Las encuestas se han transformado en una herramienta de campaña, elección a elección recuperan la credibilidad desde cierta amnesia del público, vuelven a los medios como nada, y todo vuelve a cero. Pero tengamos presente que las encuestas son una referencia temporal a una situación particular sobre un distrito específico. No es la película es la fotografía. La realidad es dinámica y la gente cambia de opinión.
Otra cosa es la utilización que se hace de las encuestas y ya sea como un oráculo o bien para desacreditarlas y bajarle el precio a CFK
La única consultora que estuvo cerca del resultado real en la Capital Federal fue Poliarquía, sin embargo la pifió feo en Santa Fé donde veía ganadores a giustiniani y a Bielsa, se equivocó en Corrientes donde le daba 5 puntos a Fabián Ríos que btuvo 31, y volvió a Fallar en Chubit, Catamarca y Tierra del Fuego. sin embargo, fue Poiarquía la consultora que el viernes pronosticó 45 puntos para Mauricio Macri (fueron 47), 30 por ciento para Daniel Filmus (obtuvo 27) y 11 por ciento para Pino Solanas (logró 13). Incluso esa consultora, con sus 15 puntos de diferencia, estuvo por debajo de los 20 con que terminó la elección. Las demás encuestadoras rondaron los 10 y algunas los doce puntos entre Macri y Filmus, quedando muy lejos del resultado final. Algunos consultores tenían esa diferencia incluso en encuestas que no tenían como objetivo ser publicadas, es decir que no existía siquiera la idea de influir en el electorado: estaban convencidos de que ésa era la distancia entre Macri y Filmus. Lo mismo ocurrió con las dos únicas encuestas en boca de urna que se hicieron con encuestadores en la calle: daban unos doce o trece puntos de diferencia, no 20. Entre los consultores se abrió un debate por las razones que llevaron a producir resultados equivocados de la mayoría de los sondeos.
Los encuestadores –varios dialogaron con este diario– no quisieron salir ayer a dar públicamente explicaciones, por dos razones:
n En primer lugar, consideraron que hubo un error importantísimo respecto de la diferencia, pero al mismo tiempo insistieron en que ninguno dijo en todas las semanas previas que la contienda Macri-Filmus iba a ser pareja; todos pronosticaron que el ballottage sería entre el candidato del PRO y el del FPV y casi todos acertaron con el distante tercer puesto de Pino Solanas. “Algunos, que se la pasan pidiendo encuestas, hablan de que los grandes perdedores fueron los encuestadores. No, no es así. Habrá ganado o perdido tal político. Ninguno dijo que Filmus se acercaba a Macri o que Pino entraba al ballottage. Sin duda, hubo equivocaciones, pero de ahí a tildarnos de grandes perdedores hay un trecho enorme”, se quejaba uno.
En En segundo lugar, los consultores creen que tuvieron un error metodológico o de análisis central que derivó en que no percibieron que Macri sacó más votos de los pensados (la mayoría lo tenía en los 40 puntos) y Filmus menos de los pensados (lo ubicaban en los 30 a 33 puntos). El dato sobre lo que obtuvieron los demás, desde Pino hasta los que consiguieron el tres por ciento o menos, fue bastante acertado. “Necesito estudiar qué paso, analizar mis encuestas, para ver exactamente qué pasó con el voto a Macri y con el voto a Filmus”, señalaron otros.
Por supuesto que siempre están quienes consideran que hubo manipulación, o sea el uso de las encuestas como elemento publicitario de campaña, principalmente del oficialismo. Sin embargo, este diario tuvo acceso a numerosos sondeos, incluso algunos que nunca fueron publicados: en ninguno de ellos se pronosticó una diferencia ni remotamente parecida a la que terminó dándose en las urnas.
El acierto de Poliarquía complica las explicaciones de los demás, aunque varios consultores afirmaron que hubo una oleada fuerte hacia el macrismo a principios de la semana previa a las elecciones, después una recuperación de Filmus y luego una corrida final hacia el PRO. “Esta especie de cardiograma, con oscilaciones muy fuertes y gente que no tenía decidido el voto, hicieron difícil el pronóstico. Pero tenemos que revisar nuestras encuestas día por día”, explicó otro consultor.
Hay otro factor que la mayoría de los encuestadores señalan. Ocho de cada diez personas no quieren contestar encuestas. Ese nivel de rechazo sube todavía más en los sondeos telefónicos. “Tal vez tengamos que revisar qué ocurre con eso. Hay muchas empresas trabajando y por ahí el ciudadano está cansado de atender a encuestadores. Pero habría que fijarse si quienes contestan son personas más convencidas, más políticas y, por lo tanto, más votantes del kirchnerismo, mientras que quienes rechazan contestar son menos politizados, ciudadanos más distantes de la pasión por la política, y tal vez más votantes de la oposición. Es posible que eso haya llevado a que registremos mayor cantidad de votos que los que tuvo Filmus y menos que los que tuvo Macri. Pero esa es sólo una hipótesis de trabajo. Le insisto, tenemos que revisar todo lo hecho”, concluyó otro encuestador de renombre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario