martes, noviembre 20, 2007

Wall Street (y en especial Citigroup) se prepara para un complicado Día de Acción de Gracias

Será una semana financiera breve en USA porque llega el Día de Acción de Gracias, la fiesta más tradicional en el país del Norte. Pero será un aniversario caracterizado por un temor creciente al impacto de la crisis hipotecaria.

Los temores crediticios y el impacto de la crisis de las 'hipotecas basura' atenazan al inversor estadounidense. Morgan Stanley redujo la calificación de Citigroup ante los evidentes riesgos de que anuncie nuevas provisiones -de hasta US$ 15.000 millones- ha dejado muy tocada la moral de un Wall Street que no logra levantar cabeza.

La provisión récord que podría hacer el banco estadounidense Nº1 para afrontar las pérdidas sufridas por la crisis de hipotecas de alto riesgo asusta a cualquiera. Aunque los analistas esperaban una semana tranquila con 2 días de cierre por vacaciones (el jueves se celebra la festividad del Día de Acción de Gracias y el viernes los estadounidenses anticipan el fin de semana), la tendencia es bien diferente.

En New York nadie sabe hasta dónde llegarán las consecuencias derivadas de la crisis, pero es evidente que impactará en la economía y en el sector empresarial será mucho mayor de lo que se pensaba hasta ahora.

Morgan Stanley lo confirmó al bajar su recomendación sobre Citigroup aconsejando vender sus papeles porque la situación anda mal en el banco.

También Goldman Sachs aconsejó deshacerse de tenencias de Citigroup.

También Bear Stearns y Wachovia son firmes candidatas a anunciar nuevas provisiones. Y Merrill Lynch.

En el sector tecnológico, las expectativas de que la demanda de productos informáticos se ralentice durante 2008 no han tardado en hacer mella en la moral compradora de los inversores.

La inestabilidad importada desde el mercado de petróleo es otra de las preocupaciones perennes de Wall Street. Muchos analistas ya hablan de la posibilidad de que el barril rebase la barrera de los US$ 100 antes de que finalice el año y esa posibilidad alienta a los especuladores a tomar posiciones y acerca un poco más al crudo a esa estratosférica cota.

Además, la llegada del invierno a USA, principal consumidor del mundo de este combustible, no facilita las cosas.

La incertidumbre que reina en Wall Street por saber cuál es el verdadero impacto de la crisis hipotecaria crece por momentos.

Cada día aparecen razones nuevas para pensar que los daños ocasionados por las ‘subprime’ son mucho más cuantiosos de lo que se pueda pensar.

Fuera del sector financiero minoristas acaparan la atención de los mercados. Las primeras son noticias porque se acerca su gran día; el denominado 'viernes negro' con el que arrancan las compras navideñas en USA. El próximo 23 de noviembre las tiendas abrirán sus puertas a las 04:00 AM para que los primeros compradores adquieran sus productos con una rebaja de hasta el 5% en el precio.

Las rebajas que los comerciantes aplicarán durante unas horas a sus productos se guardan en el más estricto secreto para no dar ningún tipo de ventaja a sus competidores. La ropa y los productos tecnológicos serán las estrellas del día. Empresas como Wal Mart, Costco o Target esperan ansiosas a que llegue el viernes. No obstante, pese a la gran expectativa que reina en el mercado ninguna de ellas se libra de las pérdidas.

En tanto, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, señaló que la previsión de crecimiento global sigue siendo "esperanzadora", a pesar de que los incrementos de los precios de crudo constituyen un riesgo sobre la inflación.

Durante una conferencia pronunciada en el marco de la reunión de bancos centrales en Sudáfrica, Trichet se mostró moderadamente optimista con respecto a la evolución de la economía de la eurozona

"El crecimiento global sigue evolucionando a un ritmo alentador", subrayó el presidente del BCE, quien agregó que existen riesgos derivados de las presiones inflacionistas por el aumento del precio de crudo y alimentos.

El presidente del BCE señaló que los bancos centrales deberían prevenir estos incrementos de los precios porque podrían conducir a aumentos en otras rúbricas, además de las presiones ejercidas por el mercado laboral y el incremento de los costes salariales, lo que causaría "una espiral de inflación ascendente".

Por ello los bancos centrales tienen la obligación de proporcionar estabilidad de precios, anclar las expectativas de inflación y asegurar que los mercados funcionan correctamente, especialmente en tiempos de turbulencias financieras, remarcó.

Trichet hizo constar que las economías emergentes han seguido funcionando bien a pesar de las recientes turbulencias financieras y aparentemente, "han resultado muy sólidas y muy resistentes en un periodo en el que existe una corrección de mercado en el mundo industrializado", destacó. Las turbulencias financieras, según explicó Trichet, "piden permanecer en alerta y no caer en la complacencia", señaló.

El presidente del BCE señaló además que los bancos centrales están en este momento discutiendo sobre las turbulencias en los mercados de divisas, aunque no se refirió expresamente a monedas o países concretos.

En los últimos meses, el euro ha iniciado una escalada frente al dólar que le ha llevado a marcar varios máximos históricos consecutivos, y por otro lado, el billete verde también ha perdido terreno frente al yen, la libra y otras numerosas divisas debido a la ralentización estadounidense causada por el enfriamiento del mercado de la vivienda y el desplome del sector hipotecario 'subprime'.

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