lunes, noviembre 19, 2007

Cómo funciona la Propaganda K

Entrevista de Luis Majul a María O´Donnel autora del libro Propaganda K de Editorial Planeta. (Espíritu Crítico, La Red AM 910).



Luis Majul: ¿Por qué decidiste hacer este libro?Maria O’ Donnell: Porque era un tema que me llamaba mucho la atención: tiene que ver con un Gobierno que maneja la publicidad, la propaganda y los medios de una manera muy particular. Y también por trabajar en los medios, que al estar relacionada era un tema que me apasionaba. Los periodistas no tenemos tendencia a contar historias que tienen que ver con este ámbito.
L.M. No es el único Gobierno que manipuló publicidad oficial…M.O.: No, de hecho está el fallo contra (Jorge) Sobisch, el gobernador de Neuquén, que si llega a esa misma instancia el caso del diario Perfil también significará una condena directa al gobierno nacional. (N. de la R. La Corte Suprema determinó que no era lícito privar de avisos a un medio que difunde una noticia contraria al Gobierno. Fue una demanda presentada por el diario Río Negro). La Corte dice que la publicidad oficial, que se supone informa al ciudadano de cuestiones relevantes, no se puede usar como premio o castigo para los medios porque terminan amenazando a la libertad de prensa.
L.M.: ¿Cómo explicar al oyente que el problema no somos nosotros los periodistas, que no es una defensa corporativa, sino que es una defensa al oyente, al lector o al televidente?M.O.: Es una pregunta clave. Hace poco Cristina Fernández de Kirchner dijo, y también el Gobierno mismo, que los periodistas se ponen nerviosos porque no los necesitamos y le hablamos directamente al público. No tiene que ver con eso sino con la calidad de la información que recibe la gente. Cuando un medio deja de publicar una noticia que critica al Gobierno porque tiene miedo que le retiren la publicidad oficial como represalia, el que deja de enterarse es el público, con lo cual tiene que ver con la calidad y la veracidad de la información. Porque cuando circula sólo propaganda se dice lo que el Gobierno quiere que se diga.
Gustavo Noriega: ¿Tenés información acerca de cómo es en otros países?M.O.: La mayoría de los países del mundo tienen las democracias más avanzadas y tienen legislado todo lo que tiene que ver con la publicidad oficial. Por ejemplo, no se puede hacer una publicidad de “hice tantas obras” porque las obras públicas se hacen con el dinero que se recauda con los impuestos de los ciudadanos. Es decir, no es una dádiva que me da el funcionario de turno. Cuando eso se usa para la promoción de una figura, con una foto de un intendente, un gobernador o un presidente, como si fuera un regalo, está prohibido en todas las democracias del mundo. Otra cuestión que está prohibida es “reparto como me da la gana”. Por lo general, hay una organización independiente del poder político -que no es ni el vocero presidencial ni el secretario de Medios- que decide cómo se reparte la publicidad de acuerdo a quién recibe la información y no como premio o castigo. También, en elecciones, hay un largo periodo previo a los comicios en el que se prohíbe la publicidad oficial.
L.M.: El dato más brutal es el de Rudy Ulloa Igor: todo parece indicar que se creó un medio para recibir exclusivamente publicidad oficial. El año pasado recibió un millón de dólares un medio que tiene una tirada muy limitada y, según precisa María en el libro, tiene la costumbre de reproducir a Néstor Kirchner en la tapa. Sólo dos veces no apareció: cuando murió el Papa y cuando se anunció la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Es así?M.O.: Sí, absolutamente, y olvidate de encontrar noticias de marchas docentes o sobre (Daniel) Varizat en ese diario (N. de la R. El Periódico Austral)… Recibió tres millones de pesos en 2006, sumando la publicidad nacional, la de la Legislatura y la de la gobernación. Para que se entienda: Santa Cruz tiene poco más de 200.000 habitantes. En ese mercado, tres millones de pesos en publicidad… No alcanza el medio para toda la cantidad de publicidad que recibe. Eso es utilizar un medio como propaganda política, después se discutirá si eso sirve de algo para los fines electorales. Pero evidentemente enriquece a una persona muy cercana al entorno presidencial.

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