jueves, octubre 25, 2007

El capital y los san bernardos


Hoy me llegó un e-mail masivo de Bernardo Neustadt, no se como consiguió mi e-mail, nunca hablé con él, no lo conozco.
Recuerdo sus programas de radio, convincente, muy convincente, convenció a un país de la necesidad de privatizar los servicios públicos, muchos le creyeron, se privatizó todo. Por primera vez fue fácil obtener una linea telefónica, el subte funcionaba bién, y se terminaron los apagones. A los argentinos le empezaron a cortar masivamente el gas, la luz, el teléfono por falta de pago. Muchos que nunca antes habían experimentado ese indicador de lo que es estar mal, lo experimentaron.
Las empresas al principio funcionaban bien, luego el servicio se fue tornando caro y malo, y el estado siguió financiando el mismo déficit que sirvió como argumento para privatizar, a través de subsidios, solo que en manos privadas y con servicios desconectados de toda sentido social y con entes reguladores pintados.
Los trenes que fueron privatizados porque funcionaban mal, y porque perdían dos millones de dólares por día según rezaba San Bernardo todas las mañanas en la radio, mejoraron un 20 % el servicio, redujeron su recorrido a un 10% de lo que eran ( solo los ramales rentables quedaron, “si no es negocio, no sirve”) y pasaron a recibir 400 millones de dólares por año de subsidios. Una vez pregunté en Alemania, cuanto ganaban los trenes, me respondieron que no ganan, sino que pierden pero que era el precio de trasladar a la gente y que la ecuación cerraba. Los trenes pierden en todo el mundo y así debe ser, es negocio, porque la gente se mueve.
Bernardo Neustadt nos dice en el e-mail :
“En mi otro comentario expliqué la genuflexión de Pascual Mastellone. A horas de aparecer Ámbito Financiero, me llama un amigo íntimo del Industrial y me dice: "Es usted injusto, Bernardo, Mastellone está amenazado, Moreno lo llama todo el día y le dice a la secretaria, "deme con ese viejo de m..."Al hablar con él lo amenaza: "O bajas los precios o algo extraño va a aparecer en tu leche". Están al borde de la cesación de pagos". Le respondo: "Don Pascual, creando La Serenísima dio lo mejor de su vida. Don Antonio también. ¿No cree que es hora de terminar con los miedos y las cobardías y decirle al país que La Serenísima está secuestrada y sus dueños también?". Silencio del otro lado del teléfono. Después, un grito desgarrador: "¡TIENE USTED RAZÓN. SOMOS INTERMINABLEMENTE COBARDES!".
Yo sé que EL CAPITAL es cobarde, pero pensé que sus DUEÑOS no”.
Neustadt decía antes que a los capitales hay que mimarlos, ahora los llama cobardes, suena a traición, los capitales no eran como el discurso que articulaba para llevar adelante su negocio aseguraba y eso le duele, salvo que siempre haya sabido la verdad y estuviera mintiendo con lo cual el dolor también sería fingido.

Con este gobierno aprendí entre otras, una cosa que considero importante: Al capital no hace falta mimarlo, ni protegerlo de declaraciones peligrosas como nos decía Neustadt en la radio, al capital lo podes presionar, marcar de cerca, o incluso maltratar, pero si le dejas espacio de rentabilidad y un mínimo de seguridad se queda, ( si le decís rentabilidad del 100% pero en Irak, te dicen no) y si se va, viene otro a hacer negocios.
Claro que el capital va a querer la máxima rentabilidad, y va a mandar a los san bernardos para que operen por ella, pero es preciso regular y marcarlos de cerca. El sueño del empresario es máxima rentabilidad, cero impuestos, cero controles, mínimo costo y máximo beneficio. Pero el estado necesita redistribuir, el pais necesita hospitales, infraestructura, justicia, fuerzas de seguridad, administración, contención social, etc. Y eso cuesta.
Si fuera por muchos empresarios los trabajadores debería estar almacenados en freezers salir para trabajar y volver al freezer, el estado debe velar porque las personas tengan una vida además de trabajar, una buena vida, donde los que no se puedan arreglar bien en el mercado por si solos, sean contenidos y tener así lo necesario para poder vivir dignamente.
Ya llegarán los tiempos de la responsabilidad social, cuando los empresarios entiendan que productividad y calidad de recursos humanos estan alineados en la misma ecuación economica.
Créanme los capitales no se van a ir, mientras ganen plata no se van, hay que dejarlos ganar, con responsabilidad hacia el entorno en el cual ganan el dinero, no nos comamos mas el verso de Bernardo Neustadt.

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