En Uruguay se realizó una investigación deportiva para conocer las características físicas de los futbolistas.
Por Gustavo Laborde
El fútbol es un arte, pero también una ciencia. Así lo cree el doctor uruguayo Edgardo Rienzi, quien realizó una investigación deportóloga durante la Copa América Uruguay 95. Sus "conejillos de indias" fueron jugadores de la talla de Gabriel Batistuta, Carlos Valderrama, Enzo Francescoli, Roberto Carlos, Faustino Asprilla y Marco Antonio Etcheverry.
El estudio que dirigió el doctor Rienzi es el primero en su género y ofrece datos científicos que ayudan a elegir un talento deportivo.
La principal conclusión a la que llega la investigación es que en el fútbol hay una estrecha vinculación entre la conformación física del jugador y el puesto en el que se desempeña. Esto se determinó en función de dos categorías de análisis: la morfológica y la de prestación física. Los índices de la primera categoría se obtuvieron a través de 45 mediciones antropométricas realizadas a 110 de los 220 jugadores que participaron en el torneo. A 22 jugadores de Uruguay, 22 de Argentina, 14 de Colombia, 20 de Bolivia, 10 de Paraguay y 22 de Ecuador les fueron medidos, entre otros atributos, el contenido graso de sus pliegues cutáneos, el diámetro óseo y el perímetro muscular, a fin de determinar sus proporciones corporales. El estudio sobre la prestación física se hizo a través de la filmación del futbolista durante todo el partido. Esa cinta luego se sometió a un análisis en el que se discriminaron las distintas actividades desempeñadas por el deportista.
Según este estudio, los futbolistas más trabajadores son los que se desempeñan en los puestos centrales de la cancha. El promedio de distancia recorrida por un jugador durante todo el partido es de 8 kilómetros 800 metros. Pero un centrocampista -que en el fútbol sudamericano cumple la función de enlace entre la defensa y el ataque- alcanza fácilmente a los 10 kilómetros. Los que actúan en este puesto no se caracterizan por los piques veloces, pero son los de mayor despliegue aeróbico, ya que están casi permanentemente en movimiento. Estos individuos, físicamente, tienen una conformación bastante magra, aunque no tanto como la de otros compañeros que cumplen funciones tácticas diferentes.
La evidencia recogida por los investigadores determinó que los deportistas con menos volumen de tejido adiposo son los que recorren los laterales de la cancha, ya sea en la función de defensa -modernamente llamados carrileros-, como los que se proyectan al ataque, los tradicionales punteros. Precisamente son los que militan en este puesto los que cubren la menor distancia con un promedio de 7 kilómetros. Sin embargo, como se puede observar en los registros de video, se caracterizan por la explosión aeróbica, por sus veloces piques. "Son los más magros de todos y tienen, en proporción a su cuerpo, las piernas más largas que el tronco", comentó Rienzi. "El tejido adiposo es un peso muerto extra que deben trasladar. Si no lo tienen es porque están bien entrenados y, al estar en mejores condiciones, pueden optimizar su rendimiento". La particularidad de los hombres de área es otra. Tanto atacantes como defensas -golero, defensor central y centro delantero- son individuos cuya supremacía está dada por el tamaño, sobre todo de su tronco. Según el científico "son jugadores que, por su tarea táctica, la prevalencia en el contacto físico es más importante que la velocidad. Son grandes pero menos magros".
Los más singulares de todos son los volantes de creación, los cerebros del equipo, los típicos número 10. Son los más gorditos de todos, sus piernas, en relación al tronco, son más bien cortas y no son de gran talla. "Es algo que se condice con la realidad. Basta ver a Diego Maradona, a Romario de Souza, a Carlos Valderrama o Pablo Bengoechea para comprobarlo. En este puesto, los aspectos que priman sobre el físico son la técnica y la inteligencia. Maradona nunca tuvo un cuerpo privilegiado de deportista, pero fue el más exitoso".
Las cintas grabadas durante la Copa América Urguay 95 permitieron a los investigadores extraer información detallada sobre las distintas acciones que realizan los jugadores. Los porcentajes de la distancia total cubierta por los futbolistas sudamericanos de elite son los siguientes. El 32% de la distancia total se recorre caminando, mientras que trotando cubren el 42%. El 11% se hace corriendo y tan sólo un 4% es recorrida en piques o sprints. El 11% restante corresponde a otras actividades.
La investigación tuvo el propósito de echar luz sobre un hecho extraído de los resultados deportivos. En los últimos tiempos, el fútbol europeo ha demostrado cierta supremacía sobre el fútbol sudamericano, con la excepción de Brasil, que tiene características de juego particulares. Rienzi, un doctor vinculado desde hace años al fútbol y en especial a la terapia deportiva, entiende que en Europa se promueve la preparación física mientras que en Sudamérica se privilegia la técnica. "Es claro que en los deportes de conjunto lo más importante está en la técnica y en la táctica, pero esto sin descartar el entrenamiento. El objetivo es saber qué tipo de características morfológicas se estaban prefiriendo a la hora de elegir a un futbolista", comentó.
Al iniciar la investigación, Rienzi rastreó la bibliografía disponible sobre el tema, pero encontró muy poco. Previo a este trabajo, sólo existe otro realizado en Inglaterra en el nivel de clubes, no de selecciones. Rienzi estuvo acompañado por científicos ingleses, canadienses y argentinos, quienes también se interesaron en el tema, dada la escasez de datos al respecto. La Copa América Uruguay 95 fue una excelente oportunidad para realizarlo. A ella concurrieron los mejores jugadores -muchos de ellos, además, entrenados en Europa- y lo hicieron preparados especialmente para el torneo. "Además de las conclusiones a las que llegamos, este trabajo tiene valor empírico, ya que operamos sobre una muestra muy importante y calificada", dijo el científico.
Cotejado con los escasos datos que se tenían, sobre todo los de la Premiere League de Inglaterra, se pudo saber que los jugadores ingleses, durante un partido, recorren mayor distancia que los sudamericanos. Una teoría es que eso es el resultado de un mejor entrenamiento. Otra es que los sudamericanos juegan de una manera más eficaz con el balón y hay ahorro energético. "Pero esto sólo son hipótesis", comentó el investigador. Rienzi pone énfasis en que, si bien el fútbol es un deporte de conjunto, el entrenamiento de los jugadores debe ser individualizado, debido a que, según él, las necesidades de prestación física son las que hacen a la morfología. Por lo tanto, además de la técnica y la disciplina, la morfología debe ser tenida en cuenta como un dato importante en el momento de seleccionar un jugador de elite. OEI.
Por Gustavo Laborde
El fútbol es un arte, pero también una ciencia. Así lo cree el doctor uruguayo Edgardo Rienzi, quien realizó una investigación deportóloga durante la Copa América Uruguay 95. Sus "conejillos de indias" fueron jugadores de la talla de Gabriel Batistuta, Carlos Valderrama, Enzo Francescoli, Roberto Carlos, Faustino Asprilla y Marco Antonio Etcheverry.
El estudio que dirigió el doctor Rienzi es el primero en su género y ofrece datos científicos que ayudan a elegir un talento deportivo.
La principal conclusión a la que llega la investigación es que en el fútbol hay una estrecha vinculación entre la conformación física del jugador y el puesto en el que se desempeña. Esto se determinó en función de dos categorías de análisis: la morfológica y la de prestación física. Los índices de la primera categoría se obtuvieron a través de 45 mediciones antropométricas realizadas a 110 de los 220 jugadores que participaron en el torneo. A 22 jugadores de Uruguay, 22 de Argentina, 14 de Colombia, 20 de Bolivia, 10 de Paraguay y 22 de Ecuador les fueron medidos, entre otros atributos, el contenido graso de sus pliegues cutáneos, el diámetro óseo y el perímetro muscular, a fin de determinar sus proporciones corporales. El estudio sobre la prestación física se hizo a través de la filmación del futbolista durante todo el partido. Esa cinta luego se sometió a un análisis en el que se discriminaron las distintas actividades desempeñadas por el deportista.
Según este estudio, los futbolistas más trabajadores son los que se desempeñan en los puestos centrales de la cancha. El promedio de distancia recorrida por un jugador durante todo el partido es de 8 kilómetros 800 metros. Pero un centrocampista -que en el fútbol sudamericano cumple la función de enlace entre la defensa y el ataque- alcanza fácilmente a los 10 kilómetros. Los que actúan en este puesto no se caracterizan por los piques veloces, pero son los de mayor despliegue aeróbico, ya que están casi permanentemente en movimiento. Estos individuos, físicamente, tienen una conformación bastante magra, aunque no tanto como la de otros compañeros que cumplen funciones tácticas diferentes.
La evidencia recogida por los investigadores determinó que los deportistas con menos volumen de tejido adiposo son los que recorren los laterales de la cancha, ya sea en la función de defensa -modernamente llamados carrileros-, como los que se proyectan al ataque, los tradicionales punteros. Precisamente son los que militan en este puesto los que cubren la menor distancia con un promedio de 7 kilómetros. Sin embargo, como se puede observar en los registros de video, se caracterizan por la explosión aeróbica, por sus veloces piques. "Son los más magros de todos y tienen, en proporción a su cuerpo, las piernas más largas que el tronco", comentó Rienzi. "El tejido adiposo es un peso muerto extra que deben trasladar. Si no lo tienen es porque están bien entrenados y, al estar en mejores condiciones, pueden optimizar su rendimiento". La particularidad de los hombres de área es otra. Tanto atacantes como defensas -golero, defensor central y centro delantero- son individuos cuya supremacía está dada por el tamaño, sobre todo de su tronco. Según el científico "son jugadores que, por su tarea táctica, la prevalencia en el contacto físico es más importante que la velocidad. Son grandes pero menos magros".
Los más singulares de todos son los volantes de creación, los cerebros del equipo, los típicos número 10. Son los más gorditos de todos, sus piernas, en relación al tronco, son más bien cortas y no son de gran talla. "Es algo que se condice con la realidad. Basta ver a Diego Maradona, a Romario de Souza, a Carlos Valderrama o Pablo Bengoechea para comprobarlo. En este puesto, los aspectos que priman sobre el físico son la técnica y la inteligencia. Maradona nunca tuvo un cuerpo privilegiado de deportista, pero fue el más exitoso".
Las cintas grabadas durante la Copa América Urguay 95 permitieron a los investigadores extraer información detallada sobre las distintas acciones que realizan los jugadores. Los porcentajes de la distancia total cubierta por los futbolistas sudamericanos de elite son los siguientes. El 32% de la distancia total se recorre caminando, mientras que trotando cubren el 42%. El 11% se hace corriendo y tan sólo un 4% es recorrida en piques o sprints. El 11% restante corresponde a otras actividades.
La investigación tuvo el propósito de echar luz sobre un hecho extraído de los resultados deportivos. En los últimos tiempos, el fútbol europeo ha demostrado cierta supremacía sobre el fútbol sudamericano, con la excepción de Brasil, que tiene características de juego particulares. Rienzi, un doctor vinculado desde hace años al fútbol y en especial a la terapia deportiva, entiende que en Europa se promueve la preparación física mientras que en Sudamérica se privilegia la técnica. "Es claro que en los deportes de conjunto lo más importante está en la técnica y en la táctica, pero esto sin descartar el entrenamiento. El objetivo es saber qué tipo de características morfológicas se estaban prefiriendo a la hora de elegir a un futbolista", comentó.
Al iniciar la investigación, Rienzi rastreó la bibliografía disponible sobre el tema, pero encontró muy poco. Previo a este trabajo, sólo existe otro realizado en Inglaterra en el nivel de clubes, no de selecciones. Rienzi estuvo acompañado por científicos ingleses, canadienses y argentinos, quienes también se interesaron en el tema, dada la escasez de datos al respecto. La Copa América Uruguay 95 fue una excelente oportunidad para realizarlo. A ella concurrieron los mejores jugadores -muchos de ellos, además, entrenados en Europa- y lo hicieron preparados especialmente para el torneo. "Además de las conclusiones a las que llegamos, este trabajo tiene valor empírico, ya que operamos sobre una muestra muy importante y calificada", dijo el científico.
Cotejado con los escasos datos que se tenían, sobre todo los de la Premiere League de Inglaterra, se pudo saber que los jugadores ingleses, durante un partido, recorren mayor distancia que los sudamericanos. Una teoría es que eso es el resultado de un mejor entrenamiento. Otra es que los sudamericanos juegan de una manera más eficaz con el balón y hay ahorro energético. "Pero esto sólo son hipótesis", comentó el investigador. Rienzi pone énfasis en que, si bien el fútbol es un deporte de conjunto, el entrenamiento de los jugadores debe ser individualizado, debido a que, según él, las necesidades de prestación física son las que hacen a la morfología. Por lo tanto, además de la técnica y la disciplina, la morfología debe ser tenida en cuenta como un dato importante en el momento de seleccionar un jugador de elite. OEI.
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