sábado, septiembre 15, 2007

Piratas, de La Salada a Kabul


A cien metros de la Casa Blanca, las corbatas cuestan cuatro dólares en los puestos callejeros. Pero se pueden comprar tres por 10 dólares. Y en el barrio chino de Nueva York, las carteras Louis Vuitton cuestan 40 dólares. Falsas, claro está, porque las originales rondan los 1500 dólares.

Y por Internet, quien vive en esta capital puede comprar cocaína, copias de perfumes o hasta un arma de fuego. El mercado negro también abarca música pirateada, zapatillas falsificadas, libros sin copyright , pero, por lo que se sabe hasta ahora, no se puede comprar armas nucleares. Para eso hay que buscar intermediarios, que los hay, como también hay interesados, como los hay en Buenos Aires para las copias de DVD, o en Tokio, por las especies protegidas de animales.

El crimen organizado internacional, que de eso se trata, movilizó más de dos billones de dólares en 2006 y se ha transformado en una industria que debilita el sistema democrático mundial y fomenta la distribución desigual de la riqueza, según un estudio de la Federación Mundial de Asociaciones de las Naciones Unidas (Wfuna, por sus siglas en inglés).

La cifra resulta casi inabarcable. Tres ejemplos: equivale a dos veces el presupuesto militar anual del planeta, o nueve veces al producto bruto interno (PBI) nominal argentino, o a todo el PBI de América del Sur, sumado.

Sin embargo, y a pesar del trabajo de organismos internacionales como Interpol o la ONU, el crimen organizado "continúa creciendo y no ha salido a la superficie en la agenda mundial del mismo modo en que lo han hecho la pobreza, el agua o el desarrollo sustentable", alertó el informe titulado Estado del futuro , que publicó esta semana el Proyecto del Milenio de la Wfuna.

El documento, apoyado en diversas fuentes como el Banco Mundial, expone que las principales fuentes de ingresos del crimen organizado provienen del lavado de dinero, el contrabando y la piratería (520.000 millones de dólares) y el tráfico de drogas (320.000 millones de dólares), de personas (44.000 millones de dólares) y de armas (10.000 millones de dólares).

Esas divisas terminan en las manos de redes privadas, de Estados -Corea del Norte es señalado por absorber hasta 1000 millones de dólares cada año de este modo-, y de funcionarios públicos, que cobran coimas a cambio de facilitar la operatoria ilícita.

El Banco Mundial, afirma el reporte, estima que más de un billón de dólares se destina al pago de sobornos cada año, de los que entre 20.000 y 40.000 millones de dólares son para funcionarios de países en vías de desarrollo, pero otros 60.000 a 80.000 millones de dólares quedan en sus pares del mundo desarrollado.

El informe alerta también que el crimen organizado debe ser considerado uno de los problemas internacionales más serios que deberán ser resueltos durante los próximos 10 años, al igual que el calentamiento terrestre o el terrorismo.

"Es un asunto global y debe ser enfrentado globalmente", dijo el jefe del Proyecto del Milenio, Jerome Glenn, también uno de los autores del reporte. "Sudáfrica tiene a la mafia rusa infiltrándose. Tenemos a los chinos metiéndose en Rusia", ejemplificó.

El primer paso, sin embargo, será reconocer al crimen organizado como una amenaza mundial. "Es ahora lo que el cambio climático fue hace cinco años", según el director de la revista Foreign Policy , Moisés Naim.

"El tema climático, entonces, no era importante para la gente y ahora es visto como crucial. Se trata de concientizar primero", razonó.

Naim fue uno de los 350 expertos consultados para el informe, pero también es autor del libro Ilícito. Cómo traficantes, contrabandistas y piratas están cambiando el mundo , en el que se centró en los volúmenes movilizados y cómo afecta a cada país. "Montar un negocio en Afganistán o en Bolivia no sería muy lucrativo. Tienen mala infraestructura, están mal conectados y muestran todo tipo de limitaciones para los negocios. Pero todos los días exportan toneladas de heroína y cocaína", dice.

"En 24 horas, la droga estará en Buenos Aires, Miami, París o Nueva York. ¿Cómo es posible sin el involucramiento de autoridades alrededor del mundo? Lo mismo pasa con carteras, remedios o lo que tenga valor", desafía.

Sólo el tráfico ilegal de mercaderías reportaría ingresos anuales por más de 37.500 millones de dólares, según otro ente citado en el informe. HavocScope.com, que estima que el mercado negro en la Argentina asciende a unos US$ 707 millones. Esas cifras palidecen ante los mercados desarrollados, como Estados Unidos (290.000 millones de dólares), Asia (191.320 millones de dólares) o la Unión Europea (94.200 millones de dólares), y ante la capacidad de influencia que adquieren. "¿Qué pasa si el crimen organizado decide, en vez de comprar cocaína o heroína, comenzar a comprar y vender decisiones gubernamentales? -planteó Glenn-. Es una amenaza para la democracia."

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