La crisis en torno a la elección presidencial se agravó el fin de semana pasado cuando el Estado Mayor en Ankara alertó contra el peligro de una islamización de Turquía e, indirectamente, contra la eventual elección del ministro de Relaciones Exteriores, Abdullah Gül, un islamista moderado.
Durante la jornada del lunes, la lira turca se desplomó a mínimos de siete meses y los bonos y acciones retrocedieron luego que los militares amenazaran con bloquear la elección presidencial debido a la tendencia islámica del candidato oficial.
La lira cayó 2.2% y se cotizó a 1.3654 respecto al dólar a las 4.14 p.m. de Estambul. Los rendimientos de los bonos denominados en lira con maduración en Febrero del 2009 subieron 77 puntos básicos a 19.10%. El principal índice de acciones que llegó a caer un 8%, bajaba un 5%.
Miles de personas marcharon ayer en Estambul en protesta de la candidatura del Ministro de Relaciones Exteriores, Abdullah Gul, quien en el pasado fue miembro del Partido de Bienestar pro-islámico, partido expulsado del Gobierno y prohibido por parte de las fuerzas armadas en 1997.
La armada, que ha desplazado a cuatro Gobiernos desde 1960, acusó al Primer Ministro de utilizar la elección presidencial con el fin socavar la tradición laica del país.
Gül, a quien faltaron poco votos en el Parlamento para ser elegido presidente en la primera vuelta con la mayoría necesaria de dos tercios, ratificó el fin de semana su decisión de mantener su candidatura. La segunda ronda se llevará a cabo el 2 de Mayo y la tercerael 9 de Mayo.
El Tribunal Constitucional en Ankara decidirá este martes o a más tardar antes de la segunda vuelta electoral, si se aplaza la elección del presidente en el Parlamento, tal como exige la oposición.
Si los 11 magistrados fallan en favor del querellante, el principal partido de oposición parlamentaria, el Partido Republicano Popular (CHP, socialdemócrata), la elección será anulada y se convocará a elecciones anticipadas en un plazo de 45 a 90 días.
El CHP basó su solicitud de anulación en un supuesto vicio de procedimiento, afirmando que se requería un quorum de 367 diputados de los 550 que integran el Parlamento para iniciar la sesión durante la cual los legisladores eligen al presidente con una mayoría calificada de al menos 367 votos favorables.
El presidente de la Asamblea, Bulent Arinç, del Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP, en el poder), una organización surgida de la tendencia islamista consideró que un quorum de 184 diputados era suficiente.
La oposición considera que las elecciones anticipadas serían la única forma de impedir que Turquía se hundiera en el caos.
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