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sábado, abril 19, 2008

Coca-Cola reporta ganancias gracias a los mercados emergentes


El negocio internacional de Coca-Cola ha ganado relevancia ante una desaceleración del mercado norteamericano.


Coca-Cola Co, el fabricante de refrescos más grande del mundo, reportó hoy un aumento de sus ganancias del primer trimestre mayor que el esperado, debido a que la fortaleza de sus operaciones internacionales contrarrestó la debilidad de su mercado doméstico.

La firma ganó 1.500 millones de dólares, o 64 centavos de dólar por acción, en el primer trimestre, que culminó el 28 de marzo, frente a los 1.260 millones de dólares, o 54 centavos de dólar por papel, del mismo período del año pasado.

La debilidad del dólar frente a las monedas extranjeras aumenta el valor de las ventas internacionales de Coca-Cola al convertirlas en dólares.

Los volúmenes generales de ventas unitarias crecieron un 6 por ciento en el trimestre, impulsados por un aumento del 7 por ciento en el exterior. Los volúmenes de ventas permanecieron estables en Norteamérica, dijo Coca-Cola, debido a "desafíos en la economía de Estados Unidos."

Las ventas en Norteamérica del segmento de hospitalidad y servicios alimenticios cayeron un 4 por ciento debido a que las duras condiciones económicas de Estados Unidos están desalentando a los consumidores a salir a comer afuera.

El negocio internacional de Coca-Cola -especialmente en mercados emergentes como China, India, Brasil y Turquía- ha ganado relevancia ante una desaceleración del mercado norteamericano.

El volumen de ventas del segmento de bebidas carbonatadas de la compañía -que incluye las marcas Coca-Cola, Sprite y Fanta- aumentó un 3 por ciento. En tanto, el volumen de ventas de refrescos no carbonatados, como las aguas Dasani, los jugos Minute Maid y el agua con vitaminas Glaceau creció un 17 por ciento.

Coca-Cola reporta ganancias gracias a los mercados emergentes


El negocio internacional de Coca-Cola ha ganado relevancia ante una desaceleración del mercado norteamericano.


Coca-Cola Co, el fabricante de refrescos más grande del mundo, reportó hoy un aumento de sus ganancias del primer trimestre mayor que el esperado, debido a que la fortaleza de sus operaciones internacionales contrarrestó la debilidad de su mercado doméstico.

La firma ganó 1.500 millones de dólares, o 64 centavos de dólar por acción, en el primer trimestre, que culminó el 28 de marzo, frente a los 1.260 millones de dólares, o 54 centavos de dólar por papel, del mismo período del año pasado.

La debilidad del dólar frente a las monedas extranjeras aumenta el valor de las ventas internacionales de Coca-Cola al convertirlas en dólares.

Los volúmenes generales de ventas unitarias crecieron un 6 por ciento en el trimestre, impulsados por un aumento del 7 por ciento en el exterior. Los volúmenes de ventas permanecieron estables en Norteamérica, dijo Coca-Cola, debido a "desafíos en la economía de Estados Unidos."

Las ventas en Norteamérica del segmento de hospitalidad y servicios alimenticios cayeron un 4 por ciento debido a que las duras condiciones económicas de Estados Unidos están desalentando a los consumidores a salir a comer afuera.

El negocio internacional de Coca-Cola -especialmente en mercados emergentes como China, India, Brasil y Turquía- ha ganado relevancia ante una desaceleración del mercado norteamericano.

El volumen de ventas del segmento de bebidas carbonatadas de la compañía -que incluye las marcas Coca-Cola, Sprite y Fanta- aumentó un 3 por ciento. En tanto, el volumen de ventas de refrescos no carbonatados, como las aguas Dasani, los jugos Minute Maid y el agua con vitaminas Glaceau creció un 17 por ciento.

Strauss-Kahn: “Lo peor está por venir en la crisis de los alimentos”


Para el titular del FMI, la situación es "extremadamente grave". Llamó a reconsiderar la conveniencia de los biocombustibles y dijo que este tipo de problemas han desembocado en guerras.


El Director General del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, teme que “lo peor” esté por venir en los disturbios causados por la crisis alimentaria en países pobres y pide que se replantee la producción de biocombustibles en base a productos agrícolas que sirven para la alimentación.

“En las revueltas del hambre, lo peor, por desgracia, está quizás por delante de nosotros”, dijo Strauss-Kahn, y añadió que “cientos de miles de personas van a ser afectadas”.

El responsable del FMI explicó que más allá del hambre y los riesgos de hambruna, se encuentra “la malnutrición” y recalcó que los niños mal alimentados llevan las secuelas durante “toda su vida”. “Es extremadamente grave. El planeta debe afrontar eso”, se lamentó Strauss-Kahn, quien reiteró su reciente afirmación de que la crisis actual puede conducir a guerras.

“No se trata de asustar, sino de ver la realidad”, explicó, y agregó que cuando hay situaciones “tan dramáticas”, la población critica a sus gobiernos, aunque hayan hecho lo que han podido, y pueden llegar a tumbar ejecutivos democráticamente elegidos. “La historia está llena de guerras que han comenzado a causa de problemas de este tipo”, subrayó.

Por otra parte, el titular del FMI consideró que los biocombustibles producidos con productos agrícolas alimentarios plantean “un verdadero problema moral”.

Mandelson: las retenciones podrían agravar el déficit alimentario

Los países en desarrollo se arriesgan a causar una "espiral de proteccionismo" y a agravar la escasez alimentaria cuando tratan de combatir los precios de los alimentos por medio del bloqueo de sus exportaciones, afirmó Peter Mandelson, Comisario europeo de Comercio.

Varios países en desarrollo han aplicado medidas como gravámenes a las exportaciones para mantener la mayoría de su producción agrícola en los mercados nacionales y enfriar la fuerte inflación de los precios de los alimentos.

"Persiguiendo una ilusión de seguridad alimentaria, estas políticas estrangulan la producción nacional, obstruyen los suministros a otros y el riesgo conlleva a una espiral de proteccionismo y disminuye la producción", sentenció Mandelson.

Kazajstán suspendió esta semana las exportaciones de trigo hasta septiembre y Rusia y Ucrania han limitado las exportaciones de trigo y cebada. Por su parte, Argentina ha extendido el cierre de sus exportaciones de trigo.

"Como regla general, los impuestos a las exportaciones, cuotas o prohibiciones no tienen sentido económico o de desarrollo. En el caso de las materias primas agrícolas básicas, tienen incluso menos sentido", arremetió el funcionario europeo.

Mandelson también cuestionó la lógica a largo plazo de países ricos que subsidian sus producciones y exportaciones agrícolas. Francia, el mayor beneficiario de los 70.000 millones de dólares anuales pagados por la UE en concepto de subsidios agrícolas, y otros países europeos acusan a Mandelson de hacer demasiadas concesiones agrícolas para garantizar un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).



Strauss-Kahn: “Lo peor está por venir en la crisis de los alimentos”


Para el titular del FMI, la situación es "extremadamente grave". Llamó a reconsiderar la conveniencia de los biocombustibles y dijo que este tipo de problemas han desembocado en guerras.


El Director General del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, teme que “lo peor” esté por venir en los disturbios causados por la crisis alimentaria en países pobres y pide que se replantee la producción de biocombustibles en base a productos agrícolas que sirven para la alimentación.

“En las revueltas del hambre, lo peor, por desgracia, está quizás por delante de nosotros”, dijo Strauss-Kahn, y añadió que “cientos de miles de personas van a ser afectadas”.

El responsable del FMI explicó que más allá del hambre y los riesgos de hambruna, se encuentra “la malnutrición” y recalcó que los niños mal alimentados llevan las secuelas durante “toda su vida”. “Es extremadamente grave. El planeta debe afrontar eso”, se lamentó Strauss-Kahn, quien reiteró su reciente afirmación de que la crisis actual puede conducir a guerras.

“No se trata de asustar, sino de ver la realidad”, explicó, y agregó que cuando hay situaciones “tan dramáticas”, la población critica a sus gobiernos, aunque hayan hecho lo que han podido, y pueden llegar a tumbar ejecutivos democráticamente elegidos. “La historia está llena de guerras que han comenzado a causa de problemas de este tipo”, subrayó.

Por otra parte, el titular del FMI consideró que los biocombustibles producidos con productos agrícolas alimentarios plantean “un verdadero problema moral”.

Mandelson: las retenciones podrían agravar el déficit alimentario

Los países en desarrollo se arriesgan a causar una "espiral de proteccionismo" y a agravar la escasez alimentaria cuando tratan de combatir los precios de los alimentos por medio del bloqueo de sus exportaciones, afirmó Peter Mandelson, Comisario europeo de Comercio.

Varios países en desarrollo han aplicado medidas como gravámenes a las exportaciones para mantener la mayoría de su producción agrícola en los mercados nacionales y enfriar la fuerte inflación de los precios de los alimentos.

"Persiguiendo una ilusión de seguridad alimentaria, estas políticas estrangulan la producción nacional, obstruyen los suministros a otros y el riesgo conlleva a una espiral de proteccionismo y disminuye la producción", sentenció Mandelson.

Kazajstán suspendió esta semana las exportaciones de trigo hasta septiembre y Rusia y Ucrania han limitado las exportaciones de trigo y cebada. Por su parte, Argentina ha extendido el cierre de sus exportaciones de trigo.

"Como regla general, los impuestos a las exportaciones, cuotas o prohibiciones no tienen sentido económico o de desarrollo. En el caso de las materias primas agrícolas básicas, tienen incluso menos sentido", arremetió el funcionario europeo.

Mandelson también cuestionó la lógica a largo plazo de países ricos que subsidian sus producciones y exportaciones agrícolas. Francia, el mayor beneficiario de los 70.000 millones de dólares anuales pagados por la UE en concepto de subsidios agrícolas, y otros países europeos acusan a Mandelson de hacer demasiadas concesiones agrícolas para garantizar un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).



Aumenta la cantidad de pobres con la suba de las commodities

Según un informe de Cepal, el fuerte avance de los precios de los alimentos "está castigando con especial dureza a los más pobres de América latina"; un alza del 15% en la inflación eleva tres puntos la indigencia


El fuerte avance en los precios internacionales de los alimentos está castigando con especial dureza a los más pobres de América latina y el Caribe, que podrían aumentar en número si los Gobiernos no toman medidas, advirtió hoy la Cepal.

El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Luis Machinea, dijo que el aumento en los precios de alimentos se aceleró en los últimos 12 meses y es especialmente preocupante en el caso del maíz, el trigo, el arroz y las oleaginosas, que son la base de la dieta de millones de latinoamericanos.

Partiendo de las proyecciones de indigencia realizadas para el 2007, la Cepal calcula que un incremento del 15 por ciento en el precio de los alimentos eleva la incidencia de la indigencia en casi tres puntos, de 12,7 por ciento a 15,9 por ciento, dijo Machinea.

Lo anterior implica que esa alteración de los precios provocaría que 15,7 millones más de latinoamericanos caigan en la indigencia.

"Esto representa una situación dramática para un vasto contingente de personas", dijo Machinea.

Según una nota publicada en abril último por LA NACION, el aumento en los precios de los alimentos impactó con más fuerza en el costo de vida de los hogares más pobres, un fenómeno que puede arrastrar a más familias a la pobreza o a la indigencia y que empeorará aún más en los próximos meses si, tal como sugieren las últimas encuestas sobre las expectativas de la población, la inflación sube otro par de escalones este año.

La inflación para los de menores recursos llegará a 25% este año, contra un 15% para la población más rica, según cálculos privados.

Políticas públicas. Cepal recomendó que las políticas públicas debieran incluir acciones que disminuyan las alzas de los precios de los alimentos en los mercados internos y/o mejoren los ingresos de la población, especialmente de los sectores de bajos recursos.

Entre ellas, la institución destacó las reducciones de aranceles e impuestos al consumo, asi como subsidios focalizados a ciertos sectores.

Aumenta la cantidad de pobres con la suba de las commodities

Según un informe de Cepal, el fuerte avance de los precios de los alimentos "está castigando con especial dureza a los más pobres de América latina"; un alza del 15% en la inflación eleva tres puntos la indigencia


El fuerte avance en los precios internacionales de los alimentos está castigando con especial dureza a los más pobres de América latina y el Caribe, que podrían aumentar en número si los Gobiernos no toman medidas, advirtió hoy la Cepal.

El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Luis Machinea, dijo que el aumento en los precios de alimentos se aceleró en los últimos 12 meses y es especialmente preocupante en el caso del maíz, el trigo, el arroz y las oleaginosas, que son la base de la dieta de millones de latinoamericanos.

Partiendo de las proyecciones de indigencia realizadas para el 2007, la Cepal calcula que un incremento del 15 por ciento en el precio de los alimentos eleva la incidencia de la indigencia en casi tres puntos, de 12,7 por ciento a 15,9 por ciento, dijo Machinea.

Lo anterior implica que esa alteración de los precios provocaría que 15,7 millones más de latinoamericanos caigan en la indigencia.

"Esto representa una situación dramática para un vasto contingente de personas", dijo Machinea.

Según una nota publicada en abril último por LA NACION, el aumento en los precios de los alimentos impactó con más fuerza en el costo de vida de los hogares más pobres, un fenómeno que puede arrastrar a más familias a la pobreza o a la indigencia y que empeorará aún más en los próximos meses si, tal como sugieren las últimas encuestas sobre las expectativas de la población, la inflación sube otro par de escalones este año.

La inflación para los de menores recursos llegará a 25% este año, contra un 15% para la población más rica, según cálculos privados.

Políticas públicas. Cepal recomendó que las políticas públicas debieran incluir acciones que disminuyan las alzas de los precios de los alimentos en los mercados internos y/o mejoren los ingresos de la población, especialmente de los sectores de bajos recursos.

Entre ellas, la institución destacó las reducciones de aranceles e impuestos al consumo, asi como subsidios focalizados a ciertos sectores.

miércoles, abril 16, 2008

Segun la OCDE, la economía alemana se sobrepone a la crisis mundial

El 9 de abril la OCDE concedió una rueda de prensa en Berlín, en la cual presentó el nuevo informe sobre la economía alemana, que parece disfrutar de un momento muy positivo, a pesar de la crisis mundial

Productividad y exportaciones

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pronostica una ralentización del crecimiento del PIB de un 2,5% en 2007 a un 1,5% en 2009. Este dato, por otro lado prometedor, desde el punto de vista de las previsiones del Fondo Monetario Internacional, muestra aproximadamente el valor que puede alcanzar el PIB en Alemania y, no es por lo tanto, un resultado negativo. La reactivación de la economía alemana, en apuros hasta finales de 2004, se ha logrado, en gran parte, gracias a un verdadero auge de las exportaciones, que ha registrado un excelente +8,3% en 2007, contribuyendo a un crecimiento del PIB del 1,4%. Es inevitable que Alemania sufra las consecuencias de la crisis americana, pero gracias al aumento de tratados comerciales con el continente asiático, las exportaciones no han descendido en el primer trimestre de 2008. A pesar de la pérdida registrada en febrero por los pedidos industriales equivalente al -0,5%, se pronostica un aumento de 9 puntos porcentuales sobre la base anual. Se esperan, por lo tanto, datos alentadores para la exportación y la industria en los próximos meses, también con respecto a la relación “Business Climate Germany” del instituto IFO. El índice IFO, con respecto a la confianza de las empresas, ha subido a 104,8, de un 104,1 en febrero, llegando a su máximo nivel en agosto, cuando estalló la crisis financiera.


Algunos analistas habían previsto una gran disminución de las exportaciones, como consecuencia de la subida de tres puntos porcentuales del IVA a finales de 2006, que implicaba ya un gradual pero decisivo aumento de los precios, de modo que, durante 2007 no se ha verificado un incremento de la inflación proporcional al aumento del IVA. Esta medida ha contribuido a consolidar la situación de las cuentas públicas del país, desde el momento en que en 2007 se consiguió el equilibrio presupuestario, después de 17 años de cierre del balance con saldo negativo. El Economist pronostica que para 2008 el balance se podrá confirmar en un 0,8% y que al menos hasta 2012 se mantendrá en positivo. Confiando así en las reformas estructurales puestas a punto por la Grosse Koalitio, que debería disolverse a mitad de 2009 y volver a llamar a las urnas a los ciudadanos.
Políticas por el trabajo

Gracias al buen funcionamiento de las cuentas públicas, la OCDE señala varias intervenciones, sobre todo en política para el trabajo, que el Gobierno debe llevar a cabo antes de finalizar su mandato. En efecto, el PIB per cápita, que en 1995 era equivalente al 78% del nivel de EE.UU., disminuyó al 73% en 2006. Esta divergencia está causada principalmente por dos factores: el menor número de horas que trabaja un alemán con respecto a un americano, y la menor productividad del alemán. La mayor responsabilidad de esta situación se adjudica a las mujeres, que prefieren un trabajo de media jornada, reforzándose con el apoyo que da el Estado con el sistema de impuestos familiares y la gratuidad en la cobertura sanitaria para el cónyuge que no trabaja. Según la organización, con sede en París, ha llegado el momento de reformar este sector, introduciendo por ejemplo, un sistema de impuestos individuales, pero sin olvidar que aún las mujeres pueden necesitar el apoyo de los subsidios estatales, por la falta de ayudas. Aunque estas estructuras sean menos costosas en Alemania respecto a otros países analizados por la OCDE, son de todos modos más raras. Hay que decir que el Gobierno, con este propósito ha presentado una medida para aumentar antes de 2013 el número de ayudas y de estructuras parecidas, para aliviar las obligaciones de las mujeres en la familia, dándoles la posibilidad de entrar en el mercado laboral con más seguridad y estabilidad.

En cambio, Alemania ha sido criticada por la decisión de introducir un salario mínimo en el sector de correos. En el informe se reconoce “la necesidad de introducir un sueldo mínimo en otros sectores, para así reducir los efectos negativos de un sistema de monopsonia en algunas áreas”. Pero esta medida no sólo puede poner en peligro las finanzas del Estado, sino también desviar excesivamente el mercado. La OCDE aconseja dejar la toma de decisiones a un grupo de expertos, alejándose así de las instancias políticas que podrían interferir en las resoluciones al estar muy cerca las elecciones.

Unos resultados verdaderamente notables se han registrado en las políticas de disuasión en comparación con las pensiones, desde el instante en que el porcentaje de ancianos ha aumentado diez puntos a partir de 2003. La OCDE aconseja a Merkel que continúe el camino que ha tomado, incentivando a aquellos que permanecen en su puesto de trabajo, que ayudan al Estado a mantener el gasto público en niveles más bajos de los previstos.
Sector bancario

A pesar de la salud de la que goza la economía alemana, que como hemos visto continúa creciendo, sucede lo contrario en el sector bancario y financiero, pero la OCDE no se pronuncia en su informe al respecto . Como ha afirmado el ministro alemán de Finanzas Peer Steinbrueck la crisis financiera, que está llevando al país a la ruina (provocada por los préstamos subprime estadounidenses), es muy seria y durará al menos hasta finales de 2008. Pero lo que Alemania debe evitar a toda costa es que se difunda el pánico entre los clientes de los bancos, cosa que podría suceder a corto plazo, y que podría ser imprevisible.

Pero vamos a los hechos. Ya el 18 de marzo el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, afirmó públicamente que no creía en la capacidad de salvar el mercado, desde el momento en que la crisis no derivaba de una falta de liquidez total. Según Ackermann las medidas de reducción de los tipos de interés promovidas por el FED eran insuficientes, por lo tanto, el verdadero problema era la crisis del “nerviosismo” del mercado. El Presidente presagiaba que en caso de necesidad el Gobierno alemán no habría dudado en entrar directamente en acción. El 7 de abril en el AND, Instituto de Crédito Estatal kfw (Kreditanstalt Wiederaufbau), Ingrid Matthaus-Maier presentó su dimisión como consecuencia de las fuertes críticas recibidas por la gestión del Banco Estatal IFK, controlado en un 45% por el KFW. A pesar de una intervención de 8.000 millones de euros, el banco continúa en efecto registrando fuertes pérdidas a causa de la implicación en el mercado de los préstamossubprime, y el KFW, a su vez, se verá obligado a contabilizar unos 1.800 millones de euros en pérdidas a causa de la participación en el IFK, según lo afirmado por el ministro Steinbrueck. El 9 de abril el pequeño Banco Weserbank del Estado de Bremen sevió obligado a cerrar por el excesivo endeudamiento. Las Autoridades alemanas del Control del Sector Bancario (BaFin) han impuesto las medidas y han invitado al Tribunal de Bremerhaven a iniciar los procedimientos paradeclarar el estado de insolvencia. El administrador delegado Gerold Lehmann rehúsa al remitente las acusaciones que atribuirían los gastos de gestión de la crisis del banco, afirmando que en una situación normal del mercado, el banco no se habría visto obligado a cerrar. Estos sucesos están creando alarmismo en torno al sector bancario alemán, aunque sería excesivo hablar de pánico. Por otra parte, es cierto, que el Gobierno está preparado para intervenir y frenar cualquier crisis que provocase una reacción en cadena que podría llevar a la quiebra a más bancos. Pero la incógnita permanece a la espera de cualquier síntoma de crisis, la conducta de los inversores y de los pequeños ahorradores, que pueden convertir en ineficaces también las medidas más oportunas del Ministerio.
Conclusiones

El informe sobre economía presentado recientemente por el OECD revela, por lo tanto, no sólo una situación de crecimiento, sino también una actitud positiva y que conlleva una propuesta política en comparación a las reformas estructurales necesarias. Se ha hecho ya mucho para mejorar el estado de las finanzas públicas, pero el mercado de trabajo necesita proyectos que permitan a las mujeres contribuir con más relevancia al crecimiento del país.

Segun la OCDE, la economía alemana se sobrepone a la crisis mundial

El 9 de abril la OCDE concedió una rueda de prensa en Berlín, en la cual presentó el nuevo informe sobre la economía alemana, que parece disfrutar de un momento muy positivo, a pesar de la crisis mundial

Productividad y exportaciones

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pronostica una ralentización del crecimiento del PIB de un 2,5% en 2007 a un 1,5% en 2009. Este dato, por otro lado prometedor, desde el punto de vista de las previsiones del Fondo Monetario Internacional, muestra aproximadamente el valor que puede alcanzar el PIB en Alemania y, no es por lo tanto, un resultado negativo. La reactivación de la economía alemana, en apuros hasta finales de 2004, se ha logrado, en gran parte, gracias a un verdadero auge de las exportaciones, que ha registrado un excelente +8,3% en 2007, contribuyendo a un crecimiento del PIB del 1,4%. Es inevitable que Alemania sufra las consecuencias de la crisis americana, pero gracias al aumento de tratados comerciales con el continente asiático, las exportaciones no han descendido en el primer trimestre de 2008. A pesar de la pérdida registrada en febrero por los pedidos industriales equivalente al -0,5%, se pronostica un aumento de 9 puntos porcentuales sobre la base anual. Se esperan, por lo tanto, datos alentadores para la exportación y la industria en los próximos meses, también con respecto a la relación “Business Climate Germany” del instituto IFO. El índice IFO, con respecto a la confianza de las empresas, ha subido a 104,8, de un 104,1 en febrero, llegando a su máximo nivel en agosto, cuando estalló la crisis financiera.


Algunos analistas habían previsto una gran disminución de las exportaciones, como consecuencia de la subida de tres puntos porcentuales del IVA a finales de 2006, que implicaba ya un gradual pero decisivo aumento de los precios, de modo que, durante 2007 no se ha verificado un incremento de la inflación proporcional al aumento del IVA. Esta medida ha contribuido a consolidar la situación de las cuentas públicas del país, desde el momento en que en 2007 se consiguió el equilibrio presupuestario, después de 17 años de cierre del balance con saldo negativo. El Economist pronostica que para 2008 el balance se podrá confirmar en un 0,8% y que al menos hasta 2012 se mantendrá en positivo. Confiando así en las reformas estructurales puestas a punto por la Grosse Koalitio, que debería disolverse a mitad de 2009 y volver a llamar a las urnas a los ciudadanos.
Políticas por el trabajo

Gracias al buen funcionamiento de las cuentas públicas, la OCDE señala varias intervenciones, sobre todo en política para el trabajo, que el Gobierno debe llevar a cabo antes de finalizar su mandato. En efecto, el PIB per cápita, que en 1995 era equivalente al 78% del nivel de EE.UU., disminuyó al 73% en 2006. Esta divergencia está causada principalmente por dos factores: el menor número de horas que trabaja un alemán con respecto a un americano, y la menor productividad del alemán. La mayor responsabilidad de esta situación se adjudica a las mujeres, que prefieren un trabajo de media jornada, reforzándose con el apoyo que da el Estado con el sistema de impuestos familiares y la gratuidad en la cobertura sanitaria para el cónyuge que no trabaja. Según la organización, con sede en París, ha llegado el momento de reformar este sector, introduciendo por ejemplo, un sistema de impuestos individuales, pero sin olvidar que aún las mujeres pueden necesitar el apoyo de los subsidios estatales, por la falta de ayudas. Aunque estas estructuras sean menos costosas en Alemania respecto a otros países analizados por la OCDE, son de todos modos más raras. Hay que decir que el Gobierno, con este propósito ha presentado una medida para aumentar antes de 2013 el número de ayudas y de estructuras parecidas, para aliviar las obligaciones de las mujeres en la familia, dándoles la posibilidad de entrar en el mercado laboral con más seguridad y estabilidad.

En cambio, Alemania ha sido criticada por la decisión de introducir un salario mínimo en el sector de correos. En el informe se reconoce “la necesidad de introducir un sueldo mínimo en otros sectores, para así reducir los efectos negativos de un sistema de monopsonia en algunas áreas”. Pero esta medida no sólo puede poner en peligro las finanzas del Estado, sino también desviar excesivamente el mercado. La OCDE aconseja dejar la toma de decisiones a un grupo de expertos, alejándose así de las instancias políticas que podrían interferir en las resoluciones al estar muy cerca las elecciones.

Unos resultados verdaderamente notables se han registrado en las políticas de disuasión en comparación con las pensiones, desde el instante en que el porcentaje de ancianos ha aumentado diez puntos a partir de 2003. La OCDE aconseja a Merkel que continúe el camino que ha tomado, incentivando a aquellos que permanecen en su puesto de trabajo, que ayudan al Estado a mantener el gasto público en niveles más bajos de los previstos.
Sector bancario

A pesar de la salud de la que goza la economía alemana, que como hemos visto continúa creciendo, sucede lo contrario en el sector bancario y financiero, pero la OCDE no se pronuncia en su informe al respecto . Como ha afirmado el ministro alemán de Finanzas Peer Steinbrueck la crisis financiera, que está llevando al país a la ruina (provocada por los préstamos subprime estadounidenses), es muy seria y durará al menos hasta finales de 2008. Pero lo que Alemania debe evitar a toda costa es que se difunda el pánico entre los clientes de los bancos, cosa que podría suceder a corto plazo, y que podría ser imprevisible.

Pero vamos a los hechos. Ya el 18 de marzo el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, afirmó públicamente que no creía en la capacidad de salvar el mercado, desde el momento en que la crisis no derivaba de una falta de liquidez total. Según Ackermann las medidas de reducción de los tipos de interés promovidas por el FED eran insuficientes, por lo tanto, el verdadero problema era la crisis del “nerviosismo” del mercado. El Presidente presagiaba que en caso de necesidad el Gobierno alemán no habría dudado en entrar directamente en acción. El 7 de abril en el AND, Instituto de Crédito Estatal kfw (Kreditanstalt Wiederaufbau), Ingrid Matthaus-Maier presentó su dimisión como consecuencia de las fuertes críticas recibidas por la gestión del Banco Estatal IFK, controlado en un 45% por el KFW. A pesar de una intervención de 8.000 millones de euros, el banco continúa en efecto registrando fuertes pérdidas a causa de la implicación en el mercado de los préstamossubprime, y el KFW, a su vez, se verá obligado a contabilizar unos 1.800 millones de euros en pérdidas a causa de la participación en el IFK, según lo afirmado por el ministro Steinbrueck. El 9 de abril el pequeño Banco Weserbank del Estado de Bremen sevió obligado a cerrar por el excesivo endeudamiento. Las Autoridades alemanas del Control del Sector Bancario (BaFin) han impuesto las medidas y han invitado al Tribunal de Bremerhaven a iniciar los procedimientos paradeclarar el estado de insolvencia. El administrador delegado Gerold Lehmann rehúsa al remitente las acusaciones que atribuirían los gastos de gestión de la crisis del banco, afirmando que en una situación normal del mercado, el banco no se habría visto obligado a cerrar. Estos sucesos están creando alarmismo en torno al sector bancario alemán, aunque sería excesivo hablar de pánico. Por otra parte, es cierto, que el Gobierno está preparado para intervenir y frenar cualquier crisis que provocase una reacción en cadena que podría llevar a la quiebra a más bancos. Pero la incógnita permanece a la espera de cualquier síntoma de crisis, la conducta de los inversores y de los pequeños ahorradores, que pueden convertir en ineficaces también las medidas más oportunas del Ministerio.
Conclusiones

El informe sobre economía presentado recientemente por el OECD revela, por lo tanto, no sólo una situación de crecimiento, sino también una actitud positiva y que conlleva una propuesta política en comparación a las reformas estructurales necesarias. Se ha hecho ya mucho para mejorar el estado de las finanzas públicas, pero el mercado de trabajo necesita proyectos que permitan a las mujeres contribuir con más relevancia al crecimiento del país.

lunes, abril 14, 2008

Desarrollo económico y desarrollo humano en el Medio oriente

Una idea muy difundida a propósito del bienestar de las naciones es que éste sea directamente proporcional al bienestar económico o a la renta. Durante los años ochenta algunos intelectuales criticaron la escasa atención prestada, por los grupos de investigación de las Naciones Unidas, a las dinámicas sociales con respecto a la definición del nivel de desarrollo de los estados. Estas críticas fueron en parte acogidas y el resultado fue la creación del Índice de Desarrollo Humano (IDH). Con la intención de registrar también el bienestar social, además del económico, el nuevo índice prevé la medida de la renta, de las expectativas de vida y del nivel de educación. Este sistema muestra indudablemente las distorsiones que algunos modelos de desarrollo económico provocan en el tejido social del Estado. El caso de Oriente Medio es particularmente interesante, precisamente porque la renta per cápita de los países de esta zona es muy elevada.

A todos los países del mundo se les asigna un valor comprendido entre 1 (máximo desarrollo humano posible) y 0 (desarrollo humano mínimo). La escala prevé tres segmentos, alto desarrollo humano, medio desarrollo humano y bajo desarrollo humano. Del grupo de alto desarrollo humano forman parte: Kuwait 33º, Qatar 35º, los Emiratos Árabes Unidos 39º, Bahréin 41º, Omán 58º, Arabia Saudí 61º. Del grupo de medio desarrollo humano forman parte: Turquía 84º, Jordania 86º, Líbano 88º, Irán 94º, Siria 108º, Yemen 153º. Ningún país medioriental forma parte del grupo de países con bajo desarrollo humano, que incluye solamente a países africanos.
Del PIB al IDH: de lo económico a lo social

Hay que tener en cuenta la diferencia significativa entre la posición que los países de Oriente Medio ocupan en la clasificación del PIB y la que ocupan en la clasificación del IDH. El primer puesto de los países árabes en la clasificación del IDH, Kuwait (33º puesto), ocupa el 25º puesto en la escala de la renta per cápita, por lo tanto retrocede 8 posiciones. Los rendimientos del resto de países de la zona son aún menos brillantes. Qatar y los Emiratos Árabes Unidos pierden doce posiciones, Bahréin 8, Omán 15, Arabia Saudí 19, Turquía 18, Irán 23, por citar sólo los países más importantes de la región.

A propósito de la renta, habría sido interesante verificar también la desigualdad en la distribución de la renta en los países árabes que, como ya habíamos destacado, pueden alardear de óptimos niveles del PIB per cápita. La desigual distribución de la renta se mide en el informe de 2007 con el índice de Gini, mediante el que la desigualdad se mide en una escala de 0 (perfecta igualdad) a 100 (perfecta desigualdad). Desafortunadamente estos datos no están disponibles para ningún país árabe. Los pésimos resultados que hemos visto en la clasificación del IDH se deben en buena parte a datos desalentadores en el sector de la sanidad, como se puede verificar comparando los datos de estos países con países análogos desde el punto de vista del IDH. Si observamos el porcentaje de niños menores de cinco años con bajo peso, vemos que en Kuwait es del 10%, en Qatar del 6%, en los EAU del 14%, en Bahréin del 9%, en Omán del 18%, en Arabia Saudí del 14, mientras que en Argentina, que ocupa la 38ª posición del IDH, el porcentaje es del 4%, en Chile (40º puesto en el IDH) del 1%, en Trinidad y Tobago (59º puesto en el IDH ) del 6%, en Panamá (62º puesto en el IDH ) del 8%.

Naturalmente esta situación no es en absoluto casual, sin embargo, refleja el bajo porcentaje de renta nacional destinado al gasto sanitario. De hecho, si comparamos con países similares desde el punto de vista del IDH, los números de los países mediorientales son claramente deficitarios. Kuwait gasta en sanidad el 2,2% de su PIB, mientras que Malta, inmediatamente detrás en la clasificación del IDH, gasta el 7%. La situación no es mejor en el resto de países de la región. En Qatar el gasto asciende al 1,8% del PIB, en los Emiratos Árabes Unidos al 2%, en Bahréin al 2,7%, al 2,5% en Arabia Saudí y al 2,4% en Omán. La situación en los países no árabes de la región es ligeramente mejor: en Turquía el porcentaje de gasto sanitario del PIB es del 5,2% y en Irán del 3,2%.

Con respecto a la nutrición, la situación de Oriente Medio es mejor, cuyos datos son bastante similares a los de los países más desarrollados. En Kuwait el valor es del 5%, frente a un porcentaje inferior al 2,5% de casi todos los países que lo preceden en la clasificación. El dato más importante de este país es la notable mejora que se ha producido durante los últimos 15 años. De hecho, en el bienio 1990/1992 el porcentaje registrado era del 24%. En los Emiratos Árabes Unidos el porcentaje es inferior al 2,5%, por lo tanto, próximo a los valores de los países más avanzados. Arabia Saudí ofrece el dato menos desalentador, no tanto por el porcentaje en sí mismo, 4%, similar al de los países de la región, sino por el hecho de que el porcentaje es idéntico al del bienio 1990/1992, como ha sucedido también en Egipto e Irán. En Turquía la situación es aún peor, ya que de un dato inferior al 2,5% se ha pasado al 3%. Con respecto a Omán, Qatar y Bahréin no disponemos de datos. Las cifras sobre educación tampoco son positivas. De hecho, solamente Kuwait tiene una tasa de analfabetismo en edad adulta inferior al 10% ( precisamente el 6,7%), mientras que el resto supera ese umbral: Qatar 11%, EAU 11,3%, Bahréin 13,5%, Omán 18,6%, Arabia Saudí 17,1%, Turquía 12% e Irán 17%. Comparando de nuevo con otros países nos damos cuenta de la insuficiencia de estos valores. De hecho, observamos que en Argentina el analfabetismo está en el 2,8% y en las Seychelles en el 8,2 %, mismo porcentaje que en Panamá.


La condición de la mujer

Un elemento fundamental del desarrollo humano es la condición de la mujer, claramente negativo en Oriente Medio, cualquiera que sea el factor tomado en consideración. Desde el punto de vista político-social es necesario valorar cuánto cuentan las mujeres, es decir, calcular cuántas mujeres están presentes en las élites de los países, por lo tanto, capaces de incidir en la toma de decisiones de sus países. Sabemos que en Oriente Medio, a excepción de Turquía e Israel, no existen democracias representativas, sin embargo tienen parlamentos, aunque con funciones claramente secundarias. El porcentaje de mujeres en estos parlamentos es extremadamente bajo, sin embargo, hay que tener en cuenta que no son muchos los países en los que se supera el 30%. En Kuwait el porcentaje es del 3,1%, en Bahréin del 13,8%, en los EAU del 22,5%, en Omán 7,8%, mientras que en Qatar y Arabia Saudí se llega incluso al 0,0%. Como de costumbre comparamos estos datos con los de otras naciones: en Malta (34º puesto en el IDH) la mujeres en el Parlamento son el 9,2%, en Chile (40º puesto en el IDH) 12,7%, en Malasia (puesto 63º en el IDH) el porcentaje es del 13,1%.

En los países no árabes la situación no es mejor: en Turquía encontramos un 4,4% de mujeres en el Parlamento, algo superior en Irán donde existe un 4,1%. Como hemos indicado anteriormente, los países a los que nos referimos no son democracias, por lo tanto, también es útil considerar el porcentaje de mujeres con cargos de alto funcionariado, mánager o dirigente administrativo. Los datos de los que disponemos son incompletos, ya que no tenemos a disposición los de Kuwait y Bahréin, sin embargo, son útiles para completar la panorámica de la posición de las mujeres. En Qatar, las mujeres en las élites representan el 8% del total, como en los Emiratos Árabes Unidos, frente a Malta donde se llega al 20% y en Chile al 25%. La situación es mejor en Arabia Saudí, 31%, sin embargo, este dato se contrarresta con el escaso porcentaje de profesionales y técnicos, sólo el 6%, el valor más bajo del mundo (aunque hay que señalar que no se dispone de los datos de todos los países).

También en los países no árabes encontramos porcentajes análogos, Turquía 7%, Irán 16%. Entre los países con un IDH similar a estos dos países consideramos a Paraguay (IDH 95º) que presenta un valor del 23%. Habíamos señalado que el porcentaje de mujeres en los países árabes en los parlamentos era escaso, sin embargo, no excesivamente bajo, excepto los casos límite de Qatar y Arabia Saudí. Sin embargo, observando los datos con respecto a la importancia social de las mujeres, hemos visto que se amplia la diferencia con los países que tienen una posición de IDH similar, con los porcentajes que aumentan en el resto de países y disminuyen en los países mediorientales. Esto indica, con toda probabilidad, que el núcleo del poder excluye completamente a las mujeres, a pesar de lo que diga su ya escaso peso político.

El último elemento de la condición femenina que hay que valorar es el económico, que podemos deducir de otra medida proporcionada por el Informe de Desarrollo Humano: la relación entre renta masculina y femenina. También aquí, ya a nivel mundial, la situación no es muy buena, pero la situación se agrava mucho más en los países que estamos examinando. Por ejemplo, si en Malta (35º puesto en el IDH) la relación es de 0,5, en Kuwait es de 0,35, en Qatar 0,24, en los Emiratos Árabes Unidos 0,25 y en Bahréin 0,35. En Omán la relación es de 0,19, en Trinidad y Tobago (59º puesto en el IDH) de 0,46, mientras que en Arabia Saudí se llega al insignificante valor de 0,16. Con respecto a los países no árabes, la situación es levemente mejor: en Turquía el valor es 0,35 y en Irán 0,39.
Conclusiones

Por lo tanto, ¿qué muestra el Índice de Desarrollo Humano? La primera cosa que nos dice es que una renta alta no significa necesariamente un bienestar generalizado para la población, y en los países de Oriente Medio, especialmente los productores de petróleo, esto es un elemento importantísimo. Según los datos que hemos analizado, la riqueza garantizada, al menos por el momento, por los rendimientos petrolíferos no encuentra una salida hacia los servicios públicos, lo que significa escasos rendimientos de la sanidad y del sistema de educación. Sin embargo, significa también distribución absolutamente desigual de la riqueza, especialmente entre sexos. Hay que señalar que el índice no puede tener en cuenta todas las variables. La ausencia de referencias a la cualidad democrática de los estados y a la situación de los derechos humanos es evidente. Naturalmente la ausencia de estos elementos se debe a la imposibilidad de encontrar indicadores estadísticos fiables. Un problema grave de esta falta es que se corre el riesgo de hacer excesivamente “técnico” el concepto de desarrollo humano, relacionándolo con la idea de “buena gobernabilidad” que muchos analistas la identifican como la responsable del vacío de las instituciones representativas, especialmente en los países del tercer mundo. Un posterior problema de este índice es que anula las diferencias culturales, de hecho, permite un sólo modelo de desarrollo.

Desarrollo económico y desarrollo humano en el Medio oriente

Una idea muy difundida a propósito del bienestar de las naciones es que éste sea directamente proporcional al bienestar económico o a la renta. Durante los años ochenta algunos intelectuales criticaron la escasa atención prestada, por los grupos de investigación de las Naciones Unidas, a las dinámicas sociales con respecto a la definición del nivel de desarrollo de los estados. Estas críticas fueron en parte acogidas y el resultado fue la creación del Índice de Desarrollo Humano (IDH). Con la intención de registrar también el bienestar social, además del económico, el nuevo índice prevé la medida de la renta, de las expectativas de vida y del nivel de educación. Este sistema muestra indudablemente las distorsiones que algunos modelos de desarrollo económico provocan en el tejido social del Estado. El caso de Oriente Medio es particularmente interesante, precisamente porque la renta per cápita de los países de esta zona es muy elevada.

A todos los países del mundo se les asigna un valor comprendido entre 1 (máximo desarrollo humano posible) y 0 (desarrollo humano mínimo). La escala prevé tres segmentos, alto desarrollo humano, medio desarrollo humano y bajo desarrollo humano. Del grupo de alto desarrollo humano forman parte: Kuwait 33º, Qatar 35º, los Emiratos Árabes Unidos 39º, Bahréin 41º, Omán 58º, Arabia Saudí 61º. Del grupo de medio desarrollo humano forman parte: Turquía 84º, Jordania 86º, Líbano 88º, Irán 94º, Siria 108º, Yemen 153º. Ningún país medioriental forma parte del grupo de países con bajo desarrollo humano, que incluye solamente a países africanos.
Del PIB al IDH: de lo económico a lo social

Hay que tener en cuenta la diferencia significativa entre la posición que los países de Oriente Medio ocupan en la clasificación del PIB y la que ocupan en la clasificación del IDH. El primer puesto de los países árabes en la clasificación del IDH, Kuwait (33º puesto), ocupa el 25º puesto en la escala de la renta per cápita, por lo tanto retrocede 8 posiciones. Los rendimientos del resto de países de la zona son aún menos brillantes. Qatar y los Emiratos Árabes Unidos pierden doce posiciones, Bahréin 8, Omán 15, Arabia Saudí 19, Turquía 18, Irán 23, por citar sólo los países más importantes de la región.

A propósito de la renta, habría sido interesante verificar también la desigualdad en la distribución de la renta en los países árabes que, como ya habíamos destacado, pueden alardear de óptimos niveles del PIB per cápita. La desigual distribución de la renta se mide en el informe de 2007 con el índice de Gini, mediante el que la desigualdad se mide en una escala de 0 (perfecta igualdad) a 100 (perfecta desigualdad). Desafortunadamente estos datos no están disponibles para ningún país árabe. Los pésimos resultados que hemos visto en la clasificación del IDH se deben en buena parte a datos desalentadores en el sector de la sanidad, como se puede verificar comparando los datos de estos países con países análogos desde el punto de vista del IDH. Si observamos el porcentaje de niños menores de cinco años con bajo peso, vemos que en Kuwait es del 10%, en Qatar del 6%, en los EAU del 14%, en Bahréin del 9%, en Omán del 18%, en Arabia Saudí del 14, mientras que en Argentina, que ocupa la 38ª posición del IDH, el porcentaje es del 4%, en Chile (40º puesto en el IDH) del 1%, en Trinidad y Tobago (59º puesto en el IDH ) del 6%, en Panamá (62º puesto en el IDH ) del 8%.

Naturalmente esta situación no es en absoluto casual, sin embargo, refleja el bajo porcentaje de renta nacional destinado al gasto sanitario. De hecho, si comparamos con países similares desde el punto de vista del IDH, los números de los países mediorientales son claramente deficitarios. Kuwait gasta en sanidad el 2,2% de su PIB, mientras que Malta, inmediatamente detrás en la clasificación del IDH, gasta el 7%. La situación no es mejor en el resto de países de la región. En Qatar el gasto asciende al 1,8% del PIB, en los Emiratos Árabes Unidos al 2%, en Bahréin al 2,7%, al 2,5% en Arabia Saudí y al 2,4% en Omán. La situación en los países no árabes de la región es ligeramente mejor: en Turquía el porcentaje de gasto sanitario del PIB es del 5,2% y en Irán del 3,2%.

Con respecto a la nutrición, la situación de Oriente Medio es mejor, cuyos datos son bastante similares a los de los países más desarrollados. En Kuwait el valor es del 5%, frente a un porcentaje inferior al 2,5% de casi todos los países que lo preceden en la clasificación. El dato más importante de este país es la notable mejora que se ha producido durante los últimos 15 años. De hecho, en el bienio 1990/1992 el porcentaje registrado era del 24%. En los Emiratos Árabes Unidos el porcentaje es inferior al 2,5%, por lo tanto, próximo a los valores de los países más avanzados. Arabia Saudí ofrece el dato menos desalentador, no tanto por el porcentaje en sí mismo, 4%, similar al de los países de la región, sino por el hecho de que el porcentaje es idéntico al del bienio 1990/1992, como ha sucedido también en Egipto e Irán. En Turquía la situación es aún peor, ya que de un dato inferior al 2,5% se ha pasado al 3%. Con respecto a Omán, Qatar y Bahréin no disponemos de datos. Las cifras sobre educación tampoco son positivas. De hecho, solamente Kuwait tiene una tasa de analfabetismo en edad adulta inferior al 10% ( precisamente el 6,7%), mientras que el resto supera ese umbral: Qatar 11%, EAU 11,3%, Bahréin 13,5%, Omán 18,6%, Arabia Saudí 17,1%, Turquía 12% e Irán 17%. Comparando de nuevo con otros países nos damos cuenta de la insuficiencia de estos valores. De hecho, observamos que en Argentina el analfabetismo está en el 2,8% y en las Seychelles en el 8,2 %, mismo porcentaje que en Panamá.


La condición de la mujer

Un elemento fundamental del desarrollo humano es la condición de la mujer, claramente negativo en Oriente Medio, cualquiera que sea el factor tomado en consideración. Desde el punto de vista político-social es necesario valorar cuánto cuentan las mujeres, es decir, calcular cuántas mujeres están presentes en las élites de los países, por lo tanto, capaces de incidir en la toma de decisiones de sus países. Sabemos que en Oriente Medio, a excepción de Turquía e Israel, no existen democracias representativas, sin embargo tienen parlamentos, aunque con funciones claramente secundarias. El porcentaje de mujeres en estos parlamentos es extremadamente bajo, sin embargo, hay que tener en cuenta que no son muchos los países en los que se supera el 30%. En Kuwait el porcentaje es del 3,1%, en Bahréin del 13,8%, en los EAU del 22,5%, en Omán 7,8%, mientras que en Qatar y Arabia Saudí se llega incluso al 0,0%. Como de costumbre comparamos estos datos con los de otras naciones: en Malta (34º puesto en el IDH) la mujeres en el Parlamento son el 9,2%, en Chile (40º puesto en el IDH) 12,7%, en Malasia (puesto 63º en el IDH) el porcentaje es del 13,1%.

En los países no árabes la situación no es mejor: en Turquía encontramos un 4,4% de mujeres en el Parlamento, algo superior en Irán donde existe un 4,1%. Como hemos indicado anteriormente, los países a los que nos referimos no son democracias, por lo tanto, también es útil considerar el porcentaje de mujeres con cargos de alto funcionariado, mánager o dirigente administrativo. Los datos de los que disponemos son incompletos, ya que no tenemos a disposición los de Kuwait y Bahréin, sin embargo, son útiles para completar la panorámica de la posición de las mujeres. En Qatar, las mujeres en las élites representan el 8% del total, como en los Emiratos Árabes Unidos, frente a Malta donde se llega al 20% y en Chile al 25%. La situación es mejor en Arabia Saudí, 31%, sin embargo, este dato se contrarresta con el escaso porcentaje de profesionales y técnicos, sólo el 6%, el valor más bajo del mundo (aunque hay que señalar que no se dispone de los datos de todos los países).

También en los países no árabes encontramos porcentajes análogos, Turquía 7%, Irán 16%. Entre los países con un IDH similar a estos dos países consideramos a Paraguay (IDH 95º) que presenta un valor del 23%. Habíamos señalado que el porcentaje de mujeres en los países árabes en los parlamentos era escaso, sin embargo, no excesivamente bajo, excepto los casos límite de Qatar y Arabia Saudí. Sin embargo, observando los datos con respecto a la importancia social de las mujeres, hemos visto que se amplia la diferencia con los países que tienen una posición de IDH similar, con los porcentajes que aumentan en el resto de países y disminuyen en los países mediorientales. Esto indica, con toda probabilidad, que el núcleo del poder excluye completamente a las mujeres, a pesar de lo que diga su ya escaso peso político.

El último elemento de la condición femenina que hay que valorar es el económico, que podemos deducir de otra medida proporcionada por el Informe de Desarrollo Humano: la relación entre renta masculina y femenina. También aquí, ya a nivel mundial, la situación no es muy buena, pero la situación se agrava mucho más en los países que estamos examinando. Por ejemplo, si en Malta (35º puesto en el IDH) la relación es de 0,5, en Kuwait es de 0,35, en Qatar 0,24, en los Emiratos Árabes Unidos 0,25 y en Bahréin 0,35. En Omán la relación es de 0,19, en Trinidad y Tobago (59º puesto en el IDH) de 0,46, mientras que en Arabia Saudí se llega al insignificante valor de 0,16. Con respecto a los países no árabes, la situación es levemente mejor: en Turquía el valor es 0,35 y en Irán 0,39.
Conclusiones

Por lo tanto, ¿qué muestra el Índice de Desarrollo Humano? La primera cosa que nos dice es que una renta alta no significa necesariamente un bienestar generalizado para la población, y en los países de Oriente Medio, especialmente los productores de petróleo, esto es un elemento importantísimo. Según los datos que hemos analizado, la riqueza garantizada, al menos por el momento, por los rendimientos petrolíferos no encuentra una salida hacia los servicios públicos, lo que significa escasos rendimientos de la sanidad y del sistema de educación. Sin embargo, significa también distribución absolutamente desigual de la riqueza, especialmente entre sexos. Hay que señalar que el índice no puede tener en cuenta todas las variables. La ausencia de referencias a la cualidad democrática de los estados y a la situación de los derechos humanos es evidente. Naturalmente la ausencia de estos elementos se debe a la imposibilidad de encontrar indicadores estadísticos fiables. Un problema grave de esta falta es que se corre el riesgo de hacer excesivamente “técnico” el concepto de desarrollo humano, relacionándolo con la idea de “buena gobernabilidad” que muchos analistas la identifican como la responsable del vacío de las instituciones representativas, especialmente en los países del tercer mundo. Un posterior problema de este índice es que anula las diferencias culturales, de hecho, permite un sólo modelo de desarrollo.

jueves, marzo 13, 2008

Los excluidos incurables

Por Daniel Larriqueta


En la matrícula de las escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires con que empieza el año lectivo, un 23 por ciento de los inscriptos corresponde a niños que son hijos de padres que no trabajaron nunca. Como está dicho: no trabajaron nunca. Es una masa impresionante de niños argentinos hijos de padres argentinos que conforman, de este modo, otra cultura, otro sistema de valores, otra sociedad. ¿Otro país?

Niños que, sin duda, llegan a la escuela sin patrones culturales ligados al esfuerzo o a la disciplina. Y detrás de ellos están esos padres que conforman un grupo social amplísimo y claramente excluido, no sólo en lo económico, sino, probablemente, también en lo sociopsicológico.

Hace algunas semanas, el diario Los Andes, de Mendoza, publicó una información ligada a los problemas de seguridad, y dijo que en esa provincia, con una población de alrededor de 1,8 millones de personas, había 40.000 jóvenes que no trabajaban ni estudiaban; y que el paso de algunos de ellos por los centros urbanos resultaba en problemas graves de seguridad.

El dato me sorprendió por el volumen, pero ya unos meses antes, en una rueda con médicos que actúan en los hospitales del Gran Mendoza, había escuchado la aflicción por el desamparo y la anomia con que llegaba la gente a los centros de salud, y los problemas sociales y familiares que se podían advertir.

Si las cifras de Mendoza son buen indicador, se debe calcular que, en el conjunto nacional, la cantidad de jóvenes en tal situación de exclusión absoluta llega al millón, o sea, un poco más del 2 por ciento de la población total.

No necesito subrayarlo, se trata de un verdadero ejército de jóvenes excluidos, autoexcluidos, desesperanzados o definitivamente desenganchados del sistema de valores sobre el que se asienta la identidad de la Argentina y nuestro sistema convivencial.

Porque el aspecto dramático de la cuestión no es tanto la insuficiencia de las políticas de inclusión clásicas –educación, trabajo, asistencia social–, que podría ser superada por una gestión pública eficaz, sino la duda de si esos compatriotas tienen voluntad de reinsertarse en el modo de vida y el sistema de valores del país. Tendemos a pensar que estando todos sumidos en una sociedad de consumo trepidante, ella ha de proveer los estímulos para que este grupo social emprenda el camino de la reinserción. Nada más incierto.

Durante el verano, un amigo abogado laboralista tropezó en Mar del Plata con un grupo de muchachos que se refugiaban de la lluvia sentados en una esquina. Les preguntó por qué no cruzaban al shopping que estaba a un paso y recibió una respuesta cabal: “No hay nada para nosotros allí adentro”. Y articulando esta respuesta con las experiencias que ya lleva hechas Mendoza con sus excluidos, se entienden los resultados: los programas mendocinos de inclusión han tenido hasta ahora un éxito de sólo el 4 por ciento.

Pareciera que estamos ahora ante la manifestación ácida de lo que hemos venido temiendo en los últimos años: la anomia, la ruptura del sistema de valores, la pérdida de sentido para la vida de muchos argentinos, ese millón de jóvenes y sus hijos y acaso también otros mayores que no detectamos con tanta facilidad. Este asunto es un vitriolo para la sociedad argentina, un daño capaz de descalzar no sólo el anhelo de seguridad, sino la pervivencia del modelo de esfuerzo con que se construyó nuestro país y que la mayoría considera, aún, virtuoso. Y es un tema de la sociedad argentina, porque en otras sociedades de la región hay formas de exclusión crónica que llenan las páginas policiales, pero no parecen desestabilizar el conjunto.

Lo dicho no es una afirmación de orgullo, sino de desafío. Habrá quienes piensen que la política del garrote puede permitir encapsular territorial y socialmente a tales personas. Aparte de las consideraciones morales, esa política compromete el desarrollo social y condena a los países a permanecer en una doble legitimidad incompatible con el progreso. Se deteriora la paz interior, se pierden energías creadoras y, antes o después, se puede asistir al estallido de esas cápsulas que parecían tan ingeniosas.

Se me ocurre que el desafío hay que asumirlo con libertad creadora y una fuerte dosis de humildad. No se trata de llegar a esos compatriotas con el conjunto de valores que a nosotros nos parecen “correctos” y proponerlos con una actitud docente y jerárquica. El camino puede ser colocarse en el conjunto de emociones, sentimientos y gustos que ellos tienen para construir desde allí una reaproximación a los valores consagrados. Esta sería la tarea completamente novedosa para lo mejor de la inteligencia argentina, de la dirigencia política y del ánimo solidario.

Algo de esto conversé en Mendoza con el reflexivo periodista Carlos La Rosa, pensando que esos 40.000 jóvenes probablemente se interesen por las prácticas deportivas y algunas formas de actividades artísticas, que pueden ser ofrecidas y sistematizadas desde los numerosos clubes y entidades vecinales con que cuenta la provincia. Es a partir de esos atractivos como después se podrá proponer, de modo pausado y sin presión, el agregado de formación laboral o de educación más completa. Lo esbozado implica, por cierto, que el Estado provincial, en ese caso, rompa sus compartimientos estancos para que los ministerios de seguridad, deportes, cultura, educación y salud inventen con los voluntarios y las entidades intermedias programas múltiples, ricos, atractivos.

Esa conversación la he repetido en Buenos Aires con el dirigente de River Plate Rodolfo D’Onofrio. D’Onofrio ha llegado a conclusiones parecidas acompañando al equipo a presentaciones en el interior y me relató su experiencia en Jujuy, donde la gente más pobre y de todas las localidades se movilizaba no sólo para los partidos sino para acompañar los desplazamientos de los jugadores. La anomia de los excluidos no es absoluta, hay otros gustos y valores por los que se puede entrar en su interés y proponer llamadores completamente iconoclastas pero que acaso funcionen.

No hay que dar vuelta la cara. Los argentinos tenemos un problema dramático con nuestros excluidos incurables, un problema que nos debe avergonzar y que, querámoslo o no, nos amenaza. Pero, ¿por qué no podemos tener el ingenio y el coraje para encontrar soluciones no convencionales? ¿Por qué no podemos inventar remedios nuevos para esta enfermedad incurable con los métodos clásicos? ¿Y por qué no empezar ya mismo?

La exclusión anómica masiva es una enfermedad nueva en la sociedad argentina, pero si no actuamos bien y con energía, se puede volver crónica.

¿No es eso lo que nos están anunciando los miles de niños que llegan a la escuela sin conocer la cultura del trabajo en su propio hogar?

El autor es economista e historiador

Los excluidos incurables

Por Daniel Larriqueta


En la matrícula de las escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires con que empieza el año lectivo, un 23 por ciento de los inscriptos corresponde a niños que son hijos de padres que no trabajaron nunca. Como está dicho: no trabajaron nunca. Es una masa impresionante de niños argentinos hijos de padres argentinos que conforman, de este modo, otra cultura, otro sistema de valores, otra sociedad. ¿Otro país?

Niños que, sin duda, llegan a la escuela sin patrones culturales ligados al esfuerzo o a la disciplina. Y detrás de ellos están esos padres que conforman un grupo social amplísimo y claramente excluido, no sólo en lo económico, sino, probablemente, también en lo sociopsicológico.

Hace algunas semanas, el diario Los Andes, de Mendoza, publicó una información ligada a los problemas de seguridad, y dijo que en esa provincia, con una población de alrededor de 1,8 millones de personas, había 40.000 jóvenes que no trabajaban ni estudiaban; y que el paso de algunos de ellos por los centros urbanos resultaba en problemas graves de seguridad.

El dato me sorprendió por el volumen, pero ya unos meses antes, en una rueda con médicos que actúan en los hospitales del Gran Mendoza, había escuchado la aflicción por el desamparo y la anomia con que llegaba la gente a los centros de salud, y los problemas sociales y familiares que se podían advertir.

Si las cifras de Mendoza son buen indicador, se debe calcular que, en el conjunto nacional, la cantidad de jóvenes en tal situación de exclusión absoluta llega al millón, o sea, un poco más del 2 por ciento de la población total.

No necesito subrayarlo, se trata de un verdadero ejército de jóvenes excluidos, autoexcluidos, desesperanzados o definitivamente desenganchados del sistema de valores sobre el que se asienta la identidad de la Argentina y nuestro sistema convivencial.

Porque el aspecto dramático de la cuestión no es tanto la insuficiencia de las políticas de inclusión clásicas –educación, trabajo, asistencia social–, que podría ser superada por una gestión pública eficaz, sino la duda de si esos compatriotas tienen voluntad de reinsertarse en el modo de vida y el sistema de valores del país. Tendemos a pensar que estando todos sumidos en una sociedad de consumo trepidante, ella ha de proveer los estímulos para que este grupo social emprenda el camino de la reinserción. Nada más incierto.

Durante el verano, un amigo abogado laboralista tropezó en Mar del Plata con un grupo de muchachos que se refugiaban de la lluvia sentados en una esquina. Les preguntó por qué no cruzaban al shopping que estaba a un paso y recibió una respuesta cabal: “No hay nada para nosotros allí adentro”. Y articulando esta respuesta con las experiencias que ya lleva hechas Mendoza con sus excluidos, se entienden los resultados: los programas mendocinos de inclusión han tenido hasta ahora un éxito de sólo el 4 por ciento.

Pareciera que estamos ahora ante la manifestación ácida de lo que hemos venido temiendo en los últimos años: la anomia, la ruptura del sistema de valores, la pérdida de sentido para la vida de muchos argentinos, ese millón de jóvenes y sus hijos y acaso también otros mayores que no detectamos con tanta facilidad. Este asunto es un vitriolo para la sociedad argentina, un daño capaz de descalzar no sólo el anhelo de seguridad, sino la pervivencia del modelo de esfuerzo con que se construyó nuestro país y que la mayoría considera, aún, virtuoso. Y es un tema de la sociedad argentina, porque en otras sociedades de la región hay formas de exclusión crónica que llenan las páginas policiales, pero no parecen desestabilizar el conjunto.

Lo dicho no es una afirmación de orgullo, sino de desafío. Habrá quienes piensen que la política del garrote puede permitir encapsular territorial y socialmente a tales personas. Aparte de las consideraciones morales, esa política compromete el desarrollo social y condena a los países a permanecer en una doble legitimidad incompatible con el progreso. Se deteriora la paz interior, se pierden energías creadoras y, antes o después, se puede asistir al estallido de esas cápsulas que parecían tan ingeniosas.

Se me ocurre que el desafío hay que asumirlo con libertad creadora y una fuerte dosis de humildad. No se trata de llegar a esos compatriotas con el conjunto de valores que a nosotros nos parecen “correctos” y proponerlos con una actitud docente y jerárquica. El camino puede ser colocarse en el conjunto de emociones, sentimientos y gustos que ellos tienen para construir desde allí una reaproximación a los valores consagrados. Esta sería la tarea completamente novedosa para lo mejor de la inteligencia argentina, de la dirigencia política y del ánimo solidario.

Algo de esto conversé en Mendoza con el reflexivo periodista Carlos La Rosa, pensando que esos 40.000 jóvenes probablemente se interesen por las prácticas deportivas y algunas formas de actividades artísticas, que pueden ser ofrecidas y sistematizadas desde los numerosos clubes y entidades vecinales con que cuenta la provincia. Es a partir de esos atractivos como después se podrá proponer, de modo pausado y sin presión, el agregado de formación laboral o de educación más completa. Lo esbozado implica, por cierto, que el Estado provincial, en ese caso, rompa sus compartimientos estancos para que los ministerios de seguridad, deportes, cultura, educación y salud inventen con los voluntarios y las entidades intermedias programas múltiples, ricos, atractivos.

Esa conversación la he repetido en Buenos Aires con el dirigente de River Plate Rodolfo D’Onofrio. D’Onofrio ha llegado a conclusiones parecidas acompañando al equipo a presentaciones en el interior y me relató su experiencia en Jujuy, donde la gente más pobre y de todas las localidades se movilizaba no sólo para los partidos sino para acompañar los desplazamientos de los jugadores. La anomia de los excluidos no es absoluta, hay otros gustos y valores por los que se puede entrar en su interés y proponer llamadores completamente iconoclastas pero que acaso funcionen.

No hay que dar vuelta la cara. Los argentinos tenemos un problema dramático con nuestros excluidos incurables, un problema que nos debe avergonzar y que, querámoslo o no, nos amenaza. Pero, ¿por qué no podemos tener el ingenio y el coraje para encontrar soluciones no convencionales? ¿Por qué no podemos inventar remedios nuevos para esta enfermedad incurable con los métodos clásicos? ¿Y por qué no empezar ya mismo?

La exclusión anómica masiva es una enfermedad nueva en la sociedad argentina, pero si no actuamos bien y con energía, se puede volver crónica.

¿No es eso lo que nos están anunciando los miles de niños que llegan a la escuela sin conocer la cultura del trabajo en su propio hogar?

El autor es economista e historiador

miércoles, enero 30, 2008

La bolsa de Estambul, quinta en el mundo

Desde mediados de los años ’80, el ISE (Istanbul Stock Exchange) es la única sociedad autorizada para los intercambios de acciones de las 320 compañías que cotizan en el índice de la bolsa turca. El índice de referencia, el IKMB (Istanbul Menkul Kiymetler Borsasi), ha registrado en los últimos años una evolución muy fluctuante, en correlación directa con la inestable política interna, pero, a pesar de las frecuentes tensiones que han afectado en el curso de los últimos años a Turquía, la bolsa de Estambul ha resultado ser el quinto índice mundial por rendimiento a finales de 2007.


Los momentos de crisis y las conexiones con la política interna

El 30 de abril de 2007 tuvo lugar una de las crisis más serias en la bolsa de Estambul. Turquía pasaba por un momento institucional muy delicado, con las fuerzas armadas y gran parte de la opinión pública enfrentada al gobierno pro-islámico. Las distintas partes no lograban ponerse de acuerdo para el nombramiento del nuevo presidente de la República y la posibilidad de un golpe militar estaba cada vez más cercana, por lo que los mercados bursátiles reaccionaron con mucho nerviosismo. La mañana del 30 de abril, la lira turca perdió un 4% respecto al euro y al dólar y sólo la intervención del Banco Central turco consiguió detener las pérdidas. El índice de referencia del mercado bursátil abrió con pérdidas del 8% a 43.116,1 puntos, para después recuperarse parcialmente y cerrar al -4%. En el mercado de obligaciones, se dio una fuerte subida de los rendimientos, consecuencia a su vez de la caída de los precios de los bonos. En tres días se perdió alrededor del 10% y sólo cuando se anunciaron las elecciones anticipadas, la bolsa y la divisa turca pudieron volver a la normalidad.

El 2008 también ha comenzado marcado por la inestabilidad. El pasado 4 de enero la bolsa ganó alrededor de 300 puntos, pero a los tres días ya los había perdido y llegaba al signo negativo. La tendencia desfavorable continuó durante algunos días: el 11 de enero, el índice IMKB cerró la jornada con una bajada del 0,8% hasta los 51.920 puntos, en línea con las señales negativas de los mercados globales. En esa jornada, contribuyeron de manera especialmente negativa los títulos bancarios, con las caídas de Garanti Bank y Akbank, que perdieron el 4,2% y el 1,8% respectivamente. El 16 de enero, la bolsa abrió ya con una fuerte bajada, perdiendo unos 1.200 puntos, hasta llegar a los 49.177. Esta vez, las grandes pérdidas registradas en Wall Street fueron las que contribuyeron al descenso. Finalmente, el 18 de enero se pudo observar una recuperación, con una subida de 50 puntos del ISE hasta los 48.950. Fue determinante, una vez más, la intervención del Banco Central turco, que cortó las tasas de puntos base. Pero, para confirmar su irregularidad crónica, apenas 4 días después, el índice turco cerró con un fuerte descenso, del 6,4%, que lo llevó a los 45.544,08 puntos, causado por los temores de una recesión de la economía estadounidense. El 23 de enero, el índice IMKB volvió a subir 900 puntos hasta los 45.500, gracias a las medidas de la Fed (Federal Reserve System) de recortar las tasas en 75 puntos base y a la consiguiente recuperación de los mercados globales, en especial de los asiáticos.

Turquía es pues un mercado en fuerte aumento y con un gran potencial, pero que presenta un alto riesgo. La política interna se enfrenta a crisis cíclicas: el problema kurdo, la cuestión de Chipre, el extremismo islamista; todos ellos factores que determinan variables importantes que el empresario no puede infravalorar. Una de ellas es el riesgo de cambio. Hay que tener en cuenta que la lira turca tiene un comportamiento general caracterizado por fuertes oscilaciones. De 2002 hasta hoy ha ganado respecto al dólar y al euro, pero en un año como 2006 sufrió una devaluación del 23% en sólo 6 meses. El siguiente gráfico, relativo al año 2007, supone una clara demostración de lo volátil que es la evolución de esta divisa:


Fuente: Euroinvestor


La bolsa de Estambul, quinta del mundo en rendimiento en 2007

A pesar de las crisis de una política interna inestable, en el año 2007 la bolsa turca fue la quinta del mundo en rendimiento anual, con unos beneficios del 42,38%. La evolución de la nueva lira turca, en vigor desde 2005, ha sido excelente, ganando el 21% respecto al dólar durante el año, lo que supone el mayor valor de entre todos los de los mercados emergentes. El Banco Central turco ha mantenido la tasa de referencia en el 17,25% hasta septiembre de 2007, para después ir reduciéndola progresivamente un 1,5% hasta el actual 15,75% contra el 4,25% de la FED. De esta manera, se ha hecho más atractiva la divisa turca a operaciones especulativas de tipo carry trade, que consisten en tomar prestado dinero en países con tipos de interés más bajos para después cambiarlo en la divisa de países con un mayor rendimiento de las inversiones. Con esta maniobra, es posible tanto devolver la deuda contraída como obtener un beneficio con la propia operación financiera. El resultado obtenido en 2007 es sólo la confirmación de una tendencia positiva que se está registrando desde hace años.

El volumen de negocios diario (Trade Daily Average Volume) ha registrado un crecimiento constante y sostenido. El año de oro de 2007 ha llegado también a los ETF turcos, y también a los que cotizan en otras bolsas europeas. Según los analistas internacionales, 2007 ha sido un año récord también para las transacciones exteriores: los operadores extranjeros han movido capitales por un total de 144.200 millones de dólares (con un aumento del 62,8%) con compras netas añadidas equivalentes a 4.500 millones de dólares (+309%), lo que supone un aumento del 733% desde 2003 y del 63% respecto a 2005. Las principales operaciones han afectado al sector bancario turco. El ministerio de Economía sigue con su política financiera, dirigida a atraer cada vez más capitales desde otros países, en especial de los ricos emiratos del Golfo Pérsico, con el objetivo de atraer más de 10 mil millones de dólares en los próximos 3 años, sobre todo en los sectores inmobiliario, turístico, sanitario, petroquímico y financiero.
Las inversiones de futuro

Después de un difícil 2006, Ankara ha retomado su camino. Los inversores, creyendo en la recuperación del país, obtuvieron grandes beneficios a pesar de haberse enfrentado a numerosos riesgos. A pesar de todo, Turquía sigue siendo un mercado atractivo y con excelentes perspectivas de desarrollo a medio plazo. Los bancos parecen ser un sector en el que invertir con una cierta seguridad: sus cotizaciones contenidas, su buena gestión, las previsiones de una mayor reducción de sus tasas y el gran interés que despierta en parte de los grandes inversores extranjeros, son todos ellos elementos que les han permitido registrar unos muy buenos resultados. En una visión más general, las perspectivas de futuro de la economía turca parecen halagüeñas: la inflación está en descenso, aproximándose a niveles de una sola cifra, el gobierno parece orientado a una mejor disciplina en cuanto a gastos y, por último, el país está llevando a cabo muchas reformas en el campo económico, entre las cuales destacan una rígida política fiscal, reformas en la seguridad social, reorganización del sector bancario y aceleración del proceso de privatización.
Conviene no olvidar que Turquía pasará a formar parte del área Mediterránea de libre comercio en el 2010. Europa y el Mediterráneo quedarán estrechamente vinculados en un gran mercado. Esta zona de libre comercio -que por peso y dimensiones se encontrará entre las más grandes del mundo- permitirá un incremento notable del diálogo comercial y un aumento de los flujos de inversión entre los Estados miembro. Según muchos analistas internacionales, este será un año de crecimiento, aún con la incógnita del mercado de los títulos de deuda, donde las primas por riesgo continúan subiendo, seguidas de cerca por los títulos bancarios. Pero de nuevo, a pesar de los riesgos, los títulos de acciones turcos se adornan como títulos de compra, o títulos que vale la pena comprar, como por ejemplo Is bank, Garanti bank, Halkbank, Vakifbank y Akbank. Todos ellos indicados por sus perspectivas de expansión, fuerte crecimiento de volumen y cotización al descuento. Todas las acciones del sector bancario confirman unas perspectivas de un claro crecimiento.
Conclusiones

A pesar de que muchos otros analistas invitan a la prudencia, por motivos ya citados, casi todos se declaran de acuerdo con invertir parte de su cartera en el mercado accionarial turco. Es un hecho que las crisis institucionales son siempre posibles y que la situación interna del país nunca ha sido del todo estable, pero también es verdad que las perspectivas de crecimiento resultan muy estimulantes y que la ocasión de invertir en un mercado con esta posible tendencia de desarrollo es muy atractiva.

La bolsa de Estambul, quinta en el mundo

Desde mediados de los años ’80, el ISE (Istanbul Stock Exchange) es la única sociedad autorizada para los intercambios de acciones de las 320 compañías que cotizan en el índice de la bolsa turca. El índice de referencia, el IKMB (Istanbul Menkul Kiymetler Borsasi), ha registrado en los últimos años una evolución muy fluctuante, en correlación directa con la inestable política interna, pero, a pesar de las frecuentes tensiones que han afectado en el curso de los últimos años a Turquía, la bolsa de Estambul ha resultado ser el quinto índice mundial por rendimiento a finales de 2007.


Los momentos de crisis y las conexiones con la política interna

El 30 de abril de 2007 tuvo lugar una de las crisis más serias en la bolsa de Estambul. Turquía pasaba por un momento institucional muy delicado, con las fuerzas armadas y gran parte de la opinión pública enfrentada al gobierno pro-islámico. Las distintas partes no lograban ponerse de acuerdo para el nombramiento del nuevo presidente de la República y la posibilidad de un golpe militar estaba cada vez más cercana, por lo que los mercados bursátiles reaccionaron con mucho nerviosismo. La mañana del 30 de abril, la lira turca perdió un 4% respecto al euro y al dólar y sólo la intervención del Banco Central turco consiguió detener las pérdidas. El índice de referencia del mercado bursátil abrió con pérdidas del 8% a 43.116,1 puntos, para después recuperarse parcialmente y cerrar al -4%. En el mercado de obligaciones, se dio una fuerte subida de los rendimientos, consecuencia a su vez de la caída de los precios de los bonos. En tres días se perdió alrededor del 10% y sólo cuando se anunciaron las elecciones anticipadas, la bolsa y la divisa turca pudieron volver a la normalidad.

El 2008 también ha comenzado marcado por la inestabilidad. El pasado 4 de enero la bolsa ganó alrededor de 300 puntos, pero a los tres días ya los había perdido y llegaba al signo negativo. La tendencia desfavorable continuó durante algunos días: el 11 de enero, el índice IMKB cerró la jornada con una bajada del 0,8% hasta los 51.920 puntos, en línea con las señales negativas de los mercados globales. En esa jornada, contribuyeron de manera especialmente negativa los títulos bancarios, con las caídas de Garanti Bank y Akbank, que perdieron el 4,2% y el 1,8% respectivamente. El 16 de enero, la bolsa abrió ya con una fuerte bajada, perdiendo unos 1.200 puntos, hasta llegar a los 49.177. Esta vez, las grandes pérdidas registradas en Wall Street fueron las que contribuyeron al descenso. Finalmente, el 18 de enero se pudo observar una recuperación, con una subida de 50 puntos del ISE hasta los 48.950. Fue determinante, una vez más, la intervención del Banco Central turco, que cortó las tasas de puntos base. Pero, para confirmar su irregularidad crónica, apenas 4 días después, el índice turco cerró con un fuerte descenso, del 6,4%, que lo llevó a los 45.544,08 puntos, causado por los temores de una recesión de la economía estadounidense. El 23 de enero, el índice IMKB volvió a subir 900 puntos hasta los 45.500, gracias a las medidas de la Fed (Federal Reserve System) de recortar las tasas en 75 puntos base y a la consiguiente recuperación de los mercados globales, en especial de los asiáticos.

Turquía es pues un mercado en fuerte aumento y con un gran potencial, pero que presenta un alto riesgo. La política interna se enfrenta a crisis cíclicas: el problema kurdo, la cuestión de Chipre, el extremismo islamista; todos ellos factores que determinan variables importantes que el empresario no puede infravalorar. Una de ellas es el riesgo de cambio. Hay que tener en cuenta que la lira turca tiene un comportamiento general caracterizado por fuertes oscilaciones. De 2002 hasta hoy ha ganado respecto al dólar y al euro, pero en un año como 2006 sufrió una devaluación del 23% en sólo 6 meses. El siguiente gráfico, relativo al año 2007, supone una clara demostración de lo volátil que es la evolución de esta divisa:


Fuente: Euroinvestor


La bolsa de Estambul, quinta del mundo en rendimiento en 2007

A pesar de las crisis de una política interna inestable, en el año 2007 la bolsa turca fue la quinta del mundo en rendimiento anual, con unos beneficios del 42,38%. La evolución de la nueva lira turca, en vigor desde 2005, ha sido excelente, ganando el 21% respecto al dólar durante el año, lo que supone el mayor valor de entre todos los de los mercados emergentes. El Banco Central turco ha mantenido la tasa de referencia en el 17,25% hasta septiembre de 2007, para después ir reduciéndola progresivamente un 1,5% hasta el actual 15,75% contra el 4,25% de la FED. De esta manera, se ha hecho más atractiva la divisa turca a operaciones especulativas de tipo carry trade, que consisten en tomar prestado dinero en países con tipos de interés más bajos para después cambiarlo en la divisa de países con un mayor rendimiento de las inversiones. Con esta maniobra, es posible tanto devolver la deuda contraída como obtener un beneficio con la propia operación financiera. El resultado obtenido en 2007 es sólo la confirmación de una tendencia positiva que se está registrando desde hace años.

El volumen de negocios diario (Trade Daily Average Volume) ha registrado un crecimiento constante y sostenido. El año de oro de 2007 ha llegado también a los ETF turcos, y también a los que cotizan en otras bolsas europeas. Según los analistas internacionales, 2007 ha sido un año récord también para las transacciones exteriores: los operadores extranjeros han movido capitales por un total de 144.200 millones de dólares (con un aumento del 62,8%) con compras netas añadidas equivalentes a 4.500 millones de dólares (+309%), lo que supone un aumento del 733% desde 2003 y del 63% respecto a 2005. Las principales operaciones han afectado al sector bancario turco. El ministerio de Economía sigue con su política financiera, dirigida a atraer cada vez más capitales desde otros países, en especial de los ricos emiratos del Golfo Pérsico, con el objetivo de atraer más de 10 mil millones de dólares en los próximos 3 años, sobre todo en los sectores inmobiliario, turístico, sanitario, petroquímico y financiero.
Las inversiones de futuro

Después de un difícil 2006, Ankara ha retomado su camino. Los inversores, creyendo en la recuperación del país, obtuvieron grandes beneficios a pesar de haberse enfrentado a numerosos riesgos. A pesar de todo, Turquía sigue siendo un mercado atractivo y con excelentes perspectivas de desarrollo a medio plazo. Los bancos parecen ser un sector en el que invertir con una cierta seguridad: sus cotizaciones contenidas, su buena gestión, las previsiones de una mayor reducción de sus tasas y el gran interés que despierta en parte de los grandes inversores extranjeros, son todos ellos elementos que les han permitido registrar unos muy buenos resultados. En una visión más general, las perspectivas de futuro de la economía turca parecen halagüeñas: la inflación está en descenso, aproximándose a niveles de una sola cifra, el gobierno parece orientado a una mejor disciplina en cuanto a gastos y, por último, el país está llevando a cabo muchas reformas en el campo económico, entre las cuales destacan una rígida política fiscal, reformas en la seguridad social, reorganización del sector bancario y aceleración del proceso de privatización.
Conviene no olvidar que Turquía pasará a formar parte del área Mediterránea de libre comercio en el 2010. Europa y el Mediterráneo quedarán estrechamente vinculados en un gran mercado. Esta zona de libre comercio -que por peso y dimensiones se encontrará entre las más grandes del mundo- permitirá un incremento notable del diálogo comercial y un aumento de los flujos de inversión entre los Estados miembro. Según muchos analistas internacionales, este será un año de crecimiento, aún con la incógnita del mercado de los títulos de deuda, donde las primas por riesgo continúan subiendo, seguidas de cerca por los títulos bancarios. Pero de nuevo, a pesar de los riesgos, los títulos de acciones turcos se adornan como títulos de compra, o títulos que vale la pena comprar, como por ejemplo Is bank, Garanti bank, Halkbank, Vakifbank y Akbank. Todos ellos indicados por sus perspectivas de expansión, fuerte crecimiento de volumen y cotización al descuento. Todas las acciones del sector bancario confirman unas perspectivas de un claro crecimiento.
Conclusiones

A pesar de que muchos otros analistas invitan a la prudencia, por motivos ya citados, casi todos se declaran de acuerdo con invertir parte de su cartera en el mercado accionarial turco. Es un hecho que las crisis institucionales son siempre posibles y que la situación interna del país nunca ha sido del todo estable, pero también es verdad que las perspectivas de crecimiento resultan muy estimulantes y que la ocasión de invertir en un mercado con esta posible tendencia de desarrollo es muy atractiva.

domingo, enero 20, 2008

Se profundiza la brecha digital en la Argentina


Una computadora cada 51 alumnos. Ese es el promedio que se registra en los establecimientos educativos de la Argentina hasta 2005, según datos publicados en un reciente documento del Ministerio de Educación.

Mientras en las zonas urbanas, el 75,7% (17.265) de las escuelas públicas y privadas tiene, por lo menos, una computadora, en las zonas rurales la cifra se reduce a casi la mitad, dejando a casi el 60% de los establecimientos educativos rurales sin equipamiento informático.

La heterogeneidad de los resultados también se advierte dentro del propio ámbito urbano: en los colegios privados, el promedio es de 26 alumnos por computadora; en las escuelas públicas, el número asciende a 80. La brecha se intensifica en el nivel primario, donde los establecimientos públicos tienen, en promedio, 121 alumnos por computadora, mientras que en los privados ese número se reduce a 38. En el secundario, en tanto, el promedio en las aulas públicas es de 36 y en las privadas, de 14.

El contraste entre sectores se explica, según el informe, porque los colegios privados cuentan con mayores recursos informáticos. En las zonas rurales, en cambio, la dotación de equipamiento se desarrolló principalmente en los establecimientos de mayor tamaño, y persiste "una parte significativa de escuelas muy pequeñas, con organización multigrado, que carecen todavía de equipo informático".

Pero las cifras son más alarmantes si se considera que dentro el universo de los establecimientos educativos que poseen computadoras sólo el 37% (8529) dispone de conexión a Internet. Y considerando la totalidad de las escuelas, sólo el 23% tiene conectividad.

Particularmente en las zonas urbanas, un tercio de los establecimientos dispone de conexión a Internet, pero el número asciende al 50% (8632) si se toman sólo los colegios que cuentan con computadoras. En las zonas rurales, en cambio, sólo el 3,7% de las escuelas está conectado, lo que se transforma en menos de una décima parte si se calcula sólo entre los 5787 colegios que tienen por lo menos una computadora.

Las diferencias entre los colegios privados y públicos de zonas urbanas también son sustanciales: mientras que en los primeros uno de cada dos tiene conectividad, en los segundos el número desciende a uno de cada cuatro.

Según los especialistas en educación consultados por LA NACION, el acceso a Internet es fundamental para que las nuevas tecnologías, como las computadoras, se integren a los procesos de aprendizaje.

Estar conectados

"A estas alturas, tener computadoras sin conexión no sirve demasiado, ya que una de las potencialidades que ellas brindan es la conectividad, que permite vincularse con otros y lograr una diferencia cualitativa. Es esto lo que tiene impacto en el proceso educativo", explica a LA NACION la consultora para el área de proyectos TIC y Educación de la sede regional del Instituto Internacional de Planeamiento Educativo (IIPE), de la Unesco, Valeria Kelly. "La gran posibilidad de Internet es la colaboración en el aprendizaje, entendiendo que el conocimiento se construye con otros. Como fuente de información, es una especie de biblioteca, pero con un acceso más rápido. Esta dinámica es innovadora para la escuela", continúa.

Con ella coincide la profesora titular de tecnología educativa de la UBA, Edith Litwin: "El problema no es tanto la cantidad de alumnos por computadora, sino la conectividad, que es lo que permite que el docente se conecte, baje información actualizada y transforme la explicación en el salón de clase. La pregunta sustantiva es cómo se resuelve la conexión".

Eso es lo que se preguntan en algunas escuelas de Salta. El colegio primario Joaquín Durand, en San Ignacio, tiene 14 computadoras para 2000 alumnos, repartidos en tres turnos. Pero ninguna cuenta con Internet. "No tenemos los recursos económicos para pagar ese servicio", dice a LA NACION la ex vicerrectora de esa institución Marta Fernández.

Los 1200 alumnos de la escuela Mariano Cabezón, en cambio, directamente no disponen de computadoras. Sólo hay dos, sin conectividad, que se emplean para trabajos administrativos. "Estamos gestionando con Buenos Aires la provisión de equipos", señala a LA NACION la ex vicedirectora del colegio Angélica Gómez de Zerda.

Estos datos reafirman la opinión de Litwin, quien sostiene que hablar de promedios en la Argentina es muy difícil, porque las diferencias son muy fuertes según se mire hacia el norte o hacia el centro del país. "En algunos lugares hay mucho y en otros no hay nada. Lo que queda claro es que hay una profunda heterogeneidad", dice.

Para el coordinador del posgrado en educación y nuevas tecnologías de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Fabio Tarasow, debe destacarse que las empresas de comunicaciones son, en parte, responsables de facilitar la conectividad de las escuelas. "Para ellas no es un gasto grande y abre puertas increíbles en pequeñas comunidades. En la ciudad no nos damos cuenta lo importante que es el acceso a Internet", recalca.

Según informó a LA NACION el Ministerio de Educación, la Campaña Nacional de Alfabetización Digital distribuyó, entre el 2005 y el 2007, 100.000 equipos informáticos en 10.400 establecimientos educativos, abarcando la totalidad de las escuelas técnicas y de nivel medio del país, y los 682 Institutos de Formación Docente (IFD). De estos últimos, 247 tienen conectividad. Además, aseguraron que 2500 escuelas que integran el Programa Integral para la Igualdad Educativa (PIIE) recibieron computadoras, en tanto que 12.000 escuelas rurales recibirán equipamiento a partir de este ano con el Programa de Mejoramiento de la Educación Rural.

Pero Kelly observa que, si bien contar con recursos informáticos es importante, no se trata de equipar aulas con computadoras, sino de investigar en qué medida esas tecnologías facilitan el proceso educativo: "No tiene sentido equipar las escuelas si no hay una línea de trabajo con los docentes para que medien entre las tecnologías y los alumnos".

Con la capacitación docente concuerdan todos los especialistas consultados. "Debe disociarse la idea de que con más computadoras mejora la calidad. Es el docente el que, con una o con 15, enseña el buen uso: poder utilizarla para amplificar nuestras capacidades cognitivas y superarnos. Allí, el trabajo del docente es fundamental", opina Tarasow, Y advierte que en la distribución de computadoras falta planificación. "Regalar computadoras sin pensar en el mantenimiento no sirve. La informática debe estar acompañada de soporte humano y técnico", dice.

Por Nathalie Kantt

Se profundiza la brecha digital en la Argentina


Una computadora cada 51 alumnos. Ese es el promedio que se registra en los establecimientos educativos de la Argentina hasta 2005, según datos publicados en un reciente documento del Ministerio de Educación.

Mientras en las zonas urbanas, el 75,7% (17.265) de las escuelas públicas y privadas tiene, por lo menos, una computadora, en las zonas rurales la cifra se reduce a casi la mitad, dejando a casi el 60% de los establecimientos educativos rurales sin equipamiento informático.

La heterogeneidad de los resultados también se advierte dentro del propio ámbito urbano: en los colegios privados, el promedio es de 26 alumnos por computadora; en las escuelas públicas, el número asciende a 80. La brecha se intensifica en el nivel primario, donde los establecimientos públicos tienen, en promedio, 121 alumnos por computadora, mientras que en los privados ese número se reduce a 38. En el secundario, en tanto, el promedio en las aulas públicas es de 36 y en las privadas, de 14.

El contraste entre sectores se explica, según el informe, porque los colegios privados cuentan con mayores recursos informáticos. En las zonas rurales, en cambio, la dotación de equipamiento se desarrolló principalmente en los establecimientos de mayor tamaño, y persiste "una parte significativa de escuelas muy pequeñas, con organización multigrado, que carecen todavía de equipo informático".

Pero las cifras son más alarmantes si se considera que dentro el universo de los establecimientos educativos que poseen computadoras sólo el 37% (8529) dispone de conexión a Internet. Y considerando la totalidad de las escuelas, sólo el 23% tiene conectividad.

Particularmente en las zonas urbanas, un tercio de los establecimientos dispone de conexión a Internet, pero el número asciende al 50% (8632) si se toman sólo los colegios que cuentan con computadoras. En las zonas rurales, en cambio, sólo el 3,7% de las escuelas está conectado, lo que se transforma en menos de una décima parte si se calcula sólo entre los 5787 colegios que tienen por lo menos una computadora.

Las diferencias entre los colegios privados y públicos de zonas urbanas también son sustanciales: mientras que en los primeros uno de cada dos tiene conectividad, en los segundos el número desciende a uno de cada cuatro.

Según los especialistas en educación consultados por LA NACION, el acceso a Internet es fundamental para que las nuevas tecnologías, como las computadoras, se integren a los procesos de aprendizaje.

Estar conectados

"A estas alturas, tener computadoras sin conexión no sirve demasiado, ya que una de las potencialidades que ellas brindan es la conectividad, que permite vincularse con otros y lograr una diferencia cualitativa. Es esto lo que tiene impacto en el proceso educativo", explica a LA NACION la consultora para el área de proyectos TIC y Educación de la sede regional del Instituto Internacional de Planeamiento Educativo (IIPE), de la Unesco, Valeria Kelly. "La gran posibilidad de Internet es la colaboración en el aprendizaje, entendiendo que el conocimiento se construye con otros. Como fuente de información, es una especie de biblioteca, pero con un acceso más rápido. Esta dinámica es innovadora para la escuela", continúa.

Con ella coincide la profesora titular de tecnología educativa de la UBA, Edith Litwin: "El problema no es tanto la cantidad de alumnos por computadora, sino la conectividad, que es lo que permite que el docente se conecte, baje información actualizada y transforme la explicación en el salón de clase. La pregunta sustantiva es cómo se resuelve la conexión".

Eso es lo que se preguntan en algunas escuelas de Salta. El colegio primario Joaquín Durand, en San Ignacio, tiene 14 computadoras para 2000 alumnos, repartidos en tres turnos. Pero ninguna cuenta con Internet. "No tenemos los recursos económicos para pagar ese servicio", dice a LA NACION la ex vicerrectora de esa institución Marta Fernández.

Los 1200 alumnos de la escuela Mariano Cabezón, en cambio, directamente no disponen de computadoras. Sólo hay dos, sin conectividad, que se emplean para trabajos administrativos. "Estamos gestionando con Buenos Aires la provisión de equipos", señala a LA NACION la ex vicedirectora del colegio Angélica Gómez de Zerda.

Estos datos reafirman la opinión de Litwin, quien sostiene que hablar de promedios en la Argentina es muy difícil, porque las diferencias son muy fuertes según se mire hacia el norte o hacia el centro del país. "En algunos lugares hay mucho y en otros no hay nada. Lo que queda claro es que hay una profunda heterogeneidad", dice.

Para el coordinador del posgrado en educación y nuevas tecnologías de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Fabio Tarasow, debe destacarse que las empresas de comunicaciones son, en parte, responsables de facilitar la conectividad de las escuelas. "Para ellas no es un gasto grande y abre puertas increíbles en pequeñas comunidades. En la ciudad no nos damos cuenta lo importante que es el acceso a Internet", recalca.

Según informó a LA NACION el Ministerio de Educación, la Campaña Nacional de Alfabetización Digital distribuyó, entre el 2005 y el 2007, 100.000 equipos informáticos en 10.400 establecimientos educativos, abarcando la totalidad de las escuelas técnicas y de nivel medio del país, y los 682 Institutos de Formación Docente (IFD). De estos últimos, 247 tienen conectividad. Además, aseguraron que 2500 escuelas que integran el Programa Integral para la Igualdad Educativa (PIIE) recibieron computadoras, en tanto que 12.000 escuelas rurales recibirán equipamiento a partir de este ano con el Programa de Mejoramiento de la Educación Rural.

Pero Kelly observa que, si bien contar con recursos informáticos es importante, no se trata de equipar aulas con computadoras, sino de investigar en qué medida esas tecnologías facilitan el proceso educativo: "No tiene sentido equipar las escuelas si no hay una línea de trabajo con los docentes para que medien entre las tecnologías y los alumnos".

Con la capacitación docente concuerdan todos los especialistas consultados. "Debe disociarse la idea de que con más computadoras mejora la calidad. Es el docente el que, con una o con 15, enseña el buen uso: poder utilizarla para amplificar nuestras capacidades cognitivas y superarnos. Allí, el trabajo del docente es fundamental", opina Tarasow, Y advierte que en la distribución de computadoras falta planificación. "Regalar computadoras sin pensar en el mantenimiento no sirve. La informática debe estar acompañada de soporte humano y técnico", dice.

Por Nathalie Kantt