viernes, abril 19, 2002

הפתיחה של השוטר אזולאי- The Policeman Opening

הפתיחה של השוטר אזולאי- The Policeman Opening

שייקה אופיר ודן בן אמוץ - אבו זאכי

שייקה אופיר ודן בן אמוץ - אבו זאכי

גבעת חלפון אינה עונה - המצרים מתקרבים למוצב

גבעת חלפון אינה עונה - המצרים מתקרבים למוצב

הגשש החיוור-מבחן ללהקת הנח"ל

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הגשש החיוור - המשמר האזרחי

הגשש החיוור - המשמר האזרחי

הגשש החיוור - לא ינום ולא ישן שוטר ישראל

הגשש החיוור

הגשש החיוור

jueves, abril 18, 2002

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?.
¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro!
Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste.
Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?.
¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro!
Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste.
Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

martes, febrero 26, 2002

El elegido es Lavagna, Calvo es el candidato


El Presidente se decidió por Roberto Lavagna para suceder a Remes en Economía. Pero un fuerte movimiento interno y externo al Gobierno, con apoyo en el establishment, busca reposicionar a Guillermo Calvo, que había rechazado el cargo.

Por Raúl Dellatorre

El presidente de la Nación informó ayer a sus más estrechos colaboradores, a media tarde, que el actual embajador ante la Unión Europea, Roberto Lavagna, será el nuevo ministro de Economía. Según pudo confirmar Página/12, pocas horas antes el economista jefe del BID, Guillermo Calvo, había rechazado un ofrecimiento para ocupar el mismo puesto, aunque a última hora anoche había quienes, desde adentro y afuera del Gobierno, todavía lo sostenían. El juego de candidaturas sumó también ayer a Miguel Kiguel, ex jefe de asesores de Roque Fernández, cuyo nombre fue propuesto desde el BID como alternativa a Calvo. Desde el Banco Central y de otros ámbitos del Gobierno con línea abierta con Washington, se resistían anoche a dar por cerrada la disputa. “Calvo sigue siendo candidato”, aseguraban aun después de conocerse el anuncio de Eduardo Duhalde. “Lavagna está ganado por varios cuerpos, pero estamos a mitad de carrera”, señaló desafiante otro encumbrado representante del bloque ortodoxo.
Lavagna debió postergar en 24 horas su arribo al país. Llegará hoy por la mañana, procedente de Bruselas, y se espera que inmediatamente se encuentre con Duhalde. El Presidente le transmitirá la postura de los gobernadores, convertidos ahora en el principal sostén del Gobierno, y Lavagna le expondría su propuesta económica. En una entrevista periodística, el candidato elegido tuvo ayer comentarios elogiosos hacia los 14 puntos consensuados por los mandatarios provinciales en la Quinta de Olivos el miércoles último, aunque sin el tono eufórico que exhibió la ortodoxia. Simplemente destacó que la rúbrica de los mismos marcaba “un progreso” en cuanto a la posibilidad de encontrar un “marco político” de acuerdo frente a la crisis.
Conocido ya el rechazo del ofrecimiento de parte de Calvo, Duhalde sostuvo a primera hora de la tarde que apreciaba mucho “la capacidad técnica de Roberto Lavagna”, mientras que señaló que “Calvo es un hombre que puede prestar asesoramiento en otra área pero no para ese cargo”. Finalmente, proclamó que “el país debe tener, el lunes, nuevo ministro y nuevo plan”. Apenas 24 horas antes, en presencia de 17 gobernadores y ante la cadena oficial, Duhalde había asegurado que “no hay plan alternativo”.
Según quienes tuvieron acceso a Lavagna en las últimas horas, el nominado para suceder a Remes Lenicov no es partidario de anclar el tipo de cambio, tal como se habría sugerido en los encuentros de Olivos de martes y miércoles para evitar una espiral inflacionaria. “El documento no lo dice”, corrigió Lavagna al periodista que lo entrevistaba, cuando éste le mencionó el anclaje del dólar como parte de aquel acuerdo.
El nombre de Lavagna ya había aparecido entre los candidatos a principios de semana, pero fue impugnado por quienes consideraban que podría ser visto como “una expresión del acuerdo entre radicales y peronistas, y estamos en otra etapa”. La posterior ronda de candidatos que, uno a uno, fueron frustrando con su negativa las expectativas de quienes los postulaban, devolvió al ex funcionario del gobierno de Raúl Alfonsín a los primeros planos.
Los dirigentes y economistas más ortodoxos, aquellos que están cerca de posiciones de decisión y suelen conseguir oídos atentos entre los gobernadores, señalan a Lavagna como “un distribucionista, identificado con un proyecto que enfatiza la reactivación por vía de una política expansiva”, con la intención de descalificarlo. “Es una política que va al fracaso, y aunque muchos lo dan como número puesto, alguien le va a avisar a Duhalde que, si lo elige, con esto no sobrevive”, señaló un activo representante de este sector. ¿Quién podría ser el encargado de dar esa voz de alerta al Presidente?, inquirió este diario. “Blejer (Mario, presidente del Banco Central), Amadeo (Eduardo, vocero presidencial) o Pampuro (José, secretario privado de Duhalde)”, sugirió la fuente.
Estos mismos sectores son los que ayer intentaban, por todos los medios, hacer cambiar de opinión a Guillermo Calvo. Y aun sin contar con una respuesta favorable del hoy profesor en la Universidad de Maryland, lo seguían sosteniendo anoche como candidato. Ayer temprano, junto al rechazo de Calvo desde Washington de su postulación como ministro, llegó la sugerencia de Miguel Kiguel como candidato alternativo. Su nombre habría sido propuesto por el presidente del BID, Enrique Iglesias, y avalado por Calvo. El propio Kiguel se encargó de desalentar a quienes en Buenos Aires lo impulsaban, pero fue uno de los que fogoneó para que se insistiera sobre el economista de Maryland.
En el propio seno del Gobierno, varios operadores del entorno más íntimo de Duhalde insistían anoche en que Calvo era una mejor apuesta, y estaban dispuestos a seguir dando batalla hasta hoy. “Si vamos a jugar con el Fondo (Monetario Internacional), mejor ir con alguien con llegada a Washington”, proponían. Desde sectores ortodoxos puertas afuera del Gobierno, los argumentos eran más drásticos. “Poner a Lavagna es un retroceso con respecto a Remes en la relación con los organismos internacionales; le va a costar generar credibilidad”, aseguraban.
Es la impresión de quienes mejor conocen y más cerca están de los intereses financieros y económicos de Estados Unidos. Y si bien sus opiniones están teñidas del interés por posicionar a Guillermo Calvo, no es menos cierto que expresa la resistencia que despierta Lavagna en esos mismos sectores. En el terreno local, el embajador en Bruselas tampoco las tiene a todas consigo. Los gobernadores más influyentes de la hora parecieran estar más cerca de Calvo que de Lavagna. Quienes propusieron a González Fraga (Reutemann) y a Humberto Petrei (De la Sota) están claramente privilegiando la imagen ante el FMI sobre toda otra consideración. Juan Carlos Romero, de Salta, opera con línea abierta a Estados Unidos. Claramente, si empujaron para la salida de Jorge Remes Lenicov no fue para poner, en su lugar, a un ministro impugnado por una parte importante del establishment.
Duhalde volvió a quedar a mitad de camino: desplazó a su economista de mayor confianza tras el traspié en el Fondo, pero no se decide a seguir el camino de enfrentamiento (Daniel Carbonetto) o de alineamiento incondicional (Calvo). El ya optó por Lavagna. Lo que se discutía anoche es a quién le corresponde la decisión final.