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domingo, enero 06, 2008

Europa se prepara para pelear contra la inflación

El Banco Central Europeo (BCE) está listo para actuar contra los peligros de la inflación y prevenir un espiral de salarios-precios como resultado de las actuales presiones económicas, dijo el sábado el presidente de la institución, Jean-Claude Trichet.

En un encuentro con los democristianos partidarios de la canciller alemana, Angela Merkel, Trichet sostuvo que los fundamentos del crecimiento de la zona euro son sólidos, pero agregó que es probable que la inflación se mantenga cerca del 2% en los próximos meses.

El BCE se reunirá el 10 de enero para establecer las tasas de interés, y según Trichet, sus declaraciones reflejan las conclusiones alcanzadas en el encuentro de política monetaria del BCE del pasado 6 de diciembre y no tienen la intención de adelantarse a la discusión del jueves próximo.

"El consejo gobernador del BCE está listo para enfrentar los riesgos para la estabilidad de precios", dijo Trichet en el encuentro de políticos conservadores, según un discurso publicado por la entidad europea.

"Para que el reciente aumento de la inflación sea algo temporal es esencial que el comportamiento para establecer precios y salarios se mantenga sin ser afectado por las actuales tasas de inflación", sostuvo.

La inflación de la zona euro es actualmente de 3,1%, bastante por encima del objetivo medio del BCE de mantenerla por debajo del 2%.

Sin embargo, los economistas dicen que la incertidumbre económica generada por la desaceleración estadounidense significa que es poco probable que el BCE suba los tipos desde el actual 4%.

sábado, diciembre 22, 2007

El límite político que la UE no logra borrar

SLUBICE, Polonia.- A la 0.01 de ayer, la frontera entre Polonia y Alemania, uno de los límites con mayor índice de violencia sobre la Tierra, fue abierta de par en par. Sin embargo, en su mayor parte, las barreras cayeron más con un susurro que con un estallido.

A lo largo de los 450 kilómetros de la frontera, lo más notable es la relativa indiferencia al cambio.

Durante varios siglos, Polonia fue el terreno de marcha de Europa, cuando no era desmembrada y borrada del mapa por alguna combinación de Alemania, Austria y Rusia. El reino de Polonia combatió a los caballeros teutónicos incluso desde tiempos que se remontan a la Edad Media, en tanto la ofensiva relámpago de Adolf Hitler, en septiembre de 1939, aún vive en las mentes de los ancianos y en la imaginación de los jóvenes.

Cuando el ejército de Hitler fue derrotado, millones de alemanes fueron obligados a salir de las ciudades principales que ahora están en territorio polaco, como Breslau, conocida actualmente como Wroclaw. Ciudades a lo largo de los ríos Neisse y Oder, que forman la mayor parte de la frontera, se convirtieron en poblados divididos como Francfort-Slubice o Goerlitz-Zgorzelec.

El hecho de que la pacífica desarticulación de puestos fronterizos sea una cuestión ceremonial, sin alboroto, rinde testimonio del discreto éxito del proyecto de integración europea, a menudo criticado. Sin embargo, la frontera política persiste, en tanto los resentimientos históricos acechan justo bajo la superficie. Comunidades a ambos lados de los ríos siguen estando separadas cultural y lingüísticamente.

"Tras la guerra, las ciudades se dieron la espalda mutuamente , dijo Ryszard Bodziacki, el alcalde de Slubice, en otra época parte de Francfort del Oder, la ciudad oriental de Alemania, que no debe confundirse con Francfort del Meno, en Occidente.

Bodziacki está trabajando con sus contrapartes al otro lado del Oder para reintegrar a ambas ciudades, sea a través de trabajo conjunto de las fuerzas policiales y brigadas de bomberos, o mediante el envío de niños polacos a escuelas alemanas.

Esa cooperación es más fácil a partir de ayer. Los controles fronterizos terminaron debido a que Polonia oficialmente se unió a la zona sin fronteras dentro de la Unión Europea (UE) conocida como el área Schengen.

Inquietud

El movimiento desde el este de la frontera en común ha provocado inquietud en Alemania, donde la policía ha protestado por lo que, asegura, será un aumento en la delincuencia.

Pero los polacos dicen que consideran la entrada de su país como prueba de que han logrado una base al mismo nivel de sus socios del Oeste.

"Esta frontera está bien protegida , dijo Andrzej Adamczyk, el subdirector de la oficina de administración fronteriza de la guardia en la frontera polaca, que destacó que funcionarios de la UE habían aprobado el trabajo de la guardia.

En Alemania, la cobertura noticiosa sobre la apertura de la frontera ha sido en su mayor parte acerca de los alemanes que instalan cortinas de metal, alambre de púas e incluso compran armas. Pero en conversaciones con residentes locales a lo largo del camino, todo parece indicar que los que favorecen una fortificación son una minoría.

"Es razonable permitir que la gente viva y viaje libremente , dijo Christian Pfeiffer, de 30 años de edad, psicólogo que estaba en un mercado navideño en el poblado alemán de Goerlitz.

Incluso antes de estos tiempos, la frontera tan sólo era una molestia menor, cruzada con facilidad por alemanes y polacos en busca de nafta o cigarrillos más baratos, o para ir a trabajar. En la mayoría de los casos, los ciudadanos de la UE han pasado a través de los retenes con poco más que mostrar una credencial de identidad, sin necesidad de pasaporte.

"Yo creo que es algo positivo", dijo Monika Kraska, de 22 años, quien trabaja como estilista en Slubice. "Ya no habrá largas filas." Clientas alemanas visitan el diminuto salón de belleza donde ella trabaja ofreciendo cortes a bajo precio.

El notable ausente en la discusión es el temor a que los polacos crucen la frontera en grandes cantidades para quedarse con empleos alemanes. Eso no es mera coincidencia. Cuando Polonia se unió a la UE en 2004, Alemania dejó considerables obstáculos legales en su sitio para impedir que sus vecinos trabajaran allí.

Más bien, muchos trabajadores polacos, ambiciosos y con alta movilidad, se mudaron a partes más acogedoras de Europa occidental -en particular, a Gran Bretaña e Irlanda-, donde les han dado el reconocimiento por impulsar el crecimiento económico.

Por Nicholas Kulish
De The New York Times

El límite político que la UE no logra borrar

SLUBICE, Polonia.- A la 0.01 de ayer, la frontera entre Polonia y Alemania, uno de los límites con mayor índice de violencia sobre la Tierra, fue abierta de par en par. Sin embargo, en su mayor parte, las barreras cayeron más con un susurro que con un estallido.

A lo largo de los 450 kilómetros de la frontera, lo más notable es la relativa indiferencia al cambio.

Durante varios siglos, Polonia fue el terreno de marcha de Europa, cuando no era desmembrada y borrada del mapa por alguna combinación de Alemania, Austria y Rusia. El reino de Polonia combatió a los caballeros teutónicos incluso desde tiempos que se remontan a la Edad Media, en tanto la ofensiva relámpago de Adolf Hitler, en septiembre de 1939, aún vive en las mentes de los ancianos y en la imaginación de los jóvenes.

Cuando el ejército de Hitler fue derrotado, millones de alemanes fueron obligados a salir de las ciudades principales que ahora están en territorio polaco, como Breslau, conocida actualmente como Wroclaw. Ciudades a lo largo de los ríos Neisse y Oder, que forman la mayor parte de la frontera, se convirtieron en poblados divididos como Francfort-Slubice o Goerlitz-Zgorzelec.

El hecho de que la pacífica desarticulación de puestos fronterizos sea una cuestión ceremonial, sin alboroto, rinde testimonio del discreto éxito del proyecto de integración europea, a menudo criticado. Sin embargo, la frontera política persiste, en tanto los resentimientos históricos acechan justo bajo la superficie. Comunidades a ambos lados de los ríos siguen estando separadas cultural y lingüísticamente.

"Tras la guerra, las ciudades se dieron la espalda mutuamente , dijo Ryszard Bodziacki, el alcalde de Slubice, en otra época parte de Francfort del Oder, la ciudad oriental de Alemania, que no debe confundirse con Francfort del Meno, en Occidente.

Bodziacki está trabajando con sus contrapartes al otro lado del Oder para reintegrar a ambas ciudades, sea a través de trabajo conjunto de las fuerzas policiales y brigadas de bomberos, o mediante el envío de niños polacos a escuelas alemanas.

Esa cooperación es más fácil a partir de ayer. Los controles fronterizos terminaron debido a que Polonia oficialmente se unió a la zona sin fronteras dentro de la Unión Europea (UE) conocida como el área Schengen.

Inquietud

El movimiento desde el este de la frontera en común ha provocado inquietud en Alemania, donde la policía ha protestado por lo que, asegura, será un aumento en la delincuencia.

Pero los polacos dicen que consideran la entrada de su país como prueba de que han logrado una base al mismo nivel de sus socios del Oeste.

"Esta frontera está bien protegida , dijo Andrzej Adamczyk, el subdirector de la oficina de administración fronteriza de la guardia en la frontera polaca, que destacó que funcionarios de la UE habían aprobado el trabajo de la guardia.

En Alemania, la cobertura noticiosa sobre la apertura de la frontera ha sido en su mayor parte acerca de los alemanes que instalan cortinas de metal, alambre de púas e incluso compran armas. Pero en conversaciones con residentes locales a lo largo del camino, todo parece indicar que los que favorecen una fortificación son una minoría.

"Es razonable permitir que la gente viva y viaje libremente , dijo Christian Pfeiffer, de 30 años de edad, psicólogo que estaba en un mercado navideño en el poblado alemán de Goerlitz.

Incluso antes de estos tiempos, la frontera tan sólo era una molestia menor, cruzada con facilidad por alemanes y polacos en busca de nafta o cigarrillos más baratos, o para ir a trabajar. En la mayoría de los casos, los ciudadanos de la UE han pasado a través de los retenes con poco más que mostrar una credencial de identidad, sin necesidad de pasaporte.

"Yo creo que es algo positivo", dijo Monika Kraska, de 22 años, quien trabaja como estilista en Slubice. "Ya no habrá largas filas." Clientas alemanas visitan el diminuto salón de belleza donde ella trabaja ofreciendo cortes a bajo precio.

El notable ausente en la discusión es el temor a que los polacos crucen la frontera en grandes cantidades para quedarse con empleos alemanes. Eso no es mera coincidencia. Cuando Polonia se unió a la UE en 2004, Alemania dejó considerables obstáculos legales en su sitio para impedir que sus vecinos trabajaran allí.

Más bien, muchos trabajadores polacos, ambiciosos y con alta movilidad, se mudaron a partes más acogedoras de Europa occidental -en particular, a Gran Bretaña e Irlanda-, donde les han dado el reconocimiento por impulsar el crecimiento económico.

Por Nicholas Kulish
De The New York Times

Europa sin fronteras


La UE sepultó la Cortina de Hierro al incorporar ocho países del ex bloque soviético y a Malta a la zona de libre circulación


Los últimos vestigios de la Cortina de Hierro cayeron ayer con la incorporación de ocho países del antiguo bloque soviético y la isla de Malta a la zona de libre circulación de personas, establecida por los acuerdos de Schengen en la Unión Europea (UE), con lo cual ya hay 400 millones de europeos que pueden viajar sin controles fronterizos.

La esperada jornada, una verdadera vuelta de página para la historia del Viejo Continente, fue recibida con festejos, fuegos artificiales y conciertos al aire libre en todos los países de Europa central y oriental.

En Zittau, localidad de Alemania oriental, punto de encuentro con Polonia y la República Checa, la canciller alemana, Angela Merkel, en compañía de sus pares de Polonia y de la República Checa, Donald Tusk y Mirek Topolaneka, celebró la adhesión de sus vecinos al espacio de libre circulación.

"Estamos asistiendo a un momento histórico [...]. Desde Suecia hasta Italia; desde Portugal hasta las repúblicas bálticas se puede viajar sin control de pasaportes", declaró Merkel. "Es una alegría que los jóvenes vivan hoy como normal algo que fue un sueño para sus padres y sus abuelos", agregó, en referencia al convulsionado período que vivió Europa durante el siglo pasado.

"El último vestigio de la Cortina de Hierro se cae", dijo el ministro del Interior checo, Ivan Langer.

La UE había dado un importante paso para dejar atrás su sangriento pasado en 2004, con una ampliación del bloque que permitió el ingreso de Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, y la isla de Malta, los nueve países que desde la medianoche de ayer no tienen más barreras fronterizas con el resto de Europa.

Todos esos países debieron cumplir dos condiciones para adherir a la zona: superar una evaluación sobre la seguridad en sus fronteras y conectar sus fuerzas de seguridad a una base informática que contiene datos de personas buscadas, desaparecidas o con prohibición de estadía al igual que los objetos robados (vehículos, armas, documentos de identidad, billetes).

Viajes ininterrumpidos

Así, 62 años después de la Segunda Guerra Mundial y de la división de Europa en dos bloques y 18 años después de la caída del Muro de Berlín, el bloque regional del Viejo Continente logró eliminar los controles fronterizos en una zona que incluye a 24 países. Ahora es posible viajar en tren o por barco desde Estonia hasta Portugal, o desde Hungría hasta Francia sin presentar el pasaporte. Según está previsto, los aeropuertos se sumarán a esta medida a partir de marzo.

Ayer, Alemania puso fin a los controles a lo largo de los cerca de 1100 kilómetros de fronteras, 646 kilómetros compartidos con la República Checa y 456 kilómetros con Polonia, una de las zonas más disputadas y dolorosas de la historia europea.

Letonia, Estonia y Lituania fueron los primeros en abrir sus fronteras, por la diferencia horaria. Miles de personas se reunieron a ambos lados de la frontera en la ciudad de Valka, Letonia, y en Valga, Estonia, a la espera del histórico momento. "Hoy nos paramos en la frontera de Letonia y Estonia", destacó el gobernador de Valka, Unda Ozolina, ante la multitud. "Este es el momento en el que Valga y Valka comenzarán a vivir realmente como una sola ciudad", añadió.

Poco después, las autoridades de Hungría y Austria concretaron oficialmente la apertura fronteriza en el cruce de Hegyeshalom. El presidente húngaro, Laszlo Solyom, dijo que la apertura de la frontera indica que las dos naciones, que estuvieron estrechamente vinculadas durante el Imperio Austro-húngaro, pueden ahora "crecer juntas nuevamente".

En casi toda Europa central, los funcionarios levantaron las barreras antes de descorchar las botellas de champaña, para marcar el desmantelamiento de la Cortina de Hierro que dividió al continente durante la Guerra Fría.

Aunque los nuevos miembros se congratulan de la adhesión, numerosos funcionarios de fronteras del Oeste, especialmente en Austria y Alemania, temen un aumento de la criminalidad.

La prensa alemana se hizo eco, además, de un auge comercial de los sistemas de alarma y puertas blindadas, mientras que el presidente del sindicato de la policía, Josef Scheuring, advirtió que la desaparición de las fronteras, especialmente la germano-polaca y la germano-checa, es, de acuerdo con su experiencia, "una invitación formulada a los delincuentes".

Los detractores denunciaron puntos débiles en la cooperación entre las policías y los guardias de fronteras, como por ejemplo la falta de compatibilidad entre los sistemas de comunicaciones por radio de los policías alemanes, polacos y checos, mientras que otros ponían en duda la capacidad de los nuevos miembros de asegurar un control eficaz en las nuevas fronteras externas de Schengen, con Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Serbia y Croacia.

El ministro alemán del Interior, Wolfgang Schaüble, quien inauguró con su homólogo polaco Grzegorz Schetyna un nuevo centro conjunto de policía en Swiecko, en la frontera, afirmó, por su parte, que no habrá de ninguna forma "menos seguridad".

El acuerdo que permite la libre circulación de personas en la UE fue firmado en 1985 en la ciudad de Schengen, en Luxemburgo. Inicialmente incluyó a Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Holanda, y luego fue ampliado a Italia, España, Portugal, Grecia, Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia, al igual que a Noruega e Islandia -que no forman parte de la UE-, y, finalmente, a los nueve países que se incorporaron ayer.

Europa sin fronteras


La UE sepultó la Cortina de Hierro al incorporar ocho países del ex bloque soviético y a Malta a la zona de libre circulación


Los últimos vestigios de la Cortina de Hierro cayeron ayer con la incorporación de ocho países del antiguo bloque soviético y la isla de Malta a la zona de libre circulación de personas, establecida por los acuerdos de Schengen en la Unión Europea (UE), con lo cual ya hay 400 millones de europeos que pueden viajar sin controles fronterizos.

La esperada jornada, una verdadera vuelta de página para la historia del Viejo Continente, fue recibida con festejos, fuegos artificiales y conciertos al aire libre en todos los países de Europa central y oriental.

En Zittau, localidad de Alemania oriental, punto de encuentro con Polonia y la República Checa, la canciller alemana, Angela Merkel, en compañía de sus pares de Polonia y de la República Checa, Donald Tusk y Mirek Topolaneka, celebró la adhesión de sus vecinos al espacio de libre circulación.

"Estamos asistiendo a un momento histórico [...]. Desde Suecia hasta Italia; desde Portugal hasta las repúblicas bálticas se puede viajar sin control de pasaportes", declaró Merkel. "Es una alegría que los jóvenes vivan hoy como normal algo que fue un sueño para sus padres y sus abuelos", agregó, en referencia al convulsionado período que vivió Europa durante el siglo pasado.

"El último vestigio de la Cortina de Hierro se cae", dijo el ministro del Interior checo, Ivan Langer.

La UE había dado un importante paso para dejar atrás su sangriento pasado en 2004, con una ampliación del bloque que permitió el ingreso de Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, y la isla de Malta, los nueve países que desde la medianoche de ayer no tienen más barreras fronterizas con el resto de Europa.

Todos esos países debieron cumplir dos condiciones para adherir a la zona: superar una evaluación sobre la seguridad en sus fronteras y conectar sus fuerzas de seguridad a una base informática que contiene datos de personas buscadas, desaparecidas o con prohibición de estadía al igual que los objetos robados (vehículos, armas, documentos de identidad, billetes).

Viajes ininterrumpidos

Así, 62 años después de la Segunda Guerra Mundial y de la división de Europa en dos bloques y 18 años después de la caída del Muro de Berlín, el bloque regional del Viejo Continente logró eliminar los controles fronterizos en una zona que incluye a 24 países. Ahora es posible viajar en tren o por barco desde Estonia hasta Portugal, o desde Hungría hasta Francia sin presentar el pasaporte. Según está previsto, los aeropuertos se sumarán a esta medida a partir de marzo.

Ayer, Alemania puso fin a los controles a lo largo de los cerca de 1100 kilómetros de fronteras, 646 kilómetros compartidos con la República Checa y 456 kilómetros con Polonia, una de las zonas más disputadas y dolorosas de la historia europea.

Letonia, Estonia y Lituania fueron los primeros en abrir sus fronteras, por la diferencia horaria. Miles de personas se reunieron a ambos lados de la frontera en la ciudad de Valka, Letonia, y en Valga, Estonia, a la espera del histórico momento. "Hoy nos paramos en la frontera de Letonia y Estonia", destacó el gobernador de Valka, Unda Ozolina, ante la multitud. "Este es el momento en el que Valga y Valka comenzarán a vivir realmente como una sola ciudad", añadió.

Poco después, las autoridades de Hungría y Austria concretaron oficialmente la apertura fronteriza en el cruce de Hegyeshalom. El presidente húngaro, Laszlo Solyom, dijo que la apertura de la frontera indica que las dos naciones, que estuvieron estrechamente vinculadas durante el Imperio Austro-húngaro, pueden ahora "crecer juntas nuevamente".

En casi toda Europa central, los funcionarios levantaron las barreras antes de descorchar las botellas de champaña, para marcar el desmantelamiento de la Cortina de Hierro que dividió al continente durante la Guerra Fría.

Aunque los nuevos miembros se congratulan de la adhesión, numerosos funcionarios de fronteras del Oeste, especialmente en Austria y Alemania, temen un aumento de la criminalidad.

La prensa alemana se hizo eco, además, de un auge comercial de los sistemas de alarma y puertas blindadas, mientras que el presidente del sindicato de la policía, Josef Scheuring, advirtió que la desaparición de las fronteras, especialmente la germano-polaca y la germano-checa, es, de acuerdo con su experiencia, "una invitación formulada a los delincuentes".

Los detractores denunciaron puntos débiles en la cooperación entre las policías y los guardias de fronteras, como por ejemplo la falta de compatibilidad entre los sistemas de comunicaciones por radio de los policías alemanes, polacos y checos, mientras que otros ponían en duda la capacidad de los nuevos miembros de asegurar un control eficaz en las nuevas fronteras externas de Schengen, con Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Serbia y Croacia.

El ministro alemán del Interior, Wolfgang Schaüble, quien inauguró con su homólogo polaco Grzegorz Schetyna un nuevo centro conjunto de policía en Swiecko, en la frontera, afirmó, por su parte, que no habrá de ninguna forma "menos seguridad".

El acuerdo que permite la libre circulación de personas en la UE fue firmado en 1985 en la ciudad de Schengen, en Luxemburgo. Inicialmente incluyó a Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Holanda, y luego fue ampliado a Italia, España, Portugal, Grecia, Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia, al igual que a Noruega e Islandia -que no forman parte de la UE-, y, finalmente, a los nueve países que se incorporaron ayer.

viernes, octubre 19, 2007

Para Mandelson, la paz con Rusia se alcanzará a través del comercio


Así lo aseguró en una conferencia en Bruselas, donde también señaló que "Rusia no está capitalizando el hecho de que está muy cerca del gran mercado europeo”.

Parece que para el Comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, la mejor manera de alcanzar la paz con Rusia es mediante el comercio. Ayer, el funcionario del bloque comunitario dijo que mejores lazos económicos con Rusia ayudarían a aliviar las tensiones que se han acentuado en los últimos meses.

Mandelson aseguró que los nuevos acuerdos para abrir oportunidades de inversión podrían deshacer el daño hecho por las fricciones en materia de energía.

El mes pasado, la Comisión Europea (CE) dio a conocer un anteproyecto legislativo que prohibiría el monopolio en la producción de energía y en la distribución de recursos, un intento para reducir la influencia de Gazprom, que ha estado fagocitando a otras compañías en Europa y Asia Central. Se teme que Gazprom, que ha sido utilizado como una herramienta de política exterior en Ucrania, tenga el mismo efecto poderoso en Europa del Este.

"Tengo la sensación de que el acuerdo que permite la inversión rusa y europea, anclado en una mayor integración económica entre la Unión Europea (UE) y Rusia, llevaría a la mayoría de las discusiones fuera del comercio energético, sin negar el derecho legitimo de Rusia de obtener el mayor beneficio de su gas y su petróleo”, dijo Mandelson.

A pesar de la turbulenta relación en materia de energía, Rusia y la UE tienen hace tiempo lazos económicos saludables, sobre todo porque los bancos y minoristas europeos toman ventaja del crecimiento masivo del consumo en Rusia.

Pero según Mandelson, hay una oportunidad de crecimiento para ambas partes. “Si quitamos la energía de la mezcla, las exportaciones rusas a la UE son equivalentes a las de Marruecos o Argentina”, señaló el Comisario en una conferencia comercial en Bruselas.

"Rusia no está capitalizando el hecho de que está muy cerca del gran mercado europeo”, remarcó el represente comercial. “La economía rusa no está diversificada sobre todo porque carece de estímulos para un mayor comercio”, subrayó.

Las declaraciones de Mandelson se dan en medio de una lluvia de críticas a la política comercial china. De acuerdo a la BBC, el funcionario europeo envió una carta al Presidente de la CE, Jose Manuel Barroso, en la que advertía que la relación entre Europa y China es profundamente desigual debido a las barreras tarifarias que excluyen del mercado chino a muchos productos europeos.

También indica que las barreras comerciales en China y otros mercados emergentes están costando a la UE 28.400 millones de dólares anuales.

jueves, septiembre 06, 2007

Google: la UE interrogará a usuarios del buscador web


El organismo enviará una serie de cuestionarios antes de que el sitio web solicite el permiso para concretar la adquisición de la firma de publicidad online. La decisión llega luego de que Microsoft y otras empresas acusaran al buscador de pretender un monopolio.


Frente a la posible compra de la firma de publicidad online DoubleClick por parte de Google, la Unión Europea (UE) decidió interrogar a los clientes del buscador. Para eso, el organismo tomó la inusual medida de enviar una serie de cuestionarios antes de que el sitio web solicite el permiso para concretar la adquisición.

Se espera que Google presente su pedido de autorización ante el principal regulador antimonopolio de la UE a mediados de septiembre. Una vez que esto ocurra, al igual que sucedió con la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, la UE evaluará el acuerdo para determinar si es anticompetitivo. De concretarse la compra, se llevaría a cabo por 3.100 millones de dólares.

Las evaluaciones por parte de Estados Unidos y Europa llegan luego de que los rivales de Google solicitaran que se preste especial atención a la adquisición, ya que generó preocupaciones sobre la posibilidad de que el gigante de Internet pueda obtener demasiado control sobre el mercado de publicidad online.