jueves, septiembre 20, 2007

La marca “not made in China”, una ventaja para los fabricantes europeos


Compañías como Lego y Playmobil se diferenciaron del resto de la industria juguetera por no trasladar sus fábricas a China, lo que ahora parece haberse convertido en una ventaja competitiva.


Playmobil de Alemania hace tiempo promociona sus coloridos piratas, luchadores y animales de granja como juguetes que están por encima del promedio. Ahora puede agregar a su propuesta otro factor de venta: son hechos en Europa, no en China.

Lo mismo es aplicable a Lego, productor danés de ladrillos de juguete, y a Ravensburger, fabricante alemán de juegos y rompecabezas, si bien produce una pequeña cantidad de juguetes sin papel en fábricas chinas.

Mientras Mattel y la industria estadounidense de juguetes están tambaleándose por los retiros del mercado internacional de millones de juguetes “made in China”, la mayoría por exceso de pintura de plomo, algunos de los grandes productores europeos de juguetes se ven en la situación de ser los pocos que van en contra de la tendencia de la industria de producir en China.

“Si miramos hacia atrás, creemos que fue correcto tomar esa decisión”, afirmó Andrea Schauer, Directora de Geobra Brandstätter, que fabrica juguetes para Playmobil. “Para el nivel de calidad que necesitamos, no teníamos suficiente mano de obra para examinar las fábricas de China”, señaló.

Con los padres inquietos por la seguridad de los juguetes que utilizan sus niños, la etiqueta “not made in China” podría ser provechosa para estos productores europeos, sobre todo en el mercado doméstico.

Los analistas dicen que incluso en Estados Unidos se puede dar un modesta revitalización de los juguetes no fabricados en China, ya sean europeos o norteamericanos, siempre que los padres se tomen el trabajo de prestarle atención a las etiquetas durante la próxima navidad. El mayor inconveniente es que los consumidores opten por rechazar plenamente a los juguetes.

“Cuando los padres dicen: 'mi hijo quiere un auto de juguete', ¿realmente se fijan dónde fue fabricado? ¿O simplemente dirán: 'no voy a comprarlo?'”, preguntó Tim Conder, un analista de la industria del juguete de A. G. Edwards & Sons.

Aquellos que mantuvieron sus principales centros productivos en Europa tomaron esa decisión motivados por cuestiones económicas más que por preocupaciones de seguridad, aunque la dificultad de controlar la calidad en tan lejana región fue un factor influyente.

“Consideramos varias opciones”, señaló Iqbal Padda, Vicepresidente de la cadena de abastecimiento global de Lego, y remarcó que al principio era ampliamente aceptado que “tenía que hacerse en China”.

Schauer dijo que Playmobil enfrentó intensas presiones para trasladar la producción a China. Casi toda la industria lo estaba haciendo, y los bancos alemanes no querían prestar dinero a compañías que construyeran sus fábricas en casa.

No obstante, lo que descubrieron las empresas europeas fue que si bien el costo de la mano de obra china era mucho más barato (1,5 dólares por hora, mientras en Alemania el costo por hora es de 30 dólares), la distancia entre el país asiático y los grandes mercados de las compañías del viejo continente compensaban para los europeos la desventaja de costos.

Actualmente, Lego produce entre el 65% y el70% de sus ladrillos en una fábrica de alta tecnología en Billund, Dinamarca. Para ahorrar dinero, la compañía juguetera está desplazando su producción a dos plantas en Hungría, que pertenecen a Flextronics, un manufacturero electrónico singapurense. También se está estudiando montar una nueva planta en Juárez, México.

Además, menos del 3% de la producción de Lego proviene de China, y no hay planes para elevar ese porcentaje.

El fundador de Playmobil declaró en la página web de la empresa que “la calidad excepcional sólo puede ser alcanzada cuando la producción se lleva a cabo bajo la vigilancia de gente que ha desarrollado la conciencia de marca por largo tiempo y ha aprendido a elaborar la mejor calidad”.

Atenuando más su discurso, Schauer dijo que “no se puede confiar ciegamente en la manufactura alemana. Pero uno está tan cerca de la fábrica, que puedo subirme al auto y estar allí en veinte minutos”.

No hay comentarios.: