martes, agosto 13, 2013

Voto joven: Algunos elementos para la intervención en el sistema de preferencias


Por Rubén Weinsteiner


       La identificación, apoyada en el clivaje autenticidad-impostura. Gato no gato, lo autentico y lo artificial.
Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra. Contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia. No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero y transparente.
El marco de referencia está afuera de la familia,  pero dentro del círculo tribal, y  esa figura referencial se consolida  por un cualidad específica.  Por ejemplo, el líder de la banda que más le gusta, pero además valida su autoridad con un discurso que se retrolegitima a través de los valores de la tribu,  y los proyecta hacia afuera.
             
La institucionalización de soluciones para problemas no legitimados.  

La política como herramienta de reconocimiento, legitimación y solución de problemas de los cuales los adultos “no se hacen cargo”  dejando a los jóvenes en un limbo.
Por ejemplo hoy,  el déficit habitacional. La casa como primer ordenador social, no es algo a lo que los jóvenes puedan acceder mediante el ahorro. Solo quien tiene padres con dinero puede comprarse  una vivienda.  ¿Cómo se supone que un joven puede comprarse una vivienda?  Instalado socialmente el mandato de formar parejas y familias, sin casa no hay familia, por un lado se plantea un modelo y por el otro se cierran los caminos para construir ese modelo.
Este tipo de situaciones , constituyen  aquellos problemas,  en los cuales  los jóvenes,  sienten que los adultos revelan una desidia banal.
Otro ejemplo:  ¿donde se orina en el espacio público en Buenos Aires, si baños públicos no hay?.
En la calle baños no existen, en los bares solo admiten clientes, lo cual obliga a mucha gente pedir un café para ir a un baño. ¿Donde se supone que orine una persona necesitada de hacerlo, estando en la calle?
El planteo de estas preguntas, la interpelación a los más viejos, y la búsqueda de respuestas conforman la demanda de institucionalización  que  conlleva una legitimación implícita  y demandada de valores, sentimientos, necesidades,  deseos y aspiraciones.
El clivaje prohibido-permitido.

 La tensión entre lo prohibido y lo permitido,  como el consumo de marihuana o el aborto.  O en otras épocas,  desde el divorcio,  hasta circular por el espacio público en pantalones cortos, plantea un  trade off que cliva y  divide la cancha entre los caretas y los propios, porque el joven pone en emergencia conductas “asociales” , que muchos viven y practican subterráneamente.

Es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de  la tribu, por afirmación o por negación,  que lo que dicen los padres.

De esta manera gestionan el conflicto entre lo que está bien para los padres y lo que está bien para los pares, y así de esa manera,  responder a dos expectativas diferenciadas.
El súper yo y  la constitución del yo plasmados en  la contradicción de las construcción de las decisiones,  tiende a profundizar el conflicto. Esta contradicción genera tensiones interesantes en la conducta,  y en los mecanismos decisorios.
Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, incumplen con lo que está bien para los pares y viceversa. “No tomes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho” consejos sobre la vida sexual,  las relaciones, el trabajo y finalmente la política.
El reconocimiento de la cultura que viene, más que como una contracultura.
Los jóvenes barometrizan el cambio, lo que hoy está no aceptado  o mal visto y mañana será normal.  Por eso   demandan  él cambio y lo anclan en el límite de lo socialmente aceptado.
La demanda implícita es  que sea aceptado lo  inaceptable dentro de las condiciones objetivas,  pero que como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo,  “haré de cualquier modo” .
Planteo de luchas contra enemigos poderosos, con final abierto.
 
Muchos plantean que la 125 fue el ADN del Kirchnerismo.  Como esta batalla,  se trata de luchas difíciles,  enmarcadas en la épica de quien se sabe más débil y por lo tanto debe revelar mística, valor y coraje para dar una batalla, a priori perdida, pero decisiva e ineludible.
El enfrentamiento contra  poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”,  le otorga vitalidad y dinamismo, al vínculo,  entre una fuerza y los jóvenes
Ese final abierto, esa asimetría desfavorable,  indignan, emocionan, convocan y construyen la bronca originaria y movilizadora  y la alegría de la acción y compromiso colectivos.
Nuevos formatos  de participación política.

Twitter, Facebook y  las herramientas 2.0 y 3.0,  donde los jóvenes juegan de local, como nativos digitales, frente a migrantes digitales como sus padres, maestros y profesores, para desplegar nuevas formas de adhesión, militancia y compromiso.  La posibilidad de generar acciones,  publicar, interactuar, militar,  comunicar y llegar en forma simétrica a cualquier persona, segmento, audiencia u estamento.
 Rubén Weinsteiner

¿Quién votó a quién?


Sergio Massa fue elegido por su gestión en Tigre, Insaurralde por su identificación con el Gobierno.


A Sergio Massa lo votaron mayoritariamente las mujeres, los menores de 34 y los mayores de 50, con fuerte impronta entre los sectores de mayores recursos, pero con corrientes de voto muy importantes también entre los pobres. Seis de cada diez personas que lo eligieron fundamentaron su apoyo en “los antecedentes de Massa en la gestión”, es decir, la fama que construyó al frente de la intendencia de Tigre. Curiosamente, sólo seis de cada cien personas votaron a Massa por su perfil opositor, es decir que una parte de los votantes piensan que algo así como “una nueva etapa del kirchnerismo”. 

Del otro lado, a Martín Insaurralde, más de la mitad que eligieron su boleta lo respaldaron porque “representa el modelo del gobierno nacional”, es decir, porque era el candidato de la presidenta Cristina Kirchner y del gobernador Daniel Scioli. Muy pocos lo conocían por su capacidad, sus antecedentes o sus atributos personales. En el caso de Margarita Stolbizer, el apoyo vino de mujeres, mayores de 50 y del interior provincial y hay un reconocimiento a sus características personales –honestidad, trabajo–, por encima de su perfil de opositora. Por último, Francisco de Narváez recoge votos de mujeres de edad intermedia y el respaldo se motiva en atributos personales –firmeza, un millonario que igual presenta batalla en el terreno político– y, también, en su perfil opositor.

Las conclusiones surgen de una enorme encuesta en boca de urna, hecha el domingo a la salida de las escuelas de todo el territorio bonaerense, en la que se entrevistaron nada menos que 31.893 personas de ambos sexos, de distintas edades y de todos los niveles sociales. El trabajo lo llevó a cabo el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce Roberto Bacman, quien realizó un análisis exhaustivo a pedido de Página/12. Los datos son reveladores y no sólo permiten un análisis de las razones de voto, sino empezar a diseñar ideas y estrategias de cara a las elecciones del 27 de octubre.

“Los cuadros muestran un dato contundente: el 65 por ciento de quienes votaron a Massa lo hicieron por su gestión en Tigre –señala Bacman–. Es decir que entró en esta carrera con un prestigio asentado en una trayectoria que tuvo mucha difusión en los medios durante los últimos años. Hay que pensar que la gente busca alternativas de gobernabilidad. Y entonces se instaló la idea de que ‘Massa transformó Tigre’, o que encabezó una gran lucha contra la inseguridad. Ahora no estoy planteando si eso fue cierto o falso, digo que estuvo instalado en el imaginario colectivo. Tal vez la gente no se acuerde, pero algo así ocurrió con los Rodríguez Saá en 2003: se decía que San Luis era un paraíso, que había grandes autopistas, llegaban inversiones. Se construyó un imaginario colectivo. No dudo de que en ambos casos los medios jugaron su papel. A esta idea de una gestión exitosa se sumaron, como motivo de voto, las características personales.
El 18 por ciento de los consultados explicaron que respaldaron a Massa por ese motivo. Acá pesó que tiene un perfil gerencial, parece capaz y que no hay denuncias de corrupción en su contra.”
Para Bacman, que a Massa lo hayan votado más mujeres que hombres tiene que ver con un ingrediente importante de su campaña. “Mostró un perfil familiero, no es separado, va mucho con su esposa a los programas, exhibe esa vida familiar. Fíjese que el domingo también Mauricio Macri bailó con su esposa y exhibió a su hija. Es algo con lo que muchos consultores insisten a nivel internacional. A ese perfil familiar, Massa le agrega que no es agresivo, tiene su pinta, características que impactan en el voto femenino”, evalúa.
Respecto del aspecto socioeconómico del voto al candidato del Frente Renovador, la encuesta del CEOP marca presencia tanto del sufragio de los sectores de mayores recursos como en franjas de bajos ingresos. “Bueno, hay algo obvio: Massa domina lo que se llama el ‘corredor de oro’, es decir, Vicente López, San Isidro, San Fernando –enumera Bacman–. Tiene su lógica. Pero también hizo una gran elección en José C. Paz, San Martín, Tres de Febrero y muchos otros distritos con mayoría de habitantes de bajos recursos. Ahí yo creo que primó el territorio, un sólido trabajo de los intendentes que estaban con Massa. Sin embargo, creo que hay que mirar un poco más qué pasó en esas franjas a las que está destinada buena parte de la política económica kirchnerista.”

Uno de los datos más asombrosos de la amplia encuesta del CEOP es que sólo un seis por ciento de los que votaron a Massa dijeron que lo hicieron por su carácter opositor. “Es que no fue visto como un candidato opositor –señala Bacman–. Piense lo siguiente: en 2009, Néstor Kirchner sacó el 32 por ciento de los votos. Esta vez, Insaurralde consiguió el 29 por ciento. Esto significa que Massa logró penetrar en una parte del núcleo duro del kirchnerismo. Por supuesto que la campaña lo fue llevando a mostrar su perfil opositor. Eso es lo que explica que empezó con 15 puntos de ventaja y esa diferencia se recortó a cinco. Cuando se sacó el saco para pelear, su campaña se estancó, no volvió a crecer. Mientras tanto, Insaurralde fue remontando una cuesta muy difícil: había empezado con 17 por ciento de intención de voto y pasó del 29 por ciento. Es obvio que algo de kirchnerismo quedó del lado de Massa. Sobre eso tendrá que trabajar el oficialismo de acá a octubre.”
Respecto de Martín Insaurralde, el candidato del Frente para la Victoria, el perfil del votante apunta mayoritariamente a gente de sectores necesitados, menores de 35 años y del Gran Buenos Aires. El voto es parejo en hombres y mujeres.
Más del 50 por ciento respaldó a Insaurralde “porque representa al modelo del Gobierno”, es decir que –como se sabe– era un candidato con poco conocimiento que, como punto fuerte, tenía que convertirse en la cara de las políticas oficiales, además del acompañamiento de la Presidenta y el gobernador. “Yo creo que Insaurralde hubiera necesitado una ecuación más pareja –señala Bacman–. Por un lado, por supuesto, su representación del proyecto y las políticas oficiales, pero necesitaba también que se lo conozca por sus antecedentes. Yo creo que ahí hay un terreno por el que avanzar hacia octubre, sobre todo en votantes que no tienen estructura. Insaurralde debe mostrar que es una gran opción de gestión, que tiene mucha capacidad. Fíjese que del total que lo votaron, sólo el siete por ciento lo hizo por su capacidad y el 14 por ciento por sus condiciones personales. Esto habla de que, aún terminada la campaña, es poco conocido.”
El perfil del votante de Margarita Stolbizer parece cantado: mayoría de mujeres, mayores de 50 años y que viven en el interior de la provincia de Buenos Aires. En muchísimas ciudades bonaerenses, chicas y medianas, hay intendentes radicales y tradición radical. Y no sólo radical, sino también antiperonista. En Margarita –según el CEOP– efectivamente pesan sus atributos personales. Casi la mitad de la gente que la votó sostiene que lo hizo por sus características: resaltan su trayectoria, es vista como honesta, confiable y perseverante. “Un 24 por ciento de sus votantes le reconoce su oposición al Gobierno, algo que en Stolbizer debió tener un peso aún mayor, porque era la candidata no-peronista de mayor proyección electoral –sostiene Bacman–. Pero ojo, la buena elección de UNEN en Capital Federal y la del radicalismo en otros distritos es posible que traiga una cierta corriente que mejore algo la performance de Stolbizer en octubre. Se ha reflotado el radicalismo y eso la puede ayudar. Es muy probable.”

Por último, respecto de Francisco de Narváez, el perfil del votante es, mayoritariamente, de mujeres de edad intermedia, residentes en el interior provincial y mayoritariamente de los niveles socio-económicos altos. En primer lugar, porque es la franja más enfrentada con el gobierno nacional y más receptiva a las consignas que utiliza De Narváez, que tienen que ver con la inseguridad. De todas maneras, en las razones de voto las vertientes parecen variadas y parejas: 27 por ciento por los atributos personales, 24 por ciento por las propuestas, 20 por ciento por su perfil opositor y 12 por ciento por su trayectoria. “Yo diría que sus votantes creen que es una persona que se muestra firme, sobre todo en los temas que tienen que ver con inseguridad y cuando se habla de sus atributos personales se piensa que es una persona de muy buen pasar económico, que es luchador y que resigna parte de la comodidad que podría tener para pelearla en el terreno económico”, redondea Bacman.

El mapa de perfiles y de razones de voto que cada consultor trazó durante la campaña pero que en un boca de urna tiene mayor precisión porque es inmediatamente al salir del cuarto oscuro, permite pensar en caminos a recorrer de acá a octubre. Parece cantado que el oficialismo tendrá que pensar mucho en los sectores de bajos recursos que perdió a manos de Massa y que vienen de votar a CFK. El massismo necesitará diseñar una estrategia para no perder lo que consiguió atrapando respaldos de sectores muy diversos, en lo socio-económico, pero también en lo político. Es obvio que apuntará a los votos que consiguió De Narváez en esta elección y parece probable que, lo quiera o no, la campaña lo va a ubicar más claramente todavía en la oposición. Margarita Stolbizer tratará de capitalizar el resurgimiento del radicalismo y la alianza con los socialistas. Y De Narváez tendrá que pelearle el espacio opositor a Massa. Son dos meses y diez días que requerirán intensidad, pero también movimientos bien pensados e inteligentes.

#Votojoven: tribu e institucionalización del cambio.



 Por Rubén Weinsteiner para ADN

Roberto Brito Lemus plantea que la juventud, comienza cuando se desarrolla  la capacidad de reproducir la especie humana, y  termina cuando se desarrolla la capacidad de reproducir el orden social.
Se es joven mientras se cuestiona, contesta y demanda cambios y se evita reproducir el orden social tal cual está planteado. Cuando se evita “transar”.
La demanda más clara de los diferentes sub segmentos que componen el voto joven,  tiene que ver con la  institucionalización  de soluciones desde la política, a problemas colectivos de carácter  tribal  de los jóvenes.
El abordaje de estas demandas, conlleva una legitimación implícita   y demandada de valores, sentimientos, necesidades,  deseos y aspiraciones, colectivas y tribales. Esa legitimación es el corazón de la demanda del segmento.  Ser escuchado, reconocido el problema, y reconocido el carácter colectivo y la tribalidad de la demanda.
El discurso político tradicional,  que intenta interpelar al segmento joven,  lo hace desde el paradigma individual introspectivo y adulto,  frente  al paradigma  comunicacional colectivo de referencia externa y tribal,  desde donde el segmento 16-30 escucha y construye su sistema de preferencias.
El reconocimiento y la identificación con la tribu en tanto colectivo,   ante el problema por parte del discurso político, es el eje de la racionalidad instrumental del voto joven.  Para el joven,  identificación es amor, para los adultos identificación, es solo empatía.
Todo discurso plantea dos niveles a tener en cuenta: el de los contenidos y el relacional.  El primer nivel debe apuntar a la institucionalización de soluciones para problemas específicos, el segundo nivel a establecer un vínculo de reconocimiento y valoración hacia el colectivo, donde el joven se encuentra inserto,  y desde donde demanda esos cambios y soluciones.
Para que la comunicación  con el segmento joven sea  esencialmente persuasiva y técnicamente informativa, y  no al revés, debe tener en cuenta que es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de la tribu, por afirmación o por negación, que lo que dicen los padres o los políticos. Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, incumplen con lo que está bien para los pares y la tribu, y viceversa. “No tomes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho, acóstate temprano, no te quedes hasta cualquier hora en la computadora” consejos sobre la vida sexual, las relaciones, el trabajo y finalmente la política.
En la mayoría de los casos donde las consecuencias no revisten inmediatez , amenaza o peligro, la tensión padres-tribu, se salda a favor de la tribu, por el peso del colectivo a la hora de la aprobación y legitimación social.
La ocupación del imaginario por parte del joven, en tanto integrante de un colectivo, una tribu, con sus leyes, códigos y marcos transaccionales,  es una precondición de cualquier construcción discursiva, políticamente significativa,  para la interpelación y colonización de subjetividades dentro del segmento 16-30.
Rubén Weinsteiner

Rubén Weinsteiner analiza los relatos ocultos en el #votojoven



 Por Rubén Weinsteiner
Los relatos culturales, tanto públicos abiertos y difundidos,  como los ocultos, privados y  subterráneos, conforman las hegemonías dentro de los diferentes segmentos poblacionales.
Cada una de estas hegemonías constituye el contexto en el cual,  las personas dan un significado a sus acciones y experiencias, percepciones de hechos a los cuales se los dota de significados  y dan sentido a sus vidas, tanto en lo individual como en lo colectivo.
Los relatos ocultos son una parte muy importante  en  las matrices de construcción de los sistemas de preferencias y determinación del voto.
Son relatos privados, que no se verbalizan en el espacio público, ni en los medios 1.0, se remiten exclusivamente a los círculos de confianza, de “los nuestros”, a las charlas en familia o con amigos cercanos, o en los medios 2.0 al amparo de cierto anonimato o invisibilidad  y comportamiento de masas,  como cuando se cantan canciones racistas desde una tribuna en una cancha.
Doy un ejemplo de estos relatos ocultos: Muchos argentinos sintieron alivio apenas producido el golpe militar de 1976, algunos y no pocos  de ellos siguen sintiendo hasta el presente apoyo y simpatía por ese gobierno militar,  sin que les importe los crímenes cometidos por este.  Sin embargo la difusión, resignificación y elaboración colectiva,  impide hoy una reivindicación abierta de la dictadura en los medios, en la Universidad, en una reunión con gente desconocida,  en el espacio público.  Por eso la memoria se transforma para este grupo en un hecho privado que retorna a las vías de la oralidad propias de la intimidad.
Muchos de estos relatos ocultos contienen un desprecio por la otredad, por otro grupo o sector social,  y si bien no se expresan en público,  sobreviven subterráneamente, en lo familiar, entre amigos, allí donde hay redes de confianza, como dadores de sentido,  de lo que Bordieu llama: la distinción.
Las redes orales han demostrado ser muy eficaces para preservar este tipo de relatos.  Este relato-discurso de cada segmento se oculta en la oralidad ante la primacía de lo escrito y lo filmado.
Sin embargo esta oralidad está emergiendo cada vez más  intensamente en la Web 2.0,  donde podemos leer  construcciones discursivas significativas,  impensables en lo escrito o en los medios masivos.
Esta emergencia de los relatos ocultos conocidos pero silenciados, constituye un cambio profundo de paradigmas, en un escenario novedoso y lleno de oportunidades.
Los segmentos jóvenes, los sub 30 son los que al mismo tiempo que ponen en la superficie estos relatos ocultos, visibilizándolos por ejemplo en la Web 2.0, los ponen en crisis, asumiendo un voto más blando,  una flexibilidad y una predisposición al cambio,  imposible de encontrar en segmentos de mayor edad, con un sistema de preferencias más duro.
Obama como señalamos en otras notas obtuvo el 66% de los votos en el segmento 18-30 en 2008, y el 60% de los votos en el mismo segmento en 2012. Esta última performance de Obama en Argentina, le hubiera otorgado 23% de los votos del total del padrón, lo que sumado a un despliegue moderado en el resto de los segmentos construye una victoria por más del 50% de los votos.

Las dos campañas de Obama desplegaron un tratamiento sistemático y quirúrgico sobre los relatos ocultos examinados,  y operaron sobre el segmento 18-30 como el más permeable para su abordaje. Un ejemplo muy claro es la interpelación que hace Obama sobre el segmento  joven de  la “comunidad judía” que en la primera elección  y por una compleja gama de motivaciones, se mostró adverso a la candidatura de Obama. En uno de los escenarios más adversos para Obama en la primera elección, el voto judío de Florida, Obama lanzó una campaña 2.0 , para que los jóvenes judíos convenzan a sus abuelos ( muchos judíos jubilados se vana vivir a Florida) que "Obama es bueno para los judíos".  En la segunda elección,  obtuvo el 60% del voto judío en Florida.
La interpelación transversal de los diferentes segmentos a través de sus relatos ocultos,  se vuelve potente y eficaz en los segmentos que constituyen el voto joven, por visibilidad de estos relatos,  por exposición y despliegue que determinan el quiebre del poder de la oralidad y lo oculto,  y por lo tanto por la posibilidad de intervenir, influir, persuadir  y acumular en estos segmentos.
 Rubén Weinsteiner

Rubén Weinsteiner analiza el #votojoven


¨Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS


Con el voto a los 16 años se incorporan 1,2 millones de nuevos votantes al padrón nacional. En el nuevo escenario el 36% de los votantes tiene menos de 30 años, lo que llamamos voto joven.
Obteniendo una victoria del 50% en este segmento se obtendrían 18 puntos en el total nacional, lo que junto a un despliegue moderado en el resto de los segmentos se construiría una ventaja indescontable en cualquier escenario.

En las elecciones de 2008, Obama derrotó a Mc Cain 52,9 % a 45,7, la diferencia que le permitió compensar derrotas en segmentos importantes y construir esos 7 puntos fue el 68% de apoyo entre los menores de 30 años.
En las elecciones de 2012 volvió a conseguir una importante ventaja en ese segmento frente a Mitt Romney, quedandosé con el 60% de los votos sub 30, y también ahí construyó la diferencia que le permitió consolidar su victoria .
Tanto es así que Obama alcanzó los diferenciales mayores en el segmento joven y de esa manera consiguió la victoria en cuatro de los estados clave por la cantidad de electores para el colegio electoral que asignan, sin los que no hubiera alcanzado la presidencia: Florida, Ohio, Pennsylvania y Virginia.

En la provincia de Buenos Aires, cada año son 250.000 los chicos que hacen el cambio de documento al cumplir los 16 años. En Córdoba 112.000 jóvenes estarán en condiciones de votar a partir de la nueva ley. En Santa Fe un total de 107.433, en Mendoza 64.000 jóvenes, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, unos 62.000 jóvenes. En Santiago del Estero 57.000, en Chaco se incorporarán 49.302, en Entre Ríos 46.500, en Tucumán 56.000, en Salta 50.000, en Misiones 30.000 jóvenes. En Formosa no hay información oficial, pero serían 27.000.

El voto jóven recrea mecanismos de tensión joven-adulto y esta tensión se focaliza desde lo emotivo en el planteo y posible enrolamiento en conflictos y luchas contra poderes importantes y con final abierto.

Desde lo funcional la acumulación en términos de preferencias en este segmento se apoya en 2 clivajes específicos:

a)prohibido-permitido
b) institucionalizado-desinstitucionalizado

El joven pone en emergencia conductas “asociales” que muchos viven y practican subterráneamente; constituyendo "lo que viene", "la próxima cultura"  más que una contracultura.
Los jóvenes barometrizan el cambio, por eso lo demandan, y el cambio lo anclan en el límite de lo que la ley habilita y lo que prohíbe.

La demanda implícita es permitir lo que está prohibido pero como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo “haré de cualquier modo” .
La otra demanda fundamental de este segmento es la institucionalización de soluciones. Esta institucionalización conlleva una legitimación implícita demandada, de valores, sentimientos, necesidades, etc.

El segmento demanda ocupar el imaginario de la clase política.  A este segmento  el discurso de los de 50 les resulta ajeno emocionalmente, lento conceptualmente y aburrido discursivamente, pero la zona donde la brecha mas se profundiza, es en la credibilidad, los jóvenes no le creen a los mayores.

Esa linealidad de las series de los setenta y ochenta donde todo está demasiado claro, lo bueno, lo malo, los buenos y los malos,  lo que está bien y lo que está mal, no resulta creíble en este segmento. Esa unidimensionalidad bajada al discurso resulta inverosímil, “careta”, y sus emisores “truchos y gatos”.

Desde la emergencia, la organización del debate para el segmento se da en torno al clivaje “gato”-autentico. Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra, contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia.
No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero, transparente. El marco de referencia está afuera pero dentro del círculo tribal, esa figura referencial emerge por un cualidad específica, ser por ejemplo, el líder de la banda que más le gusta, pero además validar su autoridad con un discurso que se retrolegitime con los valores de la tribu,  de autenticidad,  y los proyecte hacia afuera.

Las experiencias de voto a los 16 en los diferentes países donde se habilitó ese derecho, marcan tasas de voto altas, los jóvenes “quieren usar la credencial”, son votantes comprometidos y convencidos, despegan y con facilidad del mandato de voto familiar. Demandan convocatorias a enfrentar y forzar, reconocimiento legitimación e institucionalización. Satisfacer deseos antes que necesidades. Es un voto emocional, complejo inteligente y definitorio en cualquier elección.

Rubén Weinsteiner

sábado, agosto 10, 2013

Massa y el cambio de estrategia de cara a octubre


Una encuesta de Observatorio Electoral, un proyecto de análisis de la opinión pública y las tendencias electorales asociado a Analytica Consultora, indagó acerca de dónde lo ubican a Massa los bonaerenses en condiciones de votar en las primarias del próximo 11 de agosto.
Se preguntó a los consultados si ubicaban a Massa dentro del kirchnerismo, o dentro de la oposición, o ni en uno ni en otro conjunto. En números redondos, el 60% lo consideró opositor, el 26% kirchnerista, el 10% "ni ni", y solo 4% dijo no saber, sugiriendo ese bajo nivel de desconocimiento que la "cuestión Massa" está bien instalada en la opinión pública.
En ese segmento del 26%, se desató una batalla electoral.
Hilando más fino, podemos decir, en primer lugar, que se trata de un segmento en disminución: dividiendo al estudio por jornadas, a medida que pasaba el tiempo el segmento de los que consideraba a Massa opositor aumentaba. Y en segundo lugar, que para aproximadamente una mitad de los que aún consideran a Massa kirchnerista esto tiene una atribución positiva, y para la otra mitad (un poco más, en rigor) se trata de algo negativo. Estos últimos son, en su mayoría, votantes decididos o potenciales de las listas encabezadas por De Narváez y Stolbizer.
Pero en el primer grupo, la mayoría son votantes del propio Massa. Este segmento de "massistas kirchneristas", es uno de los blancos de la campaña del Frente para la Victoria, que busca sumar nuevos votantes a expensas de los "confundidos" que, de acuerdo con el comando de campaña de Insaurralde, deberían votarlo a él.
 
Otra forma de evaluar la ubicación de Massa, es la brecha que aún existe -no vamos a dar números, por encontrarnos en veda electoral- entre la imagen netamente positiva de CFK, y la intención de voto por Insaurralde: la primera sigue siendo mayor que la segunda, y el objetivo de la campaña del FPV es llevarlas al mismo nivel.
Massa tuvo, en una fase inicial de la campaña, un discurso dirigido a los "massistas kirchneristas". Pero a medida que fue avanzando la campaña, el líder del Frente Renovador apostó a crecer por la oposición. Convenciendo, para ello, a los antikirchneristas que aún lo consideran kirchnerista, que ya ha dejado de serlo. 
Todo esto sugiere, en suma, que después de las PASO, se viene hacia octubre una campaña que promete ser diferente, y cuyo resultado está abierto: mientras que Insaurralde irá por el conjunto de los votantes afines al gobierno, que hoy captura en buena medida pero aún no en su totalidad, Massa apelará cada vez claramente a concentrar los votos opositores, que hoy se distribuyen entre diferentes candidatos.

jueves, agosto 08, 2013

La promesa de la marca política en el #votojoven



Por Rubén Weinsteiner
La marca política es un dispositivo disparador de significados a la mente de los votantes, que se articulan en una promesa de marca que les da sentido.
La promesa de la marca política,  es lo que ésta dice que hará por sus votantes. O, dicho de otro modo, lo que sus votantes perciben que pueden esperar de ella.
Esa promesa debe ser relevante para los votantes y diferente a las de los competidores. Esa diferencia, debe ser visible y notable para los diferentes segmentos,  interpelados por la marca política.
El votante adulto va al mercado de las marcas políticas a resolver  problemas y a satisfacer  necesidades, y lo hace en un marco  de clivajes y creencias muy instalados que funcionan emocionalmente en piloto automático. Convicciones, amores, odios, tradiciones y prejuicios,  articulados en historias personales  e internalizados en anclajes emotivos,  que no son cuestionados a la hora de recrear el sistema de preferencias.  El joven  también busca resolver problemas y satisfacer necesidades, pero en lugar de recrear valoraciones y etiquetas instaladas, el voto joven busca adoptar marcas políticas para cumplir sueños, desafiar poderes inmensos, en luchas con final abierto, y sobre todo interrogar a la marca acerca de quién es, en que cree y cuan autentica es.
En el voto joven a diferencia del voto mayor,  pesa más el desafío que la memoria, la contestación positiva que la afirmación propositiva.
Una estrategia de marca política eficaz en el voto joven, debe buscar generar en las mentes de los votantes jóvenes,  un grupo de asociaciones distintivas y diferenciales,  despojadas de todo artificio e impostura, que ayuden a visibilizar valores, atributos y beneficios que den sustento a la promesa de la marca de forzar la realidad, desafiar poderes en luchas que se pueden perder,  e instalar sueños en la agenda.
La marca política está condicionada por los competidores y por el escenario de condiciones objetivas. Si cambian los competidores o el escenario,  la marca no puede permanecer inmutable.
La promesa  de la marca política, debe estar íntimamente ligada al reason why del candidato, el para qué quiere llegar al poder. Esa relación entre identidad y promesa de marca política, permite la identificación del joven con la marca política, ya que para el adulto mayor, identificación es empatía, para el joven identificación es amor.
Promesa, identificación,  perspectiva y deseo en un territorio expresivo de autenticidad y simplicidad,  constituyen una hoja de ruta poderosa  para la colonización de subjetividades hacia el interior del #votojoven.
Rubén Weinsteiner

miércoles, agosto 07, 2013

Reason why; eje de la racionalidad instrumental del #votojoven



Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS
El reason Why  de una marca política, es el insumo estratégico fundamental para la construcción de sujetos políticos, sujetos de elección duros y no tanto,  y para la fundamentación de un despliegue territorial físico y virtual eficaz,   así como de una agenda poderosa al interior del voto joven.
El reason why es la vocación de poder pura y dura. “Quiero ser gobernador, presidente, diputado, para hacer esto”. “Es bueno que  yo tenga poder para hacer tal cosa”.  Esa vocación de poder no interpela al sujeto de elección desde la demanda de un espacio o cargo. El reason why nunca es el cargo, sino “quiero hacer esto para mi ciudad, provincia, país”. No como un proyecto individual, sino como integrante de una propuesta colectiva. El Voto joven  otorga el poder político como una herramienta de cambio tribal, más que como una plataforma de crecimiento personal, para alguien que se valora o admira
El reason why consiste en encontrarle sentido a la vida de las personas, no en encontrarle un sentido a la vida del candidato.
 
La capacidad de poder transmitir esto,  por parte de la marca política, a través de un discurso, viene a construir situaciones de interacción,  para resolver problemas de relación con los sujetos de elección,  dentro del voto joven,  así como de imagen, de expectativas,  creencias compartidas o de emociones disruptivas.
El planteo del reason why a los votantes en general y a los jóvenes en particular, constituye  una propuesta de responsabilidad ,expresada por la promesa de la marca.  Decir para qué uno quiere el poder, es hacerse cargo o ser responsable por ciertos efectos o resultados potenciales.
Plantear el para qué, a través del discurso, es necesario porque los sujetos de elección jóvenes,  necesitan para relacionarse emocionalmente e identificarse con un marca política,  atribuirles a estas, voluntades, particularidades, valores, obligaciones, promesas, diferencias y capacidades subjetivas.
El reconocimiento y valoración del reason why y la identificación del joven con la tribu en tanto colectivo, es el eje de la racionalidad instrumental del voto joven.  Para el joven,  identificación es amor, para los adultos identificación, es solo empatía.
Para que este reason why pueda ser comprendido e internalizado por los votantes, para que sea coherente, tanto para la marca política como para los sujetos de elección, hace falta consolidar un eje integrador, una narrativa política, que le de sentido a la identidad a la voluntad y a la
potencialidad de acción de la marca política.
Rubén Weinsteiner

domingo, agosto 04, 2013

El Indio Solari, marca, confianza, y #votojoven


Rubén Weinsteiner

La confianza es el capital simbólico más importante que puede y debe construir una marca política o corporativa.

Por Rubén Weinsteiner para ADN

La marca política de un candidato o la marca corporativa de una empresa, debe estar pensada y orientada a guiar, direccionar y trackear hacia las zonas tributarias de su propuesta, a las corrientes de opiniones que juegan en el mercado.
La marca debe adecuarse al mainstream y no al revés, para luego poder modificarla, y debe tener un abordaje quirúrgico y diferenciado, para las distintas vertientes de pensamiento que despegan de las corrientes centrales. El principal denominador común, y súper objetivo imprescindible en todos estos abordajes diferenciados, es la construcción de percepción de confianza en la mente las personas.

Para esta batalla las marcas políticas y corporativas, necesitan acumular todos sus estadios previos : los signos, los discursos, los sistemas de memoria, convertirse en objeto de seducción, en fetiche, en sujeto de confianza, y sobre todo, en espejos idealizados en los que los individuos ven proyectada la fantasía y en algunos casos el deseo de su propia imagen.

La elección por parte del segmento 16-34 (34% del electorado)  de una marca política o corporativa es una proyección del yo a través de una decisión. No hay que fijarse en los candidatos, sino en las personas y sus conductas para poder pensar la percepción que deseamos lograr.
No se trata de una batalla entre candidatos, se trata de una batalla entre percepciones. La gente no elije a un candidato por sus condiciones, sino por las percepciones que genera el candidato en la cabeza de la gente.

La principal función de la marca política, según mi experiencia, es generar confianza. Las crisis económicas se dan por falta de confianza y los diferentes tipos de relaciones se destruyen por la misma razón.
Ningún banco soportaría que todos sus clientes se presenten en ventanilla a retirar sus depósitos, simplemente no tendría los fondos para pagar. La plata no está, y no se puede construir, lo que sí se puede generar es confianza, por eso un Banco ante todo debe vender confianza, su marca debe generar seguridad. De esa manera la gente está tranquila y no saca la plata del banco y así éste puede cumplir con los que quieren sacar el dinero, y seguir desarrollándose como empresa.
Si se produce una corrida porque la gente perdió la confianza, se cae el banco, cualquier banco; ningún banco el mundo, por más fuerte que sea, puede soportar una corrida.

La confianza no se apoya en algo tangible y concreto, la plata del banco no está, está prestada y apalancada en miles de operaciones. Lo que está es la percepción de confianza en la cabeza de la gente. Por eso la marca de un candidato o de una empresa no necesita mostrar la billetera, lo que necesita es construir esa percepción en la cabeza de la gente.

La confianza es el capital simbólico más importante que puede y debe construir una marca política o corporativa, y se construye a través de pequeños pasos constructores de confianza, uno sobre el otro como los pisos de un edificio que van consolidando la construcción de la percepción.

Esta batalla que se da en las mentes de las personas, se vuelve cada vez más competitiva, y está dirigida por estrategas que tienen grados de cognitividad diferentes a los sub 30, sector que ha dado un salto cognitivo impresionante en los últimos 15 años.
El 34% de la población económicamente activa tiene menos de 35 años, construir confianza en este sector es una tarea compleja. Es lo que llamamos #votojoven, un segmento que ha desarrollado mecanismos cognitivos, de valoración y validación y códigos de pertenencia y pertinencia propios y disruptivos.
Es probable que no sepan cual es la capital de Portugal, ni quien fue Arturo Frondizi, pero hacen 5 cosas a la vez, piensan muy rápido y leen tramas discursivas muy complejas; se aburrirían mucho viendo las series televisivas de los setenta, donde los buenos son siempre y totalmente buenos, y además inteligentes, y los malos lo son full time y sin fisuras.
En Lost, Los Soprano y las series de más acá, las cosas son más complejas, se cuestionan tabúes, los buenos tienen dobleces y miserias, los finales no son lineales, los malos son personas y todos tienen momentos brillantes y tontos, que explican mucho de la multidimensionalidad de los relatos.

Los sub 30  aprenden por funcionalidad, es decir priorizando aquello que necesitan. El “Word” no tiene manual, los integrantes de  la gneración google van aprendiendo a medida que se le van presentando problemas, pero en ese caso su aprendizaje e internalización resulta muy eficaz.
A los Google el discurso de los de 50 les resulta ajeno emocionalmente, lento conceptualmente y aburrido discursivamente, pero la zona donde la brecha mas se profundiza, es en la credibilidad, los jóvenes no le creen a los viejos. Esa linealidad de las series de los setenta y ochenta donde todo está demasiado claro, lo bueno, lo malo, lo que está bien y lo que está mal, no resulta creíble en los Google, esa unidimensionalidad bajada al discurso resulta inverosímil, “careta”, y sus emisores “truchos y gatos”.

El Indio Solari posee una marca interesante como objeto de estudio en este tema. Ha construido confianza y lo ha hecho de una manera congruente y sólida. Es poco lo que se conoce de la vida privada del Indio, más que lo que él ha decidido abrir, pero lo que ha generado en la cabeza de los cientos de miles de seguidores, es muy fuerte y ha resistido diferentes embates comunicacionales con éxito, lo cual no es fácil. Podemos aprender y mucho de la gestión de las crisis de confianza en la “Marca Indio Solari”.

Desde la emergencia, la organización del debate para los Google se da en torno al clivaje “gato”-autentico. Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra, contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia.

No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero, transparente. El marco de referencia esta afuera pero dentro del círculo tribal, esa figura referencial emerge por un cualidad específica, ser el líder de la banda que más le gusta, pero además validar su autoridad con un discurso que se retrolegitime con los valores de la tribu de autenticidad y los proyecte hacia afuera.
La marca del Indio Solari, dispara significados de autenticidad hacia la cabeza del #votojoven.

Las presentaciones del Indio no se promocionan por TV ni por radio, solo boca a boca y por la Web 2.0, y van 80, 90, 100 mil personas y más. Hace falta construir mucha credibilidad y confianza para lograr semejante convocatoria sin apoyarse en los medios masivos y tradicionales, para lograr la viralidad necesaria, es decir, que cada quiera ser emisor y amplificador, y por otra parte la fidelidad y compromiso que implican la concurrencia física a las presentaciones.


La confianza es como un balde de agua en un patio, una vez que se tira el agua del balde al piso, no se puede volver a juntar y ponerla de vuelta en el balde. En la gestión comunicacional de la confianza, es vital que el balde no se caiga ni se vuelque, por más que lo muevan, sacudan e intenten tirarlo. Hay que mantener un arco de oscilación del balde del cual no salirse.

Al Indio Solari a través de los años, lo han atacado por derecha y por izquierda, el establishment y los outsiders, la iglesia y los medios. Le pegaron y lograron impactar, el balde se movió, pero no pudieron volcarlo, no pudieron modificar la percepción en las cabezas de la generación Google, básicamente por dos motivos:

a) El Indio Solari por acción o por omisión, basó la construcción de su marca en la percepción de confianza y credibilidad, dando pequeños pasos constructores de esa percepción de confianza, y luego gestionando la misma, obteniendo una malla de seguridad que resultó muy difícil de vulnerar.

b) Los que lo atacaron, articularon un discurso que hubiera sido eficaz para hablarle a gente de 50 o 60 años, no a gente de 22.

El balde puede moverse pero no volcarse, porque de eso no hay retorno, no hay que tenerle miedo a las oscilaciones o a que se caigan algunas gotas, eso es inevitable. En la gestión de una crisis y en cualquier gestión de daño, la clave es mantener la verticalidad del balde de la confianza.

Rubén Weinsteiner

sábado, agosto 03, 2013

Daniel Scioli: "Quizá tendría que haber explicado mejor algunas cosas"

Daniel Scioli: "Quizá tendría que haber explicado mejor algunas cosas"





La sesión tuvo lugar en la sede porteña del Banco Provincia, el búnker político del gobernador de Buenos Aires, Daniel Osvaldo Scioli.
-Mire este video. (Él diciendo "Con el modelo se está o no se está") ¡Vivimos para verlo! Y un día, a Scioli lo aplaudieron de pie en la Rosada.
-(Sonríe) Y, bueno, sí. Esto fue poniendo más claridad sobre la campaña y despejando la confusión.
-Bueno, Daniel, a lo mejor se lo tuvo que decir a usted mismo.
-A ver, ¿cuál es la fuerza que tiene el FPV? La diversidad. Yo he manifestado a lo largo de todos estos años muchos puntos de vista o un matiz y no por eso dejé de pertenecer.
-Diana Conti dijo: "Lo que le criticábamos a Daniel era la falta de gestos, no tenía la claridad que tiene hoy".
-Yo dije: "Van a ver que en la hora de la verdad pueden contar conmigo, porque yo no soy el problema. El problema está en otro lado".
-Pero tiene claro que usted fue percibido como un problema.
-Bueno, también hago una autocrítica. Quizá tendría que haber explicado mejor algunas cosas. Hoy puedo contar en distintas reuniones todo lo que hemos hecho en la provincia y muchos dirigentes dicen: "¡Ah, pero yo no sabía que vos hiciste un cambio muy profundo en la economía y en la administración y reducción de deuda!".
-Usted habla de gestión y yo hablo de ideología. Conti dijo: "Se le notaban las apetencias personales". Eso en el núcleo duro no es bien recibido. Ellos se autodefinen como "soldados de Cristina". ¿Usted es un soldado de Cristina?
-A ver. Yo soy un trabajador, un luchador, tengo un gran sentido de la responsabilidad y del compromiso y de lo que significa un voto. A mí me ha votado un 55% de la provincia de Buenos Aires y la boleta decía Cristina-Scioli.
-Uno podría pensar: "Qué paradoja. Tantos años Scioli intentando demostrar que él no va a sacar los pies del plato, y tiene que aparecer Massa jugando por afuera para que el kirchnerismo entienda que Daniel sí es fiel".
-Yo vengo coherentemente desde hace diez años en este proyecto, así que el hecho de que yo escuche a todos, de que pueda tener mi punto de vista, no significa que esté de acuerdo con todo. Si yo mañana atiendo a referentes de otras religiones, no significa que vaya a cambiar mi condición de cristiano.
-Desde que Massa jugó por afuera todo se hizo más nítido. "Se está o no se está" no era una frase común en usted.
-¡Porque no estábamos en campaña! Ahora que estamos yo salgo a poner claridad. Al principio había un poco de confusión y algunos preguntaban: "¿Cuál es la lista?, porque hay algunos que están, pero de manera distinta". Entonces dije: "Ésta es la lista del Gobierno, la que encabeza Martín Insaurralde. Los demás son lista opositora".
-Usted muestra una gran resistencia frente a los eventos desfavorables. Le han puesto a Mariotto, le han metido la Gendarmería, le quisieron bajar a Casal. Le han hecho cosas...
-Pero ahí está la experiencia de uno y decir: ¿qué es lo importante? Pensar siempre en la gente. Entonces, yo tengo que ser prudente.
-El accidente en el Paraná fue un hecho traumático, pero en política, ¿alguna vez sintió que se le daba vuelta la lancha?
-(Sonríe) En política siempre hay mar picado, pero el mar picado fue mi especialidad.
-Acá empezaría en serio la sesión...
-Yo fui reconocido como piloto de tormenta. Vos entrevistá a Fabio Buzzi, copiloto mío, y te va a decir. Preguntale cuál era mi virtud: en el mar calmo cualquiera lleva la lancha. El tema es llevarla con olas de tres metros.
-Siempre hay mar picado, pero ¿cuál fue el peor momento político suyo?
-Cuanto más grave es el problema, más me sereno para transmitir confianza. Incluso Karina [su esposa] a veces cuando desayunamos me pregunta: "¿Cómo estás?", y yo le digo: "Bien", y ella empieza: "Pero ¿cómo podés estar bien con todas las cosas que pasan?". Y después me ve corriendo en la cinta y me dice: "¿Cómo podés estar corriendo con todos los quilombos que hay?". Yo le digo: "Quedate tranquila".
-Una de las cosas que los ultra-K dicen es: "Si Daniel fuera gobierno, no enfrentaría a las corporaciones".
-Una de las cosas de las que se han sorprendido otros dirigentes es que la provincia avanzó como ninguna otra en ingresos genuinos. Nosotros del 42 % pasamos al 70 por ciento. ¡Y precisamente fue porque les pusimos impuestos a sectores concentrados! Las telefónicas, los cables, multiplicamos por seis los ingresos brutos al juego, impuesto a la herencia. La ley de fertilización asistida.
-¿Qué debería ocurrir con la ley de medios y Clarín?
-La Corte ahora interpretará la ley y fijará una posición.
-El núcleo duro quiere que desinvierta. ¿Y usted?
-La democracia funciona así. Ahora, la Corte tendrá que tomar una posición.
-Pensar que hace unas pocas semanas, en Lomas de Zamora, Cristina dijo esto: (video en el que se queja de que nadie la defiende y de que algunos se hacen los estúpidos ).
-Sí, pero pensaron que esa reflexión iba en dirección mía y eso es una interpretación forzada de querer poner ahí una cizaña. Lo habrá dicho porque estaba preocupada por todo lo que pasó en La Plata.
-Pregunta bien de terapia: ¿qué cree usted que Cristina piensa de usted?
-(Largo silencio) Creo que con el tiempo y en cada situación difícil que hemos tenido me fui ganando cada vez más el respeto de la Presidenta (piensa). Después de la muerte de Néstor, sentí una necesidad espiritual de saber qué pensaba de mí el hombre que me eligió cinco veces. Y un día le pregunté a Cristina: "¿Qué pensaba «el Flaco» de mí?". Porque a veces me quedaba una sensación encima, con esas reacciones que él tenía. Estaba esa contradicción: por un lado, una situación tensa y, por el otro, cada vez me daba más confianza y responsabilidades.
- (...)
-Entonces Cristina me dice: "Él tenía una cosa muy especial con vos, por todo lo distinto que hiciste en la política, cuando vos demostraste que no abandonás ante las dificultades, que ponés el hombro donde lo tenés que poner". Eso me quedó muy marcado. Y creo que por eso dije en El Mangrullo: "«Flaco», conmigo no te equivocaste".
-¿Dónde se la imagina a Cristina después de 2015?
-Son decisiones muy personales. Hacele una nota y preguntale.
-Pero cuando usted dijo que si ella no fuera tal vez podría ser usted. ¿Se arrepiente?
-(Largo silencio) La gente entendió. Es muy inteligente.
-Mire (foto de Fabio Buzzi)
-Genial, un hombre que marcó mi vida en cuanto a todo lo que aprendí. Diseñador, constructor. Él escribió un libro Progettare per vincere, y eso es una enseñanza de vida, ¿no?
-Bueno, vamos a "proyectar para vencer". Fabio armó La Gran Argentina en tres meses. Usted tiene dos años para armar su lancha para la gran carrera.
-Sí, pero ahora no armo La Gran Argentina, estoy armando La Gran Provincia.
-Y el día de mañana, ¿está seguro de que la dueña de la escudería le va a dar la lancha a usted?
-¿Vos me pedís a mí que yo te pueda responder? Yo no puedo responder por su investidura. Invito a responder a los que estén en el ámbito de.
-(Interrumpiendo) Pregunto por el ámbito suyo, el de su deseo.
-Perdoname, pero estoy atrasado. (Llama por el interno a su secretaria. Le da una indicación. Corta) Hay gente esperando. (Riéndose) Tengo todos los consultorios llenos. Vamos a tener que dejar acá.

Historia clínica


  • Paciente: Daniel Scioli
    Edad: 56
    Ocupación
    Gobernador de Buenos Aires y presidente del PJ
    Observaciones
    Es como un deportista de alto rendimiento: poco locuaz, perseverante, con temple y control emocional
.

Escenario bonaerense: percepción de la situación económica




Leemos a Julio Burdman en Analytica

Una encuesta de Observatorio Electoral, un proyecto de análisis de la opinión pública y las tendencias electorales asociado a Analytica, indagó acerca de la percepción económica personal y familiar de los bonaerenses en condiciones de votar en las primarias del próximo 11 de agosto.

La evaluación de la situación económica particular es una de las variables más robustas en la determinación de la tendencia de los votantes. Se trata de la forma en que la gente traduce, en su experiencia personal, los datos que reflejan los indicadores macroeconómicos. Por esa razón, se cruzaron esos datos con los de intención de voto. Más concretamente, se les preguntó: ¿cómo evalúa su situación económica personal y familiar con respecto a cinco años atrás: ¿mejor, igual o peor?, y los resultados pueden verse en la tabla siguiente.

Quienes planean votar por Insaurralde, son sin dudas los más conformes con su situación económica personal: el 67,3% dice estar mejor, el 25,2% igual, y solo el 4,1% sostiene que su situación económica personal empeoró en los últimos cinco años.

El hallazgo más sorprendente de esta investigación, es que los más disconformes en lo económico no son los votantes de De Narváez o Stolbizer, como intuitivamente hubiéramos creído antes de realizar el estudio, sino los de Massa: invirtiendo casi exactamente la evaluación de los votantes del Frente para la Victoria, entre los que planean hacerlo por el Frente Renovador el 64,7% dice estar peor que hace cinco años, el 26,5% dice estar igual, y solo 5,9% que su situación económica personal y familiar mejoró.

Esta notoria diferencia en las percepciones económicas de sus electorados contribuye a explicar por qué la estrategia de campaña de Massa tiende a acentuar su definición opositora con el paso del tiempo: entre sus propios votantes, a los que tiene que representar, hay una mayoría de disconformes en lo económico, que supera aún a la de los votantes de los candidatos más antikirchneristas como De Narváez y Stolbizer.

Candidatos y Twitter

No responden, apenas retwittean y, mucho menos, realizan propuestas. Por el contrario, sólo difunden sus slogans de campaña, las fotos tomadas en los actos públicos y evitan, en general, confrontar con sus adversarios políticos.

En algunos casos volvieron a revitalizar una cuenta que habían abandonado hace años. Otros, en cambio, disponen de dos perfiles: el personal y el correspondiente a la cita electoral. Los menos, por su parte, están alejados de este lazo con la comunidad virtual. Sin embargo, la inmensa mayoría de los principales candidatos legislativos a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires busca no perder su espacio en Twitter.

“Hay una idea de que si no estás en las redes sociales no existís”, consideró Silvia Ramírez Gelbes, directora del Departamento de Comunicación de la Universidad de San Andrés (UdeSA).

Pese a eso, “casi nadie cumple con la lógica de Twitter de entablar conversaciones y de retwittear”, sostuvo Eugenia Mitchelstein, docente de la misma carrera y Magister en Medios y Ciencias de la Comunicación en la London School of Economics and Political Science, en Gran Bretaña.

Según el relevamiento realizado por las docentes, el la cantidad de respuestas promedio que realizan los candidatos de los mensajes que reciben en Twitter es sólo del 14 por ciento sobre el total. Sólo 11 de los 28 principales candidatos responden a sus seguidores, aunque varios de ellos lo hacen en caso de recibir elogios.

“Los políticos piensan que si van a más barrios, a más pueblos, si dan más manos, obtienen más votos porque aquel que le tocó la mano lo va a votar. La hipótesis es que te vota el que te vio cara a cara, y Twitter da esa sensación de intimidad ficticia, de haberte encontrado con la persona cara a cara”, afirmó Ramírez Gelbes.

Con respecto a la figura de la presidenta Cristina Kirchner, la directora de Comunicación de UdeSA indicó que usa un lenguaje en Twitter que algunos especialistas llaman ‘anticortés’. “Cuando dice ‘very grosso” toma esa idea de romper con la cortesía y mostrarse como muy campechana, como una persona actualizada, que habla como una persona joven. Sin embargo, no utiliza todas las herramientas de Twitter porque no hace menciones, no retwittea, casi nunca responde. Sólo a veces sube fotos o videos”, mencionó.

Dime cómo twitteas


Los 14 principales candidatos a senador y diputados porteños y bonaerenses para las PASO enfrentan de diferente modo la estrategia política a la hora de twittear. El siguiente es el detalle, nombre por nombre, de cómo utilizan esta herramienta de difusión.
Gabriela Michetti (primera candidata a senadora en Capital Federal – PRO): No conversa con sus seguidores, tiene sólo un 0,4% de retwitts. Había abandonado su cuenta el 11 de mayo pero volvió el 10 de julio con el siguiente mensaje:

Sergio Bergman (primer candidato a diputado en Capital Federal – PRO): No conversa con sus seguidores. Porcentaje de retwitts: 0,2%. Retwittea a dirigentes del partido y el contenido de las entrevistas periodísticas que le realizan. Tweet ejemplo:

Daniel Filmus (primer candidato a senador en Capital Federal – Frente para la Victoria): Conversa en el 0,02% de los tweets que escribe y tiene 0,05% de retwitts, especialmente dedicados a otros dirigentes partidarios, periodistas, ONG’s y la TV Pública. Dialoga con personas que lo felicitan y le preguntan dónde pueden encontrarlo en campaña. Tweet ejemplo:

Juan Cabandié (primer candidato a diputado en Capital Federal – Frente para la Victoria): Tiene 0,34% de conversaciones en tweets y 1% de retwitts. Dialoga con militantes y personas que lo felicitan. Tweet ejemplo:

Alfonso Prat Gay (primer candidato a senador en Capital Federal – Juntos/Unen): Conversa con sus seguidores en el 0,16% de sus tweets y retwittea en el 0,29% de los casos. Habitualmente responde a los mensajes de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pese a que no están dirigidos a él. Anuncia y difunde sus apariciones en los medios de comunicación. Tweet ejemplo:

Ricardo Gil Lavedra (primer candidato a diputado en Capital Federal – Juntos/Unen): Sólo establece conversaciones con sus seguidores en el 0,18% de los tweets y retwittea en el 0,13%. En sus mensajes anuncia sus actividades de campaña y apunta, con ironía, a postulantes de otras fuerzas políticas. Tweet ejemplo:

Fernando “Pino” Solanas (primer candidato a senador en Capital Federal – Coalición Sur/Unen): No conversa con sus seguidores y apenas retwittea en el 0,013% de los casos. Acaso por su labor como cineasta, incluye muchas fotos y videos en su cuenta. Realiza críticas al gobierno nacional:

Elisa Carrió (primera candidata a diputada en Capital Federal – Coalición Sur/Unen): No conversa y retwittea en el 0,5% de los casos, especialmente a los otros postulantes del espacio Unen. Tweet ejemplo:

Rodolfo Terragno: (primer candidato a senador en Capital Federal – Sumá+/Unen): No tiene una cuenta personal, sino una de campaña bajo el nombre de @conterragno en la que difunde actividades y propuestas.

Martín Lousteau: (primer candidato a diputado en Capital Federal – Sumá+Unen): Posee dos cuentas: la personal @GugaLusto, que había abandonado el 11 de julio de 2011 y que retomó el 4 de julio pasado, y otra exclusiva de la campaña, creada el 3 de julio, @MartinLousteau_ Tiene 52 mil seguidores en la primera y algo más de 3 mil en la segunda.

Sergio Massa (primer candidato a diputado en Pcia. Buenos Aires – Frente Renovador): No responde ni retwittea mensajes. Incluye muchas fotos de actos de campaña y no incluye links. Tweet ejemplo:

Martín Insaurralde (primer candidato a diputado en Pcia. Buenos Aires – Frente para la Victoria: No conversa y retwittea 0,02% de los mensajes. Especialmente lo hace con la Presidenta y la actriz Florencia Peña. También menciona al gobernador Daniel Scioli y a la segunda candidata, Juliana Di Tulio, quien tiene suspendida su cuenta.

Francisco de Narváez (primer candidato a diputado en Pcia. Buenos Aires - Unión por la Libertad y el Trabajo): No conversa con sus seguidores y retwittea el 0,2% de los mensajes. En sus tweets le habla a la Presidenta, Scioli, Massa e Insaurralde. Tweet ejemplo:



Margarita Stolbizer (primera candidata a diputada en Pcia. Buenos Aires – Frente Progresista, Cívico y Social): Dialoga en el 0,1% de los twetts y retwittea en 0,2%. En los pocos casos en los que respondió, refirió medidas sobre cómo bajar la inflación y brindó datos sobre mortalidad infantil. Apunta sus críticas al candidato del Frente para la Victoria. Tweet ejemplo:



sábado, julio 27, 2013

Mapa de la informalidad laboral


https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3UDdwRwL_yj_pwxows1koYaCfNxyqLc3KVXWlk5s03yQxM-79K0amtJ8O1IsZipTovO-88nu-S5-LfhumNFeq7AdklibMq4zj3JZaNVCEijbW6dEcigeF8Rmx9zX8HQ75pqYbCA/s1600/Trabajo+no+registrado+seg%C3%BAn+regi%C3%B3n.png

La persistencia del trabajo informal, producto central de brutal proceso de desindustrialización impreso al país por el neoliberalismo a partir de la última dictadura y hasta su crisis en 2001, - cuando el neoliberalismo inició su saga a mediados de los años 70, el trabajo informal era del 15% - es sin duda una de las problemáticas a resolver en el póximo perído de gobierno bajo el modelo inaugurado en el año 2003. 
El despliegue geográfico de la carencia manifiesta singulares asimetrías que es necesario reconocer para tener una idea más acabada del impacto de la problemática de informalidad que se potencia en las regiones socioeconómicamente más postergadas.
El periodista Jorge Duarte (@ludistas en Twitter), especialista en temas gremiales, analiza en números la informalidad laboral en la Argentina región por región.


Con la baja de la desocupación en la última década, la informalidad laboral se convirtió en el principal disciplinador de los trabajadores argentinos. Carencia de derechos, salarios más bajos, quiebre de los lazos de solidaridad y mayor vulnerabilidad son algunas de las caras del fenómeno.

Tras una década de postconvertibilidad la informalidad laboral se consolidó como el principal problema de los trabajadores argentinos ocupando el lugar que tuvo la desocupación en los 90´s. Los números marcan que el fenómeno se extiende en todo el país y cruza transversalmente el mercado laboral argentino. Concretamente el 2012 cerró con el 34,6% de los asalariados en esta situación, tomando datos de INDEC. Los valores varían de acuerdo a las distintas regiones, pero en ningún caso bajan del 21%.

Los valores más importantes de trabajo no registrado se encuentran en el Norte del País, donde alcanzan el 43,6% en NOA y el 38% en el NEA. Por su parte, la Región Patagónica muestra el comportamiento opuesto presentando los valores más bajos del fenómeno que, sin embargo, todavía asciende al 21,4%. También es importante mencionar que en el Gran Buenos Aires encontramos un 35,1% de trabajo no registrado que supera la media del país y, además, se coloca por encima de las medias de Cuyo, de la región Pampeana y de la región Patagónica.

Ser un trabajador no registrado significa no contar con los derechos laborales establecidos por las leyes vigentes, pero también significa no tener beneficios sociales, percibir salarios más bajos que el promedio de la actividad que se realiza, encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad en lo referente a la conservación del empleo, no tener las condiciones ni los seguros necesarios para ejercer la actividad y no poseer protección para poder organizarse y buscar mejoras en salarios y en condiciones de empleo. La informalidad es un poliedro de muchas caras que, en simultáneo, vulneran los derechos básicos de los trabajadores que lo sufren y sus familias.

Cabe destacar que hasta 2008, en el primer período de la postconvertibilidad, hubo una fuerte caída de la informalidad laboral. Sin embargo, ese proceso se estancó y desde entonces a la fecha con variaciones de (+/-) 2 puntos siempre rondó el 35%. Esta cifra, entonces, parece representar el límite impuesto al proceso de incorporación al trabajo formal y marca condiciones de explotación sumamente favorables a la rentabilidad empresaria.

Es importante remarcar la necesidad y urgencia de generar políticas públicas activas impulsadas desde el Ministerio de Trabajo que es el encargado de ejercer el rol de policía laboral para combatir este fenómeno. Tras una década en la que la creación de empleo fue muy importante, avanzar sobre las condiciones en las que se trabaja debe ser prioridad para poder garantizar la inclusión de los empleados.

lunes, julio 22, 2013

Elecciones, timing y emociones



Rubén Weinsteiner para Newsweek

Para el diseño estratégico de la marca política con la referencia de una elección importante en el horizonte, se impone analizar el escenario a partir de una función matriz que considera en el eje de las x tres períodos :
1)   Período frío: entre 12 y 6 meses antes de la elección
2)   Período tibio: entre 6 y 1 meses antes de la elección
3)   Período caliente: un mes antes de la elección
El eje de las y que cruza a la variable tiempo en esta función debe contemplar 4 sub variables
1)   Ponderación del emisor: posicionamiento del candidato
2)   Análisis de producción de contenidos en función de los targets, voto duro propio y de los demás espacios, voto blando. En función de los acontecimientos, oportunidades, amenazas,
3)   Análisis de los mediadores : medios, amplificadores, como y para quien juegan, como mediatizan, cuáles son sus objetivos y posicionamientos estratégicos
4)   Receptores, votantes.
Está matriz de acción debe tener en cuenta en cada período del proceso previo a la elección, constituirse en insumo estratégico para el desarrollo vital de la campaña apuntando a los siguientes objetivos:
a)   Consolidar, activar y endurecer el voto duro propio, con el objetivo de sujetar a los sujetos políticos propios. Retener caudal.
b)   Interpelar los márgenes de espacios adyacentes,  limítrofes, obteniendo legitimación, colonizando subjetividades y conversión de votos
c)   Tratar de convencer al núcleo duro de los votantes del partido adversario, resulta poco rentable en términos de utilización de recursos, y de efecto casi nulo. Un objetivo inteligente sería  lograr en el campo adversario, desactivación, voto castigo, voto en blanco, corrimiento hacia otros espacios y ablandamiento del voto.
El trade-off de submodalidad de construcción y acumulación,  intelectual-emocional en el discurso,  parte de 90%/10% intelectual- emocional en el período frío, para llegar a 90/10 emocional-intelectual en el período caliente.
Resulta fundamental construir en función de cada etapa previa a la elección,  teniendo en cuenta el posicionamiento propio, el de los adversarios,  la correlación de fuerzas,  el de los medios,  las especificidades de los diferentes targets a impactar en cada período, los objetivos en términos del mapa de adhesiones e intención de voto y la carga de emotividad y racionalidad que se impone en cada período previo a la elección.

Rubén Weinsteiner

Fuente www.weinsteiner.net

#Votojoven, tribu y articulación de repuestas a la demanda agregada


 Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS

Roberto Brito Lemus plantea que la juventud, comienza cuando se desarrolla  la capacidad de reproducir la especie humana, y  termina cuando se desarrolla la capacidad de reproducir el orden social.
Se es joven mientras se cuestiona, contesta y demanda cambios y se evita reproducir el orden social tal cual está planteado. Cuando se evita “transar”.
La demanda más clara de los diferentes sub segmentos que componen el voto joven,  tiene que ver con la  institucionalización  de soluciones desde la política, a problemas colectivos de carácter  tribal  de los jóvenes.
El abordaje de estas demandas, conlleva una legitimación implícita   y demandada de valores, sentimientos, necesidades,  deseos y aspiraciones, colectivas y tribales. Esa legitimación es el corazón de la demanda del segmento.  Ser escuchado, reconocido el problema, y reconocido el carácter colectivo y la tribalidad de la demanda.
El discurso político tradicional,  que intenta interpelar al segmento joven,  lo hace desde el paradigma individual introspectivo y adulto,  frente  al paradigma  comunicacional colectivo de referencia externa y tribal,  desde donde el segmento 16-30 escucha y construye su sistema de preferencias.
El reconocimiento y la identificación con la tribu en tanto colectivo,   ante el problema por parte del discurso político, es el eje de la racionalidad instrumental del voto joven.  Para el joven,  identificación es amor, para los adultos identificación, es solo empatía.
Todo discurso plantea dos niveles a tener en cuenta: el de los contenidos y el relacional.  El primer nivel debe apuntar a la institucionalización de soluciones para problemas específicos, el segundo nivel a establecer un vínculo de reconocimiento y valoración hacia el colectivo, donde el joven se encuentra inserto,  y desde donde demanda esos cambios y soluciones.
Para que la comunicación  con el segmento joven sea  esencialmente persuasiva y técnicamente informativa, y  no al revés, debe tener en cuenta que es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de la tribu, por afirmación o por negación, que lo que dicen los padres o los políticos. Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, incumplen con lo que está bien para los pares y la tribu, y viceversa. “No tomes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho, acóstate temprano, no te quedes hasta cualquier hora en la computadora” consejos sobre la vida sexual, las relaciones, el trabajo y finalmente la política.
En la mayoría de los casos donde las consecuencias no revisten inmediatez , amenaza o peligro, la tensión padres-tribu, se salda a favor de la tribu, por el peso del colectivo a la hora de la aprobación y legitimación social.
La ocupación del imaginario por parte del joven, en tanto integrante de un colectivo, una tribu, con sus leyes, códigos y marcos transaccionales,  es una precondición de cualquier construcción discursiva, políticamente significativa,  para la interpelación y colonización de subjetividades dentro del segmento 16-30.
Rubén Weinsteiner