En la economía global, la crisis financiera global derivada del aumento de la morosidad en los préstamos hipotecarios de riesgo (subprime) en USA, golpeó a los activos de riesgo, hundió a los bonos y a algunas acciones domésticas.
La crisis dividió el año en dos para las acciones de bancos en las grandes bolsas. En el 2do. semestre, en el mercado local existió desde agosto una presión alcista de las tasas de interés (convirtiendo a los fideicomisos financieros en objetos del deseo), y en el exterior ofreció utilidades a quienes jugaron a la crisis del mercado (Goldman Sachs, por ejemplo).
Hacia 2008, todo indica que la economía estadounidense se desacelera, y que la inflación local se acelera. En este caso, en lo local los fideicomisos financieros seguirán de moda.
Buen año del oro: se apreció en el mercado internacional 26%.
Buen año del euro, aún cuando en la Argentina se apreció menos de 12% en 2007 por cuestiones de la coyuntural política cambiaria.
El euro está alcanzando unos grados de madurez y confianza en todo el mundo que jamás ha tenido. Si su nacimiento fue difícil en 1999, cuando pocos apostaban por una divisa única para 12 países tan distintos, la realidad nueve años después es bien distinta. En 2007, se apreció un 9% frente al dólar en un ejercicio partido por la crisis generada en las hipotecas subprima o especulativas, que ha degenerado en una crisis de confianza y de crédito.
La liquidez no ha sido un problema para el mercado de divisas. El Forex (Foreign Exchange) disparó su actividad en el último trienio, según las cifras recopiladas por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, hasta los US$ 3,2 billones (o € 2,25 billones al cambio actual). El volumen diario de cambio de divisas se incrementó así en un 71%, consolidando su posición como mayor mercado financiero del mundo.
Y la moneda de Europa gana adeptos por todos los rincones. Los países petroleros parecen cada vez más hartos del dólar, debido a que su caída reduce considerablemente la entrada de dinero en sus cuentas corrientes. Algunos productores se han planteado sustituirlo por el euro para protegerse los vaivenes de la moneda de USA o, simplemente, como represalia por su política exterior, caso de Irán o Venezuela. Este cambio daría un importante vuelco a los flujos comerciales mundiales.
2007 ha sido también el año de los tipos de interés. La Fed puso fin el 18 de septiembre a más de cuatro años sin realizar una rebaja del precio del dinero oficial, que marca el costo de los créditos y la financiación para la mitad del mundo. Tres bajadas de tipos han colocado su nivel en el 4,25% desde el 5,25% anterior.
Como era previsible, la calma finalizó y la tormenta comenzó. La perspectiva de que el diferencial del precio del dinero vuelva a ser negativo para el dólar. En Europa, el BCE ha dejado de subirlos y los mantiene en el 4%. La última gran subida prolongada del euro se produjo entre 2000 y 2004, cuando USA pasó de tener unos tipos por encima del 5% al 1%, mientras que en Europa sólo pasaron del 5% al 2% en el mismo periodo. El cambio entre el euro y el dólar pasó de 0,87 de 200 a 1,36 unidades en diciembre de 2004.
Por esto, entre otros motivos, el euro se presenta ante 2008 como uno de los activos que puede romper a subir. ¿Hasta dónde? Las previsiones para el año que viene la colocan en el rango de US$ 1,35 a US$ 1,50 como punto de partida, pero todo dependerá probablemente de la resolución de la actual crisis financiera y el impacto de la recesión de USA sobre la economía europea.
ACCIONES
En cuanto a las acciones, el escenario es complejo. En la hiperinflación de 1989, el Merval subió 8.200%, contra un registro inflacionario, según el INdEC de ese momento, de 2.600%. Antes que se implementara el plan de Convertibilidad, en 1991 los precios subieron 60% y el Merval lo hizo 205%. Pero 2007 concluye casi sin utilidades, demostración de una economía de precios relativos distorsionados y crisis encubierta.
En cambio, las otras bolsas regionales festejan un buen año.
De todos modos, algunas acciones tuvieron un buen rendimiento anual. En especial, Molinos (los Perez Companc parecen estar de vuelta en la expansión agroalimentaria), con una utilidad superior al 160%; y Petrobras, arriba del 120%.
En una franja positiva también estuvieron Central Puerto (93%) y Mirgor (90%).
2007 fue un buen año para las 'small caps': Quickfood, Longvie, Pertrak, Molinos Juan Semino, Como, Grimoldi, Capex, Socotherm y Morixe.
Y mal año para tres de de los papeles importantes en la composición del índice Merval: Tenaris, Banco Macro y Grupo Financiero Galicia. Los tres en rojo.
Paolo Rocca, presidente de Organización Techint, accionista de control de Tenaris, afirma que seguirá invirtiendo, cuando acaba de completar un plan de inversión de US$ 160 millones en la planta de Tenaris Siderca en Campana y otro de US$ 600 millones en San Nicolás (Ternium Siderar). Con Tecpetrol, invirtió en desarrollar reservas en el Golfo San Jorge y reforzó su presencia en Salta. En tanto, con su rama de Ingeniería & Construcción, trabaja en el dique Los Caracoles en San Juan y en ductos en Chile, Perú y Arabia Saudita. En 2008 tiene previsto una ampliación de su terminal portuaria en Campana. Rocca sostuvo que, durante 2008, la compañía tendrá tres pilares básicos: capacitación, formación e inversión.
Y para reducir deuda, su siderúrgica Ternium vendió, a través de su subsidiaria IMSA Acero, su participación de acciones en Steelscape, ASC Profiles, Varco Pruden Buildings y Metl-Span, en USA, por US$ 730 millones. Pero el mercado aún no devuelve la confianza.
Si en 2008 el Merval no escala a los 2.700 puntos, acumulando una suba que va entre el 25% y 30%, estará perdido, frente a la inflación en alza. Luego, deberá convertirse en una sólida alternativa a los títulos indexados (los bonos en pesos y que ajustan su capital por CER, cuyos precios se hundieron a niveles de default).
Solamente se salvaron de la hecatombe el Boden 2008 y algunos títulos provinciales. Prohibido tener Par en pesos y el PR13. Y hay muchos vencimientos acumulados para el ejercicio 2008, probablemente más de US$ 8.000 millones.
El Discount en pesos cierra el año con una caída cercana al 20% y su versión en dólares de casi 8%.
Los títulos domésticos acumulan caídas cercanas a 30%.
La deuda emergente no ha logrado recuperarse en el caso argentino y venezolano.
UNA REFLEXIÓN
El triángulo entre el Tigris y el Eufrates vuelve a cruzarse en el camino del crudo. Allí está el origen de las tres últimas crisis de precios del crudo: la de la guerra Irán-Iraq (1980-82), la Guerra del Golfo (1991) y el actual escenario de récords sucesivos que se abrió en octubre de 2002. En el periodo prebélico a la guerra sobre Iraq y la invasión del país comenzaron a repuntar los precios de los principales combustibles en previsión de un colapso, problemas de suministro y alza generalizada del crudo.
Cinco años después, la carrera alcista del petróleo le ha llevado desde poco más de US$ 25 a US$ 98, que supone una subida del 300% o casi cuatro veces más caro. Un comportamiento que vuelve a ser espoleado por los mismos motivos cinco años después: la tensión bélica que se sigue viviendo en Iraq, pese a que cayó y fue ejecutado Saddam Hussein.
En 2007, el crudo se aproximó en los mercados financieros hasta los US$ 100 por barril. Es sólo la punta de lanza del resto de materias primas y combustibles, aún cuando avanza una corriente de preocupación por el cambio climático, contra el calentamiento global y la utilización de los combustibles fósiles.
La menor demanda de la economía global podría encender un proceso de caída en el precio de los combustibles. Bajo estas perspectivas, los grandes dominadores del mercado petrolero –los hedge funds- podrían adoptar posiciones más conservadoras en 2008, eliminando las posiciones largas o compradoras que han mantenido en los últimos años.
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miércoles, diciembre 26, 2007
Balance anual económico
En la economía global, la crisis financiera global derivada del aumento de la morosidad en los préstamos hipotecarios de riesgo (subprime) en USA, golpeó a los activos de riesgo, hundió a los bonos y a algunas acciones domésticas.
La crisis dividió el año en dos para las acciones de bancos en las grandes bolsas. En el 2do. semestre, en el mercado local existió desde agosto una presión alcista de las tasas de interés (convirtiendo a los fideicomisos financieros en objetos del deseo), y en el exterior ofreció utilidades a quienes jugaron a la crisis del mercado (Goldman Sachs, por ejemplo).
Hacia 2008, todo indica que la economía estadounidense se desacelera, y que la inflación local se acelera. En este caso, en lo local los fideicomisos financieros seguirán de moda.
Buen año del oro: se apreció en el mercado internacional 26%.
Buen año del euro, aún cuando en la Argentina se apreció menos de 12% en 2007 por cuestiones de la coyuntural política cambiaria.
El euro está alcanzando unos grados de madurez y confianza en todo el mundo que jamás ha tenido. Si su nacimiento fue difícil en 1999, cuando pocos apostaban por una divisa única para 12 países tan distintos, la realidad nueve años después es bien distinta. En 2007, se apreció un 9% frente al dólar en un ejercicio partido por la crisis generada en las hipotecas subprima o especulativas, que ha degenerado en una crisis de confianza y de crédito.
La liquidez no ha sido un problema para el mercado de divisas. El Forex (Foreign Exchange) disparó su actividad en el último trienio, según las cifras recopiladas por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, hasta los US$ 3,2 billones (o € 2,25 billones al cambio actual). El volumen diario de cambio de divisas se incrementó así en un 71%, consolidando su posición como mayor mercado financiero del mundo.
Y la moneda de Europa gana adeptos por todos los rincones. Los países petroleros parecen cada vez más hartos del dólar, debido a que su caída reduce considerablemente la entrada de dinero en sus cuentas corrientes. Algunos productores se han planteado sustituirlo por el euro para protegerse los vaivenes de la moneda de USA o, simplemente, como represalia por su política exterior, caso de Irán o Venezuela. Este cambio daría un importante vuelco a los flujos comerciales mundiales.
2007 ha sido también el año de los tipos de interés. La Fed puso fin el 18 de septiembre a más de cuatro años sin realizar una rebaja del precio del dinero oficial, que marca el costo de los créditos y la financiación para la mitad del mundo. Tres bajadas de tipos han colocado su nivel en el 4,25% desde el 5,25% anterior.
Como era previsible, la calma finalizó y la tormenta comenzó. La perspectiva de que el diferencial del precio del dinero vuelva a ser negativo para el dólar. En Europa, el BCE ha dejado de subirlos y los mantiene en el 4%. La última gran subida prolongada del euro se produjo entre 2000 y 2004, cuando USA pasó de tener unos tipos por encima del 5% al 1%, mientras que en Europa sólo pasaron del 5% al 2% en el mismo periodo. El cambio entre el euro y el dólar pasó de 0,87 de 200 a 1,36 unidades en diciembre de 2004.
Por esto, entre otros motivos, el euro se presenta ante 2008 como uno de los activos que puede romper a subir. ¿Hasta dónde? Las previsiones para el año que viene la colocan en el rango de US$ 1,35 a US$ 1,50 como punto de partida, pero todo dependerá probablemente de la resolución de la actual crisis financiera y el impacto de la recesión de USA sobre la economía europea.
ACCIONES
En cuanto a las acciones, el escenario es complejo. En la hiperinflación de 1989, el Merval subió 8.200%, contra un registro inflacionario, según el INdEC de ese momento, de 2.600%. Antes que se implementara el plan de Convertibilidad, en 1991 los precios subieron 60% y el Merval lo hizo 205%. Pero 2007 concluye casi sin utilidades, demostración de una economía de precios relativos distorsionados y crisis encubierta.
En cambio, las otras bolsas regionales festejan un buen año.
De todos modos, algunas acciones tuvieron un buen rendimiento anual. En especial, Molinos (los Perez Companc parecen estar de vuelta en la expansión agroalimentaria), con una utilidad superior al 160%; y Petrobras, arriba del 120%.
En una franja positiva también estuvieron Central Puerto (93%) y Mirgor (90%).
2007 fue un buen año para las 'small caps': Quickfood, Longvie, Pertrak, Molinos Juan Semino, Como, Grimoldi, Capex, Socotherm y Morixe.
Y mal año para tres de de los papeles importantes en la composición del índice Merval: Tenaris, Banco Macro y Grupo Financiero Galicia. Los tres en rojo.
Paolo Rocca, presidente de Organización Techint, accionista de control de Tenaris, afirma que seguirá invirtiendo, cuando acaba de completar un plan de inversión de US$ 160 millones en la planta de Tenaris Siderca en Campana y otro de US$ 600 millones en San Nicolás (Ternium Siderar). Con Tecpetrol, invirtió en desarrollar reservas en el Golfo San Jorge y reforzó su presencia en Salta. En tanto, con su rama de Ingeniería & Construcción, trabaja en el dique Los Caracoles en San Juan y en ductos en Chile, Perú y Arabia Saudita. En 2008 tiene previsto una ampliación de su terminal portuaria en Campana. Rocca sostuvo que, durante 2008, la compañía tendrá tres pilares básicos: capacitación, formación e inversión.
Y para reducir deuda, su siderúrgica Ternium vendió, a través de su subsidiaria IMSA Acero, su participación de acciones en Steelscape, ASC Profiles, Varco Pruden Buildings y Metl-Span, en USA, por US$ 730 millones. Pero el mercado aún no devuelve la confianza.
Si en 2008 el Merval no escala a los 2.700 puntos, acumulando una suba que va entre el 25% y 30%, estará perdido, frente a la inflación en alza. Luego, deberá convertirse en una sólida alternativa a los títulos indexados (los bonos en pesos y que ajustan su capital por CER, cuyos precios se hundieron a niveles de default).
Solamente se salvaron de la hecatombe el Boden 2008 y algunos títulos provinciales. Prohibido tener Par en pesos y el PR13. Y hay muchos vencimientos acumulados para el ejercicio 2008, probablemente más de US$ 8.000 millones.
El Discount en pesos cierra el año con una caída cercana al 20% y su versión en dólares de casi 8%.
Los títulos domésticos acumulan caídas cercanas a 30%.
La deuda emergente no ha logrado recuperarse en el caso argentino y venezolano.
UNA REFLEXIÓN
El triángulo entre el Tigris y el Eufrates vuelve a cruzarse en el camino del crudo. Allí está el origen de las tres últimas crisis de precios del crudo: la de la guerra Irán-Iraq (1980-82), la Guerra del Golfo (1991) y el actual escenario de récords sucesivos que se abrió en octubre de 2002. En el periodo prebélico a la guerra sobre Iraq y la invasión del país comenzaron a repuntar los precios de los principales combustibles en previsión de un colapso, problemas de suministro y alza generalizada del crudo.
Cinco años después, la carrera alcista del petróleo le ha llevado desde poco más de US$ 25 a US$ 98, que supone una subida del 300% o casi cuatro veces más caro. Un comportamiento que vuelve a ser espoleado por los mismos motivos cinco años después: la tensión bélica que se sigue viviendo en Iraq, pese a que cayó y fue ejecutado Saddam Hussein.
En 2007, el crudo se aproximó en los mercados financieros hasta los US$ 100 por barril. Es sólo la punta de lanza del resto de materias primas y combustibles, aún cuando avanza una corriente de preocupación por el cambio climático, contra el calentamiento global y la utilización de los combustibles fósiles.
La menor demanda de la economía global podría encender un proceso de caída en el precio de los combustibles. Bajo estas perspectivas, los grandes dominadores del mercado petrolero –los hedge funds- podrían adoptar posiciones más conservadoras en 2008, eliminando las posiciones largas o compradoras que han mantenido en los últimos años.
La crisis dividió el año en dos para las acciones de bancos en las grandes bolsas. En el 2do. semestre, en el mercado local existió desde agosto una presión alcista de las tasas de interés (convirtiendo a los fideicomisos financieros en objetos del deseo), y en el exterior ofreció utilidades a quienes jugaron a la crisis del mercado (Goldman Sachs, por ejemplo).
Hacia 2008, todo indica que la economía estadounidense se desacelera, y que la inflación local se acelera. En este caso, en lo local los fideicomisos financieros seguirán de moda.
Buen año del oro: se apreció en el mercado internacional 26%.
Buen año del euro, aún cuando en la Argentina se apreció menos de 12% en 2007 por cuestiones de la coyuntural política cambiaria.
El euro está alcanzando unos grados de madurez y confianza en todo el mundo que jamás ha tenido. Si su nacimiento fue difícil en 1999, cuando pocos apostaban por una divisa única para 12 países tan distintos, la realidad nueve años después es bien distinta. En 2007, se apreció un 9% frente al dólar en un ejercicio partido por la crisis generada en las hipotecas subprima o especulativas, que ha degenerado en una crisis de confianza y de crédito.
La liquidez no ha sido un problema para el mercado de divisas. El Forex (Foreign Exchange) disparó su actividad en el último trienio, según las cifras recopiladas por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, hasta los US$ 3,2 billones (o € 2,25 billones al cambio actual). El volumen diario de cambio de divisas se incrementó así en un 71%, consolidando su posición como mayor mercado financiero del mundo.
Y la moneda de Europa gana adeptos por todos los rincones. Los países petroleros parecen cada vez más hartos del dólar, debido a que su caída reduce considerablemente la entrada de dinero en sus cuentas corrientes. Algunos productores se han planteado sustituirlo por el euro para protegerse los vaivenes de la moneda de USA o, simplemente, como represalia por su política exterior, caso de Irán o Venezuela. Este cambio daría un importante vuelco a los flujos comerciales mundiales.
2007 ha sido también el año de los tipos de interés. La Fed puso fin el 18 de septiembre a más de cuatro años sin realizar una rebaja del precio del dinero oficial, que marca el costo de los créditos y la financiación para la mitad del mundo. Tres bajadas de tipos han colocado su nivel en el 4,25% desde el 5,25% anterior.
Como era previsible, la calma finalizó y la tormenta comenzó. La perspectiva de que el diferencial del precio del dinero vuelva a ser negativo para el dólar. En Europa, el BCE ha dejado de subirlos y los mantiene en el 4%. La última gran subida prolongada del euro se produjo entre 2000 y 2004, cuando USA pasó de tener unos tipos por encima del 5% al 1%, mientras que en Europa sólo pasaron del 5% al 2% en el mismo periodo. El cambio entre el euro y el dólar pasó de 0,87 de 200 a 1,36 unidades en diciembre de 2004.
Por esto, entre otros motivos, el euro se presenta ante 2008 como uno de los activos que puede romper a subir. ¿Hasta dónde? Las previsiones para el año que viene la colocan en el rango de US$ 1,35 a US$ 1,50 como punto de partida, pero todo dependerá probablemente de la resolución de la actual crisis financiera y el impacto de la recesión de USA sobre la economía europea.
ACCIONES
En cuanto a las acciones, el escenario es complejo. En la hiperinflación de 1989, el Merval subió 8.200%, contra un registro inflacionario, según el INdEC de ese momento, de 2.600%. Antes que se implementara el plan de Convertibilidad, en 1991 los precios subieron 60% y el Merval lo hizo 205%. Pero 2007 concluye casi sin utilidades, demostración de una economía de precios relativos distorsionados y crisis encubierta.
En cambio, las otras bolsas regionales festejan un buen año.
De todos modos, algunas acciones tuvieron un buen rendimiento anual. En especial, Molinos (los Perez Companc parecen estar de vuelta en la expansión agroalimentaria), con una utilidad superior al 160%; y Petrobras, arriba del 120%.
En una franja positiva también estuvieron Central Puerto (93%) y Mirgor (90%).
2007 fue un buen año para las 'small caps': Quickfood, Longvie, Pertrak, Molinos Juan Semino, Como, Grimoldi, Capex, Socotherm y Morixe.
Y mal año para tres de de los papeles importantes en la composición del índice Merval: Tenaris, Banco Macro y Grupo Financiero Galicia. Los tres en rojo.
Paolo Rocca, presidente de Organización Techint, accionista de control de Tenaris, afirma que seguirá invirtiendo, cuando acaba de completar un plan de inversión de US$ 160 millones en la planta de Tenaris Siderca en Campana y otro de US$ 600 millones en San Nicolás (Ternium Siderar). Con Tecpetrol, invirtió en desarrollar reservas en el Golfo San Jorge y reforzó su presencia en Salta. En tanto, con su rama de Ingeniería & Construcción, trabaja en el dique Los Caracoles en San Juan y en ductos en Chile, Perú y Arabia Saudita. En 2008 tiene previsto una ampliación de su terminal portuaria en Campana. Rocca sostuvo que, durante 2008, la compañía tendrá tres pilares básicos: capacitación, formación e inversión.
Y para reducir deuda, su siderúrgica Ternium vendió, a través de su subsidiaria IMSA Acero, su participación de acciones en Steelscape, ASC Profiles, Varco Pruden Buildings y Metl-Span, en USA, por US$ 730 millones. Pero el mercado aún no devuelve la confianza.
Si en 2008 el Merval no escala a los 2.700 puntos, acumulando una suba que va entre el 25% y 30%, estará perdido, frente a la inflación en alza. Luego, deberá convertirse en una sólida alternativa a los títulos indexados (los bonos en pesos y que ajustan su capital por CER, cuyos precios se hundieron a niveles de default).
Solamente se salvaron de la hecatombe el Boden 2008 y algunos títulos provinciales. Prohibido tener Par en pesos y el PR13. Y hay muchos vencimientos acumulados para el ejercicio 2008, probablemente más de US$ 8.000 millones.
El Discount en pesos cierra el año con una caída cercana al 20% y su versión en dólares de casi 8%.
Los títulos domésticos acumulan caídas cercanas a 30%.
La deuda emergente no ha logrado recuperarse en el caso argentino y venezolano.
UNA REFLEXIÓN
El triángulo entre el Tigris y el Eufrates vuelve a cruzarse en el camino del crudo. Allí está el origen de las tres últimas crisis de precios del crudo: la de la guerra Irán-Iraq (1980-82), la Guerra del Golfo (1991) y el actual escenario de récords sucesivos que se abrió en octubre de 2002. En el periodo prebélico a la guerra sobre Iraq y la invasión del país comenzaron a repuntar los precios de los principales combustibles en previsión de un colapso, problemas de suministro y alza generalizada del crudo.
Cinco años después, la carrera alcista del petróleo le ha llevado desde poco más de US$ 25 a US$ 98, que supone una subida del 300% o casi cuatro veces más caro. Un comportamiento que vuelve a ser espoleado por los mismos motivos cinco años después: la tensión bélica que se sigue viviendo en Iraq, pese a que cayó y fue ejecutado Saddam Hussein.
En 2007, el crudo se aproximó en los mercados financieros hasta los US$ 100 por barril. Es sólo la punta de lanza del resto de materias primas y combustibles, aún cuando avanza una corriente de preocupación por el cambio climático, contra el calentamiento global y la utilización de los combustibles fósiles.
La menor demanda de la economía global podría encender un proceso de caída en el precio de los combustibles. Bajo estas perspectivas, los grandes dominadores del mercado petrolero –los hedge funds- podrían adoptar posiciones más conservadoras en 2008, eliminando las posiciones largas o compradoras que han mantenido en los últimos años.
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