martes, diciembre 11, 2007

Omán: una economía impulsada por el crecimiento del sector de los hidrocarburos

Después de haber sufrido en los últimos años un importante descenso en la producción de petróleo, el Sultanato de Omán ha puesto en marcha una política de diversificación de la economía nacional. A partir de la entrada del país en la OMC en 2000, se ha establecido una serie de reformas legislativas destinadas a la liberalización del mercado con la entrada de gran cantidad de capitales extranjeros, sobre todo en el sector turístico. Sin embargo, la producción y exportación de gas natural, especialmente en forma de GNL (gas natural licuado), sigue representando el mayor punto fuerte del sultanato. Con la aplicación del “Seventh Five-Year Development Plan (2006-2010)”, Omán pretende ahora consolidar su realidad económica, aumentando su volumen de negocios, mediante el incremento de la exportación de gas natural y abriéndose a nuevas entradas de capitales extranjeros.


Análisis de los principales indicadores macroeconómicos

Los principales indicadores económicos de Omán muestran un panorama financiero sólido, a pesar de presentar algún que otro punto débil. Según datos del gobierno, el PIB per cápita alcanzó los 13.845 dólares en 2006, mientras que la tasa de crecimiento real del mismo llegó en ese año al 5,9%. Se trata de un progreso notable si se compara con el 2,6% que registró en 2002. Con un saldo comercial claramente positivo de 12.900 millones de dólares, la importación y la exportación también han ganado terreno. El volumen de las exportaciones ha pasado de los 11.600 millones de dólares de 2003 a los 23.100 millones de 2006.

A lo largo de los años, el crecimiento ha sido determinado en su mayor parte por la venta de barriles de petróleo. Una dependencia que ha ido disminuyendo gracias a las nuevas políticas gubernamentales decididamente encaminadas a desligar al país de los designios del mercado del crudo. Si se observan las cifras proporcionadas por el Banco Central de Omán, se ve cómo se ha reducido significativamente la producción de petróleo. Desde 2001, cuando el número de barriles era de unos 349 millones de unidades, la extracción de oro negro ha sufrido un descenso continuado que la ha hecho llegar a los 282 millones de barriles de 2005, lo que supone una bajada del 20%. El último plan de desarrollo quinquenal no se ha olvidado del sector. El Gobierno ha destinado un mínimo de 10.000 millones de dólares para la financiación de proyectos de EOR (Enhanced Oil Recovery), que deberían garantizar un mayor aprovechamiento de los recursos petrolíferos.

Sin embargo, también hay datos que van en sentido contrario a la tendencia general, como la deuda externa y la inflación, ambas en constante aumento desde la puesta en marcha de las nuevas medidas liberales. La deuda externa sube sin parar: en 2003 era de 3.800 millones de dólares y tres años después ya rozaba los 4.500 millones, aunque las estimaciones indican que se alcanzará esta cifra para 2007. En cuanto a la inflación, se prevé que en 2007 esté alrededor del 4%, mientras que hace sólo cinco años estaba en el -0,3%.

A partir de 2000, la apertura al capital extranjero ha sido notable. La empresa extranjera goza de grandes ventajas en el sultanato, como una gran flexibilidad, posibilidad de repatriar beneficios y capitales, infraestructuras de vanguardia y zonas de libre intercambio. Además, el Gobierno ha permitido que empresas de otras nacionalidades pudieran invertir también en sectores clave como la energía, las telecomunicaciones, el tratamiento de las aguas y el desarrollo de los recursos humanos. Desde 2003, además, los extranjeros también pueden adquirir inmuebles en el país.

Sirva como ejemplo de ello la experiencia en el sector turístico. El Gobierno ha promovido la creación de joint ventures entre empresarios locales y foráneos, una colaboración que ha dado vida a numerosos complejos hoteleros y nuevos resorts turísticos. Se han planificado barrios, como “The Wave”, o incluso ciudades enteras como Al-Madina Al-Zarqa, que tienen como núcleo principal grandes hoteles de lujo con campos de golf y piscinas. Se han relanzado proyectos de gran envergadura como el Yitti Resort and Spa y el Shinas Toruism Resort, ambos en estrecha cooperación con Sama Dubai International Properties. 2006 ha supuesto un boom en el sector, con un aumento de los ingresos del 54%.
El desarrollo del sector de los hidrocarburos

De 2001 a 2005 la producción de gas natural ha estado sujeta a un incremento del 21,6% anual. En 2005, se extrajeron 917.746 millones de metros cúbicos, con una media de 2 millones y medio al día. Durante el mismo año, crecieron también las exportaciones relativas a ese sector.Esta evolución ha sido posible también gracias a la modernización de las infraestructuras. Siempre en 2005 se completó en Qalhat la construcción de la tercera planta de licuefacción de gas natural, que proporciona una producción anual de 3,5 toneladas. La operación se ha llevado a cabo a través de una joint venture compuesta en un 56% por el propio gobierno omaní y por la empresa india ONGC (Oil and Natural Gas Corporation Limited) y la española Unión Fenosa, que ha estipulado un contrato a veinte años para la gestión de un tercio de la producción. Otras empresas compradoras del gas omaní son Kogas (Corea del Sur), Daghol Power (India) y Osaka Gas (Japón). Precisamente con el fin de implementar el transporte por mar hacia Asia, Europa y EE.UU., el sultanato se ha dotado de dos imponentes barcos de transporte, de fabricación japonesa y coreana, a los que se ha bautizado como Ibra e Ibri.

La mayor parte del gas natural, más de un tercio, se destina al enorme complejo industrial de Sohar, pasado el estrecho de Hormuz, donde en mayo de 2004 se decidió la instalación de una “gas pressure reduction terminal”. Esta nueva estructura es necesaria para dar respuesta a la creciente demanda energética local, que hará que surjan nuevos complejos industriales además de la refinería ya existente. Los proyectos principales incluyen la creación de complejos para la producción de aluminio, fertilizantes (urea y amoníaco), propileno, formaldehído, acero y metanol. El coste total de las instalaciones debería ser aproximadamente de 13 mil millones de dólares.

Desde enero de 2004, Omán es también el principal suministrador para el Dolphin Energy Project, un gaseoducto que conecta Al Ain con el emirato de Fujairah. El conducto de 182 km aportará la energía necesaria para la planta desalinizadora de UWEC (Union Water & Electricity Company) que se encuentra en la costa del emirato. Se calcula que desde 2004 hasta hoy se hayan concedido más de 135 millones de metros cúbicos de gas. Siempre dentro del mismo proyecto, desde mayo de 2005, Omán es el primer suministrador de gas natural del pequeño emirato de Ras al Khaimah.

Las previsiones futuras indican que a finales de 2007 la producción de gas debería alcanzar unos 60 millones de metros cúbicos, cifra que se incrementaría en los años siguientes. Pero, a pesar de las excelentes tendencias, el sector ha mostrado algunas limitaciones, sobre todo en lo que respecta a la disponibilidad de los recursos. La creciente demanda y la imposibilidad de satisfacerla ha llevado al sultanato a un gap interno entre consumo y producción, hasta el punto de obligarlo a firmar un contrato de suministro con Qatar. Para poner remedio a esta situación, el gobierno de Mascate ha alcanzado un acuerdo con British Petroleum para la explotación de los yacimientos de Khazzam y Makarem. Para extraer los recursos que se encuentran en ellos, la compañía inglesa intervendrá con un programa a seis años en el que se prevé una inversión de 650 millones de dólares.
Conclusiones

Analizando las reformas llevadas a cabo por el sultán Qabus bin Sa'id as-Sa'id, que gobierna el país desde 1970, parece evidente la voluntad de hacer que la economía del país dependa menos de los recursos naturales. Sabedor de que el petróleo no es un bien ilimitado y que las reservas de gas son difíciles de gestionar, Omán mira con interés a las inversiones extranjeras y abre sus puertas al turismo, siguiendo la experiencia de la vecina Dubai. El futuro del sultanato dependerá de su capacidad para ampliar sus horizontes financieros, siguiendo también el ejemplo de los emiratos vecinos. El nuevo plan quinquenal de desarrollo 2006-2010, debatido y aprobado por el Consejo de Ministros el 25 de abril de 2005, va en esta dirección: la de potenciar nuevos sectores económicos y de implementar los ya presentes. Sus objetivos declarados son el desarrollo del sector pesquero, estimular las importaciones, subvencionar a las pequeñas y medianas empresas, desarrollar nuevas estructuras financieras y renovar los mecanismos jurídicos y organizativos de cara a atraer más capital extranjero.

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