Por: Octavio Islas
Previo al formidable boom de Internet y de las comunicaciones digitales extendidas, dos grandes paradigmas del pensamiento administrativo influían decisivamente en la gestión empresarial: la dirección por objetivos y el desarrollo organizativo. En ambos paradigmas la comunicación era considerada asunto periférico. La expresividad de las organizaciones y la positiva visibilidad de las marcas básicamente dependían de la publicidad y las relaciones públicas.
En 1981, Thomas Peters y Robert Waterman publicaron En búsqueda de la excelencia, obra que admite ser considerada auténtico parteaguas en el desarrollo del pensamiento administrativo. Los autores analizaron 62 de las más importantes empresas de los Estados Unidos, partiendo de la hipótesis de que el organigrama de las empresas no incide en su éxito empresarial. Peters y Waterman lograron aislar un conjunto de valores intangibles que consideraron factores determinantes de la excelencia. Entre esos valores destacan algunas de las principales áreas de intervención de todo programa de comunicación estratégica, como la identidad y la cultura organizacional. Los hallazgos de Peters y Waterman contribuyeron a ratificar la importancia de la comunicación estratégica en la gestión empresarial, que de acuerdo con el destacado investigador español Justo Villafañe:
La gestión empresarial no es un valor absoluto en sí mismo, sino que está poderosamente influida por valores sociales y culturales; que los directivos son, además de gestores, fabricantes de significados y de símbolos y que el mito y los rituales deben ser introducidos en el management porque sus productos y/o servicios deben poseer significados (Villafañe, 2000).
La relevancia de la comunicación estratégica en la nueva gestión empresarial no está en duda, aún cuando muchas empresas mantengan una visión eminentemente inmediatista en lo relativo a su expresividad institucional. Respecto a la importancia de la comunicación, el destacado comunicólogo español Joan Costa (1999) inclusive sostiene que ésta representa la principal actividad de la empresa, considerándola, además, fundamento de un nuevo paradigma en la gestión empresarial.
En nuestros nuevos tiempos modernos, la complejidad del entorno expresivo y representacional de marcas y organizaciones parece haber desbordado las capacidades persuasivas de la mayoría de las agencias de publicidad. En los años recientes, la retórica publicitaria ha perdido una buena parte de su efectividad persuasiva. Al exagerar sistemáticamente de supuestas cualidades y atributos en todo tipo de bienes y servicios, la publicidad consiguió ventas instantáneas pero su discurso perdió significado y valor. La credibilidad informativa del discurso publicitario está muy devaluada. El consumidor aprendió a desconfiar de la publicidad y el cliente empezó a objetar el supuesto don de infalibilidad que tanto suelen pregonar algunas agencias de publicidad.
Monopolio en decadencia
En los años recientes, las agencias de publicidad han perdido el monopolio que antes ejercían en el diseño y desarrollo de las estrategias comunicativas de los anunciantes. El prestigio y la reputación de cualquier marca u organización hoy dependen menos del esfuerzo publicitario y más del enfoque integral que supone la comunicación estratégica. La campaña publicitaria hoy debe subordinarse al programa integral de comunicación estratégica. Frente a la visión inmediatista de la agencia de publicidad, cuya eficacia persuasiva básicamente repara en el impacto sobre potenciales consumidores, la comunicación estratégica reivindica la necesidad de recuperar la confianza del mayor número posible de públicos, afirmando que el valor de la acción-comunicación (Costa, 1999) debe estar sustentado en la congruencia de las acciones comunicativas. De acuerdo con Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003), toda reputación positiva suele estar asociada a cinco atributos empresariales: visibilidad, diferenciación, autenticidad, transparencia y fortaleza.
En años recientes, ante el evidente desgaste persuasivo de la publicidad, celebridades como Al Ries han pretendido reivindicar la importancia de las relaciones públicas. Las tesis contenidas en el libro The Fall of Advertising and the Rise of PR, que Al Ries escribió con su hija Laura, le distanciaron de Jack Trout, su antiguo socio y amigo, quien como respuesta a Ries publicó el ensayo En defensa de la publicidad en la revista Advertising Age.
A pesar de las cualidades que Ries destaca en las relaciones públicas, la imagen social de las relaciones públicas sigue siendo objeto de amplios cuestionamientos. En algunos países se les considera actividad trivial, que a menudo se asocia con expresiones frívolas y poco relevantes para la efectiva generación de valor para la organización.
Situación en algunos países
Algunos profesionales de las relaciones públicas afirman, no sin cierta ironía, que en México las relaciones públicas son una profesión que admite ser considerada como surrealista, pues en primer lugar es indispensable explicar qué no son las relaciones públicas para enseguida proceder a definirlas. A ello contribuyen los anuncios clasificados que todos los días publican los diarios, por ejemplo, en los cuales son solicitados los servicios de bellas jovencitas para “realizar actividades de relaciones públicas”. En el mejor de los casos, el empleador en realidad demanda personal para el área de ventas o telemercadeo.
En cambio -quizá por razones históricas-, la reputación del profesional de las relaciones públicas es muy diferente en los Estados Unidos y Francia. De acuerdo con el destacado publirrelacionista mexicano Carlos Bonilla, es posible considerar al estadounidense Ivy Ledbeter Lee como el primer consejero en relaciones públicas de los tiempos modernos. A Ledbeter Lee se atribuye haber transformado la imagen del acaudalado industrial estadounidense John D. Rockefeller. En la década de 1930, en algunas universidades de los Estados Unidos ya eran impartidos cursos de relaciones públicas. En 1946, un conferencista estadounidense introdujo a Francia el concepto de relaciones públicas.
En 1950 fue fundada la primera asociación francesa de especialistas en relaciones públicas: La Maison de Verre. También en la mayoría de los centros educativos de Brasil, los profesionales de las relaciones públicas han ganado el respeto de la academia, los investigadores y el mercado profesional. La doctora Margarida M. Krohling Kunsch, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC), ha contribuido a la profesionalización de las relaciones públicas en Brasil.
En España, por ejemplo, el destacado investigador Jordi Xifra refiere que en diciembre de 2002, la Asociación de Empresas Consultoras en Relaciones Públicas y Comunicación (ADECEC) realizó el estudio La comunicación y relaciones públicas en España. Una de las conclusiones que arrojó el referido estudio provocó enorme preocupación a los profesionales de las relaciones públicas:
“La ambigüedad de la mayoría de las definiciones de relaciones públicas dadas por los profesionales es tal, que podría aplicarse a cualquier otra disciplina comunicativa como, por ejemplo, la publicidad. Esto no hace más que corroborar que si algo caracteriza a las relaciones públicas a la hora de intentar definirlas, es el confucionismo existente acerca de lo que son (...) Ni desde el campo doctrinal ni desde el profesional nos ha llegado todavía una respuesta razonada. Lo cierto, sin embargo, es que nadie puede negar que el descrédito impera cuando formulamos al ciudadano de a pie qué entiende por relaciones públicas (si es que entiende algo). Incluso las consultoras que participaron en el estudio de ADECEC no solo consideran que el concepto de relaciones públicas está desprestigiado sino que además consideran que está integrado -o desintegrado, según como se mire- en el de comunicación (Xifra. 2003: XVII).
En años recientes, prestadores de nuevos servicios de comunicación han intentado abrir mercados profesionales emergentes, aprovechando las evidentes insuficiencias de las agencias de publicidad y el descrédito que todavía en muchos países enfrentan los profesionales de las relaciones públicas.
El cabildeo
El cabildeo, por ejemplo, se ha convertido en atractiva área de oportunidades. Los modernos cabilderos profesionales, afirma Jeffrey H. Birnbaun, ex corresponsal del Wall Street Journal y autor del libro The lobbyists, son “vendedores de privilegios”. En algunos países -México, por ejemplo-, los cabilderos no precisamente gozan de una positiva reputación. “Los cabilderos son despreciados, indignos de la confianza popular, porque generalmente representan intereses multimillonarios. Para cubrirse de su mala fama, algunos prefieren rescatar el anglicismo y hacerse llamar lobistas” (Scherer Ibarra, 2001:18).
Algunos gobiernos inclusive contratan los servicios de firmas especializadas en cabildeo. Para concretar la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México, por ejemplo, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), entonces presidente de México, contrató los servicios de las agencias Public Strategies, Burson Marsteller, y Shearman y Sterling, las cuales se encargaron de persuadir a aquellos legisladores del Partido Demócrata que no tenían interés alguno en aprobar el Tratado de Libre Comercio.
En México, por razones históricas muy profundas, la práctica del cabildeo admite una inevitable asociación con el fenómeno del influyentismo. En los tiempos de la presidencia imperial (1929-2000), el influyentismo fue uno de los signos distintivos de los gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual gobernó ininterrumpidamente en México de 1929 al 2000. Al amparo del influyentismo proliferaron la corrupción y el nepotismo. El influyentismo además degeneró en patrimonialismo. Frecuentemente, los funcionarios de dependencias gubernamentales dispusieron de los bienes públicos como si éstos fuesen de su propiedad. Por medio de complejas negociaciones que frecuentemente se realizaban al margen de lo establecido en la ley, los influyentes procuraban satisfacer las peticiones y favores que solicitaban sus protegidos. Todo cacique simultáneamente desempeñaba las funciones de gestor y negociador. Del eficiente desempeño del cacique y de sus estrechas relaciones con las autoridades, en buena medida dependía el efectivo incremento de sus cuotas de poder.
Marketing
El marketing político y el marketing electoral representan atractivos mercado de trabajo para profesionales de la comunicación, tal como refiere la destacada investigadora mexicana Guillermina Baena (1997). Más allá de la rigurosa planeación de acciones propagandísticas (Herreros, 1989), la dirección de campañas electorales demanda los conocimientos y habilidades de un nuevo perfil de comunicador, capaz de planear, negociar, administrar grandes presupuestos y gestionar fondos con posibles patrocinadores. La gestión estratégica de la comunicación social en gabinetes de comunicación también representa otra atractiva áreas de oportunidades, como advierten los investigadores Tomás Álvarez y Mercedes Caballero (1998).
Los nuevos roles comunicativos que han asumido portavoces de los gobiernos en los diferentes niveles de la administración pública -como también empresarios y figuras públicas-, han contribuido a generar un atractivo mercado de servicios profesionales en media training e imagen pública.
Los expertos en media training ofrecen servicios de capacitación a sus clientes para obtener el mejor provecho posible de los medios de comunicación. Los consultores en imagen ofrecen un amplio repertorio de consejos que incluyen recomendaciones sobre protocolo, vestuario, aroma, la forma de contestar el teléfono (De Menthon, 1994) y hasta cómo caminar (De Armentaras, 1962; Collel, 1996; Vargas, 1998 y 1999).
Imagen pública en Iberoamérica
El concepto de imagen pública fue introducido en el mundo hispanoparlante por el célebre comunicólogo español Joan Costa, en el año de 1992. En la llamada industria del consentimiento -término propuesto por Edgard Bernays, en 1955-, participan profesionales de la comunicación y, por supuesto, auténticos charlatanes, destacando antiguos conductores de televisión y hasta peluqueros. Por ejemplo, en un pueblo próximo a Murcia, España, un peluquero ha incrementado los precios de los cortes de cabello que ejecuta al posicionarse como psicoestilista.
En España, el tema de imagen pública ha sido considerado asunto delicado. La doctora Ana Azurmendi Adarraga (1998), investigadora de la Universidad de Navarra, ha sido firme impulsora de un tema que permanecía como inédito en el Derecho y en las Ciencias de la Comunicación: el Derecho de Imagen.
En resumen
Evaluar los posibles escenarios y situaciones de vulnerabilidad en la organización; identificar públicos latentes o manifiestos que podrían tomar provecho de un hecho inesperado para perjudicar los intereses del cliente representado; anticipar posibles situaciones de conflicto; reconocer escenarios y situaciones de riesgo; mediar y negociar con actores cuyos intereses resultan antagónicos; impulsar radicales transformaciones culturales en las organizaciones representan una de las áreas más exigentes de la gestión de comunicación institucional en situaciones de crisis.
La supervivencia de muchas marcas e instituciones en buena medida depende de la capacidad para reducir riesgos e incertidumbre. En algunas organizaciones, la comunicación en crisis representa el escenario cotidiano. La organización habitable (Serrano, et al, 2001) admite ser considerada como uno de los mejores testimonios que ha generado la academia latinoamericana de comunicación para documentar una eficiente gestión comunicativa, destinada a contribuir positivamente a la transformación cultural de un gran corporativo de las telecomunicaciones (Telmex), venciendo la resistencia de un sindicato que oponía firme resistencia a toda iniciativa de modernización.
La comunicación con públicos financieros representa una de las áreas más delicadas de la comunicación estratégica, como anticipaba Louise Fleming en 1990, y como han reconocido destacados teóricos de la comunicación como José Daniel Barquero (2001), y Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003). En América Latina, muy pocas escuelas de comunicación han reparado en la importancia de la comunicación estratégica con públicos financieros.
Por último, la formidable revolución de Internet y de las comunicaciones digitales, en general, ha impuesto nuevas y exigentes competencias profesionales. En años recientes, en América Latina no pocos académicos e investigadores de la comunicación han pretendido asumir roles de supuestos expertos en temas de cibercultura y Sociedad de la Información. La mayoría, sin embargo, resulta incapaz de poder siquiera contribuir al eficiente diseño de estrategias institucionales de comunicación en línea.
El advenimiento de nuevas áreas de oportunidades para profesionales de las ciencias de la comunicación, naturalmente obliga a reparar en la pertinencia de los planes de estudio de nuestras escuelas y facultades. En América Latina, pocas universidades han advertido la necesidad de transformar sus planes de estudio ajustándolos a la evidente complejidad que hoy supone el ejercicio profesional de la comunicación.
La comunicación con públicos financieros representa una de las áreas más delicadas de la comunicación estratégica, como anticipaba Louise Fleming en 1990, y como han reconocido destacados teóricos de la comunicación como José Daniel Barquero (2001), y Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003). En América Latina muy pocas escuelas de comunicación han reparado en la importancia de la comunicación estratégica con públicos financieros.
Fuente:RRPPnet
domingo, febrero 20, 2011
lunes, febrero 14, 2011
Relato político modelo 2011
Rubén Weinsteiner para Bloomberg
El relato opositor en los noventa, digamos hacia el 94, era un relato de minorías, pero era un relato que conseguía enamorar. La elite cultural gritaba presente en pleno para cantar en lo de Tato Bores “la jueza budubudubudía” y la fast track a la gloria periodística pasaba por los ensayos que denunciaban actos de corrupción, hechos o personas, nadie denunciaba ideas, nadie cuestionaba la sagrada convertibilidad, ni a su sumo sacerdote Domingo Cavallo.
El relato opositor objetaba la corrupción y proponía menemismo honesto. La mayoría compraba otro relato y lo pagaba en cuotas. Ese relato se impuso en 1995 y le dio a Menem la reelección.
Ese relato opositor enamoraba no porque propusiera ideas positivas, no siempre nos enamoramos de alguien o algo que nos hace bien, pero proponía un “para que”. Para que se produzca ese enamoramiento debe haber una propuesta de “reason why” , y el relato opositor a Menem lo tenía. El núcleo del relato emitido era : el modelo económico funciona muy bien, pero lo hacen de manera corrupta, nosotros vamos a seguir igual en lo económico, pero no vamos a robar, vamos a ser más transparentes. Desde la recepción se decodificaba: “En lo económico todo seguirá igual, estos jugadores van a a ser tan eficaces como el gobierno, pero mas” lindos”.
Hoy a pocos meses de la elecciones presidenciales de 2011, los diferentes espacios opositores no despegan en las encuestas. Desde una concepción no evaluativa de la ideología, el principal y más crítico problema que no pueden resolver las expresiones del arco opositor, es la construcción de un relato eficaz, entre otras cosas, porque esos intentos de relato no plantean un “reason why”.
Un supermercado vende de todo, un espacio, en términos de marketing político, debe tener un propósito maestro y ordenador – uno, no mas- que lo explica el “reason why” del relato. Si se comunica bien ese propósito, la gente va a comenzar a escuchar lo que decimos.
Cuando se abandona el escenario de la puja de relatos, se impone el del adversario.
Margaret Thatcher en los ochentas estructuró un relato de manual, con principio, desarrollo y fin: el relato comenzaba con la gloria de la victoria en 1945 con la conducción de Churchill, el desarrollo marcaba 30 años de un estado ineficiente, grande e intervencionista, con una economía improductiva, un país permisivo y laxo, que fue al abismo en la crisis del petróleo y el final del relato marcaba la llegada de la “Dama de hierro” , privatizaciones, estado eficiente, baja del gasto, baja de los impuestos, reducción de los presupuestos para políticas sociales, todo esto coronado con una victoria en la guerra de Malvinas y la bonanza económica. Los laboristas, criticaron, denunciaron, desfilaron por los medios, propusieron medidas, pero no construyeron un contrarelato hasta la llegada de Blair.
José Serra en las últimas elecciones enfrentó el relato eficaz de Dilma, sin relato propio. En una entrevista a dos semanas de la primera vuelta, le preguntaron a Serra porque la gente debería votarlo. Serra disparó una sucesión larga de medidas, propuestas e ideas muy interesantes y con fuerte efecto, el dijo qué haría, no para qué lo haría.
En la Argentina, el gobierno ha construido un relato que le permite contar con un piso electoral duro, con buen arraigo en sectores juveniles. Frente al relato del kirchnerismo, los diferentes espacios opositores aún no han logrado construir uno propio. La UCR que ha sabido construirlo y con eficacia en el pasado, es el espacio que quizás más posibilidades tenga de lograrlo.
Si tomamos el caso del PRO, el partido que gobierna la ciudad de Buenos Aires, más allá de los enormes problemas comunicacionales en términos de posicionamiento, de construcción del discurso, de la marca política, y de la imposibilidad de sacar a Macri de la matriz tonto-perverso, el espacio no plantea un “reason why” a nivel nacional. El relato de ser los profesionalizadores de la política, de ser CEOS en lugar de militantes sin formación, hoy con 3 años de gestión, hace ruido modulado por Macri, Rodríguez Larreta y Michetti.
Con lo cual una propuesta de diferenciación que no verifica beneficios en el terreno, más el discurso de “los alisadores de baches” que no logran terminar con los baches, complica la consolidación de un “para que” profundo a nivel país.
“Denme el país que voy a hacer esto”, ¿Qué? ¿Para que querés gobernar? ¿En qué y para que vas a ser diferente a tus adversarios? ¿Qué políticas vas a llevar a cabo y para qué? El PRO todavía no ofrece respuestas a estas preguntas, por eso no puede ocupar el centro del ring. Solamente puede intentar la ocupación del centro de la escena, aquel cuyo relato exponga un posicionamiento de un “para qué” superador.
La ausencia de relato en el peronismo disidente, explica quizás su actual crisis probablemente terminal, que lo dibuja como carente de volumen en el universo opositor. El no contar con un relato, hace que sus integrantes actúen con la inercia de quien está esperando que algo pase, que baje la espuma post Néstor Kirchner, que Reutemann cambie de opinión, que Scioli …, Duhalde… en definitiva están esperando lo que no vendrá porque el “para qué” no viene de afuera, se construye adentro, y no tiene que ver con hechos o personas, sino con ideas formadoras del relato, que definen y explican el “ a lo que vinimos”.
El acuerdo cívico se afirma en el relato opositor noventista, y hace política con declaraciones juradas y expedientes judiciales en la mano. La población compró ese relato en el 99 y tuvo que devolver el producto, difícil que vuelva a pedirlo. Una cosa es luchar contra la corrupción y otra es vivir de eso como único modelo de acumulación.
El relato construido por la Alianza en el 96 construyó la victoria de Meijide sobre Chiche Duhalde en el 97, y De la Rúa en el 99. El relato kirchnerista del 2004-2006 hizo lo propio con las victorias de 2005 y 2007, y el relato opositor post guerra gaucha, determinó la derrota de Kirchner en la provincia de Buenos Aires en 2009.
El relato de la marca política no es algo épico, que se construye con una única acción y una fama vertiginosa, sino Blumberg, De Angelis y Redrado hubieran consolidado sus fugaces quince minutos de fama, capitalizándolos a favor de la construcción de un continente con posibilidades de pujar por algún espacio de poder.
El relato no es un slogan, tampoco es un listado de medidas. El relato es lo que sostiene lo que decimos, mostramos, hacemos y creemos. El relato genera que la gente crea en la propuesta, amplificando el mensaje y endureciendo el voto.
En la era de la Web 2.0, la política se articula a través de diálogos simétricos y permanentes, las propuestas no llegan a receptores mudos frente al televisor, sino a consumidores y productores de información, con capacidades cognitivas cada vez mas asimétricas con respecto a los emisores.
Sin relato no hay compromiso. La instalación de un relato determina victorias intelectuales, que en definitiva son las que traen las victorias electorales. Con la construcción de un relato eficaz, se logra que la gente se apropie de la propuesta haciéndola suya.
El relato opositor en los noventa, digamos hacia el 94, era un relato de minorías, pero era un relato que conseguía enamorar. La elite cultural gritaba presente en pleno para cantar en lo de Tato Bores “la jueza budubudubudía” y la fast track a la gloria periodística pasaba por los ensayos que denunciaban actos de corrupción, hechos o personas, nadie denunciaba ideas, nadie cuestionaba la sagrada convertibilidad, ni a su sumo sacerdote Domingo Cavallo.
El relato opositor objetaba la corrupción y proponía menemismo honesto. La mayoría compraba otro relato y lo pagaba en cuotas. Ese relato se impuso en 1995 y le dio a Menem la reelección.
Ese relato opositor enamoraba no porque propusiera ideas positivas, no siempre nos enamoramos de alguien o algo que nos hace bien, pero proponía un “para que”. Para que se produzca ese enamoramiento debe haber una propuesta de “reason why” , y el relato opositor a Menem lo tenía. El núcleo del relato emitido era : el modelo económico funciona muy bien, pero lo hacen de manera corrupta, nosotros vamos a seguir igual en lo económico, pero no vamos a robar, vamos a ser más transparentes. Desde la recepción se decodificaba: “En lo económico todo seguirá igual, estos jugadores van a a ser tan eficaces como el gobierno, pero mas” lindos”.
Hoy a pocos meses de la elecciones presidenciales de 2011, los diferentes espacios opositores no despegan en las encuestas. Desde una concepción no evaluativa de la ideología, el principal y más crítico problema que no pueden resolver las expresiones del arco opositor, es la construcción de un relato eficaz, entre otras cosas, porque esos intentos de relato no plantean un “reason why”.
Un supermercado vende de todo, un espacio, en términos de marketing político, debe tener un propósito maestro y ordenador – uno, no mas- que lo explica el “reason why” del relato. Si se comunica bien ese propósito, la gente va a comenzar a escuchar lo que decimos.
Cuando se abandona el escenario de la puja de relatos, se impone el del adversario.
Margaret Thatcher en los ochentas estructuró un relato de manual, con principio, desarrollo y fin: el relato comenzaba con la gloria de la victoria en 1945 con la conducción de Churchill, el desarrollo marcaba 30 años de un estado ineficiente, grande e intervencionista, con una economía improductiva, un país permisivo y laxo, que fue al abismo en la crisis del petróleo y el final del relato marcaba la llegada de la “Dama de hierro” , privatizaciones, estado eficiente, baja del gasto, baja de los impuestos, reducción de los presupuestos para políticas sociales, todo esto coronado con una victoria en la guerra de Malvinas y la bonanza económica. Los laboristas, criticaron, denunciaron, desfilaron por los medios, propusieron medidas, pero no construyeron un contrarelato hasta la llegada de Blair.
José Serra en las últimas elecciones enfrentó el relato eficaz de Dilma, sin relato propio. En una entrevista a dos semanas de la primera vuelta, le preguntaron a Serra porque la gente debería votarlo. Serra disparó una sucesión larga de medidas, propuestas e ideas muy interesantes y con fuerte efecto, el dijo qué haría, no para qué lo haría.
En la Argentina, el gobierno ha construido un relato que le permite contar con un piso electoral duro, con buen arraigo en sectores juveniles. Frente al relato del kirchnerismo, los diferentes espacios opositores aún no han logrado construir uno propio. La UCR que ha sabido construirlo y con eficacia en el pasado, es el espacio que quizás más posibilidades tenga de lograrlo.
Si tomamos el caso del PRO, el partido que gobierna la ciudad de Buenos Aires, más allá de los enormes problemas comunicacionales en términos de posicionamiento, de construcción del discurso, de la marca política, y de la imposibilidad de sacar a Macri de la matriz tonto-perverso, el espacio no plantea un “reason why” a nivel nacional. El relato de ser los profesionalizadores de la política, de ser CEOS en lugar de militantes sin formación, hoy con 3 años de gestión, hace ruido modulado por Macri, Rodríguez Larreta y Michetti.
Con lo cual una propuesta de diferenciación que no verifica beneficios en el terreno, más el discurso de “los alisadores de baches” que no logran terminar con los baches, complica la consolidación de un “para que” profundo a nivel país.
“Denme el país que voy a hacer esto”, ¿Qué? ¿Para que querés gobernar? ¿En qué y para que vas a ser diferente a tus adversarios? ¿Qué políticas vas a llevar a cabo y para qué? El PRO todavía no ofrece respuestas a estas preguntas, por eso no puede ocupar el centro del ring. Solamente puede intentar la ocupación del centro de la escena, aquel cuyo relato exponga un posicionamiento de un “para qué” superador.
La ausencia de relato en el peronismo disidente, explica quizás su actual crisis probablemente terminal, que lo dibuja como carente de volumen en el universo opositor. El no contar con un relato, hace que sus integrantes actúen con la inercia de quien está esperando que algo pase, que baje la espuma post Néstor Kirchner, que Reutemann cambie de opinión, que Scioli …, Duhalde… en definitiva están esperando lo que no vendrá porque el “para qué” no viene de afuera, se construye adentro, y no tiene que ver con hechos o personas, sino con ideas formadoras del relato, que definen y explican el “ a lo que vinimos”.
El acuerdo cívico se afirma en el relato opositor noventista, y hace política con declaraciones juradas y expedientes judiciales en la mano. La población compró ese relato en el 99 y tuvo que devolver el producto, difícil que vuelva a pedirlo. Una cosa es luchar contra la corrupción y otra es vivir de eso como único modelo de acumulación.
El relato construido por la Alianza en el 96 construyó la victoria de Meijide sobre Chiche Duhalde en el 97, y De la Rúa en el 99. El relato kirchnerista del 2004-2006 hizo lo propio con las victorias de 2005 y 2007, y el relato opositor post guerra gaucha, determinó la derrota de Kirchner en la provincia de Buenos Aires en 2009.
El relato de la marca política no es algo épico, que se construye con una única acción y una fama vertiginosa, sino Blumberg, De Angelis y Redrado hubieran consolidado sus fugaces quince minutos de fama, capitalizándolos a favor de la construcción de un continente con posibilidades de pujar por algún espacio de poder.
El relato no es un slogan, tampoco es un listado de medidas. El relato es lo que sostiene lo que decimos, mostramos, hacemos y creemos. El relato genera que la gente crea en la propuesta, amplificando el mensaje y endureciendo el voto.
En la era de la Web 2.0, la política se articula a través de diálogos simétricos y permanentes, las propuestas no llegan a receptores mudos frente al televisor, sino a consumidores y productores de información, con capacidades cognitivas cada vez mas asimétricas con respecto a los emisores.
Sin relato no hay compromiso. La instalación de un relato determina victorias intelectuales, que en definitiva son las que traen las victorias electorales. Con la construcción de un relato eficaz, se logra que la gente se apropie de la propuesta haciéndola suya.
sábado, febrero 05, 2011
domingo, enero 30, 2011
Crisis aimentarias, contestación social y sustentabilidad del sistema
E
s la Historia un eterno volver a empezar? Estamos, de hecho, ante la inminencia de lo que podría ser otra gran crisis alimentaria. El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó su nivel más alto a finales de 2010. La sequía en Rusia y las restricciones a la exportación adoptadas por el gobierno, así como las cosechas inferiores a lo esperado en Estados Unidos y Europa y posteriormente en Australia y Argentina, fueron los factores desencadenantes de un proceso de aumento vertiginoso de los precios de los productos agrícolas en los mercados internacionales.
Ciertamente, la situación actual es diferente de la de 2007-2008, aunque los recientes fenómenos climáticos podrían reducir significativamente la producción agrícola de la próxima temporada. Los aumentos de precios afectan principalmente a los sectores del azúcar y las semillas oleaginosas y en menor medida al de los cereales, que suponen 46 por ciento del consumo de calorías a nivel mundial. Las existencias de cereales, que eran de 428 millones de toneladas en 2007-08, son actualmente de 525 millones de toneladas. No obstante, se hace gran uso de ellas para responder a la demanda. Además, los precios del petróleo se sitúan actualmente en torno a los 90 dólares estadunidenses por barril, en lugar de 140 dólares.
Sin duda el aumento y la volatilidad de los precios continuarán en los próximos años si no se abordan las causas estructurales del desequilibrio del sistema agrícola internacional. Seguimos reaccionando en el plano de los factores coyunturales y, por tanto, se sigue haciendo gestión de las crisis. Los problemas fundamentales se señalaron en 1996 y 2002 en las Cumbres Mundiales sobre la Alimentación de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En ambas ocasiones se recordó especialmente a las más altas autoridades del mundo el incumplimiento de los compromisos adquiridos. Si se mantienen las tendencias actuales, el objetivo fijado por los líderes mundiales de reducir a la mitad el número de personas que tienen hambre en el mundo para 2015 sólo se alcanzará en 2150.
A pesar de las advertencias del Sistema Mundial de Información y Alerta de la FAO y de las transmitidas a través de los medios de comunicación, no ha habido ningún cambio decisivo de política desde 1996. Sin embargo, aún hoy en día, casi mil millones de personas padecen hambre en el mundo.
Tenemos que recordar con firmeza las condiciones de un suministro suficiente de alimentos para una población que no deja de crecer y necesitará, en el curso de los próximos cuarenta años, un aumento de 70 por ciento de la producción agrícola en el mundo y de 100 por ciento en los países en desarrollo.
Ante todo tenemos la cuestión de la inversión: la participación de la agricultura en la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) se redujo de 19 por ciento en 1980 a 3 por ciento en 2006 y ahora se sitúa en torno a 5 por ciento; debería alcanzar los 44 mil millones de dólares por año y volver al nivel inicial que permitió, en el decenio de 1970, evitar la hambruna en Asia y América Latina. Los gastos presupuestarios destinados a la agricultura en países de bajos ingresos y con déficit de alimentos representan alrededor de 5 por ciento cuando deberían alcanzar un mínimo de 10 por ciento; por último, la inversión privada nacional y extranjera, cercana a los 140 mil millones de dólares anuales, debería ascender a 200 mil millones de dólares. Estas cifras deben compararse con los gastos anuales en armamento, que se elevan a un billón (un millón de millones) y medio de dólares.
A continuación tenemos el comercio internacional de productos agrícolas, que no es ni libre ni justo. Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proporcionan un apoyo equivalente a unos 365 mil millones de dólares anuales a sus agricultores, mientras que las subvenciones y protecciones arancelarias a favor de los biocombustibles tienen el efecto de desviar unos 120 millones de toneladas de cereales del consumo humano al sector del transporte. Las medidas sanitarias y fitosanitarias unilaterales, así como los obstáculos técnicos al comercio, suponen un freno para las exportaciones y, en particular, para los países en desarrollo.
Por último, tenemos la especulación exacerbada por las medidas de liberalización de los mercados de futuros de productos agrícolas en un contexto de crisis económica y financiera. Estas nuevas condiciones han permitido la transformación de los instrumentos de arbitraje del riesgo en productos financieros especulativos que sustituyen a otras inversiones menos rentables.
La solución al problema del hambre y la inseguridad alimentaria en el mundo pasa, por tanto, por la coordinación eficaz de las decisiones, que deberían abarcar tanto la inversión como el comercio agrícola internacional y los mercados financieros. En un contexto climático aleatorio marcado por las inundaciones y las sequías, es necesario poder financiar las pequeñas obras de control del agua, los medios de almacenamiento en el ámbito local y las carreteras rurales, así como los puertos pesqueros y los mataderos, etcétera. Sólo de esta manera será posible dar seguridad a la producción de alimentos y mejorar la productividad y la competitividad de los pequeños agricultores con el fin de disminuir los precios al consumo y aumentar los ingresos de las poblaciones rurales, las cuales representan 70 por ciento de los pobres del mundo. Además, se debe llegar a un consenso en las negociaciones ya demasiado largas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para poner fin a la distorsión de los mercados y a las medidas comerciales restrictivas para el comercio que agravan los desequilibrios entre la oferta y la demanda. Por último, es urgente la introducción de nuevas medidas de transparencia y reglamentación para hacer frente a la especulación en los mercados de futuros de productos agrícolas.
La aplicación de estas políticas a nivel mundial debe basarse en el respeto de los compromisos asumidos por los países desarrollados, especialmente durante las Cumbres del Grupo de los 8 en Gleneagles y L’Aquila, y del Grupo de los 20 en Pittsburgh. Los países en desarrollo también deben aumentar la cuota de asignaciones para la agricultura en sus presupuestos nacionales. La inversión extranjera directa del sector privado se debe hacer en condiciones que garanticen, en particular gracias a un código internacional de conducta, una distribución equitativa de los beneficios entre los diferentes actores.
La gestión de crisis es indispensable y es buena, pero su prevención es mejor. Sin decisiones de naturaleza estructural a largo plazo con la voluntad política y los recursos financieros necesarios para su aplicación, la inseguridad alimentaria se mantendrá con una sucesión de crisis que tendrán graves consecuencias para las poblaciones más pobres. Ello dará lugar a inestabilidad política en los países y amenazará la paz y la seguridad del mundo. Los discursos y las promesas de las grandes reuniones internacionales, si no van seguidos de hechos, no hacen sino aumentar la frustración y las rebeliones. Es hora de adoptar y aplicar políticas que permitan que todos los agricultores del mundo, tanto de los países en desarrollo como de países desarrollados, dispongan de ingresos decentes mediante mecanismos que no creen distorsiones del mercado. Estos hombres, estas mujeres y estos jóvenes tienen que poder seguir trabajando en condiciones dignas para alimentar a un planeta que pasará de los 6 mil 900 millones de habitantes actuales a 9 mil 100 millones en 2050.
s la Historia un eterno volver a empezar? Estamos, de hecho, ante la inminencia de lo que podría ser otra gran crisis alimentaria. El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó su nivel más alto a finales de 2010. La sequía en Rusia y las restricciones a la exportación adoptadas por el gobierno, así como las cosechas inferiores a lo esperado en Estados Unidos y Europa y posteriormente en Australia y Argentina, fueron los factores desencadenantes de un proceso de aumento vertiginoso de los precios de los productos agrícolas en los mercados internacionales.
Ciertamente, la situación actual es diferente de la de 2007-2008, aunque los recientes fenómenos climáticos podrían reducir significativamente la producción agrícola de la próxima temporada. Los aumentos de precios afectan principalmente a los sectores del azúcar y las semillas oleaginosas y en menor medida al de los cereales, que suponen 46 por ciento del consumo de calorías a nivel mundial. Las existencias de cereales, que eran de 428 millones de toneladas en 2007-08, son actualmente de 525 millones de toneladas. No obstante, se hace gran uso de ellas para responder a la demanda. Además, los precios del petróleo se sitúan actualmente en torno a los 90 dólares estadunidenses por barril, en lugar de 140 dólares.
Sin duda el aumento y la volatilidad de los precios continuarán en los próximos años si no se abordan las causas estructurales del desequilibrio del sistema agrícola internacional. Seguimos reaccionando en el plano de los factores coyunturales y, por tanto, se sigue haciendo gestión de las crisis. Los problemas fundamentales se señalaron en 1996 y 2002 en las Cumbres Mundiales sobre la Alimentación de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En ambas ocasiones se recordó especialmente a las más altas autoridades del mundo el incumplimiento de los compromisos adquiridos. Si se mantienen las tendencias actuales, el objetivo fijado por los líderes mundiales de reducir a la mitad el número de personas que tienen hambre en el mundo para 2015 sólo se alcanzará en 2150.
A pesar de las advertencias del Sistema Mundial de Información y Alerta de la FAO y de las transmitidas a través de los medios de comunicación, no ha habido ningún cambio decisivo de política desde 1996. Sin embargo, aún hoy en día, casi mil millones de personas padecen hambre en el mundo.
Tenemos que recordar con firmeza las condiciones de un suministro suficiente de alimentos para una población que no deja de crecer y necesitará, en el curso de los próximos cuarenta años, un aumento de 70 por ciento de la producción agrícola en el mundo y de 100 por ciento en los países en desarrollo.
Ante todo tenemos la cuestión de la inversión: la participación de la agricultura en la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) se redujo de 19 por ciento en 1980 a 3 por ciento en 2006 y ahora se sitúa en torno a 5 por ciento; debería alcanzar los 44 mil millones de dólares por año y volver al nivel inicial que permitió, en el decenio de 1970, evitar la hambruna en Asia y América Latina. Los gastos presupuestarios destinados a la agricultura en países de bajos ingresos y con déficit de alimentos representan alrededor de 5 por ciento cuando deberían alcanzar un mínimo de 10 por ciento; por último, la inversión privada nacional y extranjera, cercana a los 140 mil millones de dólares anuales, debería ascender a 200 mil millones de dólares. Estas cifras deben compararse con los gastos anuales en armamento, que se elevan a un billón (un millón de millones) y medio de dólares.
A continuación tenemos el comercio internacional de productos agrícolas, que no es ni libre ni justo. Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proporcionan un apoyo equivalente a unos 365 mil millones de dólares anuales a sus agricultores, mientras que las subvenciones y protecciones arancelarias a favor de los biocombustibles tienen el efecto de desviar unos 120 millones de toneladas de cereales del consumo humano al sector del transporte. Las medidas sanitarias y fitosanitarias unilaterales, así como los obstáculos técnicos al comercio, suponen un freno para las exportaciones y, en particular, para los países en desarrollo.
Por último, tenemos la especulación exacerbada por las medidas de liberalización de los mercados de futuros de productos agrícolas en un contexto de crisis económica y financiera. Estas nuevas condiciones han permitido la transformación de los instrumentos de arbitraje del riesgo en productos financieros especulativos que sustituyen a otras inversiones menos rentables.
La solución al problema del hambre y la inseguridad alimentaria en el mundo pasa, por tanto, por la coordinación eficaz de las decisiones, que deberían abarcar tanto la inversión como el comercio agrícola internacional y los mercados financieros. En un contexto climático aleatorio marcado por las inundaciones y las sequías, es necesario poder financiar las pequeñas obras de control del agua, los medios de almacenamiento en el ámbito local y las carreteras rurales, así como los puertos pesqueros y los mataderos, etcétera. Sólo de esta manera será posible dar seguridad a la producción de alimentos y mejorar la productividad y la competitividad de los pequeños agricultores con el fin de disminuir los precios al consumo y aumentar los ingresos de las poblaciones rurales, las cuales representan 70 por ciento de los pobres del mundo. Además, se debe llegar a un consenso en las negociaciones ya demasiado largas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para poner fin a la distorsión de los mercados y a las medidas comerciales restrictivas para el comercio que agravan los desequilibrios entre la oferta y la demanda. Por último, es urgente la introducción de nuevas medidas de transparencia y reglamentación para hacer frente a la especulación en los mercados de futuros de productos agrícolas.
La aplicación de estas políticas a nivel mundial debe basarse en el respeto de los compromisos asumidos por los países desarrollados, especialmente durante las Cumbres del Grupo de los 8 en Gleneagles y L’Aquila, y del Grupo de los 20 en Pittsburgh. Los países en desarrollo también deben aumentar la cuota de asignaciones para la agricultura en sus presupuestos nacionales. La inversión extranjera directa del sector privado se debe hacer en condiciones que garanticen, en particular gracias a un código internacional de conducta, una distribución equitativa de los beneficios entre los diferentes actores.
La gestión de crisis es indispensable y es buena, pero su prevención es mejor. Sin decisiones de naturaleza estructural a largo plazo con la voluntad política y los recursos financieros necesarios para su aplicación, la inseguridad alimentaria se mantendrá con una sucesión de crisis que tendrán graves consecuencias para las poblaciones más pobres. Ello dará lugar a inestabilidad política en los países y amenazará la paz y la seguridad del mundo. Los discursos y las promesas de las grandes reuniones internacionales, si no van seguidos de hechos, no hacen sino aumentar la frustración y las rebeliones. Es hora de adoptar y aplicar políticas que permitan que todos los agricultores del mundo, tanto de los países en desarrollo como de países desarrollados, dispongan de ingresos decentes mediante mecanismos que no creen distorsiones del mercado. Estos hombres, estas mujeres y estos jóvenes tienen que poder seguir trabajando en condiciones dignas para alimentar a un planeta que pasará de los 6 mil 900 millones de habitantes actuales a 9 mil 100 millones en 2050.
Crisis alimentarias, contestación social y sustentabilidad del sistema
Es la Historia un eterno volver a empezar? Estamos, de hecho, ante la inminencia de lo que podría ser otra gran crisis alimentaria. El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó su nivel más alto a finales de 2010. La sequía en Rusia y las restricciones a la exportación adoptadas por el gobierno, así como las cosechas inferiores a lo esperado en Estados Unidos y Europa y posteriormente en Australia y Argentina, fueron los factores desencadenantes de un proceso de aumento vertiginoso de los precios de los productos agrícolas en los mercados internacionales.
Ciertamente, la situación actual es diferente de la de 2007-2008, aunque los recientes fenómenos climáticos podrían reducir significativamente la producción agrícola de la próxima temporada. Los aumentos de precios afectan principalmente a los sectores del azúcar y las semillas oleaginosas y en menor medida al de los cereales, que suponen 46 por ciento del consumo de calorías a nivel mundial. Las existencias de cereales, que eran de 428 millones de toneladas en 2007-08, son actualmente de 525 millones de toneladas. No obstante, se hace gran uso de ellas para responder a la demanda. Además, los precios del petróleo se sitúan actualmente en torno a los 90 dólares estadunidenses por barril, en lugar de 140 dólares.
Sin duda el aumento y la volatilidad de los precios continuarán en los próximos años si no se abordan las causas estructurales del desequilibrio del sistema agrícola internacional. Seguimos reaccionando en el plano de los factores coyunturales y, por tanto, se sigue haciendo gestión de las crisis. Los problemas fundamentales se señalaron en 1996 y 2002 en las Cumbres Mundiales sobre la Alimentación de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En ambas ocasiones se recordó especialmente a las más altas autoridades del mundo el incumplimiento de los compromisos adquiridos. Si se mantienen las tendencias actuales, el objetivo fijado por los líderes mundiales de reducir a la mitad el número de personas que tienen hambre en el mundo para 2015 sólo se alcanzará en 2150.
A pesar de las advertencias del Sistema Mundial de Información y Alerta de la FAO y de las transmitidas a través de los medios de comunicación, no ha habido ningún cambio decisivo de política desde 1996. Sin embargo, aún hoy en día, casi mil millones de personas padecen hambre en el mundo.
Tenemos que recordar con firmeza las condiciones de un suministro suficiente de alimentos para una población que no deja de crecer y necesitará, en el curso de los próximos cuarenta años, un aumento de 70 por ciento de la producción agrícola en el mundo y de 100 por ciento en los países en desarrollo.
Ante todo tenemos la cuestión de la inversión: la participación de la agricultura en la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) se redujo de 19 por ciento en 1980 a 3 por ciento en 2006 y ahora se sitúa en torno a 5 por ciento; debería alcanzar los 44 mil millones de dólares por año y volver al nivel inicial que permitió, en el decenio de 1970, evitar la hambruna en Asia y América Latina. Los gastos presupuestarios destinados a la agricultura en países de bajos ingresos y con déficit de alimentos representan alrededor de 5 por ciento cuando deberían alcanzar un mínimo de 10 por ciento; por último, la inversión privada nacional y extranjera, cercana a los 140 mil millones de dólares anuales, debería ascender a 200 mil millones de dólares. Estas cifras deben compararse con los gastos anuales en armamento, que se elevan a un billón (un millón de millones) y medio de dólares.
A continuación tenemos el comercio internacional de productos agrícolas, que no es ni libre ni justo. Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proporcionan un apoyo equivalente a unos 365 mil millones de dólares anuales a sus agricultores, mientras que las subvenciones y protecciones arancelarias a favor de los biocombustibles tienen el efecto de desviar unos 120 millones de toneladas de cereales del consumo humano al sector del transporte. Las medidas sanitarias y fitosanitarias unilaterales, así como los obstáculos técnicos al comercio, suponen un freno para las exportaciones y, en particular, para los países en desarrollo.
Por último, tenemos la especulación exacerbada por las medidas de liberalización de los mercados de futuros de productos agrícolas en un contexto de crisis económica y financiera. Estas nuevas condiciones han permitido la transformación de los instrumentos de arbitraje del riesgo en productos financieros especulativos que sustituyen a otras inversiones menos rentables.
La solución al problema del hambre y la inseguridad alimentaria en el mundo pasa, por tanto, por la coordinación eficaz de las decisiones, que deberían abarcar tanto la inversión como el comercio agrícola internacional y los mercados financieros. En un contexto climático aleatorio marcado por las inundaciones y las sequías, es necesario poder financiar las pequeñas obras de control del agua, los medios de almacenamiento en el ámbito local y las carreteras rurales, así como los puertos pesqueros y los mataderos, etcétera. Sólo de esta manera será posible dar seguridad a la producción de alimentos y mejorar la productividad y la competitividad de los pequeños agricultores con el fin de disminuir los precios al consumo y aumentar los ingresos de las poblaciones rurales, las cuales representan 70 por ciento de los pobres del mundo. Además, se debe llegar a un consenso en las negociaciones ya demasiado largas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para poner fin a la distorsión de los mercados y a las medidas comerciales restrictivas para el comercio que agravan los desequilibrios entre la oferta y la demanda. Por último, es urgente la introducción de nuevas medidas de transparencia y reglamentación para hacer frente a la especulación en los mercados de futuros de productos agrícolas.
La aplicación de estas políticas a nivel mundial debe basarse en el respeto de los compromisos asumidos por los países desarrollados, especialmente durante las Cumbres del Grupo de los 8 en Gleneagles y L’Aquila, y del Grupo de los 20 en Pittsburgh. Los países en desarrollo también deben aumentar la cuota de asignaciones para la agricultura en sus presupuestos nacionales. La inversión extranjera directa del sector privado se debe hacer en condiciones que garanticen, en particular gracias a un código internacional de conducta, una distribución equitativa de los beneficios entre los diferentes actores.
La gestión de crisis es indispensable y es buena, pero su prevención es mejor. Sin decisiones de naturaleza estructural a largo plazo con la voluntad política y los recursos financieros necesarios para su aplicación, la inseguridad alimentaria se mantendrá con una sucesión de crisis que tendrán graves consecuencias para las poblaciones más pobres. Ello dará lugar a inestabilidad política en los países y amenazará la paz y la seguridad del mundo. Los discursos y las promesas de las grandes reuniones internacionales, si no van seguidos de hechos, no hacen sino aumentar la frustración y las rebeliones. Es hora de adoptar y aplicar políticas que permitan que todos los agricultores del mundo, tanto de los países en desarrollo como de países desarrollados, dispongan de ingresos decentes mediante mecanismos que no creen distorsiones del mercado. Estos hombres, estas mujeres y estos jóvenes tienen que poder seguir trabajando en condiciones dignas para alimentar a un planeta que pasará de los 6 mil 900 millones de habitantes actuales a 9 mil 100 millones en 2050.
viernes, enero 28, 2011
domingo, enero 23, 2011
El gobierno ruso se pasa a Linux
El país del frío polar recibirá a miles de pingüinos en los próximos años. El gobierno ruso de Vladimir Putin decretó la migración de los sistemas del gobierno que usaban Microsoft Windows hacia productos basados en GNU/Linux. Según Computerworld, de acuerdo con los documentos traducidos, el proceso comenzará a mediados de este año y será completado en 2015. En un primer paso, el Ministerio de Comunicaciones examinará qué tipos de programas están disponibles para cada una de las agencias, mientras que ésta y otras agencias desarrollarán propuestas para centros de soporte de usuarios y mecanismos para hacer también soporte de software. Ya en 2008, el gobierno ruso les había pedido a las escuelas migrar hacia el uso de software libre.
De cómo reiniciar el concepto de noticia
Por Mariano Blejman
Hack/Hackers, Storify, Spot.Us, DocumentCloud, TheyWorkForYou y Dollars For Docs (ProPublica) son sitios que mezclan periodismo con programadores de software para producir un tipo de contenido inédito.
Desde el nacimiento del Daily Courant en Inglaterra, en 1702 (el presunto primer diario del mundo), la historia del periodismo consistió, básicamente, en hacer dos cosas: juntar información y publicar artículos. Sin embargo, la existencia de la web ha creado un nuevo tipo de periodismo “gráfico”, si es que puede usarse todavía ese término para hablar de los diarios tradicionales. Ya no se trata de crear historias para publicarlas en Internet. Ni se refiere a la confluencia de los diversos tipos de formatos como la radio o la televisión con el mundo virtual. El nuevo concepto tampoco habla específicamente de la fusión ocurrida en las redacciones de los diarios que han “mezclado” periodistas educados para el papel con sus soportes en línea. Se trata del periodismo digital, una nueva manera de concebir las noticias y, a su vez, de mantener a los lectores fieles a la pantalla (del tamaño que sea).
Clarifiquemos: el año pasado, Brian Hamman, responsable del equipo digital del diario The New York Times, dio un buen ejemplo durante su presencia en un encuentro organizado por Fopea, y luego en una entrevista con Página/12. Un equipo de investigación del diario accedió a una base de datos con información sobre el estado del agua de los Estados Unidos. Además de contar la historia que fue publicada de manera convencional, el equipo de periodismo digital (al mando de Hamman) organizó una plataforma para que los lectores pudiesen buscar por dirección, por ejemplo, los componentes químicos detectados en el agua. Así, un equipo interdisciplinario de programadores y cronistas jerarquizó una inmensa base de datos, le dio un sentido periodístico, lo convirtió en historia y le dio un notable aumento de tráfico y de permanencia en línea. Los lectores podían buscar en la base de datos qué componentes había en su barrio y eso desató una ola de quejas y de denuncias de los usuarios a lo largo y ancho del país.
Con esta idea de fusionar programadores con periodistas, la Universidad P2P de la Fundación Mozilla (los creadores del navegador Firefox) lanzó un curso llamado “Open Web Open Journalism”: web abierta, periodismo abierto, al que accedió este cronista. En él, la plana mayor de la Fundación Mozilla, como Christopher Blizzard o Mark Surman, pregonaron “mantener la web abierta, descentralizada y participativa”. Sin embargo, imbuidos en la idea de juntar ambos mundos hay una serie de proyectos y personalidades que trabajan en cómo pensar las noticias de una manera radicalmente distinta de todo lo que se conocía hasta hace unos años.
Burt Herman, por ejemplo, es el creador de los grupos Hack/hackers. “Los periodistas y los programadores se están juntando, mientras las publicaciones van hacia el mundo digital. Hack/Hackers es una comunidad digital de gente dispuesta a inspirarse mutuamente, compartir información y códigos, y colaborar para inventar el futuro de los medios y el periodismo”, decía Herman a este diario, entrevistado en San Francisco el año pasado. En aquella ocasión, Herman presentó el sitio Storify, una notable herramienta para crear historias usando las redes y los medios sociales. El sitio Storify es por ahora sólo accesible por invitación, pero ya está siendo usado por diarios como The Washington Post, Los Angeles Times, Yahoo! News, Libération, Metro y una basta cantidad de compañías y periodistas. Lo que ofrece Storify es un entorno para poder crear historias a partir de los comentarios en las redes sociales.
Pero si de proyectos digitales se trata el futuro, DocumentCloud es probablemente el más grande de todos: es un índice de fuentes primarias de información, documentos y herramientas para organizar y publicar la información en la web. Lo más extraño es que se trata de un entorno gratuito para los medios, y que está apoyado por organizaciones que suelen verse como competencia en el mundo físico. Entre los socios iniciales de DocumentCloud (documentos en la nube) está el National Security Archive, el diario The New York Times, ProPublica, Gotham Gazette, Talking Points Memo, y cuenta con la contribución de medio centenar de organizaciones y medios que van desde Los Angeles Times a la Electronic Frontier Foundation. Consultado por este diario sobre el motivo que llevó a estos diarios a juntarse en un proyecto colaborativo, cuando esto suele ir contra la lógica periodística, Brian Hamman contestó: “Es una cuestión de supervivencia”.
Con la digitalización creciente del mundo gubernamental (tal vez el más grande sea el proyecto oficial de Estados Unidos data.gov), los medios tienen acceso ahora a una cantidad impensada de información de difícil procesamiento por los periodistas tradicionales. Basta darse una vuelta por sitios como theyworkforyou.com (sitio británico que les permite a los usuarios seguir las actividades parlamentarias, ver cómo votaron, etcétera), mysociety.org (que trabaja sobre la información pública británica) o el brillante trabajo Dollars for Docs de ProPublica, que permite saber “qué compañías farmacéuticas le están pagando a tu doctor”; los medios buscan una forma de darle credibilidad y jerarquización a la vasta información reinante para volver a “contar historias”, aunque éstas ya no ocurran de una manera estructurada.
Los cofundadores de Stroome, Tom Grasty y Nonny de la Pena, proponen un entorno para la colaboración entre editores de videos, por ejemplo, pero el caso de Spot.Us va un poco más allá en el arte de la colaboración, ya que se mete también con el modelo de negocio del periodismo: lo que propone el sitio de David Cohn es ofrecer historias que sean financiadas por los lectores. Una vez que se propone un artículo, éste comienza a recibir financiación hasta que llega al monto pedido como para empezar a trabajar. El artículo puede seguir recibiendo fondos una vez terminado, superando el límite pedido para beneficio del periodista. Como sea, el periodista Adrian Holovaty lo explicó en 2006, en un texto que se tiene como referencia llamado: “Los sitios de los diarios deben cambiar de forma fundamental”. Según Holovaty –sin abandonar los artículos–, los medios deberían incluir el periodismo digital, ya que este tipo de productos “permiten a los lectores entender mejor el mundo en el que vivimos”. Y de eso, al fin de cuentas, de eso trata el periodismo.
Hack/Hackers, Storify, Spot.Us, DocumentCloud, TheyWorkForYou y Dollars For Docs (ProPublica) son sitios que mezclan periodismo con programadores de software para producir un tipo de contenido inédito.
Desde el nacimiento del Daily Courant en Inglaterra, en 1702 (el presunto primer diario del mundo), la historia del periodismo consistió, básicamente, en hacer dos cosas: juntar información y publicar artículos. Sin embargo, la existencia de la web ha creado un nuevo tipo de periodismo “gráfico”, si es que puede usarse todavía ese término para hablar de los diarios tradicionales. Ya no se trata de crear historias para publicarlas en Internet. Ni se refiere a la confluencia de los diversos tipos de formatos como la radio o la televisión con el mundo virtual. El nuevo concepto tampoco habla específicamente de la fusión ocurrida en las redacciones de los diarios que han “mezclado” periodistas educados para el papel con sus soportes en línea. Se trata del periodismo digital, una nueva manera de concebir las noticias y, a su vez, de mantener a los lectores fieles a la pantalla (del tamaño que sea).
Clarifiquemos: el año pasado, Brian Hamman, responsable del equipo digital del diario The New York Times, dio un buen ejemplo durante su presencia en un encuentro organizado por Fopea, y luego en una entrevista con Página/12. Un equipo de investigación del diario accedió a una base de datos con información sobre el estado del agua de los Estados Unidos. Además de contar la historia que fue publicada de manera convencional, el equipo de periodismo digital (al mando de Hamman) organizó una plataforma para que los lectores pudiesen buscar por dirección, por ejemplo, los componentes químicos detectados en el agua. Así, un equipo interdisciplinario de programadores y cronistas jerarquizó una inmensa base de datos, le dio un sentido periodístico, lo convirtió en historia y le dio un notable aumento de tráfico y de permanencia en línea. Los lectores podían buscar en la base de datos qué componentes había en su barrio y eso desató una ola de quejas y de denuncias de los usuarios a lo largo y ancho del país.
Con esta idea de fusionar programadores con periodistas, la Universidad P2P de la Fundación Mozilla (los creadores del navegador Firefox) lanzó un curso llamado “Open Web Open Journalism”: web abierta, periodismo abierto, al que accedió este cronista. En él, la plana mayor de la Fundación Mozilla, como Christopher Blizzard o Mark Surman, pregonaron “mantener la web abierta, descentralizada y participativa”. Sin embargo, imbuidos en la idea de juntar ambos mundos hay una serie de proyectos y personalidades que trabajan en cómo pensar las noticias de una manera radicalmente distinta de todo lo que se conocía hasta hace unos años.
Burt Herman, por ejemplo, es el creador de los grupos Hack/hackers. “Los periodistas y los programadores se están juntando, mientras las publicaciones van hacia el mundo digital. Hack/Hackers es una comunidad digital de gente dispuesta a inspirarse mutuamente, compartir información y códigos, y colaborar para inventar el futuro de los medios y el periodismo”, decía Herman a este diario, entrevistado en San Francisco el año pasado. En aquella ocasión, Herman presentó el sitio Storify, una notable herramienta para crear historias usando las redes y los medios sociales. El sitio Storify es por ahora sólo accesible por invitación, pero ya está siendo usado por diarios como The Washington Post, Los Angeles Times, Yahoo! News, Libération, Metro y una basta cantidad de compañías y periodistas. Lo que ofrece Storify es un entorno para poder crear historias a partir de los comentarios en las redes sociales.
Pero si de proyectos digitales se trata el futuro, DocumentCloud es probablemente el más grande de todos: es un índice de fuentes primarias de información, documentos y herramientas para organizar y publicar la información en la web. Lo más extraño es que se trata de un entorno gratuito para los medios, y que está apoyado por organizaciones que suelen verse como competencia en el mundo físico. Entre los socios iniciales de DocumentCloud (documentos en la nube) está el National Security Archive, el diario The New York Times, ProPublica, Gotham Gazette, Talking Points Memo, y cuenta con la contribución de medio centenar de organizaciones y medios que van desde Los Angeles Times a la Electronic Frontier Foundation. Consultado por este diario sobre el motivo que llevó a estos diarios a juntarse en un proyecto colaborativo, cuando esto suele ir contra la lógica periodística, Brian Hamman contestó: “Es una cuestión de supervivencia”.
Con la digitalización creciente del mundo gubernamental (tal vez el más grande sea el proyecto oficial de Estados Unidos data.gov), los medios tienen acceso ahora a una cantidad impensada de información de difícil procesamiento por los periodistas tradicionales. Basta darse una vuelta por sitios como theyworkforyou.com (sitio británico que les permite a los usuarios seguir las actividades parlamentarias, ver cómo votaron, etcétera), mysociety.org (que trabaja sobre la información pública británica) o el brillante trabajo Dollars for Docs de ProPublica, que permite saber “qué compañías farmacéuticas le están pagando a tu doctor”; los medios buscan una forma de darle credibilidad y jerarquización a la vasta información reinante para volver a “contar historias”, aunque éstas ya no ocurran de una manera estructurada.
Los cofundadores de Stroome, Tom Grasty y Nonny de la Pena, proponen un entorno para la colaboración entre editores de videos, por ejemplo, pero el caso de Spot.Us va un poco más allá en el arte de la colaboración, ya que se mete también con el modelo de negocio del periodismo: lo que propone el sitio de David Cohn es ofrecer historias que sean financiadas por los lectores. Una vez que se propone un artículo, éste comienza a recibir financiación hasta que llega al monto pedido como para empezar a trabajar. El artículo puede seguir recibiendo fondos una vez terminado, superando el límite pedido para beneficio del periodista. Como sea, el periodista Adrian Holovaty lo explicó en 2006, en un texto que se tiene como referencia llamado: “Los sitios de los diarios deben cambiar de forma fundamental”. Según Holovaty –sin abandonar los artículos–, los medios deberían incluir el periodismo digital, ya que este tipo de productos “permiten a los lectores entender mejor el mundo en el que vivimos”. Y de eso, al fin de cuentas, de eso trata el periodismo.
Realidades, tendencias y especulaciones de un año electoral
Por Edgardo Mocca
A diez meses de una elección presidencial, los cálculos de los actores políticos se hacen sobre la base del cuadro presente de la situación. Esto parece una obviedad que no necesita fundamentación, sobre todo si a la proximidad de la votación general se agrega el hecho de que la ley en vigencia obliga a partidos y alianzas a resolver sus candidaturas en internas abiertas, simultáneas y obligatorias a realizarse en agosto. El subrayado es útil, sin embargo, porque el centro coordinador mediático de la oposición se obsesiona en estos días por incluir en la agenda la posibilidad de un cambio más o menos espectacular de la escena, siempre, claro está, en perjuicio del oficialismo. Esos virajes siempre pueden ocurrir, y mucho más en un país con un sistema de partidos y alianzas muy desestructurado como el nuestro. Pero esperar que la conducta de los actores de la oposición sea la espera del acontecimiento inesperado para después definir una táctica parece más una expresión de deseos del establishment mediático que un examen realista.
Ya se puede establecer, entonces, una tendencia de los alineamientos electorales, sin dejar de admitir la posibilidad de cambios bruscos. La presidenta Cristina Kirchner será la candidata de la coalición oficialista. Cualquier otro rumbo presupondría enormes riesgos de dispersión de la fuerza y el sacrificio del principal activo con el que hoy parece contar, que es la promesa de continuidad de un rumbo que en los últimos meses ha logrado una importante recuperación de apoyos populares. ¿Qué otra candidatura podría capitalizar al mismo tiempo la reserva de votos identitarios del peronismo y el atractivo electoral de una propuesta que ha incorporado logros materiales y simbólicos afines a un espacio más amplio que el territorio del Partido Justicialista?
La candidatura de la Presidenta no anula las previsibles pujas en el interior de la coalición oficialista. Por el contrario, cada uno de los componentes del “movimiento” que expresa el kirchnerismo es perfectamente consciente de que el resultado de la lucha posicional que se desarrollará en estos meses tendrá una enorme gravitación desde el mismo día de su eventual triunfo en las urnas. En ese hipotético instante se habrá abierto una etapa nueva y cualitativamente distinta del proceso abierto en 2003, signada por la imposibilidad de un nuevo turno presidencial encabezado por el reducido núcleo que lo condujo hasta allí. La inevitable incertidumbre que sobrevendría tendría una cierta línea de orientación en el modo en que estarían distribuidos los recursos principales: las gobernaciones, las bancas en el Congreso y hasta la propia vicepresidencia de la República. Y gran parte de esos recursos se disputarán en estos meses.
La complejidad del mapa de la distribución de esos recursos es irreductible a un esquema lineal. Sin embargo, asoma algo así como un gran criterio ordenador para su evaluación: podría decirse que lo que se juega es la posibilidad y el grado en que el kirchnerismo dejaría una huella política en nuestra historia, más allá de la tan rica como pendular trayectoria del Partido Justicialista. Dicho de otro modo, se dirime si el kirchnerismo dejará un proyecto de país como legado o si será un momento transitorio en la historia del peronismo. No siempre es sencilla la distinción entre los pragmáticos que acompañan por conveniencia y los plenamente identificados con el rumbo, pero esa distinción existe y está tan expuesta a la mirada colectiva que sería vano negarla.
La afirmación de un escenario favorable a las chances electorales del kirchnerismo aumenta el nivel de complejidad de la disputa. Por lo pronto, la estrella del peronismo opositor, que hace un año y medio lucía en su esplendor, ha derivado en una fotografía patética. Una promesa “renovadora” que muestra los rostros de Duhalde, Puerta, Rodríguez Saá, y Barrionuevo, entre otros actores de parecido prestigio no luce muy seductora. Para que no queden dudas, Duhalde ha decidido dar a conocer el contenido de su mítico “pacto de la Moncloa”, tantas veces anunciado. Se trata de lo siguiente: mano dura con los chicos que delinquen, amnistía para los terroristas de Estado, involucramiento de las Fuerzas Armadas en la represión del delito y democratización sindical de la mano de Barrionuevo y el Momo Venegas. Por si esas definiciones no alcanzaran, sus voceros han explicitado la decisión de avanzar en una alianza con Mauricio Macri. Solá, Das Neves y De Narváez ya avisaron que no participarán de ese cóctel.
De modo que es previsible que muchos desertores del peronismo oficialista tomen el camino de regreso. No habrá apelaciones a la pureza y al proyecto que lo impidan, cuando ese regreso podría mejorar cualitativamente las chances oficialistas en distritos decisivos como Córdoba y Santa Fe. El centro de la pelea será cómo se arma el juego de las compensaciones que asegure al mismo tiempo “gobernabilidad justicialista” con atractivos renovadores. Las candidaturas centrales en la ciudad de Buenos Aires, la vicepresidencia nacional y de la provincia de Buenos Aires, la composición de las candidaturas en Santa Fe y la eventual habilitación de apoyos a Cristina que preserven perfiles propios a niveles distritales constituyen algunas de las claves de ese forcejeo.
Otra de las consecuencias del actual escenario es el debilitamiento manifiesto y difícilmente irreversible de las apuestas políticas a un clima de “todo o nada” que incluyera embestidas desestabilizadoras con pretensiones de éxito. Elisa Carrió ha entrado en una zona de irrelevancia de la que sólo la sacan temporalmente los escándalos parlamentarios fogoneados por el establishment mediático. Los votos “no positivos” de Cobos han perdido toda importancia que no sea la de haber obligado a un veto presidencial a la insólita ley del 82 por ciento móvil para los jubilados. Asistiremos a una radicalización de la retórica incendiaria de Carrió y acaso a una lenta retirada de la escena central nacional por parte del vicepresidente opositor.
El radicalismo y la derecha macrista serán los contendientes reales del oficialismo en octubre. Probablemente alrededor de la UCR se reúna un frente con el Partido Socialista y el GEN de Margarita Stolbizer. Tanto la candidatura de Ricardo Alfonsín como la de Ernesto Sanz habilitarían la conformación de esta alianza cuya configuración tendrá que trabajar mucho para despejar los fantasmas de “otra alianza” que tuvo también al radicalismo como fuerza principal hace pocos años. Pero el radicalismo tiene el recurso de su extensión nacional y una tradición identitaria que lo constituye en el “otro” frente al peronismo. La dificultad principal que afrontará es la misma que tuvo en 2007: debe defender un frente progresista –“centroprogresista” se autodefinió también el bloque que en su momento apoyó a Lavagna– para enfrentar a un gobierno que enfrenta diariamente los ataques rabiosos de la derecha conservadora.
Macri tiene sus propias incógnitas y problemas. Su apuesta consistirá en la polarización electoral entre kirchneristas y antikirchneristas. Esa apuesta es y será apoyada por todos los actores para quienes la derrota del actual oficialismo es lo único que da sentido a estas elecciones. Es un amplio frente que contiene componentes sojeros, grupos mediáticos concentrados y nostálgicos de la dictadura militar, que confían en movilizar a fondo los miedos colectivos por la inseguridad ciudadana –que seguramente serán amplificados hasta la irracionalidad por los principales medios de comunicación en estos meses– y la insatisfacción por los aumentos de precios. Claro que el macrismo tiene que hacer bien los cálculos: antes de la elección nacional tendrá su propio test en la ciudad de Buenos Aires. Si su líder se reserva para la elección nacional, corre el riesgo de perder en una eventual segunda vuelta, lo que comportaría un daño de muy problemática reparación. No es menor el hecho de que lo espere un proceso judicial por el caso de las escuchas telefónicas ilegales y que la apuesta a una amplia diáspora peronista que pudiera servirle de base de operaciones nacionales no ha pasado del nivel de las operaciones que los opinólogos de Clarín atribuyen a “importantes fuentes del peronismo del conurbano”. Macri es el antikirchnerismo ideológicamente más claro y definido. Habrá que ver si eso compensa sus debilidades estructurales y lo habilita a correr grandes riesgos.
La provisoriedad de estas especulaciones ya ha sido explicitada. Pero el análisis político debería abstenerse de incluir aquello que todavía no ha ocurrido.
A diez meses de una elección presidencial, los cálculos de los actores políticos se hacen sobre la base del cuadro presente de la situación. Esto parece una obviedad que no necesita fundamentación, sobre todo si a la proximidad de la votación general se agrega el hecho de que la ley en vigencia obliga a partidos y alianzas a resolver sus candidaturas en internas abiertas, simultáneas y obligatorias a realizarse en agosto. El subrayado es útil, sin embargo, porque el centro coordinador mediático de la oposición se obsesiona en estos días por incluir en la agenda la posibilidad de un cambio más o menos espectacular de la escena, siempre, claro está, en perjuicio del oficialismo. Esos virajes siempre pueden ocurrir, y mucho más en un país con un sistema de partidos y alianzas muy desestructurado como el nuestro. Pero esperar que la conducta de los actores de la oposición sea la espera del acontecimiento inesperado para después definir una táctica parece más una expresión de deseos del establishment mediático que un examen realista.
Ya se puede establecer, entonces, una tendencia de los alineamientos electorales, sin dejar de admitir la posibilidad de cambios bruscos. La presidenta Cristina Kirchner será la candidata de la coalición oficialista. Cualquier otro rumbo presupondría enormes riesgos de dispersión de la fuerza y el sacrificio del principal activo con el que hoy parece contar, que es la promesa de continuidad de un rumbo que en los últimos meses ha logrado una importante recuperación de apoyos populares. ¿Qué otra candidatura podría capitalizar al mismo tiempo la reserva de votos identitarios del peronismo y el atractivo electoral de una propuesta que ha incorporado logros materiales y simbólicos afines a un espacio más amplio que el territorio del Partido Justicialista?
La candidatura de la Presidenta no anula las previsibles pujas en el interior de la coalición oficialista. Por el contrario, cada uno de los componentes del “movimiento” que expresa el kirchnerismo es perfectamente consciente de que el resultado de la lucha posicional que se desarrollará en estos meses tendrá una enorme gravitación desde el mismo día de su eventual triunfo en las urnas. En ese hipotético instante se habrá abierto una etapa nueva y cualitativamente distinta del proceso abierto en 2003, signada por la imposibilidad de un nuevo turno presidencial encabezado por el reducido núcleo que lo condujo hasta allí. La inevitable incertidumbre que sobrevendría tendría una cierta línea de orientación en el modo en que estarían distribuidos los recursos principales: las gobernaciones, las bancas en el Congreso y hasta la propia vicepresidencia de la República. Y gran parte de esos recursos se disputarán en estos meses.
La complejidad del mapa de la distribución de esos recursos es irreductible a un esquema lineal. Sin embargo, asoma algo así como un gran criterio ordenador para su evaluación: podría decirse que lo que se juega es la posibilidad y el grado en que el kirchnerismo dejaría una huella política en nuestra historia, más allá de la tan rica como pendular trayectoria del Partido Justicialista. Dicho de otro modo, se dirime si el kirchnerismo dejará un proyecto de país como legado o si será un momento transitorio en la historia del peronismo. No siempre es sencilla la distinción entre los pragmáticos que acompañan por conveniencia y los plenamente identificados con el rumbo, pero esa distinción existe y está tan expuesta a la mirada colectiva que sería vano negarla.
La afirmación de un escenario favorable a las chances electorales del kirchnerismo aumenta el nivel de complejidad de la disputa. Por lo pronto, la estrella del peronismo opositor, que hace un año y medio lucía en su esplendor, ha derivado en una fotografía patética. Una promesa “renovadora” que muestra los rostros de Duhalde, Puerta, Rodríguez Saá, y Barrionuevo, entre otros actores de parecido prestigio no luce muy seductora. Para que no queden dudas, Duhalde ha decidido dar a conocer el contenido de su mítico “pacto de la Moncloa”, tantas veces anunciado. Se trata de lo siguiente: mano dura con los chicos que delinquen, amnistía para los terroristas de Estado, involucramiento de las Fuerzas Armadas en la represión del delito y democratización sindical de la mano de Barrionuevo y el Momo Venegas. Por si esas definiciones no alcanzaran, sus voceros han explicitado la decisión de avanzar en una alianza con Mauricio Macri. Solá, Das Neves y De Narváez ya avisaron que no participarán de ese cóctel.
De modo que es previsible que muchos desertores del peronismo oficialista tomen el camino de regreso. No habrá apelaciones a la pureza y al proyecto que lo impidan, cuando ese regreso podría mejorar cualitativamente las chances oficialistas en distritos decisivos como Córdoba y Santa Fe. El centro de la pelea será cómo se arma el juego de las compensaciones que asegure al mismo tiempo “gobernabilidad justicialista” con atractivos renovadores. Las candidaturas centrales en la ciudad de Buenos Aires, la vicepresidencia nacional y de la provincia de Buenos Aires, la composición de las candidaturas en Santa Fe y la eventual habilitación de apoyos a Cristina que preserven perfiles propios a niveles distritales constituyen algunas de las claves de ese forcejeo.
Otra de las consecuencias del actual escenario es el debilitamiento manifiesto y difícilmente irreversible de las apuestas políticas a un clima de “todo o nada” que incluyera embestidas desestabilizadoras con pretensiones de éxito. Elisa Carrió ha entrado en una zona de irrelevancia de la que sólo la sacan temporalmente los escándalos parlamentarios fogoneados por el establishment mediático. Los votos “no positivos” de Cobos han perdido toda importancia que no sea la de haber obligado a un veto presidencial a la insólita ley del 82 por ciento móvil para los jubilados. Asistiremos a una radicalización de la retórica incendiaria de Carrió y acaso a una lenta retirada de la escena central nacional por parte del vicepresidente opositor.
El radicalismo y la derecha macrista serán los contendientes reales del oficialismo en octubre. Probablemente alrededor de la UCR se reúna un frente con el Partido Socialista y el GEN de Margarita Stolbizer. Tanto la candidatura de Ricardo Alfonsín como la de Ernesto Sanz habilitarían la conformación de esta alianza cuya configuración tendrá que trabajar mucho para despejar los fantasmas de “otra alianza” que tuvo también al radicalismo como fuerza principal hace pocos años. Pero el radicalismo tiene el recurso de su extensión nacional y una tradición identitaria que lo constituye en el “otro” frente al peronismo. La dificultad principal que afrontará es la misma que tuvo en 2007: debe defender un frente progresista –“centroprogresista” se autodefinió también el bloque que en su momento apoyó a Lavagna– para enfrentar a un gobierno que enfrenta diariamente los ataques rabiosos de la derecha conservadora.
Macri tiene sus propias incógnitas y problemas. Su apuesta consistirá en la polarización electoral entre kirchneristas y antikirchneristas. Esa apuesta es y será apoyada por todos los actores para quienes la derrota del actual oficialismo es lo único que da sentido a estas elecciones. Es un amplio frente que contiene componentes sojeros, grupos mediáticos concentrados y nostálgicos de la dictadura militar, que confían en movilizar a fondo los miedos colectivos por la inseguridad ciudadana –que seguramente serán amplificados hasta la irracionalidad por los principales medios de comunicación en estos meses– y la insatisfacción por los aumentos de precios. Claro que el macrismo tiene que hacer bien los cálculos: antes de la elección nacional tendrá su propio test en la ciudad de Buenos Aires. Si su líder se reserva para la elección nacional, corre el riesgo de perder en una eventual segunda vuelta, lo que comportaría un daño de muy problemática reparación. No es menor el hecho de que lo espere un proceso judicial por el caso de las escuchas telefónicas ilegales y que la apuesta a una amplia diáspora peronista que pudiera servirle de base de operaciones nacionales no ha pasado del nivel de las operaciones que los opinólogos de Clarín atribuyen a “importantes fuentes del peronismo del conurbano”. Macri es el antikirchnerismo ideológicamente más claro y definido. Habrá que ver si eso compensa sus debilidades estructurales y lo habilita a correr grandes riesgos.
La provisoriedad de estas especulaciones ya ha sido explicitada. Pero el análisis político debería abstenerse de incluir aquello que todavía no ha ocurrido.
miércoles, enero 19, 2011
“LA CRISIS CAPITALISTA TAMBIÉN ES DE URBANIZACIÓN”
David Harvey es un geógrafo británico de reconocimiento internacional. Estudió la relación de las crisis urbanas y las financieras. Dice que la sucesión de debacles en el sistema está provocada por una fiebre de la construcción, que a la vez provoca crisis en el capitalismo en su actual etapa hegemonizada por las finanzas. Sostiene que existe una estrecha relación entre urbanización y formación de las crisis. Además de Estados Unidos con la debacle de la subprime, pone como ejemplo a Grecia y España. Asegura que parte de la explicación de la crisis en esos países se vincula a malas inversiones en infraestructura.
Por Natalia Aruguete
Mientras algunos expertos se esmeran en alegar que la actual es una crisis de las hipotecas subprime o el estallido de un capitalismo que se ha financiarizado, David Harvey prefiere hablar de “crisis urbanas”, provocadas por una fiebre de la construcción “sin importar qué”. Autor de Breve historia del neoliberalismo, Harvey no sólo acusa a la desregulación del sector financiero como uno de los factores que llevaron al descalabro actual, sino que advierte que la supremacía del capital concentrado sobre las decisiones políticas seguirá siendo un impedimento para salir de la crisis. En su paso por Buenos Aires, invitado por el Cemop, el geógrafo británico dialogó con Cash sobre las transformaciones del mercado inmobiliario en las últimas décadas, la orientación que tuvo la inversión en infraestructura y la consecuente “acumulación por desposesión”. Frente a un modelo que no es sustentable, Harvey propuso pensar “un nuevo tipo de urbanización”.
Desde su perspectiva como geógrafo, ¿qué conexiones encuentra entre urbanización y esta crisis?
–Una de las cosas que me gustaría enfatizar es la relación entre urbanización y formación de la crisis. En las décadas del ‘50 y ‘60, el capitalismo se estabilizó con una forma de masiva suburbanización: caminos, autos, un estilo de vida. Una de las preguntas es si son sostenibles a largo plazo. En el sur de California y Florida, que son epicentros de la crisis, estamos viendo que este modelo de suburbanización no sirve más. Algunos quieren hablar de las crisis subprime, yo quiero hablar de las crisis urbanas.
¿Qué piensa de las crisis urbanas?
–En la década del ‘80 se pensaba que Japón era una potencia y se cayó en los años ‘90 por la crisis de los precios de la tierra. Desde entonces, no se recuperó más. También existe una preocupación en Estados Unidos de que la crisis inmobiliaria impida la recuperación, pese a los intentos que se hacen. Otra cuestión es que la forma de uso intensivo de la energía requería muchas extensiones de terreno y creaba un estilo de vida de lugares dispersos. Esto está planteando, justamente, un nuevo tipo de urbanización. Lo llamativo es que China está copiando a Estados Unidos, lo que es muy tonto. Uno observa que no es sustentable bajo la crisis ambiental. Existe una alta conexión entre desarrollo capitalista, crisis capitalista y urbanización.
¿En qué medida influyó la transformación del mercado inmobiliario en la crisis de la urbanización?
–¿Dónde puso la gente rica su dinero en los últimos 30 años? Hasta los ‘80, poner dinero en la producción daba más dinero que ponerlo en el negocio inmobiliario. A partir de allí empezó a pensarse dónde poner el dinero para que dé una tasa de retorno más alta. Los mercados inmobiliarios y de la tierra son muy interesantes: si yo invierto, el precio sube, como el precio sube, más gente invierte, entonces sigue subiendo el precio. A mediados de la década del ‘70, en Manhattan (Nueva York), se podía vender por 200.000 dólares un tipo de edificio que ahora cuesta dos millones de dólares. Desde entonces, hubo burbujas de distintos tipos, que se van reventado una a una. Los mercados bursátiles se volvieron locos en los años ‘90. Si uno observa la participación de los distintos sectores en el producto bruto interno de los Estados Unidos, en 1994, el mercado accionario tenía una participación del 50 por ciento en el PBI. En el 2000 subió a un 120 por ciento y empezó a caer con la “crisis puntocom”. Mientras que la participación del mercado inmobiliario en el PBI empezó a crecer, y pasó del 90 al 130 por ciento en el mismo período.
¿Qué opina sobre la orientación que tuvo la inversión en infraestructura en las últimas décadas?
–El capitalismo no puede funcionar sin su infraestructura típica: carreteras, puertos y vías, edificios y fábricas. La gran pregunta es cómo se construyen estas infraestructuras y en qué medida contribuyen a la productividad en el futuro. En Estados Unidos se habla mucho de puentes que van a ninguna parte. Hay intereses muy grandes de los lobbistas de la construcción que quieren construir sin importar qué. Pueden corromper gobiernos para hacer obras que no van a ser de uso para nada.
Un ejemplo de lo que describe es lo que sucedió en España, con el boom de la construcción.
–Una parte de la explicación de la crisis en Grecia y España puede vincularse con estas malas inversiones en infraestructura. Grecia es también un caso típico con los Juegos Olímpicos, grandes obras de infraestructura que ahora no se usan. En los años ‘50 y ‘60, la red de caminos y autopistas, en Estados Unidos, fue muy importante para el mejoramiento de la productividad. Algo similar se observa actualmente en China, con caminos, ferrocarriles y nuevas ciudades, que en los próximos años van a tener un alto impacto en la productividad.
¿Cree qué China está enfrentando la crisis de manera distinta de Estados Unidos?
–Tiene mejores condiciones que otros países, sobre todo porque cuenta con grandes reservas de divisas. Estados Unidos tiene un gran déficit y China, un gran superávit. El otro problema en Estados Unidos es político.
¿Cuáles son los factores políticos que dificultan salir de la crisis?
–Quien intenta construir obras de infraestructura útiles es acusado inmediatamente de “socialista”, que es lo que está sufriendo Barack Obama. En China eso no importa porque tienen otras condiciones políticas. El gobierno en China es autoritario y puede poner las cosas en su lugar. En el caso del Congreso norteamericano está dominado por grupos republicanos y demócratas que manejan intereses económicos y las condiciones para tomar decisiones son otras.
Se deduce una diferencia en la relación entre el poder político y el poder económico en estos países.
–En China, por efecto de la crisis americana, la respuesta fue hacer grandes proyectos de infraestructura de inmediato. Además, el gobierno centralizado de China tiene enorme poder sobre los bancos. Dio la orden: “Den préstamos para estas obras a gobiernos municipales y a los privados que estaban haciéndolas”. El gobierno central de los Estados Unidos no puede hacer eso. Se mantiene diciéndoles a los bancos: “Presten” y los bancos dicen: “No”. China está creciendo a ritmos del 10 por ciento después de la crisis y Estados Unidos está por el piso.
¿Cuáles son las fallas institucionales que han llevado a esta crisis?
–Desde la década del ‘70 hubo una idea dominante de que la respuesta era privatizar. Hay muchas alternativas para que el sector público provea mejores servicios que el sector privado.
¿Cree que esta concepción también penetró en el sistema financiero?
–En Estados Unidos, en la década del ‘30, los bancos de inversión estaban separados de los bancos comerciales. En los últimos años se permitió que se unieran. Es un caso de cambio regulatorio, donde el Estado se retira del control.
¿Cómo evalúa el tipo de regulaciones que se propusieron implementar a partir de la crisis?
–Hay una teoría llamada “captura regulatoria”. Supone poner a las gallinas a ser controladas por los zorros. Si uno mira las formas regulatorias propuestas hasta ahora, se da cuenta de que los zorros están ganando y eso es porque los zorros controlan también el Congreso de los Estados Unidos.
¿Hay diferencias entre las políticas impulsadas en los Estados Unidos y en Europa?
–Sí, hay diferencias. Uno de los temas que estoy estudiando es justamente las diferencias que hay en distintos lugares. Por ejemplo, en América latina la reacción de los gobiernos fue mucho más sensible a la crisis que lo que se observa en los Estados Unidos y Europa. En Europa hay un gran conflicto entre los países más grandes y los más chicos. Alemania, que por razones históricas tiene una obsesión con el tema de la inflación, impone el tema de la austeridad. El triunfo de un gobierno conservador en Inglaterra también fortalece la idea de austeridad. Por eso, no sorprende que Europa esté estancada, mientras China está creciendo fuerte.
¿Qué impacto tienen las políticas de austeridad?
–La austeridad es algo totalmente erróneo. En primer lugar, por las diferencias de impacto entre clases sociales. En general, las clases más bajas son las más damnificadas. Además, las clases más bajas, cuando tienen dinero, lo gastan, mientras que las clases altas lo usan para generar más dinero y no necesariamente para hacer cosas productivas.
¿Por ejemplo?
–Muchos ricos de los Estados Unidos compraron tierras en América latina. Esto llevó al aumento del precio de la tierra. En el largo plazo, debemos pensar cómo puede vivir el mundo de acuerdo con sus recursos. Eso no significa austeridad, sino una forma más austera de vivir, que no es lo mismo.
¿En qué se diferencian?
–Deberemos pensar qué es lo que realmente necesitamos para tener una buena vida, y muchas de las cosas que pensamos del consumo son una locura; es dilapidar recursos, naturales y humanos. Tenemos que pensar cómo hacemos en el largo plazo para que 6800 millones de personas puedan vivir, tener vivienda, salud, alimento para que tengan una vida razonable y feli
martes, enero 18, 2011
El avance del sur porteño, hacia una nueva geografía electoral
Por Artemio López
Sociólogo, titular de la Consultora Equis
El avance de las fronteras del sur de la Ciudad Autónoma es contundente. Desde el año 1998, cuando residían 700 mil habitantes en esa zona, en 2010 ya habitan 1 millón de personas (el 33% de la población), tras el desplazamiento de su frontera socioambiental hacia el centro, fenómeno que se expande y hoy toma barrios emblemáticos del centro porteño como Flores, Almagro, Parque Chacabuco, y sigue sin prisa ni pausa.
Las consecuencias del avance del paisaje socioambiental de gran deterioro sureño sobre el resto de la ciudad son múltiples y comienza a mostrar su faceta más interesante al análisis en el deterioro en cascada sobre el centro de las fronteras del sur, sin que el gobierno de la Ciudad se dé por enterado.
En términos demográficos, la mutación es profunda y definitiva a mediano plazo: si en el norte la población mayor de 65 años equivale al 20% de los residentes, en el sur corresponde al 12%. Son estos los barrios más jóvenes y la perspectiva es arrolladora.
También cambia la dinámica electoral del distrito, aunque más discretamente, puesto que una parte importante de los ciudadanos residentes del sur no vota, por ser menores, indocumentados o residentes extranjeros, en especial indicadores sociales y sanitarios muy elementales, como por caso la mortalidad infantil, según se desprende de datos elaborados por el propio gobierno de la Ciudad donde, insistimos, las tasas superiores al promedio ya se despliegan sobre barrios hasta ayer pertenecientes fronteras adentro del centro de la ciudad.
La consideración fundamental que sucede a este desplazamiento en villas de emergencias, donde en el complejo 1-11-14 (el más extenso: allí reside el 30% de los 270 mil ciudadanos que habitan villas de emergencias), casi el 55% de los habitantes no es de nacionalidad argentina. Sin embargo, el peso relativo del voto típico del paisaje sureño, de gran carencia socioeconómica, va ampliando su peso en el mix de la ciudad, terminando con la tradicional arquitectura electoral del norte porteño con hegemonía de derecha clásica, el centro socialdemócrata con impronta radical y/o progresista y un sur de mayor adhesión electoral a la oferta populista, en cualquiera de sus múltiples variantes.
Es el sur el que avanza, lenta pero inexorablemente, y la ciudad resulta cada día más permeable a las experiencias populistas. Un cambio de paradigma electoral está llegando a la Reina del Plata.
Sociólogo, titular de la Consultora Equis
El avance de las fronteras del sur de la Ciudad Autónoma es contundente. Desde el año 1998, cuando residían 700 mil habitantes en esa zona, en 2010 ya habitan 1 millón de personas (el 33% de la población), tras el desplazamiento de su frontera socioambiental hacia el centro, fenómeno que se expande y hoy toma barrios emblemáticos del centro porteño como Flores, Almagro, Parque Chacabuco, y sigue sin prisa ni pausa.
Las consecuencias del avance del paisaje socioambiental de gran deterioro sureño sobre el resto de la ciudad son múltiples y comienza a mostrar su faceta más interesante al análisis en el deterioro en cascada sobre el centro de las fronteras del sur, sin que el gobierno de la Ciudad se dé por enterado.
En términos demográficos, la mutación es profunda y definitiva a mediano plazo: si en el norte la población mayor de 65 años equivale al 20% de los residentes, en el sur corresponde al 12%. Son estos los barrios más jóvenes y la perspectiva es arrolladora.
También cambia la dinámica electoral del distrito, aunque más discretamente, puesto que una parte importante de los ciudadanos residentes del sur no vota, por ser menores, indocumentados o residentes extranjeros, en especial indicadores sociales y sanitarios muy elementales, como por caso la mortalidad infantil, según se desprende de datos elaborados por el propio gobierno de la Ciudad donde, insistimos, las tasas superiores al promedio ya se despliegan sobre barrios hasta ayer pertenecientes fronteras adentro del centro de la ciudad.
La consideración fundamental que sucede a este desplazamiento en villas de emergencias, donde en el complejo 1-11-14 (el más extenso: allí reside el 30% de los 270 mil ciudadanos que habitan villas de emergencias), casi el 55% de los habitantes no es de nacionalidad argentina. Sin embargo, el peso relativo del voto típico del paisaje sureño, de gran carencia socioeconómica, va ampliando su peso en el mix de la ciudad, terminando con la tradicional arquitectura electoral del norte porteño con hegemonía de derecha clásica, el centro socialdemócrata con impronta radical y/o progresista y un sur de mayor adhesión electoral a la oferta populista, en cualquiera de sus múltiples variantes.
Es el sur el que avanza, lenta pero inexorablemente, y la ciudad resulta cada día más permeable a las experiencias populistas. Un cambio de paradigma electoral está llegando a la Reina del Plata.
lunes, enero 17, 2011
La Web, fotografía Diciembre 2010
Pingdom una empresa que analiza el tráfico web dio a conocer las cifras vinculadas a la actualidad de internet. De los 107 trillones de correos electrónicos enviados el año pasado, el 89% fue considerado spam
Este dato fue publicado junto a otras estadísticas sobre el comportamiento en la red, reunidas por la firma Pingdom a partir de varias fuentes.
Pingdom también publicó cifras sobre el crecimiento de twitter y facebook: el primero reclutó 100 millones de nuevas cuentas el año pasado y acumuló un total de 175 millones para septiembre. En 2010 se enviaron 25.000 millones de mensajes por twitter.
Entretanto, facebook ya tenía casi 600 millones de usuarios a fines del año pasado. De ellos, 250 millones se sumaron a la red social en 2010.
Pingdom indicó que para junio de 2010 había 1.970 millones de usuarios de internet: 825,1 millones en Asia; 475,1 millones en Europa; 266,2 millones en América del Norte; 204,7 millones en Latinoamérica y el Caribe; 110,9 millones en África; 63,2 millones en Medio Oriente y 21,3 millones en Oceanía.
Por día se envía un promedio de 294.000 millones de correos electrónicos, 89% del cual es spam.
Pingdom indicó que hay 2.900 millones de cuentas de correo electrónico en todo el mundo y 152 millones de blogs. Además, hay 255 millones de páginas web, 21,4 millones más que el año pasado.
domingo, enero 09, 2011
Twitter no es un chat
Por Rubén Weinsteiner para ADN
Las redes sociales como Facebook, y las herramientas de microblogging como Twitter, nos dan a cada uno de los que habitamos este mundo 2.0, la posibilidad de desintermediar nuestra relación con la gente. Llegar en forma directa sin el filtro mediático, sin la intermediación de los medios que constituidos en el mensaje, median en los humores sociales.
Cuando Obama, descubrió la gestión 2.0 y comenzó a hablarle directamente a la gente vía Twitter, y Blackberry en mano, antes de cada votación complicada en el parlamento, cientos de líderes políticos, artistas y deportistas comenzaron a saltar por arriba de la valla mediática. Muchos políticos como el Canciller argentino Héctor Timerman, enfrentado con los medios, comenzaron a hacer sus statements en Twitter, y artistas famosos, animadores de TV, deportistas y marcas comerciales, encontraron el camino para luego de haber llegado a la cima con la ayuda de los medios, dejar de depender de ellos en la comunicación con su público objetivo.
Cuando el cantante John Mayer, uno de los grandes usuarios de Twitter con 3,7 millones de seguidores, cerró su cuenta el lunes pasado, se sumó a muchos famosos que abandonaron Twitter como Miley Cyrus, que se bajó de Twitter hace un año.
La estrella de "Hairspray" Amanda Bynes cerró su cuenta la semana pasada sin previo aviso.
La idea de desintermediar resultó interesante, pero junto con el vínculo directo de ellos hacia la gente, los políticos y los artistas se dieron cuenta que la gente también puede hablar y habla. Con el filtro de los medios era difícil, pero la gente era muda, con Twitter los medios ya no son un problema pero la gente puede serlo. El exceso de familiaridad y la igualación hace que muchos tweets sean objeto de ironía, burla y respuestas muy duras. Los personajes públicos 1.0 estaban lejos, eran intocables, en Twitter ya no lo son, y eso esta comenzando a preocupar a mucha gente, que pierde el control y cuando intenta recuperarlo empeora su situación.
Gestionar el dialogo permanente, en un ámbito donde es más importante lo que los otros dicen de uno, que lo que uno dice de uno mismo, exige un abordaje estratégico y desarrollos comunicacionales tácticos a favor de un objetivo de posicionamiento.
No se trata de un objetivo de producto, definido a través de sus beneficios y características, ni siquiera de un objetivo de imagen, dotando de cualidades significativas al personaje, se trata de posicionamiento, es decir ubicar a la persona en la cabeza de su público objetivo de una determinada manera, en una sociedad sobre comunicada. Para lograr ese lugar en la cabeza de la gente y mantener el lugar hace falta gestión estratégica, no se trata de tirar pensamientos creativos y divertidos y responder, se trata de entender esa marea dialogal que es Twitter, e ir acomodando el cuerpo para sostener el posicionamiento.
Twitter se ha convertido en una herramienta 2.0 poderosa, pero como toda herramienta 2.0 horizontaliza la comunicación. La TV es asimétrica, es top down, no admite la interrupción del público, si alguien habla cuando un político dice algo en un reportaje, se pierde lo que dice a continuación, para que a uno le hablen en Televisión hay que quedarse callado, uno no opina, es opinado y por cualquiera que esté del otro lado de la cámara.
En Twitter, además de emitir hay que poder sostener y convencer, o como diría mi socio Jorge Schussheim, vencer emocionalmente. Twitter es conversación, construcción, armado, por eso tanto el “hablarles” como el “escucharlos” constituyen alternativas parciales, que no definen a Twitter. Acá no se trata de hablar desde una tribuna que llega a millones o de escuchar a millones, sino de construir un vínculo de compromiso horizontal y simétricamente condicionado, con millones, lo que requiere una redefinición constante de la propia marca, cargándola de significados en tiempo real, para poder en forma dinámica, liderar la conversación.
martes, enero 04, 2011
"Las compañías exitosas se deben reinventar cada cinco o diez años"
ENTREVISTA CON JOHN DONAHOE, CEO DE EBAY
John Donahoe, consejero delegado de eBay, tiene estos días tantos motivos para alegrarse como para echarse a temblar. Nadie lo diría al verlo sonreír despreocupado, encaramado en sus casi dos metros de altura. Hace unos días firmó la adquisición del mayor club de compras online de moda en Alemania, Brands4friends, por 152 millones de euros. Pero la realidad es que a eBay, icono de Internet, fundada en 1995, le cuesta brillar como antaño. Sus ingresos avanzan tímidamente, su valor en Bolsa está lejos de los años dorados y la sombra de Amazon crece demasiado alargada. “Que una compañía esté ahora de moda no quiere decir que vaya a ganar en el futuro”, precisa.
A sus 50 años, los tres últimos al frente de eBay, le ha tocado la misión de sustituir a Meg Whitman, la superejecutiva que transformó eBay de empresilla a gigante con 15.000 empleados y 8000 millones de dólares (6100 millones de euros) en ingresos anuales. Quizá para reivindicarse no tarda ni dos minutos en sacar su as de la manga: PayPal. El sistema de pagos online, comprado por eBay en 2002, es un cohete. Supera los 90 millones de cuentas activas y supone el 37 por ciento del negocio de eBay.
–Es difícil superar los logros de Meg Whitman. ¿Se siente presionado por las posibles comparaciones?
–En absoluto. Mi objetivo es construir una compañía que dure décadas. Meg hizo un gran trabajo y yo quiero hacer lo mismo, dejar una firma saneada a quien venga detrás.
–Mucha gente ve eBay como una página web de subastas de productos de segunda mano. Pero desde su llegada en 2008 eso ha cambiado. ¿Cómo?
–Hace tres años, un 70 por ciento de eBay eran subastas de productos usados y un 30 por ciento compraventa de objetos nuevos con precios fijos. Hoy es al revés, casi un 70 por ciento son precios fijos y el resto subastas. No somos nosotros quienes hemos empujado ese cambio, son los compradores y los vendedores.
–¿Usa un Kindle?
–No, me gusta más el iPad, con él puedo leer y comprar en eBay (risas).
–Le pregunto porque Amazon parece estar muy fuerte. Tienen tres veces más ingresos, diversifican con Kindle...
–Respeto mucho a Amazon y a Jeff Bezos, pero el comercio electrónico no ha hecho más que empezar, no dominará una sola compañía, habrá varios ganadores. Hace cinco años todos daban por muerto a Amazon, le llamaban Amazon.bomb. eBay tiene 90 millones de clientes activos que generan 60.000 millones de dólares (45.750 millones de euros) en transacciones. Eso es más que cualquier otra compañía de comercio electrónico, incluida Amazon.
–Entonces, ¿por qué llaman a eBay el Yahoo! del comercio electrónico?
–Queremos cerrar el gap entre nuestro crecimiento y el de Internet. Las compañías exitosas se deben reinventar cada cinco o diez años y eso es lo que estamos haciendo. Más de 25 millones de pequeños negocios utilizan eBay para vender. Y los compradores acceden al mayor almacén online de productos rebajados fuera de inventario.
–Vendieron Skype y ahora el servicio crece como nunca. ¿Se arrepiente?
–No, Skype era un negocio genial, pero no tenía sinergias con eBay ni PayPal. En Internet las cosas cambian muy rápido y tienes que centrarte para ser exitoso. Ahora estamos centrados en PayPal y el comercio electrónico, son dos actividades muy complementarias.
–¿Fue la compra de PayPal un acierto?
–Fue una de las compras más inteligentes en la historia de Internet. Cada negocio ayudó al otro a mejorar. Las sinergias que había entonces entre eBay y PayPal siguen existiendo hoy.
–¿Cómo cree que compraremos online en el futuro?
–Lo haremos de muchas maneras a medida que la frontera entre online y offline desaparece. Los productos nos llegarán cómo y cuándo querramos. Por ejemplo, si me gustan unas zapatillas deportivas Nike de talle 44, puedo filtrar toda la sección de moda en eBay con esas preferencias y recibir alertas cuando haya nuevos modelos disponibles.
–¿Desaparecerán monedas, billetes y tarjetas de crédito?
–Sí, creo que la cartera física pasará a ser digital y los teléfonos celulares inteligentes se convertirán en las nuevas billeteras digitales. La gente almacenará su información financiera en la nube y podremos utilizar el móvil para comprar en cualquier parte.
sábado, enero 01, 2011
En 2010 Facebook le ganó a Google en EE.UU.
Facebook destronó al buscador Google en 2010. La red social se ha impuesto al buscador, alcanzando 8,9% de visitas en USA, de enero a noviembre.
Google se quedó con el 7,2%.
Google dominó ese ranking en 2008 y 2009 tras destronar a la red social MySpace, líder en 2007 y que ahora vive unos momentos difíciles (News Corp, la empresa propietaria, podría despedir a 1 de cada 2 empleados).
Sin embargo, el liderazgo de Facebook, red social con más de 500 millones de miembros, no se sostiene cuando se suman todos los sitios de Google (por ejemplo YouTube).
En este caso, Google suma el 9,9%.
Todos los servicios de Yahoo ocupan el 3er. lugar, con 8,1%.
Hitwise también publica las palabras más buscadas: Facebook, que ya fue la palabra más buscada en 2009 y 2010.
Los nombres de MySpace y del sitio de clasificados Craiglist fueron en 2009 los que iban detrás de Facebook.
En 2010, Facebook y Facebook login encabezaron la lista por delante de YouTube.
Así lo explicó Alex Sherman para Bloomberg News:
Facebook Inc. superó este año a Google Inc. como la página web más visitada en Estados Unidos, lo que muestra el rápido ascenso de la red social por encima de los motores de búsqueda y los portales de internet.
Facebook recibió el 8.9% de las visitas a las páginas web en USA entre enero y el 10/11/2010, de acuerdo con el localizador de internet con sede en Nueva York, Experian Hitwise.
El sitio principal de Google quedó segundo con 7.2%, seguido por el servicio de correo de Yahoo!, el portal web Yahoo y YouTube de Google.
Facebook, fundada por Mark Zuckerberg de 26 años, en 2004, tiene más de 500 millones de usuarios y controla una base en la que se supoen ocurren más de US$ 40.000 millones en intercambios.
El liderazgo del sitio web ha atraído a anunciantes tales como Coca-Cola Co. y JPMorgan Chase & Co., lo cual ha permitido que Facebook haya logrado ventas por unos US$ 2.000 millones este año, de acuerdo con personas familiarizadas con el tema.
"Facebook podría ser mayor que Google", dijo Tom Taulli, investigador independiente sobre ofertas públicas iniciales. "Si estoy en Google, me preocupa. Si Facebook se está convirtiendo en la puerta de entrada a la web, eso traerá problemas a Google, en términos de ingresos o concepto de anuncios y potencial de crecimiento".
Facebook se le pasó por primera vez a Google en cuanto a semana a semana y ha mantenido su liderazgo durante el año. La empresa de Palo Alto, California, atrajo a más usuarios al añadir juegos, remozar sus fuentes de noticias, mejorar sus capacidades de chat y ofrecer más seguridad.
El próximo paso para la empresa es incrementar sus asociaciones de comercio en línea de modo que los amigos se recomienden productos entre sí en una forma más sofisticada, declaró Taulli.
Aunque Google, con sede en Mountain View, California, da servicio a 1.000 millones de usuarios por semana, no "tiene una red social con cohesión en la que los usuarios se comuniquen entre sí", indicó.
Google fue el sitio más visitado en USA en el 2008 y el 2009, y todavía tiene la primera posición al hacer un conteo de todos los sitios de la empresa, incluyendo el sitio de videos YouTube.
Mientras Google sigue siendo el motor de búsqueda más popular, Facebook puede ufanarse también en cuanto a esa área: fue el término más buscado por segundo año consecutivo, declaró Hitwise.
2011: 10 elecciones importantes
Además del proceso electoral argentino vamos a asisitir a 9 elecciones importantes.
SUDÁN
Tipo: referéndum
Fecha: 9 de enero
De qué estar pendiente: los ciudadanos del semiautónomo Sudán del Sur están preparándose para votar si siguen siendo parte del país. El muy esperado referéndum es una condición del Acuerdo Global de Paz de 2005 que puso fin a la guerra civil de 22 años entre el Norte y el Sur. Si la mayoría de los sudaneses del sur votan a favor de la independencia, lo que se espera que hagan, crearían el más reciente Estado del mundo.
Lo que no quiere decir que todo sea sencillo . Algunos analistas predicen que el referéndum conducirá al caos. Una posibilidad muy real teniendo en cuenta la acumulación de fuerzas militares en los alrededores de ambos lados de la frontera, y la reciente sugerencia del presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir, de que esta próxima votación podría no ser válida. El asunto se complica por el hecho de que la mayor parte del petróleo sudanés se localiza a lo largo de la disputada frontera entre ambos polos del país. Bashir también ha sugerido que si el sur, que es fundamentalmente cristiano y animista, acaba por escindirse, Jartum adoptará una forma de sharia mucho más estricta.
HAITÍ
Tipo: presidenciales y legislativas (2da. vuelta)
Fecha: 16 de enero
De qué estar pendiente: Entre el terremoto de 7,0º de magnitud que mató a un cuarto de millón de personas el pasado enero, la actual epidemia de cólera, los disturbios registrados y un Gobierno que se define por su total ineptitud, 2010 ha sido un año demoledor para el país más pobre del hemisferio occidental. Haití celebró la primera ronda de elecciones legislativas y presidenciales el 28 de noviembre, aunque éstas se vieron ensuciadas por el fraude y la incompetencia. Incluso Jude Celestin, el candidato respaldado por el presidente haitiano, René Préval, se encontró con que al intentar votar no figuraba en la lista y se vio obligado a emitir un sufragio provisional sujeto a validación. A causa de las generalizadas acusaciones de fraude, los comicios fueron seguidos de violencia.
En este momento hay tres candidatos que compiten todavía por los dos puestos para disputar la segunda vuelta: Celestin, la ex primera dama, Mirlande Manigat, y el popular cantante, Michel Martelly, más conocido como Sweet Mickey. Este último, que acabó en tercer lugar en la primera ronda de votaciones, sugirió recientemente que, en vez de celebrar la segunda tanda, todo el país debería simplemente volver a elegir entre los 19 candidatos presentados el 28 de noviembre, y dejar que el que obtenga un mayor número de votos consiga la presidencia. No obstante, las cuestiones de procedimiento son la menor de las preocupaciones de Haití. El país ha sufrido 34 golpes de Estado en su historia, una media de uno cada seis años, y la dictadura es todavía más la norma que la democracia.
IRLANDA
Tipo: parlamentarias
Fecha: enero
De qué estar pendiente: Tras meses negando que Irlanda necesitara ser rescatada, el primer ministro, Brian Cowen, solicitó formalmente un paquete de rescate de 100.000 millones de dólares (€ 77.000 millones) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea el 21 de noviembre. Solo dos días más tarde, el gobierno de Cowen se desmoronaba después de que el Partido Verde, culpándole del mal manejo de la economía ante la burbuja inmobiliaria y la crisis bancaria que dejó el país con una deuda de miles de millones de euros, se retirara de un gobierno de coalición con su partido, el centrista Fianna Fáil.
El Parlamento irlandés, en última instancia, aceptó el rescate, aunque hubo partidos de oposición como el Sinn Fein, el Fine Gael y el Laborista que votaron contra el paquete con la esperanza de poder sacar provecho de ello durante las elecciones. El partido de Cowen es profundamente impopular debido a su gestión de la crisis financiera, y es muy probable que la votación le obligue a abandonar el poder en los próximos comicios. Los funcionarios del FMI han mostrado públicamente su preocupación ante la posibilidad de que una victoria laborista, que ha sido el más crítico con el plan de rescate, pudiera ponerlo en peligro.
Otro factor a tener en cuenta es el partido nacionalista Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, que tradicionalmente ha concentrado sus esfuerzos en Irlanda del Norte, pero que confía en encontrar apoyos en la república irlandesa hacia su mensaje populista de izquierdas por las consecuencias de la crisis financiera.
NIGERIA
Tipo: presidenciales
Fecha: 13 de enero y 9 de abril
De qué estar pendiente: Hace ahora un año, nadie estaba del todo seguro de quien estaba al mando en Nigeria. El presidente del país, Umaru Yar'Adua, lo había abandonado en noviembre para ir a Arabia Saudí, donde estaba recibiendo tratamiento para sus problemas de corazón e hígado. Cuando se hizo evidente que éste estaba incapacitado, el entonces vicepresidente, Goodluck Jonathan, intentó tomar las riendas, pero se vio obstaculizado por el círculo más cercano al mandatario, reticente a ceder su influencia. Hizo falta que Yar’Adua muriera en mayo para que la situación se resolviera y, por fin, Jonathan se convirtiera oficialmente en Presidente.
Ahora Jonathan, que sólo lleva medio año en el cargo, tendrá que sustituirle en las elecciones presidenciales. Y los votantes a los que será más difícil ganarse, serán los que se encuentran en su propio bando político. El Partido Democrático Popular (PDP), actualmente en el poder desde que el país se convirtiera en democracia, tiene un pacto entre caballeros para rotar el máximo cargo por regiones: dos mandatos para alguien del sur, seguidos de otros dos para un originario del norte. Yar'Adua era norteño, pero Jonathan es sureño. Muchos en el norte piensan que la presidencia debería volver a manos de un de sus representante en las próximas elecciones. Como consecuencia, algunos miembros del partido gobernante en el norte respaldan como su candidato a Atiku Abubakar, un antiguo vicepresidente.
Las primarias se han anunciado para enero de 2011. Ésta será la verdadera contienda, no las generales de abril. La oposición nigeriana nunca se las ha arreglado para reunir más que una porción de los votos en los sufragios del país, que están fuertemente amañados. A pesar de la promesa de Jonathan de reformar el sistema electoral antes de los comicios, pocos esperan que sea un candidato que no pertenezca al PDP el que se haga con la victoria. Eso no ha impedido, no obstante, que un interesante líder de la oposición se haya decidido a postularse. El favorito de la comunidad internacional, Nuhu Ribadu, ex responsable de la comisión nacional anticorrupción del país, se ha presentado como el candidato más débil.
ZIMBAWE
Tipo: parlamentarias
Fecha: mayo
De qué estar pendiente: Morgan Tsvangirai, líder del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC, en sus siglas en inglés) logró la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales de 2008 en Zimbabue. Pero el presidente Robert Mugabe se negó a renunciar al poder y se vio obligado, tras la propagación de manifestaciones y la intervención internacional, a aceptar a Tsvangirai como su primer ministro. Como no es de extrañar, esta alianza no ha resultado fácil y los dos rivales han discrepado en todo, desde la política económica y los nombramientos, al encarcelamiento de aliados políticos del opositor.
Ahora Mugabe está presionando para celebrar nuevas elecciones parlamentarias en junio de 2011. El Presidente, de 86 años, espera poder derrotar a su enemigo Tsvangirai. El MDC se opone a celebrar nuevos sufragios, argumentando que no hay forma de que el país pueda celebrar una votación creíble para el nuevo año. Unas elecciones en las que Mugabe retenga el poder, tienen el potencial para devolver de nuevo a Zimbabue a una situación de caos y violencia.
TURQUÍA
Tipo: parlamentarias
Fecha: julio
De qué estar pendiente: Las elecciones nacionales en Turquía serán principalmente consideradas como un referéndum sobre el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que tras ocho años en el poder sigue siendo popular gracias, al menos en parte, a una economía fuerte. No obstante, los analistas anticipan que los votantes pueden buscar un cambio y que el AKP tiene menos resultados que mostrar tras su segundo mandato de los que tuvo tras el primero. Es bastante probable que el partido del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, vea debilitarse su control del poder e incluso sentirse forzado a formar un gobierno de coalición.
Para contener las pérdidas, el AKP planea reestructurar su lista de candidatos y está desprendiéndose de docenas de diputados considerados impopulares o que no han ofrecido buen resultado. El Partido Republicano del Pueblo, el grupo secular actualmente en la oposición pero que dominó la política turca durante el periodo de partido único, ha estado intentando reformar su imagen atrayendo gente nueva a la cúpula de la organización. Erdogan, que fue acusado por diplomáticos estadounidenses en los cables de WikiLeaks de poseer “rasgos autoritarios”, ha dicho que 2011 puede ser la última vez que se presente, pero eso simplemente podría ser un mensaje cifrado y que planee optar a la presidencia posteriormente, sucediendo a su tradicional aliado Abdulá Gul.
EGIPTO
Tipo: presidencial
Fecha: septiembre
De qué estar pendiente: El presidente Hosni Mubarak ha ocupado el poder durante casi tres décadas y, a la edad de 82 años, no muestra signos de querer desprenderse de él. Hay rumores ampliamente extendidos de que una vez prometió permanecer en la presidencia “hasta el último aliento de mis pulmones y el último latido de mi corazón”. Tiene una salud cada vez más débil, pero la mayoría de los analistas todavía esperan que se presente a la reelección en septiembre. Mubarak accedió al Gobierno tras el asesinato de Anwar el Sadat en 1981. En 2005, volvió a ganar en las que fueron calificadas oficialmente como los primeros comicios de múltiples partidos de su presidencia, pero las informaciones de fraude fueron generalizadas y al grupo de la oposición más popular del país, los Hermanos Musulmanes, se le prohibió presentar un candidato.
Las más recientes elecciones parlamentarias de noviembre se vieron de nuevo empañadas por el engaño y fueron boicoteadas por destacados líderes de la oposición, incluyendo al ex responsable de la Agencia Internacional de la Energía Mohamed el Baradei, que ha llamado también al bloqueo en las presidenciales del año que viene.
Ante la práctica ausencia de cualquier cosa que pudiera funcionar como una oposición creíble, la atención se centra principalmente en la propia familia Mubarak. Un alto miembro de su partido dijo en noviembre que el presidente se presentará a la reelección “a menos que decida lo contrario”. Mientras tanto, su hijo Gamal, a quien se está preparando para ser un posible sucesor, está llevando a cabo una campaña popular, con la bendición de su padre. No obstante, si éste es de nuevo candidato y gana, la cuestión real pasa a ser, quién asumirá el poder si él muere. La respuesta, al menos por ahora, no está clara.
ARGENTINA
Tipo: presidencial
Fecha: octubre
De qué estar pendiente: La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, llegó al cargo en 2007, sucediendo a su marido Néstor, que cumplió sólo un mandato antes de renunciar con unos altos índices de aprobación. Muchos esperaban que lo retomara donde lo dejó tras el periodo de cuatro años de su esposa. Además, la pareja afirmó que uno de ellos sería candidato en 2011, pero su plan se vino abajo en octubre, cuando el que fuera presidente murió de un ataque al corazón.
Muchos creían que Néstor era quien tenía más poder en la pareja y que Cristina nunca delegó realmente la responsabilidad a su gabinete, porque era su marido quien, en gran medida, manejaba todavía el Gobierno. Con las elecciones generales en octubre y las primarias programadas para agosto, no está claro si la presidenta se presentará de nuevo o quiénes podrían ser sus contrincantes. La economía argentina ha mejorado desde el comienzo de la era Kirchner, pero ella nunca demostró mucho interés en estos asuntos y dejó gran parte de esas tareas en manos de su esposo. Lo que no quiere decir que fuera una mera figura decorativa, ya que ella era ya una senadora influyente cuando su marido era todavía un oscuro gobernador. No obstante, si decide presentarse de nuevo tendrá que demostrar que votarla es todavía una apuesta que merece la pena, incluso sin el dos por uno.
POLONIA
Tipo: parlamentarias
Fecha: octubre
De qué estar pendiente: Las elecciones parlamentarias de octubre serán las primeras en Polonia desde el accidente de avión en Rusia en el que murió el presidente Lech Kaczynski y docenas de los principales líderes políticos del país. Una elección presidencial especial en junio colocó en el Gobierno al candidato de la derechista Plataforma Cívica, Bronislaw Komorowski, y las votaciones locales reafirmaron la popularidad del partido. Dado que Polonia es el único de Europa que ha evitado una recesión en los últimos años, es probable que los comicios de octubre confirmen el mandato del actual Gobierno.
La principal competencia a la que se enfrentarán la Plataforma Cívica y el primer ministro, Donald Tusk, provendrá probablemente del ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del fallecido presidente. Kaczynski desafío a Komorowski por el puesto de su hermano en las elecciones especiales de junio y a pesar de no haberlo logrado afirmó que consideraba la derrota como un “magnífico ensayo” para la contienda en las parlamentarias.
RUSIA
Tipo: parlamentarias
Fecha: diciembre
De qué estar pendiente: Con los partidos de oposición restringidos o marginados, lo único que hay en cuestión en las elecciones parlamentarias rusas es el margen por el que ganará el grupo político del primer ministro Vladímir Putin, Rusia Unida. Actualmente, acumula el 75% de los escaños de la Duma y el resto están en manos de sus aliados políticos. No obstante, esta formación parece estar un poco nerviosa, después de que el dúo formado por Putin y Medvédev gestionara erróneamente la sequía y los posteriores incendios que asolaron el oeste del país durante el verano. En agosto, este partido anunció cambios en su estrategia electoral, favoreciendo a candidatos que posean fuertes conexiones locales, por encima del criterio de lealtad al grupo.
Una coalición de la oposición que se autodenomina Rusia sin desgobierno y corrupción, se ha formado con la esperanza de presentarse a las votaciones, pero no hay muchos motivos para pensar que el grupo, compuesto casi por completo por figuras de la oposición de larga trayectoria, tendrá más éxito este año que el pasado.
Será interesante observar cómo de activo se mostrará Putin haciendo campaña a favor de Rusia Unida, de la que extrañamente es el presidente pero técnicamente no un miembro. Desde luego, los observadores de Moscú estarán vigilando atentamente si éste usa la plataforma de las elecciones parlamentarias para preparar su regreso a la presidencia en 2012.
SUDÁN
Tipo: referéndum
Fecha: 9 de enero
De qué estar pendiente: los ciudadanos del semiautónomo Sudán del Sur están preparándose para votar si siguen siendo parte del país. El muy esperado referéndum es una condición del Acuerdo Global de Paz de 2005 que puso fin a la guerra civil de 22 años entre el Norte y el Sur. Si la mayoría de los sudaneses del sur votan a favor de la independencia, lo que se espera que hagan, crearían el más reciente Estado del mundo.
Lo que no quiere decir que todo sea sencillo . Algunos analistas predicen que el referéndum conducirá al caos. Una posibilidad muy real teniendo en cuenta la acumulación de fuerzas militares en los alrededores de ambos lados de la frontera, y la reciente sugerencia del presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir, de que esta próxima votación podría no ser válida. El asunto se complica por el hecho de que la mayor parte del petróleo sudanés se localiza a lo largo de la disputada frontera entre ambos polos del país. Bashir también ha sugerido que si el sur, que es fundamentalmente cristiano y animista, acaba por escindirse, Jartum adoptará una forma de sharia mucho más estricta.
HAITÍ
Tipo: presidenciales y legislativas (2da. vuelta)
Fecha: 16 de enero
De qué estar pendiente: Entre el terremoto de 7,0º de magnitud que mató a un cuarto de millón de personas el pasado enero, la actual epidemia de cólera, los disturbios registrados y un Gobierno que se define por su total ineptitud, 2010 ha sido un año demoledor para el país más pobre del hemisferio occidental. Haití celebró la primera ronda de elecciones legislativas y presidenciales el 28 de noviembre, aunque éstas se vieron ensuciadas por el fraude y la incompetencia. Incluso Jude Celestin, el candidato respaldado por el presidente haitiano, René Préval, se encontró con que al intentar votar no figuraba en la lista y se vio obligado a emitir un sufragio provisional sujeto a validación. A causa de las generalizadas acusaciones de fraude, los comicios fueron seguidos de violencia.
En este momento hay tres candidatos que compiten todavía por los dos puestos para disputar la segunda vuelta: Celestin, la ex primera dama, Mirlande Manigat, y el popular cantante, Michel Martelly, más conocido como Sweet Mickey. Este último, que acabó en tercer lugar en la primera ronda de votaciones, sugirió recientemente que, en vez de celebrar la segunda tanda, todo el país debería simplemente volver a elegir entre los 19 candidatos presentados el 28 de noviembre, y dejar que el que obtenga un mayor número de votos consiga la presidencia. No obstante, las cuestiones de procedimiento son la menor de las preocupaciones de Haití. El país ha sufrido 34 golpes de Estado en su historia, una media de uno cada seis años, y la dictadura es todavía más la norma que la democracia.
IRLANDA
Tipo: parlamentarias
Fecha: enero
De qué estar pendiente: Tras meses negando que Irlanda necesitara ser rescatada, el primer ministro, Brian Cowen, solicitó formalmente un paquete de rescate de 100.000 millones de dólares (€ 77.000 millones) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea el 21 de noviembre. Solo dos días más tarde, el gobierno de Cowen se desmoronaba después de que el Partido Verde, culpándole del mal manejo de la economía ante la burbuja inmobiliaria y la crisis bancaria que dejó el país con una deuda de miles de millones de euros, se retirara de un gobierno de coalición con su partido, el centrista Fianna Fáil.
El Parlamento irlandés, en última instancia, aceptó el rescate, aunque hubo partidos de oposición como el Sinn Fein, el Fine Gael y el Laborista que votaron contra el paquete con la esperanza de poder sacar provecho de ello durante las elecciones. El partido de Cowen es profundamente impopular debido a su gestión de la crisis financiera, y es muy probable que la votación le obligue a abandonar el poder en los próximos comicios. Los funcionarios del FMI han mostrado públicamente su preocupación ante la posibilidad de que una victoria laborista, que ha sido el más crítico con el plan de rescate, pudiera ponerlo en peligro.
Otro factor a tener en cuenta es el partido nacionalista Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, que tradicionalmente ha concentrado sus esfuerzos en Irlanda del Norte, pero que confía en encontrar apoyos en la república irlandesa hacia su mensaje populista de izquierdas por las consecuencias de la crisis financiera.
NIGERIA
Tipo: presidenciales
Fecha: 13 de enero y 9 de abril
De qué estar pendiente: Hace ahora un año, nadie estaba del todo seguro de quien estaba al mando en Nigeria. El presidente del país, Umaru Yar'Adua, lo había abandonado en noviembre para ir a Arabia Saudí, donde estaba recibiendo tratamiento para sus problemas de corazón e hígado. Cuando se hizo evidente que éste estaba incapacitado, el entonces vicepresidente, Goodluck Jonathan, intentó tomar las riendas, pero se vio obstaculizado por el círculo más cercano al mandatario, reticente a ceder su influencia. Hizo falta que Yar’Adua muriera en mayo para que la situación se resolviera y, por fin, Jonathan se convirtiera oficialmente en Presidente.
Ahora Jonathan, que sólo lleva medio año en el cargo, tendrá que sustituirle en las elecciones presidenciales. Y los votantes a los que será más difícil ganarse, serán los que se encuentran en su propio bando político. El Partido Democrático Popular (PDP), actualmente en el poder desde que el país se convirtiera en democracia, tiene un pacto entre caballeros para rotar el máximo cargo por regiones: dos mandatos para alguien del sur, seguidos de otros dos para un originario del norte. Yar'Adua era norteño, pero Jonathan es sureño. Muchos en el norte piensan que la presidencia debería volver a manos de un de sus representante en las próximas elecciones. Como consecuencia, algunos miembros del partido gobernante en el norte respaldan como su candidato a Atiku Abubakar, un antiguo vicepresidente.
Las primarias se han anunciado para enero de 2011. Ésta será la verdadera contienda, no las generales de abril. La oposición nigeriana nunca se las ha arreglado para reunir más que una porción de los votos en los sufragios del país, que están fuertemente amañados. A pesar de la promesa de Jonathan de reformar el sistema electoral antes de los comicios, pocos esperan que sea un candidato que no pertenezca al PDP el que se haga con la victoria. Eso no ha impedido, no obstante, que un interesante líder de la oposición se haya decidido a postularse. El favorito de la comunidad internacional, Nuhu Ribadu, ex responsable de la comisión nacional anticorrupción del país, se ha presentado como el candidato más débil.
ZIMBAWE
Tipo: parlamentarias
Fecha: mayo
De qué estar pendiente: Morgan Tsvangirai, líder del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC, en sus siglas en inglés) logró la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales de 2008 en Zimbabue. Pero el presidente Robert Mugabe se negó a renunciar al poder y se vio obligado, tras la propagación de manifestaciones y la intervención internacional, a aceptar a Tsvangirai como su primer ministro. Como no es de extrañar, esta alianza no ha resultado fácil y los dos rivales han discrepado en todo, desde la política económica y los nombramientos, al encarcelamiento de aliados políticos del opositor.
Ahora Mugabe está presionando para celebrar nuevas elecciones parlamentarias en junio de 2011. El Presidente, de 86 años, espera poder derrotar a su enemigo Tsvangirai. El MDC se opone a celebrar nuevos sufragios, argumentando que no hay forma de que el país pueda celebrar una votación creíble para el nuevo año. Unas elecciones en las que Mugabe retenga el poder, tienen el potencial para devolver de nuevo a Zimbabue a una situación de caos y violencia.
TURQUÍA
Tipo: parlamentarias
Fecha: julio
De qué estar pendiente: Las elecciones nacionales en Turquía serán principalmente consideradas como un referéndum sobre el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que tras ocho años en el poder sigue siendo popular gracias, al menos en parte, a una economía fuerte. No obstante, los analistas anticipan que los votantes pueden buscar un cambio y que el AKP tiene menos resultados que mostrar tras su segundo mandato de los que tuvo tras el primero. Es bastante probable que el partido del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, vea debilitarse su control del poder e incluso sentirse forzado a formar un gobierno de coalición.
Para contener las pérdidas, el AKP planea reestructurar su lista de candidatos y está desprendiéndose de docenas de diputados considerados impopulares o que no han ofrecido buen resultado. El Partido Republicano del Pueblo, el grupo secular actualmente en la oposición pero que dominó la política turca durante el periodo de partido único, ha estado intentando reformar su imagen atrayendo gente nueva a la cúpula de la organización. Erdogan, que fue acusado por diplomáticos estadounidenses en los cables de WikiLeaks de poseer “rasgos autoritarios”, ha dicho que 2011 puede ser la última vez que se presente, pero eso simplemente podría ser un mensaje cifrado y que planee optar a la presidencia posteriormente, sucediendo a su tradicional aliado Abdulá Gul.
EGIPTO
Tipo: presidencial
Fecha: septiembre
De qué estar pendiente: El presidente Hosni Mubarak ha ocupado el poder durante casi tres décadas y, a la edad de 82 años, no muestra signos de querer desprenderse de él. Hay rumores ampliamente extendidos de que una vez prometió permanecer en la presidencia “hasta el último aliento de mis pulmones y el último latido de mi corazón”. Tiene una salud cada vez más débil, pero la mayoría de los analistas todavía esperan que se presente a la reelección en septiembre. Mubarak accedió al Gobierno tras el asesinato de Anwar el Sadat en 1981. En 2005, volvió a ganar en las que fueron calificadas oficialmente como los primeros comicios de múltiples partidos de su presidencia, pero las informaciones de fraude fueron generalizadas y al grupo de la oposición más popular del país, los Hermanos Musulmanes, se le prohibió presentar un candidato.
Las más recientes elecciones parlamentarias de noviembre se vieron de nuevo empañadas por el engaño y fueron boicoteadas por destacados líderes de la oposición, incluyendo al ex responsable de la Agencia Internacional de la Energía Mohamed el Baradei, que ha llamado también al bloqueo en las presidenciales del año que viene.
Ante la práctica ausencia de cualquier cosa que pudiera funcionar como una oposición creíble, la atención se centra principalmente en la propia familia Mubarak. Un alto miembro de su partido dijo en noviembre que el presidente se presentará a la reelección “a menos que decida lo contrario”. Mientras tanto, su hijo Gamal, a quien se está preparando para ser un posible sucesor, está llevando a cabo una campaña popular, con la bendición de su padre. No obstante, si éste es de nuevo candidato y gana, la cuestión real pasa a ser, quién asumirá el poder si él muere. La respuesta, al menos por ahora, no está clara.
ARGENTINA
Tipo: presidencial
Fecha: octubre
De qué estar pendiente: La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, llegó al cargo en 2007, sucediendo a su marido Néstor, que cumplió sólo un mandato antes de renunciar con unos altos índices de aprobación. Muchos esperaban que lo retomara donde lo dejó tras el periodo de cuatro años de su esposa. Además, la pareja afirmó que uno de ellos sería candidato en 2011, pero su plan se vino abajo en octubre, cuando el que fuera presidente murió de un ataque al corazón.
Muchos creían que Néstor era quien tenía más poder en la pareja y que Cristina nunca delegó realmente la responsabilidad a su gabinete, porque era su marido quien, en gran medida, manejaba todavía el Gobierno. Con las elecciones generales en octubre y las primarias programadas para agosto, no está claro si la presidenta se presentará de nuevo o quiénes podrían ser sus contrincantes. La economía argentina ha mejorado desde el comienzo de la era Kirchner, pero ella nunca demostró mucho interés en estos asuntos y dejó gran parte de esas tareas en manos de su esposo. Lo que no quiere decir que fuera una mera figura decorativa, ya que ella era ya una senadora influyente cuando su marido era todavía un oscuro gobernador. No obstante, si decide presentarse de nuevo tendrá que demostrar que votarla es todavía una apuesta que merece la pena, incluso sin el dos por uno.
POLONIA
Tipo: parlamentarias
Fecha: octubre
De qué estar pendiente: Las elecciones parlamentarias de octubre serán las primeras en Polonia desde el accidente de avión en Rusia en el que murió el presidente Lech Kaczynski y docenas de los principales líderes políticos del país. Una elección presidencial especial en junio colocó en el Gobierno al candidato de la derechista Plataforma Cívica, Bronislaw Komorowski, y las votaciones locales reafirmaron la popularidad del partido. Dado que Polonia es el único de Europa que ha evitado una recesión en los últimos años, es probable que los comicios de octubre confirmen el mandato del actual Gobierno.
La principal competencia a la que se enfrentarán la Plataforma Cívica y el primer ministro, Donald Tusk, provendrá probablemente del ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del fallecido presidente. Kaczynski desafío a Komorowski por el puesto de su hermano en las elecciones especiales de junio y a pesar de no haberlo logrado afirmó que consideraba la derrota como un “magnífico ensayo” para la contienda en las parlamentarias.
RUSIA
Tipo: parlamentarias
Fecha: diciembre
De qué estar pendiente: Con los partidos de oposición restringidos o marginados, lo único que hay en cuestión en las elecciones parlamentarias rusas es el margen por el que ganará el grupo político del primer ministro Vladímir Putin, Rusia Unida. Actualmente, acumula el 75% de los escaños de la Duma y el resto están en manos de sus aliados políticos. No obstante, esta formación parece estar un poco nerviosa, después de que el dúo formado por Putin y Medvédev gestionara erróneamente la sequía y los posteriores incendios que asolaron el oeste del país durante el verano. En agosto, este partido anunció cambios en su estrategia electoral, favoreciendo a candidatos que posean fuertes conexiones locales, por encima del criterio de lealtad al grupo.
Una coalición de la oposición que se autodenomina Rusia sin desgobierno y corrupción, se ha formado con la esperanza de presentarse a las votaciones, pero no hay muchos motivos para pensar que el grupo, compuesto casi por completo por figuras de la oposición de larga trayectoria, tendrá más éxito este año que el pasado.
Será interesante observar cómo de activo se mostrará Putin haciendo campaña a favor de Rusia Unida, de la que extrañamente es el presidente pero técnicamente no un miembro. Desde luego, los observadores de Moscú estarán vigilando atentamente si éste usa la plataforma de las elecciones parlamentarias para preparar su regreso a la presidencia en 2012.
El discurso del orden y la complejidad del conflicto social
Por Ignacio Fidanza
La sociedad argentina está ingresando a los codazos, en un debate medular. Bajo el fuego intenso de las transmisiones “en vivo” de los canales de noticias que agitan tomas de tierras, cortes de calles o vías de trenes, lo que empieza a discutirse es la esencia misma del sistema democrático: ¿Hasta donde habilitamos el uso de la fuerza punitiva sobre los ciudadanos para garantizar el orden? O dicho de otra manera: ¿Cuál es el límite de la tolerancia social?
Como en tantos otros debates centrales que merodea la Argentina, lo primero que se imponen son los eslóganes reduccionistas. Lo importante es tranquilizar a las conciencias con respuestas de rápida digestión. Y los medios ponen su mejores energías en simplificar lo complejo. “¿Se viene la favelización?”, anunciaban por ejemplo como eje de debate, conductores periodísticos con título universitario.
Nada más sencillo que agitar el miedo de las masas para lograr la cohesión detrás del líder que se propone como “solución”, siempre de la mano de un discurso que no negocia, ni se modera, y apela a imperativos inflexibles, como en este caso podría ser “el respeto de la ley”.
Por supuesto que se trata de una falacia impracticable ¿Pero quién tiene el tiempo de contrastar las declamaciones con los datos duros de la realidad? Un ejemplo acaso sirva para aclarar el punto. El macrismo hizo de la lucha contra los denominados “trapitos”, un eje de su bandera por la “recuperación” de un orden extraviado en el libertinaje kirchnerista.
La regulación de esa conducta está habilitada por el artículo 79 del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires. Es decir, es competencia originaria del gobierno porteño y su Policía Metropolitana. Un muy interesante trabajo del diputado Rafael Gentilli reveló que en el mes de Septiembre, en base a las propias estadísticas del gobierno macrista, la Policía Metropolitana intervino sólo en dos casos de cuidacoches no autorizados.
Las últimas estadísticas oficiales conocidas, indican que en la Ciudad de Buenos Aires se comete un promedio de 600 delitos penales por día y 114 contravenciones. La Policía Metropolitana intervino también en Septiembre, en 21 delitos y 50 contravenciones.
Se podría conceder que no es mucho lo que puede hacer una fuerza de 1800 efectivos. Pero que en el transcurso de un mes sólo se haya actuado contra dos “trapitos”, revela la enorme distancia que hay entre el discurso y la acción, aún entre aquellos que se proponen como paradigmas del orden.
Y ese es uno de los problemas que con un poco de buena voluntad de los operadores políticos, policiales y judiciales, la sociedad podría discutir y acaso sacar alguna conclusión interesante.
El drama central de la problemática sobre la “inseguridad” es que está cruzada de afirmaciones cuyo objetivo no es analizar el problema sino sumar votos. Distorsión electoralista que empasta la búsqueda de soluciones.
Varios problemas enlazados
Pero como si este escenario no fuera ya complicado de abordar, la situación actual escaló a un nivel de complejidad que incluso buena parte de la dirigencia política –no ya los ciudadanos de a pie- apenas alcanza a vislumbrar. Es que al problema de la inseguridad se montó el conflicto social, los desacoples que genera una economía creciendo al 9 por ciento pero con más de un 20 por ciento de inflación, y la natural presión por conseguir la vivienda propia, de gente que ya superó el umbral mínimo de garantizarse la comida diaria.
Ingredientes que se funden con los intereses que aprovechan la burbuja inmobiliaria que llevó al metro cuadrado porteño a un valor que supera los 1.200 dólares para hacer negocios particulares con las tomas, y la falta no ya de control, sino de simple conocimiento de lo que hacen las estructuras policiales en el terreno.
Es decir, la realidad decidió mezclar las discusiones de política de seguridad, reforma policial, vivienda, contención social y modelo económico, entre otras. Lo natural sería tomar el desafío con calma, para ir desbrozando sus ingredientes y sobre todo midiendo con prudencia su interrelación y los posibles efectos que las distintas intervenciones del Estado provocarán.
Es decir hace falta tiempo y paciencia, única vía conocida para abordar de manera democrática problemas complejos. Frente a este desafío incómodo, se erige el discurso que propone la solución mágica de forzar el cumplimiento de la ley. Se trata de una idea poderosa porque resuelve de un plumazo la inquietante complejidad.
Pero como todas las simplificaciones, es una moneda falsa. Como se sabe no existe eso conocido como “la ley”. Lo que hay es un conjunto de normas en permanente evolución y es la intervención de la realidad la que por las buenas o las malas, fuerza esas modificaciones. Relación dialéctica entre el derecho y los hechos. Es decir, lo que se conoce como “la ley” es mas bien una esponja agujereada – a la que se le puede inyectar más o menos agua, penalidades- que un diamante inalterable.
Y está bien que sea así, porque las sociedades mutan. Dicho de otra manera, no es una buena idea convertir todo problema en delito. De hecho, está comprobado que criminalizar más conductas, lejos está de atenuar el fenómeno de la “inseguridad”.
La pregunta ya se la hizo el provocador criminalista noruego Nils Christie: “¿Cuánto es una sensata cantidad de delito?”. Es un interrogante que se hacen todas las sociedades en todos los momentos. La definición de lo punible es como un río fluyendo, o mejor, como transitar a las cinco de la tarde por avenida Córdoba. Una sucesión de embotellamientos, avances y fastidios.
El tanteo de una nueva doctrina en seguridad
De ahí la riqueza profunda del momento actual, que no es lo mismo que decir que son igualmente valiosos y apasionantes los aportes que hacen los protagonistas del debate público. La pobreza de muchos de los argumentos que se escuchan en los últimos días, también es un signo de la decadencia intelectual de la clase dirigente.
Y es en ese desierto donde se valorizan algunas intenciones de la Presidenta. Es evidente que está tanteando sobre el aire la construcción de un nuevo paradigma, con un evidente costo electoral y a puro riesgo. Pero es esa textura abierta de la política que intenta desplegarse lo que contribuye a la riqueza del momento. ES evidente que se ha decidido abordar de manera creativa, un problema para el que las recetas conocidas no han ofrecido soluciones. Acaso, la única respuesta sensata.
Es que la represión inmediata de todos los micro conflictos que tensan la piel de la Capital y el Conurbano, no es una respuesta posible. El resultado es conocido y hay ejemplos todavía frescos. El discurso de la inflexibilidad sostiene: “Se alientan nuevos desórdenes si se toleran los actuales, hay que reprimir y entonces el mensaje será claro y se terminará con el efecto contagio”.
La trampa está en la frase que agregan al final, pequeño remix que ofrendan a las tres décadas de democracia: “Hay que reprimir sin muertos”. Que es como decir, soltemos los leones, pero que no se coman a la gente. Se puede conceder que acaso sea posible convertir a leones, en perros policías entrenados para atacar sin matar. El pequeño detalle es que hay que trabajar para lograrlo, ANTES, de soltarlos.
En caso contrario lo que estaría haciendo el gobierno es edificar su propia destitución. Porque la historia reciente demuestra que ante represiones descontroladas, el conflicto escala y el gobierno tiembla. Nunca se produjo ese efecto intimidatorio que proclaman los partidarios del orden.
No hay que ir muy lejos. Basta recordar el 2001 de Fernando de la Rúa y el caso de Kostecki y Santillán de Eduardo Duhalde. Hubo represión feroz y luego más conflicto social y crisis política aguda.
Lo que lleva a preguntarse: ¿Qué orden defienden los partidarios del orden? Porque si para evitar un corte de calle de unas horas hay que poner en riesgo el Gobierno: ¿Qué valores hay detrás de esa escala de prioridades?
En los meses previos al golpe de 1976 también descollaba el discurso del orden. Y lo que vino después no fue respeto a la ley, sino el más primitivo de los acuerdos sociales: la autoridad del más fuerte ¿O acaso violar, matar y robar, secuestrar niños y torturar, no es una violación a las normas legales? ¿Cuál fue el costo de “recuperar” el orden en el espacio público?
El gobierno nacional ensayó su nueva doctrina con la intervención policial en Constitución. No hubo muertos y en menos de 12 horas se controló la zona y el ferrocarril volvió a funcionar ¿Las pérdidas? Algunos locales destrozados y miles de personas que tardaron horas para regresar a su casa. Es decir, daños materiales y fastidio justificado. Nada irreparable.
Es también un mensaje muy potente lograr orden sin poner en riesgo vidas ni gobiernos. Claro que no es sencillo lograrlo, como casi todas las cosas que valen la pena.
La sociedad argentina está ingresando a los codazos, en un debate medular. Bajo el fuego intenso de las transmisiones “en vivo” de los canales de noticias que agitan tomas de tierras, cortes de calles o vías de trenes, lo que empieza a discutirse es la esencia misma del sistema democrático: ¿Hasta donde habilitamos el uso de la fuerza punitiva sobre los ciudadanos para garantizar el orden? O dicho de otra manera: ¿Cuál es el límite de la tolerancia social?
Como en tantos otros debates centrales que merodea la Argentina, lo primero que se imponen son los eslóganes reduccionistas. Lo importante es tranquilizar a las conciencias con respuestas de rápida digestión. Y los medios ponen su mejores energías en simplificar lo complejo. “¿Se viene la favelización?”, anunciaban por ejemplo como eje de debate, conductores periodísticos con título universitario.
Nada más sencillo que agitar el miedo de las masas para lograr la cohesión detrás del líder que se propone como “solución”, siempre de la mano de un discurso que no negocia, ni se modera, y apela a imperativos inflexibles, como en este caso podría ser “el respeto de la ley”.
Por supuesto que se trata de una falacia impracticable ¿Pero quién tiene el tiempo de contrastar las declamaciones con los datos duros de la realidad? Un ejemplo acaso sirva para aclarar el punto. El macrismo hizo de la lucha contra los denominados “trapitos”, un eje de su bandera por la “recuperación” de un orden extraviado en el libertinaje kirchnerista.
La regulación de esa conducta está habilitada por el artículo 79 del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires. Es decir, es competencia originaria del gobierno porteño y su Policía Metropolitana. Un muy interesante trabajo del diputado Rafael Gentilli reveló que en el mes de Septiembre, en base a las propias estadísticas del gobierno macrista, la Policía Metropolitana intervino sólo en dos casos de cuidacoches no autorizados.
Las últimas estadísticas oficiales conocidas, indican que en la Ciudad de Buenos Aires se comete un promedio de 600 delitos penales por día y 114 contravenciones. La Policía Metropolitana intervino también en Septiembre, en 21 delitos y 50 contravenciones.
Se podría conceder que no es mucho lo que puede hacer una fuerza de 1800 efectivos. Pero que en el transcurso de un mes sólo se haya actuado contra dos “trapitos”, revela la enorme distancia que hay entre el discurso y la acción, aún entre aquellos que se proponen como paradigmas del orden.
Y ese es uno de los problemas que con un poco de buena voluntad de los operadores políticos, policiales y judiciales, la sociedad podría discutir y acaso sacar alguna conclusión interesante.
El drama central de la problemática sobre la “inseguridad” es que está cruzada de afirmaciones cuyo objetivo no es analizar el problema sino sumar votos. Distorsión electoralista que empasta la búsqueda de soluciones.
Varios problemas enlazados
Pero como si este escenario no fuera ya complicado de abordar, la situación actual escaló a un nivel de complejidad que incluso buena parte de la dirigencia política –no ya los ciudadanos de a pie- apenas alcanza a vislumbrar. Es que al problema de la inseguridad se montó el conflicto social, los desacoples que genera una economía creciendo al 9 por ciento pero con más de un 20 por ciento de inflación, y la natural presión por conseguir la vivienda propia, de gente que ya superó el umbral mínimo de garantizarse la comida diaria.
Ingredientes que se funden con los intereses que aprovechan la burbuja inmobiliaria que llevó al metro cuadrado porteño a un valor que supera los 1.200 dólares para hacer negocios particulares con las tomas, y la falta no ya de control, sino de simple conocimiento de lo que hacen las estructuras policiales en el terreno.
Es decir, la realidad decidió mezclar las discusiones de política de seguridad, reforma policial, vivienda, contención social y modelo económico, entre otras. Lo natural sería tomar el desafío con calma, para ir desbrozando sus ingredientes y sobre todo midiendo con prudencia su interrelación y los posibles efectos que las distintas intervenciones del Estado provocarán.
Es decir hace falta tiempo y paciencia, única vía conocida para abordar de manera democrática problemas complejos. Frente a este desafío incómodo, se erige el discurso que propone la solución mágica de forzar el cumplimiento de la ley. Se trata de una idea poderosa porque resuelve de un plumazo la inquietante complejidad.
Pero como todas las simplificaciones, es una moneda falsa. Como se sabe no existe eso conocido como “la ley”. Lo que hay es un conjunto de normas en permanente evolución y es la intervención de la realidad la que por las buenas o las malas, fuerza esas modificaciones. Relación dialéctica entre el derecho y los hechos. Es decir, lo que se conoce como “la ley” es mas bien una esponja agujereada – a la que se le puede inyectar más o menos agua, penalidades- que un diamante inalterable.
Y está bien que sea así, porque las sociedades mutan. Dicho de otra manera, no es una buena idea convertir todo problema en delito. De hecho, está comprobado que criminalizar más conductas, lejos está de atenuar el fenómeno de la “inseguridad”.
La pregunta ya se la hizo el provocador criminalista noruego Nils Christie: “¿Cuánto es una sensata cantidad de delito?”. Es un interrogante que se hacen todas las sociedades en todos los momentos. La definición de lo punible es como un río fluyendo, o mejor, como transitar a las cinco de la tarde por avenida Córdoba. Una sucesión de embotellamientos, avances y fastidios.
El tanteo de una nueva doctrina en seguridad
De ahí la riqueza profunda del momento actual, que no es lo mismo que decir que son igualmente valiosos y apasionantes los aportes que hacen los protagonistas del debate público. La pobreza de muchos de los argumentos que se escuchan en los últimos días, también es un signo de la decadencia intelectual de la clase dirigente.
Y es en ese desierto donde se valorizan algunas intenciones de la Presidenta. Es evidente que está tanteando sobre el aire la construcción de un nuevo paradigma, con un evidente costo electoral y a puro riesgo. Pero es esa textura abierta de la política que intenta desplegarse lo que contribuye a la riqueza del momento. ES evidente que se ha decidido abordar de manera creativa, un problema para el que las recetas conocidas no han ofrecido soluciones. Acaso, la única respuesta sensata.
Es que la represión inmediata de todos los micro conflictos que tensan la piel de la Capital y el Conurbano, no es una respuesta posible. El resultado es conocido y hay ejemplos todavía frescos. El discurso de la inflexibilidad sostiene: “Se alientan nuevos desórdenes si se toleran los actuales, hay que reprimir y entonces el mensaje será claro y se terminará con el efecto contagio”.
La trampa está en la frase que agregan al final, pequeño remix que ofrendan a las tres décadas de democracia: “Hay que reprimir sin muertos”. Que es como decir, soltemos los leones, pero que no se coman a la gente. Se puede conceder que acaso sea posible convertir a leones, en perros policías entrenados para atacar sin matar. El pequeño detalle es que hay que trabajar para lograrlo, ANTES, de soltarlos.
En caso contrario lo que estaría haciendo el gobierno es edificar su propia destitución. Porque la historia reciente demuestra que ante represiones descontroladas, el conflicto escala y el gobierno tiembla. Nunca se produjo ese efecto intimidatorio que proclaman los partidarios del orden.
No hay que ir muy lejos. Basta recordar el 2001 de Fernando de la Rúa y el caso de Kostecki y Santillán de Eduardo Duhalde. Hubo represión feroz y luego más conflicto social y crisis política aguda.
Lo que lleva a preguntarse: ¿Qué orden defienden los partidarios del orden? Porque si para evitar un corte de calle de unas horas hay que poner en riesgo el Gobierno: ¿Qué valores hay detrás de esa escala de prioridades?
En los meses previos al golpe de 1976 también descollaba el discurso del orden. Y lo que vino después no fue respeto a la ley, sino el más primitivo de los acuerdos sociales: la autoridad del más fuerte ¿O acaso violar, matar y robar, secuestrar niños y torturar, no es una violación a las normas legales? ¿Cuál fue el costo de “recuperar” el orden en el espacio público?
El gobierno nacional ensayó su nueva doctrina con la intervención policial en Constitución. No hubo muertos y en menos de 12 horas se controló la zona y el ferrocarril volvió a funcionar ¿Las pérdidas? Algunos locales destrozados y miles de personas que tardaron horas para regresar a su casa. Es decir, daños materiales y fastidio justificado. Nada irreparable.
Es también un mensaje muy potente lograr orden sin poner en riesgo vidas ni gobiernos. Claro que no es sencillo lograrlo, como casi todas las cosas que valen la pena.
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