miércoles, octubre 31, 2007
China Francia y EE.UU tras el petróleo africano
El descubrimiento de petróleo en el Golfo de Guinea entre Santo Tomé y Príncipe y Guinea Ecuatorial ha acrecentado el interés estadounidense, de Francia y de China en esta región de África. La producción podría pasar de los 3 millones de barriles diarios actuales a más de 6 millones en 2010, mientras que las reservas se estiman en 24.000 millones de barriles
martes, octubre 30, 2007
Brasil dispuesto a negociar acuerdo comercial con EEUU
El canciller brasileño afirmó que su país está dispuesto a negociar un acuerdo comercial con EEUU siempre que no afecte las normas establecidas por el Mercosur.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, afirmó al diario ‘Valor Económico’ de hoy que “Brasil tiene interés en cualquier acuerdo que abra líneas de comercio”, según cita la agencia Ansa.
Las afirmaciones de Amorim van en línea con las declaraciones del embajador estadounidense en Brasilia, Clifford Sobel, quien propuso incrementar las relaciones comerciales entre los dos países.
El diplomático estadounidense también admitió reanudar negociaciones entre su país y el Mercosur para la creación de un área de libre comercio, conversaciones que están virtualmente congeladas tras la cumbre de las Américas en Mar del Plata, en noviembre de 2005, cuando Argentina y Venezuela, secundados por Brasil plantearon sus críticas al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El ministro Amorim se refirió al tema y dijo haber escuchado "rumores" de que Washington está interesado en acelerar las conversaciones antes de que Venezuela ingrese al Mercosur como quinto país miembro. Para que eso suceda el país caribeño necesita la aprobación por los congresos de Brasil y Paraguay, donde el tema aun está pendiente.
Por otra parte, Amorim dijo a ‘Valor Económico’ que Brasil está dispuesto a flexibilizar su posición en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Empleando una figura futbolística el diplomático dijo que "todavía hay juego" por delante y que "Brasil está preparado para hacer una contrapartida aceptable y razonable en el área industrial" donde EEUU y la Unión Europea exigen reducción de tarifas para sus exportaciones.
Amorim explicó que los países ricos deben ceder para que el acuerdo contemple la situación de otros países del Mercosur cuyas industrias son menos competitivas que la brasileña.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, afirmó al diario ‘Valor Económico’ de hoy que “Brasil tiene interés en cualquier acuerdo que abra líneas de comercio”, según cita la agencia Ansa.
Las afirmaciones de Amorim van en línea con las declaraciones del embajador estadounidense en Brasilia, Clifford Sobel, quien propuso incrementar las relaciones comerciales entre los dos países.
El diplomático estadounidense también admitió reanudar negociaciones entre su país y el Mercosur para la creación de un área de libre comercio, conversaciones que están virtualmente congeladas tras la cumbre de las Américas en Mar del Plata, en noviembre de 2005, cuando Argentina y Venezuela, secundados por Brasil plantearon sus críticas al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El ministro Amorim se refirió al tema y dijo haber escuchado "rumores" de que Washington está interesado en acelerar las conversaciones antes de que Venezuela ingrese al Mercosur como quinto país miembro. Para que eso suceda el país caribeño necesita la aprobación por los congresos de Brasil y Paraguay, donde el tema aun está pendiente.
Por otra parte, Amorim dijo a ‘Valor Económico’ que Brasil está dispuesto a flexibilizar su posición en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Empleando una figura futbolística el diplomático dijo que "todavía hay juego" por delante y que "Brasil está preparado para hacer una contrapartida aceptable y razonable en el área industrial" donde EEUU y la Unión Europea exigen reducción de tarifas para sus exportaciones.
Amorim explicó que los países ricos deben ceder para que el acuerdo contemple la situación de otros países del Mercosur cuyas industrias son menos competitivas que la brasileña.
La izquierda que no vota
Por ANDRÉS ORTEGA
En diversos países europeos, hay una izquierda sociológica abstencionista, hipotensa más que pasota. Es la que hizo que Blair resultara, en 2005, el líder elegido con menos porcentaje de votos (35,3%) de la posguerra. O la que en Polonia se ha movilizado sólo en parte (la participación fue de un 55% y se considera un éxito) por el voto útil en favor de la Plataforma Cívica y de Donald Tusk, que es centro-derecha, y en contra de los gemelos Kaczynski. Se ha dejado notar en diversas ocasiones en España, ya sea en el referéndum del Estatuto catalán, en las generales de 2000 o en las últimas autonómicas y municipales. De movilizar a esa izquierda depende Zapatero para ganar en marzo. El caso español es particular por la derecha que tiene y los temas que suscita: las banderas, la idea de España, el papel de la Iglesia católica. El PSOE cuenta con que el PP, con sus excesos, le movilice a su electorado. Si el PP supiera adoptar una línea centrista y sin aristas, la situación sería otra. Italia es una gran excepción. Incluso pagando un euro, más de tres millones de italianos acudieron a las urnas para elegir al líder del nuevo Partido Demócrata, Walter Veltroni. ¿Tendrían más éxito movilizador unas elecciones de pago?
La (o las) izquierda está en crisis conceptual. Un ejemplo es Bernard-Henry Lévy -de los pocos que no se han pasado al sarkozismo (que quiere deshacerse de Mayo del 68 "de una vez por todas")-, que considera como "cuestión central" (aunque no única) que la izquierda se diferencie por su ateísmo, y apueste por la inexistencia de Dios, como si no hubiera habido y haya grandes ateos de derechas, y cristianos de izquierdas. El propio Veltroni para su proyecto necesitará a la izquierda democristiana. En países como Polonia (pero también en Italia, y por lo que vemos en España), la Iglesia (católica) tiene un poder exagerado y hace política de apoyo a la derecha desde los púlpitos, mientras una parte de la izquierda se queda en casa. Quizás sobre hoy religión -y no es lo mismo la actitud ante la religión que ante la Iglesia, en lo que sí se diferencia la derecha en algunos países-, pero le falte a la izquierda espiritualidad (atea o lo que sea) y sentimiento. Es necesario algo más, o algo menos, que el ateísmo para movilizar a los descreídos políticamente.
La izquierda se está quedando sin nuevos intelectuales, sin referentes, y algunos de los pocos que quedan se han situado en un pensamiento meloso. Anthony Giddens, apóstol de la Tercera Vía y del Nuevo Laborismo (Brown nunca despreció como Blair el viejo laborismo), escribía en este periódico que la política debe ahora centrarse en el estilo de vida, como la lucha contra la obesidad o contra el consumo de alcohol por conductores o adolescentes. La izquierda está perdiendo el rumbo, sobre todo porque no tiene respuestas claras ante la globalización y las desigualdades que ésta genera, o al menos respuestas nacionales, que son difíciles o imposibles, al tiempo que tampoco se adentra en un nuevo internacionalismo. Quizás porque su programa tradicional ha tenido éxito, se ha quedado sin proyecto alternativo, sin propuestas ilusionantes, o que no responden a los miedos identitarios de mucha gente ante la globalización y la inmigración, y sin sentimientos que la muevan. Eso se ha notado mucho en Francia, donde la izquierda socialdemócrata ha quedado rota, también con la ayuda de la atracción por Sarkozy de algunos de sus principales referentes como Kouchner y Attali, o la neutralización de Strauss-Kahn.
La antigua base social de la izquierda -trabajadores manuales organizados en sindicatos que residen en barrios homogéneos y que trabajan en cosas parecidas- se ha ido disolviendo. Como señala un sociólogo español, quedaba el radicalismo de clase media, pero estas clases medias radicalizadas (funcionarios, empleados de banca, etcétera) ya no son modelo para las nuevas clases medias internacionalizadas. La izquierda no ha sabido crear modelos de partidos movilizadores. Se ha quedado sin modelo alternativo y con partidos que más parecen agencias de empleo que instrumentos de movilización. No hay que desesperar. Frente al crecimiento de la derecha cristiana, los demócratas en EE UU se quedaron atrás, y, sin embargo, parece -de momento sólo parece- que vuelven y con algunos apoyos religiosos. Pero lo peor que le puede pasar a la izquierda, socialdemócrata u otra, es la desmovilización de su base sociológica. Que crezca la izquierda que no vota.
En diversos países europeos, hay una izquierda sociológica abstencionista, hipotensa más que pasota. Es la que hizo que Blair resultara, en 2005, el líder elegido con menos porcentaje de votos (35,3%) de la posguerra. O la que en Polonia se ha movilizado sólo en parte (la participación fue de un 55% y se considera un éxito) por el voto útil en favor de la Plataforma Cívica y de Donald Tusk, que es centro-derecha, y en contra de los gemelos Kaczynski. Se ha dejado notar en diversas ocasiones en España, ya sea en el referéndum del Estatuto catalán, en las generales de 2000 o en las últimas autonómicas y municipales. De movilizar a esa izquierda depende Zapatero para ganar en marzo. El caso español es particular por la derecha que tiene y los temas que suscita: las banderas, la idea de España, el papel de la Iglesia católica. El PSOE cuenta con que el PP, con sus excesos, le movilice a su electorado. Si el PP supiera adoptar una línea centrista y sin aristas, la situación sería otra. Italia es una gran excepción. Incluso pagando un euro, más de tres millones de italianos acudieron a las urnas para elegir al líder del nuevo Partido Demócrata, Walter Veltroni. ¿Tendrían más éxito movilizador unas elecciones de pago?
La (o las) izquierda está en crisis conceptual. Un ejemplo es Bernard-Henry Lévy -de los pocos que no se han pasado al sarkozismo (que quiere deshacerse de Mayo del 68 "de una vez por todas")-, que considera como "cuestión central" (aunque no única) que la izquierda se diferencie por su ateísmo, y apueste por la inexistencia de Dios, como si no hubiera habido y haya grandes ateos de derechas, y cristianos de izquierdas. El propio Veltroni para su proyecto necesitará a la izquierda democristiana. En países como Polonia (pero también en Italia, y por lo que vemos en España), la Iglesia (católica) tiene un poder exagerado y hace política de apoyo a la derecha desde los púlpitos, mientras una parte de la izquierda se queda en casa. Quizás sobre hoy religión -y no es lo mismo la actitud ante la religión que ante la Iglesia, en lo que sí se diferencia la derecha en algunos países-, pero le falte a la izquierda espiritualidad (atea o lo que sea) y sentimiento. Es necesario algo más, o algo menos, que el ateísmo para movilizar a los descreídos políticamente.
La izquierda se está quedando sin nuevos intelectuales, sin referentes, y algunos de los pocos que quedan se han situado en un pensamiento meloso. Anthony Giddens, apóstol de la Tercera Vía y del Nuevo Laborismo (Brown nunca despreció como Blair el viejo laborismo), escribía en este periódico que la política debe ahora centrarse en el estilo de vida, como la lucha contra la obesidad o contra el consumo de alcohol por conductores o adolescentes. La izquierda está perdiendo el rumbo, sobre todo porque no tiene respuestas claras ante la globalización y las desigualdades que ésta genera, o al menos respuestas nacionales, que son difíciles o imposibles, al tiempo que tampoco se adentra en un nuevo internacionalismo. Quizás porque su programa tradicional ha tenido éxito, se ha quedado sin proyecto alternativo, sin propuestas ilusionantes, o que no responden a los miedos identitarios de mucha gente ante la globalización y la inmigración, y sin sentimientos que la muevan. Eso se ha notado mucho en Francia, donde la izquierda socialdemócrata ha quedado rota, también con la ayuda de la atracción por Sarkozy de algunos de sus principales referentes como Kouchner y Attali, o la neutralización de Strauss-Kahn.
La antigua base social de la izquierda -trabajadores manuales organizados en sindicatos que residen en barrios homogéneos y que trabajan en cosas parecidas- se ha ido disolviendo. Como señala un sociólogo español, quedaba el radicalismo de clase media, pero estas clases medias radicalizadas (funcionarios, empleados de banca, etcétera) ya no son modelo para las nuevas clases medias internacionalizadas. La izquierda no ha sabido crear modelos de partidos movilizadores. Se ha quedado sin modelo alternativo y con partidos que más parecen agencias de empleo que instrumentos de movilización. No hay que desesperar. Frente al crecimiento de la derecha cristiana, los demócratas en EE UU se quedaron atrás, y, sin embargo, parece -de momento sólo parece- que vuelven y con algunos apoyos religiosos. Pero lo peor que le puede pasar a la izquierda, socialdemócrata u otra, es la desmovilización de su base sociológica. Que crezca la izquierda que no vota.
lunes, octubre 29, 2007
"Yo hablo con todos y no me peleo con nadie"
Daniel Scioli repite: "Yo hablo con todos y no me peleo con nadie". La frase se convirtió en su estilo de vida y hasta ahora le dio buenos resultados en la política: desde 1997 fue dos veces diputado; luego fue vicepresidente; hoy ganó la gobernación bonaerense y es muy probable, aunque no lo diga en público, que intente ser candidato a presidente en 2011, siempre que la suerte lo acompañe.
Y a Scioli la suerte parece acompañarlo en su zigzagueo político. Sobrevivió al menemismo, al duhaldismo y cuando todos pensaban que los Kirchner lo abandonaban se le aferró para sostener la candidatura de Cristina Fernández desde Buenos Aires.
El electo gobernador bonaerense, que nació en 1957 en un hogar de clase media porteño, tuvo la misma suerte en el deporte hasta que sufrió un accidente. Desde 1986 practicó motonáutica y ganó 8 campeonatos mundiales. Pero en 1989, cuando corría en el río Paraná, tuvo un accidente y perdió su brazo derecho. Desde allí, su vida cambió. Comenzó a trabajar como asesor de negocios de la compañía suiza Electrolux. Su empresa familiar de electrodomésticos Scioli Internacional había quebrado.
Le costó adaptarse a la liturgia peronista. Al principio no conocía ni la letra de la marcha. Pero se aggiornó rápido e incorporó un discurso que roza lo superficial y evita la confrontación, como anoche, que habló llanamente y con tono optimista. Adoptó también el pragmatismo del PJ con una visión empresarial que lo ayudó a presentarse como eficiente y a hacer de los cargos una plataforma de marketing político.
En Diputados entabló una gran amistad con Hilda "Chiche" Duhalde y se posicionó en la Comisión de Deportes. En 2001, cuando el menemismo estaba en decadencia se aferró a Duhalde y logró su reelección como diputado. Luego estallaría la crisis y se posicionaría en la Secretaría de Deportes en la Casa Rosada con el caudillo bonaerense.
En agosto de 2003, el Presidente lo despojó a Scioli del manejo de la Secretaría de Deportes, sus ex asesores fueron investigados por la Oficina Anticorrupción y fue denunciado en el recinto del Senado por la primera dama por liderar una supuesta operación de prensa para desprestigiarla. Aquel hecho nunca se comprobó, pero el vicepresidente se llamó a silencio, evitó confrontar con los Kirchner y se dedicó de lleno a la tarea que más le gusta jugar: la de hacer relaciones públicas.
Usó su traje de vicepresidente para ocupar el espacio que Kirchner rechazaba. Invitaciones a las embajadas, viajes protocolares y almuerzos con empresarios. Scioli entabló así un diálogo fluido con la embajada de los Estados Unidos y con diplomáticos europeos con los que el Presidente nunca dialogó. A la vez, convirtió al Senado en un centro de atracción al entregar premios a figuras como Sandro o Maradona.
Scioli jamás formó parte de la mesa chica de decisiones del Gobierno y muchas veces se enteró por los diarios de medidas que tomó Kirchner.
Hoy tiene en su haber el poder que dan los votos. Habrá que ver si desde La Plata logra mantener su lema de hablar con todos y no pelearse con nadie.
Y a Scioli la suerte parece acompañarlo en su zigzagueo político. Sobrevivió al menemismo, al duhaldismo y cuando todos pensaban que los Kirchner lo abandonaban se le aferró para sostener la candidatura de Cristina Fernández desde Buenos Aires.
El electo gobernador bonaerense, que nació en 1957 en un hogar de clase media porteño, tuvo la misma suerte en el deporte hasta que sufrió un accidente. Desde 1986 practicó motonáutica y ganó 8 campeonatos mundiales. Pero en 1989, cuando corría en el río Paraná, tuvo un accidente y perdió su brazo derecho. Desde allí, su vida cambió. Comenzó a trabajar como asesor de negocios de la compañía suiza Electrolux. Su empresa familiar de electrodomésticos Scioli Internacional había quebrado.
Le costó adaptarse a la liturgia peronista. Al principio no conocía ni la letra de la marcha. Pero se aggiornó rápido e incorporó un discurso que roza lo superficial y evita la confrontación, como anoche, que habló llanamente y con tono optimista. Adoptó también el pragmatismo del PJ con una visión empresarial que lo ayudó a presentarse como eficiente y a hacer de los cargos una plataforma de marketing político.
En Diputados entabló una gran amistad con Hilda "Chiche" Duhalde y se posicionó en la Comisión de Deportes. En 2001, cuando el menemismo estaba en decadencia se aferró a Duhalde y logró su reelección como diputado. Luego estallaría la crisis y se posicionaría en la Secretaría de Deportes en la Casa Rosada con el caudillo bonaerense.
En agosto de 2003, el Presidente lo despojó a Scioli del manejo de la Secretaría de Deportes, sus ex asesores fueron investigados por la Oficina Anticorrupción y fue denunciado en el recinto del Senado por la primera dama por liderar una supuesta operación de prensa para desprestigiarla. Aquel hecho nunca se comprobó, pero el vicepresidente se llamó a silencio, evitó confrontar con los Kirchner y se dedicó de lleno a la tarea que más le gusta jugar: la de hacer relaciones públicas.
Usó su traje de vicepresidente para ocupar el espacio que Kirchner rechazaba. Invitaciones a las embajadas, viajes protocolares y almuerzos con empresarios. Scioli entabló así un diálogo fluido con la embajada de los Estados Unidos y con diplomáticos europeos con los que el Presidente nunca dialogó. A la vez, convirtió al Senado en un centro de atracción al entregar premios a figuras como Sandro o Maradona.
Scioli jamás formó parte de la mesa chica de decisiones del Gobierno y muchas veces se enteró por los diarios de medidas que tomó Kirchner.
Hoy tiene en su haber el poder que dan los votos. Habrá que ver si desde La Plata logra mantener su lema de hablar con todos y no pelearse con nadie.
"Yo hablo con todos y no me peleo con nadie"
Daniel Scioli repite: "Yo hablo con todos y no me peleo con nadie". La frase se convirtió en su estilo de vida y hasta ahora le dio buenos resultados en la política: desde 1997 fue dos veces diputado; luego fue vicepresidente; hoy ganó la gobernación bonaerense y es muy probable, aunque no lo diga en público, que intente ser candidato a presidente en 2011, siempre que la suerte lo acompañe.
Y a Scioli la suerte parece acompañarlo en su zigzagueo político. Sobrevivió al menemismo, al duhaldismo y cuando todos pensaban que los Kirchner lo abandonaban se le aferró para sostener la candidatura de Cristina Fernández desde Buenos Aires.
El electo gobernador bonaerense, que nació en 1957 en un hogar de clase media porteño, tuvo la misma suerte en el deporte hasta que sufrió un accidente. Desde 1986 practicó motonáutica y ganó 8 campeonatos mundiales. Pero en 1989, cuando corría en el río Paraná, tuvo un accidente y perdió su brazo derecho. Desde allí, su vida cambió. Comenzó a trabajar como asesor de negocios de la compañía suiza Electrolux. Su empresa familiar de electrodomésticos Scioli Internacional había quebrado.
Le costó adaptarse a la liturgia peronista. Al principio no conocía ni la letra de la marcha. Pero se aggiornó rápido e incorporó un discurso que roza lo superficial y evita la confrontación, como anoche, que habló llanamente y con tono optimista. Adoptó también el pragmatismo del PJ con una visión empresarial que lo ayudó a presentarse como eficiente y a hacer de los cargos una plataforma de marketing político.
En Diputados entabló una gran amistad con Hilda "Chiche" Duhalde y se posicionó en la Comisión de Deportes. En 2001, cuando el menemismo estaba en decadencia se aferró a Duhalde y logró su reelección como diputado. Luego estallaría la crisis y se posicionaría en la Secretaría de Deportes en la Casa Rosada con el caudillo bonaerense.
En agosto de 2003, el Presidente lo despojó a Scioli del manejo de la Secretaría de Deportes, sus ex asesores fueron investigados por la Oficina Anticorrupción y fue denunciado en el recinto del Senado por la primera dama por liderar una supuesta operación de prensa para desprestigiarla. Aquel hecho nunca se comprobó, pero el vicepresidente se llamó a silencio, evitó confrontar con los Kirchner y se dedicó de lleno a la tarea que más le gusta jugar: la de hacer relaciones públicas.
Usó su traje de vicepresidente para ocupar el espacio que Kirchner rechazaba. Invitaciones a las embajadas, viajes protocolares y almuerzos con empresarios. Scioli entabló así un diálogo fluido con la embajada de los Estados Unidos y con diplomáticos europeos con los que el Presidente nunca dialogó. A la vez, convirtió al Senado en un centro de atracción al entregar premios a figuras como Sandro o Maradona.
Scioli jamás formó parte de la mesa chica de decisiones del Gobierno y muchas veces se enteró por los diarios de medidas que tomó Kirchner.
Hoy tiene en su haber el poder que dan los votos. Habrá que ver si desde La Plata logra mantener su lema de hablar con todos y no pelearse con nadie.
Y a Scioli la suerte parece acompañarlo en su zigzagueo político. Sobrevivió al menemismo, al duhaldismo y cuando todos pensaban que los Kirchner lo abandonaban se le aferró para sostener la candidatura de Cristina Fernández desde Buenos Aires.
El electo gobernador bonaerense, que nació en 1957 en un hogar de clase media porteño, tuvo la misma suerte en el deporte hasta que sufrió un accidente. Desde 1986 practicó motonáutica y ganó 8 campeonatos mundiales. Pero en 1989, cuando corría en el río Paraná, tuvo un accidente y perdió su brazo derecho. Desde allí, su vida cambió. Comenzó a trabajar como asesor de negocios de la compañía suiza Electrolux. Su empresa familiar de electrodomésticos Scioli Internacional había quebrado.
Le costó adaptarse a la liturgia peronista. Al principio no conocía ni la letra de la marcha. Pero se aggiornó rápido e incorporó un discurso que roza lo superficial y evita la confrontación, como anoche, que habló llanamente y con tono optimista. Adoptó también el pragmatismo del PJ con una visión empresarial que lo ayudó a presentarse como eficiente y a hacer de los cargos una plataforma de marketing político.
En Diputados entabló una gran amistad con Hilda "Chiche" Duhalde y se posicionó en la Comisión de Deportes. En 2001, cuando el menemismo estaba en decadencia se aferró a Duhalde y logró su reelección como diputado. Luego estallaría la crisis y se posicionaría en la Secretaría de Deportes en la Casa Rosada con el caudillo bonaerense.
En agosto de 2003, el Presidente lo despojó a Scioli del manejo de la Secretaría de Deportes, sus ex asesores fueron investigados por la Oficina Anticorrupción y fue denunciado en el recinto del Senado por la primera dama por liderar una supuesta operación de prensa para desprestigiarla. Aquel hecho nunca se comprobó, pero el vicepresidente se llamó a silencio, evitó confrontar con los Kirchner y se dedicó de lleno a la tarea que más le gusta jugar: la de hacer relaciones públicas.
Usó su traje de vicepresidente para ocupar el espacio que Kirchner rechazaba. Invitaciones a las embajadas, viajes protocolares y almuerzos con empresarios. Scioli entabló así un diálogo fluido con la embajada de los Estados Unidos y con diplomáticos europeos con los que el Presidente nunca dialogó. A la vez, convirtió al Senado en un centro de atracción al entregar premios a figuras como Sandro o Maradona.
Scioli jamás formó parte de la mesa chica de decisiones del Gobierno y muchas veces se enteró por los diarios de medidas que tomó Kirchner.
Hoy tiene en su haber el poder que dan los votos. Habrá que ver si desde La Plata logra mantener su lema de hablar con todos y no pelearse con nadie.
Surfear la ola de los biocombustibles
Por Héctor Huergo
Una semana histórica. Mientras el petróleo alcanzaba los 90 dólares el barril, rompiendo todos los récords, el aceite de soja llegaba a su nivel más alto en 23 años. El aceite es el insumo base para la producción de biodiésel, el sustituto "verde" del gasoil. La relación entre ambas cotizaciones quedó subrayada por un grueso trazo de evidencias. Ya hace tiempo que el aceite vegetal se arbitra según el precio de la energía. En realidad, todos los granos se menean al compás del patrón oro negro.
En Estados Unidos, el etanol empujó una mayor siembra de maíz en detrimento de la soja. Ahora, en plena cosecha de la oleaginosa, los precios no paran de subir, empujados por la escasez de semilla y la demanda de aceite para biodiésel en sustitución del gasoil. También ayuda la firmeza para la harina de soja, sometida a la voracidad de los nuevos consumidores, los orientales que han caído en la tentación de la carne.
Mientras esto sucedía, se inauguraba en San Lorenzo la primera planta de biodiésel de gran escala levantada en el país, y se celebraba en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional de Biodiésel.
Al cabo de estos eventos, todos los presentes se llevaron en la mochila la convicción de que la Argentina entró a fondo en la era de los biocombustibles.
Impresionante. Qué pensarán ahora los que hace cuatro o cinco años empezaron a machacar con eso del riesgo de la "sojización". Encumbrados funcionarios le hicieron decir al INTA que producir 30 millones de toneladas de soja no era sustentable. Un disparate que le hizo gran daño al sector, porque quedó instalado que la soja "arruina los suelos", además de otras calamidades como aquello de la pérdida de "soberanía alimentaria" (¿?), "dependencia tecnológica", y toda clase de sandeces. Entre ellas, la cuestión del "riesgo comercial": ¿qué pasa si el precio baja?.
Por suerte, los chacrers no se distrajeron y siguieron surfeando la ola. Entonces, siguieron logrando récords de cosecha, hasta llegar a las 47 millones de toneladas este año. Una cifra que los sorprendió, además, con precios un 50% por encima de los esperados.
Que el principal producto de la economía argentina, el complejo soja, crezca un 20% en volumen y un 50% en valor de una campaña a la siguiente es un hecho de enorme trascendencia.
Y así como los mercados de futuros del trigo indican que los valores actuales no se van a sostener, en el caso de la soja y también del maíz, las cotizaciones se mantienen hasta el 2010.
Esto no significa que las cosas van a quedar así. Simplemente, es lo que hoy piensan los operadores.
Señores, no importa si los biocombustibles van a resolver por sí solos la cuestión del calentamiento global. Esa es otra discusión.
Lo que importa es que el mercado lo toma ya como un dato clave en la ecuación que forma los precios.
Esto es lo que soñábamos, 15 años atrás, cuando en estas mismas páginas comenzamos a instalar el tema. "El valor de los biocombustibles es que constituirán una nueva demanda para los granos".
Llegamos. Ahora, a surfear la ola.
Una semana histórica. Mientras el petróleo alcanzaba los 90 dólares el barril, rompiendo todos los récords, el aceite de soja llegaba a su nivel más alto en 23 años. El aceite es el insumo base para la producción de biodiésel, el sustituto "verde" del gasoil. La relación entre ambas cotizaciones quedó subrayada por un grueso trazo de evidencias. Ya hace tiempo que el aceite vegetal se arbitra según el precio de la energía. En realidad, todos los granos se menean al compás del patrón oro negro.
En Estados Unidos, el etanol empujó una mayor siembra de maíz en detrimento de la soja. Ahora, en plena cosecha de la oleaginosa, los precios no paran de subir, empujados por la escasez de semilla y la demanda de aceite para biodiésel en sustitución del gasoil. También ayuda la firmeza para la harina de soja, sometida a la voracidad de los nuevos consumidores, los orientales que han caído en la tentación de la carne.
Mientras esto sucedía, se inauguraba en San Lorenzo la primera planta de biodiésel de gran escala levantada en el país, y se celebraba en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional de Biodiésel.
Al cabo de estos eventos, todos los presentes se llevaron en la mochila la convicción de que la Argentina entró a fondo en la era de los biocombustibles.
Impresionante. Qué pensarán ahora los que hace cuatro o cinco años empezaron a machacar con eso del riesgo de la "sojización". Encumbrados funcionarios le hicieron decir al INTA que producir 30 millones de toneladas de soja no era sustentable. Un disparate que le hizo gran daño al sector, porque quedó instalado que la soja "arruina los suelos", además de otras calamidades como aquello de la pérdida de "soberanía alimentaria" (¿?), "dependencia tecnológica", y toda clase de sandeces. Entre ellas, la cuestión del "riesgo comercial": ¿qué pasa si el precio baja?.
Por suerte, los chacrers no se distrajeron y siguieron surfeando la ola. Entonces, siguieron logrando récords de cosecha, hasta llegar a las 47 millones de toneladas este año. Una cifra que los sorprendió, además, con precios un 50% por encima de los esperados.
Que el principal producto de la economía argentina, el complejo soja, crezca un 20% en volumen y un 50% en valor de una campaña a la siguiente es un hecho de enorme trascendencia.
Y así como los mercados de futuros del trigo indican que los valores actuales no se van a sostener, en el caso de la soja y también del maíz, las cotizaciones se mantienen hasta el 2010.
Esto no significa que las cosas van a quedar así. Simplemente, es lo que hoy piensan los operadores.
Señores, no importa si los biocombustibles van a resolver por sí solos la cuestión del calentamiento global. Esa es otra discusión.
Lo que importa es que el mercado lo toma ya como un dato clave en la ecuación que forma los precios.
Esto es lo que soñábamos, 15 años atrás, cuando en estas mismas páginas comenzamos a instalar el tema. "El valor de los biocombustibles es que constituirán una nueva demanda para los granos".
Llegamos. Ahora, a surfear la ola.
Surfear la ola de los biocombustibles
Por Héctor Huergo
Una semana histórica. Mientras el petróleo alcanzaba los 90 dólares el barril, rompiendo todos los récords, el aceite de soja llegaba a su nivel más alto en 23 años. El aceite es el insumo base para la producción de biodiésel, el sustituto "verde" del gasoil. La relación entre ambas cotizaciones quedó subrayada por un grueso trazo de evidencias. Ya hace tiempo que el aceite vegetal se arbitra según el precio de la energía. En realidad, todos los granos se menean al compás del patrón oro negro.
En Estados Unidos, el etanol empujó una mayor siembra de maíz en detrimento de la soja. Ahora, en plena cosecha de la oleaginosa, los precios no paran de subir, empujados por la escasez de semilla y la demanda de aceite para biodiésel en sustitución del gasoil. También ayuda la firmeza para la harina de soja, sometida a la voracidad de los nuevos consumidores, los orientales que han caído en la tentación de la carne.
Mientras esto sucedía, se inauguraba en San Lorenzo la primera planta de biodiésel de gran escala levantada en el país, y se celebraba en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional de Biodiésel.
Al cabo de estos eventos, todos los presentes se llevaron en la mochila la convicción de que la Argentina entró a fondo en la era de los biocombustibles.
Impresionante. Qué pensarán ahora los que hace cuatro o cinco años empezaron a machacar con eso del riesgo de la "sojización". Encumbrados funcionarios le hicieron decir al INTA que producir 30 millones de toneladas de soja no era sustentable. Un disparate que le hizo gran daño al sector, porque quedó instalado que la soja "arruina los suelos", además de otras calamidades como aquello de la pérdida de "soberanía alimentaria" (¿?), "dependencia tecnológica", y toda clase de sandeces. Entre ellas, la cuestión del "riesgo comercial": ¿qué pasa si el precio baja?.
Por suerte, los chacrers no se distrajeron y siguieron surfeando la ola. Entonces, siguieron logrando récords de cosecha, hasta llegar a las 47 millones de toneladas este año. Una cifra que los sorprendió, además, con precios un 50% por encima de los esperados.
Que el principal producto de la economía argentina, el complejo soja, crezca un 20% en volumen y un 50% en valor de una campaña a la siguiente es un hecho de enorme trascendencia.
Y así como los mercados de futuros del trigo indican que los valores actuales no se van a sostener, en el caso de la soja y también del maíz, las cotizaciones se mantienen hasta el 2010.
Esto no significa que las cosas van a quedar así. Simplemente, es lo que hoy piensan los operadores.
Señores, no importa si los biocombustibles van a resolver por sí solos la cuestión del calentamiento global. Esa es otra discusión.
Lo que importa es que el mercado lo toma ya como un dato clave en la ecuación que forma los precios.
Esto es lo que soñábamos, 15 años atrás, cuando en estas mismas páginas comenzamos a instalar el tema. "El valor de los biocombustibles es que constituirán una nueva demanda para los granos".
Llegamos. Ahora, a surfear la ola.
Una semana histórica. Mientras el petróleo alcanzaba los 90 dólares el barril, rompiendo todos los récords, el aceite de soja llegaba a su nivel más alto en 23 años. El aceite es el insumo base para la producción de biodiésel, el sustituto "verde" del gasoil. La relación entre ambas cotizaciones quedó subrayada por un grueso trazo de evidencias. Ya hace tiempo que el aceite vegetal se arbitra según el precio de la energía. En realidad, todos los granos se menean al compás del patrón oro negro.
En Estados Unidos, el etanol empujó una mayor siembra de maíz en detrimento de la soja. Ahora, en plena cosecha de la oleaginosa, los precios no paran de subir, empujados por la escasez de semilla y la demanda de aceite para biodiésel en sustitución del gasoil. También ayuda la firmeza para la harina de soja, sometida a la voracidad de los nuevos consumidores, los orientales que han caído en la tentación de la carne.
Mientras esto sucedía, se inauguraba en San Lorenzo la primera planta de biodiésel de gran escala levantada en el país, y se celebraba en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional de Biodiésel.
Al cabo de estos eventos, todos los presentes se llevaron en la mochila la convicción de que la Argentina entró a fondo en la era de los biocombustibles.
Impresionante. Qué pensarán ahora los que hace cuatro o cinco años empezaron a machacar con eso del riesgo de la "sojización". Encumbrados funcionarios le hicieron decir al INTA que producir 30 millones de toneladas de soja no era sustentable. Un disparate que le hizo gran daño al sector, porque quedó instalado que la soja "arruina los suelos", además de otras calamidades como aquello de la pérdida de "soberanía alimentaria" (¿?), "dependencia tecnológica", y toda clase de sandeces. Entre ellas, la cuestión del "riesgo comercial": ¿qué pasa si el precio baja?.
Por suerte, los chacrers no se distrajeron y siguieron surfeando la ola. Entonces, siguieron logrando récords de cosecha, hasta llegar a las 47 millones de toneladas este año. Una cifra que los sorprendió, además, con precios un 50% por encima de los esperados.
Que el principal producto de la economía argentina, el complejo soja, crezca un 20% en volumen y un 50% en valor de una campaña a la siguiente es un hecho de enorme trascendencia.
Y así como los mercados de futuros del trigo indican que los valores actuales no se van a sostener, en el caso de la soja y también del maíz, las cotizaciones se mantienen hasta el 2010.
Esto no significa que las cosas van a quedar así. Simplemente, es lo que hoy piensan los operadores.
Señores, no importa si los biocombustibles van a resolver por sí solos la cuestión del calentamiento global. Esa es otra discusión.
Lo que importa es que el mercado lo toma ya como un dato clave en la ecuación que forma los precios.
Esto es lo que soñábamos, 15 años atrás, cuando en estas mismas páginas comenzamos a instalar el tema. "El valor de los biocombustibles es que constituirán una nueva demanda para los granos".
Llegamos. Ahora, a surfear la ola.
Ahora hay que hacer
El gasto público y la inflación son las primeras asignaturas pendientes que deberá enfrentar el próximo Gobierno de Cristina.
Claramente, el primer paso que debe dar el próximo Gobierno es dar señales de un rebaja en el gasto. Se terminó el año electoral, el año próximo no hay elecciones, con lo cual hay que ir hacia un reencausamiento del ritmo de crecimiento del gasto, que vuelva a niveles de 20% anual, y no a los niveles de 50% anual, como fue 2007.
El Gobierno tiene que demostrar que quiere volver a la metas del 3% de superávit fiscal primario.
Si es via concertación, deberá ser muy firme y con comprmiso de todas las partes para mantener una inflación razonable.
En cuanto al Club de París, no veo a la Argentina sentarse a negociar con el Club antes de marzo, ya que la auditoría con el FMI, en los términos de la revisión del artículo IV, sería, con suerte, no antes de febrero.
Claramente, el primer paso que debe dar el próximo Gobierno es dar señales de un rebaja en el gasto. Se terminó el año electoral, el año próximo no hay elecciones, con lo cual hay que ir hacia un reencausamiento del ritmo de crecimiento del gasto, que vuelva a niveles de 20% anual, y no a los niveles de 50% anual, como fue 2007.
El Gobierno tiene que demostrar que quiere volver a la metas del 3% de superávit fiscal primario.
Si es via concertación, deberá ser muy firme y con comprmiso de todas las partes para mantener una inflación razonable.
En cuanto al Club de París, no veo a la Argentina sentarse a negociar con el Club antes de marzo, ya que la auditoría con el FMI, en los términos de la revisión del artículo IV, sería, con suerte, no antes de febrero.
Ahora hay que hacer
El gasto público y la inflación son las primeras asignaturas pendientes que deberá enfrentar el próximo Gobierno de Cristina.
Claramente, el primer paso que debe dar el próximo Gobierno es dar señales de un rebaja en el gasto. Se terminó el año electoral, el año próximo no hay elecciones, con lo cual hay que ir hacia un reencausamiento del ritmo de crecimiento del gasto, que vuelva a niveles de 20% anual, y no a los niveles de 50% anual, como fue 2007.
El Gobierno tiene que demostrar que quiere volver a la metas del 3% de superávit fiscal primario.
Si es via concertación, deberá ser muy firme y con comprmiso de todas las partes para mantener una inflación razonable.
En cuanto al Club de París, no veo a la Argentina sentarse a negociar con el Club antes de marzo, ya que la auditoría con el FMI, en los términos de la revisión del artículo IV, sería, con suerte, no antes de febrero.
Claramente, el primer paso que debe dar el próximo Gobierno es dar señales de un rebaja en el gasto. Se terminó el año electoral, el año próximo no hay elecciones, con lo cual hay que ir hacia un reencausamiento del ritmo de crecimiento del gasto, que vuelva a niveles de 20% anual, y no a los niveles de 50% anual, como fue 2007.
El Gobierno tiene que demostrar que quiere volver a la metas del 3% de superávit fiscal primario.
Si es via concertación, deberá ser muy firme y con comprmiso de todas las partes para mantener una inflación razonable.
En cuanto al Club de París, no veo a la Argentina sentarse a negociar con el Club antes de marzo, ya que la auditoría con el FMI, en los términos de la revisión del artículo IV, sería, con suerte, no antes de febrero.
Elsztain y Mindlin
Demostraron ser tan exitosos juntos como separados. Como socios, sus ventas eran de u$s 80 millones en 2003. Hoy, si se suma la facturación de IRSA y Pampa Holding, alcanzan los u$s 2.000 millones. Dos estilos distintos de hacer negocios.
Por Victoria Álvarez Benuzzi
En noviembre de 2003, luego de una doce años de hacer negocios juntos, Marcelo Mindlin entró en la oficina de Eduardo Elsztain sin golpear, como era su costumbre. Sus ojos tenían un brillo diferente. Era una mezcla de entusiasmo y pena. Entusiasmo, porque iba a dar el paso más importante en su carrera como empresario: dejar de ser el número dos de IRSA para ser el número uno de su propio negocio. Y pena, porque para hacerlo no tenía otra opción que separarse de su socio y amigo, con quien habían hecho sus primeros pesos con el ímpetu febril típico de los jóvenes emprendedores. En 1990, cuando tenía 24 años, Mindlin se asoció a Elsztain, de 26, en IRSA, una de las mayores compañías argentinas de bienes raíces fundada en 1943.
Pero casi en sus 40 años, Marcelo quería diversificar los negocios, abrirse, arriesgar. Dejar de pensar sólo en ladrillos y abrir el juego a otros rubros. Según amigos que tienen en común, Mindlin no siempre concordaba del todo con el estilo conservador de su partner a la hora de mirar nuevas apuestas en nichos distintos a los que ya había recorrido. Él en ese momento hubiera querido hacer negocios con el fútbol, apostar por Gatic, Parmalat o Telecom. Pero Eduardo prefería no sacar los pies del sector inmobiliario y financiero, donde se sentía cómodo y seguro.
A casi cuatro años de ese divorcio, en la historia de los dos parece haber corrido mucha más agua que cuando eran socios. El último año que trabajaron juntos, en 2003, IRSA tuvo ventas por $ 237 millones y un patrimonio neto de $ 809 millones. En su último balance, cerrado en junio de 2007, el grupo que quedó en manos de Eslztain tuvo ventas por $ 739 millones (con un patrimonio neto de $ 1.647 millones); Alto Palermo (APSA), $ 438 millones, y Cresud, $ 103 millones, sin contar su participación en el Banco Hipotecario, cuyo patrimonio neto alcanza los $ 2.561 millones. Por su parte, Mindlin, que en la apuesta a su propio camino hizo un recorrido diferente con Pampa Holding, muestra un patrimonio neto de u$s 1.337 millones y una facturación estimada para este ejercicio en $ 3.360 millones. Entre sus empresas figuran Edenor, Transener (posee el 50%) y las hidroeléctricas mendocinas Nihuiles y Diamante; la salteña Central Térmica Güemes, y la neuquina Central Loma La Lata. Es decir, los dos ganaron y mucho.
LA FAMA Y EL DINERO. ¿Qué quiere decir que el sendero que eligió Mindlin tuvo un recorrido distinto al de su ex socio? Marcelo se hizo muy buena fama en los mercados internacionales por haber sido el cerebro de la renegociación de la deuda de IRSA, la primera exitosa de la post crisis. Esa fue su carta de presentación más fuerte cuando se independizó y salió a buscar dinero fresco para comprar empresas eléctricas. De hecho, se enorgullece contando que cada vez que salía al mercado lograba vender el doble de acciones de las que preveía.
Cuando compró Transener, la compañía tenía un pasivo de u$s 550 millones. Inmediatamente renegoció la deuda y la bajó a u$s 360 millones, con vencimientos a partir de 2013. La compañía, que venía mal en términos financieros, pasó a ser rentable automáticamente. Mindlin adquirió la mitad de Citelec –la controlante de la eléctrica– en u$s 20 millones en 2004. Petrobras cedió este año la otra mitad de esa firma a Enarsa y Electroingeniería en u$s 65 millones. Ese mismo esquema hizo con el resto de las firmas que compró baratas y endeudadas.
Por su parte, Elsztain tampoco se quedó atrás a la hora de hacer buenos negocios, aunque claro a su manera más conservadora y siempre en su metier. La salida de Mindlin de IRSA coincidió con una explosión inmobiliaria, agropecuaria y de consumo, justamente los sectores en los que Eduardo se mueve con mucha soltura y que supo aprovechar muy bien. Y no sólo él, sino también sus hermanos, Daniel –que encabeza APSA– y Alejandro –que tomó las riendas del corazón financiero de IRSA–.
Pero los distintos rumbos que tomó cada uno no significa necesariamente un alejamiento en lo personal y, parecería que tampoco hay que descartarlo en lo profesional. "Hoy no tenemos negocios en común, pero no descarto la posibilidad de tenerlos en caso de que aparezca la oportunidad. Hoy no la veo, pero a futuro podría ser, ¿porqué no?", dijo Marcelo Mindlin a FORTUNA, aunque pueda sonar más a un guiño hacia su ex partner. Sin embargo, falta despejar una pequeña nube que puede empañar la relación y que tiene un antecedente que data de cuando decidieron separarse.
EL CORTOCIRCUITO. El primer problema que se presentó entre ellos fue la decisión de Marcelo, cuando se independizó, de llevarse consigo a todo el equipo financiero de IRSA, dejando un vacío que Elsztain se apuró a llenar poniendo a sus hermanos a ocupar las funciones de su ex socio. Pero este revés, que le molestó a Eduardo en su momento, era casi previsible ya que las personas que se fueron eran parte del equipo de trabajo de Mindlin e incluían, entre otros, a su hermano, Damián Mindlin –que hoy está en el directorio de Pampa–, Gustavo Mariani y Ricardo Torres. Ellos, y otros que también emigraron y que habían participado en la exitosa restructuración de la deuda de IRSA, eran en la práctica el cerebro financiero de IRSA. Por eso el shock inicial y el disgusto que provocó la retirada "en banda". De hecho, cuando se le pregunta a Mindlin cuál es su fuerte, no duda en señalar a sus nuevos socios. "Lo mejor que tenemos es el equipo de trabajo", dice sin dar más vueltas.
Pero el resquemor que siente hoy Eduardo viene en realidad de otro lado. Cuentan allegados a los empresarios que antes de darse el abrazo de despedida, en 2003, Eduardo le deseo suerte y le pidió un único favor. Compromiso de palabra, si se quiere, teniendo en cuenta que sería sellado entre dos hombres de honor en los que no tenía sentido usar a la tinta como testigo. "No te metas en el rubro inmobiliario. Eso es lo mío y yo no me muevo de acá", le habría dicho Elsztain.
Un año después, Dolphin, como se denominó inicialmente la empresa de Mindlin que salió a la caza de capitales frescos, compró Pampa S.A., empresa inactiva que tenía la virtud de operar en Bolsa y un edificio histórico ubicado en un sitio privilegiado de Puerto Madero, frente a las torres Catalinas de IRSA. En un primer momento, se entendió que Mindlin estaba copiando el modelo elegido por Elsztain con IRSA. Es decir, comprar una empresa vacía que cotice en Bolsa (Pampa era un frigorífico que no operaba desde hacía 10 años) y empezar a capitalizarla con buenos negocios. De hecho, eso hizo Marcelo con Pampa. Pero no se deshizo del edificio.
Es más, sus socios y colaboradores salieron a decir que tenían presentado un proyecto para la construcción allí de un centro comercial. Elsztain sintió ese golpe y los nubarrones comenzaron a asomar en la relación entre ambos. Pero hoy Mindlin intenta ahuyentar ese fantasma que da vueltas desde entonces por el directorio de IRSA. "En un momento se dijo que haríamos un emprendimiento inmobiliario, es cierto. Pero la verdad es que no voy a salirme del sector eléctrico, así que no se hará nada inmobiliario en ese predio", aclara el titular de Pampa Holding.
Comienzos. En el Nacional Buenos Aires, Eduardo Elsztain tenía como compañera y amiga a la hermana de Marcelo Mindlin. Por ese motivo, cuando ambos se encontraron años después en la Bolsa "se conocían de vista". Eduardo tenía una pequeña oficina de operaciones bursátiles-inmobiliarias en el microcentro, y Marcelo, apasionado de las finanzas desde chico, tenía la costumbre de entrar al corredor de la Bolsa a empaparse un poco de ese mundillo que lo deslumbraba.
Mindlin era, visto desde afuera, un joven hiperactivo, simpático y con mucha facilidad para socializar con extraños. Elsztain, en cambio, tenía una imagen más reservada y distante. Pero como los opuestos se atraen, un día se juntaron a tomar un café. Dice la leyenda que cada uno pagaba el suyo, para que las cuentas claras preserven la incipiente amistad. Esa misma actitud fue la que mantuvieron a la hora de avanzar en la división accionaria, realizada con la prolijidad extrema que caracteriza a Elsztain a la hora de hacer negocios.
El día después. Pasados los años, y más allá de los temas que parecerían generar algo de fricción, Marcelo (44) y Eduardo (46) siguen manteniendo una relación fluida y discretamente amigable. Se hablan por teléfono con asiduidad para consultarse sobre negocios, actitud que refleja un respeto profesional mutuo. Mindlin incluso lo llama para ofrecerle oportunidades rentables en su fondo de inversiones, que han sido bienvenidas por lo menos dos veces por Elsztain. Y viceversa, según aclara Mindlin: "Cuando tengo oportunidades llamo a todos mis amigos, entre ellos a Eduardo".
En términos sociales, no se juntan a comer asados ni acuerdan almorzar juntos durante la semana. Eso no se da. Pero se invitan mutuamente a sus cumpleaños y a los festejos religiosos de ambas familias, que comparten la tradición judía. Nada más.
Basta ver sólo cómo se visten para entender que Mindlin es más cosmopolita, canchero y consumista que su ex socio. Elsztain viste siempre con trajes atemporales y con colores neutros, como lo hacía su abuelo Isaac, quien era uno de los mas importantes dueños de terrenos en Buenos Aires y se dedicaba a la actividad inmobiliaria. Y esta imagen es un reflejo de la manera en que cada uno encara y hace sus negocios.
De hecho, si bien ambos compartes la religión judía y la pasión por Boca Juniors, viven ambas cuestiones de modo diferente. Elsztain es ortodoxo en la práctica religiosa. Y Mindlin acude al templo sólo para los festejos, según señalan los que lo conocen. Con el fútbol la actitud se invierte. Marcelo cumple religiosamente con el club de sus amores. Y dicen que no descansará en paz hasta no hacer negocios ligados al fútbol. En cambio, Eduardo no necesariamente se desvive por un Boca-River.
Por Victoria Álvarez Benuzzi
En noviembre de 2003, luego de una doce años de hacer negocios juntos, Marcelo Mindlin entró en la oficina de Eduardo Elsztain sin golpear, como era su costumbre. Sus ojos tenían un brillo diferente. Era una mezcla de entusiasmo y pena. Entusiasmo, porque iba a dar el paso más importante en su carrera como empresario: dejar de ser el número dos de IRSA para ser el número uno de su propio negocio. Y pena, porque para hacerlo no tenía otra opción que separarse de su socio y amigo, con quien habían hecho sus primeros pesos con el ímpetu febril típico de los jóvenes emprendedores. En 1990, cuando tenía 24 años, Mindlin se asoció a Elsztain, de 26, en IRSA, una de las mayores compañías argentinas de bienes raíces fundada en 1943.
Pero casi en sus 40 años, Marcelo quería diversificar los negocios, abrirse, arriesgar. Dejar de pensar sólo en ladrillos y abrir el juego a otros rubros. Según amigos que tienen en común, Mindlin no siempre concordaba del todo con el estilo conservador de su partner a la hora de mirar nuevas apuestas en nichos distintos a los que ya había recorrido. Él en ese momento hubiera querido hacer negocios con el fútbol, apostar por Gatic, Parmalat o Telecom. Pero Eduardo prefería no sacar los pies del sector inmobiliario y financiero, donde se sentía cómodo y seguro.
A casi cuatro años de ese divorcio, en la historia de los dos parece haber corrido mucha más agua que cuando eran socios. El último año que trabajaron juntos, en 2003, IRSA tuvo ventas por $ 237 millones y un patrimonio neto de $ 809 millones. En su último balance, cerrado en junio de 2007, el grupo que quedó en manos de Eslztain tuvo ventas por $ 739 millones (con un patrimonio neto de $ 1.647 millones); Alto Palermo (APSA), $ 438 millones, y Cresud, $ 103 millones, sin contar su participación en el Banco Hipotecario, cuyo patrimonio neto alcanza los $ 2.561 millones. Por su parte, Mindlin, que en la apuesta a su propio camino hizo un recorrido diferente con Pampa Holding, muestra un patrimonio neto de u$s 1.337 millones y una facturación estimada para este ejercicio en $ 3.360 millones. Entre sus empresas figuran Edenor, Transener (posee el 50%) y las hidroeléctricas mendocinas Nihuiles y Diamante; la salteña Central Térmica Güemes, y la neuquina Central Loma La Lata. Es decir, los dos ganaron y mucho.
LA FAMA Y EL DINERO. ¿Qué quiere decir que el sendero que eligió Mindlin tuvo un recorrido distinto al de su ex socio? Marcelo se hizo muy buena fama en los mercados internacionales por haber sido el cerebro de la renegociación de la deuda de IRSA, la primera exitosa de la post crisis. Esa fue su carta de presentación más fuerte cuando se independizó y salió a buscar dinero fresco para comprar empresas eléctricas. De hecho, se enorgullece contando que cada vez que salía al mercado lograba vender el doble de acciones de las que preveía.
Cuando compró Transener, la compañía tenía un pasivo de u$s 550 millones. Inmediatamente renegoció la deuda y la bajó a u$s 360 millones, con vencimientos a partir de 2013. La compañía, que venía mal en términos financieros, pasó a ser rentable automáticamente. Mindlin adquirió la mitad de Citelec –la controlante de la eléctrica– en u$s 20 millones en 2004. Petrobras cedió este año la otra mitad de esa firma a Enarsa y Electroingeniería en u$s 65 millones. Ese mismo esquema hizo con el resto de las firmas que compró baratas y endeudadas.
Por su parte, Elsztain tampoco se quedó atrás a la hora de hacer buenos negocios, aunque claro a su manera más conservadora y siempre en su metier. La salida de Mindlin de IRSA coincidió con una explosión inmobiliaria, agropecuaria y de consumo, justamente los sectores en los que Eduardo se mueve con mucha soltura y que supo aprovechar muy bien. Y no sólo él, sino también sus hermanos, Daniel –que encabeza APSA– y Alejandro –que tomó las riendas del corazón financiero de IRSA–.
Pero los distintos rumbos que tomó cada uno no significa necesariamente un alejamiento en lo personal y, parecería que tampoco hay que descartarlo en lo profesional. "Hoy no tenemos negocios en común, pero no descarto la posibilidad de tenerlos en caso de que aparezca la oportunidad. Hoy no la veo, pero a futuro podría ser, ¿porqué no?", dijo Marcelo Mindlin a FORTUNA, aunque pueda sonar más a un guiño hacia su ex partner. Sin embargo, falta despejar una pequeña nube que puede empañar la relación y que tiene un antecedente que data de cuando decidieron separarse.
EL CORTOCIRCUITO. El primer problema que se presentó entre ellos fue la decisión de Marcelo, cuando se independizó, de llevarse consigo a todo el equipo financiero de IRSA, dejando un vacío que Elsztain se apuró a llenar poniendo a sus hermanos a ocupar las funciones de su ex socio. Pero este revés, que le molestó a Eduardo en su momento, era casi previsible ya que las personas que se fueron eran parte del equipo de trabajo de Mindlin e incluían, entre otros, a su hermano, Damián Mindlin –que hoy está en el directorio de Pampa–, Gustavo Mariani y Ricardo Torres. Ellos, y otros que también emigraron y que habían participado en la exitosa restructuración de la deuda de IRSA, eran en la práctica el cerebro financiero de IRSA. Por eso el shock inicial y el disgusto que provocó la retirada "en banda". De hecho, cuando se le pregunta a Mindlin cuál es su fuerte, no duda en señalar a sus nuevos socios. "Lo mejor que tenemos es el equipo de trabajo", dice sin dar más vueltas.
Pero el resquemor que siente hoy Eduardo viene en realidad de otro lado. Cuentan allegados a los empresarios que antes de darse el abrazo de despedida, en 2003, Eduardo le deseo suerte y le pidió un único favor. Compromiso de palabra, si se quiere, teniendo en cuenta que sería sellado entre dos hombres de honor en los que no tenía sentido usar a la tinta como testigo. "No te metas en el rubro inmobiliario. Eso es lo mío y yo no me muevo de acá", le habría dicho Elsztain.
Un año después, Dolphin, como se denominó inicialmente la empresa de Mindlin que salió a la caza de capitales frescos, compró Pampa S.A., empresa inactiva que tenía la virtud de operar en Bolsa y un edificio histórico ubicado en un sitio privilegiado de Puerto Madero, frente a las torres Catalinas de IRSA. En un primer momento, se entendió que Mindlin estaba copiando el modelo elegido por Elsztain con IRSA. Es decir, comprar una empresa vacía que cotice en Bolsa (Pampa era un frigorífico que no operaba desde hacía 10 años) y empezar a capitalizarla con buenos negocios. De hecho, eso hizo Marcelo con Pampa. Pero no se deshizo del edificio.
Es más, sus socios y colaboradores salieron a decir que tenían presentado un proyecto para la construcción allí de un centro comercial. Elsztain sintió ese golpe y los nubarrones comenzaron a asomar en la relación entre ambos. Pero hoy Mindlin intenta ahuyentar ese fantasma que da vueltas desde entonces por el directorio de IRSA. "En un momento se dijo que haríamos un emprendimiento inmobiliario, es cierto. Pero la verdad es que no voy a salirme del sector eléctrico, así que no se hará nada inmobiliario en ese predio", aclara el titular de Pampa Holding.
Comienzos. En el Nacional Buenos Aires, Eduardo Elsztain tenía como compañera y amiga a la hermana de Marcelo Mindlin. Por ese motivo, cuando ambos se encontraron años después en la Bolsa "se conocían de vista". Eduardo tenía una pequeña oficina de operaciones bursátiles-inmobiliarias en el microcentro, y Marcelo, apasionado de las finanzas desde chico, tenía la costumbre de entrar al corredor de la Bolsa a empaparse un poco de ese mundillo que lo deslumbraba.
Mindlin era, visto desde afuera, un joven hiperactivo, simpático y con mucha facilidad para socializar con extraños. Elsztain, en cambio, tenía una imagen más reservada y distante. Pero como los opuestos se atraen, un día se juntaron a tomar un café. Dice la leyenda que cada uno pagaba el suyo, para que las cuentas claras preserven la incipiente amistad. Esa misma actitud fue la que mantuvieron a la hora de avanzar en la división accionaria, realizada con la prolijidad extrema que caracteriza a Elsztain a la hora de hacer negocios.
El día después. Pasados los años, y más allá de los temas que parecerían generar algo de fricción, Marcelo (44) y Eduardo (46) siguen manteniendo una relación fluida y discretamente amigable. Se hablan por teléfono con asiduidad para consultarse sobre negocios, actitud que refleja un respeto profesional mutuo. Mindlin incluso lo llama para ofrecerle oportunidades rentables en su fondo de inversiones, que han sido bienvenidas por lo menos dos veces por Elsztain. Y viceversa, según aclara Mindlin: "Cuando tengo oportunidades llamo a todos mis amigos, entre ellos a Eduardo".
En términos sociales, no se juntan a comer asados ni acuerdan almorzar juntos durante la semana. Eso no se da. Pero se invitan mutuamente a sus cumpleaños y a los festejos religiosos de ambas familias, que comparten la tradición judía. Nada más.
Basta ver sólo cómo se visten para entender que Mindlin es más cosmopolita, canchero y consumista que su ex socio. Elsztain viste siempre con trajes atemporales y con colores neutros, como lo hacía su abuelo Isaac, quien era uno de los mas importantes dueños de terrenos en Buenos Aires y se dedicaba a la actividad inmobiliaria. Y esta imagen es un reflejo de la manera en que cada uno encara y hace sus negocios.
De hecho, si bien ambos compartes la religión judía y la pasión por Boca Juniors, viven ambas cuestiones de modo diferente. Elsztain es ortodoxo en la práctica religiosa. Y Mindlin acude al templo sólo para los festejos, según señalan los que lo conocen. Con el fútbol la actitud se invierte. Marcelo cumple religiosamente con el club de sus amores. Y dicen que no descansará en paz hasta no hacer negocios ligados al fútbol. En cambio, Eduardo no necesariamente se desvive por un Boca-River.
Elsztain y Mindlin
Demostraron ser tan exitosos juntos como separados. Como socios, sus ventas eran de u$s 80 millones en 2003. Hoy, si se suma la facturación de IRSA y Pampa Holding, alcanzan los u$s 2.000 millones. Dos estilos distintos de hacer negocios.
Por Victoria Álvarez Benuzzi
En noviembre de 2003, luego de una doce años de hacer negocios juntos, Marcelo Mindlin entró en la oficina de Eduardo Elsztain sin golpear, como era su costumbre. Sus ojos tenían un brillo diferente. Era una mezcla de entusiasmo y pena. Entusiasmo, porque iba a dar el paso más importante en su carrera como empresario: dejar de ser el número dos de IRSA para ser el número uno de su propio negocio. Y pena, porque para hacerlo no tenía otra opción que separarse de su socio y amigo, con quien habían hecho sus primeros pesos con el ímpetu febril típico de los jóvenes emprendedores. En 1990, cuando tenía 24 años, Mindlin se asoció a Elsztain, de 26, en IRSA, una de las mayores compañías argentinas de bienes raíces fundada en 1943.
Pero casi en sus 40 años, Marcelo quería diversificar los negocios, abrirse, arriesgar. Dejar de pensar sólo en ladrillos y abrir el juego a otros rubros. Según amigos que tienen en común, Mindlin no siempre concordaba del todo con el estilo conservador de su partner a la hora de mirar nuevas apuestas en nichos distintos a los que ya había recorrido. Él en ese momento hubiera querido hacer negocios con el fútbol, apostar por Gatic, Parmalat o Telecom. Pero Eduardo prefería no sacar los pies del sector inmobiliario y financiero, donde se sentía cómodo y seguro.
A casi cuatro años de ese divorcio, en la historia de los dos parece haber corrido mucha más agua que cuando eran socios. El último año que trabajaron juntos, en 2003, IRSA tuvo ventas por $ 237 millones y un patrimonio neto de $ 809 millones. En su último balance, cerrado en junio de 2007, el grupo que quedó en manos de Eslztain tuvo ventas por $ 739 millones (con un patrimonio neto de $ 1.647 millones); Alto Palermo (APSA), $ 438 millones, y Cresud, $ 103 millones, sin contar su participación en el Banco Hipotecario, cuyo patrimonio neto alcanza los $ 2.561 millones. Por su parte, Mindlin, que en la apuesta a su propio camino hizo un recorrido diferente con Pampa Holding, muestra un patrimonio neto de u$s 1.337 millones y una facturación estimada para este ejercicio en $ 3.360 millones. Entre sus empresas figuran Edenor, Transener (posee el 50%) y las hidroeléctricas mendocinas Nihuiles y Diamante; la salteña Central Térmica Güemes, y la neuquina Central Loma La Lata. Es decir, los dos ganaron y mucho.
LA FAMA Y EL DINERO. ¿Qué quiere decir que el sendero que eligió Mindlin tuvo un recorrido distinto al de su ex socio? Marcelo se hizo muy buena fama en los mercados internacionales por haber sido el cerebro de la renegociación de la deuda de IRSA, la primera exitosa de la post crisis. Esa fue su carta de presentación más fuerte cuando se independizó y salió a buscar dinero fresco para comprar empresas eléctricas. De hecho, se enorgullece contando que cada vez que salía al mercado lograba vender el doble de acciones de las que preveía.
Cuando compró Transener, la compañía tenía un pasivo de u$s 550 millones. Inmediatamente renegoció la deuda y la bajó a u$s 360 millones, con vencimientos a partir de 2013. La compañía, que venía mal en términos financieros, pasó a ser rentable automáticamente. Mindlin adquirió la mitad de Citelec –la controlante de la eléctrica– en u$s 20 millones en 2004. Petrobras cedió este año la otra mitad de esa firma a Enarsa y Electroingeniería en u$s 65 millones. Ese mismo esquema hizo con el resto de las firmas que compró baratas y endeudadas.
Por su parte, Elsztain tampoco se quedó atrás a la hora de hacer buenos negocios, aunque claro a su manera más conservadora y siempre en su metier. La salida de Mindlin de IRSA coincidió con una explosión inmobiliaria, agropecuaria y de consumo, justamente los sectores en los que Eduardo se mueve con mucha soltura y que supo aprovechar muy bien. Y no sólo él, sino también sus hermanos, Daniel –que encabeza APSA– y Alejandro –que tomó las riendas del corazón financiero de IRSA–.
Pero los distintos rumbos que tomó cada uno no significa necesariamente un alejamiento en lo personal y, parecería que tampoco hay que descartarlo en lo profesional. "Hoy no tenemos negocios en común, pero no descarto la posibilidad de tenerlos en caso de que aparezca la oportunidad. Hoy no la veo, pero a futuro podría ser, ¿porqué no?", dijo Marcelo Mindlin a FORTUNA, aunque pueda sonar más a un guiño hacia su ex partner. Sin embargo, falta despejar una pequeña nube que puede empañar la relación y que tiene un antecedente que data de cuando decidieron separarse.
EL CORTOCIRCUITO. El primer problema que se presentó entre ellos fue la decisión de Marcelo, cuando se independizó, de llevarse consigo a todo el equipo financiero de IRSA, dejando un vacío que Elsztain se apuró a llenar poniendo a sus hermanos a ocupar las funciones de su ex socio. Pero este revés, que le molestó a Eduardo en su momento, era casi previsible ya que las personas que se fueron eran parte del equipo de trabajo de Mindlin e incluían, entre otros, a su hermano, Damián Mindlin –que hoy está en el directorio de Pampa–, Gustavo Mariani y Ricardo Torres. Ellos, y otros que también emigraron y que habían participado en la exitosa restructuración de la deuda de IRSA, eran en la práctica el cerebro financiero de IRSA. Por eso el shock inicial y el disgusto que provocó la retirada "en banda". De hecho, cuando se le pregunta a Mindlin cuál es su fuerte, no duda en señalar a sus nuevos socios. "Lo mejor que tenemos es el equipo de trabajo", dice sin dar más vueltas.
Pero el resquemor que siente hoy Eduardo viene en realidad de otro lado. Cuentan allegados a los empresarios que antes de darse el abrazo de despedida, en 2003, Eduardo le deseo suerte y le pidió un único favor. Compromiso de palabra, si se quiere, teniendo en cuenta que sería sellado entre dos hombres de honor en los que no tenía sentido usar a la tinta como testigo. "No te metas en el rubro inmobiliario. Eso es lo mío y yo no me muevo de acá", le habría dicho Elsztain.
Un año después, Dolphin, como se denominó inicialmente la empresa de Mindlin que salió a la caza de capitales frescos, compró Pampa S.A., empresa inactiva que tenía la virtud de operar en Bolsa y un edificio histórico ubicado en un sitio privilegiado de Puerto Madero, frente a las torres Catalinas de IRSA. En un primer momento, se entendió que Mindlin estaba copiando el modelo elegido por Elsztain con IRSA. Es decir, comprar una empresa vacía que cotice en Bolsa (Pampa era un frigorífico que no operaba desde hacía 10 años) y empezar a capitalizarla con buenos negocios. De hecho, eso hizo Marcelo con Pampa. Pero no se deshizo del edificio.
Es más, sus socios y colaboradores salieron a decir que tenían presentado un proyecto para la construcción allí de un centro comercial. Elsztain sintió ese golpe y los nubarrones comenzaron a asomar en la relación entre ambos. Pero hoy Mindlin intenta ahuyentar ese fantasma que da vueltas desde entonces por el directorio de IRSA. "En un momento se dijo que haríamos un emprendimiento inmobiliario, es cierto. Pero la verdad es que no voy a salirme del sector eléctrico, así que no se hará nada inmobiliario en ese predio", aclara el titular de Pampa Holding.
Comienzos. En el Nacional Buenos Aires, Eduardo Elsztain tenía como compañera y amiga a la hermana de Marcelo Mindlin. Por ese motivo, cuando ambos se encontraron años después en la Bolsa "se conocían de vista". Eduardo tenía una pequeña oficina de operaciones bursátiles-inmobiliarias en el microcentro, y Marcelo, apasionado de las finanzas desde chico, tenía la costumbre de entrar al corredor de la Bolsa a empaparse un poco de ese mundillo que lo deslumbraba.
Mindlin era, visto desde afuera, un joven hiperactivo, simpático y con mucha facilidad para socializar con extraños. Elsztain, en cambio, tenía una imagen más reservada y distante. Pero como los opuestos se atraen, un día se juntaron a tomar un café. Dice la leyenda que cada uno pagaba el suyo, para que las cuentas claras preserven la incipiente amistad. Esa misma actitud fue la que mantuvieron a la hora de avanzar en la división accionaria, realizada con la prolijidad extrema que caracteriza a Elsztain a la hora de hacer negocios.
El día después. Pasados los años, y más allá de los temas que parecerían generar algo de fricción, Marcelo (44) y Eduardo (46) siguen manteniendo una relación fluida y discretamente amigable. Se hablan por teléfono con asiduidad para consultarse sobre negocios, actitud que refleja un respeto profesional mutuo. Mindlin incluso lo llama para ofrecerle oportunidades rentables en su fondo de inversiones, que han sido bienvenidas por lo menos dos veces por Elsztain. Y viceversa, según aclara Mindlin: "Cuando tengo oportunidades llamo a todos mis amigos, entre ellos a Eduardo".
En términos sociales, no se juntan a comer asados ni acuerdan almorzar juntos durante la semana. Eso no se da. Pero se invitan mutuamente a sus cumpleaños y a los festejos religiosos de ambas familias, que comparten la tradición judía. Nada más.
Basta ver sólo cómo se visten para entender que Mindlin es más cosmopolita, canchero y consumista que su ex socio. Elsztain viste siempre con trajes atemporales y con colores neutros, como lo hacía su abuelo Isaac, quien era uno de los mas importantes dueños de terrenos en Buenos Aires y se dedicaba a la actividad inmobiliaria. Y esta imagen es un reflejo de la manera en que cada uno encara y hace sus negocios.
De hecho, si bien ambos compartes la religión judía y la pasión por Boca Juniors, viven ambas cuestiones de modo diferente. Elsztain es ortodoxo en la práctica religiosa. Y Mindlin acude al templo sólo para los festejos, según señalan los que lo conocen. Con el fútbol la actitud se invierte. Marcelo cumple religiosamente con el club de sus amores. Y dicen que no descansará en paz hasta no hacer negocios ligados al fútbol. En cambio, Eduardo no necesariamente se desvive por un Boca-River.
Por Victoria Álvarez Benuzzi
En noviembre de 2003, luego de una doce años de hacer negocios juntos, Marcelo Mindlin entró en la oficina de Eduardo Elsztain sin golpear, como era su costumbre. Sus ojos tenían un brillo diferente. Era una mezcla de entusiasmo y pena. Entusiasmo, porque iba a dar el paso más importante en su carrera como empresario: dejar de ser el número dos de IRSA para ser el número uno de su propio negocio. Y pena, porque para hacerlo no tenía otra opción que separarse de su socio y amigo, con quien habían hecho sus primeros pesos con el ímpetu febril típico de los jóvenes emprendedores. En 1990, cuando tenía 24 años, Mindlin se asoció a Elsztain, de 26, en IRSA, una de las mayores compañías argentinas de bienes raíces fundada en 1943.
Pero casi en sus 40 años, Marcelo quería diversificar los negocios, abrirse, arriesgar. Dejar de pensar sólo en ladrillos y abrir el juego a otros rubros. Según amigos que tienen en común, Mindlin no siempre concordaba del todo con el estilo conservador de su partner a la hora de mirar nuevas apuestas en nichos distintos a los que ya había recorrido. Él en ese momento hubiera querido hacer negocios con el fútbol, apostar por Gatic, Parmalat o Telecom. Pero Eduardo prefería no sacar los pies del sector inmobiliario y financiero, donde se sentía cómodo y seguro.
A casi cuatro años de ese divorcio, en la historia de los dos parece haber corrido mucha más agua que cuando eran socios. El último año que trabajaron juntos, en 2003, IRSA tuvo ventas por $ 237 millones y un patrimonio neto de $ 809 millones. En su último balance, cerrado en junio de 2007, el grupo que quedó en manos de Eslztain tuvo ventas por $ 739 millones (con un patrimonio neto de $ 1.647 millones); Alto Palermo (APSA), $ 438 millones, y Cresud, $ 103 millones, sin contar su participación en el Banco Hipotecario, cuyo patrimonio neto alcanza los $ 2.561 millones. Por su parte, Mindlin, que en la apuesta a su propio camino hizo un recorrido diferente con Pampa Holding, muestra un patrimonio neto de u$s 1.337 millones y una facturación estimada para este ejercicio en $ 3.360 millones. Entre sus empresas figuran Edenor, Transener (posee el 50%) y las hidroeléctricas mendocinas Nihuiles y Diamante; la salteña Central Térmica Güemes, y la neuquina Central Loma La Lata. Es decir, los dos ganaron y mucho.
LA FAMA Y EL DINERO. ¿Qué quiere decir que el sendero que eligió Mindlin tuvo un recorrido distinto al de su ex socio? Marcelo se hizo muy buena fama en los mercados internacionales por haber sido el cerebro de la renegociación de la deuda de IRSA, la primera exitosa de la post crisis. Esa fue su carta de presentación más fuerte cuando se independizó y salió a buscar dinero fresco para comprar empresas eléctricas. De hecho, se enorgullece contando que cada vez que salía al mercado lograba vender el doble de acciones de las que preveía.
Cuando compró Transener, la compañía tenía un pasivo de u$s 550 millones. Inmediatamente renegoció la deuda y la bajó a u$s 360 millones, con vencimientos a partir de 2013. La compañía, que venía mal en términos financieros, pasó a ser rentable automáticamente. Mindlin adquirió la mitad de Citelec –la controlante de la eléctrica– en u$s 20 millones en 2004. Petrobras cedió este año la otra mitad de esa firma a Enarsa y Electroingeniería en u$s 65 millones. Ese mismo esquema hizo con el resto de las firmas que compró baratas y endeudadas.
Por su parte, Elsztain tampoco se quedó atrás a la hora de hacer buenos negocios, aunque claro a su manera más conservadora y siempre en su metier. La salida de Mindlin de IRSA coincidió con una explosión inmobiliaria, agropecuaria y de consumo, justamente los sectores en los que Eduardo se mueve con mucha soltura y que supo aprovechar muy bien. Y no sólo él, sino también sus hermanos, Daniel –que encabeza APSA– y Alejandro –que tomó las riendas del corazón financiero de IRSA–.
Pero los distintos rumbos que tomó cada uno no significa necesariamente un alejamiento en lo personal y, parecería que tampoco hay que descartarlo en lo profesional. "Hoy no tenemos negocios en común, pero no descarto la posibilidad de tenerlos en caso de que aparezca la oportunidad. Hoy no la veo, pero a futuro podría ser, ¿porqué no?", dijo Marcelo Mindlin a FORTUNA, aunque pueda sonar más a un guiño hacia su ex partner. Sin embargo, falta despejar una pequeña nube que puede empañar la relación y que tiene un antecedente que data de cuando decidieron separarse.
EL CORTOCIRCUITO. El primer problema que se presentó entre ellos fue la decisión de Marcelo, cuando se independizó, de llevarse consigo a todo el equipo financiero de IRSA, dejando un vacío que Elsztain se apuró a llenar poniendo a sus hermanos a ocupar las funciones de su ex socio. Pero este revés, que le molestó a Eduardo en su momento, era casi previsible ya que las personas que se fueron eran parte del equipo de trabajo de Mindlin e incluían, entre otros, a su hermano, Damián Mindlin –que hoy está en el directorio de Pampa–, Gustavo Mariani y Ricardo Torres. Ellos, y otros que también emigraron y que habían participado en la exitosa restructuración de la deuda de IRSA, eran en la práctica el cerebro financiero de IRSA. Por eso el shock inicial y el disgusto que provocó la retirada "en banda". De hecho, cuando se le pregunta a Mindlin cuál es su fuerte, no duda en señalar a sus nuevos socios. "Lo mejor que tenemos es el equipo de trabajo", dice sin dar más vueltas.
Pero el resquemor que siente hoy Eduardo viene en realidad de otro lado. Cuentan allegados a los empresarios que antes de darse el abrazo de despedida, en 2003, Eduardo le deseo suerte y le pidió un único favor. Compromiso de palabra, si se quiere, teniendo en cuenta que sería sellado entre dos hombres de honor en los que no tenía sentido usar a la tinta como testigo. "No te metas en el rubro inmobiliario. Eso es lo mío y yo no me muevo de acá", le habría dicho Elsztain.
Un año después, Dolphin, como se denominó inicialmente la empresa de Mindlin que salió a la caza de capitales frescos, compró Pampa S.A., empresa inactiva que tenía la virtud de operar en Bolsa y un edificio histórico ubicado en un sitio privilegiado de Puerto Madero, frente a las torres Catalinas de IRSA. En un primer momento, se entendió que Mindlin estaba copiando el modelo elegido por Elsztain con IRSA. Es decir, comprar una empresa vacía que cotice en Bolsa (Pampa era un frigorífico que no operaba desde hacía 10 años) y empezar a capitalizarla con buenos negocios. De hecho, eso hizo Marcelo con Pampa. Pero no se deshizo del edificio.
Es más, sus socios y colaboradores salieron a decir que tenían presentado un proyecto para la construcción allí de un centro comercial. Elsztain sintió ese golpe y los nubarrones comenzaron a asomar en la relación entre ambos. Pero hoy Mindlin intenta ahuyentar ese fantasma que da vueltas desde entonces por el directorio de IRSA. "En un momento se dijo que haríamos un emprendimiento inmobiliario, es cierto. Pero la verdad es que no voy a salirme del sector eléctrico, así que no se hará nada inmobiliario en ese predio", aclara el titular de Pampa Holding.
Comienzos. En el Nacional Buenos Aires, Eduardo Elsztain tenía como compañera y amiga a la hermana de Marcelo Mindlin. Por ese motivo, cuando ambos se encontraron años después en la Bolsa "se conocían de vista". Eduardo tenía una pequeña oficina de operaciones bursátiles-inmobiliarias en el microcentro, y Marcelo, apasionado de las finanzas desde chico, tenía la costumbre de entrar al corredor de la Bolsa a empaparse un poco de ese mundillo que lo deslumbraba.
Mindlin era, visto desde afuera, un joven hiperactivo, simpático y con mucha facilidad para socializar con extraños. Elsztain, en cambio, tenía una imagen más reservada y distante. Pero como los opuestos se atraen, un día se juntaron a tomar un café. Dice la leyenda que cada uno pagaba el suyo, para que las cuentas claras preserven la incipiente amistad. Esa misma actitud fue la que mantuvieron a la hora de avanzar en la división accionaria, realizada con la prolijidad extrema que caracteriza a Elsztain a la hora de hacer negocios.
El día después. Pasados los años, y más allá de los temas que parecerían generar algo de fricción, Marcelo (44) y Eduardo (46) siguen manteniendo una relación fluida y discretamente amigable. Se hablan por teléfono con asiduidad para consultarse sobre negocios, actitud que refleja un respeto profesional mutuo. Mindlin incluso lo llama para ofrecerle oportunidades rentables en su fondo de inversiones, que han sido bienvenidas por lo menos dos veces por Elsztain. Y viceversa, según aclara Mindlin: "Cuando tengo oportunidades llamo a todos mis amigos, entre ellos a Eduardo".
En términos sociales, no se juntan a comer asados ni acuerdan almorzar juntos durante la semana. Eso no se da. Pero se invitan mutuamente a sus cumpleaños y a los festejos religiosos de ambas familias, que comparten la tradición judía. Nada más.
Basta ver sólo cómo se visten para entender que Mindlin es más cosmopolita, canchero y consumista que su ex socio. Elsztain viste siempre con trajes atemporales y con colores neutros, como lo hacía su abuelo Isaac, quien era uno de los mas importantes dueños de terrenos en Buenos Aires y se dedicaba a la actividad inmobiliaria. Y esta imagen es un reflejo de la manera en que cada uno encara y hace sus negocios.
De hecho, si bien ambos compartes la religión judía y la pasión por Boca Juniors, viven ambas cuestiones de modo diferente. Elsztain es ortodoxo en la práctica religiosa. Y Mindlin acude al templo sólo para los festejos, según señalan los que lo conocen. Con el fútbol la actitud se invierte. Marcelo cumple religiosamente con el club de sus amores. Y dicen que no descansará en paz hasta no hacer negocios ligados al fútbol. En cambio, Eduardo no necesariamente se desvive por un Boca-River.
La era de las commodities
El petróleo atravesó el viernes la barrera de 92 dólares el barril (West Texas Intermediate, Londres, US$ 92,22), y se aproxima a superar el récord histórico de 1979 si en las próximas dos semanas, como es previsible, atraviesa la frontera de los100 dólares por unidad.
Esta semana el índice de precios de los commodities en el mercado mundial (“The Economist all-items index”) superó los 330 puntos, y se acerca al récord histórico de los 350 (base enero 2000 = 100 puntos). El cobre, la soja, el trigo, el algodón, los alimentos para ganado, el cacao, el café, todos ellos experimentaron aumentos de un doble dígito en lo que va del año.
El dólar cayó el viernes a 1,4336 contra el euro, y atrás dejó el récord de principios de la semana: 1,4349 por cada divisa europea. El acelerado aumento del precio de los commodities tiene su razón de ser, según se afirma, en el “debilitamiento” del dólar estadounidense.
La divisa norteamericana se “debilita” en Estados Unidos como consecuencia del aumento extraordinario de la oferta de dólares que llega del mundo entero, y en primer lugar del Asia-Pacífico.
China se transformó en agosto de este año en el primer exportador mundial (111.400 millones de dólares), tras dejar atrás a Alemania, con 105.800 millones. Las exportaciones chinas aumentaron en un año 54,7% (agosto 2006: US$ 72.000 millones / agosto 2007: US$ 111.400 millones).
Pero lo más importante es que China este año se ha convertido en el principal exportador mundial de capitales. Su superávit de cuenta corriente rondará los 400.000 millones de dólares en 2007, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que representa 12% del Producto Bruto Interno (PBI).
Esta gigantesca masa de capitales se recicla primordialmente en el mercado norteamericano; y el resto se acumula como reservas en los bancos centrales. Sólo en lo que va del año, las reservas acumuladas por los países emergentes aumentaron 1.085 millones de dólares. El total de reservas en China, hasta el mes de mayo, ascendió a 1.340 millones de dólares.
Estados Unidos recibió el año pasado 70% del total del flujo de capitales del sistema financiero internacional. Más del 65% de los títulos (“treasuries”) del Tesoro norteamericano fueron comprados por los bancos centrales de los países asiáticos en 2006, en primer lugar China. Este porcentaje aumentó en los últimos dos meses, tras la crisis financiera internacional desatada en Estados Unidos como consecuencia de la caída de los valores del negocio inmobiliario y la industria de la construcción.
La forma de aversión al riesgo que encontraron los mercados financieros internacionales para enfrentar la crisis de confianza provocada por la caída del mercado inmobiliario norteamericano fue reinvertir en Estados Unidos. El dólar se “devalúa” frente al euro, la libra esterlina, el yen, pero no frente al yuan o la rupia india, que están atadas, en un régimen efectivo de paridad fija, con la divisa estadounidense. Por eso, la moneda norteamericana mantiene su paridad en Asia, y sólo se “debilita” en Occidente. El sistema mundial es una gigantesca área unificada del dólar, donde éste se “devalúa” en Occidente y se “aprecia” en Oriente. Este doble movimiento (devaluación/apreciación) revela, en el plano decisivo del mercado de capitales, el vector fundamental (sentido/significado) de la globalización.
El incremento del precio de los commodities es parte de un “superciclo” de carácter estructural. Lo que ocurre en el mundo es un histórico giro hacia Oriente del peso económico global. Allí están los principales consumidores de commodities, no en Estados Unidos ni en el resto de Occidente. También allí están los principales exportadores de bienes y capitales del mundo actual. Goldman Sachs estima que las economías BRIC (Brasil, Rusia, India y China) contribuyen ya el doble que los Estados Unidos al crecimiento del consumo global (medido en capacidad de compra doméstica).
El petróleo aumenta por el auge extraordinario de la demanda mundial; éste es un fenómeno asiático, con eje en China, y no de Estados Unidos o en los países de la OCDE. Estados Unidos, a la cabeza de la OCDE, consume hoy sólo 50% del petróleo por unidad de producto que utilizaba en la década del 70. Por eso, el alza del crudo no frena la economía norteamericana; el petróleo aumentó más del 70% en Estados Unidos desde enero de 2007, sin que esto haya frenado el crecimiento económico.
Es un nuevo cuadro de situación, un mundo nuevo. “Para pensar lo nuevo, hay que pensar de nuevo”, dice Heiddegger.
Esta semana el índice de precios de los commodities en el mercado mundial (“The Economist all-items index”) superó los 330 puntos, y se acerca al récord histórico de los 350 (base enero 2000 = 100 puntos). El cobre, la soja, el trigo, el algodón, los alimentos para ganado, el cacao, el café, todos ellos experimentaron aumentos de un doble dígito en lo que va del año.
El dólar cayó el viernes a 1,4336 contra el euro, y atrás dejó el récord de principios de la semana: 1,4349 por cada divisa europea. El acelerado aumento del precio de los commodities tiene su razón de ser, según se afirma, en el “debilitamiento” del dólar estadounidense.
La divisa norteamericana se “debilita” en Estados Unidos como consecuencia del aumento extraordinario de la oferta de dólares que llega del mundo entero, y en primer lugar del Asia-Pacífico.
China se transformó en agosto de este año en el primer exportador mundial (111.400 millones de dólares), tras dejar atrás a Alemania, con 105.800 millones. Las exportaciones chinas aumentaron en un año 54,7% (agosto 2006: US$ 72.000 millones / agosto 2007: US$ 111.400 millones).
Pero lo más importante es que China este año se ha convertido en el principal exportador mundial de capitales. Su superávit de cuenta corriente rondará los 400.000 millones de dólares en 2007, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que representa 12% del Producto Bruto Interno (PBI).
Esta gigantesca masa de capitales se recicla primordialmente en el mercado norteamericano; y el resto se acumula como reservas en los bancos centrales. Sólo en lo que va del año, las reservas acumuladas por los países emergentes aumentaron 1.085 millones de dólares. El total de reservas en China, hasta el mes de mayo, ascendió a 1.340 millones de dólares.
Estados Unidos recibió el año pasado 70% del total del flujo de capitales del sistema financiero internacional. Más del 65% de los títulos (“treasuries”) del Tesoro norteamericano fueron comprados por los bancos centrales de los países asiáticos en 2006, en primer lugar China. Este porcentaje aumentó en los últimos dos meses, tras la crisis financiera internacional desatada en Estados Unidos como consecuencia de la caída de los valores del negocio inmobiliario y la industria de la construcción.
La forma de aversión al riesgo que encontraron los mercados financieros internacionales para enfrentar la crisis de confianza provocada por la caída del mercado inmobiliario norteamericano fue reinvertir en Estados Unidos. El dólar se “devalúa” frente al euro, la libra esterlina, el yen, pero no frente al yuan o la rupia india, que están atadas, en un régimen efectivo de paridad fija, con la divisa estadounidense. Por eso, la moneda norteamericana mantiene su paridad en Asia, y sólo se “debilita” en Occidente. El sistema mundial es una gigantesca área unificada del dólar, donde éste se “devalúa” en Occidente y se “aprecia” en Oriente. Este doble movimiento (devaluación/apreciación) revela, en el plano decisivo del mercado de capitales, el vector fundamental (sentido/significado) de la globalización.
El incremento del precio de los commodities es parte de un “superciclo” de carácter estructural. Lo que ocurre en el mundo es un histórico giro hacia Oriente del peso económico global. Allí están los principales consumidores de commodities, no en Estados Unidos ni en el resto de Occidente. También allí están los principales exportadores de bienes y capitales del mundo actual. Goldman Sachs estima que las economías BRIC (Brasil, Rusia, India y China) contribuyen ya el doble que los Estados Unidos al crecimiento del consumo global (medido en capacidad de compra doméstica).
El petróleo aumenta por el auge extraordinario de la demanda mundial; éste es un fenómeno asiático, con eje en China, y no de Estados Unidos o en los países de la OCDE. Estados Unidos, a la cabeza de la OCDE, consume hoy sólo 50% del petróleo por unidad de producto que utilizaba en la década del 70. Por eso, el alza del crudo no frena la economía norteamericana; el petróleo aumentó más del 70% en Estados Unidos desde enero de 2007, sin que esto haya frenado el crecimiento económico.
Es un nuevo cuadro de situación, un mundo nuevo. “Para pensar lo nuevo, hay que pensar de nuevo”, dice Heiddegger.
De Nestor a Cristina, lo que viene y el pacto Social
Néstor Kirchner pudo gobernar agotando stocks. Cuando llegó al gobierno, el 25 de mayo de 2003, había exceso de capacidad instalada en energía (ahora no) y en el sector manufacturero (ahora muchísimo menos), y lo mismo podríamos decir en otorgarle el beneficio de la duda en el plano internacional.
Quien se haga cargo de la principal responsabilidad ejecutiva se encontrará con la necesidad de reponer stocks.
En la versión Gelbard, el Pacto Social no tiene nada que ver, ni desde la forma ni desde el contenido, con el Pacto de la Moncloa. Este último fue firmado en España, en 1977, por todos los partidos políticos que tenían representación parlamentaria, sin ingerencia corporativa, sea obrera o patronal. Y se concentró en limitaciones al gasto público, la emisión monetaria, etc.
Por el contario, el Pacto Social firmado en Argentina en 1973, fue celebrado entre la Confederación General económica (CGE), la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Poder Ejecutivo –al tope de cuyo equipo económico estaba José Ber Gelbard… líder de la CGE. En otros términos, fue un pacto corporativo, que ignoró las restricciones fiscal y monetaria, disponiendo congelamientos de precios, salarios, tipos de cambio, tarifas públicas y tasas de interés.
¿Quién va a defender los intereses de los ausentes en la mesa de negociaciones?
En el mejor de los casos, en la referida mesa estarán representados los asalariados que laboran en el sector formal de la economía, las empresas industriales y comerciales, las entidades financieras y quizás las agropecuarias. Dado que la esencia de la postura corporativa consiste en la defensa de los intereses de sus miembros, cabe plantear quién se va a ocupar de los restantes actores económicos.
Por ejemplo, los trabajadores informales. Aproximadamente la mitad de los ocupados laboran amparados en "la ley de la selva", y cuanto mayor es la protección del sector formal del mercado laboral, más aumenta la proporción de gente que no obtiene dichos beneficios. ¿Quién peleará por ellos en el Pacto Social?
Quien se haga cargo de la principal responsabilidad ejecutiva se encontrará con la necesidad de reponer stocks.
En la versión Gelbard, el Pacto Social no tiene nada que ver, ni desde la forma ni desde el contenido, con el Pacto de la Moncloa. Este último fue firmado en España, en 1977, por todos los partidos políticos que tenían representación parlamentaria, sin ingerencia corporativa, sea obrera o patronal. Y se concentró en limitaciones al gasto público, la emisión monetaria, etc.
Por el contario, el Pacto Social firmado en Argentina en 1973, fue celebrado entre la Confederación General económica (CGE), la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Poder Ejecutivo –al tope de cuyo equipo económico estaba José Ber Gelbard… líder de la CGE. En otros términos, fue un pacto corporativo, que ignoró las restricciones fiscal y monetaria, disponiendo congelamientos de precios, salarios, tipos de cambio, tarifas públicas y tasas de interés.
¿Quién va a defender los intereses de los ausentes en la mesa de negociaciones?
En el mejor de los casos, en la referida mesa estarán representados los asalariados que laboran en el sector formal de la economía, las empresas industriales y comerciales, las entidades financieras y quizás las agropecuarias. Dado que la esencia de la postura corporativa consiste en la defensa de los intereses de sus miembros, cabe plantear quién se va a ocupar de los restantes actores económicos.
Por ejemplo, los trabajadores informales. Aproximadamente la mitad de los ocupados laboran amparados en "la ley de la selva", y cuanto mayor es la protección del sector formal del mercado laboral, más aumenta la proporción de gente que no obtiene dichos beneficios. ¿Quién peleará por ellos en el Pacto Social?
Científicos británicos advierten sobre la ''militarización'' de los avances en medicina
Temen que se abuse del uso de sustancias que, por ejemplo, supriman el sentimiento de culpa de los soldados o les borre selectivamente la memoria mediante las drogas.
Por Gonzalo Vega Sfrasani
En un futuro no lejano, los militares que partan a la guerra, más que con armas irán cargados de medicamentos o sustancias biológicas que incrementarán su agresividad, su resistencia al miedo, al dolor y a la fatiga, o que, por ejemplo, podrían propagar graves enfermedades en el enemigo.
Esa es la teoría de algunos expertos que constatan el avance de la medicina que puede ser usada para mejorar la capacidad de combate de las tropas o aumentar el poder de destrucción sobre el adversario.
Durante la primera fase de la guerra en Irak, por ejemplo, efectivos norteamericanos fueron inyectados con un componente químico que les permitía operar en estado de alerta permanente, sin necesidad de dormir durante semanas.
Sin recuerdos
El próximo objetivo de la farmacología militar apunta a la eliminación de los recuerdos, asegura Steve Wright, profesor de la Escuela de Ética Global Aplicada, de la Universidad Metropolitana de Leeds (Gran Bretaña). Según Wright, "ya no es ciencia ficción pensar en tener en el campo de batalla personal militar al que se le ha suprimido el sentimiento de culpa mediante las drogas, y al que se ha protegido del estrés postraumático mediante un borrado selectivo de memoria".
Se estima que en una guerra regresan mentalmente traumatizados cinco veces más soldados que los que resultan heridos físicamente.
Para aumentar la capacidad de destrucción o aniquilamiento del enemigo, según un estudio del Centro de Investigación del Desarme de la Universidad de Bradford, varios laboratorios militares están experimentando con el uso de afrodisíacos y otras sustancias que causarían actitudes homosexuales en poblaciones gobernadas por grupos fundamentalistas religiosos que sancionan severamente la promiscuidad sexual.
También hay reportes de trabajos realizados con sustancias capaces de causar infertilidad y cáncer, lo que equivaldría a desencadenar un genocidio.
A mediados de 2005, dos académicos chinos, Guo Ji We y Xue Sen Yan, fueron más allá y revelaron la posibilidad de diseñar drogas como armas de destrucción étnica. Aseguraron estar trabajando en la creación de "un agente químico que, sobre la base de información genética de grupos étnicos o de individuos, nos permitirá atacar a enemigos clave sin hacerle daño al resto de la gente".
Estas armas en forma de gas pueden ser propagadas a través de dardos; de microbalas que al penetrar la piel liberen sustancias que, por ejemplo, ataquen la capacidad para aprender, memorizar o mantener el equilibrio, o de pequeños granos que liberan el agente químico cuando se los pisa.
"Ellas representan la nueva categoría de armas químicas antiterroristas, para ser usadas en situaciones donde los terroristas están mezclados con no terroristas, y donde los terroristas no están equipados con la protección necesaria", señala a "El Mercurio" Julian Robinson, del Centro de Investigación de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Sussex.
Asalto al Dubrovka
El toque de alarma lo desató el rescate de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú, en 2002.
En esa oportunidad, las fuerzas de seguridad rusas desparramaron por el sistema de ventilación un derivado de la droga fentanyl (una sustancia más poderosa que la morfina) con la intención de incapacitar a 50 terroristas chechenos que mantenían secuestradas a 800 personas. Pero el operativo no sólo costó la vida de todos los captores, sino que también la de 130 rehenes.
El rápido avance de las armas farmacológicas llevó recientemente a la Asociación Médica Británica (BMA) a urgir a sus miembros y a sus colegas del resto del mundo a "no cooperar ni participar" en lo que califica como una peligrosa "militarización" de la medicina, afirmando que opera en la frontera de lo que es legal.
Malcom Dando, profesor de Seguridad Internacional de la Universidad de Bradford, afirma a "El Mercurio" que "durante la Guerra Fría no se conocía tanto sobre el sistema nervioso como para que la búsqueda de nuevos agentes químicos no letales tuviera éxito. Lo preocupante ahora es que nuestro conocimiento ha crecido enormemente y podría ser posible encontrar esos agentes".
Por Gonzalo Vega Sfrasani
En un futuro no lejano, los militares que partan a la guerra, más que con armas irán cargados de medicamentos o sustancias biológicas que incrementarán su agresividad, su resistencia al miedo, al dolor y a la fatiga, o que, por ejemplo, podrían propagar graves enfermedades en el enemigo.
Esa es la teoría de algunos expertos que constatan el avance de la medicina que puede ser usada para mejorar la capacidad de combate de las tropas o aumentar el poder de destrucción sobre el adversario.
Durante la primera fase de la guerra en Irak, por ejemplo, efectivos norteamericanos fueron inyectados con un componente químico que les permitía operar en estado de alerta permanente, sin necesidad de dormir durante semanas.
Sin recuerdos
El próximo objetivo de la farmacología militar apunta a la eliminación de los recuerdos, asegura Steve Wright, profesor de la Escuela de Ética Global Aplicada, de la Universidad Metropolitana de Leeds (Gran Bretaña). Según Wright, "ya no es ciencia ficción pensar en tener en el campo de batalla personal militar al que se le ha suprimido el sentimiento de culpa mediante las drogas, y al que se ha protegido del estrés postraumático mediante un borrado selectivo de memoria".
Se estima que en una guerra regresan mentalmente traumatizados cinco veces más soldados que los que resultan heridos físicamente.
Para aumentar la capacidad de destrucción o aniquilamiento del enemigo, según un estudio del Centro de Investigación del Desarme de la Universidad de Bradford, varios laboratorios militares están experimentando con el uso de afrodisíacos y otras sustancias que causarían actitudes homosexuales en poblaciones gobernadas por grupos fundamentalistas religiosos que sancionan severamente la promiscuidad sexual.
También hay reportes de trabajos realizados con sustancias capaces de causar infertilidad y cáncer, lo que equivaldría a desencadenar un genocidio.
A mediados de 2005, dos académicos chinos, Guo Ji We y Xue Sen Yan, fueron más allá y revelaron la posibilidad de diseñar drogas como armas de destrucción étnica. Aseguraron estar trabajando en la creación de "un agente químico que, sobre la base de información genética de grupos étnicos o de individuos, nos permitirá atacar a enemigos clave sin hacerle daño al resto de la gente".
Estas armas en forma de gas pueden ser propagadas a través de dardos; de microbalas que al penetrar la piel liberen sustancias que, por ejemplo, ataquen la capacidad para aprender, memorizar o mantener el equilibrio, o de pequeños granos que liberan el agente químico cuando se los pisa.
"Ellas representan la nueva categoría de armas químicas antiterroristas, para ser usadas en situaciones donde los terroristas están mezclados con no terroristas, y donde los terroristas no están equipados con la protección necesaria", señala a "El Mercurio" Julian Robinson, del Centro de Investigación de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Sussex.
Asalto al Dubrovka
El toque de alarma lo desató el rescate de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú, en 2002.
En esa oportunidad, las fuerzas de seguridad rusas desparramaron por el sistema de ventilación un derivado de la droga fentanyl (una sustancia más poderosa que la morfina) con la intención de incapacitar a 50 terroristas chechenos que mantenían secuestradas a 800 personas. Pero el operativo no sólo costó la vida de todos los captores, sino que también la de 130 rehenes.
El rápido avance de las armas farmacológicas llevó recientemente a la Asociación Médica Británica (BMA) a urgir a sus miembros y a sus colegas del resto del mundo a "no cooperar ni participar" en lo que califica como una peligrosa "militarización" de la medicina, afirmando que opera en la frontera de lo que es legal.
Malcom Dando, profesor de Seguridad Internacional de la Universidad de Bradford, afirma a "El Mercurio" que "durante la Guerra Fría no se conocía tanto sobre el sistema nervioso como para que la búsqueda de nuevos agentes químicos no letales tuviera éxito. Lo preocupante ahora es que nuestro conocimiento ha crecido enormemente y podría ser posible encontrar esos agentes".
Científicos británicos advierten sobre la ''militarización'' de los avances en medicina
Temen que se abuse del uso de sustancias que, por ejemplo, supriman el sentimiento de culpa de los soldados o les borre selectivamente la memoria mediante las drogas.
Por Gonzalo Vega Sfrasani
En un futuro no lejano, los militares que partan a la guerra, más que con armas irán cargados de medicamentos o sustancias biológicas que incrementarán su agresividad, su resistencia al miedo, al dolor y a la fatiga, o que, por ejemplo, podrían propagar graves enfermedades en el enemigo.
Esa es la teoría de algunos expertos que constatan el avance de la medicina que puede ser usada para mejorar la capacidad de combate de las tropas o aumentar el poder de destrucción sobre el adversario.
Durante la primera fase de la guerra en Irak, por ejemplo, efectivos norteamericanos fueron inyectados con un componente químico que les permitía operar en estado de alerta permanente, sin necesidad de dormir durante semanas.
Sin recuerdos
El próximo objetivo de la farmacología militar apunta a la eliminación de los recuerdos, asegura Steve Wright, profesor de la Escuela de Ética Global Aplicada, de la Universidad Metropolitana de Leeds (Gran Bretaña). Según Wright, "ya no es ciencia ficción pensar en tener en el campo de batalla personal militar al que se le ha suprimido el sentimiento de culpa mediante las drogas, y al que se ha protegido del estrés postraumático mediante un borrado selectivo de memoria".
Se estima que en una guerra regresan mentalmente traumatizados cinco veces más soldados que los que resultan heridos físicamente.
Para aumentar la capacidad de destrucción o aniquilamiento del enemigo, según un estudio del Centro de Investigación del Desarme de la Universidad de Bradford, varios laboratorios militares están experimentando con el uso de afrodisíacos y otras sustancias que causarían actitudes homosexuales en poblaciones gobernadas por grupos fundamentalistas religiosos que sancionan severamente la promiscuidad sexual.
También hay reportes de trabajos realizados con sustancias capaces de causar infertilidad y cáncer, lo que equivaldría a desencadenar un genocidio.
A mediados de 2005, dos académicos chinos, Guo Ji We y Xue Sen Yan, fueron más allá y revelaron la posibilidad de diseñar drogas como armas de destrucción étnica. Aseguraron estar trabajando en la creación de "un agente químico que, sobre la base de información genética de grupos étnicos o de individuos, nos permitirá atacar a enemigos clave sin hacerle daño al resto de la gente".
Estas armas en forma de gas pueden ser propagadas a través de dardos; de microbalas que al penetrar la piel liberen sustancias que, por ejemplo, ataquen la capacidad para aprender, memorizar o mantener el equilibrio, o de pequeños granos que liberan el agente químico cuando se los pisa.
"Ellas representan la nueva categoría de armas químicas antiterroristas, para ser usadas en situaciones donde los terroristas están mezclados con no terroristas, y donde los terroristas no están equipados con la protección necesaria", señala a "El Mercurio" Julian Robinson, del Centro de Investigación de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Sussex.
Asalto al Dubrovka
El toque de alarma lo desató el rescate de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú, en 2002.
En esa oportunidad, las fuerzas de seguridad rusas desparramaron por el sistema de ventilación un derivado de la droga fentanyl (una sustancia más poderosa que la morfina) con la intención de incapacitar a 50 terroristas chechenos que mantenían secuestradas a 800 personas. Pero el operativo no sólo costó la vida de todos los captores, sino que también la de 130 rehenes.
El rápido avance de las armas farmacológicas llevó recientemente a la Asociación Médica Británica (BMA) a urgir a sus miembros y a sus colegas del resto del mundo a "no cooperar ni participar" en lo que califica como una peligrosa "militarización" de la medicina, afirmando que opera en la frontera de lo que es legal.
Malcom Dando, profesor de Seguridad Internacional de la Universidad de Bradford, afirma a "El Mercurio" que "durante la Guerra Fría no se conocía tanto sobre el sistema nervioso como para que la búsqueda de nuevos agentes químicos no letales tuviera éxito. Lo preocupante ahora es que nuestro conocimiento ha crecido enormemente y podría ser posible encontrar esos agentes".
Por Gonzalo Vega Sfrasani
En un futuro no lejano, los militares que partan a la guerra, más que con armas irán cargados de medicamentos o sustancias biológicas que incrementarán su agresividad, su resistencia al miedo, al dolor y a la fatiga, o que, por ejemplo, podrían propagar graves enfermedades en el enemigo.
Esa es la teoría de algunos expertos que constatan el avance de la medicina que puede ser usada para mejorar la capacidad de combate de las tropas o aumentar el poder de destrucción sobre el adversario.
Durante la primera fase de la guerra en Irak, por ejemplo, efectivos norteamericanos fueron inyectados con un componente químico que les permitía operar en estado de alerta permanente, sin necesidad de dormir durante semanas.
Sin recuerdos
El próximo objetivo de la farmacología militar apunta a la eliminación de los recuerdos, asegura Steve Wright, profesor de la Escuela de Ética Global Aplicada, de la Universidad Metropolitana de Leeds (Gran Bretaña). Según Wright, "ya no es ciencia ficción pensar en tener en el campo de batalla personal militar al que se le ha suprimido el sentimiento de culpa mediante las drogas, y al que se ha protegido del estrés postraumático mediante un borrado selectivo de memoria".
Se estima que en una guerra regresan mentalmente traumatizados cinco veces más soldados que los que resultan heridos físicamente.
Para aumentar la capacidad de destrucción o aniquilamiento del enemigo, según un estudio del Centro de Investigación del Desarme de la Universidad de Bradford, varios laboratorios militares están experimentando con el uso de afrodisíacos y otras sustancias que causarían actitudes homosexuales en poblaciones gobernadas por grupos fundamentalistas religiosos que sancionan severamente la promiscuidad sexual.
También hay reportes de trabajos realizados con sustancias capaces de causar infertilidad y cáncer, lo que equivaldría a desencadenar un genocidio.
A mediados de 2005, dos académicos chinos, Guo Ji We y Xue Sen Yan, fueron más allá y revelaron la posibilidad de diseñar drogas como armas de destrucción étnica. Aseguraron estar trabajando en la creación de "un agente químico que, sobre la base de información genética de grupos étnicos o de individuos, nos permitirá atacar a enemigos clave sin hacerle daño al resto de la gente".
Estas armas en forma de gas pueden ser propagadas a través de dardos; de microbalas que al penetrar la piel liberen sustancias que, por ejemplo, ataquen la capacidad para aprender, memorizar o mantener el equilibrio, o de pequeños granos que liberan el agente químico cuando se los pisa.
"Ellas representan la nueva categoría de armas químicas antiterroristas, para ser usadas en situaciones donde los terroristas están mezclados con no terroristas, y donde los terroristas no están equipados con la protección necesaria", señala a "El Mercurio" Julian Robinson, del Centro de Investigación de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Sussex.
Asalto al Dubrovka
El toque de alarma lo desató el rescate de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú, en 2002.
En esa oportunidad, las fuerzas de seguridad rusas desparramaron por el sistema de ventilación un derivado de la droga fentanyl (una sustancia más poderosa que la morfina) con la intención de incapacitar a 50 terroristas chechenos que mantenían secuestradas a 800 personas. Pero el operativo no sólo costó la vida de todos los captores, sino que también la de 130 rehenes.
El rápido avance de las armas farmacológicas llevó recientemente a la Asociación Médica Británica (BMA) a urgir a sus miembros y a sus colegas del resto del mundo a "no cooperar ni participar" en lo que califica como una peligrosa "militarización" de la medicina, afirmando que opera en la frontera de lo que es legal.
Malcom Dando, profesor de Seguridad Internacional de la Universidad de Bradford, afirma a "El Mercurio" que "durante la Guerra Fría no se conocía tanto sobre el sistema nervioso como para que la búsqueda de nuevos agentes químicos no letales tuviera éxito. Lo preocupante ahora es que nuestro conocimiento ha crecido enormemente y podría ser posible encontrar esos agentes".
sábado, octubre 27, 2007
Amos Oz y los conflictos trágicos entre el bien y el bien
Inventor y protector de las palabras, con una obra vigorosa e inteligente. Así definió el profesor Leopoldo Sánchez al escritor israelí Amos Oz, ponente de lujo ayer en la Biblioteca del Milán de la Universidad de Oviedo.
Ante un público compuesto por estudiantes universitarios, profesores y simplemente curiosos con ganas de escuchar al Príncipe de Asturias de las Letras, Oz fue convincente y claro con la palabra como instrumento desde el primer minuto hasta el último de su intervención.
Empezó hablando de lo que hace, que es escribir, y de cómo se implica en dicha labor. Lo hizo empleando una comparación con un curioso cartero de su niñez, que siempre escribía mensajes en las sobres de los destinatarios de las cartas del tipo «usted es demasiado permisivo con sus hijos». «Yo llevo una carta de los muertos a los vivos», detalló Oz.
«Sólo después de muchos años descubrí que la curiosidad se sobrepone a la ira y pude escribir sobre mis padres como si fueran mis hijos», reconoció al repasar su duro tránsito hacia la madurez, un camino marcado por el suicidio de su madre cuando tenía doce años. Al mencionar su obra 'Una historia de amor y oscuridad' aprovechó para dar su particular visión sobre la literatura. «No hay una línea divisoria entre la ficción y la no ficción», sentenció con seguridad, la misma que utilizó para decir que tampoco hay una partición entre «la tragedia y la comedia», a las que definió como «dos ventanas para ver el jardín de nuestra vida».
Amos Oz fue más allá según el el tiempo de su intervención se agotaba y desveló su preferencia «por los conflictos trágicos entre el bien y el bien», contrapuesto al del bien y el mal por ser «demasiado simplista».
Sin ocultar su posición en ningún momento, el escritor indicó que «la mayoría de los judíos y palestinos saben que esa tierra se repartirá» y mencionó que una de las claves para la resolución del conflicto radica en los líderes de ambos bandos. «El problema es que a los políticos les falta coraje, la necesidad de líderes valientes es un factor clave». Una visión que reforzó con una concluyente metáfora: «El paciente está preparado para la cirugía y los doctores son unos cobardes». Durante la ronda de preguntas, Oz recalcó que «la traducción es el invento más importante de la civilización. Si no conoces otro idioma es difícil conocer el propio».
Ante un público compuesto por estudiantes universitarios, profesores y simplemente curiosos con ganas de escuchar al Príncipe de Asturias de las Letras, Oz fue convincente y claro con la palabra como instrumento desde el primer minuto hasta el último de su intervención.
Empezó hablando de lo que hace, que es escribir, y de cómo se implica en dicha labor. Lo hizo empleando una comparación con un curioso cartero de su niñez, que siempre escribía mensajes en las sobres de los destinatarios de las cartas del tipo «usted es demasiado permisivo con sus hijos». «Yo llevo una carta de los muertos a los vivos», detalló Oz.
«Sólo después de muchos años descubrí que la curiosidad se sobrepone a la ira y pude escribir sobre mis padres como si fueran mis hijos», reconoció al repasar su duro tránsito hacia la madurez, un camino marcado por el suicidio de su madre cuando tenía doce años. Al mencionar su obra 'Una historia de amor y oscuridad' aprovechó para dar su particular visión sobre la literatura. «No hay una línea divisoria entre la ficción y la no ficción», sentenció con seguridad, la misma que utilizó para decir que tampoco hay una partición entre «la tragedia y la comedia», a las que definió como «dos ventanas para ver el jardín de nuestra vida».
Amos Oz fue más allá según el el tiempo de su intervención se agotaba y desveló su preferencia «por los conflictos trágicos entre el bien y el bien», contrapuesto al del bien y el mal por ser «demasiado simplista».
Sin ocultar su posición en ningún momento, el escritor indicó que «la mayoría de los judíos y palestinos saben que esa tierra se repartirá» y mencionó que una de las claves para la resolución del conflicto radica en los líderes de ambos bandos. «El problema es que a los políticos les falta coraje, la necesidad de líderes valientes es un factor clave». Una visión que reforzó con una concluyente metáfora: «El paciente está preparado para la cirugía y los doctores son unos cobardes». Durante la ronda de preguntas, Oz recalcó que «la traducción es el invento más importante de la civilización. Si no conoces otro idioma es difícil conocer el propio».
Amos Oz y los conflictos trágicos entre el bien y el bien
Inventor y protector de las palabras, con una obra vigorosa e inteligente. Así definió el profesor Leopoldo Sánchez al escritor israelí Amos Oz, ponente de lujo ayer en la Biblioteca del Milán de la Universidad de Oviedo.
Ante un público compuesto por estudiantes universitarios, profesores y simplemente curiosos con ganas de escuchar al Príncipe de Asturias de las Letras, Oz fue convincente y claro con la palabra como instrumento desde el primer minuto hasta el último de su intervención.
Empezó hablando de lo que hace, que es escribir, y de cómo se implica en dicha labor. Lo hizo empleando una comparación con un curioso cartero de su niñez, que siempre escribía mensajes en las sobres de los destinatarios de las cartas del tipo «usted es demasiado permisivo con sus hijos». «Yo llevo una carta de los muertos a los vivos», detalló Oz.
«Sólo después de muchos años descubrí que la curiosidad se sobrepone a la ira y pude escribir sobre mis padres como si fueran mis hijos», reconoció al repasar su duro tránsito hacia la madurez, un camino marcado por el suicidio de su madre cuando tenía doce años. Al mencionar su obra 'Una historia de amor y oscuridad' aprovechó para dar su particular visión sobre la literatura. «No hay una línea divisoria entre la ficción y la no ficción», sentenció con seguridad, la misma que utilizó para decir que tampoco hay una partición entre «la tragedia y la comedia», a las que definió como «dos ventanas para ver el jardín de nuestra vida».
Amos Oz fue más allá según el el tiempo de su intervención se agotaba y desveló su preferencia «por los conflictos trágicos entre el bien y el bien», contrapuesto al del bien y el mal por ser «demasiado simplista».
Sin ocultar su posición en ningún momento, el escritor indicó que «la mayoría de los judíos y palestinos saben que esa tierra se repartirá» y mencionó que una de las claves para la resolución del conflicto radica en los líderes de ambos bandos. «El problema es que a los políticos les falta coraje, la necesidad de líderes valientes es un factor clave». Una visión que reforzó con una concluyente metáfora: «El paciente está preparado para la cirugía y los doctores son unos cobardes». Durante la ronda de preguntas, Oz recalcó que «la traducción es el invento más importante de la civilización. Si no conoces otro idioma es difícil conocer el propio».
Ante un público compuesto por estudiantes universitarios, profesores y simplemente curiosos con ganas de escuchar al Príncipe de Asturias de las Letras, Oz fue convincente y claro con la palabra como instrumento desde el primer minuto hasta el último de su intervención.
Empezó hablando de lo que hace, que es escribir, y de cómo se implica en dicha labor. Lo hizo empleando una comparación con un curioso cartero de su niñez, que siempre escribía mensajes en las sobres de los destinatarios de las cartas del tipo «usted es demasiado permisivo con sus hijos». «Yo llevo una carta de los muertos a los vivos», detalló Oz.
«Sólo después de muchos años descubrí que la curiosidad se sobrepone a la ira y pude escribir sobre mis padres como si fueran mis hijos», reconoció al repasar su duro tránsito hacia la madurez, un camino marcado por el suicidio de su madre cuando tenía doce años. Al mencionar su obra 'Una historia de amor y oscuridad' aprovechó para dar su particular visión sobre la literatura. «No hay una línea divisoria entre la ficción y la no ficción», sentenció con seguridad, la misma que utilizó para decir que tampoco hay una partición entre «la tragedia y la comedia», a las que definió como «dos ventanas para ver el jardín de nuestra vida».
Amos Oz fue más allá según el el tiempo de su intervención se agotaba y desveló su preferencia «por los conflictos trágicos entre el bien y el bien», contrapuesto al del bien y el mal por ser «demasiado simplista».
Sin ocultar su posición en ningún momento, el escritor indicó que «la mayoría de los judíos y palestinos saben que esa tierra se repartirá» y mencionó que una de las claves para la resolución del conflicto radica en los líderes de ambos bandos. «El problema es que a los políticos les falta coraje, la necesidad de líderes valientes es un factor clave». Una visión que reforzó con una concluyente metáfora: «El paciente está preparado para la cirugía y los doctores son unos cobardes». Durante la ronda de preguntas, Oz recalcó que «la traducción es el invento más importante de la civilización. Si no conoces otro idioma es difícil conocer el propio».
Sombreros "altos de forma"
Por Umberto Eco
Acabo de regresar de Berlín, donde se realizó un encuentro (en realidad, la celebración de los primeros diez años de vida) del Fondo Alemán de Traductores (Deutscher Ubersetzerfonds), una organización que patrocina, asiste y defiende la labor de los traductores, además de promover encuentros y reuniones de alto nivel cultural, como éste al que he asistido. La importancia que dan los alemanes a esta organización se puso de relieve con la presencia del presidente de la República.
El hecho de que desde hace décadas se presta atención al fenómeno de la traducción se hace evidente a partir del nacimiento de centros universitarios y revistas dedicados a su estudio. Los motivos son muchos, pero el primordial es que, aunque se puede prever que algún día todos hablaremos solamente inglés, de hecho hoy diversas lenguas se ven obligadas a confrontarse, y basta pensar en el número de intérpretes simultáneos que se necesitan en las reuniones del Parlamento Europeo o en el hecho de que muchos ciudadanos estadounidenses son ahora bilingües, con caracterizaciones de diversa clase de español.
Una de las luchas de los traductores ha sido, desde hace años, la de hacer constar su nombre en la portada (no como coautor, pero, al menos, como mediador fundamental) y que no aparezca relegado en cuerpo pequeño en la página de créditos editoriales que ahora llamamos impropiamente colofón. Debo decir que es una batalla ganada, al menos en el caso de los principales sellos editoriales, pero el otro día alguien se lamentaba porque esa costumbre se ha generalizado en el caso de las traducciones literarias, pero no en las traducciones ensayísticas, como si traducir un ensayo filosófico no fuera más esforzado que traducir una novela de amor. Me parece que también en el caso del ensayo ha crecido el respeto por el traductor, pero si alguien se lamenta quiere decir que aún existen faltas de respeto.
A muchos les podrá parecer inverosímil, pero les aseguro que la absoluta mayoría de los lectores, aunque estén leyendo un libro de un extranjero, no se dan cuenta de que está traducido. Se trata de un fenómeno psicológico bastante complejo, pero me ocurrió, al encontrarme en un país extranjero en el que se había traducido un libro mío, que se me acercaban personas que me hablaban en su propia lengua y que quedaban atónitas por que yo no las entendía. Se quedaban atónitas porque me habían leído en esa lengua y por lo tanto creían que era yo el que hablaba de ese modo.
Es duro y paradójico el esfuerzo del traductor, que debe hacer lo máximo para volverse invisible, como si estableciera un diálogo directo entre los lectores y los autores originales, y que sin embargo querría (con justicia) que esa invisibilidad fuera premiada con una cierta visibilidad. No obstante, el éxito del traductor es precisamente el logro de la invisibilidad: sólo en los libros mal traducidos se advierte que en la lengua de llegada hay forzamientos, giros y expresiones fatigosas, cuando no directamente inverosímiles. El lector ingenuo encuentra ese libro difícil de leer y el lector advertido, en cambio, sospecha inmediatamente algún error de traducción, y a partir de ese error es capaz de adivinar lo que decía en el texto original.
Recientemente, en un ensayo que no nombraré (traducido del francés), leí que un fulano llevaba un sombrero alto di forma (alto de forma). En italiano, esta expresión, además de ser insólita, no dice nada: ¿qué es un sombrero alto di forma? ¿Un cono como el del mago Merlín, un turbante de un eunuco del serrallo, un chambergo al estilo del capitán Fracassa, con penacho incorporado? En realidad, en francés, un sombrero haut-de-forme es un sombrero de copa. Como un sombrero alto di forma no quiere decir nada en italiano, el traductor debería haber albergado alguna sospecha, y le hubiera bastado abrir un diccionario (por ejemplo, en el mío, Boch Zanichelli, haut-de-forme tiene una entrada propia). ¿Por qué no lo hizo (y he advertido en el mismo libro otras amenidades por el estilo)? Porque estaba apurado, o porque era el profesor deshonesto de siempre que había hecho trabajar gratis al estudiante más estúpido (estúpido porque traduce mal y estúpido porque se deja explotar). Y he aquí otro tema central en cada encuentro de traductores: el pago.
Hay países en los que el traductor recibe un porcentaje de los derechos (y, por lo tanto, está personalmente interesado en el éxito del libro) o, en todo caso, recibe un pago que le permite dedicarle dos o tres años a una traducción. Y hay otros países en los que el pago es miserable y el traductor debe traducir varios libros al año y, por lo tanto, es obvio que lo hará a los apurones. Muchas veces, como el pago es escaso, se les da el trabajo a personas que lo hacen para pasar un período difícil. Por haber trabajado en editoriales durante muchos años, sé que suelen proponerse como traductoras muchísimas señoras recientemente divorciadas. Pero sobresalen de la multitud los traductores por amor, que harían el trabajo aunque fuera gratis. Porque también los hay. Pero sería mucho pretender que para ser bueno en un oficio haya que contar con una familia rica.
(Traducción de Mirta Rosenberg)
La Nación
Acabo de regresar de Berlín, donde se realizó un encuentro (en realidad, la celebración de los primeros diez años de vida) del Fondo Alemán de Traductores (Deutscher Ubersetzerfonds), una organización que patrocina, asiste y defiende la labor de los traductores, además de promover encuentros y reuniones de alto nivel cultural, como éste al que he asistido. La importancia que dan los alemanes a esta organización se puso de relieve con la presencia del presidente de la República.
El hecho de que desde hace décadas se presta atención al fenómeno de la traducción se hace evidente a partir del nacimiento de centros universitarios y revistas dedicados a su estudio. Los motivos son muchos, pero el primordial es que, aunque se puede prever que algún día todos hablaremos solamente inglés, de hecho hoy diversas lenguas se ven obligadas a confrontarse, y basta pensar en el número de intérpretes simultáneos que se necesitan en las reuniones del Parlamento Europeo o en el hecho de que muchos ciudadanos estadounidenses son ahora bilingües, con caracterizaciones de diversa clase de español.
Una de las luchas de los traductores ha sido, desde hace años, la de hacer constar su nombre en la portada (no como coautor, pero, al menos, como mediador fundamental) y que no aparezca relegado en cuerpo pequeño en la página de créditos editoriales que ahora llamamos impropiamente colofón. Debo decir que es una batalla ganada, al menos en el caso de los principales sellos editoriales, pero el otro día alguien se lamentaba porque esa costumbre se ha generalizado en el caso de las traducciones literarias, pero no en las traducciones ensayísticas, como si traducir un ensayo filosófico no fuera más esforzado que traducir una novela de amor. Me parece que también en el caso del ensayo ha crecido el respeto por el traductor, pero si alguien se lamenta quiere decir que aún existen faltas de respeto.
A muchos les podrá parecer inverosímil, pero les aseguro que la absoluta mayoría de los lectores, aunque estén leyendo un libro de un extranjero, no se dan cuenta de que está traducido. Se trata de un fenómeno psicológico bastante complejo, pero me ocurrió, al encontrarme en un país extranjero en el que se había traducido un libro mío, que se me acercaban personas que me hablaban en su propia lengua y que quedaban atónitas por que yo no las entendía. Se quedaban atónitas porque me habían leído en esa lengua y por lo tanto creían que era yo el que hablaba de ese modo.
Es duro y paradójico el esfuerzo del traductor, que debe hacer lo máximo para volverse invisible, como si estableciera un diálogo directo entre los lectores y los autores originales, y que sin embargo querría (con justicia) que esa invisibilidad fuera premiada con una cierta visibilidad. No obstante, el éxito del traductor es precisamente el logro de la invisibilidad: sólo en los libros mal traducidos se advierte que en la lengua de llegada hay forzamientos, giros y expresiones fatigosas, cuando no directamente inverosímiles. El lector ingenuo encuentra ese libro difícil de leer y el lector advertido, en cambio, sospecha inmediatamente algún error de traducción, y a partir de ese error es capaz de adivinar lo que decía en el texto original.
Recientemente, en un ensayo que no nombraré (traducido del francés), leí que un fulano llevaba un sombrero alto di forma (alto de forma). En italiano, esta expresión, además de ser insólita, no dice nada: ¿qué es un sombrero alto di forma? ¿Un cono como el del mago Merlín, un turbante de un eunuco del serrallo, un chambergo al estilo del capitán Fracassa, con penacho incorporado? En realidad, en francés, un sombrero haut-de-forme es un sombrero de copa. Como un sombrero alto di forma no quiere decir nada en italiano, el traductor debería haber albergado alguna sospecha, y le hubiera bastado abrir un diccionario (por ejemplo, en el mío, Boch Zanichelli, haut-de-forme tiene una entrada propia). ¿Por qué no lo hizo (y he advertido en el mismo libro otras amenidades por el estilo)? Porque estaba apurado, o porque era el profesor deshonesto de siempre que había hecho trabajar gratis al estudiante más estúpido (estúpido porque traduce mal y estúpido porque se deja explotar). Y he aquí otro tema central en cada encuentro de traductores: el pago.
Hay países en los que el traductor recibe un porcentaje de los derechos (y, por lo tanto, está personalmente interesado en el éxito del libro) o, en todo caso, recibe un pago que le permite dedicarle dos o tres años a una traducción. Y hay otros países en los que el pago es miserable y el traductor debe traducir varios libros al año y, por lo tanto, es obvio que lo hará a los apurones. Muchas veces, como el pago es escaso, se les da el trabajo a personas que lo hacen para pasar un período difícil. Por haber trabajado en editoriales durante muchos años, sé que suelen proponerse como traductoras muchísimas señoras recientemente divorciadas. Pero sobresalen de la multitud los traductores por amor, que harían el trabajo aunque fuera gratis. Porque también los hay. Pero sería mucho pretender que para ser bueno en un oficio haya que contar con una familia rica.
(Traducción de Mirta Rosenberg)
La Nación
Sombreros "altos de forma"
Por Umberto Eco
Acabo de regresar de Berlín, donde se realizó un encuentro (en realidad, la celebración de los primeros diez años de vida) del Fondo Alemán de Traductores (Deutscher Ubersetzerfonds), una organización que patrocina, asiste y defiende la labor de los traductores, además de promover encuentros y reuniones de alto nivel cultural, como éste al que he asistido. La importancia que dan los alemanes a esta organización se puso de relieve con la presencia del presidente de la República.
El hecho de que desde hace décadas se presta atención al fenómeno de la traducción se hace evidente a partir del nacimiento de centros universitarios y revistas dedicados a su estudio. Los motivos son muchos, pero el primordial es que, aunque se puede prever que algún día todos hablaremos solamente inglés, de hecho hoy diversas lenguas se ven obligadas a confrontarse, y basta pensar en el número de intérpretes simultáneos que se necesitan en las reuniones del Parlamento Europeo o en el hecho de que muchos ciudadanos estadounidenses son ahora bilingües, con caracterizaciones de diversa clase de español.
Una de las luchas de los traductores ha sido, desde hace años, la de hacer constar su nombre en la portada (no como coautor, pero, al menos, como mediador fundamental) y que no aparezca relegado en cuerpo pequeño en la página de créditos editoriales que ahora llamamos impropiamente colofón. Debo decir que es una batalla ganada, al menos en el caso de los principales sellos editoriales, pero el otro día alguien se lamentaba porque esa costumbre se ha generalizado en el caso de las traducciones literarias, pero no en las traducciones ensayísticas, como si traducir un ensayo filosófico no fuera más esforzado que traducir una novela de amor. Me parece que también en el caso del ensayo ha crecido el respeto por el traductor, pero si alguien se lamenta quiere decir que aún existen faltas de respeto.
A muchos les podrá parecer inverosímil, pero les aseguro que la absoluta mayoría de los lectores, aunque estén leyendo un libro de un extranjero, no se dan cuenta de que está traducido. Se trata de un fenómeno psicológico bastante complejo, pero me ocurrió, al encontrarme en un país extranjero en el que se había traducido un libro mío, que se me acercaban personas que me hablaban en su propia lengua y que quedaban atónitas por que yo no las entendía. Se quedaban atónitas porque me habían leído en esa lengua y por lo tanto creían que era yo el que hablaba de ese modo.
Es duro y paradójico el esfuerzo del traductor, que debe hacer lo máximo para volverse invisible, como si estableciera un diálogo directo entre los lectores y los autores originales, y que sin embargo querría (con justicia) que esa invisibilidad fuera premiada con una cierta visibilidad. No obstante, el éxito del traductor es precisamente el logro de la invisibilidad: sólo en los libros mal traducidos se advierte que en la lengua de llegada hay forzamientos, giros y expresiones fatigosas, cuando no directamente inverosímiles. El lector ingenuo encuentra ese libro difícil de leer y el lector advertido, en cambio, sospecha inmediatamente algún error de traducción, y a partir de ese error es capaz de adivinar lo que decía en el texto original.
Recientemente, en un ensayo que no nombraré (traducido del francés), leí que un fulano llevaba un sombrero alto di forma (alto de forma). En italiano, esta expresión, además de ser insólita, no dice nada: ¿qué es un sombrero alto di forma? ¿Un cono como el del mago Merlín, un turbante de un eunuco del serrallo, un chambergo al estilo del capitán Fracassa, con penacho incorporado? En realidad, en francés, un sombrero haut-de-forme es un sombrero de copa. Como un sombrero alto di forma no quiere decir nada en italiano, el traductor debería haber albergado alguna sospecha, y le hubiera bastado abrir un diccionario (por ejemplo, en el mío, Boch Zanichelli, haut-de-forme tiene una entrada propia). ¿Por qué no lo hizo (y he advertido en el mismo libro otras amenidades por el estilo)? Porque estaba apurado, o porque era el profesor deshonesto de siempre que había hecho trabajar gratis al estudiante más estúpido (estúpido porque traduce mal y estúpido porque se deja explotar). Y he aquí otro tema central en cada encuentro de traductores: el pago.
Hay países en los que el traductor recibe un porcentaje de los derechos (y, por lo tanto, está personalmente interesado en el éxito del libro) o, en todo caso, recibe un pago que le permite dedicarle dos o tres años a una traducción. Y hay otros países en los que el pago es miserable y el traductor debe traducir varios libros al año y, por lo tanto, es obvio que lo hará a los apurones. Muchas veces, como el pago es escaso, se les da el trabajo a personas que lo hacen para pasar un período difícil. Por haber trabajado en editoriales durante muchos años, sé que suelen proponerse como traductoras muchísimas señoras recientemente divorciadas. Pero sobresalen de la multitud los traductores por amor, que harían el trabajo aunque fuera gratis. Porque también los hay. Pero sería mucho pretender que para ser bueno en un oficio haya que contar con una familia rica.
(Traducción de Mirta Rosenberg)
La Nación
Acabo de regresar de Berlín, donde se realizó un encuentro (en realidad, la celebración de los primeros diez años de vida) del Fondo Alemán de Traductores (Deutscher Ubersetzerfonds), una organización que patrocina, asiste y defiende la labor de los traductores, además de promover encuentros y reuniones de alto nivel cultural, como éste al que he asistido. La importancia que dan los alemanes a esta organización se puso de relieve con la presencia del presidente de la República.
El hecho de que desde hace décadas se presta atención al fenómeno de la traducción se hace evidente a partir del nacimiento de centros universitarios y revistas dedicados a su estudio. Los motivos son muchos, pero el primordial es que, aunque se puede prever que algún día todos hablaremos solamente inglés, de hecho hoy diversas lenguas se ven obligadas a confrontarse, y basta pensar en el número de intérpretes simultáneos que se necesitan en las reuniones del Parlamento Europeo o en el hecho de que muchos ciudadanos estadounidenses son ahora bilingües, con caracterizaciones de diversa clase de español.
Una de las luchas de los traductores ha sido, desde hace años, la de hacer constar su nombre en la portada (no como coautor, pero, al menos, como mediador fundamental) y que no aparezca relegado en cuerpo pequeño en la página de créditos editoriales que ahora llamamos impropiamente colofón. Debo decir que es una batalla ganada, al menos en el caso de los principales sellos editoriales, pero el otro día alguien se lamentaba porque esa costumbre se ha generalizado en el caso de las traducciones literarias, pero no en las traducciones ensayísticas, como si traducir un ensayo filosófico no fuera más esforzado que traducir una novela de amor. Me parece que también en el caso del ensayo ha crecido el respeto por el traductor, pero si alguien se lamenta quiere decir que aún existen faltas de respeto.
A muchos les podrá parecer inverosímil, pero les aseguro que la absoluta mayoría de los lectores, aunque estén leyendo un libro de un extranjero, no se dan cuenta de que está traducido. Se trata de un fenómeno psicológico bastante complejo, pero me ocurrió, al encontrarme en un país extranjero en el que se había traducido un libro mío, que se me acercaban personas que me hablaban en su propia lengua y que quedaban atónitas por que yo no las entendía. Se quedaban atónitas porque me habían leído en esa lengua y por lo tanto creían que era yo el que hablaba de ese modo.
Es duro y paradójico el esfuerzo del traductor, que debe hacer lo máximo para volverse invisible, como si estableciera un diálogo directo entre los lectores y los autores originales, y que sin embargo querría (con justicia) que esa invisibilidad fuera premiada con una cierta visibilidad. No obstante, el éxito del traductor es precisamente el logro de la invisibilidad: sólo en los libros mal traducidos se advierte que en la lengua de llegada hay forzamientos, giros y expresiones fatigosas, cuando no directamente inverosímiles. El lector ingenuo encuentra ese libro difícil de leer y el lector advertido, en cambio, sospecha inmediatamente algún error de traducción, y a partir de ese error es capaz de adivinar lo que decía en el texto original.
Recientemente, en un ensayo que no nombraré (traducido del francés), leí que un fulano llevaba un sombrero alto di forma (alto de forma). En italiano, esta expresión, además de ser insólita, no dice nada: ¿qué es un sombrero alto di forma? ¿Un cono como el del mago Merlín, un turbante de un eunuco del serrallo, un chambergo al estilo del capitán Fracassa, con penacho incorporado? En realidad, en francés, un sombrero haut-de-forme es un sombrero de copa. Como un sombrero alto di forma no quiere decir nada en italiano, el traductor debería haber albergado alguna sospecha, y le hubiera bastado abrir un diccionario (por ejemplo, en el mío, Boch Zanichelli, haut-de-forme tiene una entrada propia). ¿Por qué no lo hizo (y he advertido en el mismo libro otras amenidades por el estilo)? Porque estaba apurado, o porque era el profesor deshonesto de siempre que había hecho trabajar gratis al estudiante más estúpido (estúpido porque traduce mal y estúpido porque se deja explotar). Y he aquí otro tema central en cada encuentro de traductores: el pago.
Hay países en los que el traductor recibe un porcentaje de los derechos (y, por lo tanto, está personalmente interesado en el éxito del libro) o, en todo caso, recibe un pago que le permite dedicarle dos o tres años a una traducción. Y hay otros países en los que el pago es miserable y el traductor debe traducir varios libros al año y, por lo tanto, es obvio que lo hará a los apurones. Muchas veces, como el pago es escaso, se les da el trabajo a personas que lo hacen para pasar un período difícil. Por haber trabajado en editoriales durante muchos años, sé que suelen proponerse como traductoras muchísimas señoras recientemente divorciadas. Pero sobresalen de la multitud los traductores por amor, que harían el trabajo aunque fuera gratis. Porque también los hay. Pero sería mucho pretender que para ser bueno en un oficio haya que contar con una familia rica.
(Traducción de Mirta Rosenberg)
La Nación
Facebook vale 15.000 millones de dólares
Microsoft adquirió 1.6% del capital accionario de la red social Facebook por 240 millones de dólares. De esta manera el valor del portal, que posee casi 50 millones de usuarios activos,solo en Gran Bretaña Facebook tiene 2.1 millones de usuarios, asciende a los 15.000 millones de dólares. Finalmente, la oferta de la empresa de Bill Gates venció las intenciones de Google, que también planeaba realizar ofertas para el sitio.
En los últimos meses Facebook ha acaparado casi tantos titulares como Apple.
El interés, primero de Yahoo y después de Google y Microsoft con hacerse con la propiedad de la red social disparó todo tipo de rumores y especulaciones sobre el futuro de la compañía.
Durante este tiempo Mark Zuckerberg, fundador de la compañía y con 23 años de edad, ha demostrado su capacidad para lidiar con los grandes y situar la independencia de su compañía como una de las condiciones clave para cualquier operación.
Finalmente este miércoles se desveló el misterio y Zuckerberg anunció una alianza a largo plazo con Microsoft.
¿Vale Facebook 15.000 millones?
Tras conocerse el valor pagado por Microsoft, los analistas se preguntan si realmente Facebook vale 15.000 millones de dólares.
Algunos creen que una estrategia adecuada puede convertir a esa red social en un nuevo Google. La realidad es que en poco tiempo Facebook se ha situado entre los 20 sitios más visitados de la red con 47 millones de fieles usuarios. Y eso que prácticamente no ha iniciado su expansión fuera de los EEUU.
La discusión se centra principalmente en sí esta red social será capaz de monetizar el tráfico que recibe consiguiendo ingresos multimillonarios como Google.
Rishard Tobaccowala, director de la división de medios del grupo publicitario Publicis, muestra su contrariedad cuando se compara a Facebook con Google,
“Facebook sólo tiene enormes grupos de personas comunicando sin expresar intereses específicos”, dijo el ejecutivo a la revista The Economist antes de hacerse pública la operación de Microsoft.
Para este es del todo absurdo comparar esta red social con el buscador.
Coinciden con Tobaccowala otros directivos del sector publicitario que reconocen la baja conversión de los anuncios en las redes sociales.
Una de las grandes ventajas de la publicidad de Google es que el buscador filtra la publicidad con los intereses del internauta mostrando siempre anuncios relacionados con la búsqueda o el contexto de la información que se está mostrando, explican.
Al contrario, otros creen que al ser un portal cada vez más atrayente para los usuarios es un destino perfecto para insertar publicidad dirigida a aquellos segmentos de la población que han abandonado los medios tradicionales como la prensa o la TV.
Sin embargo, los detractores del acuerdo insisten en que a pesar de contar con 47 millones de usuarios los ingresos esperados para el 2007 serán de solamente 100 millones de dólares, un ratio muy inferior al que consigue Google.
¿Oportunidad?
Algo en lo que coinciden es que el interés mostrado por Google, Yahoo! y Microsoft es lógico y que este último ha sabido aprovechar bien la oportunidad para hacerse con una posición importante en un mercado cada vez más emergente.
Ponen como ejemplo, el hecho de que aunque los tres grandes lanzaron en su momento servicios de video, fue una empresa independiente (Youtube) quien se hizo con los internautas. Algo parecido sucedió con el fenómeno MySpace. Tanto Yahoo como Google estaban ya presentes en ese mercado emergente y sin embargo los usuarios prefirieron el sitio que luego fue comprado por Fox.
“Estar presente y en condiciones excepcionales en las empresas lideres de los mercados emergentes es tremendamente importante. Algunos prefieren crear su propio servicio para luego comprar a la desesperada y a precios disparatados las empresas que ya se han posicionado. A la larga el coste para el comprador es muy elevado en todos los aspectos”, indica un inversor de capital semilla en empresas de reciente creación.
La inversión que ha realizado Microsoft establece un acuerdo por el cual será el partner exclusivo de la plataforma de publicidad de Facebook, y comenzará a vender publicidad en todo el mundo.
"Realizar esta inversión y ampliar esta sociedad permitirán a Microsoft y a Facebook aprovechar mejor las oportunidad en publicidad alrededor del mundo, y es un gran triunfo no sólo para nuestras compañías, sino también para los usuarios y socios publicistas", dijo Kevin Johnson, presidente de Platforms & Services Division de Microsoft.
Por otro lado, Facebook planea utilizar la mayor parte de la inversión para expandirse. Entre otras cosas, esperan aumentar para finales de 2008 su plantel a más de 700 empleados.
En los últimos meses Facebook ha acaparado casi tantos titulares como Apple.
El interés, primero de Yahoo y después de Google y Microsoft con hacerse con la propiedad de la red social disparó todo tipo de rumores y especulaciones sobre el futuro de la compañía.
Durante este tiempo Mark Zuckerberg, fundador de la compañía y con 23 años de edad, ha demostrado su capacidad para lidiar con los grandes y situar la independencia de su compañía como una de las condiciones clave para cualquier operación.
Finalmente este miércoles se desveló el misterio y Zuckerberg anunció una alianza a largo plazo con Microsoft.
¿Vale Facebook 15.000 millones?
Tras conocerse el valor pagado por Microsoft, los analistas se preguntan si realmente Facebook vale 15.000 millones de dólares.
Algunos creen que una estrategia adecuada puede convertir a esa red social en un nuevo Google. La realidad es que en poco tiempo Facebook se ha situado entre los 20 sitios más visitados de la red con 47 millones de fieles usuarios. Y eso que prácticamente no ha iniciado su expansión fuera de los EEUU.
La discusión se centra principalmente en sí esta red social será capaz de monetizar el tráfico que recibe consiguiendo ingresos multimillonarios como Google.
Rishard Tobaccowala, director de la división de medios del grupo publicitario Publicis, muestra su contrariedad cuando se compara a Facebook con Google,
“Facebook sólo tiene enormes grupos de personas comunicando sin expresar intereses específicos”, dijo el ejecutivo a la revista The Economist antes de hacerse pública la operación de Microsoft.
Para este es del todo absurdo comparar esta red social con el buscador.
Coinciden con Tobaccowala otros directivos del sector publicitario que reconocen la baja conversión de los anuncios en las redes sociales.
Una de las grandes ventajas de la publicidad de Google es que el buscador filtra la publicidad con los intereses del internauta mostrando siempre anuncios relacionados con la búsqueda o el contexto de la información que se está mostrando, explican.
Al contrario, otros creen que al ser un portal cada vez más atrayente para los usuarios es un destino perfecto para insertar publicidad dirigida a aquellos segmentos de la población que han abandonado los medios tradicionales como la prensa o la TV.
Sin embargo, los detractores del acuerdo insisten en que a pesar de contar con 47 millones de usuarios los ingresos esperados para el 2007 serán de solamente 100 millones de dólares, un ratio muy inferior al que consigue Google.
¿Oportunidad?
Algo en lo que coinciden es que el interés mostrado por Google, Yahoo! y Microsoft es lógico y que este último ha sabido aprovechar bien la oportunidad para hacerse con una posición importante en un mercado cada vez más emergente.
Ponen como ejemplo, el hecho de que aunque los tres grandes lanzaron en su momento servicios de video, fue una empresa independiente (Youtube) quien se hizo con los internautas. Algo parecido sucedió con el fenómeno MySpace. Tanto Yahoo como Google estaban ya presentes en ese mercado emergente y sin embargo los usuarios prefirieron el sitio que luego fue comprado por Fox.
“Estar presente y en condiciones excepcionales en las empresas lideres de los mercados emergentes es tremendamente importante. Algunos prefieren crear su propio servicio para luego comprar a la desesperada y a precios disparatados las empresas que ya se han posicionado. A la larga el coste para el comprador es muy elevado en todos los aspectos”, indica un inversor de capital semilla en empresas de reciente creación.
La inversión que ha realizado Microsoft establece un acuerdo por el cual será el partner exclusivo de la plataforma de publicidad de Facebook, y comenzará a vender publicidad en todo el mundo.
"Realizar esta inversión y ampliar esta sociedad permitirán a Microsoft y a Facebook aprovechar mejor las oportunidad en publicidad alrededor del mundo, y es un gran triunfo no sólo para nuestras compañías, sino también para los usuarios y socios publicistas", dijo Kevin Johnson, presidente de Platforms & Services Division de Microsoft.
Por otro lado, Facebook planea utilizar la mayor parte de la inversión para expandirse. Entre otras cosas, esperan aumentar para finales de 2008 su plantel a más de 700 empleados.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)