La atención que las empresas dan a los medios digitales, es totalmente incongruente con el nivel de atención que sus clientes le dan a esos mismos medios y el contenido generado por los usuarios en estos medios, alcanza una penetración del 25% en los resultados de búsqueda de las marcas más importantes.
Existe una alta probabilidad de que la decisión de compra de un producto o de preferencia de un servicio se tome en algún lugar del que uno no tiene control, La decisión sucede fuera del sitio propio y fuera de la campaña.
Ya no se controla ni cómo ni quién ni cuándo se habla de una marca. Hoy la mayor parte de lo espacios digitales donde se habla de una marca son propuestos por los usuarios, ya sea para plantear sus diferencias o puntos de afinidad. Esta presencia constante de la acción del usuario requiere una respuesta permanente de parte de la marca.
La construcción de marca en el mundo digital no se da por lo que pretendemos decir de nosotros mismos, ni siquiera por aquello que los demás dicen de nosotros. Se construye a través del diálogo continuo.
El concepto clásico de campaña publicitaria está dejando paso a la idea de comunicación permanente.
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