jueves, julio 07, 2011

Segunda vuelta


El balotage diseña escenarios diversos según la diferencia entre fuerzas. Si la primera minoría obtiene el 40% de los votos y la segunda un 35% por ejemplo, el ballotage está abierto, puesto que bastará que la segunda minoría obtenga el 60% de los votos que en primera instancia no voten alguna de las dos minorías ingresantes, para poder triunfar en segunda instancia.
Si la diferencia se estira a 10 puntos en la primera ronda, el resultado de primera face ( nada es imposible) es muy dificil de revertir , puesto que la captura de votos por parte de la segunda minoría deberá estirarse hasta el 70% de los que no optaron por alguna de las dos ingresantes en primera ronda. Obviamente si la diferencia entre fuerzas se estira a más de 10 puntos, proporcionalmente menos son las chances de reversión .
La segunda dimensión a tener en cuenta para analizar la dinámica del balotage es el rechazo a los candidatos ingresantes.
Como se ve en la imagen de apertura ( click sobre la imagen para agrandar ) tanto Daniel Filmus como Mauricio Macri comparten el nivel de rechazo en torno al 40% de los votantes porteños, por lo cual para ambos candidatos las chances de captura de votos , desde el punto de vista del nivel de aversión electoral que despiertan , es similar en orden al 60% del electorado.
Así las cosas el nivel de rechazo que Macri despierta entre la dirigencia distrital que se observó ayer en el debate de la UBA donde el conjunto de los 10 candidatos confrontó abiertamente con el Jefe de Gobierno, no se corresponde con el nivel de rechazo que despierta entre el electorado porteño que, reiteramos, alcanza al 40%.
Sería un error conceptual intenso establecer la campaña de segunda vuelta -- producto probable de la sobre ideologización de la mirada -- , asumiendo que la alianza dirigencial implica alianza electoral y peor aún, imaginar que el rechazo de las cúpulas partidarias se corresponde, en dirección y nivel, con el de los electores de a pie.

No hay comentarios.: