Ayman al-Zawahiri, desacreditado por su propio mentor, Sabed Imam
Los cimientos ideológicos de la red terrorista Al Qaeda sufrieron una dura sacudida esta semana. Su principal facción interna llamó a renunciar al uso de la violencia en el mundo islámico por considerarla ajena a la tradición musulmana.
El grupo Al-Jihad, en parte responsable del asesinato en 1981 del entonces presidente egipcio Anwar Sadat y que también alberga algunas de las células más violentas de Al Qaeda, comenzó a divulgar una "revisión de sus posiciones" que es publicada en dos diarios en árabe.
La principal facción de Al Qaeda --liderada por el número dos de la red, Ayman al-Zawahiri-- alteró su comportamiento habitual al publicar esta serie de críticas a los justificativos religiosos tradicionales para urgir a sus seguidores a tomar las armas contra autocracias y potencias extranjeras.
En el nuevo documento, el fundador y principal ideólogo de Al-Jihad, Sabed Imam, renunció a la violencia y llamó a desactivar todas las operaciones armadas tanto en Egipto como en otros países musulmanes.
Imam, maestro e íntimo amigo de Al-Zawahiri, está actualmente detenido en una prisión egipcia de máxima seguridad.
Los analistas consideran que la importancia de la iniciativa de Imam --que no está dirigida a los egipcios, árabes o musulmanes, sino específicamente a Al Qaeda-- se deriva del peso propio e influencia de su autor.
"Este es un paso muy significativo. Está dirigido al mundo exterior, pero también, más explícitamente, a los líderes de Al-Jihad y Al Qaeda. El autor de esta revisión de posiciones es Sabed Imamal-Sharief, cuyos anteriores escritos fueron referencia para todos los miembros de Al-Jihad", afirmó Diaa Rashwan, experto en grupos islámicos del Centro Al-Ahram de Estudios Estratégicos, con sede en El Cairo.
Imam fue el primer Amir (líder) de Al-Jihad en 1968 y también el primer jefe de una célula terrorista islamista que decidió apuntar sus las armas contra otros musulmanes.
Asimismo, escribió el libro de referencia que utiliza Al Qaeda para justificar sus operaciones y captar reclutas con argumentación religiosa.
Al-Jihad fue responsable de una de las más sangrientas campañas contra el régimen autoritario del presidente egipcio Hosni Mubarak en los años 80 y 90, que atrajo a cientos de jóvenes reclutas y costó docenas de vidas.
Los escritos de Imam también constituyeron durante décadas la columna vertebral de los argumentos filosóficos esgrimidos por diversas organizaciones armadas para justificar sus ataques.
Sin embargo, Imam dice ahora en su autocrítica que "estuvo terriblemente equivocado desde un punto de vista islámico" al permitir "el asesinato basado sobre la nacionalidad, la doctrina religiosa y el color de la piel o el cabello".
Esos métodos, agrega, corresponden a "revolucionarios seculares, no al Islam". En esta fe, "no existe la noción de que el fin justifica los medios, aunque el objetivo sea noble y legítimo. Para venerar a Dios los musulmanes también deben usar herramientas legítimas", escribió.
Imam afirmó que quienes toman como blanco a civiles inocentes no actúan de acuerdo con la Sharia (ley islámica). "Colocan sus propios deseos y su voluntad por sobre la de Alá", manifestó.
Según las reglas islámicas de la guerra, si un musulmán no tiene certeza sobre la verdadera naturaleza del enemigo "tiene la obligación de no tomar las armas contra él" por temor a hacer daño a personas inocentes, destacó.
La autocrítica reclama que no se tome más como blanco "a ningún civil" ni a "turistas de cualquier raza".
Al-Jihad y grupos desprendidos de la organización atacaron a policías locales, militares, turistas extranjeros y otros musulmanes que no coincidían con sus ideas.
Imam atribuyó su autocrítica a la observación de "violaciones" a esas reglas a manos de miembros de Al-Jihad en su lucha de décadas contra las autoridades, durante las que hubo excesivo derramamiento de sangre, asesinatos al azar y acciones que tomaron a los civiles como blanco.
Al-Jihad ha sido tradicionalmente la organización islamista más radicalizada. En los últimos diez años se negó a renunciar a la violencia, paso que sí fue dado por Al Gama'a Al Islamiya, el otro grupo islamista importante de Egipto.
Este cambio es un duro golpe para Al Qaeda. El número dos de esta red terrorista, Al-Zawahiri, lideró a Al-Jihad desde Afganistán luego de que Imam --su maestro-- fuera arrestado en Egipto.
Se espera que Al-Zawahiri se pronuncie duramente contra el pronunciamiento de Imam, conocido como "la iniciativa no violenta".
La autocrítica de Imam, publicada simultáneamente en un diario de Egipto y otro de Kuwait, seguramente generará un gran debate sobre los métodos violentos y la naturaleza de la jihad (guerra santa) entre académicos, religiosos y activistas del mundo musulmán.
Un miembro de Al Gama'a Al Islamiya, Essam Derbala, dijo que la autocrítica es una buena noticia para todos los grupos islámicos, especialmente para aquéllos que tomaron las armas en el pasado.
Los ayudará "a trabajar pacíficamente para fortalecer a sus sociedades" en contra de lo que calificó como "intentos occidentales para disolver a la nación islámica", agregó.
También les será útil para enfrentarse con "el estado de ocupación", concluyó, en referencia a la presencia de Estados Unidos en Iraq y la de Israel de territorios árabes.
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