometidos, abren un blog, están en Facebook y habitan literalmente la Web 2.0
Esta inteligencia colectiva produce un salto cualitativo enorme en materia de propuestas políticas, debate y demanda de transparencia e institucionalidad, tanto en la campaña 2.0 como en la gestión 2.0. El concepto clásico de campaña de construcción y gestión de imagen, está dejando paso a la idea de comunicación permanente.
Rubén Weinsteiner
Comunicación en lugar de información en el marketing político
Rubén Weinsteiner para Brecha
Comunicación en lugar de información, es lo que busca el prosumidor que transita la Web 2.0.
La información ya está, es un dato, a partir ella cada integrante de esta construcción colectiva que es la Web 2.0., llega con su recorte y allí la conversación entre prosumidores simétricos provee al otro de lo que está buscando, comunicación por sobre la información.
Hay que dialogar con la gente mas que bajar línea, instalar agenda o slogans vacios.Y para dialogar hay que poder, hay que tener contenidos para volcar, esto es lo que ya está, y sin duda está potenciando a las ideas, como insumo estratégico básico para hacer política.
En este contexto todavía existen consultores en comunicación, que plantean el vaciamiento de los espacios políticos, como estrategia de marketing.
Los ochenta en el mundo, con la Reaganomania Thatcher y Kohl, o la Argentina de los noventa, fueron espacios donde se había decretado la muerte de las ideologías y el vaciamiento de la política. En la Argentina el menemismo consolidó una alianza vacía de ideas, con iconos como Ante Garmaz, Yuyito González, Moria, Susana y Sofovich. El menemismo legitimó la incultura de Tinelli, la mediocridad de los programas de chimentos, porque desde el poder se presentaba como válida la ignorancia, incultura y mediocridad que ostentaba orgulloso el presidente Menem y su círculo de colaboradores.
Pero ese período, el de la ideología que las cosas funcionen, de los espacios sin militantes, sin comités, sin ideas y sin debate, terminó, con Menem y De la Rua, Lacalle, Bucaram, Sánchez de Losada, Fox y Bush.
Terminados los noventa, llegó Lula a Brasil, el Frente Amplio a Uruguay, y se le quemaron los libros al neoliberalismo en la Argentina, en Bolivia, en Ecuador y en EE.UU, donde llegó Obama y explotó la militancia digital, allí asistimos a la recuperación del discurso, las palabras como órgano constitutivo del pensamiento y de las ideas, aquellas ideas que Menem o Bush no podían articular.
Macri y De Narváez de alguna manera son noventistas, por formación intelectual, por incapacidad expresiva, por legitimación de las limitaciones en términos de marco teórico, por simbología, identidad, personalidad y todos las variables que conforman la marca política. En esa época hubieran llegado a la presidencia non stop.
Jaime Durán Barba debe pensar que los noventa no terminaron, y le dice a Macri que la gente está cansada de la ideología, de los políticos tradicionales, que hay que desperonizar, que la única ideología que funciona es la del eficientismo.
Tan bien no le fue, Michetti hizo una pobre elección con una campaña tan costosa como vacía, donde solo se veía el play, y a Michetti repetir "va a estar bueno Buenos Aires". Los resultados reflejaron una pérdida de 20 puntos en poco mas de un año, y el "va a estar bueno Buenos Aires", hoy suena como puñalada en los oidos de los porteños.
Como dijo hace poco Pepe Mujica, no se puede hacer política sin militantes, sin cuadros y sin comités. El desprecio de la política y de los políticos, bajo la forma de “no hacen nada” “ganan fortunas” “todos roban” fue una de las formas a través de las cuales Mussolini consiguió instalar el Fascismo, anclando la democracia, la política y los políticos a conceptos negativos como el caos, el desorden y corrupción.
Lo que plantea Durán Barba, atrasa 15 años, pero además no es sostenible. Un gobierno sin ideología, que no entiende el país, que llega al poder a base de frases vacías, como la cabeza del candidato, se encuentra con la gestión se pone nervioso y choca el país, como De La Rúa el último noventista, en 2001.
Ir al debate
o Acá
Comunicación en lugar de información, es lo que busca el prosumidor que transita la Web 2.0.
La información ya está, es un dato, a partir ella cada integrante de esta construcción colectiva que es la Web 2.0., llega con su recorte y allí la conversación entre prosumidores simétricos provee al otro de lo que está buscando, comunicación por sobre la información.
Hay que dialogar con la gente mas que bajar línea, instalar agenda o slogans vacios.Y para dialogar hay que poder, hay que tener contenidos para volcar, esto es lo que ya está, y sin duda está potenciando a las ideas, como insumo estratégico básico para hacer política.
En este contexto todavía existen consultores en comunicación, que plantean el vaciamiento de los espacios políticos, como estrategia de marketing.
Los ochenta en el mundo, con la Reaganomania Thatcher y Kohl, o la Argentina de los noventa, fueron espacios donde se había decretado la muerte de las ideologías y el vaciamiento de la política. En la Argentina el menemismo consolidó una alianza vacía de ideas, con iconos como Ante Garmaz, Yuyito González, Moria, Susana y Sofovich. El menemismo legitimó la incultura de Tinelli, la mediocridad de los programas de chimentos, porque desde el poder se presentaba como válida la ignorancia, incultura y mediocridad que ostentaba orgulloso el presidente Menem y su círculo de colaboradores.
Pero ese período, el de la ideología que las cosas funcionen, de los espacios sin militantes, sin comités, sin ideas y sin debate, terminó, con Menem y De la Rua, Lacalle, Bucaram, Sánchez de Losada, Fox y Bush.
Terminados los noventa, llegó Lula a Brasil, el Frente Amplio a Uruguay, y se le quemaron los libros al neoliberalismo en la Argentina, en Bolivia, en Ecuador y en EE.UU, donde llegó Obama y explotó la militancia digital, allí asistimos a la recuperación del discurso, las palabras como órgano constitutivo del pensamiento y de las ideas, aquellas ideas que Menem o Bush no podían articular.
Macri y De Narváez de alguna manera son noventistas, por formación intelectual, por incapacidad expresiva, por legitimación de las limitaciones en términos de marco teórico, por simbología, identidad, personalidad y todos las variables que conforman la marca política. En esa época hubieran llegado a la presidencia non stop.
Jaime Durán Barba debe pensar que los noventa no terminaron, y le dice a Macri que la gente está cansada de la ideología, de los políticos tradicionales, que hay que desperonizar, que la única ideología que funciona es la del eficientismo.
Tan bien no le fue, Michetti hizo una pobre elección con una campaña tan costosa como vacía, donde solo se veía el play, y a Michetti repetir "va a estar bueno Buenos Aires". Los resultados reflejaron una pérdida de 20 puntos en poco mas de un año, y el "va a estar bueno Buenos Aires", hoy suena como puñalada en los oidos de los porteños.
Como dijo hace poco Pepe Mujica, no se puede hacer política sin militantes, sin cuadros y sin comités. El desprecio de la política y de los políticos, bajo la forma de “no hacen nada” “ganan fortunas” “todos roban” fue una de las formas a través de las cuales Mussolini consiguió instalar el Fascismo, anclando la democracia, la política y los políticos a conceptos negativos como el caos, el desorden y corrupción.
Lo que plantea Durán Barba, atrasa 15 años, pero además no es sostenible. Un gobierno sin ideología, que no entiende el país, que llega al poder a base de frases vacías, como la cabeza del candidato, se encuentra con la gestión se pone nervioso y choca el país, como De La Rúa el último noventista, en 2001.
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o Acá
Comunicación en lugar de información en el marketing político
Rubén Weinsteiner para Brecha
Comunicación en lugar de información, es lo que busca el prosumidor que transita la Web 2.0.
La información ya está, es un dato, a partir ella cada integrante de esta construcción colectiva que es la Web 2.0., llega con su recorte y allí la conversación entre prosumidores simétricos provee al otro de lo que está buscando, comunicación por sobre la información.
Hay que dialogar con la gente mas que bajar línea, instalar agenda o slogans vacios.Y para dialogar hay que poder, hay que tener contenidos para volcar, esto es lo que ya está, y sin duda está potenciando a las ideas, como insumo estratégico básico para hacer política.
En este contexto todavía existen consultores en comunicación, que plantean el vaciamiento de los espacios políticos, como estrategia de marketing.
Los ochenta en el mundo, con la Reaganomania Thatcher y Kohl, o la Argentina de los noventa, fueron espacios donde se había decretado la muerte de las ideologías y el vaciamiento de la política. En la Argentina el menemismo consolidó una alianza vacía de ideas, con iconos como Ante Garmaz, Yuyito González, Moria, Susana y Sofovich. El menemismo legitimó la incultura de Tinelli, la mediocridad de los programas de chimentos, porque desde el poder se presentaba como válida la ignorancia, incultura y mediocridad que ostentaba orgulloso el presidente Menem y su círculo de colaboradores.
Pero ese período, el de la ideología que las cosas funcionen, de los espacios sin militantes, sin comités, sin ideas y sin debate, terminó, con Menem y De la Rua, Lacalle, Bucaram, Sánchez de Losada, Fox y Bush.
Terminados los noventa, llegó Lula a Brasil, el Frente Amplio a Uruguay, y se le quemaron los libros al neoliberalismo en la Argentina, en Bolivia, en Ecuador y en EE.UU, donde llegó Obama y explotó la militancia digital, allí asistimos a la recuperación del discurso, las palabras como órgano constitutivo del pensamiento y de las ideas, aquellas ideas que Menem o Bush no podían articular.
Macri y De Narváez de alguna manera son noventistas, por formación intelectual, por incapacidad expresiva, por legitimación de las limitaciones en términos de marco teórico, por simbología, identidad, personalidad y todos las variables que conforman la marca política. En esa época hubieran llegado a la presidencia non stop.
Jaime Durán Barba debe pensar que los noventa no terminaron, y le dice a Macri que la gente está cansada de la ideología, de los políticos tradicionales, que hay que desperonizar, que la única ideología que funciona es la del eficientismo.
Tan bien no le fue, Michetti hizo una pobre elección con una campaña tan costosa como vacía, donde solo se veía el play, y a Michetti repetir "va a estar bueno Buenos Aires". Los resultados reflejaron una pérdida de 20 puntos en poco mas de un año, y el "va a estar bueno Buenos Aires", hoy suena como puñalada en los oidos de los porteños.
Como dijo hace poco Pepe Mujica, no se puede hacer política sin militantes, sin cuadros y sin comités. El desprecio de la política y de los políticos, bajo la forma de “no hacen nada” “ganan fortunas” “todos roban” fue una de las formas a través de las cuales Mussolini consiguió instalar el Fascismo, anclando la democracia, la política y los políticos a conceptos negativos como el caos, el desorden y corrupción.
Lo que plantea Durán Barba, atrasa 15 años, pero además no es sostenible. Un gobierno sin ideología, que no entiende el país, que llega al poder a base de frases vacías, como la cabeza del candidato, se encuentra con la gestión se pone nervioso y choca el país, como De La Rúa el último noventista, en 2001.
Ir al debate
o Acá
Comunicación en lugar de información, es lo que busca el prosumidor que transita la Web 2.0.
La información ya está, es un dato, a partir ella cada integrante de esta construcción colectiva que es la Web 2.0., llega con su recorte y allí la conversación entre prosumidores simétricos provee al otro de lo que está buscando, comunicación por sobre la información.
Hay que dialogar con la gente mas que bajar línea, instalar agenda o slogans vacios.Y para dialogar hay que poder, hay que tener contenidos para volcar, esto es lo que ya está, y sin duda está potenciando a las ideas, como insumo estratégico básico para hacer política.
En este contexto todavía existen consultores en comunicación, que plantean el vaciamiento de los espacios políticos, como estrategia de marketing.
Los ochenta en el mundo, con la Reaganomania Thatcher y Kohl, o la Argentina de los noventa, fueron espacios donde se había decretado la muerte de las ideologías y el vaciamiento de la política. En la Argentina el menemismo consolidó una alianza vacía de ideas, con iconos como Ante Garmaz, Yuyito González, Moria, Susana y Sofovich. El menemismo legitimó la incultura de Tinelli, la mediocridad de los programas de chimentos, porque desde el poder se presentaba como válida la ignorancia, incultura y mediocridad que ostentaba orgulloso el presidente Menem y su círculo de colaboradores.
Pero ese período, el de la ideología que las cosas funcionen, de los espacios sin militantes, sin comités, sin ideas y sin debate, terminó, con Menem y De la Rua, Lacalle, Bucaram, Sánchez de Losada, Fox y Bush.
Terminados los noventa, llegó Lula a Brasil, el Frente Amplio a Uruguay, y se le quemaron los libros al neoliberalismo en la Argentina, en Bolivia, en Ecuador y en EE.UU, donde llegó Obama y explotó la militancia digital, allí asistimos a la recuperación del discurso, las palabras como órgano constitutivo del pensamiento y de las ideas, aquellas ideas que Menem o Bush no podían articular.
Macri y De Narváez de alguna manera son noventistas, por formación intelectual, por incapacidad expresiva, por legitimación de las limitaciones en términos de marco teórico, por simbología, identidad, personalidad y todos las variables que conforman la marca política. En esa época hubieran llegado a la presidencia non stop.
Jaime Durán Barba debe pensar que los noventa no terminaron, y le dice a Macri que la gente está cansada de la ideología, de los políticos tradicionales, que hay que desperonizar, que la única ideología que funciona es la del eficientismo.
Tan bien no le fue, Michetti hizo una pobre elección con una campaña tan costosa como vacía, donde solo se veía el play, y a Michetti repetir "va a estar bueno Buenos Aires". Los resultados reflejaron una pérdida de 20 puntos en poco mas de un año, y el "va a estar bueno Buenos Aires", hoy suena como puñalada en los oidos de los porteños.
Como dijo hace poco Pepe Mujica, no se puede hacer política sin militantes, sin cuadros y sin comités. El desprecio de la política y de los políticos, bajo la forma de “no hacen nada” “ganan fortunas” “todos roban” fue una de las formas a través de las cuales Mussolini consiguió instalar el Fascismo, anclando la democracia, la política y los políticos a conceptos negativos como el caos, el desorden y corrupción.
Lo que plantea Durán Barba, atrasa 15 años, pero además no es sostenible. Un gobierno sin ideología, que no entiende el país, que llega al poder a base de frases vacías, como la cabeza del candidato, se encuentra con la gestión se pone nervioso y choca el país, como De La Rúa el último noventista, en 2001.
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o Acá
lunes, marzo 22, 2010
Costos y productividad en el mercado de la información 2.0
Por Rubén Weinsteiner
Para Jerusalem Post
Un ciudadano en cualquier país democrático, tiene a su alcance múltiples fuentes de información para formarse una idea política de a quién votar, aprobar o no una gestión, opinar a favor o en contra de un determinado proyecto de ley, además de los medios de comunicación 1.0.
Archivos abiertos, plataformas electorales, Google news, Wikipedia, y fundamentalmente la Web 2.0, para hacer pullcasting antes de exponerse al brodcasting, tirar la data que se busca y no esperarla, blogs, redes sociales, archivos de estadísticas, expedientes judiciales, declaraciones juradas etc. Pero en esta operación de obtención de información, hay un problema netamente económico.
La posibilidad que nuestro voto u opinión defina, cambie las cosas para un lado o para el otro, es muy chica, salvo elecciones muy peleadas como las de Bush contra Gore, donde unos cientos de votos definieron Florida, en la gran mayoría de los casos nuestro voto mide poco en términos de definir. Y en el plano económico la utilidad obtenida por el consumidor de información, es poca, se limita a la percepción del alcance limitado del voto y a la satisfacción de actuar de acuerdo a conciencia.
En la mayoría de los casos, la suma de rentabilidades por estos dos beneficios es muy baja, para que el consumidor invierta recursos importantes.
La solución a este problema aparece aparentemente, en la forma de un intermediario, “un mayorista” que acumula, procesa y mediatiza la información. Un dato no menor: la “fabricación” de información, el proceso de construcción tiene altos rendimientos en términos de escala, y el costo marginal por abastecer a un consumidor mas es bajísimo, mientras que la utilidad marginal para los consumidores es alta.
Esta solución del intermediario “mayorista” de la información , plantea un problema nuevo fundamental, al abastecer a tantos consumidores con información que afecta tantos intereses de factores tan poderosos, le da a estos últimos motivaciones para manipular este flujo de contenido.
Si en un pueblo los medios locales, difunden información aludiendo a actos de corrupción del intendente, las posibilidades de ser reelecto del mismo pueden disminuir, incluso esta situación podría contribuir a una salida anticipada del mandatario comunal.
Supongamos que el Intendente sabe que los medios están por publicar información negativa sobre el, en ese caso, puede intentar darles pauta, negocios, exenciones, solucionarles problemas importantes al o a los medios.
La función a analizar en este caso sería la cantidad ponderada ( de acuerdo a tirada, rating, prestigio, legitimidad) de medios en el eje de las X, y la renta que genera el acto de corrupción en el eje de las Y.
Siguiendo esta matriz, Besley y Prat (Handcuffs for the grabbing hand? Media capture and Government Accountability) señalan que en los paises con mayor concentración de medios, ya sea en manos privadas o públicas, hay menor rotación de gobernantes y mayores índice de corrupción.
En este escenario la Web 2.0 plantea un escenario mucho mas caótico, ya nunca fue tan incontrolable lo que se dice acercar de alguien como en la Web 2.0, y ahí la función anterior no tiene cabida, porque es imposible arreglar a miles de internautas aun suponiendo que estos quieran ser coimeados.
Que pasa si tomamos mercados distintos de la información política, por ejemplo, celulares, autos o turismo. Ahí el incentivo para el consumidor es mayor, porque tiene que ver con el confort y seguridad del auto, beneficios y chiches del celular, atractivos y posibilidades que la pasemos bien en nuestras vacaciones.
Y ahí ese incentivo lleva al consumidor a invertir mas recursos en hacer, la propia investigación, en ir a la Web 2.0, y allí ser prosumidor, consumir información y también producirla, con experiencias con el producto comercial, político etc, o servicio.
La comunicación 2.0 plantea una diferencia fundamental con la Web 1.0 o la comunicación tradicional pre Internet, yo la definiría como la pérdida de control.
Ya no se controla ni cómo ni quién ni cuándo se habla de nuestro producto. La misma creación de los espacios donde se habla del producto la generan los internautas, consumidores, ya sea para plantear sus diferencias o puntos de afinidad. Esta presencia constante de la acción del usuario requiere una respuesta en tiempo real.
La construcción 2.0 no se da por lo que pretendemos decir de nosotros mismos, ni siquiera por aquello que los demás dicen de nosotros. Se construye a través del diálogo y la comunicación permanente.
Ahí la producción de información se desconcentra, se atomiza y los costos de producción de información toman otra escala, con un rango de variabilidad muy grande dependiente de la eficacia en la producción, en definitiva en la nueva productividad 2.0.
Para Jerusalem Post
Un ciudadano en cualquier país democrático, tiene a su alcance múltiples fuentes de información para formarse una idea política de a quién votar, aprobar o no una gestión, opinar a favor o en contra de un determinado proyecto de ley, además de los medios de comunicación 1.0.
Archivos abiertos, plataformas electorales, Google news, Wikipedia, y fundamentalmente la Web 2.0, para hacer pullcasting antes de exponerse al brodcasting, tirar la data que se busca y no esperarla, blogs, redes sociales, archivos de estadísticas, expedientes judiciales, declaraciones juradas etc. Pero en esta operación de obtención de información, hay un problema netamente económico.
La posibilidad que nuestro voto u opinión defina, cambie las cosas para un lado o para el otro, es muy chica, salvo elecciones muy peleadas como las de Bush contra Gore, donde unos cientos de votos definieron Florida, en la gran mayoría de los casos nuestro voto mide poco en términos de definir. Y en el plano económico la utilidad obtenida por el consumidor de información, es poca, se limita a la percepción del alcance limitado del voto y a la satisfacción de actuar de acuerdo a conciencia.
En la mayoría de los casos, la suma de rentabilidades por estos dos beneficios es muy baja, para que el consumidor invierta recursos importantes.
La solución a este problema aparece aparentemente, en la forma de un intermediario, “un mayorista” que acumula, procesa y mediatiza la información. Un dato no menor: la “fabricación” de información, el proceso de construcción tiene altos rendimientos en términos de escala, y el costo marginal por abastecer a un consumidor mas es bajísimo, mientras que la utilidad marginal para los consumidores es alta.
Esta solución del intermediario “mayorista” de la información , plantea un problema nuevo fundamental, al abastecer a tantos consumidores con información que afecta tantos intereses de factores tan poderosos, le da a estos últimos motivaciones para manipular este flujo de contenido.
Si en un pueblo los medios locales, difunden información aludiendo a actos de corrupción del intendente, las posibilidades de ser reelecto del mismo pueden disminuir, incluso esta situación podría contribuir a una salida anticipada del mandatario comunal.
Supongamos que el Intendente sabe que los medios están por publicar información negativa sobre el, en ese caso, puede intentar darles pauta, negocios, exenciones, solucionarles problemas importantes al o a los medios.
La función a analizar en este caso sería la cantidad ponderada ( de acuerdo a tirada, rating, prestigio, legitimidad) de medios en el eje de las X, y la renta que genera el acto de corrupción en el eje de las Y.
Siguiendo esta matriz, Besley y Prat (Handcuffs for the grabbing hand? Media capture and Government Accountability) señalan que en los paises con mayor concentración de medios, ya sea en manos privadas o públicas, hay menor rotación de gobernantes y mayores índice de corrupción.
En este escenario la Web 2.0 plantea un escenario mucho mas caótico, ya nunca fue tan incontrolable lo que se dice acercar de alguien como en la Web 2.0, y ahí la función anterior no tiene cabida, porque es imposible arreglar a miles de internautas aun suponiendo que estos quieran ser coimeados.
Que pasa si tomamos mercados distintos de la información política, por ejemplo, celulares, autos o turismo. Ahí el incentivo para el consumidor es mayor, porque tiene que ver con el confort y seguridad del auto, beneficios y chiches del celular, atractivos y posibilidades que la pasemos bien en nuestras vacaciones.
Y ahí ese incentivo lleva al consumidor a invertir mas recursos en hacer, la propia investigación, en ir a la Web 2.0, y allí ser prosumidor, consumir información y también producirla, con experiencias con el producto comercial, político etc, o servicio.
La comunicación 2.0 plantea una diferencia fundamental con la Web 1.0 o la comunicación tradicional pre Internet, yo la definiría como la pérdida de control.
Ya no se controla ni cómo ni quién ni cuándo se habla de nuestro producto. La misma creación de los espacios donde se habla del producto la generan los internautas, consumidores, ya sea para plantear sus diferencias o puntos de afinidad. Esta presencia constante de la acción del usuario requiere una respuesta en tiempo real.
La construcción 2.0 no se da por lo que pretendemos decir de nosotros mismos, ni siquiera por aquello que los demás dicen de nosotros. Se construye a través del diálogo y la comunicación permanente.
Ahí la producción de información se desconcentra, se atomiza y los costos de producción de información toman otra escala, con un rango de variabilidad muy grande dependiente de la eficacia en la producción, en definitiva en la nueva productividad 2.0.
Costos y productividad en el mercado de la información 2.0
Por Rubén Weinsteiner
Para Jerusalem Post
Un ciudadano en cualquier país democrático, tiene a su alcance múltiples fuentes de información para formarse una idea política de a quién votar, aprobar o no una gestión, opinar a favor o en contra de un determinado proyecto de ley, además de los medios de comunicación 1.0.
Archivos abiertos, plataformas electorales, Google news, Wikipedia, y fundamentalmente la Web 2.0, para hacer pullcasting antes de exponerse al brodcasting, tirar la data que se busca y no esperarla, blogs, redes sociales, archivos de estadísticas, expedientes judiciales, declaraciones juradas etc. Pero en esta operación de obtención de información, hay un problema netamente económico.
La posibilidad que nuestro voto u opinión defina, cambie las cosas para un lado o para el otro, es muy chica, salvo elecciones muy peleadas como las de Bush contra Gore, donde unos cientos de votos definieron Florida, en la gran mayoría de los casos nuestro voto mide poco en términos de definir. Y en el plano económico la utilidad obtenida por el consumidor de información, es poca, se limita a la percepción del alcance limitado del voto y a la satisfacción de actuar de acuerdo a conciencia.
En la mayoría de los casos, la suma de rentabilidades por estos dos beneficios es muy baja, para que el consumidor invierta recursos importantes.
La solución a este problema aparece aparentemente, en la forma de un intermediario, “un mayorista” que acumula, procesa y mediatiza la información. Un dato no menor: la “fabricación” de información, el proceso de construcción tiene altos rendimientos en términos de escala, y el costo marginal por abastecer a un consumidor mas es bajísimo, mientras que la utilidad marginal para los consumidores es alta.
Esta solución del intermediario “mayorista” de la información , plantea un problema nuevo fundamental, al abastecer a tantos consumidores con información que afecta tantos intereses de factores tan poderosos, le da a estos últimos motivaciones para manipular este flujo de contenido.
Si en un pueblo los medios locales, difunden información aludiendo a actos de corrupción del intendente, las posibilidades de ser reelecto del mismo pueden disminuir, incluso esta situación podría contribuir a una salida anticipada del mandatario comunal.
Supongamos que el Intendente sabe que los medios están por publicar información negativa sobre el, en ese caso, puede intentar darles pauta, negocios, exenciones, solucionarles problemas importantes al o a los medios.
La función a analizar en este caso sería la cantidad ponderada ( de acuerdo a tirada, rating, prestigio, legitimidad) de medios en el eje de las X, y la renta que genera el acto de corrupción en el eje de las Y.
Siguiendo esta matriz, Besley y Prat (Handcuffs for the grabbing hand? Media capture and Government Accountability) señalan que en los paises con mayor concentración de medios, ya sea en manos privadas o públicas, hay menor rotación de gobernantes y mayores índice de corrupción.
En este escenario la Web 2.0 plantea un escenario mucho mas caótico, ya nunca fue tan incontrolable lo que se dice acercar de alguien como en la Web 2.0, y ahí la función anterior no tiene cabida, porque es imposible arreglar a miles de internautas aun suponiendo que estos quieran ser coimeados.
Que pasa si tomamos mercados distintos de la información política, por ejemplo, celulares, autos o turismo. Ahí el incentivo para el consumidor es mayor, porque tiene que ver con el confort y seguridad del auto, beneficios y chiches del celular, atractivos y posibilidades que la pasemos bien en nuestras vacaciones.
Y ahí ese incentivo lleva al consumidor a invertir mas recursos en hacer, la propia investigación, en ir a la Web 2.0, y allí ser prosumidor, consumir información y también producirla, con experiencias con el producto comercial, político etc, o servicio.
La comunicación 2.0 plantea una diferencia fundamental con la Web 1.0 o la comunicación tradicional pre Internet, yo la definiría como la pérdida de control.
Ya no se controla ni cómo ni quién ni cuándo se habla de nuestro producto. La misma creación de los espacios donde se habla del producto la generan los internautas, consumidores, ya sea para plantear sus diferencias o puntos de afinidad. Esta presencia constante de la acción del usuario requiere una respuesta en tiempo real.
La construcción 2.0 no se da por lo que pretendemos decir de nosotros mismos, ni siquiera por aquello que los demás dicen de nosotros. Se construye a través del diálogo y la comunicación permanente.
Ahí la producción de información se desconcentra, se atomiza y los costos de producción de información toman otra escala, con un rango de variabilidad muy grande dependiente de la eficacia en la producción, en definitiva en la nueva productividad 2.0.
Para Jerusalem Post
Un ciudadano en cualquier país democrático, tiene a su alcance múltiples fuentes de información para formarse una idea política de a quién votar, aprobar o no una gestión, opinar a favor o en contra de un determinado proyecto de ley, además de los medios de comunicación 1.0.
Archivos abiertos, plataformas electorales, Google news, Wikipedia, y fundamentalmente la Web 2.0, para hacer pullcasting antes de exponerse al brodcasting, tirar la data que se busca y no esperarla, blogs, redes sociales, archivos de estadísticas, expedientes judiciales, declaraciones juradas etc. Pero en esta operación de obtención de información, hay un problema netamente económico.
La posibilidad que nuestro voto u opinión defina, cambie las cosas para un lado o para el otro, es muy chica, salvo elecciones muy peleadas como las de Bush contra Gore, donde unos cientos de votos definieron Florida, en la gran mayoría de los casos nuestro voto mide poco en términos de definir. Y en el plano económico la utilidad obtenida por el consumidor de información, es poca, se limita a la percepción del alcance limitado del voto y a la satisfacción de actuar de acuerdo a conciencia.
En la mayoría de los casos, la suma de rentabilidades por estos dos beneficios es muy baja, para que el consumidor invierta recursos importantes.
La solución a este problema aparece aparentemente, en la forma de un intermediario, “un mayorista” que acumula, procesa y mediatiza la información. Un dato no menor: la “fabricación” de información, el proceso de construcción tiene altos rendimientos en términos de escala, y el costo marginal por abastecer a un consumidor mas es bajísimo, mientras que la utilidad marginal para los consumidores es alta.
Esta solución del intermediario “mayorista” de la información , plantea un problema nuevo fundamental, al abastecer a tantos consumidores con información que afecta tantos intereses de factores tan poderosos, le da a estos últimos motivaciones para manipular este flujo de contenido.
Si en un pueblo los medios locales, difunden información aludiendo a actos de corrupción del intendente, las posibilidades de ser reelecto del mismo pueden disminuir, incluso esta situación podría contribuir a una salida anticipada del mandatario comunal.
Supongamos que el Intendente sabe que los medios están por publicar información negativa sobre el, en ese caso, puede intentar darles pauta, negocios, exenciones, solucionarles problemas importantes al o a los medios.
La función a analizar en este caso sería la cantidad ponderada ( de acuerdo a tirada, rating, prestigio, legitimidad) de medios en el eje de las X, y la renta que genera el acto de corrupción en el eje de las Y.
Siguiendo esta matriz, Besley y Prat (Handcuffs for the grabbing hand? Media capture and Government Accountability) señalan que en los paises con mayor concentración de medios, ya sea en manos privadas o públicas, hay menor rotación de gobernantes y mayores índice de corrupción.
En este escenario la Web 2.0 plantea un escenario mucho mas caótico, ya nunca fue tan incontrolable lo que se dice acercar de alguien como en la Web 2.0, y ahí la función anterior no tiene cabida, porque es imposible arreglar a miles de internautas aun suponiendo que estos quieran ser coimeados.
Que pasa si tomamos mercados distintos de la información política, por ejemplo, celulares, autos o turismo. Ahí el incentivo para el consumidor es mayor, porque tiene que ver con el confort y seguridad del auto, beneficios y chiches del celular, atractivos y posibilidades que la pasemos bien en nuestras vacaciones.
Y ahí ese incentivo lleva al consumidor a invertir mas recursos en hacer, la propia investigación, en ir a la Web 2.0, y allí ser prosumidor, consumir información y también producirla, con experiencias con el producto comercial, político etc, o servicio.
La comunicación 2.0 plantea una diferencia fundamental con la Web 1.0 o la comunicación tradicional pre Internet, yo la definiría como la pérdida de control.
Ya no se controla ni cómo ni quién ni cuándo se habla de nuestro producto. La misma creación de los espacios donde se habla del producto la generan los internautas, consumidores, ya sea para plantear sus diferencias o puntos de afinidad. Esta presencia constante de la acción del usuario requiere una respuesta en tiempo real.
La construcción 2.0 no se da por lo que pretendemos decir de nosotros mismos, ni siquiera por aquello que los demás dicen de nosotros. Se construye a través del diálogo y la comunicación permanente.
Ahí la producción de información se desconcentra, se atomiza y los costos de producción de información toman otra escala, con un rango de variabilidad muy grande dependiente de la eficacia en la producción, en definitiva en la nueva productividad 2.0.
Dilma Dunga
Desde el comando de campaña de Dilma Rousseff, la candidata del PT, elegida por Lula, están desarrollando una estrategia de apropiación de la imagen de Dunga el técnico de la selección de Brasil.
A Dunga un caudillo indiscutido como jugador, no solo que no le fue bien al principio, sino que fue muy resistido por jugar con un esquema extremadamente defensivo, pero al final los resultados le permitieron legitimarse.
La idea de la campaña de Rousseff, de apropiarse de la imagen de Dunga, tiene que ver con que Dilma además de no ser atractiva físicamente, no tiene el brillo, la claridad discursiva y el “glamour” de Jose Serra, su oponente.
Dunga es joven para ser técnico, es fuerte emocionalmente, y es práctico. La selección no juega lindo pero gana, prioriza el resultado por sobre los nombres, y como Dilma Roussef que va abajo en las encuestas, empieza perdiendo muchos partidos pero luego los da vuelta.
Esto nos envían desde la campaña de Dilma Rousseff :
“Dilma es parecida a Dunga, el técnico de la selección brasileña. El equipo no juega bonito, no es algo que a las personas les guste mirar. Es serio, fuerte y gana los partidos, pero a los brasileños no les gusta el fútbol que está jugando. Pero está dando buenos resultados. Dilma es un poco del estilo Dunga. No es bonita, pero el hecho es que Brasil está dando resultados, y los seguirá dando con ella al frente del País”.
A Dunga un caudillo indiscutido como jugador, no solo que no le fue bien al principio, sino que fue muy resistido por jugar con un esquema extremadamente defensivo, pero al final los resultados le permitieron legitimarse.
La idea de la campaña de Rousseff, de apropiarse de la imagen de Dunga, tiene que ver con que Dilma además de no ser atractiva físicamente, no tiene el brillo, la claridad discursiva y el “glamour” de Jose Serra, su oponente.
Dunga es joven para ser técnico, es fuerte emocionalmente, y es práctico. La selección no juega lindo pero gana, prioriza el resultado por sobre los nombres, y como Dilma Roussef que va abajo en las encuestas, empieza perdiendo muchos partidos pero luego los da vuelta.
Esto nos envían desde la campaña de Dilma Rousseff :
“Dilma es parecida a Dunga, el técnico de la selección brasileña. El equipo no juega bonito, no es algo que a las personas les guste mirar. Es serio, fuerte y gana los partidos, pero a los brasileños no les gusta el fútbol que está jugando. Pero está dando buenos resultados. Dilma es un poco del estilo Dunga. No es bonita, pero el hecho es que Brasil está dando resultados, y los seguirá dando con ella al frente del País”.
Dilma Dunga
Desde el comando de campaña de Dilma Rousseff, la candidata del PT, elegida por Lula, están desarrollando una estrategia de apropiación de la imagen de Dunga el técnico de la selección de Brasil.
A Dunga un caudillo indiscutido como jugador, no solo que no le fue bien al principio, sino que fue muy resistido por jugar con un esquema extremadamente defensivo, pero al final los resultados le permitieron legitimarse.
La idea de la campaña de Rousseff, de apropiarse de la imagen de Dunga, tiene que ver con que Dilma además de no ser atractiva físicamente, no tiene el brillo, la claridad discursiva y el “glamour” de Jose Serra, su oponente.
Dunga es joven para ser técnico, es fuerte emocionalmente, y es práctico. La selección no juega lindo pero gana, prioriza el resultado por sobre los nombres, y como Dilma Roussef que va abajo en las encuestas, empieza perdiendo muchos partidos pero luego los da vuelta.
Esto nos envían desde la campaña de Dilma Rousseff :
“Dilma es parecida a Dunga, el técnico de la selección brasileña. El equipo no juega bonito, no es algo que a las personas les guste mirar. Es serio, fuerte y gana los partidos, pero a los brasileños no les gusta el fútbol que está jugando. Pero está dando buenos resultados. Dilma es un poco del estilo Dunga. No es bonita, pero el hecho es que Brasil está dando resultados, y los seguirá dando con ella al frente del País”.
A Dunga un caudillo indiscutido como jugador, no solo que no le fue bien al principio, sino que fue muy resistido por jugar con un esquema extremadamente defensivo, pero al final los resultados le permitieron legitimarse.
La idea de la campaña de Rousseff, de apropiarse de la imagen de Dunga, tiene que ver con que Dilma además de no ser atractiva físicamente, no tiene el brillo, la claridad discursiva y el “glamour” de Jose Serra, su oponente.
Dunga es joven para ser técnico, es fuerte emocionalmente, y es práctico. La selección no juega lindo pero gana, prioriza el resultado por sobre los nombres, y como Dilma Roussef que va abajo en las encuestas, empieza perdiendo muchos partidos pero luego los da vuelta.
Esto nos envían desde la campaña de Dilma Rousseff :
“Dilma es parecida a Dunga, el técnico de la selección brasileña. El equipo no juega bonito, no es algo que a las personas les guste mirar. Es serio, fuerte y gana los partidos, pero a los brasileños no les gusta el fútbol que está jugando. Pero está dando buenos resultados. Dilma es un poco del estilo Dunga. No es bonita, pero el hecho es que Brasil está dando resultados, y los seguirá dando con ella al frente del País”.
sábado, marzo 20, 2010
Cae la venta de los diarios pero no de todos, la Web 1.0 no es popular
Los diarios Clarín y La Nación volvieron a experimentar una caída en sus ventas en el año 2009. Con esta baja en su circulación, Clarín experimenta su cuarto año consecutivo de descenso y La Nación, su tercero.
La única excepción a las caídas generalizadas en los diarios en papel fue Diario Popular. El matutino logró aumentar sus ventas en 2009 y el mercado que está ganando generó que en los últimos meses varias empresas periodísticas pusieran un ojo en el sector denominado “popular”.
Los sectores medios y altos en materia informativa, cambiaron la pantalla por el papel, los sectores bajos aún no.
No es que no consuman Internet, sí que lo que hacen y cada vez más, pero por trabajos de campo que pude realizar, percibo que no leen el diario, se conectan mas con la Web social, buscan mas el esquema relacional 2.0 con Internet.
Se me ocurre que esto pasa por:
a) Los sectores bajos aún no han incorporado a los mayores de 40 masivamente.
b) La Inserción en la Web de los sectores bajos se canaliza a través de accesos caros, ya sea Cyber o dial up, y cuando no hay tiempo hay que ir a lo que más atrae, que para los jóvenes de bajos recursos no son las noticias.
c) La inmediatez y la repentización escrita, puntos fuertes de la Web, calan más fuerte en los sectores medios y altos, y los sectores bajos siguen el minuto a minuto por TV.
d) Los secotres altos trasladaron el hecho de comprar el diario, a entrar en el portal en la Web. Los sectores bajos habían perdido hace ya mucho tiempo la costumbre de comprar el diario, por eso no la trasladan a la Web, estos sectores hace mas de 30 años que toman a la radio y a la TV como sus proveedores de noticias.
A los números
Tomo los números del excelente portal Diario sobre diarios y veo que Clarín cayó en sus ventas por cuarto año consecutivo. Su media se ubicó en los 348.757 ejemplares promedio diario de lunes a domingo, bien lejos de aquellos 400.000 que hace sólo tres años constituían su piso de circulación.
La Nación experimentó una baja por tercer año seguido (el matutino de los Saguier había logrado crecer en 2006 cuando Clarín experimentó su primer año de caída), también con el peor promedio anual de todos estos años, que se ubicó en los 137.842 ejemplares, también a distancia de aquellos 160.000 que eran su como su piso hace 3 años.
En cuanto a Diario Popular, su promedio anual se ubicó en los 88.484 ejemplares promedio diario de lunes a domingo, superando así las marcas obtenidas desde 2004 a 2008, que siempre mostraron una curva ascendente.
La única excepción a las caídas generalizadas en los diarios en papel fue Diario Popular. El matutino logró aumentar sus ventas en 2009 y el mercado que está ganando generó que en los últimos meses varias empresas periodísticas pusieran un ojo en el sector denominado “popular”.
Los sectores medios y altos en materia informativa, cambiaron la pantalla por el papel, los sectores bajos aún no.
No es que no consuman Internet, sí que lo que hacen y cada vez más, pero por trabajos de campo que pude realizar, percibo que no leen el diario, se conectan mas con la Web social, buscan mas el esquema relacional 2.0 con Internet.
Se me ocurre que esto pasa por:
a) Los sectores bajos aún no han incorporado a los mayores de 40 masivamente.
b) La Inserción en la Web de los sectores bajos se canaliza a través de accesos caros, ya sea Cyber o dial up, y cuando no hay tiempo hay que ir a lo que más atrae, que para los jóvenes de bajos recursos no son las noticias.
c) La inmediatez y la repentización escrita, puntos fuertes de la Web, calan más fuerte en los sectores medios y altos, y los sectores bajos siguen el minuto a minuto por TV.
d) Los secotres altos trasladaron el hecho de comprar el diario, a entrar en el portal en la Web. Los sectores bajos habían perdido hace ya mucho tiempo la costumbre de comprar el diario, por eso no la trasladan a la Web, estos sectores hace mas de 30 años que toman a la radio y a la TV como sus proveedores de noticias.
A los números
Tomo los números del excelente portal Diario sobre diarios y veo que Clarín cayó en sus ventas por cuarto año consecutivo. Su media se ubicó en los 348.757 ejemplares promedio diario de lunes a domingo, bien lejos de aquellos 400.000 que hace sólo tres años constituían su piso de circulación.
La Nación experimentó una baja por tercer año seguido (el matutino de los Saguier había logrado crecer en 2006 cuando Clarín experimentó su primer año de caída), también con el peor promedio anual de todos estos años, que se ubicó en los 137.842 ejemplares, también a distancia de aquellos 160.000 que eran su como su piso hace 3 años.
En cuanto a Diario Popular, su promedio anual se ubicó en los 88.484 ejemplares promedio diario de lunes a domingo, superando así las marcas obtenidas desde 2004 a 2008, que siempre mostraron una curva ascendente.
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