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lunes, junio 16, 2008

China rumbo al Olimpo: deporte, política y orgullo nacional


Consolidada como superpotencia económica, China busca ahora ser reconocida como actor político por derecho propio. Los 40 mil millones de dólares invertidos en los preparativos para las olimpíadas muestran que el gobierno apostó fuerte para transformar el mayor encuentro deportivo del mundo en el escenario de su legitimación internacional

Por Adriana La Rotta


El país más populoso del mundo, el que tiene mayor número de internautas, el principal productor de acero, el que más óxido de carbono lanza a la atmósfera, el que ha sacado de la pobreza al mayor número de personas, el que más sentencias de muerte aplica...

China es el gigante de nuestros tiempos. Un gigante contradictorio, confinado a la pobreza y al aislamiento durante la mayor parte del último siglo -el siglo de la humillación, lo llaman ellos-, pero que ha recuperado su supremacía económica y está en camino de convertirse en una potencia geopolítica: un relevamiento del Banco Mundial la ubicó cuarta en el ranking de las principales potencias mundiales, detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania, pero antes de Francia y Gran Bretaña; en 2006, con 974 mil millones de dólares, fue la tercera potencia exportadora mundial y el primer comprador mundial de cemento, carbón, acero, níquel y aluminio. Fue también el segundo importador de petróleo, detrás de los Estados Unidos. Así y todo, su balanza comercial arrojó un superávit de 200.000 millones de dólares.

Pero en la psicología del gobierno -y cada vez más en la del pueblo chino-, el estatus de primera línea le será concedido el próximo 8 de agosto, cuando se inauguren en Pekín los XXIX Juegos Olímpicos. El énfasis del gobierno en la construcción del mejor escenario para su lanzamiento internacional -la inversión total ya llegó a los 40 mil millones de dólares; se esperan 500.000 visitantes y una audiencia de 4000 millones de televidentes- permite anticipar un evento en el que habrá mucho más de epopeya nacional, de celebración patriótica, que de torneo deportivo. Y que las hazañas de los atletas, seguramente, pasarán a un segundo plano, comparadas con la proeza que China siente haber conseguido: volver a ser relevante para el mundo, tras un largo y oprobioso paréntesis.

"China ha sido siempre una de las grandes civilizaciones, pero en el último siglo estuvo subyugada a los poderes occidentales. Pekín ve los Juegos como un símbolo de su resurrección como potencia y como una oportunidad para que el resto del mundo reconozca ese poder", dice Baohui Zhang, profesor de ciencias políticas en la Universidad Lingnan de Hong Kong.

A menos de dos meses del inicio de los Juegos, el ambiente Olímpico se respira en las grandes ciudades chinas, incluyendo a Hong Kong que, once años después del traspaso del control británico al chino, está redescubriendo el orgullo de formar parte de la "madre patria".

Grandes carteles luminosos en plazas, avenidas céntricas y estaciones de tren, en todas las grandes ciudades, llevan la cuenta regresiva para el inicio del evento, mientras que los medios oficiales dedican buena parte de su espacio a mostrar los preparativos en las sedes olímpicas y a hacer perfiles de los deportistas con potencial de ganar oro para el país.

Ninguna encuesta independiente ha medido el respaldo que la población china da a los Olímpicos, pero parece ser un apoyo masivo que el gobierno interpreta -quizás con razón- como un referendo de su propio desempeño. Una buena medida de hasta qué punto se han vuelto populares estos juegos entre la población la da un hecho singular: al menos 4 mil recién nacidos en los últimos meses han sido bautizados con el nombre Aoyun, que significa nada, más y nada menos, que "Juegos Olímpicos". Muchas empresas chinas, incluso las que no son patrocinadoras oficiales del evento, han diseñado sus campañas en sintonía con los Juegos y adoptando el mismo tono épico e inflamado de fervor patrio que destila la propaganda gubernamental (ver recuadro).

Al contrario de lo que sucedió en otros continentes en donde el paso de la Antorcha Olímpica fue recibido con protestas, en el territorio chino el símbolo ha tenido recepciones multitudinarias. Inclusive en Hong Kong, cuyos habitantes solían pensar en China como un país aparte, la llama fue vitoreada por un público arropado con enormes banderas rojas.

Los Juegos Olímpicos han sometido a China a un escrutinio internacional que no sólo le ha cambiado la fisonomía a las ciudades sedes, y en especial a Pekín, sino que ha introducido elementos de democracia que antes no existían en el país, entre ellos -el más notable-, la forma abierta y transparente con que el gobierno ha manejado la emergencia producida por el terremoto en Sichuan.

Podría decirse que es un escenario parecido al de Japón en 1964, cuando los Olímpicos de Tokio simbolizaron el cierre del capítulo de la posguerra y el comienzo de la recuperación espectacular de la economía nipona. Aunque muchos preferirían que hubiera más paralelos con la Olimpiada de Seúl en 1988, la que sirvió como catalizador del movimiento democrático que acabó con cuarenta años de gobiernos autoritarios y ayudó a propulsar el desarrollo coreano.

Pero el surgimiento de China como potencia global encarnado en los Olímpicos de Pekín también podría traer cambios no tan bienvenidos por Occidente. "China y su población van a emerger de los Juegos más confiados y por lo tanto más dispuestos a dar pelea -imagina el profesor Zhang-. No van a dejarse doblegar en términos diplomáticos y serán menos cooperativos. Esa nueva confianza puede ser una invitación al conflicto."

Como el surgimiento de China no es una expectativa sino una realidad, lo que desvela a los sinólogos es cómo el gigante hará uso de su nuevo estatus. "La fuerza es apenas una parte de la ecuación. Las intenciones -cómo usará China su poder- harán la diferencia entre la guerra y la paz", escribió Susan Shrik, alta funcionaria del Departamento de Estado norteamericano para asuntos chinos, en un libro que se ha convertido en una especie de Biblia para entender ya no el "efecto" sino la "amenaza" del gigante asiático.

Shrik sostiene que el principal objetivo político de los dirigentes chinos es mantener la estabilidad social porque en ella radica la supervivencia del gobierno. Por tanto, sus decisiones de política exterior estarán determinadas por la necesidad de mantener el consenso interno.

En un país de dimensiones continentales con más de cincuenta grupos raciales y enormes disparidades económicas -se estima que hay en China 350 mil millonarios, unos 800 multimillonarios y 124 millones de personas que viven todavía con menos de un dólar por día-, la estabilidad social vive en estado de permanente fragilidad. En este momento de la historia, no obstante, a menos de dos meses de los Juegos Olímpicos, Pekín tiene más consenso interno del que muchas veces se cree en Occidente.

Vientos nacionalistas

Casi tres décadas de vigoroso crecimiento han puesto al alcance de millones de personas en China bienes y servicios antes impensables. Por eso, las nuevas generaciones de chinos -que han visto a su país pasar de la pobreza a ser la cuarta economía del globo- son más pragmáticas que las anteriores y profundamente nacionalistas.

"Los jóvenes chinos son diferentes ahora porque nacieron en una sociedad más próspera y menos controlada. Son más individualistas, más sofisticados y están mejor informados. Las recientes manifestaciones de nacionalismo mostraron que también les interesa la política", dice la escritora Lijia Zhang, quien fue operaria en los años 80 en una fábrica de misiles en Nanjing y organizó protestas en 1989 en apoyo al levantamiento de los jóvenes en la plaza Tiananmen.

Zhang, quien vive ahora en Pekín, admite que la dieta de propaganda nacionalista que se les da a los jóvenes chinos ha moldeado sus posiciones políticas, pero eso, señala, no es lo único que explica por qué, en lugar de lanzarse a las calles a respaldar la independencia del Tíbet en marzo pasado, la juventud salió en masa a defender al gobierno. "Los chinos tienen buenas razones para estar orgullosos de lo que han conseguido. La fuerte explosión de nacionalismo fue provocada, en parte, por lo que es visto como una visión parcializada de la prensa extranjera", dice.

Lo que China piensa de sí misma y lo que se piensa de China en Occidente son dos visiones totalmente distintas, pero están relacionadas. China se percibe como una víctima de la avaricia y la envidia del Primer Mundo, a pesar de lo cual ha logrado dar saltos gigantescos que la han colocado en la ruta hacia convertirse en la principal economía del globo.

Aunque el gobierno no lo expresa de manera totalmente clara, Pekín condena la doble moral de Occidente, que reclama la independencia del Tíbet y condena las violaciones a los derechos humanos del régimen comunista mientras mantiene con China una lucrativa relación comercial.

No sorprende entonces que la prensa internacional, acostumbrada a reforzar la dicotomía entre Gobierno y ciudadanía, haya visto sorprendida cómo la juventud china, más expuesta que nunca a las influencias externas, tiene una mayor desconfianza hacia Occidente que sus antecesores.

"Yo veo que mis estudiantes dudan de la propaganda del gobierno porque saben que no es equilibrada, pero son mucho más escépticos de la democracia al estilo Occidental de lo que eran los jóvenes hace veinte años. La democracia como modelo no los inspira", dice Daniel Bell, profesor canadiense que enseña teoría política en la Universidad Tsinghua, una de las más prestigiosas del país.

Originaria de la provincia de Hubei, Wu Yun, una joven de 26 años a punto de terminar su maestría de ética en Tsinghua, explica por qué, pese a que no participó en las protestas en contra de los extranjeros a propósito del conflicto con Tíbet, sí entiende por qué fueron motivadas. "La mayoría de los chinos, incluyendo los jóvenes, prefiere adoptar la opinión unificada o autorizada de los hechos. En el caso del Tíbet, esa mayoría cree que el gobierno ha mejorado mucho las condiciones de vida en la región, por lo tanto los tibetanos no tienen motivos para oponerse al gobierno", explica Yun.

Si bien legítimas, las preocupaciones de los jóvenes que tienen acceso a la educación en las grandes ciudades son muy diferentes de los problemas que aquejan al 56% de la población que vive todavía en áreas rurales o a los 150 millones de trabajadores migrantes que han abandonado el campo en busca de prosperidad en las líneas de ensamblaje de las fábricas.

La industrialización ha ocasionado a millones de agricultores la pérdida de sus tierras y ha creado problemas ambientales que deterioran aún más su calidad de vida. Entre tanto, las reformas al sistema de salud -para alinearlo con una economía de mercado- han convertido a los médicos y los hospitales en artículos de lujo a los que sólo una mínima parte de la población tiene acceso.

Aunque a finales del 2005 el gobierno chino decretó nueve años de educación gratuita para los habitantes de las áreas rurales, la calidad del profesorado y el estado de las instalaciones educativas han sido una constante preocupación de los padres. Y con buen fundamento, como lo corroboró trágicamente el terremoto de mayo en Sichuan, que destruyó o dejó en estado calamitoso más de 13 mil establecimientos educativos y mató a casi 5 mil estudiantes en esa provincia.

En el saldo siniestro del terremoto de Sichuan, como en miles de otros casos a lo largo y a lo ancho del país, la corrupción es un fenómeno cuyo control escapa al gobierno central.

La gran brecha

De acuerdo con un estudio del think-tank estadounidenseFondo Carnegie para la Paz Internacional publicado en octubre pasado, el 10% del valor de todos los contratos oficiales en China está reservado para pagos ilícitos y sólo uno de cada cien funcionarios corruptos acaba en la cárcel.

Las autoridades reconocen que el problema existe y lo atribuyen a los cambios estructurales que atraviesa la economía. En la práctica, es el resultado del sistema de partido único que no permite los mecanismos control que existen en las democracias.

Pero las placas tectónicas no son la única razón por la que en China se puedan producir fuertes sismos. Desde que reemplazó el planeamiento central por una economía de mercado y se abrió al mundo en los años 80, China ha empezado a figurar en la lista de los países con mayor desigualdad. Según la revista Hurun -una especie de Forbes china que le sigue la pista a la acumulación de riqueza-, el país tiene casi 350 mil millonarios y unos 800 multimillonarios. En contraste, 124 millones de chinos viven todavía con menos de un dólar por día.

Parte de esa nueva riqueza ha sido amasada a través de medios no legítimos y, como resultado, la inestabilidad social está en los primeros lugares de las listas de los sinólogos que estudian los factores de riesgo en el futuro inmediato chino.

"Los líderes centrales entienden los problemas sociales que el país está acumulando, pero no pueden sobre-reaccionar. El país no puede parar el crecimiento económico debido a las presiones sociales", dice el experto en China y consultor Michael Enright.

Para el gobierno, sin embargo, controlar el crecimiento económico para que no produzca más desequilibrios es una prioridad, y así lo confirmó el premier chino Wen Jiabao en marzo último, cuando indicó que el gobierno querría disminuir la tasa de crecimiento del 11,4 alcanzado el año pasado a no más del 8%. La principal preocupación hoy es que las asimetrías económicas pongan en peligro la continuidad del régimen.

En la historia reciente de China hay pocos ejemplos mejores del potencial desestabilizador de un hecho y de la forma como fue controlado que el terremoto de mayo en la provincia de Sichuan. Menos de dos horas después de ocurrido el sismo, el Premier Wen Jiabao se dirigió en helicóptero a la zona del desastre y comandó en persona las tareas de los cuerpos de rescate ante los ojos del país entero, que por primera vez pudo seguir un acontecimiento como ése por televisión.

Al abrir el flujo de información, el gobierno impulsó al pueblo chino a solidarizarse con la tragedia y creó oportunidades de participación a través de colectas de dinero y trabajo voluntario que no se habían visto en la era comunista. Ecos de esa apertura se oyeron más allá del continente chino. "Por primera vez en mi vida sentí que soy china y que son mis hermanos los que están sufriendo", dijo hace poco en Hong Kong Maggie M., una oficinista de 30 años, quien hasta antes del terremoto sentía que su única patria era la excolonia británica.

El movimiento ciudadano que parece haberse despertado con los temblores de Sichuan podría, sin embargo, traer nuevos desafíos a la nación china. "Levantarse e ir a ayudar a los demás no formó parte hasta ahora de la cultura china, que suele preocuparse por la familia pero no por la comunidad. Podría ser el nacimiento de la sociedad civil, algo que las autoridades han alentado en Sichuan pero que al mismo tiempo van a querer limitar por los riesgos que encierra", advierte el profesor Baohui Zhang.

Es posible, pero la rapidez y voluntad con que millones de chinos se unieron para rodear a sus compatriotas pueden ser síntoma de que la sociedad civil está lista para ejercer más democracia de la que se le permite, y negarle esa demanda puede llegar a ser un nuevo factor de inestabilidad social.

La China que llega a los Juegos Olímpicos es un país frágil y fuerte al mismo tiempo. Algunos analistas han advertido que después de los Juegos vendrá una resaca y sólo entonces la opinión pública se empezará a preguntar si se justificaba invertir 40 mil millones de dólares en un evento cuya llama se extinguiría en tres semanas.

Tal vez quienes presagian ese final olvidan que la Olimpíada para China no es un evento deportivo sino un acto político, una especie de entrega de credenciales a la comunidad internacional del más nuevo miembro del selecto club de las superpotencias.

Los juegos en cifras



Costo total incluyendo infraestructura: US$ 40.000 millones



Costo de los escenarios deportivos: US$ 1.800 millones



Total de escenarios en Pekín: 31; fuera de Pekín, 6



Desplazados por los escenarios según el gobierno: 6.000 familias; desplazados según ONGs, 1.5 millones de personas



Atletas participantes: 10.708



Voluntarios: 70.000



Televidentes previstos: 4 mil millones



Visitantes esperados: 500.000


Propaganda y disidencia

Con la Antorcha Olímpica aproximándose a suelo tibetano, el gobierno chino se prepara para enfrentar días de tensión que podrían recordar los violentos disturbios ocurridos en Lhasa en marzo pasado.

La independencia del Tíbet es un tema fuera de cuestión para la población china, 90% de la cual pertenece a la etnia Han, la predominante en el país. Para la inmensa mayoría de la opinión pública, los reclamos de los tibetanos son una muestra de ingratitud para con la nación, que ha hecho fuertes inversiones económicas y elevado el nivel de vida en la región autónoma.

Cincuenta años de propaganda de desprestigio contra la figura del Dalai Lama han calado hondo en la población, para la cual el líder de los tibetanos es visto no como un santo, sino como un político sagaz al servicio de los intereses de Occidente.

Nada indica que habrá avances en la situación del Tíbet antes o después de la Olimpíada, ni tampoco en relación con la suerte de los miles de prisioneros políticos -la cifra real se desconoce- confinados en las cárceles chinas por ejercer actividades que en otros sistemas serían consideradas normales.

De acuerdo con el disidente Wang Dan, líder de la revuelta de Tiananmen en 1989, quien desde hace una década vive exiliado en los Estados Unidos, más de 300 mil chinos en los últimos años han sido enviados a campos de reeducación como castigo por ejercer actividades políticas distintas de las aprobadas por el Partido Comunista.

Aun así, la disidencia sobrevive en China ayudada por la capacidad de diseminación de las ideas que permite Internet. En blogs y salas de chat que logran volar bajo el radar de la censura, voces aisladas continúan reclamando apertura democrática y defendiendo las causas de minorías que no tienen voz en el país.

China rumbo al Olimpo: deporte, política y orgullo nacional


Consolidada como superpotencia económica, China busca ahora ser reconocida como actor político por derecho propio. Los 40 mil millones de dólares invertidos en los preparativos para las olimpíadas muestran que el gobierno apostó fuerte para transformar el mayor encuentro deportivo del mundo en el escenario de su legitimación internacional

Por Adriana La Rotta


El país más populoso del mundo, el que tiene mayor número de internautas, el principal productor de acero, el que más óxido de carbono lanza a la atmósfera, el que ha sacado de la pobreza al mayor número de personas, el que más sentencias de muerte aplica...

China es el gigante de nuestros tiempos. Un gigante contradictorio, confinado a la pobreza y al aislamiento durante la mayor parte del último siglo -el siglo de la humillación, lo llaman ellos-, pero que ha recuperado su supremacía económica y está en camino de convertirse en una potencia geopolítica: un relevamiento del Banco Mundial la ubicó cuarta en el ranking de las principales potencias mundiales, detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania, pero antes de Francia y Gran Bretaña; en 2006, con 974 mil millones de dólares, fue la tercera potencia exportadora mundial y el primer comprador mundial de cemento, carbón, acero, níquel y aluminio. Fue también el segundo importador de petróleo, detrás de los Estados Unidos. Así y todo, su balanza comercial arrojó un superávit de 200.000 millones de dólares.

Pero en la psicología del gobierno -y cada vez más en la del pueblo chino-, el estatus de primera línea le será concedido el próximo 8 de agosto, cuando se inauguren en Pekín los XXIX Juegos Olímpicos. El énfasis del gobierno en la construcción del mejor escenario para su lanzamiento internacional -la inversión total ya llegó a los 40 mil millones de dólares; se esperan 500.000 visitantes y una audiencia de 4000 millones de televidentes- permite anticipar un evento en el que habrá mucho más de epopeya nacional, de celebración patriótica, que de torneo deportivo. Y que las hazañas de los atletas, seguramente, pasarán a un segundo plano, comparadas con la proeza que China siente haber conseguido: volver a ser relevante para el mundo, tras un largo y oprobioso paréntesis.

"China ha sido siempre una de las grandes civilizaciones, pero en el último siglo estuvo subyugada a los poderes occidentales. Pekín ve los Juegos como un símbolo de su resurrección como potencia y como una oportunidad para que el resto del mundo reconozca ese poder", dice Baohui Zhang, profesor de ciencias políticas en la Universidad Lingnan de Hong Kong.

A menos de dos meses del inicio de los Juegos, el ambiente Olímpico se respira en las grandes ciudades chinas, incluyendo a Hong Kong que, once años después del traspaso del control británico al chino, está redescubriendo el orgullo de formar parte de la "madre patria".

Grandes carteles luminosos en plazas, avenidas céntricas y estaciones de tren, en todas las grandes ciudades, llevan la cuenta regresiva para el inicio del evento, mientras que los medios oficiales dedican buena parte de su espacio a mostrar los preparativos en las sedes olímpicas y a hacer perfiles de los deportistas con potencial de ganar oro para el país.

Ninguna encuesta independiente ha medido el respaldo que la población china da a los Olímpicos, pero parece ser un apoyo masivo que el gobierno interpreta -quizás con razón- como un referendo de su propio desempeño. Una buena medida de hasta qué punto se han vuelto populares estos juegos entre la población la da un hecho singular: al menos 4 mil recién nacidos en los últimos meses han sido bautizados con el nombre Aoyun, que significa nada, más y nada menos, que "Juegos Olímpicos". Muchas empresas chinas, incluso las que no son patrocinadoras oficiales del evento, han diseñado sus campañas en sintonía con los Juegos y adoptando el mismo tono épico e inflamado de fervor patrio que destila la propaganda gubernamental (ver recuadro).

Al contrario de lo que sucedió en otros continentes en donde el paso de la Antorcha Olímpica fue recibido con protestas, en el territorio chino el símbolo ha tenido recepciones multitudinarias. Inclusive en Hong Kong, cuyos habitantes solían pensar en China como un país aparte, la llama fue vitoreada por un público arropado con enormes banderas rojas.

Los Juegos Olímpicos han sometido a China a un escrutinio internacional que no sólo le ha cambiado la fisonomía a las ciudades sedes, y en especial a Pekín, sino que ha introducido elementos de democracia que antes no existían en el país, entre ellos -el más notable-, la forma abierta y transparente con que el gobierno ha manejado la emergencia producida por el terremoto en Sichuan.

Podría decirse que es un escenario parecido al de Japón en 1964, cuando los Olímpicos de Tokio simbolizaron el cierre del capítulo de la posguerra y el comienzo de la recuperación espectacular de la economía nipona. Aunque muchos preferirían que hubiera más paralelos con la Olimpiada de Seúl en 1988, la que sirvió como catalizador del movimiento democrático que acabó con cuarenta años de gobiernos autoritarios y ayudó a propulsar el desarrollo coreano.

Pero el surgimiento de China como potencia global encarnado en los Olímpicos de Pekín también podría traer cambios no tan bienvenidos por Occidente. "China y su población van a emerger de los Juegos más confiados y por lo tanto más dispuestos a dar pelea -imagina el profesor Zhang-. No van a dejarse doblegar en términos diplomáticos y serán menos cooperativos. Esa nueva confianza puede ser una invitación al conflicto."

Como el surgimiento de China no es una expectativa sino una realidad, lo que desvela a los sinólogos es cómo el gigante hará uso de su nuevo estatus. "La fuerza es apenas una parte de la ecuación. Las intenciones -cómo usará China su poder- harán la diferencia entre la guerra y la paz", escribió Susan Shrik, alta funcionaria del Departamento de Estado norteamericano para asuntos chinos, en un libro que se ha convertido en una especie de Biblia para entender ya no el "efecto" sino la "amenaza" del gigante asiático.

Shrik sostiene que el principal objetivo político de los dirigentes chinos es mantener la estabilidad social porque en ella radica la supervivencia del gobierno. Por tanto, sus decisiones de política exterior estarán determinadas por la necesidad de mantener el consenso interno.

En un país de dimensiones continentales con más de cincuenta grupos raciales y enormes disparidades económicas -se estima que hay en China 350 mil millonarios, unos 800 multimillonarios y 124 millones de personas que viven todavía con menos de un dólar por día-, la estabilidad social vive en estado de permanente fragilidad. En este momento de la historia, no obstante, a menos de dos meses de los Juegos Olímpicos, Pekín tiene más consenso interno del que muchas veces se cree en Occidente.

Vientos nacionalistas

Casi tres décadas de vigoroso crecimiento han puesto al alcance de millones de personas en China bienes y servicios antes impensables. Por eso, las nuevas generaciones de chinos -que han visto a su país pasar de la pobreza a ser la cuarta economía del globo- son más pragmáticas que las anteriores y profundamente nacionalistas.

"Los jóvenes chinos son diferentes ahora porque nacieron en una sociedad más próspera y menos controlada. Son más individualistas, más sofisticados y están mejor informados. Las recientes manifestaciones de nacionalismo mostraron que también les interesa la política", dice la escritora Lijia Zhang, quien fue operaria en los años 80 en una fábrica de misiles en Nanjing y organizó protestas en 1989 en apoyo al levantamiento de los jóvenes en la plaza Tiananmen.

Zhang, quien vive ahora en Pekín, admite que la dieta de propaganda nacionalista que se les da a los jóvenes chinos ha moldeado sus posiciones políticas, pero eso, señala, no es lo único que explica por qué, en lugar de lanzarse a las calles a respaldar la independencia del Tíbet en marzo pasado, la juventud salió en masa a defender al gobierno. "Los chinos tienen buenas razones para estar orgullosos de lo que han conseguido. La fuerte explosión de nacionalismo fue provocada, en parte, por lo que es visto como una visión parcializada de la prensa extranjera", dice.

Lo que China piensa de sí misma y lo que se piensa de China en Occidente son dos visiones totalmente distintas, pero están relacionadas. China se percibe como una víctima de la avaricia y la envidia del Primer Mundo, a pesar de lo cual ha logrado dar saltos gigantescos que la han colocado en la ruta hacia convertirse en la principal economía del globo.

Aunque el gobierno no lo expresa de manera totalmente clara, Pekín condena la doble moral de Occidente, que reclama la independencia del Tíbet y condena las violaciones a los derechos humanos del régimen comunista mientras mantiene con China una lucrativa relación comercial.

No sorprende entonces que la prensa internacional, acostumbrada a reforzar la dicotomía entre Gobierno y ciudadanía, haya visto sorprendida cómo la juventud china, más expuesta que nunca a las influencias externas, tiene una mayor desconfianza hacia Occidente que sus antecesores.

"Yo veo que mis estudiantes dudan de la propaganda del gobierno porque saben que no es equilibrada, pero son mucho más escépticos de la democracia al estilo Occidental de lo que eran los jóvenes hace veinte años. La democracia como modelo no los inspira", dice Daniel Bell, profesor canadiense que enseña teoría política en la Universidad Tsinghua, una de las más prestigiosas del país.

Originaria de la provincia de Hubei, Wu Yun, una joven de 26 años a punto de terminar su maestría de ética en Tsinghua, explica por qué, pese a que no participó en las protestas en contra de los extranjeros a propósito del conflicto con Tíbet, sí entiende por qué fueron motivadas. "La mayoría de los chinos, incluyendo los jóvenes, prefiere adoptar la opinión unificada o autorizada de los hechos. En el caso del Tíbet, esa mayoría cree que el gobierno ha mejorado mucho las condiciones de vida en la región, por lo tanto los tibetanos no tienen motivos para oponerse al gobierno", explica Yun.

Si bien legítimas, las preocupaciones de los jóvenes que tienen acceso a la educación en las grandes ciudades son muy diferentes de los problemas que aquejan al 56% de la población que vive todavía en áreas rurales o a los 150 millones de trabajadores migrantes que han abandonado el campo en busca de prosperidad en las líneas de ensamblaje de las fábricas.

La industrialización ha ocasionado a millones de agricultores la pérdida de sus tierras y ha creado problemas ambientales que deterioran aún más su calidad de vida. Entre tanto, las reformas al sistema de salud -para alinearlo con una economía de mercado- han convertido a los médicos y los hospitales en artículos de lujo a los que sólo una mínima parte de la población tiene acceso.

Aunque a finales del 2005 el gobierno chino decretó nueve años de educación gratuita para los habitantes de las áreas rurales, la calidad del profesorado y el estado de las instalaciones educativas han sido una constante preocupación de los padres. Y con buen fundamento, como lo corroboró trágicamente el terremoto de mayo en Sichuan, que destruyó o dejó en estado calamitoso más de 13 mil establecimientos educativos y mató a casi 5 mil estudiantes en esa provincia.

En el saldo siniestro del terremoto de Sichuan, como en miles de otros casos a lo largo y a lo ancho del país, la corrupción es un fenómeno cuyo control escapa al gobierno central.

La gran brecha

De acuerdo con un estudio del think-tank estadounidenseFondo Carnegie para la Paz Internacional publicado en octubre pasado, el 10% del valor de todos los contratos oficiales en China está reservado para pagos ilícitos y sólo uno de cada cien funcionarios corruptos acaba en la cárcel.

Las autoridades reconocen que el problema existe y lo atribuyen a los cambios estructurales que atraviesa la economía. En la práctica, es el resultado del sistema de partido único que no permite los mecanismos control que existen en las democracias.

Pero las placas tectónicas no son la única razón por la que en China se puedan producir fuertes sismos. Desde que reemplazó el planeamiento central por una economía de mercado y se abrió al mundo en los años 80, China ha empezado a figurar en la lista de los países con mayor desigualdad. Según la revista Hurun -una especie de Forbes china que le sigue la pista a la acumulación de riqueza-, el país tiene casi 350 mil millonarios y unos 800 multimillonarios. En contraste, 124 millones de chinos viven todavía con menos de un dólar por día.

Parte de esa nueva riqueza ha sido amasada a través de medios no legítimos y, como resultado, la inestabilidad social está en los primeros lugares de las listas de los sinólogos que estudian los factores de riesgo en el futuro inmediato chino.

"Los líderes centrales entienden los problemas sociales que el país está acumulando, pero no pueden sobre-reaccionar. El país no puede parar el crecimiento económico debido a las presiones sociales", dice el experto en China y consultor Michael Enright.

Para el gobierno, sin embargo, controlar el crecimiento económico para que no produzca más desequilibrios es una prioridad, y así lo confirmó el premier chino Wen Jiabao en marzo último, cuando indicó que el gobierno querría disminuir la tasa de crecimiento del 11,4 alcanzado el año pasado a no más del 8%. La principal preocupación hoy es que las asimetrías económicas pongan en peligro la continuidad del régimen.

En la historia reciente de China hay pocos ejemplos mejores del potencial desestabilizador de un hecho y de la forma como fue controlado que el terremoto de mayo en la provincia de Sichuan. Menos de dos horas después de ocurrido el sismo, el Premier Wen Jiabao se dirigió en helicóptero a la zona del desastre y comandó en persona las tareas de los cuerpos de rescate ante los ojos del país entero, que por primera vez pudo seguir un acontecimiento como ése por televisión.

Al abrir el flujo de información, el gobierno impulsó al pueblo chino a solidarizarse con la tragedia y creó oportunidades de participación a través de colectas de dinero y trabajo voluntario que no se habían visto en la era comunista. Ecos de esa apertura se oyeron más allá del continente chino. "Por primera vez en mi vida sentí que soy china y que son mis hermanos los que están sufriendo", dijo hace poco en Hong Kong Maggie M., una oficinista de 30 años, quien hasta antes del terremoto sentía que su única patria era la excolonia británica.

El movimiento ciudadano que parece haberse despertado con los temblores de Sichuan podría, sin embargo, traer nuevos desafíos a la nación china. "Levantarse e ir a ayudar a los demás no formó parte hasta ahora de la cultura china, que suele preocuparse por la familia pero no por la comunidad. Podría ser el nacimiento de la sociedad civil, algo que las autoridades han alentado en Sichuan pero que al mismo tiempo van a querer limitar por los riesgos que encierra", advierte el profesor Baohui Zhang.

Es posible, pero la rapidez y voluntad con que millones de chinos se unieron para rodear a sus compatriotas pueden ser síntoma de que la sociedad civil está lista para ejercer más democracia de la que se le permite, y negarle esa demanda puede llegar a ser un nuevo factor de inestabilidad social.

La China que llega a los Juegos Olímpicos es un país frágil y fuerte al mismo tiempo. Algunos analistas han advertido que después de los Juegos vendrá una resaca y sólo entonces la opinión pública se empezará a preguntar si se justificaba invertir 40 mil millones de dólares en un evento cuya llama se extinguiría en tres semanas.

Tal vez quienes presagian ese final olvidan que la Olimpíada para China no es un evento deportivo sino un acto político, una especie de entrega de credenciales a la comunidad internacional del más nuevo miembro del selecto club de las superpotencias.

Los juegos en cifras



Costo total incluyendo infraestructura: US$ 40.000 millones



Costo de los escenarios deportivos: US$ 1.800 millones



Total de escenarios en Pekín: 31; fuera de Pekín, 6



Desplazados por los escenarios según el gobierno: 6.000 familias; desplazados según ONGs, 1.5 millones de personas



Atletas participantes: 10.708



Voluntarios: 70.000



Televidentes previstos: 4 mil millones



Visitantes esperados: 500.000


Propaganda y disidencia

Con la Antorcha Olímpica aproximándose a suelo tibetano, el gobierno chino se prepara para enfrentar días de tensión que podrían recordar los violentos disturbios ocurridos en Lhasa en marzo pasado.

La independencia del Tíbet es un tema fuera de cuestión para la población china, 90% de la cual pertenece a la etnia Han, la predominante en el país. Para la inmensa mayoría de la opinión pública, los reclamos de los tibetanos son una muestra de ingratitud para con la nación, que ha hecho fuertes inversiones económicas y elevado el nivel de vida en la región autónoma.

Cincuenta años de propaganda de desprestigio contra la figura del Dalai Lama han calado hondo en la población, para la cual el líder de los tibetanos es visto no como un santo, sino como un político sagaz al servicio de los intereses de Occidente.

Nada indica que habrá avances en la situación del Tíbet antes o después de la Olimpíada, ni tampoco en relación con la suerte de los miles de prisioneros políticos -la cifra real se desconoce- confinados en las cárceles chinas por ejercer actividades que en otros sistemas serían consideradas normales.

De acuerdo con el disidente Wang Dan, líder de la revuelta de Tiananmen en 1989, quien desde hace una década vive exiliado en los Estados Unidos, más de 300 mil chinos en los últimos años han sido enviados a campos de reeducación como castigo por ejercer actividades políticas distintas de las aprobadas por el Partido Comunista.

Aun así, la disidencia sobrevive en China ayudada por la capacidad de diseminación de las ideas que permite Internet. En blogs y salas de chat que logran volar bajo el radar de la censura, voces aisladas continúan reclamando apertura democrática y defendiendo las causas de minorías que no tienen voz en el país.

jueves, marzo 13, 2008

El escenario y los actores, luego de la eliminación de Emad Mougnieh, el hombre sin rostro.

Por Rubén Weinsteiner para GERMANBORIS



El personaje

Si había un hombre que encarnaba y simbolizaba la totalidad de las ventajas comparativas que encumbraron al Hezbalá (Hezb =partido de Alá) en términos de explotación de asimetrías en los conflictos, ese era Emad Fares Mougnieh, a quién un alto jefe del Mossad me definió, como la intersección entre Irán y el movimiento Shiita del sur del Líbano.
Si algo faltaba para medir la dimensión operativa de este hombre, la magnitud de su funeral en el barrio Shiita de Dajia, en Beirut, la relevancia de los visitantes tanto de Irán como de Siria, la reacción de Nasrallah, pusieron en claro para todo el mundo lo que representó Mougnieh para el Hezbalá.


Mougnieh conjugaba la ideología Iraní con la materialización operativa de acciones contra los “enemigos de la revolución Islámica”.
Era de hecho el Comandante de operaciones, aquel que interpreta la voluntad política de la cúpula y la traduce en acciones en le terreno. Un rol mucho mas significativo en términos objetivos que el de Nasrallah, el líder del Hezbala, aunque este goza de mas exposición y cultiva un perfil mucho mas alto, la desaparición de Mougnieh resulta el golpe mas duro que pudo recibir el Hezbalá.
La comunidad de Inteligencia internacional sabía de la importancia de Mougnieh su pedido de detención a través de INTERPOL por parte del Fiscal Alberto Nisman de la Argentina es solo uno de los lugares conceptuales que conforman el prontuario de este mega terrorista, pero lo que apareció como novedad en estas horas que siguieron a su muerte tiene que ver con la importancia que entrañaba Mougnieh para las actividades terroristas palestinas en Judea y Samaria, donde Irán comenzó en los últimos años a hacer pie a través de Mougnieh.


Intenciones y capacidad

Uno de los errores que ha cometido la inteligencia de los EE.UU., es confundir intenciones con capacidad, luego de la guerra fría y liberados algunos documentos clasificados, se podía observar claramente que la URSS era mucho más hostil de lo que parecía pero mucho menos peligrosa también. Lo que descubrió la CIA luego de la caída de la URRS, fue que eran aun más malos de lo que parecían, pero menos poderosos también.
El análisis era: “son un peligro por que son malos”, y esto constituye un gran error, el análisis debe estar centrado no en las intenciones de un gobernante o de alguna organización, sea esta nacional o corporativa, sino en la capacidad para hacer algo.

Si vemos las primeras reacciones de Nasrallah prometiendo venganza, en la comunidad de inteligencia, no dudan de la voluntad del líder Shiita, rápidamente deberemos evaluar mas que sus intenciones su capacidad, para lo cual el Hezbalá se encontrará con dos problemas.

1) Le falta Mougnieh, aquel que le manejaba acciones como el atentado a la Amia, a la Embajada, el secuestro del avión TWA, el secuestro e ciudadanos Israelíes como Eljanan Tenembaum o de los soldados Israelíes Regev y Goldwaser. El profesionalismo de Mougnieh su manejo del terreno y su talento logístico no son fácilmente reemplazables. Nasrallah anuncíó que habñia nombrado a un reemplazante pero sin duda los planes que están en el nivel de ejecución deberán esperar.
2) Depende mucho de Irán, de su infraestructura de embajadas para instrumentar logísticamente un atentado, para el traslado de explosivos, el armado de conexiones locales, la cobertura a los movimientos de los organizadores y realizadores y la posterior evacuación de los mismos. La estructura iraní en sus embajdas sigue vigente pero no es lo que era en 1994 cuando el atentado contra la AMIA, la exposición, y el desgaste le quitaron margen de maniobra a los Iraníes, en lugares como la Triple frontera, donde los hermanos Barakat ( operadores Iraníes) debieron bajar el nivel de actividad por la importante presencia de agentes de los EE.UU en la región apoyados por la base militar de ese país en Paraguay. A pesar de esto los iraníes mantienen cabezas de puente claves en Isla Margarita Venezuela, Isla Alberti Paraguay, Barra de Quarein en el límite entre Brasil y Uruguay, entre otros lugares en Sudamérica.

De todas formas el Hezbalá buscará un golpe que acredite algún tipo de venganza por la muerte de su Jefe de operaciones. Las acciones podrían ser:

a) Recalentamiento de la frontera norte con intento de secuestro de soldados
b) Lanzamiento de cohetes Katiushas desde el territorio libanés hacia el norte Israelí
c) Intento de secuestro o asesinato de políticos Israleis que se encuentren viajando por el exterior, y que no cuente con custodia.
d) Ataques a Embajadas Israelíes
e) Ataque a edificios judíos
f) Secuesro de turistas Israelíes allí donde se concentranmochileros por ejemplo como Bangkok, Nepal donde la organización Jabbad organiza la festividd de Pesach para los mochiles, o Sudamérica.

Si bien como dijimos, la capacidad operativa se distancia de las intenciones, el Hezbalá con la ayuda de Irán se encuentra perfectamente capacitado para lanzar con mayor o menor éxito cualquiera de estas modalidades de ataques

En Israel saben que la venganza podría llegar a todo lugar y en cualquier momento, en especial cuando estén por terminar los 40 días de duelo, alrededor del 23 de marzo.
"Hezbalá tiene derecho a responder en cualquier parte del mundo y de la forma que considere correcta", dijo Ismail Sukeir, miembro del parlamento libanés por Hezbalá. El funcionario aseguró que la dirigencia de la organización se reunirá en Beirut para estudiar cuál será la respuesta a este ataque, y se percibe en los discursos la inclusión del término judío en cuanto la descripción de objetivos a atacar, es decir se habla de objetivos Israelíes y Judíos. De esta manera la dirigencia del Hezbalá intenta reeditar el escenario por lo menos en cuanto a la generación de expectativas y temores posteriores a la eliminación del anterior jefe de la Organización, Abas Musawi a manos de Israel, que generó primero una escalada en la frontera con Israel, luego el asesinato del oficial de seguridad de la Embajada Israelí en Ankara y luego un atentado muy lejos de escenario natural, nada menos que en Buenos Aires.
En Israel, la Comandancia de Lucha contra el Terrorismo difundió una advertencia a todos los ciudadanos israelíes que se encuentran en el exterior sobre la posibilidad de secuestros de israelíes y les recomendó abstenerse de estar en lugares donde haya concentración de ciudadanos israelíes. Según la Comandancia, ha aumentado el peligro de que algún ciudadano israelí sea secuestrado en el exterior, especialmente empresarios, y muy especialmente quienes tienen vinculación con empresas o empresarios árabes y musulmanes. Las autoridades solicitaron a los israelíes que se encuentran fuera del país que presten atención a situaciones extraordinarias o raras, que eviten permanecer en países árabes o musulmanes sobre los que ya se ha emitido alguna advertencia.

En Buenos Aires, el presidente de la AMIA, Luis Grynwald, nos decía que las autoridades de los centros judíos se encuentran "en estado de alerta" pero "no preocupadas" por la amenaza del líder del movimiento shiíta. "Hay que estar en estado de alerta, agudizar las prevenciones posibles para que no suceda nada, la palabra preocupación es demasiado", "lo que se ha hecho es reforzar muy discretamente las consignas que tiene la Policía Federal en las instituciones" y que incluye templos, clubes y escuelas, nos dijo Luis Grynwald.



El escenario del día después

En la lista de los buscados por el FBI, aparecía hasta su muerte Mougnieh, entre los primeros lugares, debajo de Osama Bin Laden, por su participación en el secuestro del avión de la TWA. Todas las acusaciones desde Irán hasta Siria pasando por Hezbalá, apuntan hacia Israel. El gobierno de Olmert Negó cualquier participación, Israel siempre ha negado haber tenido parte en estos hechos, por lo menos al principio. Motivos no le faltaban al Estado Judío para terminar con la vida de Emad Mougnieh.


En diversos lugares del Medio Oriente, el asesinato de Emad Mougnieh genera preocupación. Tanto en Damasco, en Beirut, en Gaza, como en Tel Aviv y Jerusalén. El presidente de Siria, Bashar Assad se esta preguntando por estos momentos qué pasa con sus servicios de seguridad, al mando de su cuñado Assaf Shawkat. Si no advirtieron que su huésped estaba bajo seguimiento de factores extranjeros, que le pudieron entrar a sus círculos de ocultamiento y seguridad, quizás también sus enemigos internos logren conspirar contra él.


Teherán tuvo en Mougnieh un General de primer nivel. Ahmedinejad contaba en el Líbano tres representantes principales: el embajador en Beirut, el comandante de cuerpo de las Guardias Revolucionarias con su cuartel general en la Bekaa y Emad Mougnieh, el supervisor para Irán de las actividades operativas de Hezballá. No había atentado de las Guardias Revolucionarias, el Ministerio de Inteligencia y Seguridad en Teherán y/o Hezballá, que no fuera producido en la cueva de Mougnieh.



La eliminación

El que ubicó y terminó con Mougnieh, reveló una capacidad de inteligencia y operatividad brillantes, del tipo que le faltó a Israel en el verano de 2006. La Comisión Winograd insinuó, en un brevísimo capítulo sobre los operativos especiales, que la espera en vano que uno de ellos tuviera éxito, influyó en la tardanza israelí en el frente.
Una fuente de la inteligencia militar Israelí AMAN, me dijo, -aunque esto suene mal desde un costado ético- que la comunidad de inteligencia israelí valoraba mucho a Mougnieh, por su profesionalismo y capacidad, y que si Mougnieh estuviera a un costado mirando su ejecución aplaudiría por la calidad operativa revelada. Sin duda un golpe quirúrgico, sin daños colaterales limpio y sin huellas, que son las que la comisión Sirio-Iraní intenta encontrar por estos días sin éxito, aunque anuncie algunas detenciones de palestinos residentes en Siria, para calmar los ánimos

Israel no logró, en la guerra del Líbano del 2006, dar con Nassrallah ni con Mougnieh, pero esta vez, alguien lo hizo. El mensaje es claro para los líderes de Hamás y de la Jihad Islámica en Gaza, para Khaled Mashal y Ramadán Shelah en Damasco, y también para Nassrallah, el brazo sigue siendo largo, si decide reanudar el fuego para abrir un segundo frente contra Israel, mientras éste está ocupado en Gaza.


El Mossad

Según fuentes de la comunidad de inteligencia internacional a las que tuvimos acceso y las que ha citado en forma pública el diario británico 'The Sunday Times' el Mossad, se encuentra detrás del asesinato del número 2 del grupo chií libanés Hezbolá y jefe militar de la organización, Imad Mughniyeh, fallecido el pasado martes a causa de una bomba instalada en uno de los reposacabezas de la camioneta Mitsubishi en la que viajaba pero que la explosión se produjo mientras Mougnieh bajaba del vehículo. Las mismas fuentes indican que el fallecido podría haber estado colaborando con Damasco para perpetrar un atentado terrorista en suelo israelí, en represalia por el ataque aéreo emprendido por aviones israelíes contra una presunta central nuclear siria, el año pasado.

Según informan estas fuentes, 'alguien reemplazó el reposacabezas del conductor' de la Mitsubishi de Mougnieh con otro que incorporaba una pequeña bomba, que al hacer explosión destrozó el coche y acabó con la vida del número dos de Hezbalá prácticamente en el acto.
El fallecido se había reunido minutos antes con el recién nombrado embajador iraní en Líbano, Hojatoleslam Ahmad Musavi.

El diario libanés Al Ajbar, próximo a Hezbalá, sugirió que habría complicidad de agentes de países árabes que abrían colaborado con el mossad en el atentado del pasado martes en Damasco, que acabó con la vida del líder militar de Hezbalá.
El diario, que cita "fuentes sirias bien informadas", señaló que se han hecho detenciones de sospechosos por su relación con el atentado, y entre ellos hay "elementos no civiles de nacionalidad árabe".



El director del Mossad, Meir Dagán, estuvo de duelo esta semana. No por Emad Mougnieh, por supuesto, sino por su madre, que falleció a edad avanzada la semana pasada. Dagán se levantó de la shivá (los primeros siete días de duelo) y ese día recibió la noticia de la noticia de la muerte prematura de Mougnieh, uno de los enemigos más jurados, sofisticados y creativos que conociera Israel en toda su existencia. Casualidad o no esta semana Ehud Olmert decidió prolongar la titularidad de Meir Dagan al frente del Mossad por un año mas, esto en reconocimiento a su desempeño.

Su mandato al frente del Mossad es considerado como muy exitoso, quizás más que exitoso, sin embargo no podemos entrar en detalles. Dagán hizo al Mossad "volver por sus fueros": los agentes dejaron la oficina y volvieron al terreno, la diplomacia volvió a los diplomáticos, la laptop a la gente de high-tech, y el Mossad volvió a ser una organización activa y con iniciativa.


Cuando fue nombrado para el cargo, hubo quien se quejó de que Dagán no era un hombre de inteligencia, sino un operativo. Es verdad, y al parecer, esto resultó bien. Junto a los fracasos, como la ceguera en todo lo tocante a la nuclearización de Libia y otros, se inscribieron numerosos éxitos, en especial en el área del terrorismo.


Dagán pensaba retirarse próximamente a su hogar lleno de gloria, sin embargo como dijimos lo han invitado a quedarse. Es una lástima que quien lo nombrara, luego de una gran indecisión, ya no pueda agradecerle. Ariel Sharón sigue postrado inconsciente en Tel Hashomer

El escenario y los actores, luego de la eliminación de Emad Mougnieh, el hombre sin rostro.

Por Rubén Weinsteiner para GERMANBORIS



El personaje

Si había un hombre que encarnaba y simbolizaba la totalidad de las ventajas comparativas que encumbraron al Hezbalá (Hezb =partido de Alá) en términos de explotación de asimetrías en los conflictos, ese era Emad Fares Mougnieh, a quién un alto jefe del Mossad me definió, como la intersección entre Irán y el movimiento Shiita del sur del Líbano.
Si algo faltaba para medir la dimensión operativa de este hombre, la magnitud de su funeral en el barrio Shiita de Dajia, en Beirut, la relevancia de los visitantes tanto de Irán como de Siria, la reacción de Nasrallah, pusieron en claro para todo el mundo lo que representó Mougnieh para el Hezbalá.


Mougnieh conjugaba la ideología Iraní con la materialización operativa de acciones contra los “enemigos de la revolución Islámica”.
Era de hecho el Comandante de operaciones, aquel que interpreta la voluntad política de la cúpula y la traduce en acciones en le terreno. Un rol mucho mas significativo en términos objetivos que el de Nasrallah, el líder del Hezbala, aunque este goza de mas exposición y cultiva un perfil mucho mas alto, la desaparición de Mougnieh resulta el golpe mas duro que pudo recibir el Hezbalá.
La comunidad de Inteligencia internacional sabía de la importancia de Mougnieh su pedido de detención a través de INTERPOL por parte del Fiscal Alberto Nisman de la Argentina es solo uno de los lugares conceptuales que conforman el prontuario de este mega terrorista, pero lo que apareció como novedad en estas horas que siguieron a su muerte tiene que ver con la importancia que entrañaba Mougnieh para las actividades terroristas palestinas en Judea y Samaria, donde Irán comenzó en los últimos años a hacer pie a través de Mougnieh.


Intenciones y capacidad

Uno de los errores que ha cometido la inteligencia de los EE.UU., es confundir intenciones con capacidad, luego de la guerra fría y liberados algunos documentos clasificados, se podía observar claramente que la URSS era mucho más hostil de lo que parecía pero mucho menos peligrosa también. Lo que descubrió la CIA luego de la caída de la URRS, fue que eran aun más malos de lo que parecían, pero menos poderosos también.
El análisis era: “son un peligro por que son malos”, y esto constituye un gran error, el análisis debe estar centrado no en las intenciones de un gobernante o de alguna organización, sea esta nacional o corporativa, sino en la capacidad para hacer algo.

Si vemos las primeras reacciones de Nasrallah prometiendo venganza, en la comunidad de inteligencia, no dudan de la voluntad del líder Shiita, rápidamente deberemos evaluar mas que sus intenciones su capacidad, para lo cual el Hezbalá se encontrará con dos problemas.

1) Le falta Mougnieh, aquel que le manejaba acciones como el atentado a la Amia, a la Embajada, el secuestro del avión TWA, el secuestro e ciudadanos Israelíes como Eljanan Tenembaum o de los soldados Israelíes Regev y Goldwaser. El profesionalismo de Mougnieh su manejo del terreno y su talento logístico no son fácilmente reemplazables. Nasrallah anuncíó que habñia nombrado a un reemplazante pero sin duda los planes que están en el nivel de ejecución deberán esperar.
2) Depende mucho de Irán, de su infraestructura de embajadas para instrumentar logísticamente un atentado, para el traslado de explosivos, el armado de conexiones locales, la cobertura a los movimientos de los organizadores y realizadores y la posterior evacuación de los mismos. La estructura iraní en sus embajdas sigue vigente pero no es lo que era en 1994 cuando el atentado contra la AMIA, la exposición, y el desgaste le quitaron margen de maniobra a los Iraníes, en lugares como la Triple frontera, donde los hermanos Barakat ( operadores Iraníes) debieron bajar el nivel de actividad por la importante presencia de agentes de los EE.UU en la región apoyados por la base militar de ese país en Paraguay. A pesar de esto los iraníes mantienen cabezas de puente claves en Isla Margarita Venezuela, Isla Alberti Paraguay, Barra de Quarein en el límite entre Brasil y Uruguay, entre otros lugares en Sudamérica.

De todas formas el Hezbalá buscará un golpe que acredite algún tipo de venganza por la muerte de su Jefe de operaciones. Las acciones podrían ser:

a) Recalentamiento de la frontera norte con intento de secuestro de soldados
b) Lanzamiento de cohetes Katiushas desde el territorio libanés hacia el norte Israelí
c) Intento de secuestro o asesinato de políticos Israleis que se encuentren viajando por el exterior, y que no cuente con custodia.
d) Ataques a Embajadas Israelíes
e) Ataque a edificios judíos
f) Secuesro de turistas Israelíes allí donde se concentranmochileros por ejemplo como Bangkok, Nepal donde la organización Jabbad organiza la festividd de Pesach para los mochiles, o Sudamérica.

Si bien como dijimos, la capacidad operativa se distancia de las intenciones, el Hezbalá con la ayuda de Irán se encuentra perfectamente capacitado para lanzar con mayor o menor éxito cualquiera de estas modalidades de ataques

En Israel saben que la venganza podría llegar a todo lugar y en cualquier momento, en especial cuando estén por terminar los 40 días de duelo, alrededor del 23 de marzo.
"Hezbalá tiene derecho a responder en cualquier parte del mundo y de la forma que considere correcta", dijo Ismail Sukeir, miembro del parlamento libanés por Hezbalá. El funcionario aseguró que la dirigencia de la organización se reunirá en Beirut para estudiar cuál será la respuesta a este ataque, y se percibe en los discursos la inclusión del término judío en cuanto la descripción de objetivos a atacar, es decir se habla de objetivos Israelíes y Judíos. De esta manera la dirigencia del Hezbalá intenta reeditar el escenario por lo menos en cuanto a la generación de expectativas y temores posteriores a la eliminación del anterior jefe de la Organización, Abas Musawi a manos de Israel, que generó primero una escalada en la frontera con Israel, luego el asesinato del oficial de seguridad de la Embajada Israelí en Ankara y luego un atentado muy lejos de escenario natural, nada menos que en Buenos Aires.
En Israel, la Comandancia de Lucha contra el Terrorismo difundió una advertencia a todos los ciudadanos israelíes que se encuentran en el exterior sobre la posibilidad de secuestros de israelíes y les recomendó abstenerse de estar en lugares donde haya concentración de ciudadanos israelíes. Según la Comandancia, ha aumentado el peligro de que algún ciudadano israelí sea secuestrado en el exterior, especialmente empresarios, y muy especialmente quienes tienen vinculación con empresas o empresarios árabes y musulmanes. Las autoridades solicitaron a los israelíes que se encuentran fuera del país que presten atención a situaciones extraordinarias o raras, que eviten permanecer en países árabes o musulmanes sobre los que ya se ha emitido alguna advertencia.

En Buenos Aires, el presidente de la AMIA, Luis Grynwald, nos decía que las autoridades de los centros judíos se encuentran "en estado de alerta" pero "no preocupadas" por la amenaza del líder del movimiento shiíta. "Hay que estar en estado de alerta, agudizar las prevenciones posibles para que no suceda nada, la palabra preocupación es demasiado", "lo que se ha hecho es reforzar muy discretamente las consignas que tiene la Policía Federal en las instituciones" y que incluye templos, clubes y escuelas, nos dijo Luis Grynwald.



El escenario del día después

En la lista de los buscados por el FBI, aparecía hasta su muerte Mougnieh, entre los primeros lugares, debajo de Osama Bin Laden, por su participación en el secuestro del avión de la TWA. Todas las acusaciones desde Irán hasta Siria pasando por Hezbalá, apuntan hacia Israel. El gobierno de Olmert Negó cualquier participación, Israel siempre ha negado haber tenido parte en estos hechos, por lo menos al principio. Motivos no le faltaban al Estado Judío para terminar con la vida de Emad Mougnieh.


En diversos lugares del Medio Oriente, el asesinato de Emad Mougnieh genera preocupación. Tanto en Damasco, en Beirut, en Gaza, como en Tel Aviv y Jerusalén. El presidente de Siria, Bashar Assad se esta preguntando por estos momentos qué pasa con sus servicios de seguridad, al mando de su cuñado Assaf Shawkat. Si no advirtieron que su huésped estaba bajo seguimiento de factores extranjeros, que le pudieron entrar a sus círculos de ocultamiento y seguridad, quizás también sus enemigos internos logren conspirar contra él.


Teherán tuvo en Mougnieh un General de primer nivel. Ahmedinejad contaba en el Líbano tres representantes principales: el embajador en Beirut, el comandante de cuerpo de las Guardias Revolucionarias con su cuartel general en la Bekaa y Emad Mougnieh, el supervisor para Irán de las actividades operativas de Hezballá. No había atentado de las Guardias Revolucionarias, el Ministerio de Inteligencia y Seguridad en Teherán y/o Hezballá, que no fuera producido en la cueva de Mougnieh.



La eliminación

El que ubicó y terminó con Mougnieh, reveló una capacidad de inteligencia y operatividad brillantes, del tipo que le faltó a Israel en el verano de 2006. La Comisión Winograd insinuó, en un brevísimo capítulo sobre los operativos especiales, que la espera en vano que uno de ellos tuviera éxito, influyó en la tardanza israelí en el frente.
Una fuente de la inteligencia militar Israelí AMAN, me dijo, -aunque esto suene mal desde un costado ético- que la comunidad de inteligencia israelí valoraba mucho a Mougnieh, por su profesionalismo y capacidad, y que si Mougnieh estuviera a un costado mirando su ejecución aplaudiría por la calidad operativa revelada. Sin duda un golpe quirúrgico, sin daños colaterales limpio y sin huellas, que son las que la comisión Sirio-Iraní intenta encontrar por estos días sin éxito, aunque anuncie algunas detenciones de palestinos residentes en Siria, para calmar los ánimos

Israel no logró, en la guerra del Líbano del 2006, dar con Nassrallah ni con Mougnieh, pero esta vez, alguien lo hizo. El mensaje es claro para los líderes de Hamás y de la Jihad Islámica en Gaza, para Khaled Mashal y Ramadán Shelah en Damasco, y también para Nassrallah, el brazo sigue siendo largo, si decide reanudar el fuego para abrir un segundo frente contra Israel, mientras éste está ocupado en Gaza.


El Mossad

Según fuentes de la comunidad de inteligencia internacional a las que tuvimos acceso y las que ha citado en forma pública el diario británico 'The Sunday Times' el Mossad, se encuentra detrás del asesinato del número 2 del grupo chií libanés Hezbolá y jefe militar de la organización, Imad Mughniyeh, fallecido el pasado martes a causa de una bomba instalada en uno de los reposacabezas de la camioneta Mitsubishi en la que viajaba pero que la explosión se produjo mientras Mougnieh bajaba del vehículo. Las mismas fuentes indican que el fallecido podría haber estado colaborando con Damasco para perpetrar un atentado terrorista en suelo israelí, en represalia por el ataque aéreo emprendido por aviones israelíes contra una presunta central nuclear siria, el año pasado.

Según informan estas fuentes, 'alguien reemplazó el reposacabezas del conductor' de la Mitsubishi de Mougnieh con otro que incorporaba una pequeña bomba, que al hacer explosión destrozó el coche y acabó con la vida del número dos de Hezbalá prácticamente en el acto.
El fallecido se había reunido minutos antes con el recién nombrado embajador iraní en Líbano, Hojatoleslam Ahmad Musavi.

El diario libanés Al Ajbar, próximo a Hezbalá, sugirió que habría complicidad de agentes de países árabes que abrían colaborado con el mossad en el atentado del pasado martes en Damasco, que acabó con la vida del líder militar de Hezbalá.
El diario, que cita "fuentes sirias bien informadas", señaló que se han hecho detenciones de sospechosos por su relación con el atentado, y entre ellos hay "elementos no civiles de nacionalidad árabe".



El director del Mossad, Meir Dagán, estuvo de duelo esta semana. No por Emad Mougnieh, por supuesto, sino por su madre, que falleció a edad avanzada la semana pasada. Dagán se levantó de la shivá (los primeros siete días de duelo) y ese día recibió la noticia de la noticia de la muerte prematura de Mougnieh, uno de los enemigos más jurados, sofisticados y creativos que conociera Israel en toda su existencia. Casualidad o no esta semana Ehud Olmert decidió prolongar la titularidad de Meir Dagan al frente del Mossad por un año mas, esto en reconocimiento a su desempeño.

Su mandato al frente del Mossad es considerado como muy exitoso, quizás más que exitoso, sin embargo no podemos entrar en detalles. Dagán hizo al Mossad "volver por sus fueros": los agentes dejaron la oficina y volvieron al terreno, la diplomacia volvió a los diplomáticos, la laptop a la gente de high-tech, y el Mossad volvió a ser una organización activa y con iniciativa.


Cuando fue nombrado para el cargo, hubo quien se quejó de que Dagán no era un hombre de inteligencia, sino un operativo. Es verdad, y al parecer, esto resultó bien. Junto a los fracasos, como la ceguera en todo lo tocante a la nuclearización de Libia y otros, se inscribieron numerosos éxitos, en especial en el área del terrorismo.


Dagán pensaba retirarse próximamente a su hogar lleno de gloria, sin embargo como dijimos lo han invitado a quedarse. Es una lástima que quien lo nombrara, luego de una gran indecisión, ya no pueda agradecerle. Ariel Sharón sigue postrado inconsciente en Tel Hashomer

martes, febrero 05, 2008

El supermartes y la Web 2.0


El uso de Internet en las elecciones primarias estadounidenses provocó un debate en la escuela de negocios Wharton, de la University of Pennsylvania. El modelo es la Web 2.0 ("una actitud antes que una tecnologia", según Christian van der Henst).



En muchos aspectos, la lucha electoral de 2008 se parece a las sofisticadas campañas de marketing online que, al utilizar lo que convencionalmente se llama tecnología Web 2.0, permite a los consumidores intercambiar información y entrar en contacto con amigos por medio de sitios web como MySpace y Facebook.
Los candidatos tienen la posibilidad de conseguir simpatizantes vinculados a sus intereses, con su perfil demográfico, e intentar así recaudar fondos, transmitir información y llamar a la acción apelando al correo electrónico. El ciberespacio permite también la comunicación inmediata del candidato con sus simpatizantes.
Lugo del éxito obtenido en los caucuses de Iowa, Barack Obama, el prometedor candidato demócrata a la Casa Blanca, envió un e-mail en cuyo asunto (subject) solicitó: “Conecte su televisión”. En el espacio reservado al texto del mensaje, Obama escribió: “Acabamos de vencer en Iowa, y me dirijo ahora a hablar con las personas. Los demócratas comparecieron en número récord esta noche. Los independientes e incluso algunos republicanos se unieron a nuestro partido buscando el cambio”.
Las personas que visitaron la web de Obama para manifestar su apoyo al candidato recibieron inmediatamente una respuesta personalizada que incluía un link al discurso hecho por el candidato después de la victoria, un mensaje de agradecimiento y un botón donde la persona podía pulsar para hacer una donación.
Los recursos de Internet usados en las campañas imitan los de las páginas web como Facebook, YouTube, Google y Amazon.com, pero en vez de generar una venta o de dirigir al usuario hacia un anuncio, los candidatos piden apoyo, donaciones y votos.
“Hay varios aspectos de marketing social en esas campañas”, observa Jonah Berger, profesor de Marketing de Wharton. “La Web 2.0 permite a los candidatos organizar estrategias para recaudar fondos, pero también hace que las personas se sientan más conectadas a un candidato. Éstas se involucran más en el proceso. Hay una percepción bastante concreta de que éste es el año de Internet, y que en el futuro las campañas usarán cada vez más el medio virtual. La población americana está atenta a eso”.
Michael X. Delli Carpini, rector de la Escuela de Comunicación Annenberg de la Universidad de Pensilvania, coincide con este punto de vista. “Hay, de hecho, una sensación de que Internet está siendo decisiva, desde que en las últimas elecciones todos los candidatos admitieron unánimemente que, si diriges una campaña, las herramientas de marketing de Internet deberán formar parte de ella. Creo que hay una enorme ventaja en hacerlo así, pero nadie sabe hasta qué punto — excepto por indicios circunstanciales — tales herramientas pueden tener la fuerza suficiente para elegir o hundir a un candidato”.
Por su parte, los candidatos no han mostrado ningún inconveniente en acoger Internet. En 30 de septiembre de 2007, Barack Obama, candidato por el Partido Demócrata, contabilizaba, al menos, 74,9 millones de dólares en fondos para las primarias, gracias a una campaña básica de Internet. En preparación para el caucus de Iowa, Obama se acercó a la marca de 500.000 donantes.
Su rival, Hillary Clinton, mostró su lado más cómico en un video en que aparecía conversando con su marido Bill en un restaurante— imitando el último episodio de la serie Los Soprano.
Ahora Clinton usa videos de Internet en una web llamada La Hillary que yo conozco.
Del lado republicano, Ron Paul recaudó US$ 20 millones en el 4to. trimestre y colocó su mensaje en YouTube. Otros candidatos republicanos están usando Internet para conseguir donaciones y construir comunidades, incluso John McCain, cuyo McCainSpace permite a los usuarios construir una web propia con hospedaje en la web John McCain 2008.
David Hsu, profesor de Gestión de Wharton, dice que los candidatos siguen a sus electores.
“A medida que personas de todos los segmentos demográficos se familiarizan cada vez más con la utilización de Internet para realizar sus transacciones diarias, como hacer compras, visitar el banco, contactar con otras personas e informarse, no veo por qué tendría que ser diferente en el caso del acceso a la información política y su influencia sobre el internauta”, dice Hsu. “El verdadero desafío al que los candidatos tendrán que enfrentarse consistirá en aprovechar Internet para reforzar la opinión positiva del público sobre ellos, o revertir una posible percepción negativa entre los electores”.
Nadie sabe con certeza si esas técnicas de marketing de Internet serán capaces de transformar el interés despertado en votos, sin embargo especialistas de Wharton dicen que la última cosecha de candidatos ha tomado como referencia el éxito online de Howard Dean en 2004.
Dean consiguió destacar, en 2003, al principio de la carrera para convertirse en el candidato del Partido Demócrata, difundiendo informaciones a través de blogs y usando su web para financiar su campaña y reunir simpatizantes antes de entrar rápidamente en declive como consecuencia de los incontables errores que cometió en sus discursos y de un discurso particularmente apasionado que inmediatamente se convirtió en el plato principal de los programas nocturnos de humor.
En 2008, los políticos están imitando webs como Facebook y usando herramientas online como videos y blogs. En las elecciones presidenciales de 2012, Internet debería colocarse como el principal medio — tal vez el medio preferido — de transmitir mensajes, dicen expertos de Wharton.
Según esos mismos especialistas, en los próximos cuatro años deberán surgir nuevas herramientas de campaña por Internet.
A fin de cuentas, Facebook y YouTube, lanzados en febrero de 2004 y diciembre de 2005, respectivamente, ni siquiera aparecían en la agenda de prioridades de los candidatos en las últimas elecciones.
Berger cree, por ejemplo, que la información ganará más movilidad con los mensajes de texto y el envío de vídeos por el móvil. “Internet siempre tuvo el potencial de transformar la democracia y el gobierno, y ahora finalmente comenzamos a ver cómo eso se hacer realidad”, dice Kartik Hosanagar, profesor de Gestión de las Operaciones e Información de Wharton. “Creo que éstas serán las primeras elecciones en que Internet marcará la diferencia. Pero, dudo que, de momento, sea capaz de determinar el resultado”.
Hosanagar explica que candidatos como Ron Paul tal vez sólo cuenten para aquéllos que usan mucho Internet, como el público universitario. Pero para los electores que no usan diariamente Internet para buscar información, el mensaje de Paul tendrá que ser transmitido por los medios tradicionales, como las televisiones y periódicos.
CÓMO FABRICAR UN PRESIDENTE
Aunque los expertos de Wharton creen que el ciclo electoral de 2008 utiliza Internet con tanta frecuencia como la televisión y otros medios, es necesario que se hagan otros estudios para determinar su impacto.
Aunque Internet sea, a buen seguro, un medio muy bueno para recaudar dinero rápidamente, Hosanagar cuestiona si la popularidad obtenida en este medio virtual se traduce en votos.
¿Cambiará la importancia de Internet cuando ese medio alcance a un número mayor de personas de diferentes perfiles demográficos? ¿El proceso político — mediante esfuerzos impactantes como debates y el uso de YouTube — nunca más será el mismo? ¿Internet será capaz de aumentar el número de electores y los índices de participación?
“Está claro que podemos recaudar fondos y movilizar simpatizantes por Internet”, dice John Lapinski, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Pensilvania. “Lo que no está claro es si esa utilización de Internet llevará a votar a electores que nunca votaron”.
Hsu dice que la perspectiva de campaña por Internet es prometedora, pero no se sabe aún si su impacto será palpable en las próximas elecciones.
“Es probable que YouTube, Digg y canales similares ejerzan mayor atracción sobre el público más acostumbrado al uso de Internet, mientras las webs de los candidatos y otros medios más tradicionales — como CNN y New York Times — deberán probablemente ser más atractivos para un público más mayor”, dice Hsu. “Está claro que existe aún un grande porcentaje de americanos sin conexión a Internet o que depende de la televisión y del periódico para informarse sobre los acontecimientos políticos, por lo tanto, el tipo de medios transmitidos en YouTube tal vez no forme parte de su mundo”.
Con el tiempo, el público representado por usuarios de Internet deberá crecer hasta alcanzar a toda la población, añade Hsu, pero de momento nadie puede afirmar si el marketing de la Web llegará efectivamente a las masas.
Pero, el marketing de Internet concede a los candidatos con menores posibilidades un medio de participar en la discusión más amplia y conseguir la atención de los medios tradicionales.
Hosanagar observa que el éxito de Paul en Internet le dio proyección. “Siempre que usted visita YouTube y echa un vistazo a los vídeos más visitados de la semana, hay casi siempre un vídeo de Ron Paul. Por otro lado, los medios de comunicación tradicionales apenas le prestaban atención hasta hace unas pocas semanas”.
Lapinski coincide con que Internet puede ser una bendición para los candidatos que, de otra forma, jamás se harían notar. “Es evidente que despierta el interés de las personas”, dice. “La Web funciona como un ecualizador”.
Sin embargo, hay también un lado negativo en el marketing de Internet. “Como los candidatos siempre están expuestos y los electores mucho más involucrados”, resalta Berger, “hay mucho menos espacio para esconderse cuando las cosas salen mal. La interconectividad de los electores hace que las noticias y toda novedad tengan un impacto mucho más rápido, de tal modo que las malas noticias van adquiriendo un volumen que se escapa al control bien deprisa”.
MONEY MONEY MONEY
Cuando la campaña política ya está en marcha, uno de los medios más económicos que los candidatos tienen a mano para mostrarse es Internet, según avalan los especialistas de Wharton.
Berger afirma que un candidato puede evitar los medios tradicionales y ahorrar dinero con publicidad en la televisión concentrándose en Internet.
“Mucho de esto tiene que ver con la publicidad gratuita”, dice, citando como ejemplo los vídeos de aficionados en YouTube que ayudaron a Obama a ganar fama, inclusive uno en el que una joven canta, en tono de broma, sobre su pasión por el candidato. Del 28 de diciembre hasta hoy, más de 4,3 millones de personas ya han descargado ese video.
En la misma línea se posiciona Delli Carpini, que asegura que “los candidatos están siempre buscando alternativas a los medios tradicionales. Los anuncios en la televisión cuestan caro. Las webs de redes sociales y los e-mails virales son un medio más barato de comunicar directamente el mensaje. Si un candidato hace un vídeo viral, las noticias acaban sacándolo”.
En realidad, hacer marketing de un candidato no es muy diferente de vender un producto sofisticado, dice Berger. El objetivo es crear una adhesión emocional y encontrar quién esté dispuesto a hacer el marketing de boca-a-boca. Internet hace el marketing político más eficiente.
“Es algo semejante al marketing dirigido a grupos de personas con los mismas gustos”, dice Berger. “Es cómo hacer marketing de BMW para usuarios de la marca”.
Delli Carpini admite las semejanzas entre el marketing de un candidato y otro bien o servicio cualquiera. En todos esos casos, el objetivo es destacarse del grupo. Al mismo tiempo, la lealtad a la marca y a la comunidad es un factor de gran importancia tanto para el éxito de un producto como para el éxito de un candidato.
“Esas semejanzas son importantes, pero me cuesta decirlo”, dice Delli Carpini. “No quiero plantear el proceso electoral como una simple transacción de venta, pero lo cierto es que hay un fuerte elemento de venta” en ello.
Él hace referencia a la gran diferencia que hay entre el marketing de un candidato y el marketing de un producto: el intervalo de tiempo. Una empresa como Coca-cola ha necesitado años para construir su marca, sin embargo un candidato menos conocido tiene sólo algunos meses para hacerlo. Con el marketing de Internet, el proceso es agilizado hasta el punto de que un personaje poco conocido como Ron Paul consigue conquistar simpatizantes en relativamente poco tiempo.
Resta saber de qué forma las técnicas de marketing de Internet se verán afectadas por la disputa reducida a dos candidatos. De acuerdo con Lapinski, es probable que el marketing online se oriente hacia grupos específicos con base a su localización geográfica y sus intereses en conformidad con la evolución del proceso.
“En el momento en que tengamos sólo dos candidatos, Internet será utilizado mayoritariamente en blancos geográficos específicos, ya que el proceso podrá convertirse en una guerra de comparecencia en las urnas”, dice él, destacando que en vez de transmitir publicidad de los candidatos por televisión en un estado como Ohio, el candidato podría hacerlo perfectamente vía e-mail. “En enfoque se hará más hacia grupos específicos, sin embargo los candidatos continuarán buscando dinero todo el tiempo”.
Es probable que también se utilice Internet para atraer voluntarios, para atender a las necesidades del electorado principal del candidato y contraatacar las acusaciones del rival, añade Lipinski.
Hosanagar cree que la participación de los ciudadanos deberá aumentar, ya que el acceso a la Internet — que actualmente alcanza dos tercios de la población americana — se generalizará.
“La web creará una cultura y niveles inéditos de participación cívica. Incluso Internet está haciéndose más descentralizado gracias al contenido generado por el usuario y a las plataformas abiertas. Creo que ese mismo tipo de cultura contaminará la forma en que tendrá lugar la participación política de ese segmento. Actualmente, los ciudadanos quieren crear y distribuir ellos mismos mensajes de cuño político, apoyar candidatos y divulgar esos mensajes de la forma que creen más interesante. Creo que el impacto de esas tendencias sobre la política será duradero”.
O, como dice Lipinski: “Quién no preste atención a Internet en estas elecciones y en elecciones futuras, es porque tiene una venda puesta sobre los ojos”, señala.

El supermartes y la Web 2.0


El uso de Internet en las elecciones primarias estadounidenses provocó un debate en la escuela de negocios Wharton, de la University of Pennsylvania. El modelo es la Web 2.0 ("una actitud antes que una tecnologia", según Christian van der Henst).



En muchos aspectos, la lucha electoral de 2008 se parece a las sofisticadas campañas de marketing online que, al utilizar lo que convencionalmente se llama tecnología Web 2.0, permite a los consumidores intercambiar información y entrar en contacto con amigos por medio de sitios web como MySpace y Facebook.
Los candidatos tienen la posibilidad de conseguir simpatizantes vinculados a sus intereses, con su perfil demográfico, e intentar así recaudar fondos, transmitir información y llamar a la acción apelando al correo electrónico. El ciberespacio permite también la comunicación inmediata del candidato con sus simpatizantes.
Lugo del éxito obtenido en los caucuses de Iowa, Barack Obama, el prometedor candidato demócrata a la Casa Blanca, envió un e-mail en cuyo asunto (subject) solicitó: “Conecte su televisión”. En el espacio reservado al texto del mensaje, Obama escribió: “Acabamos de vencer en Iowa, y me dirijo ahora a hablar con las personas. Los demócratas comparecieron en número récord esta noche. Los independientes e incluso algunos republicanos se unieron a nuestro partido buscando el cambio”.
Las personas que visitaron la web de Obama para manifestar su apoyo al candidato recibieron inmediatamente una respuesta personalizada que incluía un link al discurso hecho por el candidato después de la victoria, un mensaje de agradecimiento y un botón donde la persona podía pulsar para hacer una donación.
Los recursos de Internet usados en las campañas imitan los de las páginas web como Facebook, YouTube, Google y Amazon.com, pero en vez de generar una venta o de dirigir al usuario hacia un anuncio, los candidatos piden apoyo, donaciones y votos.
“Hay varios aspectos de marketing social en esas campañas”, observa Jonah Berger, profesor de Marketing de Wharton. “La Web 2.0 permite a los candidatos organizar estrategias para recaudar fondos, pero también hace que las personas se sientan más conectadas a un candidato. Éstas se involucran más en el proceso. Hay una percepción bastante concreta de que éste es el año de Internet, y que en el futuro las campañas usarán cada vez más el medio virtual. La población americana está atenta a eso”.
Michael X. Delli Carpini, rector de la Escuela de Comunicación Annenberg de la Universidad de Pensilvania, coincide con este punto de vista. “Hay, de hecho, una sensación de que Internet está siendo decisiva, desde que en las últimas elecciones todos los candidatos admitieron unánimemente que, si diriges una campaña, las herramientas de marketing de Internet deberán formar parte de ella. Creo que hay una enorme ventaja en hacerlo así, pero nadie sabe hasta qué punto — excepto por indicios circunstanciales — tales herramientas pueden tener la fuerza suficiente para elegir o hundir a un candidato”.
Por su parte, los candidatos no han mostrado ningún inconveniente en acoger Internet. En 30 de septiembre de 2007, Barack Obama, candidato por el Partido Demócrata, contabilizaba, al menos, 74,9 millones de dólares en fondos para las primarias, gracias a una campaña básica de Internet. En preparación para el caucus de Iowa, Obama se acercó a la marca de 500.000 donantes.
Su rival, Hillary Clinton, mostró su lado más cómico en un video en que aparecía conversando con su marido Bill en un restaurante— imitando el último episodio de la serie Los Soprano.
Ahora Clinton usa videos de Internet en una web llamada La Hillary que yo conozco.
Del lado republicano, Ron Paul recaudó US$ 20 millones en el 4to. trimestre y colocó su mensaje en YouTube. Otros candidatos republicanos están usando Internet para conseguir donaciones y construir comunidades, incluso John McCain, cuyo McCainSpace permite a los usuarios construir una web propia con hospedaje en la web John McCain 2008.
David Hsu, profesor de Gestión de Wharton, dice que los candidatos siguen a sus electores.
“A medida que personas de todos los segmentos demográficos se familiarizan cada vez más con la utilización de Internet para realizar sus transacciones diarias, como hacer compras, visitar el banco, contactar con otras personas e informarse, no veo por qué tendría que ser diferente en el caso del acceso a la información política y su influencia sobre el internauta”, dice Hsu. “El verdadero desafío al que los candidatos tendrán que enfrentarse consistirá en aprovechar Internet para reforzar la opinión positiva del público sobre ellos, o revertir una posible percepción negativa entre los electores”.
Nadie sabe con certeza si esas técnicas de marketing de Internet serán capaces de transformar el interés despertado en votos, sin embargo especialistas de Wharton dicen que la última cosecha de candidatos ha tomado como referencia el éxito online de Howard Dean en 2004.
Dean consiguió destacar, en 2003, al principio de la carrera para convertirse en el candidato del Partido Demócrata, difundiendo informaciones a través de blogs y usando su web para financiar su campaña y reunir simpatizantes antes de entrar rápidamente en declive como consecuencia de los incontables errores que cometió en sus discursos y de un discurso particularmente apasionado que inmediatamente se convirtió en el plato principal de los programas nocturnos de humor.
En 2008, los políticos están imitando webs como Facebook y usando herramientas online como videos y blogs. En las elecciones presidenciales de 2012, Internet debería colocarse como el principal medio — tal vez el medio preferido — de transmitir mensajes, dicen expertos de Wharton.
Según esos mismos especialistas, en los próximos cuatro años deberán surgir nuevas herramientas de campaña por Internet.
A fin de cuentas, Facebook y YouTube, lanzados en febrero de 2004 y diciembre de 2005, respectivamente, ni siquiera aparecían en la agenda de prioridades de los candidatos en las últimas elecciones.
Berger cree, por ejemplo, que la información ganará más movilidad con los mensajes de texto y el envío de vídeos por el móvil. “Internet siempre tuvo el potencial de transformar la democracia y el gobierno, y ahora finalmente comenzamos a ver cómo eso se hacer realidad”, dice Kartik Hosanagar, profesor de Gestión de las Operaciones e Información de Wharton. “Creo que éstas serán las primeras elecciones en que Internet marcará la diferencia. Pero, dudo que, de momento, sea capaz de determinar el resultado”.
Hosanagar explica que candidatos como Ron Paul tal vez sólo cuenten para aquéllos que usan mucho Internet, como el público universitario. Pero para los electores que no usan diariamente Internet para buscar información, el mensaje de Paul tendrá que ser transmitido por los medios tradicionales, como las televisiones y periódicos.
CÓMO FABRICAR UN PRESIDENTE
Aunque los expertos de Wharton creen que el ciclo electoral de 2008 utiliza Internet con tanta frecuencia como la televisión y otros medios, es necesario que se hagan otros estudios para determinar su impacto.
Aunque Internet sea, a buen seguro, un medio muy bueno para recaudar dinero rápidamente, Hosanagar cuestiona si la popularidad obtenida en este medio virtual se traduce en votos.
¿Cambiará la importancia de Internet cuando ese medio alcance a un número mayor de personas de diferentes perfiles demográficos? ¿El proceso político — mediante esfuerzos impactantes como debates y el uso de YouTube — nunca más será el mismo? ¿Internet será capaz de aumentar el número de electores y los índices de participación?
“Está claro que podemos recaudar fondos y movilizar simpatizantes por Internet”, dice John Lapinski, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Pensilvania. “Lo que no está claro es si esa utilización de Internet llevará a votar a electores que nunca votaron”.
Hsu dice que la perspectiva de campaña por Internet es prometedora, pero no se sabe aún si su impacto será palpable en las próximas elecciones.
“Es probable que YouTube, Digg y canales similares ejerzan mayor atracción sobre el público más acostumbrado al uso de Internet, mientras las webs de los candidatos y otros medios más tradicionales — como CNN y New York Times — deberán probablemente ser más atractivos para un público más mayor”, dice Hsu. “Está claro que existe aún un grande porcentaje de americanos sin conexión a Internet o que depende de la televisión y del periódico para informarse sobre los acontecimientos políticos, por lo tanto, el tipo de medios transmitidos en YouTube tal vez no forme parte de su mundo”.
Con el tiempo, el público representado por usuarios de Internet deberá crecer hasta alcanzar a toda la población, añade Hsu, pero de momento nadie puede afirmar si el marketing de la Web llegará efectivamente a las masas.
Pero, el marketing de Internet concede a los candidatos con menores posibilidades un medio de participar en la discusión más amplia y conseguir la atención de los medios tradicionales.
Hosanagar observa que el éxito de Paul en Internet le dio proyección. “Siempre que usted visita YouTube y echa un vistazo a los vídeos más visitados de la semana, hay casi siempre un vídeo de Ron Paul. Por otro lado, los medios de comunicación tradicionales apenas le prestaban atención hasta hace unas pocas semanas”.
Lapinski coincide con que Internet puede ser una bendición para los candidatos que, de otra forma, jamás se harían notar. “Es evidente que despierta el interés de las personas”, dice. “La Web funciona como un ecualizador”.
Sin embargo, hay también un lado negativo en el marketing de Internet. “Como los candidatos siempre están expuestos y los electores mucho más involucrados”, resalta Berger, “hay mucho menos espacio para esconderse cuando las cosas salen mal. La interconectividad de los electores hace que las noticias y toda novedad tengan un impacto mucho más rápido, de tal modo que las malas noticias van adquiriendo un volumen que se escapa al control bien deprisa”.
MONEY MONEY MONEY
Cuando la campaña política ya está en marcha, uno de los medios más económicos que los candidatos tienen a mano para mostrarse es Internet, según avalan los especialistas de Wharton.
Berger afirma que un candidato puede evitar los medios tradicionales y ahorrar dinero con publicidad en la televisión concentrándose en Internet.
“Mucho de esto tiene que ver con la publicidad gratuita”, dice, citando como ejemplo los vídeos de aficionados en YouTube que ayudaron a Obama a ganar fama, inclusive uno en el que una joven canta, en tono de broma, sobre su pasión por el candidato. Del 28 de diciembre hasta hoy, más de 4,3 millones de personas ya han descargado ese video.
En la misma línea se posiciona Delli Carpini, que asegura que “los candidatos están siempre buscando alternativas a los medios tradicionales. Los anuncios en la televisión cuestan caro. Las webs de redes sociales y los e-mails virales son un medio más barato de comunicar directamente el mensaje. Si un candidato hace un vídeo viral, las noticias acaban sacándolo”.
En realidad, hacer marketing de un candidato no es muy diferente de vender un producto sofisticado, dice Berger. El objetivo es crear una adhesión emocional y encontrar quién esté dispuesto a hacer el marketing de boca-a-boca. Internet hace el marketing político más eficiente.
“Es algo semejante al marketing dirigido a grupos de personas con los mismas gustos”, dice Berger. “Es cómo hacer marketing de BMW para usuarios de la marca”.
Delli Carpini admite las semejanzas entre el marketing de un candidato y otro bien o servicio cualquiera. En todos esos casos, el objetivo es destacarse del grupo. Al mismo tiempo, la lealtad a la marca y a la comunidad es un factor de gran importancia tanto para el éxito de un producto como para el éxito de un candidato.
“Esas semejanzas son importantes, pero me cuesta decirlo”, dice Delli Carpini. “No quiero plantear el proceso electoral como una simple transacción de venta, pero lo cierto es que hay un fuerte elemento de venta” en ello.
Él hace referencia a la gran diferencia que hay entre el marketing de un candidato y el marketing de un producto: el intervalo de tiempo. Una empresa como Coca-cola ha necesitado años para construir su marca, sin embargo un candidato menos conocido tiene sólo algunos meses para hacerlo. Con el marketing de Internet, el proceso es agilizado hasta el punto de que un personaje poco conocido como Ron Paul consigue conquistar simpatizantes en relativamente poco tiempo.
Resta saber de qué forma las técnicas de marketing de Internet se verán afectadas por la disputa reducida a dos candidatos. De acuerdo con Lapinski, es probable que el marketing online se oriente hacia grupos específicos con base a su localización geográfica y sus intereses en conformidad con la evolución del proceso.
“En el momento en que tengamos sólo dos candidatos, Internet será utilizado mayoritariamente en blancos geográficos específicos, ya que el proceso podrá convertirse en una guerra de comparecencia en las urnas”, dice él, destacando que en vez de transmitir publicidad de los candidatos por televisión en un estado como Ohio, el candidato podría hacerlo perfectamente vía e-mail. “En enfoque se hará más hacia grupos específicos, sin embargo los candidatos continuarán buscando dinero todo el tiempo”.
Es probable que también se utilice Internet para atraer voluntarios, para atender a las necesidades del electorado principal del candidato y contraatacar las acusaciones del rival, añade Lipinski.
Hosanagar cree que la participación de los ciudadanos deberá aumentar, ya que el acceso a la Internet — que actualmente alcanza dos tercios de la población americana — se generalizará.
“La web creará una cultura y niveles inéditos de participación cívica. Incluso Internet está haciéndose más descentralizado gracias al contenido generado por el usuario y a las plataformas abiertas. Creo que ese mismo tipo de cultura contaminará la forma en que tendrá lugar la participación política de ese segmento. Actualmente, los ciudadanos quieren crear y distribuir ellos mismos mensajes de cuño político, apoyar candidatos y divulgar esos mensajes de la forma que creen más interesante. Creo que el impacto de esas tendencias sobre la política será duradero”.
O, como dice Lipinski: “Quién no preste atención a Internet en estas elecciones y en elecciones futuras, es porque tiene una venda puesta sobre los ojos”, señala.

martes, diciembre 18, 2007

Merkel trabaja en la relación con China

Desde su posición europea privilegiada en los intercambios comerciales con Pekín, la canciller alemana Angela Merkel mira a China con ojos desencantados. La tierra de las grandes oportunidades económicas representa en realidad un reto para los valores del sistema internacional. La defensa de los derechos humanos, la protección del medio ambiente y la responsabilidad global son algunas de las cuestiones que la Alemania dirigida por Merkel está tratando de introducir en el diálogo con China. La visita del Dalai Lama a comienzos de septiembre prueba el cambio de perspectiva de Berlín. Si esta nueva dirección recibiese el apoyo del resto de los países europeos, Alemania podría convertirse en la nación-guía de una política exterior europea.


El recibimiento del Dalai Lama y la irritación china

La visita privada del Dalai Lama en calidad de autoridad religiosa a Angela Merkel ha constituido una ofensa diplomática para China. En respuesta, se ha producido la anulación de la visita del ministro de las finanzas alemán Steinbrück y del ministro de medio ambiente Gabriel. Además, el programa cultural diseñado por ambos países no tendrá la repercusión prevista. El primer ministro chino Wen Jiabao ha pedido a la Canciller como forma de enmienda que considere el recibimiento dado al líder religioso como un error. Esta petición, sin embargo, no es ni conciliable ni realizable.

El Dalai Lama, la máxima autoridad religiosa del budismo, es considerado por el Gobierno chino como el máximo exponente del independentismo del Tibet, región que desde 1951 se encuentra ocupada por la República Popular China. Refugiado en India desde 1959 y galardonado con el premio Nobel de la paz en 1989, es una figura muy mal vista por las autoridades chinas que insisten en reforzar su presencia en la región tibetana. La última demostración de fuerza del Gobierno chino hacia el Tibet ha sido el intento de adjudicarse el derecho de investidura de los altos monjes tibetanos. Esta cuestión, aunque irritada en esta ocasión por la posición alemana, afecta a la diplomacia de la República Popular China desde hace tiempo; no en vano el Dalai Lama ha sido también recibido recientemente por los Gobiernos estadounidense, canadiense y austríaco. En cualquier caso, el recibimiento de dicha autoridad religiosa por parte de Merkel ha sido visto por los dirigentes chinos como un auténtico golpe bajo al que podrían seguir otros. La cuestión del Dalai Lama ha hecho visible un nuevo comportamiento de Alemania en las relaciones con su gran socio comercial. El comportamiento de Merkel parece perturbar las plácidas y cómodas relaciones económicas entre ambos países. Alemania está tratando de insertar en el diálogo con China algunos temas fundamentales como la defensa de los derechos humanos, la protección del medio ambiente o el respeto de la propiedad intelectual. Sobre todas estas cuestiones, sin embargo, China prefiere mantenerse en silencio.

Ampliando la perspectiva, la proximidad de las olimpiadas de Pekín 2008 juega un papel secundario en las relaciones chino-alemanas. Los juegos de agosto de 2008 están dirigiendo los focos de atención también sobre la política interna del país, que ahora es mucho más vulnerable de cara a la opinión pública internacional. Este es uno de los principales motivos por los que China está tratando de asegurarse la fidelidad incondicional de Estados Unidos y la UE y el apoyo de estas grandes potencias occidentales al principio de “una única China”, un principio que sirve tanto para Taiwan como para el Tibet.
Schröder y Merkel. El establecimiento de los intereses alemanes de cara a una China en ascenso

Las líneas de la política exterior alemana en dirección a China se encuentran en una fase dinámica y cambiante. El cambio de cancillería y el avance de China a nivel internacional se encuentran en la base de dicha transformación. Durante la cancillería de Schröder, el principal objetivo del líder alemán fue el de fomentar la aproximación entre ambos Estados para conseguir favorecer que las empresas alemanas alcanzasen una posición relevante en el mercado chino. Entre los actos políticos que trataron de fortalecer esta línea destaca el hecho de que el ex canciller alemán festejase el fin de año en Shangai en el año 2002 o que en el 2004 promoviese, junto con Chirac, la eliminación del embargo europeo de armas a China.

La canciller Merkel está tratando de construir una posición menos cómoda. El pasado 26 de octubre el grupo CDU/CSU presentó en Berlín un nuevo concepto estratégico en relación a Asia que lleva por nombre “China, una oportunidad y un reto para Alemania y Europa”. De forma sintética, establece que los temas a los que la agenda política alemana tiene que dar más importancia en referencia a China son la cuestión de los derechos humanos, la protección del medio ambiente y el respeto a la propiedad intelectual. Durante la visita que Angela Merkel realizó en mayo de 2006 se discutieron las ayudas al desarrollo destinadas a China. Pekín se ha convertido ya en un interlocutor clave para todas las potencias: posee la cantidad más grande de ahorros, es el segundo en emisión de carbón y defiende el yuan devaluado a pesar de las reclamaciones realizadas por los países occidentales. La influencia a escala mundial de China está cambiando y con ella la percepción que Alemania tiene del gigante asiático. Los intentos de reformular los intereses alemanes por parte de Angela Merkel responden, en consecuencia, a esta transformación estructural.

Entre 1997 y 2006 las exportaciones alemanas hacia China han aumentado de 5.800 millones de euros a 27.500 millones. También el valor de las exportaciones chinas ha aumentado, pasando de los 11.000 millones a los 48.800. Desde 1999, Alemania ha sido el principal inversor europeo en China, especialmente en el sector químico y automovilístico y las inversiones chinas en Alemania asciende a los 308.000 millones de euros. Estas cifras han convertido a Alemania en el principal socio de China. Sin embargo, China es cada vez más competitiva a nivel económico. Desde hace ya algunos años la prensa alemana está anunciando que China se encuentra apunto de adelantar a Alemania en materia de exportaciones. Aunque aún no se ha constatado dicho adelantamiento, es más que previsible. Mientras tanto, China exporta a Alemania mucho más de lo que importa, lo que está fomentando el déficit de la balanza comercial alemana respecto a China. China y Alemania compiten y seguirán compitiendo por definir las vías de distribución y el uso de los recursos energéticos. En el plano internacional, China es un interlocutor fundamental en cuestiones de ámbito regional. Además, es la portavoz de un modelo particular de Estado y de desarrollo que en numerosos aspectos difiere del modelo europeo. La posición mucho menos sumisa de Merkel hacia China trata de tener en cuenta qué es exactamente China hoy en día y, también, en qué se convertirá en un futuro próximo. En función de esta percepción está tratando de reformular su propia estrategia. La respuesta consecuente, de ser sostenida por el resto de los miembros de la UE, confirmaría a Alemania como el país-guía de una política exterior común y aumentaría su propio prestigio.
Los obstáculos

La afirmación de la posición alemana en Europa en la formulación de una política menos sumisa hacia China, una política que vaya más allá de la mejora del rendimiento comercial, no es tan inmediata como podría parecer. Desde el punto de vista de la política interna, la polémica entre la canciller Merkel y el ministro de exteriores Steinmeier que siguió a la visita del Dalai Lama, debilitó la posición alemana frente a la determinación china. El ministro de exteriores y desde hace poco también vice canciller, Frank-Walter Steinmeier, miembro del SPD y mano derecha del ex canciller Schröder, ha definido el comportamiento de Merkel como Schaufensterpolitik, es decir, como una actitud indiscreta y casi ingenua de inmiscuirse en los asuntos internos de un socio comercial. El presidente federal Horst Köhler, por su parte, ha defendido la decisión de Merkel. Sin embargo, en estos momentos, las diferencias en política exterior de la Canciller y del Ministro de Asuntos Exteriores podrían debilitar la credibilidad de este cambio de posición, antes incluso de que fuera afirmado internacionalmente.

Desde el punto de vista europeo, el éxito de la visita del presidente Sarkozy es interpretado por muchos alemanes como una ventaja relativa obtenida por parte de Francia a expensas de Berlín. Los veinte mil millones de euros en contratos acordados entre compañías chinas y francesas hacen ver de color de rosa las perspectivas de una asociación comercial entre ambos países. En Alemania, sin embargo, suscitan el temor de una posición desventajosa a la hora de competir como consecuencia del desarrollo de una política que opte por acomodarse y no interferir. Por su parte, China no cesa de especular sobre el escepticismo que rodea a las acciones de Merkel. Pekín está tratando de aprovechar una posible rivalidad entre Francia y Alemania. Aproximándose a la primera, intenta empujar a la segunda a ceder terreno en algunas de las cuestiones más desagradables. Por otro lado, una relación de amistad con Francia es especialmente cómoda, ya que el turno de presidencia europea gala coincide con las olimpiadas chinas. La maniobra asiática puede tener éxito en función de la coordinación que logren establecer ambos países entre sí.
Conclusiones

Frente a una China que ha adquirido un peso relevante sobre la escena internacional, Angela Merkel está probando una nueva estrategia en sus relaciones con Pekín que pueda ser apoyada también por el resto de los miembros de la Unión Europea. Este intento, sin embargo, se está viendo debilitado por la acción pragmática de Sarkozy y, por el momento, ha sido acogido con cierta cautela por parte de Europa. Esto no significa que la nueva línea germana no pueda obtener consenso a medio plazo. La capacidad de liderazgo que Alemania posee en Europa depende también de la voluntad de reconocimiento del resto de los países europeos y, ante todo, del consenso interno a la hora de seguir esta línea.