La muerte de Farfur, el "Mickey Mouse árabe", no calmó a los ejecutivos de Walt Disney. La hija del creador de la empresa anunció que piensa "tomar medidas" contra "el uso de un personaje tan inocente para enviar mensajes violentos y antisemitas".
En el Parlamento israelí, el Mickey Mouse islamista también ha tenido audiencia. El diputado ultranacionalista, Nissim Slomionsky, exigió a la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, que se dirija a Walt Disney para informarles y protestar ante este caso de "incitación al odio, violencia y antisemitismo. Es un típico caso de la manipulación y el uso de los medios que hacen los grupos palestinos contra Israel".
Evidentemente Farfur es el último problema que preocupa hoy en día a los dirigentes de Hamas en Gaza. Tras conseguir una espectacular victoria militar el pasado mes de junio y expulsar al grupo rival Al Fatah, Hamas tiene el control de la paupérrima Gaza.
Su "oscuro golpe de estado", en palabras del presidente palestino, Abu Mazen, provocó que éste destituyera al primer ministro y líder de Hamas, Ismail Haniya y formara un ejecutivo paralelo en Ramala. Por eso, el pueblo palestino, que sigue sin tener su estado independiente, vive dividido en dos poderes, uno en Gaza (Hamas) y el otro en Cisjordania (Al Fatah).
El grupo islamista Hamas, que gobierna en solitario en la aislada Franja de Gaza, se ha ganado a pulso un nuevo enemigo. Quizás el más mediático pero también el más pacífico. Mickey Mouse, el personaje de dibujos animados de Walt Disney, pretende llevar a los tribunales a Hamas.
El motivo, una serie emitida en Al Aksa TV, la cadena islamista, en la que su estrella, un personaje creado a imagen y semejanza de Mickey Mouse, pedía la Yihad ('guerra santa') y la eliminación de Israel, atacaba a "los perros judíos", instruyendo a los niños en "la liberación de todos los países musulmanes, invadidos por los asesinos".
"Restauraremos la gloria de la nación Palestina, y liberaremos Jerusalén gracias a los designios de Alá; y liberaremos Irak, con la voluntad de Alá", dice a su compañera, una niña palestina llamada Saraa.
La versión integrista del famoso ratón, llamado Farfur (mariposa), provocó en su día una gran polémica que obligó al Gobierno palestino- en ese momento de frágil unión entre Hamas y Al Fatah- a retirar el programa 'Los pioneros de la mañana', emitido en la cadena islamista. El entonces ministro palestino-el independiente Mustafa Barguti- lo justificó alegando que "envía un mensaje equivocado de la justa causa del pueblo palestino contra la ocupación".
La retirada del programa tuvo su drama. Su muerte debía ser especial. Los niños vieron en el último capítulo como el simpático y animado Farfur fallecía a golpes de un agente israelí en un intenso interrogatorio tras haber heredado llaves y documentos de tierra en Tel Aviv.
"Te daremos dinero pero dame tus tierras", le grita el agente con un aspecto amenazador. "¡De ningún modo! Yo no entrego mis tierras a los terroristas", respondía un valiente Farfur antes de ser apaleado. Puñetazos infantiles pero mortales. Al cabo de unos segundos, su compañera en el programa anuncia la muerte de Farfur "un mártir que ha defendido nuestra tierra y ha muertos a manos de los asesinos". Después, se abre el turno de las llamadas del público, evidentemente infantil. Shaima, una niña de tres años, aun bajo el trauma de la muerte de su héroe, exclama: "No me gustan los judíos porque son unos perros".
En su corta vida, (tres capítulos en la televisión no es todavía mayoría de edad), Farfur, bajo su inocente apariencia, traslada con éxito sus dos mensajes. Por un lado, les instruía a lavarse los dientes cada día, a rezar en las mezquitas, ser obedientes con los padres o beberse la leche por la mañana. Por otro, consiguió que los niños palestinos en el programa usaran expresiones como "les dispararemos, les aniquilaremos" o "quiero ser un mártir contra la ocupación sionista". Una de las canciones estrella del programa de Al Aksa TV tenía un estribillo muy particular, lleno de ritmo: "venceremos, Bush; venceremos Condoleezza (Rice); venceremos Sharon, ah, no Sharon no, ya está muerto".
En el Parlamento israelí, el Mickey Mouse islamista también ha tenido audiencia. El diputado ultranacionalista, Nissim Slomionsky, exigió a la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, que se dirija a Walt Disney para informarles y protestar ante este caso de "incitación al odio, violencia y antisemitismo. Es un típico caso de la manipulación y el uso de los medios que hacen los grupos palestinos contra Israel".
Evidentemente Farfur es el último problema que preocupa hoy en día a los dirigentes de Hamas en Gaza. Tras conseguir una espectacular victoria militar el pasado mes de junio y expulsar al grupo rival Al Fatah, Hamas tiene el control de la paupérrima Gaza.
Su "oscuro golpe de estado", en palabras del presidente palestino, Abu Mazen, provocó que éste destituyera al primer ministro y líder de Hamas, Ismail Haniya y formara un ejecutivo paralelo en Ramala. Por eso, el pueblo palestino, que sigue sin tener su estado independiente, vive dividido en dos poderes, uno en Gaza (Hamas) y el otro en Cisjordania (Al Fatah).
El grupo islamista Hamas, que gobierna en solitario en la aislada Franja de Gaza, se ha ganado a pulso un nuevo enemigo. Quizás el más mediático pero también el más pacífico. Mickey Mouse, el personaje de dibujos animados de Walt Disney, pretende llevar a los tribunales a Hamas.
El motivo, una serie emitida en Al Aksa TV, la cadena islamista, en la que su estrella, un personaje creado a imagen y semejanza de Mickey Mouse, pedía la Yihad ('guerra santa') y la eliminación de Israel, atacaba a "los perros judíos", instruyendo a los niños en "la liberación de todos los países musulmanes, invadidos por los asesinos".
"Restauraremos la gloria de la nación Palestina, y liberaremos Jerusalén gracias a los designios de Alá; y liberaremos Irak, con la voluntad de Alá", dice a su compañera, una niña palestina llamada Saraa.
La versión integrista del famoso ratón, llamado Farfur (mariposa), provocó en su día una gran polémica que obligó al Gobierno palestino- en ese momento de frágil unión entre Hamas y Al Fatah- a retirar el programa 'Los pioneros de la mañana', emitido en la cadena islamista. El entonces ministro palestino-el independiente Mustafa Barguti- lo justificó alegando que "envía un mensaje equivocado de la justa causa del pueblo palestino contra la ocupación".
La retirada del programa tuvo su drama. Su muerte debía ser especial. Los niños vieron en el último capítulo como el simpático y animado Farfur fallecía a golpes de un agente israelí en un intenso interrogatorio tras haber heredado llaves y documentos de tierra en Tel Aviv.
"Te daremos dinero pero dame tus tierras", le grita el agente con un aspecto amenazador. "¡De ningún modo! Yo no entrego mis tierras a los terroristas", respondía un valiente Farfur antes de ser apaleado. Puñetazos infantiles pero mortales. Al cabo de unos segundos, su compañera en el programa anuncia la muerte de Farfur "un mártir que ha defendido nuestra tierra y ha muertos a manos de los asesinos". Después, se abre el turno de las llamadas del público, evidentemente infantil. Shaima, una niña de tres años, aun bajo el trauma de la muerte de su héroe, exclama: "No me gustan los judíos porque son unos perros".
En su corta vida, (tres capítulos en la televisión no es todavía mayoría de edad), Farfur, bajo su inocente apariencia, traslada con éxito sus dos mensajes. Por un lado, les instruía a lavarse los dientes cada día, a rezar en las mezquitas, ser obedientes con los padres o beberse la leche por la mañana. Por otro, consiguió que los niños palestinos en el programa usaran expresiones como "les dispararemos, les aniquilaremos" o "quiero ser un mártir contra la ocupación sionista". Una de las canciones estrella del programa de Al Aksa TV tenía un estribillo muy particular, lleno de ritmo: "venceremos, Bush; venceremos Condoleezza (Rice); venceremos Sharon, ah, no Sharon no, ya está muerto".
