martes, mayo 22, 2007

Sarkozy, bajo fuego por sus vínculos con la prensa


Crece la inquietud por un caso de censura

PARIS.- En momentos en que comienza la campaña para las cruciales elecciones legislativas de junio, la censura de un artículo desfavorable al nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, y las presiones que ejerció sobre la prensa en el pasado están causando creciente preocupación en Francia.

Los periodistas del semanario Le Journal du Dimanche, que debía publicar un artículo sobre la supuesta jornada agitada de la pareja Sarkozy que terminó con la abstención de la mujer del presidente en la segunda vuelta electoral, denunciaron ayer la "injerencia" de su propietario para evitar que la información saliera a la calle. Afirmaron que el artículo no se publicó por orden del director "tras una intervención del propietario, que él niega".

La preocupación crece en las redacciones -y en los círculos políticos- en momentos en que el premier François Fillon se prepara para dar el puntapié inicial en la campaña por las elecciones legislativas del 10 y 17 de junio próximo.

Según las últimas encuestas, el partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP) se impondría y preservaría su mayoría absoluta en el Parlamento francés con entre 317 y 381 diputados, contra 151 a 200 para el Partido Socialista.

La noticia que el presidente hubiese preferido que quedara en secreto fue finalmente publicada una semana después del ballottage del 6 de este mes por un sitio de Internet y desató una fuerte polémica en las redacciones, que ven con preocupación las amistades de Sarkozy con poderosos magnates franceses propietarios de grupos de prensa.

La semana pasada, los mismos periodistas de Le Journal du Dimanche enviaron un correo al propietario de la publicación, Arnaud Lagardère, que se presentó hace un tiempo como "un hermano" de Sarkozy, para denunciar "una censura inaceptable".

"Usted intervino el sábado [12 de mayo, la víspera de la publicación del artículo] ante la dirección de la redacción para que no sea publicado. Estimamos que se trata de una censura inaceptable, contraria a la libertad de la prensa. (...) Sus relaciones privilegiadas con Nicolas Sarkozy no nos obligarán a renunciar nuevamente a las exigencias de nuestra profesión", escribieron.

Lagardère, presente en la industria del armamento (EADS) y el mercado editorial (Hachette), tiene importantes participaciones tanto en la prensa francesa como en la internacional, a través de Hachette Filipacchi Media, con 260 títulos en 41 países.

Además de Le Journal du Dimanche , en Francia Lagardère es accionista -minoritario- del diario Le Monde y controla las revistas Elle y Paris Match. Hace un año, Alain Genestar, director de esta última publicación, fue despedido por haber publicado en tapa una foto de Cecilia Sarkozy con el publicista Richard Attias en Nueva York, lo que pareció confirmar los rumores sobre los problemas conyugales del entonces ministro del Interior.

Amistades influyentes

La preocupación en las redacciones francesas es generalizada. Sarkozy cultiva amistades entre los hombres más poderosos del país. Lagardère no es el único.

El presidente cuenta entre sus amistades a Serge Dassault, presente en la industria del armamento y propietario de Le Figaro; a Alain Minc, presidente del Consejo de Vigilancia de Le Monde y que incluso estuvo en la ceremonia de investidura; a Martin Bouygues, testigo de su casamiento, propietario del tercer operador de telefonía móvil del país y accionista principal del primer canal de televisión abierta TF1; a Vincent Bolloré, el magnate que lo invitó a su yate, dueño de un diario gratuito y de un canal de cable, y a Bernard Arnault, dueño del diario económico La Tribune.

El día después de su triunfo electoral, el sindicato de periodistas SNJ-CGT expresó su preocupación y recordó que el presidente "se jacta de sus amistades con los barones de la prensa", "impuso periodistas" y "amenazó a las redacciones".

Las tormentosas relaciones de Sarkozy con la prensa son conocidas. Un día estalló en cólera, según relatan los sindicatos, porque al presentarse al canal de televisión público France 3 para participar en un programa el director no lo fue a recibir y tuvo que esperar su turno para el maquillaje.

Incluso Plantu, el dibujante editorialista más reconocido del país, del periódico Le Monde , recibió "invitaciones" del entonces candidato oficialista para "disipar el malentendido" luego de que lo representara en una caricatura de la misma manera que al líder del Frente Nacional, Jean Marie Le Pen.

Por Patricio Arana
Para LA NACION

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