La rápida reacción de los gobiernos centrales, en especial de Estados Unidos, parece haberse limitado a acotar el desastre financiero, emitiendo una enorme cantidad de dólares. Esto se debe a que el diagnóstico predominante se focalizó en fallas de regulación y no en cuestiones estructurales. Parece claro que la estrategia general es la de generar cambios mínimos en todos los niveles.
En mayo de 2009, la utilización de la capacidad instalada en la industria norteamericana fue del 65 por ciento, lo que significa que podrían incrementar un 50 por ciento más la producción industrial actual.
A pesar de que se ha reducido levemente el número de despidos, el último mes se perdieron 460 mil puestos más en Estados Unidos. Todo indica que el desempleo superará el 10 por ciento de la población hacia fin de año, lo que agrega un dato económico y político de importancia. La contracción del producto norteamericano en el primer trimestre de 2009 con relación al año anterior ha sido del 5,7 por ciento, y la “flexibilidad” de su mercado laboral, tan ponderada por el pensamiento ortodoxo, está contribuyendo a que se siga hundiendo. Este cuadro económico afectará negativamente los salarios e incrementará las presiones proteccionistas en el país.
La tendencia al proteccionismo parece imparable. Al buy american, que reapareció hace unos meses en la legislación norteamericana, se sumaron, en el reciente paquete de medidas ambientales de los Estados Unidos, restricciones comerciales a los países que no respeten el medio ambiente de acuerdo con los estándares fijados por el Congreso de EE.UU.
Dos jugadores de primer nivel de las exportaciones industriales están sufriendo contracciones: Alemania caerá este año cerca del 5 por ciento y Japón, un 5,8 por ciento, afectados por la caída de sus ventas externas.
Otros “exitosos” recientes sufren el mismo problema: las exportaciones de la India cayeron en el primer trimestre cerca del 20 por ciento. Se estima que un millón de trabajadores indios del sector exportador han sido despedidos desde el comienzo de la crisis en EE.UU. En Corea del Sur, las exportaciones cayeron en los primeros meses del año cerca del 30 por ciento, lo que podría implicar la destrucción de 200 mil empleos en 2009. Las ventas externas de Taiwan se derrumbaron un 40 por ciento en 2009, comparadas con el año anterior. Otros países de la región asiática están pasando por procesos similares.
China apuesta al mercado interno y en típica clave keynesiana, el gobierno chino está gastando en infraestructura de comunicaciones y transporte, seguridad social, sistema sanitario y proyectos de desarrollo rural.
En el día a día los medios según su línea editorial nos hablan del final de la crisis, mas cerca o mas lejos, según el color la camiseta de la empresa y al compás de los ups and down de las bolsas.
En el terreno del empleo, los ingresos y la producción, la crisis continúa y no se ve aún un punto de inflexión.
Se hn dado respuestas módicas quizás porque la creencia sigue siendo que todo el problema consisite en la falta de regulación lo loaxo de la misma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario